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Folia Histórica del Nordeste

versión impresa ISSN 0325-8238

Folia  no.23 Resistencia jun. 2015

 

ARTÍCULOS

RESISTENCIA: ORIGEN PRESENTE DE SU NOMBRE UNA REFLEXIÓN EN TRÁNSITO ENTRE LO DISCURSIVO, LO PúBLICO Y LO POLÍTICO

Resistencia: origin of its name. A reflection in transit between the discursive, public and political

Emanuel Cantero*

* Licenciado en Sociología (UNVM). Doctorando en Artes (UNC), becario de CONICET con sede en el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (CONICET-UNNE). yo.emacantero@gmail.com

Resumen

El siguiente artículo resume los resultados de un estudio arqueológico y genealógico del nombre de la ciudad de Resistencia (Chaco, Argentina). Rastreando las continuidades y diferencias entre el origen histórico y el origen presente de este nombre, intentamos mostrar la presencia de unos locus de enunciación anclados en la esfera de lo político y lo gubernamental, revisando cómo sobre la superficie del discurso emergen enunciaciones que expresan condiciones históricas de disputa por los significados globales que constituyen los imaginarios sociales e identitarios de la ciudad. A través de algunos enunciados ejemplares e imágenes tomadas de la vía pública, veremos cómo el sentido de Resistencia es definido desde el presente a través de fórmulas que buscan cristalizar -recurriendo a recetas multiculturalistas- determinadas visiones de lo social y lo político en términos conciliatorios y armónicos, diluyendo así su sentido originario anclado en la dialéctica civilización-barbarie.

Palabras clave: Discursos, Imaginarios sociales, Orígenes, Genealogía, Multiculturalismo.

Abstract

The article resumes an archaelogical and genealogical study of Resistencia city name's (Chaco, Argentina). Tracing the continuities and differences between the historical origin and present origin of this name, try to show the presence of a enunciation locus anchored in the politics and government field, reviewing how on the discourse surface emerge enunciations expressing historical conditions of contention about global meanings that constitute social and indentity city imaginaries. Through some exemplary frames and images taken from public roads, see how the sense of Resistencia is defined from the present trhough modes that want to crystallize -using multiculturalist recipes- specific visions of socials and politics in conciliatory and harmonics terms, thus diluting its original meaning rooted in the civilization-barbarism dialectic.

Keywords: Discursos, Social imaginaries, Origins, Genealogy, Multiculturalism.

Recibido: 22/04/2014
Aceptado: 20/5/2015

Introducción

El material y las reflexiones que se expondrán a continuación forman parte de un extenso trabajo con fuentes documentales y bibliográficas, del que aquí sólo expondremos una acotada selección, articulada a través de una de sus principales aristas: el contraste entre la plataforma de enunciación discursiva activa en su origen histórico y las circunstancias propias de su emergencia en dos textos presentes.
El trabajo estereoscópico de una Arqueología del discurso y una Genealogía de la historia, estrategias teórico-metodológicas puestas en tensión con la noción de imaginarios sociales, permito definir y caracterizar los diversos 'orígenes' del nombre de Resistencia (Vidal, 2011). Siguiendo en este aspecto la bisagra epistémica y metodológica presente en la bibliografía de Foucault, que va desde Las palabras y las cosas, pasando por La Arqueología del Saber, afirmándose en Nietzsche: la genealogía, la historia. (Foucault, 2000, 2005, 2010)
Teniendo presente la revisión de la obra foucaultiana que proponen Dreyfuss y Rabinow (1988), recurrimos a la Arqueología como analítica del discurso y a la Genealogía como hermenéutica de la historia, lo cual nos permitió el mapeo de la red de principios de activación, locus enunciativos y enclaves de saber-poder implicados en los discursos sociales de los cuales emergió el sentido originario del nombre Resistencia, al tiempo que hermenéuticamente nos preguntamos por sus desplazamientos, espacios de oposición y silencios históricos. A través de este trabajo estereoscópico, identificamos diversos orígenes de este nombre entre textos, contextos y silencios, permitiéndonos trazar el espectro del significado global del nombre Resistencia, ensayando una historia presente de su nombre.
La elección de estas herramientas teórico-metodológicas se fundamenta principalmente en la ponderación de la historia como un discurso no continuo ni coherente, al tiempo que habilita una descripción de las estructuras discursivas no cerrada y excesivamente sistemática:

La genealogía busca discontinuidades donde otros encontraron desarrollo continuo. Encuentra recurrencias y juego donde otros hallaron progreso y seriedad. Registra el pasado de la humanidad con el fin de desenmascarar los solemnes himnos del progreso. (Dreyfus y Rabinow, 1988: 127)

En cuanto a la función específica de una arqueología del discurso que escape a los propios excesos estructuralistas en que Foucault cae en la Arqueología del Saber, nos apoyamos para nuestro trabajo en la siguiente cita de ese libro, del apartado Otras Arqueologías:

Se trataría de ver si el comportamiento político de una sociedad, de un grupo o de una clase no está atravesado por una práctica discursiva determinada y descriptible. Esta positividad no coincidiría, evidentemente, ni con las teorías políticas de la época ni con las determinaciones económicas: definiría lo que de la política puede devenir objeto de enunciación, las formas que esta enunciación puede adoptar, los conceptos que en ella se encuentran empleados y las elecciones estratégicas que en ella se operan. Este saber, en lugar de analizarlo -lo cual es siempre posible- en la dirección de la episteme a que puede dar lugar, se analizaría en la dirección de los comportamientos, de las luchas, de los conflictos, de las decisiones y de las tácticas. (Foucault, 2010: 253)

Para definir la perspectiva crítica de nuestro análisis discursivo, optamos por seguir la propuesta de Adorno y Horkheimmer en sus Lecciones de Sociología:

Quien siente una exigencia teórica, debe afrontar sin términos medios las aporías de la teoricidad y la insuficiencia del simple empirismo; y el arrojarse de cabeza en la especulación sólo puede servir para empeorar la situación actual. Frente a la investigación sociológica, empírica, es tan necesario el conocimiento profundo de sus resultados como la meditación crítica de sus principios. (Adorno y Horkheimer, 1971: 120).

La crítica, en el sentido que aquí se empieza definir, y que se irá especificando como herramienta -en términos de Foucault-, implica un develar las condiciones históricas de surgimiento de determinados universos simbólicos y su expresión en unas prácticas afines o dispersas a los principios que esgrime, en tanto tales sentidos sociales funcionan a modo de frontera hermenéutica (Adorno y Horkheimer, 1971: 121). Este pensar crítico orientó nuestro análisis en la dirección de las diversas concepciones que impregnan el sentido histórico, las cuales expresan el contenido mediato de los contenidos de conciencia y el comportamiento de los individuos en tanto comportamiento social (Adorno y Horkeimer, 1971: 122), considerándola 'historia' como un discurso sobre el decurso de lo concreto-social, científicamente y políticamente constituido (posición coincidente con la propuesta de Foucault citada más arriba).
La noción de imaginarios sociales que propone Baczko nos permite establecer un nexo entre las formas discursivas y el contexto afectivo en el cual se inscribe la positividad de un acontecimiento (Baczko, 2005: 40), mostrando cómo a través de los mismos '…una colectividad designa su identidad elaborando una representación de sí misma; marca la distribución de los papeles y las posiciones sociales; expresa e impone ciertas creencias comunes, fijando especialmente modelos formadores' (Baczko, 2005: 28). Por otro lado, también podemos establecer una continuidad con la lectura no teleológica de la historia que Foucault propone, midiendo los efectos de dispersión y discontinuidad de las discursividades científicas y políticas:

En efecto, la fragmentación del discurso científico unitario sobre el hombre y la sociedad global va a la par con la fragmentación, y hasta la desaparición, de las ideas-imágenes unificadoras del devenir histórico que conocieron su hora de grandeza en el siglo XIX y que tenían como función la de asegurar 'sentido' a la historia, como el Progreso, la Civilización, el 'hombre científico', etc. (Baczko, 2005: 24)

El artículo intenta dar cuenta además de un movimiento cuyo eje es epistémico: abocados al análisis de textos clave y los discursos alrededor del nombre de Resistencia, detectado el clivaje dialéctico que subyace a las enunciaciones que perfilan el significado presente del mismo, nuestra criba metodológica despegó de la superficie del texto para re-territorializarse en el espacio urbano.

Orígenes del nombre Resistencia

La ciudad de Resistencia, capital de la actual Provincia del Chaco, ubicada geográficamente al Nordeste de la Argentina, tiene como fecha de fundación el 2 de febrero 1878, marcando esta fecha el arribo de los primeros inmigrantes italianos a este territorio. Este acto fundacional se dio a instancias de las llamadas 'Campañas del Desierto', que implicaron el avance militar por parte del incipiente Estado Argentino hacia esos territorios aún no controlados por el gobierno político, la administración institucional y la explotación económica. Aquellas campañas militares replicaban el modelo de avance sobre la Patagonia argentina, que si bien fueron fundamentadas desde la retórica del avance civilizatorio y la extensión de la frontera productiva1, en el desarrollo de su praxis marcial implicaron el desplazamiento, control y reducción de las numerosas poblaciones indígenas2 que durante años resistieron el asentamiento definitivo de misiones de evangelización cristiana. Concomitante a esto, el país impulsaba una extensa política demográfica de asentamientos de contingentes inmigrantes -principalmente familias de origen europeo- que ayudarían a poblar de modo definitivo y racional estas nuevas tierras, medidas instrumentadas mediante la fundación de colonias y ciudades que pasarían a formar parte de las redes institucionales del Estado y las relaciones económicas propias de un modo capitalista de producción. Según la retórica de la época -para nada exenta de la discursividad propia del Positivismo3- la introducción de la técnica de explotación agrícola en este territorio virgen conllevaría al paso de la barbarie a la civilización.
La incorporación de estos territorios -bajo la insignia de la Constitución Argentina de 1853 y el signo del lema 'gobernar es poblar'- no fue un proceso lineal y armónico como tanto pretenden ciertas versiones románticas y patriotas de las principales vertientes historiográficas argentinas. De hecho, nos parece más ajustado al caso retomar algunas lecturas más próximas al marxismo, considerando los efectos de las campañas al desierto en términos de destrucción de relaciones ancestrales de territorialidad y subsistencia, mediante la implantación de un régimen racional de administración demográfica, explotación económica y población intensiva por la vía de la inmigración europea y el control militar. O bien, en palabras de Iñigo Carrera, considerar que se trató de '…un proceso de destrucción de una cultura y su remplazo por pautas culturales de otro origen: la destrucción de lo autóctono y su sometimiento a lo foráneo' (Iñigo Carrera; 1988, 2). La fundación de Resistencia es un hito fundamental en la ocupación de los territorios chaqueños, y el acto de (de)nominación en el que recibió su nombre no estuvo exento de estas luchas entre militares y pobladores originarios; por lo cual al abocarnos a un análisis de los discursos activos en los procesos de construcción de significados e identidades colectivas, la consideración de estas circunstancias no es accesoria, sino fundamental.
Digamos entonces algo sobre el origen histórico4 del nombre de Resistencia.
En 1878, a instancias de las mencionadas campañas, el Gobierno Nacional dispuso la exploración del Territorio Nacional del Chaco por la Comisión Exploradora conformada por un ingeniero (Foster) y un agrimensor (Seelstrang); esta comisión, revestía un carácter expresamente científico y técnico, pero la Ley n° 6865 además reglamentaba conjuntamente la instalación de fortines militares en aquellos puntos álgidos y peligrosos para el asentamiento civilizado, dada la presencia de poblaciones indígenas de presunto comportamiento agresivo o belicoso. Una de los efectos prácticos de la reglamentación que dio vida institucional a la conformación de esta Comisión Exploradora, fue la redacción del Informe de la Comisión exploradora de 1878 (Foster- Seelstrang). En este texto, al dar cuenta de las diversas colonias fundadas en el Chaco, los autores relatan que durante la expedición se alojaron en el fortín-residencia del Coronel Ávalos (comandante a cargo de la ocupación militar del territorio en aquel entonces), donde se daba albergue provisorio a todos aquellos que llegaban al territorio del Chaco por motivos de exploración, gobierno o inmigración, '...para prestarse mutua protección contra los avances de los indígenas e inducidos al mismo tiempo por el deseo natural en el hombre de vivir en sociedad...'. Es en tales circunstancias, situados en este paraje, que deciden

...en vista de los datos adquiridos [del terreno periférico a la Residencia de Ávalos], elegirlo para establecer en él la primera colonia en el territorio del Chaco, la cual se denominó Resistencia, por el hecho de haber resistido durante bastante tiempo un corto número de hombres sin protección de ningún gobierno, las continuas amenazas de los aborígenes. (Foster-Seel-strang, 1878: 74)

Esta versión, a través de cuyos enunciados identificamos un principio de activación positivista articulado en la oposición dialéctica civilización-resistentes / barbarie-resistidos, es la que articula el tronco principal de la 'historia oficial'6 del nombre de Resistencia. Tal es así que, en la revisión de numerosos artículos de divulgación, textos e investigaciones históricas, emerge de manera casi idéntica, conservando este sentido de Resistencia que opone discursivamente a las formaciones militares y las poblaciones originarias. Un ejemplo textual y a la vez gráfico de esta incidencia en la producción discursiva es la historieta Resistencia: origen de su nombre, de donde fueron tomadas las siguientes tiras:

Imagen 1. LOPEZ PIACENTINI, H. (1963). Resistencia. Origen de su Nombre

Prestemos ahora atención al origen emergente del nombre Resistencia, recuperando dos textos producidos en 2011, de los cuales recolectamos algunas enunciaciones que apuntan a redefinir activamente su significado, desprendiendo de ellas continuidades y corrimientos respecto del sentido que figuraron Foster y Seelstrang en el Informe de 1878. Tomaremos por un lado, la representación teatral Resistiendo en Resistencia, gestionada e ideada por la intendente de Resistencia, Aída Ayala; por el otro, Chaco: el secreto de la Argentina, una revisión histórica escrita por Jorge M. Capitanich, en aquel entonces gobernador de la Provincia del Chaco. Este recorte se articula a través de dos locus enunciativos (intendente / gobernador), que expresan dos niveles de gobierno estatal (intendencia municipal / gobierno provincial).
En la revisión de estos textos advertimos que la dialéctica civilización-barbarie es confirmada como origen histórico del nombre Resistencia, siendo esta versión inmediatamente 'revisada' como una versión propia de la época fundacional de la ciudad (fines del S. XIX). Tal como puede leerse en algunos de sus enunciados más notables, esta versión primigenia implica una desvalorización jerárquica de los verdaderos pobladores del territorio: las tribus originarias, La tarea actual sería la de subsanar estas visiones tajantes que priman lo civilizado e inmigrante como lo único presente en el progreso de la ciudad. Esta trasfiguración del sentido de Resistencia, suerte de puesta en valor del pasado y la verdad histórica (SIC), puede ejemplificarse por el hecho de que si en los textos más antiguos los pobladores originarios son caracterizados recurrentemente con la rúbrica 'indio'7, en estos nuevos textos se opta por 'aborígenes' u 'originarios' o bien por los gentilicios propios de cada tribu.
Más allá de esta sana intención revisionista presente en ambos textos encontramos solapada entre sus enunciados otra llamativa continuidad: la formulación del significado de Resistencia en términos muy próximos a concepciones multiculturalistas e integracionistas de lo social. Como sabemos, desde las críticas más afiladas a estas tendencias hijas del efecto cultural 'studies'8, en los discursos políticos contemporáneos no son pocas las referencias al multiculturalismo como una estrategia discursiva utilizada para diluir la potencia crítica de lecturas ancladas en abordajes dialécticos o historicistas (principalmente cuando las enunciaciones 'bajan' desde locus enunciativos aunados a enclaves fundamentales de Saber-Poder).
Veamos los siguientes fragmentos:

a) Debemos resignificar, por lo tanto, bajo la luz de nuestros Bicentenarios, el sentido de nuestro nombre 'Resistencia', para que lejos de representar un imaginario de enfrentamientos de pueblos y culturas diferentes exprese una poética y una ética de la resistencia ante las distintas adversidades que todas y cada una de las culturas que nos constituyen debieron afrontar para reafirmar, en nuestro Chaco, sus modos peculiares de ser y vivir en el mundo. Porque de esa diversidad se nutre la identidad cultural del Chaco. (Capitanich, 2011: 130-131)
b) Soy razas extinguidas y religiosos expulsados, criollo endurecido y gringo esperanzado. Soy aborigen, conquistador, jesuita y soldado. Soy colono, inmigrante, soy ñeri, soy tu hermano. En estos siglos aprendí a resistir. Resisto al clima, al calor, a la sequía y la inundación. Resisto a la indiferencia, a la injusticia y a la exclusión. Resisto en Resistencia. En Resistencia india, gringa y criolla. En Resistencia mía y tuya, en Resistencia toda. Entonces, ¿ya saben quién soy yo? Yo soy vos, pueblo de Resistencia, pueblo lapacho, fibra algarrobo. Soy monte, río, grito, hachazo. Soy Abipón, soy gringo, soy hermano. (Ayala-Lúquez Toledo, 2011: 54:06)

De este modo, el significado del nombre Resistencia se enuncia mediante una diversificación de los actores que resisten y quienes son resistidos, perfilándose un significado y un sentido histórico que diluye activamente la dialéctica civilización- barbarie, al tiempo que se multiplican los ejes de actores, culturas y factores a través de los cuales se caracteriza la resistencia ejercida por las poblaciones que habitan la provincia en la actualidad (no ya meros pobladores, sino, hoy, ciudadanos bajo un Estado de Derecho). Esta tendencia es acentuada poderosamente por artilugios retóricos que encontramos en otros lugares, como ser:

• fórmulas conciliadoras como «unidad de lo diverso» (Capitanich, 2011: 115)
o «reconciliación con el medio» (Ayala-Lúquez Toledo, 2011, 00:20);
• categorías sintéticas y a la vez difusas, como diversidad cultural o pueblo;
• o bien -principalmente- mediante la fórmula enunciativa 'yo-gobernante = pueblo' -función de un personalismo como locus enunciativo de un sistema representativo de gobierno presidencialista-.

Otra continuidad que identificamos nos refiere a un principio de activación propio del discurso positivista9, asimismo presente el Informe de la Comisión exploradora: el relato histórico se articula a través de un movimiento teleológico. Definida teóricamente en términos próximos al de ficcionalización y utopía10, nos abocamos a detectar las modalidades enunciativas que narran el decurso de los sucesos históricos actuales en la dirección de un futuro pleno -forma muchas veces activa a través de la categoría de Progreso. Según interpretamos, esta modalidad estructura de manera fundamental las enunciaciones que encontramos tanto en Resistiendo como en el Secreto, mediante un relato argumental que procede recorriendo los diversos sucesos históricos que conformaron la identidad de la ciudad de Resistencia y el Chaco, para luego realzar el valor presente de esta tarea revisionista y finalmente rematar con fórmulas utópicas o esperanzadoras.
La cuestión de la utopía es explícitamente enunciada por Aída Ayala, en el discurso que pronunció durante el Acto Oficial de la Municipalidad, el 2 de Febrero de 2012, momentos antes de la representación de la obra / espectáculo Resistiendo en Resistencia,

Alguien dijo que el camino de las utopías y concreciones exige coraje, fortaleza, trabajo y compromiso. Pero nadie aseguró que fuera fácil porque la vida en sí misma es un desafío (…) Hagamos realidad el sueño de una Nueva Resistencia y escribiremos otra parte de la historia de la ciudad. El futuro lo estamos haciendo hoy.11

A su vez, esta enunciación del valor que reviste el presente como modo de hacer futuro, guarda una estrecha continuidad con la presentación de Resistiendo, donde antes de la última escena suben al escenario figuras femeninas con vestuarios «futuristas», mientras el relator va enunciando -en palabras muy próximas al anterior fragmento- el valor histórico que reviste la tarea de recuperar los espacios verdes de la ciudad, fomentar las actividades artísticas e invertir en obras estructurales en la ciudad (todas acciones que forman parte íntegra del Plan estratégico: Resistencia 2020, que Ayala promovió como programa político para su última postulación, de la cual resultó reelecta).
El ejemplo más conciso de este utopismo se encuentra en el siguiente fragmento extraído del libreto de la obra12, palabras que a su vez fueron parafraseadas en la presentación de Resistiendo en 2012, minutos antes del inicio de la puesta en escena:

Las utopías están en el horizonte y cuando nos acercamos estas se alejan dos pasos más, entonces nos preguntamos para qué sirven las utopías. Sirven para caminar, para avanzar, para ir tras de un objetivo… vamos hacia Resistencia 2020. (…) una ciudad con infraestructura para el desarrollo, una ciudad igualitaria con inclusión social, una ciudad cultural y turística, con una economía para el desarrollo, consolidada a la vanguardia de las capitales del NEA. 'Salud, seguridad y empleo', 'Programa Alerta Resistencia', para la prevención del delito, Programas de Fortalecimiento a la Producción Primaria, de Promoción del Empleo Local, de Pymes y el Programa 'Resistencia innova', una ciudad donde prime el eje ambiental y sustentable; la zona norte industrializada y comercial y los barrios de las zona totalmente integrados al resto de la ciudad, Las utopías son el motor de la vida y esas utopías hacen que Resistencia avance con tanta fuerza. Veamos cómo llegamos a esto. (Ayala-Lúquez Toledo, 2010; 4).

Caso similar ocurre con Capitanich, quien desde su locus de Gobernador, enuncia en claras palabras que:

El diletantismo es una psicosis tan funesta como el morbo regresivo al pasado. El sentimiento histórico es la ubicación consciente de una generación en el tiempo. Y los grandes cambios hacen mayormente necesaria esa autenticidad, porque ningún pueblo progresa para negarse a sí mismo sino para afirmarse en lo que es y lo que quiere llegar a ser (Capitanich, 2011; 68)

Fiel a su expresa intención historiográfica, vemos que a lo largo del Secreto toda la estructura argumental y enunciativa es puesta al servicio de su último apartado (El nuevo entramado productivo y social. Presente y perspectivas) donde se examina técnicamente las variables y posibilidades de un escenario futuro. Reflejo en faz cientificista del enclave que acota sus enunciaciones, vemos en esta sección final cómo el Secreto abandona la modalidad discursiva ensayística que venía sosteniendo en la primera parte del libro -apoyada en interpretaciones de sucesos históricos y grupos en lucha por su reconocimiento- para volcarse en una extensa sucesión descriptiva de variables económicas y sociales, explicitando insistentemente que el escenario nacional e internacional -cotejado junto a la propuesta de inversiones públicas del período (2008-2015)- da cuenta de perspectivas sumamente favorables para la provincia del Chaco. Uno tras otro se suceden gráficos estadísticos con datos cuantitativos, enunciándose a través de este recurso econométrico todo el potencial económico que pueden hacer de la ciudad y la provincia un eje regional integrado en los circuitos de producción nacional y exportación internacional. Según se enuncia, a partir de dicho período -el presente- la provincia entra en una fase moderna, superando estructuralmente aquellas condiciones que restringían la participación del Chaco en los procesos macroeconómicos y políticos. (Capitanich, 2011; 187)
Según la lectura crítica que proponemos, ambos actores políticos -Ayala y Capitanich- se encuentran situados en y acotados por un locus enunciativo que cumple un rol fundamental en la constitución de los imaginarios sociales de la ciudad y la región, pues a través de sus programas políticos y propuestas prácticas promueven activamente determinadas percepciones públicas de lo social, lo político, lo económico, lo cultural. Estas percepciones -y las pujas discursivas a través de las cuales se articulan- expresan asimismo tanto el espacio físico y geográfico de la ciudad, como las valoraciones y percepciones que de ellas hacen sus habitantes. Por ello, no resulta extraño encontrar en estos textos extensos pasajes donde se enuncia la historia como la historia de todos, señalando que las funciones públicas y gestiones gubernamentales revisten un rol fundante de lo social y lo cultural, pues de ellos depende hoy el futuro de estas cuestiones. Tanto uno como el otro insisten en que una de las funciones específicas del rol que asumen es la de llevar al pueblo -que somos todos- hacia un futuro pleno y próximo, en el cual finalmente se superará la exclusión a la que históricamente estuvieron sujetos el territorio y sus poblaciones. Esto fue detectado durante el proceso de investigación con particular énfasis en los discursos públicos de ambos funcionarios y en las campañas políticas que llevaron a cabo durante el año 2011 (en la particular modalidad discursiva en las que se materializan estos procesos de construcción de la imagen pública de 'el político').
No podemos detenernos aquí en una profundización analítica de los programas políticos propuestos e identidades visuales de las campañas de cada uno de los personajes políticos mencionados13, por lo que tomaremos sólo un elemento de estas campañas -un enunciado muy particular- que ilustra concretamente otra continuidad que aquí pretendemos mostrar: sus eslóganes y fórmulas asociadas.
• Gestión Aída Ayala: Resistencia 2020; La ciudad del futuro la estamos haciendo hoy
• Gestión Capitanich: Chaco merece más; Chaco todas las culturas.
En los dos textos trabajados es posible detectar la enunciación concreta y evidente de estos eslóganes, junto a la concurrencia de fórmulas próximas a las máximas de los partidos políticos al que cada uno de estos gobernantes pertenece. La decisión de incluirlos en nuestro análisis se basó en el hecho de que fueron un recurso clave mediante el cual Ayala y Capitanich han promovido sus respectivas campañas electorales, las cuales llevaron a su re-elección por el pueblo, a través de un sistema electoral democrático, para ocupar su actual posición dentro las estructuras locales de poder político. Esto nos permitió detectar una continuidad -de carácter emergente- entre ambos locus de enunciación: el personalismo.
Personalismo, modalidad enunciativa que acota la enunciación de todos- público, a un yo.
En la presentación de Resistiendo -modalidad desfile, documentada durante los actos del 9 de Julio del 2011 en la plaza central de la ciudad- pudo observarse sobre una carroza que trasladaba a los mencionados personajes futuristas, la inscripción Resistencia 2020. Sumado a esto, por debajo de ella pudimos detectar la enunciación del nombre Resistencia, adjetivado sucesivamente como: urbana, pujante, cultural, aborigen, criolla e inmigrante; también, en el centro, una representación de la escultura Los inmigrantes de Eddie Torres14 (a partir de su perfil ha sido diseñado el actual logo de la municipalidad de Resistencia). Yuxtapongamos a estas enunciaciones las palabras que pronunció Ayala en su discurso de asunción en 2011:

Sabemos que hicimos mucho juntos. Esto no es la gestión de Aída Ayala, esta es la gestión de Aída, más los funcionarios, más los empleados, más todo un pueblo que acompaña. Sabemos que queda mucho por hacer y por eso nos estamos preparando y es esta la propuesta, que es Resistencia 2020, todos debemos ser protagonistas. Estamos convencidos que podemos lograrlo juntos; infraestructura para el desarrollo; Resistencia cultural, y turística: inclusión social y Resistencia productiva, este es el nuevo horizonte y nos tenemos que imponer metas y plazos.15

En cuanto a Capitanich, se ha detectado la aparición del verbo merecer, conjugado tanto a través del plural en función de pueblo (merecemos), como a través del singular al referirse al Chaco (merece). A través del mismo, nos fue posible dar cuenta de la mencionada continuidad del locus personal de Capitanich, como figura política que presenta su gestión gubernamental no como una Gestión Provincial, sino como Gestión Capitanich (esto también lo detectamos respecto a Ayala, en el análisis de la placa final del DVD que la municipalidad editó para promocionar Resistiendo en Resistencia). A continuación, expondremos los últimos 4 párrafos de su libro, los cuales son enunciados -ex nihil- luego de la extensa seguidilla de gráficos, presupuestos y variables económicas que caracterizan al grueso del capítulo que venimos revisando:

Por último, la conclusión de este libro es, precisamente, que después de tantas vicisitudes a través de cinco siglos de historia, estamos en nuestro mejor momento por una concurrencia de factores positivos que conjugan modelo económico nacional, condiciones internacionales, términos de intercambio favorables, inversiones en infraestructura, producción vinculada con mercados nacionales e internacionales e incorporación de flujos financieros de corrientes inversoras positivas. Quiero insistir en esta afirmación: estamos en el mejor momento de nuestra historia. Se nos abre, por lo tanto, una ventana de oportunidades. Que así sea. Nuestra tierra se lo merece después de tanta pena y olvido. De tanta exclusión y marginalidad. Los chaqueños y las chaqueñas, nos lo merecemos. (Capitanich, 2011; 238)16

Aquí, la presencia del slogan personal de Capitanich en El Secreto, no es ningún secreto, ya que encontramos expresamente enunciados que mimetizan su eslogan personal a través de la apelación a un nosotros: al slogan personal de Capitanich, nos lo merecemos todos (subrayando así la emergencia de este principio de activación personalista que venimos siguiendo). Esta lectura, puede a su vez traspolarse a su expresa filiación pública al partido peronista, cuya discursividad está marcada de un personalismo conocido vox populi (cuestión que se enuncia ya en ese nombre casi propio, peronismo, fórmula simple ampliamente difundida y utilizada para referirse al Partido Justicialista).
Públicamente, Ayala se enuncia, simplemente, como Aída; Capitanich, como Coqui; pero esto no responde necesariamente a una arbitrariedad y personalismo que podríamos juzgar aquí como un irrefrenado egocentrismo o autoritarismo discursivo: ambos, asumen una modalidad enunciativa que le es propia a las discursividades políticas contemporáneas, consistente en la enunciación del yo en representación del todo.17 Tanto Resistiendo como el Secreto -ora su intención 'artística', ora su intención 'historiográfica'- nos permiten mostrar cómo las enunciaciones de estos textos se encuentran ancladas muy estrechamente a un locus de político-gobernante, que más que responder a un todo responde a una facción política particular (Nuevo Espacio Abierto; Partido Justicialista), representados por una figura personal (Aída; Coqui), y que, tal como hemos visto en los pasajes revisados, la problematización del nombre de Resistencia es revisada y puesta en entredicho desde nuestro presente como una forma de construir futuro.
Sinécdoque populista, dijimos entonces.

Del texto escrito al espacio urbano

Si el nombre Resistencia surgió históricamente de una disputa territorial de implicancias militares, políticas y étnicas, nuestro proceso de investigación requería que de algún modo el análisis de lo discursivo «bajara» nuevamente a su dimensión más concreta, permitiéndonos mostrar cómo estas disputas que detectamos en la superficie de los discursos sociales también encuentran su expresión en diferentes materializaciones que podemos observar y relevar en el terreno urbano. La selección de espacios físicos no requirió de un esfuerzo intelectual exagerado: elegimos la zona del Parque 2 de Febrero, el Centro de Educación Física N° 1, el Domo del Centenario, el Museo de las Esculturas Urbanas del Mundo y el Paseo Costanero, todas instituciones y espacios públicos asentados sobre el territorio en el que material y efectivamente se dieron las escaramuzas que llevaron a la victoria de la resistencia y la victoria militar que inspiró el sentido originario de nombre de Resistencia. Esfuerzo relativamente menor, decimos, dada la multiplicidad de marcas discursivo-materiales que detectamos en el espacio como referencias directas al origen histórico del nombre de Resistencia -y sus figuras asociadas- por ejemplo:
• Parque 2 de Febrero: su nombre hace referencia a la fecha considerada fundacional de Resistencia; en su anfiteatro se realizan los actos de rememoración de la fundación de Resistencia y durante los años 2009 al 2011 ha servido como escenario al aire libre para la representación de la obra
teatral 'Resistiendo en Resistencia'.
• Avenida Ávalos: referencia directa a la residencia del Coronel Ávalos, lugar material e histórico de la resistencia.
• Avenida de los Inmigrantes, Monolito recordatorio de la llegada de los primeros inmigrantes friulanos, escultura Los Inmigrantes de Eddie Torres: estos tres elementos nos referencian a 'los primeros pobladores' de Resistencia.
• Domo del Centenario: construido en 1978, conmemorando el centenario de la fundación de Resistencia.

Imagen 2. Vista satelital de la zona relevada durante el trabajo de campo

Estos espacios urbanos no pueden ser considerados como neutrales o asépticos en términos políticos, culturales o históricos, sino todo lo contrario: en tanto

…lugares de memoria, se comprenden en función de su historicidad [refiriéndonos] a la vinculación del arte con el espacio urbano y a la recepción y significados sociales que se fueron construyendo a partir de él, que se vinculan con la necesidad de un pueblo con una historia reciente por encontrar mojones identitarios… (Giordano, 2007: 128).

En 1878 Resistencia era apenas un nombre que se elegía para un proyecto de ciudad anhelada, pensada y a ser construida. Hoy, Resistencia es una ciudad con una identidad ya formada, pero esto no significa que se nos presente como un bloque sólido y coherente de significados, sino que emerge como una identidad urbana en cuya construcción participan diversos actores y grupos sociales en disputa. Los espacios que nombramos, su extensión urbana y sus implicancias históricas, fueron el territorio preciso en que se dieron las luchas de resistencia que figuran como referencia histórica del origen del nombre de Resistencia. Si miramos al pasado, comprobamos que aún persisten como espacios donde se materializan -dos siglos después-, nuevas modalidades de luchas por el significado y la identidad de Resistencia como ciudad.
Tal como aquí se evidenció, nuestro análisis respecto a la emergencia actual del significado del nombre de Resistencia encuentra su acento en un nivel muy preciso: el nivel de lo político como forma conjunta de gobierno y enunciación. Al tomar como figuras a dos protagonistas principales de la vida política de la ciudad, referentes fundamentales de los niveles municipal y provincial de un sistema de gobierno democrático y representativo, omitimos conscientemente a otros actores fundamentales que participan en la construcción de estos significados identitarios18, pero el hecho de tomar a unos gobernantes en ejercicio de su función -y además, en ese momento, en plena campaña- nos permite reconocer sus enunciaciones como una referencia directa a los ciudadanos de Resistencia, por cuyo votos pudieron asumir tal función y cuyas aspiraciones y valores se supone que representan (suposición, claro está, amparada por la Constitución Nacional y Provincial y la Carta Orgánica Municipal, claros ejemplos de dispositivos de poder en un sentido más que literal).
Una de las tareas más importantes que tuvo la Comisión Exploradora de 1878 fue el trazado de las calles que sentó las bases para una apropiación poblacional, racional, cuadricular y medida del territorio. Al abocarnos a la búsqueda de marcas discursivas sobre las veredas y calles que circundan estos espacios, un elemento que nos resultó particularmente relevante fue la presencia concreta de algunas señales y cartelerías donde se anunciaba información concreta sobre el espacio adyacente, muchas veces de gestión pública. Tomamos entonces como un primer ejemplo las siguientes señaléticas de orientación urbana -presentes en numerosas esquinas de la ciudad- cuya existencia nos marca a la efectividad de una apropiación urbanizante en lo que antes era un territorio irregular, desconocido y peligroso.
Según interpretamos, estos artefactos señaléticos no agotan su funcionalidad en enunciar el nombre de las calles y su altura, sino que, por sobre el espacio asignado a esta información que define su funcionalidad básica, vemos enunciadas de modo explícito algunas de las claves discursivas que hemos detectado como propias de las gestiones municipal y provincial: arriba, en color anaranjado Gestión Aída Ayala abajo, en color azul, Gestión Capitanich; uno, referenciando a los inmigrantes19, el otro, bajo la luz de nuestros bicentenarios.20

Imagen 3. Señaléticas urbanas ubicadas sobre dos esquinas contiguas de la Av. Ávalos

Arqueológicamente, consideramos estos artefactos como la apertura de un espacio discursivo de ribetes propiamente urbanos, que en estos casos son ocupados políticamente pero bien podrían enunciarse sobre ellos contenidos culturales, propagandas comerciales, avisos, etc. Genealógicamente, consideramos que su emergencia en tiempos de campaña forma parte de una estrategia específica que busca fundamentar puntos de vista dispares alrededor de la idea de Resistencia a través de la preeminencia de visiones políticas y sociales que versan alrededor de la idea de Resistencia en función de una u otra facción política. Estas señales -que aquí consideramos enunciaciones- no son fortuitas: la vía pública se enuncia política.
Su ubicación puntual dentro del espacio global de la ciudad, tampoco es inocente: como vemos, ambos carteles figuran sobre la avenida Coronel Ávalos a la altura donde históricamente se señala que fue ejercida la resistencia que inspiró a Foster y Seelstrang a nominar Resistencia a la incipiente colonia. Frente a una de las señaléticas -la de Coqui- encontramos la escultura de Eddie Torres; frente al Parque 2 de Febrero, a escasos 50 metros del monolito que recuerda el arribo de los primeros inmigrantes. Este espacio físico, revestido de una relevancia discursiva e histórica que ha sido extensamente revisada por la historiografía local, es hoy la superficie donde descubrimos la emergencia de esta nueva dialéctica de la resistencia, siendo sus luchadores los partidos políticos que detentan el poder en los niveles municipal y provincial.
En mayor correspondencia aún con las conclusiones que aquí sostenemos, los siguientes carteles evidencian cómo la acción de apropiación y gestión por parte de los niveles municipal y provincial -respectivamente- toma una expresión pública y urbana.
Esta intención, por la actividad hermenéutica de nuestra mirada, surge a su vez como una superficie de enunciación de las dos facciones políticas que aquí revisamos como clivaje discursivo fundamental de la dialéctica actual del nombre Resistencia. Tal como hemos revisado extensamente en el estudio del que se desprende este artículo, junto a los eslóganes, toda la plataforma visual que acompañó las campañas electorales de Capitanich y Ayala, tiene una base discursiva-formal que se apoya en la insistencia entre dos colores que remiten a sus respectivos partidos políticos.
El paso del discurso escrito al paisaje urbano, quizás parezca un atajo epistémico difícil de seguir, pero en un atento recorrido por los espacios públicos de mayor significancia en la Ciudad, nos ha mostrado que ese paisaje donde anaranjados y azules establecen un diálogo -no siempre armónico-, estas diferencias tonales expresan el modo en que se hacen espacio estas disputas por lo político. Es por eso, que su inclusión sobre el final de nuestro artículo, intenta mostrar que una hermenéutica del espacio urbano, es totalmente consecuente con una lectura que partió desde la primeros intentos de apropiación racional de este territorio (trazado), proceso directamente aunado a la fundación de la ciudad y las circunstancias históricamente señaladas como el origen histórico de su nombre.
Sobre Avenida Lavalle, dentro del Parque 2 de Febrero, mirando hacia la calle:

Imagen 4. Cartelería de campaña para Intendente de Resistencia. Aída Ayala. 2012.

Justo al lado del Parque, a 20 metros, en el Centro de Educación Física n° 1, encontramos:

Imagen 5. Cartelería de campaña para gobernador provincial. Jorge M. Capitanich. 2012

Prestando atención a los focos de discursividad a través de los cuales es enunciado el sentido presente del nombre de Resistencia, vemos entonces cómo su significado es definido mediante la multiplicación de los actores que resisten y aquellos que son resistidos, diluyendo de este modo la dialéctica que hemos imputado como principio de activación a través del cual fue enunciado por vez primaria el nombre de Resistencia. Así las cosas, todo pareciera indicar que bajo la monolítica e inclusiva figura del todos la lucha finalmente ha cesado, los vencedores depuesto sus armas y los vencidos reivindicados21. Si recurrimos a esta comparación entre los niveles municipal y provincial, es porque finalmente sostendremos que la dialéctica que subyace y atraviesa la conformación de los imaginarios sociales alrededor del sentido histórico del nombre de Resistencia, ya no se expresa -militarmente- como una oposición abierta entre un Estado-Nación que expande sus fronteras y unas poblaciones desiertas que intentan defenderse ante su avance civilizatorio; sino que se expresa -políticamente- como una abierta confrontación enunciativa entre dos niveles de gobierno (pugna la cual, dado el régimen personalista de representación popular, hace figura y se enuncia a través de sus gobernantes actuales).

Conclusiones

El significado del nombre Resistencia, hoy, como lo detectamos a través de diversas enunciaciones presentes, es un eje de constitución simbólica de los imaginarios sociales de la ciudad y sus habitantes. Las pujas de poder y sus resistencias, siguen activas, pero la transmutación de los focos de discursividad, de los locus enunciativos plausibles de ser ocupados y el marco institucional que delimitan los posibles anclajes de Poder-Saber, han multiplicado y redefinido a los actores que resisten y las resistencias que ejercen. Sin embargo, la lógica de oposición que el sentido de resistir activa, sigue intacta.
La conformación de los imaginarios sociales a través de las endémicas pujas por los sentidos históricos de los fines más valiosos para una sociedad, pasa hoy por una rejilla de especificación discursiva y práctica mucho más extensa, que ya no pone su base sobre la oposición de entre unos sectores sociales escindidos por una teleología de la historia que prima el efecto civilizador de unos -los resistentes vencedores- sobre la herencia salvaje de otro -los vencidos resistidos-, sino que, nos refiere a un todo cuya organización implica numerosos mecanismos de administración, gestión, representación y constitucionalización que se materializan en el Estado. De este modo, tras más de un siglo de efervescencia e institucionalización de las extensas y materiales estructuras estatales que conforman la República Argentina, vemos emerger lo público, lo político, lo partidario y lo gubernamental, como locus de enunciación y focos de discursividad fundamentales del a priori histórico presente.
Hoy, el nombre Resistencia no es enunciado para mostrar una lucha abierta entre dos facciones sociales que habitan su territorio, sino que es un foco de discursividad a través del cual dos posiciones antagónicas definen a la población de la ciudad como un todo-diverso, escondiendo tras la proposición de esta diversidad, una modalidad monolítica del discurso que identificamos aquí provisoriamente como personalismo.
He aquí el secreto de la historia presente del nombre de Resistencia: tras su historia se esconden los vencedores; tras el todo, sus facciones; tras lo diverso, lo único posible.
Ayer, campañas al desierto; hoy, campañas políticas.

Notas

1 Las cursivas se utilizan en el texto para dar cuenta del uso de categorías extraídas literalmente de los textos utilizados, siguiendo la jergas y modismos propios de sus respectivos contextos históricos (además de señalar los títulos propios del material bibliográfico utilizado); las negritas indican los conceptos principales del marco teórico que sirven de base al trabajo; el subrayado en las citas nos sirve para resaltar en los pasajes citados aquellos argumentos en los que apoyamos directamente nuestras interpretaciones.

2 Una particularidad de estos territorios era la numerosa diversidad de poblaciones autóctonas, de origen abipón, guaraní y guaycurú (entre ellos, lules, tobas y vilelas). Tras las campañas al desierto, tal diversidad se vio reducida de manera drástica y determinante.

3 En una definición no cerrada y situada históricamente, clasificamos el Positivismo Argentino a través de algunas figuras claves en la historiografía y literatura argentina (Terán; 1987) y los principios de activación enunciativa que inauguraba en tanto que a priori histórico (Foucault, 2010: 167): teleología de la historia, locus y enclaves apoyados en la dupla Poder político-Saber Científico, etc. En cuanto a la noción de a priori histórico, señala Foucault que: 'La razón de utilizar este término un poco bárbaro es que este a priori debe dar cuenta de los enunciados en su dispersión, en todas las grietas abiertas por su no coherencia, en su encaballamiento y su reemplazamiento recíproco, en su simultaneidad que no es unificable y en su sucesión que no es deductible; en suma, ha de dar cuenta de que el discurso no tiene únicamente un sentido o una verdad, sino una historia, y una historia específica que no lo lleva a depender de las leyes de un devenir ajeno. ' (Foucault, 2010: 167).

4 Nuestro trabajo se basó en una distinción entre un origen histórico del nombre Resistencia y sus sucesivos orígenes genealógicos y emergentes, siguiendo atentamente la revisión que hace Foucault de las acepciones de origen presentes en los textos de Nietzsche, propios de la lengua alemana (Foucault, 2000: 3-6). El origen histórico, en singular, nos refiere al acto de enunciativo inaugural que fija a Resistencia como nombre de una ciudad, con un sentido específico (la dialéctica civilización-barbarie); los orígenes genealógicos, serían las dispersiones y corrimientos respecto de la dialéctica planteada en aquella enunciación primera (entre otras, identificamos la figura del inmigrante, del trabajador, la idea de Resistencia como un 'museo al aire libre', etc.); en cuanto al origen emergente, su especificidad es la de ser inmediatamente próximo a nosotros en tanto que presente, pero a su vez, inaugural de una nueva configuración alrededor de los sentidos históricos verificados en los anteriores orígenes. Por supuesto que esto no es más que un artilugio retórico y analítico que nos permitió organizar nuestro trabajo con las fuentes y exponerlas de manera argumental, pero cabe señalar que tal distinción sirvió para especificar analíticamente la definición global de emergencia que Foucault propone -sin dejar de posicionarnos bajo sus implicancias teóricas-: 'La emergencia es pues, la entrada en escena de fuerzas; es su irrupción, el movimiento de golpe por el que saltan de las bambalinas al teatro, cada una con el vigor y la juventud que le es propia [...] es más bien esta escena en la que se distribuyen los unos frente a los otros, los unos por encima de los otros; es el espacio que los reparte y se abre ante ellos, el vacío a través del cual intercambian sus amenazas y sus palabras [...] la emergencia designa un lugar de enfrentamiento [...] Nadie es pues responsable de una emergencia, nadie puede vanagloriarse; ésta se produce en el intersticio'.(Foucault, 2000: 5).

5 La referencia legal aquí es la Ley n° 686 promulgada por D.F. Sarmiento, instrumentalizado por el Decreto del Presidente Avellaneda del 19 de Marzo de 1875.

6 Al referirnos a una 'historia oficial', damos cuenta de aquella versión de los hechos, anclada en un relato histórico (el de la fundación de una ciudad, por ejemplo) y que es identificada tanto por la regularidad de su enunciación cuanto por su aparición en contextos discursivos ligados a enclaves institucionales de poder-saber. En nuestro caso en particular, esta historia oficial refiere al tronco enunciativo que del significado del nombre Resistencia a la versión que figura en el Informe de la comisión exploradora de 1878.

7 En la extensa caracterización y reconstrucción que hemos hecho de la figura del indio es posible mostrar cómo, lejos de conformarse una única imagen monolítica y aferrada a categorías como salvaje, inculto, natural, emerge en la superficie del discurso de manera a veces ambigua, retratado como un personaje que si bien se encuentra en algún grado atrasado respecto al hombre civilizado o el inmigrante, es plausible de ser adaptado a los modos de vida propios del progreso y la civilización (ambos elementos sustanciales de la idea de Nación).

8 Una buena síntesis de estas discusiones puede encontrarse en Jameson (2008), particularmente en la 'introducción alegórica' que Grüner hace a Jameson y Zizek.

9 Entendemos aquí por 'discurso positivista' no un corpus cerrado de postulados o axiomas cristalizados en una doctrina o disciplina científica, sino un espacio de discursividad propio de la episteme occidental activa -principalmente en el siglo XIX y XX-, el cual reconstruimos a través de la lectura de algunos textos de época de autores como Sarmiento, Ramos Mejía o José Ingenieros, atentos a las propuestas de Terán (1987) y Ansaldi (2003).

10 Seguimos en esto a Baczko: 'Ficcionar, hacer utopías, es traducir en imágenes las ideas elaboradas por la ciencia, significa colocar la ficción al servicio del Saber'. (Baczko, 2005: 72)

11 Fragmentos del discurso de la Intendente Aída Ayala, tomados a mano durante los actos; dado que analizamos Resistiendo en Resistencia no como obra de teatro aislada, sino como una enunciación de la Gestión Aída Ayala, estos fragmentos y los siguientes -del acto de asunción de la Intendenta en 2012-, son considerados como enunciados desde idéntico locus enunciativo.

12 En este caso, trabajamos con una versión inédita del libreto, facilitada por su redactor y director de escena, Javier Lúqez Toledo.

13 Una línea de indagación que buscara seguir esta vía podría abocarse, por ejemplo, en el estudio del proceso de diseño gráfico de sus identidades visuales y los modos en que las respectivas campañas electorales de Capitanich y Ayala se materializaron en los espacios y paseos públicos, tanto como en los medios de comunicación y opinión pública.

14 El inmigrante es otra de las figuras que recorren todos los textos estudiados en el análisis genealógico del nombre Resistencia; esta escultura, que puede observarse en el plotter de la foto, representa la llegada de quienes fueron históricamente enunciados como los primeros pobladores. Resistiendo en Resistencia es gran medida una epopeya que cuenta las peripecias que sufrieron estas poblaciones inmigrantes (en su mayoría italianos), tanto como los avances que pudieron llevar a cabo gracias -no podría ser de otro modo- a la resistencia ejercida ante el calor, los mosquitos, la exclusión, etc.

15 Fragmento extraído del discurso de Ayala en el acto de asunción como intendente el día 9 de diciembre de 2011. El registro en audio y el subrayado son nuestros.

16 El subrayado es nuestro.

17 Cosa en alguna medida redundante, siendo que -como sabemos- a través de más de un siglo de historia social, cultural, política y económica de la Argentina, el proceso de constitución de su aparato Estatal y los mecanismos de gobierno adoptados -siempre en contacto con los diversos modelos teóricos de la teoría política- han terminado por estructurarse en un sistema representativo de gobierno, democrático, cuya modalidad presidencialista en alguna manera se expresa como un personalismo enunciativo (forma predilecta de discursividad y praxis política de los gobernantes que aquí analizamos).

18 Entre estos actores fundamentales que aquí omitimos revisar, los principales ejemplos son el Fogón de los Arrieros y la Fundación Urunday, que dieron a la ciudad la impronta de 'Museo al aire libre' a Resistencia, gestionando esta última la Bienal de Esculturas, que figura como el evento de mayor envergadura social y cultural de la ciudad.

19 La figura del 'inmigrante' es clave para la interpretación de Resistiendo en Resistencia; en los actos del 2 de Febrero -fecha fundacional de Resistencia-, cuentan inevitablemtente con la presencia de las colectividades inmigrantes italianas, enunciados recurrentemente como los primeros pobladores (de hecho, la mencionada fecha, es mencionada en la historiografía local como la fecha de llegada del primer contingente de inmigrantes a la entonces Colonia Resistencia).

20 La filiación de los bicentenarios a la gestión actual del Gobierno Nacional, expresamente peronista, no es muy difícil de detectar en cualquier medio de información o comunicación que haya revistado los actos festivos, feriados y campañas llevadas a cabo durante el período 2010-2012.

Fuentes

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3. Foster, E.; Seelstrang, A. 1977. Informe de la comisión exploradora del Chaco. Buenos Aires, Eudeba.

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6. Luquez Toledo, J. 2012. Guion de Resistiendo en Resistencia II. (Inédito).

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