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Acta bioquímica clínica latinoamericana

Print version ISSN 0325-2957

Acta bioquím. clín. latinoam. vol.47 no.3 La Plata Sept. 2013

 

BIOQUÍMICA CLÍNICA

Factores de riesgo cardiovascular, estado nutricional e índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL en adolescentes púberes

Cardiovascular risk factors, nutritional status on HOMA-IR, QUICKI and TG/c-HDL indexes in pubertal adolescents

Fatores de risco cardiovascular, estado nutricional e índices HOMA-IR, QUICKI e TG/c-HDL em adolescentes púberes

 

Edgar Acosta García1, Diamela Carias2, María Páez Valery3, Gloria Naddaf4, Zury Domínguez5

1 Magister en Nutrición, Profesor Asociado e Investigador Titular del Instituto de Investigaciones en Nutrición (INVESNUT-UC), Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo. Urb. El Remanso, lote 23D casa 44. San Diego, Estado Carabobo.
2 Doctor en Nutrición. Laboratorio de Nutrición. Universidad Simón Bolivar. Valle de Sartenejas, Caracas, Venezuela.
3 Magister en Nutrición, Profesor Asociado e Investigador Titular y Directora del Instituto de Investigación en Nutrición. Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo (INVESNUT-UC), Venezuela.
4 Licenciada en Bioanálisis, Instituto de Investigación en Nutrición FCS, Universidad de Carabobo (INVESNUT-UC), Venezuela.
5 PhD en Bioquimica. Instituto de Medicina Experimental, Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela.

 


Resumen

La coexistencia o agrupamiento de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en la adolescencia se asocia a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. El objetivo de la presente investigación fue evaluar la prevalencia de FRCV y el efecto de la coexistencia o agrupación de dichos factores y del estado nutricional, sobre los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL, en adolescentes púberes del Estado Carabobo, Venezuela. El estudio fue descriptivo, correlacional, de campo y transversal. Participaron 147 adolescentes entre 12 y 15 años. Se evaluó el estado nutricional y el estadio de maduración sexual. Los FRCV estudiados fueron la actividad física (AF) deficiente, el tabaquismo, la circunferencia de cintura >percentil 90 (CC>p90), presión arterial sistólica y/o diastólica>p90 (PA>p90), glucosa alterada en ayuna (GAA>100 mg/dL), triglicéridos >p90 (TG>p90) y c-HDL<40 mg/dL. Se calcularon los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL. Las asociaciones entre variables se evaluaron utilizando el test de correlación de Pearson, las comparaciones de medias con las pruebas t de Student, U de Mann-Whitney, ANOVA y Kruskal-Wallis, mientras que la comparación de proporciones, se evaluó con el estadístico Z (a=0,05). Se encontraron las siguientes prevalencias para los FRCV estudiados: AF deficiente (63,3%), CC>p90 (41,5%), c-HDL<40 mg/ dL (40,3%), tabaquismo (6,8%), TG>p90 (4,1%) y PA>p90 (2,9%). El número de FRCV correlacionó con la insulina, HOMA-IR y QUICKI (p<0,001). El índice TG/c-HDL correlacionó significativamente con los índices HOMA-IR y QUICKI (p<0,001). Los índices HOMA-IR y TG/c-HDL fueron más elevados y el QUICKI más bajo en los adolescentes con exceso de peso y que presentaron tres o más FRCV, en comparación a los normopeso con el mismo número de FRCV (p<0,05). El exceso de peso y la coexistencia de los FRCV condicionaron un aumento de los índices HOMA-IR y TG/c-HDL, y una disminución del índice QUICKI en los adolescentes estudiados.

Palabras clave: factores de riesgo cardiovascular * adolescentes * púber

Summary

The coexistence or clustering of cardiovascular risk factors during adolescence is associated with an increased risk of cardiovascular disease in adulthood. The aim of the investigations was to evaluate the prevalence of cardiovascular risk factors and the effect of clustering of these factors and nutritional status on HOMA-IR, QUICKI and TG/c-HDL indexes, in pubertal adolescents from Carabobo State, Venezuela. A descriptive, correlational, and cross-sectional study was undertaken. It involved 147 adolescents aged 12 to 15 years. The nutritional status and sexual maturation stage of individuals was determined. The cardiovascular risk factors studied were: poor physical activity, smoking, waist circumference (>p90), systolic and/or diastolic blood pressure (>p90), impaired fasting glucose (IFG>100 mg/dL), triglycerides (>p90) and c-HDL (<40 mg/dL). HOMA-IR, QUICK and TG/c-HDL indexes were calculated. Associations between variables were evaluated using the Pearson correlation test and comparisons of means with the Student t test, Mann-Whitney U, ANOVA and Kruskal-Wallis test, while the comparison between proportions was evaluated with Z-score statistics (a=0.05). The following prevalences were found for the cardiovascular risk factors studied: Poor AF (63.3%), waist circumference> p90 (41.5%), HDL-C <40 mg/dL (40.3%), smoking (6.8%), TG>p90 (4.1%) and PA> p90 (2.9%). The number of cardiovascular risk factors correlated with insulin, HOMA-IR, QUICKI and TG/c-HDL (p<0.001). TG/c-HDL index correlated with HOMA-IR and QUICKI indexes (p<0.001). HOMA-IR and TG/c-HDL indexes were higher and the QUICKI index lower in overweight adolescents who presented three or more cardiovascular risk factors, compared to normal-weight adolescents with the same number of cardiovascular risk factors (p<0.05). Overweight and the clustering of cardiovascular risk factors determined an increase in HOMA-IR and TG/c-HDL indexes, and a decrease in the QUICKI index in the teenagers studied.

Keywords: cardiovascular risk factors * adolescents * pubescent

Resumo

A coexistencia ou agrupamento de fatores de risco cardiovascular (FRCV) na adolescencia associa-se a um maior risco de sofrer doengas cardiovasculares na idade adulta. O objetivo desta investigagäo foi avaliar a prevalencia de FRCV e o efeito da coexistencia ou agrupamento desses fatores e do estado nutricional nos índices HOMA-IR, QUICKI e TG/c-HDL em adolescentes púberes do Estado Carabobo, Venezuela. O estudo foi descritivo, correlacional, de campo e transversal. Participaram 147 adolescentes entre 12 e 15 anos. Avaliou-se o estado nutricional e o estágio de maturidade sexual. Os FRCV estudados foram a atividade física (AF) deficiente, o tabagismo, a circunferencia da cintura > percentil 90 (CC >percentil 90), pressäo arterial sistólica e diastólica >p90 (PA>p90), glicemia de jejum alterada (GJA>100 mg/dL), triglicérides >p90 (TG>p90) e c-HDL<40mg/dL. Calcularam-se os índices HOMA-IR, QUICKI e TG/c-HDL. As asso-ciagöes entre variáveis avaliaram-se utilizando o teste de correlagäo de Pearson, as comparagöes de médias com os testes t de Student, U de Mann-Whitney, ANOVA e Kruskal-Wallis, enquanto que a comparagäo de proporgöes avaliou-se com o teste estatístico Z (a:0,05). Encontraram-se as seguintes prevalencias para os FCRV estudados: AF deficiente (63,3%), CC>p90 (41,5%), c-HDL<40 mg/dL (40,3%), tabagismo (6,8%), TG>p90 (4,1%) e PA>p90 (2,9%). O número de FCRV se correlacionou com a insulina, HOMA-IR e QUICKI (p<0,001). O índice TG/c-HDL correlacionou-se significativamente com os índices HOMA-IR e QUICKI (p<0,001). Os índices HOMA-IR e TG/c-HDL foram mais altos e o QUICKI mais baixo nos adolescentes com excesso de peso e que apresentaram tres ou mais FRCV, em comparagäo aos de peso normal com o mesmo número de FRCV (p<0,05). O excesso de peso e a coexistencia dos FRCV condicionaram um aumento dos índices HOMA-IR e TG/c-HDL e uma diminuigäo do índice QUICKI nos adolescentes estudados.

Palavras-Chave: fatores de risco cardiovascular * adolescentes * púber


 

Introducción

Cualquier atributo, característica o exposición de un individuo que incrementa la probabilidad de padecer una enfermedad crónica no transmisible, se conoce como factor de riesgo (1). Estos se han clasificado en modificables, potencialmente modificables y no modificables, y aunque los factores de riesgo no modificables no pueden ser tratados, su identificación es importante ya que si coexisten factores modificables, se exige su control enérgico y son candidatos a otras terapéuticas preventivas (2).

Entre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular (FRCV) se encuentran el tabaquismo, el consumo de alcohol, una nutrición inadecuada, la inactividad física, la obesidad, la presión arterial elevada y la glicemia y los lípidos séricos alterados (1). El agrupamiento o acumulación de los FRCV se produce en la niñez y en la adolescencia, lo que puede estar asociado con aterosclerosis en los primeros años de la edad adulta y por lo tanto, a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares posteriormente (3)(4). Ese agrupamiento se ha descrito como una constelación metabólica - o «síndrome X» - de trastornos fisiológicos, asociados a una resistencia a la insulina, en particular hiperinsulinemia, disminución de la tolerancia a la glucosa, hipertensión, aumento de los triglicéridos plasmáticos y disminución del colesterol HDL (5-7). Adicionalmente, se ha reportado que un inapropiado régimen alimentario, la inactividad física y el tabaquismo, explican al menos el 75% de las enfermedades cardiovasculares (1).

Sáez y Bernui (8) estudiaron la prevalencia de FRCV en adolescentes de instituciones educativas públicas de Perú, y encontraron que el factor más frecuente fue el sedentarismo. Al mismo tiempo, el 89% de los adolescentes estudiados presentaron al menos un FRCV. Por otro lado, Barja, et al. (9) evaluaron la prevalencia de marcadores de aterosclerosis y síndrome metabólico en niños chilenos. Estos autores concluyeron que los niños con exceso de peso mostraron un mayor riesgo de agrupar los componentes del síndrome metabólico, lo cual además fue asociado con resistencia a la insulina. Burrows, et al. (10) estudiaron el síndrome metabólico y su asociación con la sensibilidad insulínica, y la magnitud y distribución de la obesidad en niños y adolescentes. Los resultados obtenidos indicaron que la acumulación de los componentes del síndrome metabólico se relacionó con un incremento en los valores de la insulina sérica basal y del índice HOMA-IR, mientras que por el contrario, se asoció con una reducción en los valores del índice QUICKI.

En Venezuela las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de mortalidad desde la sexta década del siglo pasado. Para el año 2000, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuyó a 91,4% por cada 100.000 habitantes, pero continúa siendo la principal causa de muerte en la población venezolana (11)(12). Diversas investigaciones revelan que la lesión primaria de la aterosclerosis coronaria se inicia a edades tempranas de la vida y antes de que pase la primera década esta lesión ateromatosa es lo suficientemente extensa como para producir trombosis cerebral o coronaria, encontrándose asociada a los niveles séricos del colesterol (13-16).

En este sentido, el objetivo de la presente investigación fue evaluar la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en una muestra de adolescentes púberes de una institución educativa pública. De igual forma, se propuso determinar el efecto de la agrupación de los factores de riesgo cardiovascular y del estado nutricional sobre los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL en la muestra mencionada.

Materiales y Métodos

La investigación se realizó siguiendo los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos, según lo promulgado por la Declaración de Helsinki (2004) (17). El estudio fue descriptivo, correlacional, de corte transversal y de campo. Se seleccionaron aleatoriamente 147 adolescentes aparentemente sanos de ambos sexos, con edades comprendidas entre 12 y 15 años, que asistieron a una Unidad Educativa del Municipio Naguanagua, Estado Carabobo, Venezuela, en el periodo académico 2009-2010. Se descartaron de la investigación a todos aquellos adolescentes con estadio de maduración sexual I y II de Tanner. Se contó con el consentimiento escrito de los padres y representantes de cada uno de los adolescentes evaluados, y se obtuvo la información sobre la edad y el sexo mediante la aplicación de un cuestionario.

RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO DE LA MUESTRA

La extracción de sangre se realizó, luego de un periodo de ayuno de 12 a 14 horas, por punción venosa del pliegue del codo (18). La muestra se centrifugó durante 10 min a 7600 xg y el suero se almacenó a -70 °C hasta su procesamiento. La glicemia, los triglicéridos (TG) y el colesterol asociado a las lipoproteinas de alta densidad (c-HDL) séricas fueron determinados el mismo dia de la toma de muestra.

Las concentraciones séricas de glicemia, TG y c-HDL se midieron por el método enzimático colorimétrico Wiener Lab. Todas las reacciones enzimáticas colorimétricas se determinaron utilizando un analizador semiautomatizado, modelo BTS-310 (Biosystems, Barcelona, España). La determinación sérica de insulina se realizó por enzimo inmunoanálisis (ELISA), empleando el equipo DRG Diagnostics.

Se determinaron los indices HOMA-IR (Homeostasis Model Assessment) (19) y QUICKI (Quantitative Insulin-sensitivity Check Index) (20) mediante las siguientes ecuaciones:

HOMA IR = Insulina (¡xU/I)x Glucosa (mmol/L)/ 22,5

Quicki = 1/\LogInsulina([iU/L) + Glucosa (mg/dL)]

Los datos de peso, talla y circunferencia de cintura (CC) fueron registrados por un antropometrista experimentado del Instituto de Investigaciones en Nutrición de la Universidad de Carabobo (INVESNUT), previamente entrenado y empleando los métodos descritos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (21). El peso se determinó con una balanza de pie marca Health-o-Meter (Boca Ratón, Florida, EE.UU.), ajustada a cero antes de cada medición, y registrándose en kilogramos (kg). La talla se obtuvo mediante el empleo de una cinta métrica fijada a la pared y se registró en centímetros (cm). La circunferencia de cintura (CC) se midió con una cinta métrica no extensible, con la cual se rodeó el abdomen empleando como punto somático el punto medio entre el borde superior de las crestas ilíacas y los bordes inferiores de las costillas flotantes (22). El Índice de Masa Corporal (IMC) se calculó dividiendo el peso corporal (kg) entre la estatura (m) al cuadrado. Se determinó la puntuación Z score para el IMC mediante el programa WHO AnthroPlus (23) y el diagnóstico nutricional se realizó empleando los siguientes puntos de corte (24):

Déficit : < -2DE Normal : > -2DE y < 1DE Sobrepeso : > 1DE y < 2DE

Obesidad : > 2DE

Los adolescentes que presentaron sobrepeso u obesidad fueron clasificados como sujetos con exceso de peso.

Para evaluar el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios se empleó el método de auto-evaluación de acuerdo a los cinco estadíos de desarrollo de Tanner: glándula mamaria (GM) en el sexo femenino y de los genitales (G) en el masculino (25).

Los FRCV evaluados en la presente investigación fueron el hábito tabáquico, el nivel de actividad física (AF) deficiente, la glucosa alterada en ayunas (GAA), las concentraciones séricas elevadas de TG y bajas del c-HDL, la presión arterial (PA) elevada y la circunferencia de cintura (CC) aumentada.

HÁBITOS TABÁQUICOS

Se registraron en la historia clínica y se definió tabaquismo en los adolescentes evaluados cuando éstos fumaron cigarrillos un día o más en los últimos 30 días (26).

NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA

Se midió a través de un instrumento en el que se registró el número de horas diarias o semanales que el sujeto realizó determinadas actividades. Este instrumento permitió clasificar el nivel de AF como deficiente, regular o excelente (27).

VARIABLES CLÍNICAS Y ANTROPOMÉTRICAS

La PA elevada y la CC aumentada se consideraron cuando la PA sistólica (PAS) (mmHg) y/o diastólica (PAD) (mmHg) y la CC, excedieran el p90 para la edad y el sexo, respectivamente (28). En vista de la ausencia de valores percentilares de CC para los adolescentes venezolanos, se tomaron los propuestos para los adolescentes escolarizados de Cali, Colombia con edades entre 10 y 16 años (29).

VARIABLES BIOQUÍMICAS

Se definió GAA cuando la glicemia basal fuera superior a 100 mg/dL, concentraciones séricas elevadas de TG (mg/dL) si éstas superaran el p90 nacional para la edad y sexo, y concentraciones séricas bajas de c-HDL cuando no superaran los 40 mg/dL (30).

Se consideró la presencia de dislipidemia cuando los adolescentes presentaran TG>p90 y/o c-HDL <40 mg/dL.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Los resultados obtenidos se expresaron y tabularon en términos de media y desviación estándar y se emplearon gráficas para las distribuciones de frecuencias. La distribución estadística de los datos obtenidos se analizó por medio del test de Kolmogorov-Smirnov, las diferencias de medias se evaluaron con las pruebas t de Student, U de Mann-Whitney, ANOVA y Kruskal-Wallis, mientras que las comparaciones de proporciones se realizaron mediante el estadístico Z. El nivel de significancia empleado fue igual a 0,05 (a=0,05). Los datos se procesaron por medio del programa estadístico SPSS versión 12.0 para Windows.

Resultados

La muestra estuvo constituida por 147 adolescentes con una edad promedio de 13,4±0,9 años. La distribución de frecuencia por género reveló que 99 (67,3%) pertenecían al sexo femenino. Por otra parte, se evidenció que el 21,1%, 61,9% y 17,0% de los adolescentes mostró una maduración sexual correspondiente a los estadíos III, IV y V de Tanner, respectivamente. En la Tabla I se resumen los descriptivos de las variables clínicas, antropométricas y bioquímicas de la muestra estudiada. El sexo masculino presentó valores medios de CC, IMC y PAS significativamente superiores a los observados en el sexo femenino. Por el contrario, el c-HDL del sexo femenino resultó ser significativamente más alto que el mostrado por el sexo masculino, mientras que el resto de las variables evaluadas fueron similares en ambos géneros.

Tabla I. Variables clínicas, antropométricas y bioquímicas de los adolescentes

Los resultados se expresan en Media (Desviación Estándar)*p<0,01; p<0,05
CC: Circunferencia de Cintura.
IMC: Índice de Masa Corporal / PAS: Presión Arterial Sistólica / PAD: Presión Arterial Diastólica

Se evaluó la frecuencia de los FRCV en toda la muestra estudiada, y por género. Al respecto, el FRCV más frecuente lo constituyó la actividad física deficiente (63,3%). Cabe destacar que el 70% de los adolescentes no practicaba deporte alguno de forma organizada, y quienes lo hacían, le dedicaban en términos de media y desviación estándar 2,2±2,3 horas a la semana. Adicionalmente, los sujetos estudiados ocupaban en promedio 3,5±1,5 horas al día de su tiempo a estar sentados frente a la televisión o a la computadora. La frecuencia de adolescentes con IMC: Índice de Masa Corporal / PAS: Presión Arterial Sistólica / PAD: Presión Arterial Diastólica CC>p90 fue similar a la de los sujetos con valores séricos de c-HDL<40 mg.dL-1 (aproximadamente 40%), mientras que no se observaron adolescentes con GAA. Por género, el sexo femenino mostró mayor prevalencia de AF deficiente y el masculino mayor prevalencia de adolescentes con c-HDL<40 mg/dL (¡t><0,05) (Figura 1a y 1b).


Figura 1. Prevalencia de FRCV en todos los adolescentes (a) y por género (b) (*p<0,05)

Los resultados se expresan en Media (Desviación Estándar)*p<0,01; p<0,05 CC: Circunferencia de Cintura.

En lo relativo a la dislipidemia, ésta se presentó en el 41% de la muestra estudiada (femenino 61% vs. 39% masculino).

Con la finalidad de determinar la prevalencia de adolescentes sin FRCV y de aquellos con uno o más de estos factores, se determinó la distribución de frecuencia de esas variables. Al respecto, la mayoría de los sujetos estudiados (85,7%) presentaron al menos un FRCV, y solo el 14,3% de la muestra estudiada no presentó ninguno de los factores de riesgo evaluados. Por otro lado, no se observaron adolescentes que agruparan 6 ó 7 de los FRCV (Fig. 2).


Figura 2. Agrupación por número de FRCV en adolescentes.

Se evaluó el número de FRCV de acuerdo al estado nutricional de los adolescentes estudiados. En este sentido, se encontró que 87 adolescentes (59,2%) fueron normopeso y 6O (4O,8%) presentaron exceso de peso. Este último grupo estuvo conformado por 51,7% de adolescentes del sexo femenino y 48,S% del masculino. Se evidenció que en el grupo de adolescentes con exceso de peso, hubo mayor prevalencia de sujetos con 2, S, 4 y 5 FRCV. Por otro lado, entre los adolescentes normopeso se presentó mayor prevalencia de sujetos que no presentaban o tenían solo un FRCV (Fig. 3).


Figura 3. Agrupación por número de FRCV en adolescentes, según el peso corporal.

Se determinó si el número de FRCV presentes en los adolescentes evaluados afectaba las concentraciones séricas de glucosa e insulina y los índices HOMA-IR, QUIC-KI y TG/c-HDL. Los valores de glicemia en ayuna de los adolescentes estudiados fueron similares independientemente del número de FRCV que presentaron. Sin embargo, los adolescentes con tres o más FRCV mostraron valores de insulina, índices HOMA-IR y TG/c-HDL superiores, y del índice QUICKI inferiores a los observados en el resto de los adolescentes estudiados (con 0, 1 ó 2 FRCV) (Tabla II).

Tabla II. Glicemia, insulina e índices HOMA-IR y QUICKI en adolescentes según el número de FRCV

Adicionalmente, el número de FRCV correlacionó significativamente con las concentraciones séricas de insulina (7=0,326; p=0,000) y los índices HOMA-IR (7=0,337; p=0,000), QUICKI (í=-0,300; p=0,000) y TG/c-HDL (7=0,611; p=0,000); mientras que no lo hizo con los niveles séricos de glucosa (7=0,061; p=0,459). Por otro lado, se observó una correlación significativa y directa entre los índices TG/c-HDL y HOMA-IR (r=O,331; p=O,OOO), mientras que los índices TG/c-HDL y QUIC-KI también correlacionaron significativamente, pero de forma inversa ( r=-O,SS9; p=O,OOO).

Los resultados se expresan en Media (Desviación Estándar)

Se evaluaron los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL en los adolescentes sin FRCV, y con uno o más de estos factores según el estado nutricional. No se observó diferencia significativa entre los valores de los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL de los adolescentes normopeso y con exceso de peso que no presentaron FRCV, ni entre los que presentaron uno o dos de dichos factores. Sin embargo, se evidenció que los sujetos con exceso de peso y tres o más FRCV, presentaron valores medios de los índices HOMA-IR y TG/c-HDL significativamente superiores a los encontrados en los adolescentes con peso normal con el mismo número de FRCV (p<O,O5). Adicionalmente, los valores medios del índice QUICKI de los adolescentes con exceso de peso y tres o más FRCV, fueron significativamente inferiores a los obtenidos por los sujetos con peso normal y al menos tres FRCV (p<0,05) (Fig. 4) (Fig.. 5) (Fig. 6).


Figura 4. Valores medios del índice HOMA-IR según el peso corporal y el número de FRCV asociados. *p<0,05 vs. Normopeso con tres o más FRCV.


Figura 5. Valores medios del índice QUICKI según el peso corporal y el número de FRCV asociados. *p<0,05 vs. Exceso de pesos con tres o más FRCV.


Figura 6. Valores medios del índice TG/c-HDL según el peso corporal y el número de FRCV asociados. *p<0,05 vs. Exceso de pesos con tres o más FRCV

De igual manera, se quiso determinar cuáles eran los FRCV más comunes en los adolescentes con exceso de peso y la agrupación más frecuente de FRCV. En estos adolescentes, el análisis de la distribución de frecuencia, reveló que los FRCV más comunes fueron CC>p90 (100,0%), c-HDL<40mg/dL (87,0%), AF deficiente (82,6%), seguidos por TG>p90 (26,1%), tabaquismo (17,4%) y PA>p90 (9,1%). No hubo casos de adolescentes que presentaran GAA. Adicionalmente, en estos sujetos, la agrupación de FRCV más frecuente fue la combinación de CC>p90, c-HDL<40mg/dL y AF deficiente (56,3%).

Finalmente, se evaluó la prevalencia de FRCV en los adolescentes de acuerdo a la CC. Se observó que entre los adolescentes con CC>p90 hubo mayor prevalencia de concentraciones de c-HDL<40 mg/dL y de valores séricos de TG>p90. No se encontraron diferencias significativas entre las prevalencias del resto de los FRCV presentes en los sujetos con valores de CC inferiores y aquellos que mostraron valores de CC superiores al p90 (Fig. 7).


Figura 7. Prevalencia de FRCV en adolescentes según obesidad abdominal. *p<0,05.

Discusión

En el presente estudio se evaluó la presencia y el agrupamiento de FRCV en adolescentes con edades comprendidas entre 12 y 15 años, pertenecientes a una Unidad Educativa de Valencia, Estado Carabobo, Venezuela.

En relación a la prevalencia de FRCV, se encontró que los factores más frecuentes fueron AF deficiente, CC>p90 y c-HDL<40 mg/dL. La AF deficiente encontrada en el presente trabajo (63,3%) fue similar a la reportada por Sáez y Bernui (8) en el año 2009 cuando evaluaron una muestra de 277 adolescentes entre 12 y 17 años de edad de la ciudad de Lima, Perú (63,0%). Estos autores refirieron que en la muestra evaluada por ellos, los FRCV más frecuentes fueron el sedentarismo, la dieta poco saludable y el tabaquismo, y en todos los casos los hombres fueron más afectados que las mujeres. Pires, et al. (30) reportaron que el c-HDL bajo, la presión arterial elevada y la obesidad abdominal, fueron los FRCV más frecuentes en una muestra de escolares de 6 a 12 años de edad, habitantes del estado Falcón, Venezuela. Por otro lado, en el estudio realizado por Lozada, et al. (31) se evaluaron los factores de riesgo asociados a síndrome metabólico, en adolescentes de 12 a 17 años en dos unidades educativas de Valencia, Estado Carabobo. En dicha investigación, se encontró que las alteraciones metabólicas más frecuentes en el grupo estudiado, fueron el c-HDL bajo y la hipertrigliceridemia.

En la presente investigación, la prevalencia de AF deficiente fue significativamente más elevada en el sexo femenino que en el masculino, mientras que el c-HDL<

40 mg/dL fue significativamente más frecuente en el sexo masculino (p<0,05). La frecuencia de valores de CC>p90 fue similar para uno u otro género.

En referencia a la dislipidemia, en este estudio se encontró una prevalencia más baja (41%) en comparación con la reportada por Sáez y Bernui (8) la cual fue de 85%. Sin embargo, estos autores refirieron que los hombres presentaron más dislipidemia que las mujeres (79% vs. 90%), lo cual también ocurrió en el presente estudio (39% vs. 61%).

En los países en desarrollo existen diferencias urbano-rurales en el consumo de alimentos, de tal forma que en el área urbana existe mayor diversidad, mayor penetración de comidas procesadas, mayor número de personas que comen fuera del hogar, mayor número de personas que trabajan, diicultando así la preparación de comidas a niños y adultos mayores. Adicionalmente, se consume más azúcar, grasas y alimentos de origen animal, por lo que este patrón unido a una menor actividad física, como resultado de la urbanización y las consecuentes mejoras en el transporte hacía el colegio y para el trabajo, así como también mejoras en la tecnología del hogar y una recreación más pasiva (TV, computadoras y videojuegos), explica por qué la Transición Alimentaria Nutricional es mayor en el área urbana (32).

En América Latina y en algunos países en desarrollo de otras regiones, tres de cada cuatro muertes en adultos son debidas a las enfermedades crónicas no transmisibles, cuya situación refleja el estado relativamente avanzado de la Transición Epidemiológica observada en los países latinoamericanos, y la doble carga de morbilidad provocada por la coexistencia de altas tasas de desnutrición y obesidad (33). Este importante hallazgo podría deberse principalmente a los malos hábitos alimentarios, la falta de actividad física y el deficiente nivel de información de la población (34).

El 14,3% de los adolescentes participantes en el estudio no presentó ninguno de los FRCV y el resto (85,7%), evidenció al menos uno de ellos. En la presente investigación fue más frecuente encontrar adolescentes con uno o dos FRCV. Estos resultados coinciden con los reportados por Sáez y Bernui (8), quienes refieren que sólo el 11% de los sujetos evaluados por ellos no presentaba ninguno de los FRCV estudiados. En el estudio de Lozada, et al. (31), de igual manera, el 22,7% de los adolescentes evaluados no presentó ninguno de los criterios diagnóstico de síndrome metabólico, mientras que el 77,3% mostró por lo menos uno de dichos criterios. Por otra parte, Barja, et al. (9) reportaron en 209 niños chilenos de 11,1±2,0 años de edad, donde aproximadamente la mitad de los mismos presentó al menos uno de los componentes del síndrome metabólico, diagnosticado de acuerdo a los criterios de Cook (35).

En la niñez y en la adolescencia es posible que puedan aparecer la intolerancia a la glucosa y las dislipidemias. En esas etapas de la vida, esos FRCV se pueden asociar con el aumento de la tensión arterial y con la obesidad central (36)(37).

En este sentido, se ha determinado que la tensión arterial elevada, la disminución de la tolerancia a la glucosa y la dislipidemia también tienden a agruparse en los niños y adolescentes con modos de vida y dietas poco saludables. La falta de ejercicio y el mayor tiempo dedicado a ver la televisión, agravan el riesgo. En los adolescentes, el consumo habitual de alcohol y de tabaco también contribuye al incremento de la tensión arterial y al desarrollo de otros factores de riesgo en etapas tempranas de la vida, y muchos de esos factores siguen actuando durante toda la vida (38).

La mayor parte de los adolescentes normopeso, presentó 0 ó 1 de los FRCV evaluados, mientras que entre los adolescentes con exceso de peso, se encontró una elevada prevalencia de la agrupación de 2 y 3 de esos factores. En los últimos años se ha evidenciado un aumento en la presentación y acumulación de FRCV asociados a la obesidad en niños y adolescentes (39), al punto que se adaptaron los criterios del síndrome metabólico de adultos, y en el año 2007, la Federación Internacional de Diabetes publicó un consenso para la edad pediátrica (28). La prevalencia de síndrome metabólico en adolescentes obesos en los Estados Unidos de América oscila entre 38 y 50% (40). Otras investigaciones relacionan al síndrome metabólico con el estado nutricional de los niños y en especial con el índice de masa corporal. En tal sentido, en Estados Unidos de América (40), Chile (10), México (41) y Argentina (42) se han reportado prevalencias de síndrome metabólico más elevadas en niños y adolescentes obesos, en comparación con los que presentan sobrepeso o los que muestran peso normal.

La acumulación de tres o más FRCV en los sujetos estudiados se asoció con valores elevados de insulina basal sérica y del índice HOMA-IR, así como también con valores bajos del índice QUICKI (p<0,001). Estos resultados son similares a los hallados por Burrows, et al. (10) y Barja, et al. (9). De acuerdo con lo anterior, Jiménez-Cruz, et al. (43) reportaron una mayor prevalencia de adolescentes entre 12 y 14 años de edad, con tres o más componentes del síndrome metabólico cuando los valores del índice HOMA-IR se encontraban por encima del tercer cuartil (HOMA-IR>3,27).

En cuanto al índice TG/c-HDL, en la presente investigación los adolescentes con tres o más FRCV mostraron valores medios superiores a aquellos con menor número de FRCV (p<0,001), estos resultados concuerdan con los presentados por Musso, et al. (44) quienes reieren que un grupo de adolescentes entre 11 y 14 años con síndrome metabólico presentaron dicho índice superior al observado en el grupo de adolescentes sin el síndrome metabólico (4,0±2,5 vs. 1,6±0,9). La importancia del empleo del índice TG/c-HDL para la evaluación de la insulinorresistencia radica en que permite identiicar niños y adolescentes con riesgo de padecer obesidad, dislipidemia, hipertensión arterial y/o síndrome meta-bólico, debido a que no se modiica con los diferentes estadíos de Tanner (45) y por el contrario la insulinemia en ayuno varía de forma signiicativa en la infancia y la adolescencia, por lo tanto diiculta establecer valores de corte ideales de insulinemia e índice HOMA-IR (46). En la presente investigación, el índice TG/c-HDL correlacionó signiicativamente con los índices HOMA-IR y QUICKI (p<0,001).

Adicionalmente, cuando en la presente investigación se evaluaron los valores de los índices HOMA-IR, QUICKI y TG/c-HDL según el número de FRCV y el estado nutricional, se evidenció que fueron los sujetos con exceso de peso que acumulaban tres o más FRCV, los que mostraban alteraciones signiicativas de esos índices, en comparación con los adolescentes normopeso con el mismo número de FRCV.

En el presente estudio, los sujetos con exceso de peso y con al menos tres FRCV presentaron valores medios de circunferencia de cintura signiicativamente más elevados que los sujetos con el mismo número de FRCV pero normopeso (87,7±8,3 cm vs. 74,4±6,0 cm) (p=0,008). Adicionalmente, entre los adolescentes con circunferencia de cintura superior al p90 hubo mayor prevalencia de valores séricos de triglicéridos por encima del p90 y de concentraciones de c-HDL menores a 40 mg/dL.

Los resultados de diferentes investigaciones realizadas en Europa y América (47-51) demuestran que en los niños y los adolescentes, la circunferencia de la cintura es un buen indicador de la obesidad central, con utilidad clínica y epidemiológica, y adicionalmente constituye un buen predictor de las complicaciones metabólicas y de riesgo cardiovascular (52).

La obesidad se asocia al síndrome metabólico o síndrome de resistencia a la insulina (53), caracterizado por hiperinsulinemia y resistencia periférica a la acción insulínica, intolerancia a la glucosa o diabetes tipo 2, hipertrigliceridemia, disminución de HDL-colesterol y otras alteraciones asociadas a riesgo de enfermedad cardiovascular como la hipertensión arterial (54)(56). Se ha podido correlacionar la grasa intraabdominal o el perímetro de la cintura con los niveles de insulina basal, triglicéridos y HDL-colesterol en adolescentes obesos (57)(58). Esto pudiera deberse a que el tejido adiposo visceral presenta una mayor cantidad de receptores beta adrenérgicos, y por ende mayor actividad lipolítica que la observada en el tejido adiposo subcutáneo. El exceso de ácidos grasos libres o sus equivalentes intracelulares (acil CoA) pueden interferir con la señalización de la insulina, a través de diferentes mecanismos en tejidos u órganos como el músculo, hígado o páncreas, favoreciendo así la resistencia a la insulina (59).

En los humanos, se ha demostrado que los elevados niveles de triglicéridos circulantes pueden explicar la asociación del síndrome de resistencia a la insulina, con las bajas concentraciones de HDL-colesterol y las partículas densas y pequeñas de LDL a través de la estimulación del intercambio de lípidos neutros llevado a cabo por la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP) (60).

Conclusiones

En la totalidad de la muestra estudiada y en uno y otro sexo, los FRCV más frecuentes fueron la AF deiciente, la CC>p90 y las concentraciones séricas de c-HDL<40 mg/dL. El 85,7% de los adolescentes presentaron uno o más FRCV. Los adolescentes con exceso de peso agruparon más FRCV que los normopeso. Adicionalmente, los adolescentes con exceso de peso y tres o más FRCV presentaron valores de los índices HOMA-IR y TG/c-HDL más elevados, y del índice QUICKI más bajo, que los adolescentes normopeso con el mismo número de FRCV.

CORRESPONDENCIA
EDGAR ACOSTA GARCÍA
Magíster en Nutrición, Profesor Asociado e Investigador Titular del Instituto de Investigaciones en Nutrición (INVESNUT-UC), Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo. Urb. El Remanso, lote 23D casa 44. San Diego, Estado Carabobo. Teléfono: 0241-8915640; 0241-8672852, 0241-8915640, 0412-0445423.
Email: eacosta1@uc.edu.ve; edgaracosta1357@hotmail.com.

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Aceptado para su publicación el 9 de abril de 2013

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