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Acta bioquímica clínica latinoamericana

Print version ISSN 0325-2957

Acta bioquím. clín. latinoam. vol.49 no.1 La Plata Mar. 2015

 

TOXICOLOGÍA

Veneno de escorpiones (alacranes) y envenenamiento

Scorpion (alacran) venom and envenomation

Veneno de escorpião (alacran) e envenenamento

 

Adolfo Rafael de Roodt

1 Médico Veterinario, Magister en Ciencias y Doctor de la Universidad de Buenos Aires).
a Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación, Ministerio de Salud de la Nación, Av. 9 de Julio 1925, Piso 1, CP C1073ABA, CABA. Cátedra de Toxicología 1, Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Paraguay 2155, Piso 8, CP1121ABG, CABA.

CORRESPONDENCIA DR. ADOLFO RAFAEL DE ROODT Área Investigación y Desarrollo, INPB-ANLIS "Dr. Carlos G. Malbrán" Ministerio de Salud de la Nación Av. Vélez Sarsfield 563 1281 CIUDAD DE BUENOS AIRES. Argentina E-mail: aderoodt@gmail.com


Resumen

En las últimas décadas en Argentina se han incrementado de forma muy importante las notificaciones por picadura de escorpiones y de muertes debido a éstas. En el período 1993-1999 se comunicaron 3 muertes y en el período 2000-2006 se registraron 19, haciendo que el envenenamiento por estos arácnidos se haya transformado en uno de los emponzoñamientos de mayor impacto sanitario en Argentina. En esta breve revisión se describen algunos de los mecanismos tóxicos conocidos y propuestos para el envenenamiento por escorpiones, así como algunos de los componentes conocidos del veneno de Tityus trivittatus, el escorpión de mayor importancia médica de Argentina.

Palabras clave: Escorpiones; Toxinas; Tityus; Envenenamiento; Veneno.

Summary

In the last decades the number of notifications by scorpion stings and deaths by scorpion envenoming increased very significantly in Argentina. In the period 1993-1999 three deaths were reported while in the period 2000-2006, nineteen deaths were registered, turning the envenomation by these arachnids in one of the envenoming of highest sanitary impact in Argentina. In this brief revision some of the known and proposed toxic mechanisms for scorpion envenomation as well as some of the venom discovered components in the venom of Tityus trivittatus the scorpion of highest medical importance in Argentina, are described.

Key words: Scorpions; Toxins; Tityus; Envenomation; Venom.

Resumo

Nas últimas décadas na Argentina aumentaram de forma muito significativa notificações de picadas de escorpião e de mortes devido a elas. No período 1993- 1999 três mortes foram registradas e no período 2000-2006 foram 19, fazendo com que o envenenamento por estes aracnídeos se tenha transformado num dos envenenamento de maior impacto sanitário na Argentina. Nesta breve revisão são descritos alguns dos mecanismos tóxicos conhecidos e propostos para o evenenamento por escorpiões, bem como alguns dos componentes conhecidos do veneno do Tityus trivittatus, o escorpião de mayor importância médica da Argentina.

Palavras chave: Escorpiões; Toxinas; Tityus; Envenamento; Veneno.


 

Introducción

En el mundo se comunican anualmente más de 1.200.000 accidentes por picadura de escorpiones con más de 3.250 muertes, lo que representaría una mortalidad del 0,27% (1). Como muchos otros animales venenosos, estos arácnidos han despertado la imaginación de artistas y religiosos debido a características anatómicas, biológicas y fisiológicas, pero posiblemente y de forma principal, por la toxicidad que posee su veneno. Si bien las serpientes son los representantes más "icónicos" y reconocidos entre estos grupos de animales venenosos en las civilizaciones occidentales judeo-cristianas, los arácnidos en general y los escorpiones en particular despertaron la imaginación y admiración en otras civilizaciones como en las prehispánicas del actual México, la antigua de Egipto y las culturas mesopotámicas y greco-romanas (2). Estos arácnidos descienden de los euriptéridos, sus ancestros marinos hace 300 millones de años y serían los primeros animales que colonizaron la tierra desde el ambiente marino (3). Su nombre es indistintamente escorpión (del latín, scorpio, onis) o alacrán (del árabe hispánico al´aqráb o del árabe clásico, aqrab). Si bien sólo unos pocos escorpiones poseen importancia médica, en ciertas regiones del mundo el envenenamiento por alacranes ha sido (y en algunos casos sigue siendo) una de las causas de muerte más importantes por animales venenosos y una de las causas más frecuentes de consulta toxicológica (4).
En las últimas décadas en Argentina se han incrementado de forma muy importante las notificaciones por alacranismo y los casos de muerte debido al envenenamiento escorpiónico, en todos los casos por especies del género Tityus (T.), estando en especial involucrado T. trivittatus (Fig. 1) en primer lugar y T. confluens en menor medida (5-8). En el período 1993-1999 se comunicaron 3 muertes (5), en el período 2000-2006, 19 muertes (6), manteniéndose y aumentando hasta la actualidad los casos de envenenamientos graves y manteniéndose una mortalidad importante (8-10). Por otro lado se han producido accidentes de gravedad en zonas del país en donde el veneno de estos escorpiones no mostraba toxicidad, tal como estaría sucediendo en la ciudad de Buenos Aires (11). Todos estos factores hacen que el envenenamiento por estos arácnidos se haya transformado en uno de los emponzoñamientos de mayor impacto sanitario en Argentina (12). En esta breve revisión se comentan algunos de los mecanismos tóxicos conocidos y propuestos del envenenamiento por escorpiones, así como el conocimiento actual sobre los componentes del veneno de T. trivittatus.


Figura 1
. Ejemplar adulto de Tityus trivittatus. Obsérvese las tres líneas longitudinales en el dorso que le dan el nombre a la especie, los pedipalpos ("pinzas") largas y delicadas y en el último segmento abdominal en la estructura última denominada telson, en donde se encuentra el acúleo ("aguijón") puede observarse un tubérculo, la apófisis subaculear, típica de este género. En el recuadro de la esquina se muestra un telson de Tityus y uno de un ejemplar de la famila Bothriuridae (sin importancia médica) en el que puede observarse la ausencia de la apófisis subaculear). Con estos detalles puede diferenciarse a T. trivittatus de otros escorpiones. Esta apófisis está presente en todos los Tityus y puede ser utilizada junto con los datos de coloración y tipo de pedipalpos como criterio de identificación para diferenciar Tityus de otros escorpiones sin importancia médica en Argentina. Fotos del autor.

Algunas características biológicas generales de los escorpiones

Zoológicamente los alacranes son artrópodos, quelicerados y arácnidos que pertenecen al orden Scorpionida. Este orden posee varias familias, siendo aquella a la que pertenecen casi la totalidad de los escorpiones de interés toxicológico en medicina humana, la familia Buthidae. De las 1500-2000 especies descritas de alacranes en el mundo, algo más de 30 especies son comprobadamente peligrosas para el ser humano y casi la totalidad pertenecen a esta familia. En América el 100% de los escorpiones de importancia médica pertenecen a los géneros Centruroides desde Centroamérica a Norteamérica y Tityus desde Centroamérica a Sudamérica (13), ambos de la familia Buthidae.
Los escorpiones habitan casi toda la superficie del globo terrestre, con excepción de los casquetes polares y las altas cumbres nevadas. Se los encuentra mayormente en zonas tropicales y subtropicales, aunque también se los puede encontrar en zonas áridas hasta desérticas y en zonas húmedas como cuevas y selvas. Una característica importante de estos animales es que son vivíparos. La hembra pare sus crías, las que emergen de sus aberturas genitales todavía envueltas en membranas fetales. Tienen costumbres muy sedentarias, suelen pasar horas o días escondidos bajo troncos, piedras, ladrillos, rocas, corteza de árboles. La mayoría son de hábitos nocturnos, y se estima que pasan el 92-97% de su vida en sus refugios. Sólo se movilizan para capturar alimentos y para reproducirse, si bien muchas especies tienen potencial partenogenético, entre ellas T. trivittatus (14), lo que le facilita la supervivencia poblacional. Los escorpiones pueden pasar largos períodos sin agua y algunos resistirían más de un año sin comer. Se menciona que algunos resistirían temperaturas por debajo del punto de congelación y pueden sobrevivir bajo el agua uno o dos días.

Escorpiones de importancia médica en Argentina

La Familia Buthidae en Argentina está representada por tres géneros: Zabius, con dos especies, Ananteris con una especie y Tityus actualmente con 7 especies, en la que se encuentran aquellos con importancia médica (3). Las especies de este género en Argentina son T. argentinus, T. uruguayensis, T. paraguayensis, T. bahiensis, T. confluens, T. trivittatus y recientemente se comunicó la presencia de T. serrulatus en el NE (15) que es el escorpión de mayor importancia médica en Brasil. Como se puede ver en la Figura 2, se los halla mayormente en el centro y norte de Argentina.


Figura 2
. Distribución de los ejemplares de escorpiones del género Tityus con mayor importancia sanitaria en la Argentina.
Tt= T. trivittatus, Tc= T. confluens, Tb= T. bahiensis, Ts= T. serrulatus.

Veneno de escorpiones

El veneno de los alacranes de importancia médica (aquellos que pueden provocar envenenamientos en humanos), afecta especialmente a los sistemas cardiovascular y pulmonar. Esta característica del envenenamiento escorpiónico era bien conocida en la antigüedad. La diosa egipcia Serget, relacionada con el tratamiento y curación mágica de las picaduras por serpientes y escorpiones, era conocida en el Egipto antiguo como Serquet-hetu "la que hace que la garganta respire". Esto aludiría a los problemas que la picadura de escorpión puede producir en el sistema respiratorio y por otro lado a que estos signos se pueden revertir (2). Sus venenos son de interés no sólo para las ciencias médicas. Sus componentes se utilizan como sondas para estudios neurofisiológicos, como así también para la obtención de compuestos de actividad insecticida. Algunos componentes de estos venenos se han expresado en determinados virus y hongos que afectan a determinados artrópodos considerados plagas, a fin de aumentar su virulencia y poder plaguicida y aún se han expresado en vegetales para poder proteger cosechas de plagas sensibles (16-26). Estos motivos tornan a los venenos de escorpiones interesantes para la ciencia biomédica y la biotecnología. En Argentina las muertes registradas y el aumento de notificaciones de accidentes, tornaron al estudio de estos venenos ya no sólo un tema de interés académico sino en una necesidad sanitaria.

CARACTERÍSTICAS DEL VENENO DE ESCORPIONES
Los escorpiones usan al veneno para paralizar a sus presas cuando el tamaño de estas lo requiere y eventualmente para defenderse de predadores o agresores. Contienen una variedad de compuestos biológicamente activos como enzimas, nucleótidos, lípidos, mucoproteínas, aminas biogénicas y péptidos, tóxicos para muchos organismos como insectos, arácnidos e incluso mamíferos, incluyendo al hombre (27-29). Entre sus componentes se destacan los péptidos neurotóxicos (27), si bien se han descripto también otros tipos de componentes tóxicos como péptidos potenciadores de bradiquinina (30), toxinas de acción curarizante (31- 32) y algunas enzimas y otros componentes tóxicos (33- 38). Se ha sugerido que estas últimas poseen alguna participación en los mecanismos de toxicidad, como en las lesiones relacionadas con la pancreatitis (35). Sin embargo, el papel de estas en el cuadro de envenenamiento, con excepción de las relacionadas con algunos procesos que afectarían la hemostasia (36)(37), debe investigarse más.
El veneno es una mezcla compuesta por gran cantidad de péptidos básicos. Por ejemplo, al separar las fracciones del veneno Centruroides en Sephadex G-50, la fracción que contiene las neurotoxinas que bloquean los canales de Na+, al ser analizada por HPLC exhibe más de 70 diferentes péptidos (28). Esta abundancia en diferentes tipos de neurotoxinas le permite un mayor espectro de posibilidades para que el escorpión pueda paralizar a su futuro alimento o potencial predador. Esta variabilidad se ve aumentada dado que estas toxinas pueden fijarse específicamente no sólo a canales iónicos sino a diferentes partes de los mismos (39-41). Un ejemplo grosero, pero bastante descriptivo, es relacionar esto a la caza con rifle o escopeta. La amplia variedad de péptidos neurotóxicos permite que al inyectar el alacrán su veneno, pueda tener una mayor probabilidad de paralizar a las posibles presas o agresores. De la misma manera que la perdigonada de una escopeta abarca un área mayor a la del disparo de un rifle, la variedad de péptidos neurotóxicos también abarca mayor cantidad de receptores a bloquear o modular, lo que aumenta la probabilidad de paralizar al agresor o presa. Si tuvieran sólo un tipo de péptido neurotóxico, por mayor toxicidad que este tuviere, la probabilidad de actuar estaría limitada solamente a las especies que poseyesen un tipo determinado de estructura de canal iónico correspondiente a ese péptido neurotóxico.
Las neurotoxinas de los venenos de escorpiones pueden reconocer al menos a canales iónicos de artrópodos, crustáceos o mamíferos. Son excelentes modelos para los estudios de la relación de estructura y función de proteínas, debido a que a la vez son sondas excelentes para el estudio del funcionamiento de canales iónicos en diferentes tejidos. Hasta el presente se han identificado más de cien clases diferentes de canales iónicos en las distintas células. Estos pueden existir aisladamente o constituir parte de estructuras más complejas. La cantidad de canales iónicos depende del tipo de célula y especies estudiadas. Por ejemplo, en 1 μm2 de superficie de membrana de músculo esquelético hay un canal de K+, en la misma superficie en los axones amielínicos existen 110 canales de Na+ mientras que hay 10.000 canales de Na+ asociados al receptor de acetilcolina en la unión neuromuscular. Esto explicaría al menos parcialmente, el "tropismo" por el sistema nervioso autónomo de los venenos escorpiónicos en los casos de emponzoñamiento natural y experimental, y los efectos sobre el músculo esquelético observados en algunos casos. El veneno es producido por glándulas que se encuentran tras el quinto segmento abdominal, denominado telson. Las glándulas están rodeadas de una capa muscular que al contraerse permiten que el veneno contenido en ellas sea inoculado mediante el "aguijón" en el que termina el telson (Fig. 1).
La característica más singular del veneno de escorpiones es que su letalidad radica en la presencia de toxinas dirigidas a sitios específicos modificando así el comportamiento de los mecanismos de selección iónica imprescindibles para la fisiología celular. Todas estas toxinas producen una perturbación severa de los procesos de excitación y conducción del impulso nervioso, además de alterar los procesos neuroquímicos al inducir liberación desorganizada de neurotransmisores como la acetilcolina, adrenalina y oxido nítrico (Fig. 3).


Figura 3
. Ratones inoculados con veneno de T. trivittatus de Argentina. Obsérvese la intensa sudoración producida por la estimulación autonómica simpática de todos los animales y las posiciones ortopneicas en algunos de ellos, signo de dificultad respiratoria a causa del comienzo del distress respiratorio. Foto del Autor.

TOXINAS DE VENENOS DE ESCORPIONES
Se conocen menos del 1% de los 100.000 péptidos que se estima que existen en los venenos de escorpión. Puede especularse que con la selección natural co-evolucionaron distintos tipos y subtipos de receptores (canales iónicos) en varios grupos de animales, y al mismo tiempo en los escorpiones evolucionaron los ligandos específicos (péptidos con actividad de toxinas) capaces de interferir con el funcionamiento normal de los canales iónicos, y brindarle de esa forma a los escorpiones una manera de paralizar a sus presas o de defenderse de predadores (27-29)(42). Las toxinas de escorpiones afectan la permeabilidad a iones de células excitables y se han descripto cuatro diferentes familias de toxinas que interactúan con los canales iónicos: neurotoxinas moduladoras de canales de Na+, neurotoxinas bloqueadoras de canales de K+, neurotoxinas para canales de Cl- y neurotoxinas para canales de Ca2+. Las más estudiadas hasta el presente son las que actúan sobre los canales de Na+ y los de K+ (41). Las toxinas que afectan los canales de Na+ poseen entre 60-76 aminoácidos y están estabilizadas por cuatro puentes disulfuro (28) mientras que las que bloquean los canales de K+ tienen 31-39 residuos de aminoácidos y están estabilizadas por tres puentes disulfuro, aunque se ha comunicado también que puede haber algunas estabilizadas por cuatro puentes disulfuro y algunas de mayor masa (43-45). Las toxinas que actúan sobre canales de Cl- (clorotoxina) poseen sólo 36 aminoácidos pero están estabilizadas por cuatro puentes disulfuro (29)(42).
A pesar de la variación en su estructura primaria hay un motivo estructural conservado entre estas proteínas, a excepción de las toxinas que bloquean los canales de Ca2+ (28). Todas estas familias de péptidos poseen un core altamente conservado formado por una a-hélice y tres b-plegamientos, motivos estructurales mantenidos por dos pares de puentes disulfuro ubicados entre dos secuencias constantes Cys-X-X-X-Cys y Cys-X-X-X-Cys. Una excepción a este patrón es una toxina excitatoria de Buthotus judaicus, donde hay dos cortas a-hélices en lugar de una. En las toxinas específicas para canales de Na+ dos regiones que protruyen, los loops B y J, están entre algunos de los rasgos diferenciales más importantes entre las a y b neurotoxinas de escorpión (43), las que poseen diferentes mecanismos tóxicos de acción. Las a-toxinas se unen al sitio 3 de los canales de Na+ en una forma voltaje dependiente, retardando o bloqueando los mecanismos de inactivación de estos canales, y al mantenerlos abiertos prolongan los potenciales de acción despolarizando los músculos y nervios. En contraste, las b-toxinas se unen al sitio 4 independientemente
del potencial de membrana, y afectan la activación del canal de Na+, determinando que se abran a potenciales más negativos (39)(45). Inicialmente se pensaba que las a-toxinas estaban presentes en los escorpiones del hemisferio norte y el viejo mundo, mientras que las btoxinas estaban presentes en los sudamericanos; actualmente se sabe que no es así sino que pueden hallarse los dos tipos de toxinas en sus venenos. Diferencias en el extremo C terminal de las toxinas para canales de Na+ parecerían ser las responsables de la especificidad de especie capaz de reconocer entre tejidos de mamíferos y de insectos (28)(43). Se ha propuesto la existencia de un macro-receptor funcional en el sitio 3 de los canales de Na+ de los insectos y mamíferos, donde las á-toxinas homólogas se unen a varios sitios coincidentes de receptores causando los efectos fisiológicos de las á-toxinas, pero con diferentes eficacias. Modelos tridimensionales computarizados muestran que los residuos 30-38 y 49-58 están entre las posiciones más probables donde existe una diferencia consistente entre toxina de insecto o de mamífero (45)(46).
Las toxinas que bloquean los canales de K+ son verdaderos bloqueadores de canales iónicos, que se unen a la faz extracelular del canal e impiden el pasaje de iones. No se las considera toxicológicamente importantes para mamíferos, siendo las de importancia toxicológica las moduladoras de canales de Na+. Sin embargo, no se puede descartar su participación en los eventos fiosiopatológicos del envenenamiento, si bien estos aspectos no se conocen en profundidad. En este punto cabe mencionar que si bien el papel de las neurotoxinas bloqueadoras de canales de K+ en los envenenamientos no está totalmente clarificado, su estudio es tema de interés por sus efectos insecticidas e inclusive por su posible aplicación para estudios neurofisiológicos, o incluso como potencialmente terapéuticos.
Dentro de su utilidad para estudios neurofisiológicos uno de los temas que recientemente generaron mucho interés ha sido la capacidad de algunas de estas toxinas de combinarse con los canales que poseen la mutación HERG, causante del síndrome del QT prolongado, que reduce el flujo de la corriente en el miocardio prolongando la fase de repolarización del corazón. Justamente individuos que poseen esta mutación en sus canales de K+ pueden sufrir accidentes cardíacos fatales a causa de esta característica particular que altera el proceso de repolarización miocárdica. Este síndrome es una enfermedad familiar (frecuencia de 1/5.000) que se distingue por la prolongación de la repolarización ventricular y la aparición de síncopes y muerte súbita secundarios a taquicardia ventricular polimorfa, principalmente en niños y jóvenes, en los que sería la principal causa de muerte súbita (47). Varias toxinas de escorpión pueden pegarse a estos canales (48). Esto independientemente de su interés neurofisiológico, obliga a poner atención en el potencial papel tóxico que las toxinas de canales de K+ podrían tener en casos específicos de alteraciones de canales o en casos en donde la conductibilidad o contractibilidad miocárdica estén alteradas. Tal podría ser el caso de pacientes chagásicos, en el norte de nuestro país, donde también la fauna de escorpiones es más abundante (3). Este es un tema que merecería ser estudiado.
Hasta el momento se han publicado sólo cuatro estructuras de toxinas del veneno de T. trivittatus (Tabla I) (Tabla II).

Tabla I. Manifestaciones catecolaminérgicas (simpáticas) o colinérgicas (parasimpáticas) que pueden observarse en los cuadros de envenenamiento sistémico por veneno de alacranes. Las manifestaciones no necesariamente serán colinérgicas o adrenérgicas puras sino que pueden manifestarse cuadros mixtos de estimulación simpática y parasimpática.

Tabla II. Toxinas aisladas y caracterizadas de T. trivittatus. Hasta la fecha se han descripto y publicado tres toxinas bloqueadoras de canales de K+ (tipo butantoxina, Tt28, k-butitoxina-Tt2b) y una b-toxina moduladora de canales de Na+ (Tt1g).

(*) Solo se indican algunos de los canales en que fueron realizados los estudios neurofisiológicos.

TOXINAS DE TITYUS SPP. QUE AFECTAN LOS CANALES DE Na+
Las toxinas que actúan sobre canales de Na+ son las principales responsables de la toxicidad en mamíferos (28) (45). La mayoría de las toxinas de canales de Na+ estudiadas del veneno de Tityus son de especies de Brasil y Venezuela (43). Se llamaba tityustoxina a las toxinas de Tityus que actuaban sobre canales de Na+, considerando que eran un solo tipo de toxinas, pero actualmente se conoce que la originalmente llamada tityustoxina comprende un grupo de péptidos. Por ejemplo, las toxinas gamma (ó VII) y III-8 (ó II) son b-toxinas mientras que las toxinas IV-5 (ó IV) y la TsTX-V son a-toxinas.
En el veneno de T. trivittatus, el escorpión de mayor importancia médica en la Argentina, se encontró una btoxina, moduladora de canales de Na+, con una homología estructural del 95% respecto a la toxina gamma de T. serrulatus (Ts1), el escorpión de mayor importancia médica en Brasil. Esta toxina se nombró toxina Tt tipo-gamma (en inglés: Ttgamma-like) (49). Esta es una b-toxina, que
por su similitud con la Ts1, fue denominada Tt 1g (T. trivittatus toxin 1 gamma-like). Esta es un péptido de 61 aminoácidos estabilizado por cuatro puentes disulfuro, con un peso molecular de 6.938,12 Da. Su estructura primaria se determinó por degradación de Edman y por secuenciación del gen. El gen que codifica para la Ttgamma-like posee una secuencia deducida de 84 aminoácidos, los primeros 20 corresponden al péptido señal y los 84 restantes al péptido expresado. Los últimos tres residuos GKK son procesados durante la maduración para dar un residuo C-terminal amidado (cisteinamida), exactamente como lo posee la Ts1. La toxina se probó sobre diferentes subtipos de canales de sodio, mostrando un desplazamiento de las corrientes a voltajes más negativos. Los canales más afectados fueron los hNav1.3. (49). Sería, al menos hasta ahora, la toxina más importante del veneno de este escorpión. Y esto explicaría lo ya ampliamente conocido respecto a la protección que brinda el antiveneno anti-T. serrulatus en los casos de envenenamiento por T. trivittatus (50)(51). Los antivenenos brasileños, que poseen como inmunógeno el veneno de T. serrulatus, fueron utilizados antes de la producción nacional de antiveneno anti T. trivittatus con mucho éxito (5) (8) (50), y aún suelen ser utilizados cuando la producción nacional no llega a cubrir la demanda de suero antiescorpión (51).

TOXINAS DEL VENENO DE TITYUS SPP. QUE AFECTAN LOS CANALES DE K+
El veneno de escorpiones es una fuente rica de péptidos bloqueadores de canales de K+ (29) (44). La mayoría de ellos son proteínas pequeñas estructuralmente relacionadas y ricas en puentes disulfuro, que conservan un patrón de seis cisteínas que se asume que dictan su plegamiento tridimensional. En los patrones convencionales, dos puentes disulfuro conectan un segmento de la alfa-hélice a una trenza del C-terminal o a una doble o triple trenza del plegamiento â, conformando una estructura á/â estabilizada por cistina (CSá/â). Del veneno de T. trivittatus se aisló un péptido idéntico a la butantoxina de T. serrulatus. Este posee 40 aminoácidos con cuatro puentes disulfuro, que bloquea reversiblemente los canales de K+ shaker B y ha sido denominado TtButantoxina (en inglés: TtButantoxin) (52). Péptidos similares a este se han encontrado en otras especies de Tityus y si bien su relevancia toxicológica no sería importante para nosotros, los mamíferos, seguramente sí son de utilidad para los escorpiones. También del veneno de T. trivittatus se ha aislado un nuevo tipo de toxinas para canales de K+ la cual se ha denominado Tt28, que entre otros, bloquea a los canales Kv1.3 que se encuentran en linfocitos humanos (53). Este tipo de toxinas podrían ser la base de nuevos compuestos inmunomoduladores de valor terapéutico. Esta toxina actúa a nivel nanomolar sobre estos tipos de canales por lo que podría ser un buen candidato para ese uso.
Una de las toxinas de K+ de T. trivittatus, la butitoxina- Tt2b (en inglés: buthitoxin-Tt2b) (54) conserva el espaciamiento por cisteínas comunes a los péptidos de escorpión, pero exhibe un patrón no convencional de disulfuros, acompañados por un re-arreglo completo de la topología del plegamiento CS hélice - loop - hélice. Esto mostraría una nueva elaboración de CSá/â y una versatilidad estructural que no se conocía en estas pequeñas proteínas ricas en puentes disulfuro (54). En la Figura 4 se muestran algunas características de esta toxina.


Figura 4
. A) Diagrama de listones de la Tt2b, toxina bloqueadora de canales de K+ de Tityus trivittatus. B) Alineamiento estructural de la toxina Tt2b (azul) con la y caribdotoxina (verde) del escorpión Leiurus quinquestriatus, representativa, del motivo Cs alfa/beta, del mismo tipo de toxinas. C) y D) Obsérvense las diferencias entre la Tt2b (C) con otra alfa k-toxina, la tamapina o alfa-Ktx5.4 (D), proveniente del alacrán de la India Mesobuthus tamulus, que posee una estructura conocida como convencional pero diferente a la Tt2b. Las imágenes fueron realizadas y cedidas gentilmente por el Dr. Federico Del Rio Portilla, del Departamento de Química de Macromoléculas del Instituto de Química de la Universidad Autónoma de México.

OTRAS TOXINAS DEL VENENO DE ESCORPIONES
En el veneno de escorpiones se han descripto otros componentes, como toxinas que actúan sobre los canales de Cl- o Ca2+ (42)(43), como así también el mencionado componente curarizante que actúa a nivel de la placa mioneural en el veneno de T. discrepans (31). Sin embargo, en lo referente a las toxinas que actúan sobre estos canales iónicos, hasta el momento no se conoce bien el papel en el envenenamiento humano y en el caso del componente curarizante descripto en el veneno de T. discrepans, estaría en una concentración baja, por lo que no jugaría un papel importante en la fisiopatología del envenenamiento. Otros componentes menos estudiados serán mencionados más adelante en referencia a la fisiopatología del envenenamiento.

Envenenamiento por escorpiones. Fisiopatología

ENVENENAMIENTO EXPERIMENTAL
En animales de experimentación inoculados con venenos de Buthidae se observa lagrimeo, sialorrea con
saliva filante, distensión abdominal, diarrea, diuresis, eyaculación, fasciculaciones musculares o contracciones tetaniformes, espasmo laringeo y protrusión ocular (65), signos observados en su mayoría, en el envenenamiento experimental por Tityus de Argentina (7)(50). El veneno de T. trivittatus inoculado a ratones produce epífora, sialorrea, sudoración, diarreas y piloerección. Puede observarse un intenso prurito local e hiperexcitación, con una respuesta exagerada a los estímulos táctiles y auditivos, en ocasiones de naturaleza convulsiva, dificultad respiratoria con adopción de posiciones ortopneicas y muerte (50) (Fig. 3). La inoculación de ratones con el veneno de ejemplares de Tityus de diferentes regiones de Argentina produce una signo-sintomatología muy similar, con sólo algunas diferencias sutiles en los cuadros de envenenamiento, independientemente de la potencia letal, que varía mucho en los venenos provenientes de diferentes regiones (12)(50), en mayor proporción que la variación comunicada para la toxicidad del veneno de T. serrulatus (55).

SIGNOS LOCALES DEL ENVENENAMIENTO EN HUMANOS
La picadura de escorpión produce intenso dolor local y en pocos casos signos sistémicos, que en los accidentes ocasionados por algunos miembros de la Familia Buthidae, pueden llevar a cuadros graves y a la muerte. Los signos y síntomas locales por la inoculación del veneno, son posiblemente los menos importantes desde el punto de vista médico, si bien inicialmente son más conspicuos debido al dolor agudo y de aparición inmediata. Los signos que se pueden apreciar son hiperestesia, inflamación local mínima o ausente, con algunas manifestaciones (a veces ausentes) como piloerección, palidez cutánea o eritema, frío en el lugar de la picadura, entre otras. Ocasionalmente puede haber prurito. Las molestias en el sitio de emponzoñamiento se irradian a partir del lugar de inoculación. Puede observarse también alteraciones por acción directa sobre células excitables (músculos lisos y estriados), por acción sobre canales iónicos, llegando en algunos casos a verse cuadros tetaniformes, que si bien son comunes de observar en envenenamientos experimentales con venenos de algunos Tityus, se ven más comúnmente en envenenamientos humanos en otras latitudes (4)(56-58) A diferencia de la picadura de algunos otros animales ponzoñosos, el dolor es agudo y se produce desde el mismo momento de la picadura. El dolor en el caso de la picadura de los Tityus podría estar relacionado sustancialmente con las quininas y el NO (59). Aún los escorpiones sin importancia médica, producen localmente un importante dolor con mínimos signos locales (60) (61) lo que debe ser tenido en cuenta siempre.

ENVENENAMIENTO SISTÉMICO
Todos los síntomas del envenenamiento severo se deben a la estimulación del sistema nervioso periférico (62-64) en especial a alteraciones en el sistema nervioso autónomo con la aparición de la "tormenta autonómica" dada la desregulación simpática y parasimpática con la consecuente liberación desorganizada de catecolaminas y acetilcolina (50)(64).
Algunos autores (65) se refieren al envenenamiento escorpiónico como un síndrome de déficit de "combustible y energía" y de incapacidad de utilizar los sustratos metabólicos por los órganos vitales, lo que conduce a la falla multiorgánica y a la muerte debido a la liberación masiva de catecolaminas, glucagón y angiotensina II y a la reducción de los niveles de insulina (66). El aumento en las hormonas contra-regulatorias (glucagón, cortisol y catecolaminas) se opone a la función anabólica de la insulina. Así, el metabolismo general se dirigiría hacia el catabolismo. Las catecolaminas inhiben la actividad tirosina kinasa por lo que producen "resistencia al receptor" de la insulina (66) y estimulan la glucogenólisis, lo que aumenta la lactacidemia por liberación de ácido láctico del músculo esquelético, promoviendo la acidosis láctica. Como consecuencia de la hipoinsulinemia y la alta glucagonemia hay aumento de ácidos grasos libres y cetosis, fenómenos que se agravan por el bajo contenido de glucógeno hepático. Se observa también la disminución de sustancia surfactante pulmonar lo que se podría relacionar con la disminución del glucógeno hepático (el surfactante se forma a partir de éste), y para su formación se necesita insulina. Esto último se podría relacionar con las alteraciones pulmonares observadas en algunos envenenamientos escorpiónicos y con la hipersecreción bronquial que se observa en el síndrome de distrés respiratorio producido en el envenenamiento por Tityus en Sudamérica, descripto inicialmente y comprobado experimentalmente por D`Suze y colaboradores en Venezuela (68).
Ultraestructuralmente se observan defectos en el sarcolema, depresión del glucógeno auricular, ventricular, del músculo esquelético e hígado (65). Se observa también hiperglucemia, lipólisis, liberación de ácidos grasos, pancreatitis aguda, coagulación intravascular diseminada (CID), disminución de la PPO2, de HCO3 - y del pH plasmático, aumento de ácido láctico y cetonas, hipoinsulinemia, aumento de los niveles de angiotensina II y alteraciones electrocardiográficas. Estas alteraciones se atribuyen a: (1) actividad de catecolaminas que aumentarían el consumo de O2, producirían vasoconstricción coronaria y periférica, aumento de la poscarga cardíaca y lipólisis, (2) aumento de la angiotensina II que produce constricción coronaria y periférica y potencia la acción de las catecolaminas, (3) hipoinsulinemia, (4) aumento del consumo de O2 miocárdico y aumento de ácidos grasos libres, (5) arritmias por causa de (1) y (2) y del aumento de ácidos grasos, y (6) tendencia a la CID, posiblemente debido a alteraciones de la función plaquetaria (65) (67) y a la activación del factor tisular por el veneno con la consiguiente activación del fibrinógeno. En relación a este último punto se destaca que en el envenenamiento por Tityus se producen alteraciones en la coagulación. Se han encontrado en veneno de algunos Tityus enzimas activadoras tisulares del plasminógeno y enzimas fibrinolíticas y fibrinógenoliticas (36)(37)(68)(69).
Las principales causantes de estos cuadros de profunda alteración metabólica, son las neurotoxinas que modulan o bloquean los canales iónicos y que generarán la "tormenta autonómica".

DISTRIBUCIÓN DEL VENENO
Las neurotoxinas de escorpión actúan a nivel de las terminaciones nerviosas produciendo retardo de la inactivación o alterando la sensibilidad a la apertura de los canales de Na+ y bloqueando los canales de K+ activados por Ca2+ (27-29) (41). Esto se produce al poco tiempo de la picadura dado que el veneno se distribuye por el organismo muy rápidamente, el veneno de Centruroides inoculado por la vía endovenosa se absorbe totalmente en 4-7 minutos y las vidas medias de eliminación se encuentran entre 4 y 13 horas (70). De ahí la necesidad de la rápida aplicación de los antivenenos en los casos de envenenamiento. Estudios tanto en pacientes como en animales experimentales demuestran que la rápida aplicación intravenosa de los antivenenos conduce a una completa y duradera neutralización de las toxinas, así como a su redistribución parcial desde los compartimentos periféricos al vascular, lo que se ha observado tanto en casos de envenenamiento por Tityus (71-73) como por el de escorpiones del viejo mundo (74-76).

ACCIÓN SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
Sistémicamente, el rasgo característico del envenenamiento, es la actividad de las toxinas del veneno sobre el sistema nervioso autónomo (SNA), cuyas membranas celulares amielínicas poseen gran cantidad de canales iónicos a fin de conducir el impulso nervioso. La multiplicidad de "blancos" de los péptidos neurotóxicos es la responsable de la variada signo-sintomatología autonómica en los cuadros de emponzoñamiento, por verse afectados los procesos de excitación y conducción del impulso nervioso. La actividad de las toxinas sobre este sistema resulta en la liberación desorganizada de neurotransmisores (77)(78). La actividad conjunta y sinérgica de los distintos componentes del veneno serían responsables de las lesiones observadas en el envenenamiento, provocando la "tormenta autonómica" debida a la liberación de mediadores del sistema nervioso autónomo que conduce al complicado compromiso sistémico por la distonía neurovegetativa, que conduce a las alteraciones metabólicas que pueden llevar a la muerte (4)(51)(57)(70)(79).
La signo-sintomatología autonómica del envenenamiento no suele ser pura sino mixta, simpática y parasimpática. Según los tejidos a los que se fijen las toxinas será la estimulación del sistema nervioso autónomo, lo que complica mucho la terapéutica, ya que pueden coexistir signos adrenérgicos con manifestaciones colinérgicas (Tabla III).

Tabla III. Se muestran las secuencias de aminoácidos de las cuatro toxinas conocidas de Tityus trivittatus y publicadas hasta el presente, Tt1g (49), TtBut (52), Tt28 (53) y Tt2b (54).

ACCIÓN SOBRE EL SISTEMA CARDIOPULMONAR
El edema pulmonar y la falla cardíaca son considerados entre las causas de muerte más frecuentes tanto en los modelos animales como en las víctimas humanas que fueron picados por Tityus (80). La actividad de las neurotoxinas del veneno de los escorpiones en general resulta en alteraciones hemodinámicas pronunciadas, de origen adrenérgico como hipertensión arterial, taquicardia sinusal. Esto se observa con los venenos de los escorpiones americanos (80-83) como con los del viejo mundo (74)(84). Por otro lado, se observa daño miocárdico que podría favorecer la falla cardíaca y el edema pulmonar (68)(83)(85-88).
Existen discrepancias respecto a la toxicidad del veneno sobre el miocardio. Algunos atribuyen una actividad directa mientras que otros mencionan que la actividad tóxica del veneno sobre el miocardio se debería a la actividad adrenérgica. Posiblemente el efecto sobre el miocardio se deba a ambas causas (89) por fenómenos adrenérgicos, citotóxicos e isquémicos, que explicarían la disfunción cardíaca (89-90). Sin embargo, parecería que las catecolaminas cumplirían un papel preponderante en la lesión miocárdica si bien las citoquinas y/o el neuropéptido Y liberados en el envenenamiento participarían en la génesis de la miocarditis al actuar sobre los vasos coronarios (91). Por otro lado, la hiperglucemia puede favorecer el daño miocárdico (90). En el músculo cardíaco se observaron lesiones representadas por pequeños cambios isquémicos consistentes en edema interfibrilar, condensación citoplasmática aislada y cuerpos eosinofílicos similares a cuerpos apoptóticos. La liberación de catecolaminas y otros neurotransmisores conducen a alteraciones hemodinámicas como hipertensión aguda y taquicardia sinusal (80)(92). Estudios ecocardiográficos y angiográficos realizados en niños tras la picadura de escorpiones de Oriente Medio mostraron anormalidades en la perfusión (88), y se comunicó la evidencia física de lesión miocárdica en necropsias por casos de envenenamiento fatal (93), lo que también se observó en animales de experimentación inyectados con venenos de escorpiones americanos (50) (94). Las anormalidades miocárdicas son comunes en el envenenamiento por Tityus y se correlacionan topográficamente con la disfunción contráctil. La recuperación de la contractibilidad miocárdica se correlaciona con la reversibilidad de los defectos de perfusión lo que sugiere la participación de las anormalidades en la perfusión del músculo cardíaco en la patofisiología de la falla ventricular aguda (95).
Las anormalidades en la funcionalidad miocárdica en el síndrome por envenenamiento escorpiónico (usualmente enmascaradas por la estimulación autonómica) podrían ser provocadas por los cambios electrolíticos debido a la hiperkalemia inducida por las catecolaminas (96)(97), el déficit en los mecanismos responsables por el ingreso de K+ (como el aumento de la glucogenólisis y la hiperglucemia debida a la hipoinsulinemia) y el descenso de la calcemia (6)(66) (96) y la magnesemia (84). Estos cambios pueden explicar el retraso en la conductividad aurículoventricular que favorece la ocurrencia de ritmo idioventricular, la disociación del ritmo aurículoventricular, taquicardia y fibrilación ventricular (65)(96). El factor cardiogénico y la hipovolemia provocada por la excesiva pérdida de fluidos, la acumulación de potentes sustancias vasodilatadoras (quininas y/o prostaglandinas) contribuirían a la hipotensión terminal refractaria a la acción hipertensiva de la noradrenalina (96).

ALTERACIONES ELECTROCARDIOGRÁFICAS
El electrocardiograma (EKG) es de gran utilidad para el seguimiento de los pacientes. Puede haber alteraciones semejantes a algunas observadas en el infarto agudo de miocardio (como la presencia de ondas Q y el desnivelamiento del segmento S-T). En la mayoría de los pacientes picados por Tityus de Brasil, todas las alteraciones desaparecen en la mayoría de los casos a los 3 días pero pueden persistir por 7 o más días. Entre las alteraciones electrocardiográficas debidas
al envenenamiento por escorpiones se han descripto (51)(64)(79)(90)(95)(98)(99):
Trastornos de la conducción aurículoventricular:
se pueden observar bloqueos de 1er o 2do grado o bloqueo aurículoventricular completo.
Trastornos del ritmo
: taquicardia sinusal, bradicardia, extrasístoles supraventriculares y/o ventriculares, fibrilación auricular, taquicardia paroxística supraventricular sostenida.
Trastornos en la repolarización ventricular
: aplanamiento o inversión de la onda T, desnivel negativo del segmento S-T. Otras: alargamiento del espacio Q-T y trastornos de la conducción intraventricular.

ALTERACIONES PULMONARES
El edema pulmonar no estaría provocado por una sola causa. Se han mencionado causas cardiogénicas y no cardiogénicas y algunos autores cuestionan el uso del término "edema" en estos cuadros. Esto es debido a que los fenómenos observados no serían los típicos de un edema de pulmón, debido a la presencia (además de la del edema) de hemorragias, presencia de material fibrinohemático, trombos y émbolos y una secreción bronquial muy importante. Por ese motivo es que se propuso el uso del término de "síndrome de distrés respiratorio" para referirse a las alteraciones producidas por estos venenos (68). Diversos investigadores han descripto una importante reacción inflamatoria del parénquima pulmonar con presencia de citoquinas y de células inmunes, pero el mecanismo de las importantes lesiones que se observan aún no está totalmente clarificado (100-106). Las quininas circulantes aumentarían la permeabilidad vascular pulmonar contribuyendo a las alteraciones que se observan a este nivel. En los pulmones de animales de experimentación inoculados se observa colapso vascular, lesiones de la barreras capilares, y zonas hemorrágicas con importantes depósitos fibrinohemáticos con importante infiltración neutrofílica (7)(12)(50)(101).
La participación de sustancias hipotensoras como las quininas y/o prostaglandinas en la génesis del edema pulmonar y la hipotensión terminal está apoyada por el hecho que en las ratas y en conejos inyectados con veneno de escorpiones la administración de indometacina (inhibidor de la prostaglandinasintetasa) (107), de BN- 52021 (antagonista del factor de activación plaquetaria) (107), o de aprotinina (inhibidor del sistema kalicreínabradiquinina) previnieron el desarrollo del edema pulmonar inducido por el veneno y en experimentos de rescate aumentaron el tiempo de sobrevida y permitieron el rescate del 50% de los animales (106)(108). En humanos picados por T. serrulatus se observó el aumento en los niveles de IL-1á, IFNã; IL-6 y GM-CSF (109). Se han observado altos niveles de mRNA de IL-1 e IL-6 pulmonares en el envenenamiento por Tityus, que pueden ser responsables de la exacerbación y mantenimiento de la respuesta inflamatoria al veneno escorpiónico en los pulmones y contribuiría de manera muy importante en el síndrome de distrés respiratorio (103).
En el veneno del escorpión indio Mesobuthus tamulus se ha descripto una proteína de aproximadamente 100 kDa que sería responsable del edema de pulmón producido por ese veneno (110). Sin embargo, el edema de pulmón o el síndrome de distrés respiratorio parecería ser el resultado de la acción conjunta de varias toxinas y la alteración de diferentes sistemas y no producto de un solo componente. En el caso en que existe pancreatitis, no habría que descartar la participación indirecta de las enzimas y otros componentes pancreáticos liberados a la circulación en la génesis y mantenimiento de lesiones pulmonares (100).

ALTERACIONES EN EL SISTEMA DIGESTIVO
En pacientes con envenenamiento escorpiónico se ha observado pancreatitis, la que también se ha reproducido en modelos experimentales (31)(32)(50)(94)(100)(111). La génesis de la misma no está del todo clarificada, sin embargo la hiperestimulación autonómica podría tener relación con los fenómenos que desencadenan la pancreatitis. En páncreas de animales tratados con venenos de Tityus de Argentina pueden observarse hemorragia, inflamación y lesiones en los acinos (7) (12). La liberación de sustancias de los acinos puede comenzar una secuencia de efectos sistémicos y evolucionar hasta la muerte. Las lesiones estarían causadas al menos parcialmente por la estimulación de receptores muscarínicos (32)(111) y pueden evolucionar hasta una respuesta inflamatoria sistémica (112-117); sin embargo, no habría que descartar la acción de otros componentes sobre el parénquima pancreático (33).
Se sugirió recientemente que metaloproteinasas que estarían presentes en el veneno de escorpiones (32-34) inclusive en el de Tityus trivittatus (118) podrían estar relacionadas con la génesis de la pancreatitis por actuar sobre proteínas asociadas a los mecanismos de liberación de vesículas. En la pancreatitis la liberación de factores pro inflamatorios y otros componentes deletéreos contribuyen a la ocurrencia de lesiones en otros órganos. De esa forma la lesión aguda en los pulmones es la complicación más frecuente en la pancreatitis (114)(119) y este mecanismo ha sido sugerido en el envenenamiento por Tityus (100). El sistema kalicreína-bradiquinina parecería jugar algún papel en el envenenamiento (120)(121), y se ha relacionado su activación con la hipertermia en el envenenamiento por Tityus (59).

Tratamiento

El único tratamiento específico para el envenenamiento escorpiónico es la aplicación del antiveneno (51). Las evidencias muestran que cuando el antiveneno correcto es aplicado en tiempo y en forma, disminuye drásticamente la mortalidad por envenenamiento escorpiónico tal como se ha visto y demostrado en países como México, Arabia Saudita, Brasil y EE.UU. (57)(63-64)(70)(121)(122). Recientemente en EE.UU. se ha implementado el uso de un antiveneno escorpiónico anti-Centruroides, producido en México y aprobado por la FDA, cuyo ensayo clínico no dejó dudas sobre la buena efectividad de su uso (57). Un hecho que debe ser tenido en cuenta es la importancia de la internación en la UTI pediátrica de los pacientes con envenenamiento escorpiónico. En Brasil el uso de antiveneno respecto a la internación sola disminuyó la mortalidad de 3,5 % a 1,8%, mientras que combinando el uso de antiveneno con la internación en la UTI, la mortalidad disminuyó a 0,26 (63). Si bien no existe una oferta cuantitativa de antiveneno escorpiónico tan importante como la de antivenenos ofídicos, afortunadamente en el continente hay varios productores de antiveneno escorpiónico. Sin embargo, en Argentina existe un solo productor de este antiveneno, el Instituto Nacional de Producción de Biológicos, a diferencia de Brasil en donde existen al menos tres instituciones productoras y cuatro diferentes antivenenos (8). Afortunadamente, las necesidades nacionales de antiveneno son cubiertas por la producción nacional, y además la similitud del veneno de T. trivittatus con el de T. serrulatus (el escorpión de mayor importancia médica en Brasil y contra cuyo veneno se producen los antivenenos brasileños) hace que ante la necesidad puedan usarse antivenenos escorpiónicos realizados en Brasil. Independientemente del tratamiento, como en todos los accidentes por animales ponzoñosos, las principales medidas deberían ir dirigidas a la prevención de los accidentes (51).

Comentarios finales

El escorpionismo en los últimos años ha emergido entre otros envenenamientos por animales venenosos como uno de los problemas sanitarios más destacados, a causa del aumento de los accidentes y de las muertes provocadas por estos arácnidos. En Argentina hasta el momento la mayor cantidad de muertes se debieron a T. trivittatus (8) y muy en segundo lugar a T. confluens (7). La respuesta sanitaria ha sido buena, generándose material técnico para los equipos de salud (51), realización de estudios epidemiológicos nacionales (5), publicaciones en relación a la temática (11)(61)(123-129) así como manteniendo la producción de antiveneno nacional y estudiando la toxicidad de los venenos y su variación y la capacidad neutralizante del antiveneno de producción nacional sobre estos escorpiones (7)(12). Asimismo se han aislado y caracterizado algunas de las toxinas del veneno de T. trivittatus (52-54) y la que sería su principal toxina para mamíferos (49). Sin embargo, mucho falta conocer sobre los mecanismos fisiopatológicos relacionados con el envenenamiento para de esta manera poder mejorar el tratamiento. Una pregunta que aún no tiene respuesta es porqué el veneno de T. trivittatus de la ciudad de Buenos Aires no posee la toxicidad de los de otras partes del país (12), lo que se traduce en la prácticamente ausencia de casos moderados o graves en esta ciudad (5) con un solo caso moderado registrado en su historia (11). En otras ciudades del país la toxicidad habría variado (8), pero esto aún no se ha visto en la ciudad de Buenos Aires. Estudios transcriptómicos y proteómicos ayudarían a entender estas diferencias y posibles variaciones en la toxicidad de los venenos de las diferentes poblaciones de escorpiones. Otra deuda es un mayor conocimiento de la biología y la historia natural de estos escorpiones para tomar medidas ambientales adecuadas para disminuir la cantidad de accidentes en humanos (8).
Estos no son problemas sólo de Argentina, sino de todos los países en los que hay casos de escorpionismo (1) (4). Desde que se conoce ciertamente la peligrosidad de la picadura de los alacranes y desde el primer desarrollo de un suero antialacrán, en México en 1925-1926 por los Dres. Isauro Venzor y Carlos León de La Peña (130), básicamente, a nivel sanitario, no se ha avanzado en el entendimiento del tratamiento de estos accidentes tanto como en otros campos de la toxicología básica y la clínica toxicológica. Sin embargo, las nuevas tecnologías que permiten el mejor estudio de los venenos, la comprensión de la fisiopatología del envenenamiento e interpretación del cuadro clínico del envenenamiento, así como la producción de antivenenos más purificados (y posiblemente en el futuro mucho más refinados), harán que en un tiempo no muy lejano, los óbitos debidos al envenenamiento por escorpión disminuyan en el mundo. La comprensión del cuadro de envenenamiento y de las herramientas terapéuticas disponibles para toda la población afectada, son las metas a alcanzar para disminuir la mortalidad por el envenenamiento de estos arácnidos, en el que mayormente los niños son los más afectados (1)(4)(51).

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Federico del Rio Portilla del Departamento de Química de Macromoléculas del Instituto de Química de la Universidad Autónoma de México, quien confeccionó las figuras de la estructura de la Tt2b y quien con su grupo aisló y caracterizó esa toxina. Al Dr. Lourival D. Possani del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del Instituto de Biotecnología de la Universidad Autónoma de México, quien con su equipo y colaboradores inició y continúa el estudio de los componentes del veneno de este escorpión. A los diferentes colaboradores en las diferentes provincias argentinas que desde hace años colaboran con la provisión de escorpiones o veneno para la producción del antídoto específico y el estudio del veneno y su toxicidad (Entre Ríos: Dra. Silvina Saavedra; Santa Fe: Dres. Juan Carlos Beltramino y Osvaldo González Carrillo; Santiago del Estero: Dra. Miriam Vurcharchuc de Barrionuevo; Catamarca: Dr. Raúl López; Córdoba: Lic. Gustavo Reati; La Rioja: Dr. Eduardo Bazan; CABA: Dras. Elda Carngel y Valeria Malinovsky) sin cuya colaboración hubiese sido imposible no solo la investigación del veneno sino la producción de antiveneno en los últimos años.

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Recibido: 19 de septiembre de 2014
Aceptado: 28 de noviembre de de 2014