SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número36Solís Carnicer, María del Mar (2019). Las paradojas de la política en tiempos de reforma. Partidos, elecciones y prácticas políticas en Corrientes (1909- 1930). Resistencia: ConTexto Libros, 325 pp.POENITZ, Gustavo Enrique. (2019). Las Conflictivas Relaciones entre Corrientes, Paraguay y Buenos Aires en la década de 1840. ConTexto Libros. Resistencia. CONICET. Instituto de Investigaciones Geohistórias. 192 pp. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Folia Histórica del Nordeste

versión impresa ISSN 0325-8238versión On-line ISSN 2525-1627

Folia  no.36 Resistencia set. 2019

http://dx.doi.org/10.30972/fhn.0363687 

Reseñas bibliográficas

Pico, E. (2018) Los orígenes de la prensa en las provincias argentinas. Rosario: Prohistoria ediciones, 108 pp.

Andrea de los Reyes1 

1 Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Nordeste. Becaria de Perfeccionamiento de la Secretaria General de Ciencia y Técnica, de la Universidad Nacional del Nordeste. andreadelosreyes@gmail.com

Pico, E.. 2018. Los orígenes de la prensa en las provincias argentinas. Rosario: Prohistoria ediciones, 108p.

La historia de los medios de difusión puede considerarse un sub-campo académico que crece al calor de la consolidación de espacios de producción de conocimiento vinculados: el Periodismo y la Comunicación Social. En ese encuadre, Los orígenes de la prensa en las provincias argentinas, de Ernesto Pico, propone un recorrido histórico y analítico relacionando el desarrollo de los diarios de provincias en diálogo con la historia de la prensa en países periféricos y con la aparición de las innovaciones tecnológicas que permitieron la irrupción del periodismo en la discusión pública.

Dada la predominancia de bibliografía europea, norteamericana y bonaerense en las cátedras que dan espacio a los estudios sobre la historia de los medios, Pico buscó relevar un estado de situación vinculado al surgimiento y consolidación de periódicos de provincias durante la constitución del Estado nacional. Se trata de un registro valioso dada la dispersión de los pocos trabajos relacionados al tema. El libro propone analizar el desarrollo de la prensa en las provincias argentinas partiendo de tres premisas. La primera consiste en argumentar que en el surgimiento de la prensa a lo largo del siglo XIX no hubo un periodismo argentino sino periodismos de provincias, aunque con cierto intercambio editorial. La segunda idea es que el desarrollo de la prensa a lo largo y ancho del territorio se produjo con temporalidades y características diferentes, pero siempre vinculados a la política. Y finalmente, el tercer aspecto es que ese desarrollo terminó convergiendo en un cambio que en todos los casos fue de la prensa facciosa a la prensa de mercado. Pico reitera la noción sobre la imposibilidad de pensar la periferia sin el centro, pero no sólo se detiene en lo que podría suponerse en Argentina centro periferia “Buenos Aires - interior”, si no que otorga algunos pasajes para matizar también la historia de la prensa mundial, dando cuenta de los entramados sociales y tecnológicos que tuvieron que sucederse para que los diarios se constituyan en actores políticos y sociales.

La introducción sirve de guía para trazar un recorrido interno y presentar las principales preguntas sobre los estudios de la historia de la prensa en Argentina, que venían siendo encerrados bajo el supuesto de una “prensa nacional”, que en realidad es de la ciudad de Buenos Aires. En contrarrestar esa creencia, radica el objetivo de libro y también del campo: desnaturalizar las estructuras y relaciones sociales para pensar sus orígenes y sus horizontes posibles de transformación. El libro vuelve relevante la idea de pensar una historia de la prensa extracéntrica que vaya más allá de los periódicos o periodistas rioplatenses, y pueda pensarse en relación a quienes vivieron, escribieron y confrontaron en la arena pública y política en las demás provincias argentinas. Lo interesante del planteo es abordar a la prensa como un objeto de estudio complejo, reseñando la actividad social que implica el ejercicio del periodismo llevado adelante por políticos, militares, intelectuales y escritores.

El capítulo I esboza la cuestión centro periferia a nivel mundial. En un sugestivo registro propone una lectura del surgimiento de la prensa por fuera de las grandes ciudades, en los márgenes del mundo, realizando un recorrido por países de África y Asia. También piensa la periferia en países centrales, transitando muy brevemente por las publicaciones hacia el interior de Francia, de Inglaterra e incluso de los Estados Unidos. No se trata de un anecdotario sino de un análisis para señalar que los procesos fueron diferenciados en los territorios y con resultados también distintos.

El capítulo II reseña de manera extensa el desarrollo de los periódicos porteños, recuperando textos de autores establecidos en la historia de la prensa nacional. A partir del tercer capítulo, se adentra en las primeras imprentas y publicaciones en el interior, haciendo un recorrido por la prensa de campaña en Tucumán y el Litoral. Luego referencia las primeras luchas editoriales en Cuyo, puntualizando el carácter regional gracias al incipiente desarrollo de la imprenta y de las formas de circulación de las ideas. Sobre Córdoba, destaca la aparición del primer periódico político y religioso a cargo de un presbítero y un abogado, marcando con ese origen el carácter de foro de debate con otras publicaciones que saldrían casi paralelamente. Estos periódicos, identificados con figuras de formación eclesiástica o universitaria servía de tribuna para el debate público. En tanto, los diarios de Salta y Corrientes, también surgieron al amparo del Estado. Como recapitulación señala que el nacimiento del periodismo en las provincias estuvo asociado, en primer término, a las necesidades bélicas, pero también a la circulación de viajeros que introdujeron las imprentas.

El capítulo IV da cuenta de la censura oficial y la rebeldía periodística en el interior durante los tiempos de Rosas, rastreando las primeras batallas entre el poder de turno y la prensa, que atravesaron casos de violencia graves, como la quema de periódicos opositores. La alineación con el gobierno de Rosas se vería en la prensa porteña, la cordobesa y la mendocina, sin embargo en territorios como Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe la oposición sería tan intensa como desde el exterior. Las plumas rebeldes contra el rosismo se encontrarían en Corrientes, con autores vinculados de manera directa con los gobernadores. Así surgieron publicaciones como El Nacional Correntino, El Republicano, La República y La Revolución, todos puestos de combate contra el gobierno de Rosas. Ese clima de rebeldía en la prensa local claudicaría con la asunción de Valentín Virasoro como gobernador de Corrientes. Algo similar ocurrió en Santa Fe. Pico recapitula que el periodo de censura del rosismo se matiza cuando se abre la foto y se contemplan también las prensas provinciales.

La caída de Rosas da lugar el capítulo número V, que indica una proliferación de periódicos desde mediados de la década del 50 del siglo XIX que también contabilizarían importantes transformaciones vinculadas a los primeros diarios provinciales, en especial de las ciudades más grandes como Mendoza, Córdoba y Santa Fe. Este periodo estaría marcado por tres aspectos: a) la aparición de las primeras publicaciones que pasarían a tener frecuencia diaria, b) la llegada de la imprenta y las publicaciones periódicas en capitales que hasta entonces se habían mantenido al margen de esta innovación y c) el avance de nuevas iniciativas de legislación de la prensa.

En el último capítulo se vuelve a marcar la lectura política de la prensa decimonónica. Recordando el caso de La Nación, que pasó de ser un diario ministerial y faccioso, a dejar de tener una identificación partidaria hacia el final de la vida de su fundador: Bartolomé Mitre, y que recién tras esa muerte adquiriría el perfil liberal que se le atribuye como un sello de cuna. Se destaca que la ampliación del público lector después de la década del 80 y el paso al siglo XX abrió el camino al periodismo liberal, profesional y empresarial. Sin embargo, señalan que se trató de un proceso lento y con diferentes temporalidades. En ese sentido, considera que La Capital de Rosario, es un ejemplo de cómo, con esfuerzo y eficacia, un diario pudo dejar atrás su carácter faccioso y convertirse en un medio moderno. Ese intento de cambio de registro va a estar marcado con desigual éxito en publicaciones como Los Antes de Mendoza y El Liberal de Santiago del Estero, las que se atribuían el rol de voceros “del pueblo” y no de un partido. “El lector moderno quiere recibir de sus diarios no quiere recibir ideas políticas sino conocer hechos exactos”, decían.

Pico reconoce que los nuevos empresarios de medios tenían un rol político y funciones públicas que ejercía a la vez que asumían esa posición de neutralidad editorial. Los diarios se convirtieron, con la sucesión de generaciones, en empresas con fin de lucro y fin social, en la que cambió el modo y el tono de narrar, se diversificaron los temas y secciones y aparecieron nuevas herramientas como ilustraciones y fotografía, a tono con lo que ocurría en otros lugares del mundo. En las provincias se vería además una escala que luego se repetiría a nivel nacional, los propietarios de los diarios fueron los pioneros en la incursión de la radio. Todo ese proceso de profesionalización de la prensa desde finales del siglo XIX fue acompañado por la aparición del periodista como un actor social, ya no como un militante sino un asalariado con nuevos valores. Lo paradójico es que esa figura fuera impulsada por los mismos propietarios de los medios, que seguían perteneciendo a las élites.

Para finalizar, vuelve a la cuestión de la periferia, remarcando que es necesario conocer la coexistencia de espacios simbólicamente diferentes, materialmente en conflicto y plausibles de interpretarse de modo diverso, según el punto desde donde se los lea, sin dejar de tener en cuenta que la prensa de provincia fue producida para un público lector local.

Uno de los aspectos más interesantes del libro es la composición de la bibliografía, que se nutre de autores y autoras que van en dos direcciones convergentes. Por un lado, las referencias apuntan a la discusión centro-periferia desde lo económico y cultural, pero también en una clave de lectura sobre la modernidad periférica, un aspecto medular para comprender los distintos momentos y pasajes que se debieron suceder para la consolidación de las empresas periodísticas así como la de sus públicos. Por otro lado, propone una serie de estudios sobre historia de las prensas en las provincias, que conformaron la agitada vida periodística del siglo XIX y principios del siglo XX, aportando relatos sobre periódicos y notables polemistas y reporteros.

Pico pareciera dar cuenta de que hay una intención de diálogo en red, algo que no vemos en otras obras más enciclopédicas o académicas, sobre la historia de la prensa argentina. No se trata de un libro de discusión teórica, sino una aproximación a la historia cultural que propone la posibilidad de reflexionar a escala regional sobre la historia de los periódicos, sin perder la dimensión de lo nacional ni la constitución de un nuevo actor social moderno: el periodismo

Recibido: 18 de Julio de 2019; Aprobado: 19 de Agosto de 2019

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons