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Revista argentina de microbiología

Print version ISSN 0325-7541

Rev. argent. microbiol. vol.44 no.4 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dec. 2012

 

MICROBIOLOGÍA CLÍNICA Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Acanthamoeba sp.: un caso de queratitis no relacionada con el uso de lentes de contacto

 

Claudia Menghi*, María C. Caride, Claudia Gatta

Laboratorio de Parasitología Clínica, Cátedra de Microbiología Clínica, Hospital de Clínicas, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires. Av. Córdoba 2351 (1113) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

*Correspondencia. E-mail: cmenghi@fibertel.com.ar

 


RESUMEN

La queratitis por Acanthamoeba sp. generalmente se relaciona con el uso de lentes de contacto y en menor proporción se vincula con el contacto con agua contaminada. Se caracteriza por una disminución de la capacidad visual y la presencia de un fuerte dolor ocular. al examen clínico, puede confundirse con una infección herpética. Si la infección no es diagnosticada y tratada a tiempo en forma adecuada, puede culminar en la perforación de la córnea y, eventualmente, en la pérdida del ojo. en este trabajo se informa uno de los pocos casos registrados de queratitis por Acanthamoeba sp. no relacionada con el uso de lentes de contacto.

Palabras clave: Acanthamoeba sp.; Queratitis bilateral; Agua contaminada.

ABSTRACT

Acanthamoeba sp.: a case report in a non-contact lens wearer. Acanthamoeba sp. keratitis is generally related to wearing contact lenses, and, to a lesser extent, to contaminated water. it is characterized by reduced visual capacity and the presence of severe ocular pain. Clinically, it can be mistaken for a herpes infection. if it is not diagnosed, and timely and adequately treated, it can result in corneal perforation and, eventually, in vision loss. One of the few registered cases of Acanthamoeba sp. keratitis not related to the use of contact lenses is herein reported.

Key words: Acanthamoeba sp.; Bilateral keratitis; Contaminated water.


 

Acanthamoeba spp. fueron identificadas como agentes causantes de encefalitis granulomatosa crónica (3, 11, 12). la meningoencefalitis también puede atribuirse a la infección con esta ameba cuando se produce como consecuencia de una infección subcutánea crónica. Otros autores describieron la capacidad de este organismo de producir una ulceración progresiva de la córnea, que puede culminar en ceguera (2, 8, 10). el porcentaje más elevado de casos de queratitis amebiana se relaciona con el uso de lentes de contacto y un bajo porcentaje se vincula con el contacto con agua contaminada (6, 9, 13). Borochovitz et al. describen un caso de osteomielitis como resultado de una invasión ósea por Acanthamoeba sp., tras un injerto de hueso mandibular (1). Esta ameba infecta generalmente a individuos inmunodeprimidos por HIV o cualquier otra causa de inmunosupresión. en los tejidos se pueden observar las formas de trofozoíto o de quiste de esta ameba.

Las queratitis por Acanthamoeba spp. se caracterizan por la disminución de la capacidad visual y la presencia de un fuerte dolor ocular. en el examen oftalmológico mediante microscopía confocal por lo general se observa un infiltrado estromal que, frecuentemente, tiene una forma de anillo característica y está compuesto, principalmente, por neutrófilos. Cuando los hallazgos clínicos son inespecíficos, la queratitis puede confundirse con una infección herpética. Si la infección no es diagnosticada y tratada a tiempo en forma adecuada, evoluciona a una queratitis ulcerativa crónica progresiva, que puede culminar en la perforación de la córnea con la consiguiente pérdida visual y, eventualmente, del ojo.

Caso clínico. Paciente de 21 años oriunda de Santiago del Estero, Argentina. A principios de agosto de 2011 utilizó agua de un aljibe de una zona rural para el aseo diario. No presentaba lesiones traumáticas previas de córnea ni tampoco era usuaria de lentes de contacto.

Al cabo de unos días presentó inflamación y dolor en el ojo izquierdo; el médico le indicó tratamiento con dexametasona - tobramicina y cloranfenicol 0,5 % - clorhidrato de fenilefrina 0,125 % - sulfato de neomicina 0,5 %. A la semana siguiente comenzó con dolor en el ojo derecho, se realizó el tratamiento con clorhexidina 0,02 %, ciclopentolato 1 %, nepafenac 0,1 % y se indicó control a las 24 h. Se envió al laboratorio una muestra de raspado de córnea para su análisis y los resultados fueron negativos. Se suspendió el tratamiento con clorhexidina 0,02 %. Al no mejorar el cuadro, la paciente fue derivada al Hospital de Clínicas "José de San Martín" de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un diagnóstico de queratitis bilateral de etiología desconocida. Ingresó al hospital el 30 de agosto de 2011 y, ante la sospecha de infección por Acanthamoeba sp., se le indicó sulfato de atropina cada 12 h, polihexametil biguanida (PHMB) 0,02 % cada hora, clorhexidina 0,02 % cada 2 h y doxiciclina 100 mg cada 24 h, con control a las 24 h. Se realizó un raspado de córnea del ojo izquierdo y se envió al laboratorio de Parasitología Clínica para la búsqueda de quistes de Acanthamoeba sp. El resultado fue negativo. Los resultados de los estudios bacteriológicos y micológicos también fueron negativos. En el estudio con microscopía confocal se observó la presencia de una lesión en forma anular, sugestiva de queratitis por Acanthamoeba sp. (Figura 1). Se indicó tratamiento con clorhidrato de moxifloxacina 5 mg/ml cada 8 h, clorhexidina 0,02 %, PHMB 0,02 % y fluconazol 0,2 % cada 2 h. La paciente refirió dolor intenso y se le administró doxiciclina 100 mg cada 24 h y dextropopoxifeno e ibuprofeno 600 mg, 1 comprimido cada 12 h. El 5 de setiembre se le realizó una queratectomía profunda del ojo izquierdo con recubrimiento conjuntival y se envió al laboratorio una muestra de biopsia de córnea, en la que pudo observarse la presencia de quistes de Acanthamoeba sp. teñidos con coloración tricrómica (Figura 2). Otra porción de la misma muestra se envió a un instituto privado de oftalmología para el diagnóstico molecular (PCR), que resultó positivo para Acanthamoeba sp. y negativo para hongos.

A la semana siguiente se le realizó queratectomía profunda con recubrimiento conjuntival del ojo derecho por presentar lesiones con las mismas características y evolución que en el ojo izquierdo, para posteriormente poder realizar un trasplante de córnea.

La paciente evolucionó sin complicaciones de la cirugía y con tratamiento con clorhidrato de moxifloxacina 5 mg/ml cada 8 h y fluconazol 300 mg diarios. Luego, regresó a Santiago del Estero, donde debía seguir con los correspondientes controles.

Generalmente, la queratitis por Acanthamoeba sp., está asociada con traumatismo de córnea y al uso inadecuado de lentes de contacto. De hecho, se considera que las lentes de contacto son la principal puerta de entrada de la infección. El lavado ocular con agua contaminada constituye, en menor proporción, otra causa de infección. Recientemente se diagnosticó el primer caso de queratitis por Acanthamoeba sp. en Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina), que fue confirmado por aislamiento y tipificación molecular (5).

Acanthamoeba spp. también se aisló de suelos, agua mineral embotellada, piletas, unidades de aire acondicionado, aparatos de diálisis y polvo.

El uso de lentes de contacto es el principal factor de riesgo, y solo un 10 % de los casos de infección ocurre luego de un trauma y de la exposición a polvo o a aguas contaminadas (4). En Malasia se registró un caso de queratitis por Acanthamoeba sp. en un individuo que sufrió un trauma en el ojo derecho y había estado en contacto con partículas de polvo o arena; previamente el sujeto se había lavado el ojo con agua estancada (7).

Es muy probable que la paciente a la que alude el presente informe haya adquirido la infección al lavarse los ojos con el agua contaminada de un aljibe.

El hecho de que no fuera usuaria de lentes de contacto y que el resultado del raspado de córnea fuera negativo retrasó el diagnóstico. Probablemente, como consecuencia de la ubicación profunda de la ameba en el tejido. En cambio, cuando se analizó la biopsia de la córnea, el resultado fue positivo para Acanthamoeba sp., tanto por coloración tricrómica como por los métodos moleculares.

Debido a su creciente frecuencia en nuestro medio, la queratitis por Acanthamoeba sp. debe ser considerada como parte del diagnóstico diferencial en los casos sospechosos de queratitis infecciosas.

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Recibido:24/4/2012
Aceptado:1/8/2012

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