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Revista argentina de microbiología

Print version ISSN 0325-7541On-line version ISSN 1851-7617

Rev. argent. microbiol. vol.42 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./Apr. 2010

 

EDITORIAL

Trabajo interdisciplinario e interinstitucional: ser o no ser

"No es fácil ser interdisciplinario". Así titula John Lynch su editorial del International Journal of Epidemiology (1); intentaré desarrollar brevemente el concepto. La confusión entre los términos multidisciplinario e interdisciplinario es general, tanto es así que se los suele usar en forma indistinta. Si consultamos el diccionario de la Real Academia Española (2), podemos ver que multidisciplinario/a significa "que abarca o afecta a varias disciplinas", mientras que interdisciplinario/a se define como "dicho de un estudio o de otra actividad: que se realiza con la cooperación de varias disciplinas". La diferencia es sutil; podemos decir que pertenecer a un equipo multidisciplinario es condición necesaria, pero no suficiente, para trabajar en forma interdisciplinaria.
En un equipo multidisciplinario, investigadores o profesionales provenientes de diferentes campos del conocimiento cooperan para solucionar un problema utilizando las teorías y metodologías de sus propias disciplinas. La interdisciplinariedad combina las teorías o metodologías de cada una de ellas en una forma novedosa, creando nuevas disciplinas (3). El trabajo interdisciplinario supone, además de la oportunidad de trabajar junto a representantes de otras ciencias, el compromiso y el respeto por el trabajo mutuo y la organización para articular el trabajo, explicitando qué se pretende de cada uno de los integrantes en lo que podría definirse como un "acuerdo de colaboración interdisciplinaria" (4). Los acuerdos de colaboración se hacen más complejos cuando involucran dos o más grupos de trabajo pertenecientes a diferentes laboratorios o instituciones. A la hora de decidir encarar estos proyectos, debemos considerar que es tan importante la idoneidad profesional como la personalidad de los participantes, porque el equipo interdisciplinario afecta las jerarquías y la forma en que se ejerce el liderazgo en cada grupo (1, 5). Por otra parte, todos los detalles han de discutirse antes de comenzar el proyecto, incluso aquellos no científicos como la distribución del presupuesto.
Los subsidios dirigidos a proyectos de integración entre instituciones del sistema nacional de ciencia y tecnología, tendientes a la solución de problemas de carácter interdisciplinario e interinstitucional, se han ofrecido en forma irregular durante los últimos años. En las convocatorias PICT 2006 y 2007 se llamó a la presentación de proyectos que podían ser presentados por una red conformada por 3 a 5 equipos de trabajo, denominados nodos, que preferentemente integrasen distintas regiones del país. Estos subsidios, dirigidos a promover proyectos interdisciplinarios, no tuvieron gran repercusión: incluyendo a todas las disciplinas, los resultados de la convocatoria PICT 2006 muestran que de 1696 proyectos presentados, sólo 20 correspondían a redes (70 nodos), mientras que 1562 correspondían a equipos de trabajo e investigadores jóvenes (6). En la convocatoria PICT 2007, de un total de 1617 proyectos procesables, sólo 39 correspondían a redes (129 nodos), mientras que 1222 correspondían a equipos de trabajo y 356 a investigadores jóvenes (7). Esto podría mostrar que la dificultad de armar grupos interdisciplinarios ad hoc es mayor que la necesidad de obtener fondos. La categoría "redes" se eliminó a partir de la presentación a PICT 2008, pero el año pasado la Agencia y el CIN anunciaron la primera convocatoria a los PICTO-CIN 2009 (8), dirigidos a proyectos interinstitucionales, interdisciplinarios y de alcance regional. La convocatoria, que permanecerá abierta hasta el 15 de abril próximo, está destinada a grupos de investigadores que desarrollen sus actividades en el ámbito de las Universidades Nacionales. Por su parte, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UBA ha llamado a "concurso de Proyectos Interdisciplinarios trienales y bienales en el marco de la Programación Científica 2010-2012", con la característica de que el director y el codirector deben pertenecer por lo menos a dos unidades académicas de la UBA (9). Si bien las áreas biomédicas no están abiertamente incluidas en esta convocatoria, demuestra el interés de la UBA por fomentar el trabajo interinstitucional e interdisciplinario, tras muchos años de haber suspendido la oferta de subsidios para grupos integrados.
¿Nos educamos para trabajar en forma interdisciplinaria? Para hablar de lo que conozco (al menos parcialmente), tomo por modelo a la Universidad de Buenos Aires. En esta institución se puede observar que el escenario es diferente si comparamos los estudios de grado con los de posgrado.
En el grado podemos abordar este tema desde dos perspectivas: entre facultades y dentro de una misma facultad. En el primero de los casos, podemos observar que los estudiantes de carreras afines no se relacionan entre sí, ni siquiera cuando cursan una misma asignatura. Una misma materia se dicta simultáneamente en muchas facultades; las asignaturas se orientan a la carrera de grado en cuestión y no hay acuerdos sobre contenidos. Microbiología, por ejemplo, se dicta en las facultades de Medicina, Farmacia y Bioquímica, Ciencias Exactas y Naturales, Veterinaria y Agronomía. La discusión con respecto a si este esquema de "puertas adentro" es o no es adecuado y ventajoso para la enseñanza de grado excede los alcances de este editorial. De cualquier forma, cabe señalar que la misma estructura de la UBA, con cada una de sus facultades separadas geográficamente, dificulta la integración. Para el segundo caso, tomo el ejemplo de la Facultad de Ciencias Veterinarias. Salvo un intento infructuoso de organización en departamentos durante los años ‘92 a ‘96, las cátedras de Microbiología, Virología, Inmunología, Farmacología y Patología Básica trabajan en forma independiente unas de las otras, tanto en las actividades docentes como en las de investigación. La mayoría de las experiencias interdisciplinarias se deben a contactos personales entre integrantes de diferentes grupos de trabajo y no a un proyecto curricular preestablecido.
Los posgrados de la UBA ofrecen un escenario distinto, sobre todo en lo que respecta a las maestrías. Mencionaré cuatro maestrías en particular, porque en todas ellas la microbiología tiene un papel primordial y la Facultad de Veterinaria una participación destacada. La maestría en Biotecnología depende de las Facultades de Farmacia y Bioquímica; Ciencias Exactas y Naturales; Medicina; Agronomía y Ciencias Veterinarias. Dentro de sus objetivos se considera prioritario "la formación de recursos humanos capaces, la interacción multidisciplinaria, el impulso al desarrollo de tecnología de punta y la transferencia de los resultados de la investigación al sistema productivo" (10). La maestría en Bromatología y Tecnología de la Industrialización de los Alimentos está organizada por las Facultades de Ciencias Exactas y Naturales; Farmacia y Bioquímica; Ciencias Veterinarias y Agronomía. Es interesante destacar que esta maestría está abierta a profesionales de áreas relacionadas, pero también explícitamente a "personas que no posean título universitario pero que tengan buena formación en las disciplinas básicas, en particular química, matemática, biología y física" (11). La maestría en Gestión del Agua, organizada por el Centro Transdisciplinario del Agua de la Facultad de Ciencias Veterinarias, explicita que "es de vital importancia la integración de las diferentes disciplinas para lograr transdisciplinariedad en la generación de los conocimientos" (11). La maestría está dirigida a "ingenieros civiles, industriales, mecánicos, agrónomos, forestales, químicos, etc.; a geólogos, geógrafos, biólogos y graduados de otras ramas de las ciencias físicas y naturales (meteorólogos, hidrogeólogos, edafólogos, etc.), así como a egresados de carreras humanísticas: abogacía, ciencias económicas, ciencias sociales y de la educación, diplomáticos, etc." Cabe aclarar que el término transdisciplinario/a ha sido ampliamente usado en los últimos años para referirse a aquella actividad que trasciende una determinada disciplina, aunque no siempre es clara la diferencia con el concepto de interdisciplinario. La maestría en Salud Pública está organizada por las Facultades de Arquitectura, Diseño y Urbanismo; Ciencias Económicas; Ciencias Exactas y Naturales; Ciencias Sociales; Ciencias Veterinarias; Derecho; Farmacia y Bioquímica; Filosofía y Letras; Ingeniería; Medicina; Odontología y Psicología. Entre sus objetivos se enuncia el de "formar recursos humanos capaces de abordar interdisciplinaria e intersectorialmente la problemática prioritaria de la salud de las poblaciones" (11). Estas carreras de posgrado ofrecen entonces un espacio multidisciplinario en la educación formal y además explicitan este objetivo entre sus fundamentos, lo que refleja el compromiso con la educación multi/interdisciplinaria.
¿Es necesaria la interdisciplinariedad? La microbiología es por definición una ciencia multidisciplinaria que abarca desde sus orígenes el estudio de una gran diversidad de microorganismos como virus y priones, rickettsias, bacterias, hongos, parásitos, protozoarios y algas. El avance de las ciencias determinó que los antiguos microbiólogos se especializaran como virólogos, bacteriólogos, micólogos, parasitólogos, etc. Los microorganismos, además de poder causar enfermedades, resultan indispensables en muchos procesos biológicos que afectan al hombre, los animales y el medio ambiente. El estudio de la microbiología se fue así relacionando con otras disciplinas como la inmunología, la genética, la epidemiología, la biología celular y molecular, la bioquímica, etc. Nuevas disciplinas como la biotecnología y la nanotecnología se están abriendo paso entre las disciplinas tradicionales como la microbiología, dando lugar a nuevas áreas de conocimiento con abordaje interdisciplinario. Los microorganismos, por su parte, están siendo utilizados para controlar procesos de fermentación, biodegradación y producción de medicamentos, por dar algunos ejemplos.
La American Society for Microbiology (ASM) (12) con sede en Estados Unidos, edita a la fecha 11 publicaciones profesionales, entre las que se cuentan algunas muy especializadas, como el Journal of Virology o el Journal of Bacteriology y otras más interdisciplinarias como Applied and Environmental Microbiology o Infection and Immunity. Cito a la ASM por su magnitud; sin duda, la posibilidad de editar un número tan grande de revistas periódicas depende del caudal de trabajos que se reciben en forma constante. La Revista Argentina de Microbiología (RAM) es la única publicación editada por la Asociación Argentina de Microbiología y, como tal, está destinada a la difusión de trabajos científicos en las distintas áreas de la microbiología. Podríamos decir que la RAM debe ser multidisciplinaria, porque tiene la obligación de representar por igual a todas las ramas de la microbiología. Sin embargo, una mirada al índice de la RAM prueba que es mucho más que eso. Secciones como "Microbiología clínica y enfermedades infecciosas", "Microbiología de alimentos" o "Microbiología industrial y ambiental" promueven la publicación de trabajos interdisciplinarios, a la vez que otras secciones como "Microbiología básica", apuntan a aquellos trabajos altamente especializados. En este mismo número, varios artículos dan cuenta del trabajo interdisciplinario. Así, por ejemplo, Escobar et al. (13) buscan antígenos para utilizar en técnicas serológicas que puedan implementarse para el diagnóstico de rutina de la brucelosis canina y para monitorear la respuesta al tratamiento; Trovero et al. (14) utilizan técnicas de PCR para efectuar controles de calidad sobre un lote de semilla de trabajo de BCG; Echeverría et al. (15) secuencian fragmentos de ADN viral, traducen estas secuencias utilizando programas de computación y comparan las secuencias de aminoácidos con patrones de neutralización viral.
Cuando me llamaron a escribir este primer editorial del año, pensé en algún tema que me representara y que a la vez fuese atractivo para la comunidad microbiológica. Dado que provengo del área de la inmunología veterinaria, los microorganismos, particularmente los virus, han sido siempre para mí un modelo de estudio de la respuesta inmune más que un objeto de estudio en sí mismo. Por esto, no podría participar de la Sociedad Argentina de Virología ni del Comité Editor de la RAM si no creyese en el trabajo multidisciplinario e interdisciplinario. El progreso científico y tecnológico ha actuado como motor de la interdisciplinariedad, y todo hace concluir que lo seguirá haciendo en el futuro. Con respecto a la realización de proyectos interinstitucionales, todavía queda mucho por aprender, tanto por parte de los responsables de implementar políticas públicas de investigación como por parte de los científicos que deberán llevar a cabo los proyectos.

Ana M. Jar
Cátedra de Inmunología.
Facultad de Ciencias Veterinarias.
Universidad de Buenos Aires.
E-mail: amjar@fvet.uba.ar

1. Lynch J. It's not easy being interdisciplinary. Int J Epidemiol 2006; 35: 1119-22.        [ Links ]

2. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en línea en: http://www.rae.es/rae.html        [ Links ]

3. Gannon F. Multidisciplinarity: by fiat or need? EMBO reports 2005; 6: 1105.        [ Links ]

4. Murphy MT. Collaborative interdisciplinary agreement. A new paradigm in laboratory and specialist communication and patient care. JADA 2006; 137: 1164-7.        [ Links ]

5. Jessup RL. Interdisciplinary versus multidisciplinary care teams: do we understand the difference? Aust Health Rev 2007.        [ Links ]

6. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Disponible en línea en:http://www.agencia.gov.ar/spip.php? article589%26var_recherche=pict%202006         [ Links ]

7. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Disponible en línea en: http://www.agencia.gov.ar/spip.php? article662%26var_recherche=pict%202007%20procesables         [ Links ]

8. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Disponible en línea en: http://www.agencia.gov.ar/ spip.php?article1050        [ Links ]

9. Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires. Disponible en línea en: http://www.uba.ar/secyt/ download/subsidios/Resol_convocatoria_UBACyT_2010- 2012.pdf        [ Links ]

10. Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Disponible en línea en: http://www.ffyb. uba.ar/posgrado/maestria_biotec.htm        [ Links ]

11. Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires. Disponible en línea en: http://www.fvet.uba.ar/ rectorado/postgrado/maestrias.php        [ Links ]

12. American Society for Microbiology. Disponible en línea en: http://journals.asm.org/        [ Links ]

13. Escobar GI, Boeri EJ, Ayala SM, Lucero NE. The feasibility of using antigens prepared with rough Brucella strains for diagnosis of canine brucellosis. Rev Argent Microbiol 2010; 42: 35-40.        [ Links ]

14. Trovero A, Argüelles C, Cataldi A. Preparation of a working seed lot of BCG and quality control by PCR genotyping. Rev Argent Microbiol 2010; 42: 4-10.        [ Links ]

15. Echeverría MG, Díaz S, Metz GE, Serena MS, Panei CJ, Nosetto E. Evaluation of neutralization patterns of the five unique Argentine equine arteritis virus field strains reported. Rev Argent Microbiol 2010; 42: 11-17.        [ Links ]

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