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Mastozoología neotropical

versão impressa ISSN 0327-9383versão On-line ISSN 1666-0536

Mastozool. neotrop. v.12 n.2 Mendoza jul./dez. 2005

 

Desarrollo y perspectivas de la Mastozoología en Bolivia: una historia de pioneros bolivianos y padres extranjeros

La mastozoología de Bolivia tiene una historia muy particular. Allí, las colectas de mamíferos datan de 1793, y desde entonces hasta el presente han sido un atractivo para los biólogos extranjeros. No obstante, la contribución real al conocimiento de los mamíferos por parte de investigadores nacionales, comenzó recién hace 25 años. En esta nota editorial resumo algunos aspectos del desarrollo de la mastozoología en Bolivia, analizo sus perspectivas, enfatizando en los logros alcanzados en los últimos 25 años, y menciono algunos de los desafíos actuales y futuros más importantes.
   Bolivia está ubicada en el centro-oeste de America del Sur, donde ocupa el quinto lugar en extensión, con una superficie de 1.098,581 km2. Es uno de los países con mayor diversidad de ecorregiones de todo el mundo (entre los 10-15 más biodiversos) y al mismo tiempo uno de los países biológicamente menos estudiado (Ibisch, 2003). La fauna de mamíferos de Bolivia es muy rica y la lista más reciente incluye 11 órdenes, 43 familias, 179 géneros y 356 especies nativas (Salazar-Bravo et al., 2003). No obstante, desde la publicación de esa lista se han registrado al menos otras 10 especies, incluyendo nuevas formas para la ciencia y nuevos registros para el país.
   El desarrollo de estudios sobre mamíferos bolivianos en las últimas dos décadas ha incrementado el número de especies en todos los órdenes. Algunos grupos interesantes para referirse son Chiroptera, Rodentia, Didelphimorphia, Paucituberculata y Primates, a los que, con relación a la primera lista de mamíferos publicada por Anderson en 1985, Salazar-Bravo et al. (2003) agregaron 75 especies. Es de prever que nuevas especies de mamíferos sean registradas en los próximos años.
   Los órdenes más representados en Bolivia son los roedores y murciélagos, que constituyen respectivamente el 36.8 y 30.3% del total de especies. El número de especies endémicas de mamíferos bolivianos es relativamente bajo y pertenecen a tres ordenes: Didelphimorphia, Primates y Rodentia, y mayoritariamente a este último. Las listas publicadas tienen diferencias en el número de especies endémicas, pero considerando el estado actual del conocimiento, yo propondría una lista de 16 especies endémicas, sin descartar que haya algunas más.
   De acuerdo con la cronología de Anderson (1997), desde la primera colecta de 1793 hasta los años '60, la contribución científica al conocimiento de los mamíferos bolivianos fue obra principal, o exclusiva, de investigadores y exploradores europeos y norteamericanos. Recién en los años '60 y '70 surgen los pioneros bolivianos, escasos en número, cuyas actividades de investigación, aunque sirvieron al conocimiento de los mamíferos, no pocas veces estaban dirigidas a preocupaciones distintas, como las epidemiológicas, o a un interés naturalista de alcance amplio y, por ello, no muy preciso. Sin embargo, es en esa época cuando se desarrollan las investigaciones orientadas a mamíferos como la vicuña y especies de primates.
   A mediados de los '80 y principios de los '90 surgieron aquellos a los que considero los "nuevos pioneros" nacionales. Fueron nuevos ya que su conexión con la primera generación de "pioneros nacionales" fue escasa o inexistente en términos de tradición o continuidad académica, y es en su trabajo donde el conocimiento de los mamíferos, desarrollado por investigadores bolivianos, se conecta epistemológicamente con la mastozoología desarrollada por investigadores de otros países.
   Estos nuevos pioneros se formaron principalmente en las colecciones del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Mayor de San Andrés, del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, ambos de La Paz , y las del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (MNK) que se crearon al final de la década de los '70 y en los '80, y a principios de los '90 también en la Colección Boliviana de Fauna (CBF). En los '80 debo destacar el rol del Instituto de Ecología (IE), y su trabajo en colaboración con la Cooperación Alemana (GTZ), propiciando la creación de las colecciones de fauna como necesidad para realizar estudios ecológicos de la fauna en Bolivia. Los primeros trabajos con ese objetivo se hicieron en el Altiplano Central, en las Sabanas de Espíritu y en la Estación Biológica Beni, y proporcionaron los primeros especímenes de fauna de la colección del IE y los primeros resultados sobre ecología de esos ecosistemas.
   Las colecciones de fauna y flora han jugado un rol especial en la formación de botánicos y zoólogos en la generación de "nuevos pioneros" como en las siguientes. Según Ibisch et al. (2003), los museos de historia natural creados con la participación de los primeros biólogos bolivianos (los aquí llamados "nuevos pioneros") ".han tenido quizás el rol más importante para desarrollar las capacidades de investigación y ciencias de biodiversidad en el país". Muy pocos de estos nuevos pioneros fueron adoptados como discípulos por investigadores extranjeros; la mayoría se formaron a sí mismos constituyéndose en "hermanos mayores" de los investigadores nacionales que surgieron como tercera generación a mediados de los '90.
   Las generaciones actuales de mastozoólogos bolivianos se formaron en las colecciones mencionadas y, aunque muchos de ellos trabajan actualmente en ONGs nacionales y extranjeras, es innegable que sus primeros pasos los dieron en aquellas instituciones públicas, a las que se han unido en los últimos años el Centro de Biodiversidad y Genética de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba y la Universidad Amazónica de Pando.
   Los estudios realizados por las recientes generaciones han sido beneficiados por la capacidad instalada y por las colecciones establecidas. También estos investigadores han recibido una formación académica dada por biólogos que ya estaban trabajando en el área, han recibido cursos de capacitación sobre varios temas ecológicos, diseño y análisis de datos, formulación de hipótesis y técnicas modernas de trabajo de campo.
   A partir de 1793, numerosos expedicionarios han colectado para museos de Europa y de los Estados Unidos, destacándose entre ellos A. d'Orbigny, L. E. Miller, H. S. Boyle, W. M. Mann, E. Budín, G. H. H. Tate, H. Anthony, J. Yepes, J. A. Crespo, A. M. Olalla, O. P. Pearson y C. C. Olrog, sólo para citar algunos nombres. El naturalista alemán José Steinbach merece especial mención, ya que residió en Bolivia y entre 1910 y 1938 colectó mamíferos y aves para varios museos de Estados Unidos y de Europa. Su hijo F. B. Steinbach, siguiendo los pasos de su padre, colectó para museos extranjeros entre 1926 y 1953. La tradición familiar fue seguida por el hijo de este último, Roy Steinbach, quien colectó mamíferos hasta 1973 (Anderson, 1997).
   A principios de los '60 se iniciaron dos importantes misiones que contribuyeron a la colecta de especímenes para museos extranjeros. Una de ellas, a cargo de Middle America Research Unit (MARU), condujo estudios en Bolivia por cerca de una década (1963-1972), a causa de un brote epidémico de fiebre hemorrágica en el departamento del Beni, donde se trabajó principalmente, aunque también colectó en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Sus especímenes están depositados en el Field Museum of Natural History de Chicago y en el National Museum of Natural History de Washington. La segunda misión fue la del American Museum of Natural History de New York (AMNH), con el apoyo del US Army Medical Research and Development Command, quienes colectaron mamíferos y sus ectoparásitos entre 1963 y 1966, realizando además importantes colectas de otros grupos de vertebrados e insectos (Anderson, 1997).
   En los '80 las más relevante fueron las expediciones anuales de mastozoólogos estadounidenses del AMNH y del Museum of Southwestern Biology de New Mexico (MSB), en las que estuvo incluido un amplio grupo de estudiantes estadounidenses que colectaron para sus museos en muchas regiones de Bolivia. En esas expediciones participón un limitado número de biólogos bolivianos y sólo algunos especímenes fueron depositados en colecciones del país.
   Otro grupo numeroso que llegó a Bolivia en los '80 fue el de investigadores de la Estación Biológica de Doñana, España, quienes colectaron diversos grupos de fauna y estudiaron la ecología de numerosos vertebrados. Las colectas de los investigadores españoles se depositaron en la colección de la Estación Biológica de Doñana en Sevilla.
   Dos investigadores extranjeros se destacan en los '80 por sus aportes a las colecciones nacionales recientemente formadas: Masaki Yoneda investigador de la Cooperación Japonesa que trabajó en Pando y en La Paz y depositó sus especímenes en la colección del Museo de Historia Natural; y Joao Lobao Tello quién a mediados de los '80 's estudió el estado de conservación de los felinos para CITES y obtuvo 285 especímenes de mamíferos que depositó en el Museo de Historia Natural Noel Kempff.
   En los '90, con la creación de la Colección Boliviana de Fauna, se firmó el primer convenio de colaboración con los museos estadounidenses AMNH y MSB, y un convenio similar con éstos fue suscrito por el MNK. A partir de la firma de estos convenios, entre 1990 y 1993, se depositaron en la CBF y en el MNK los especímenes colectados por las expediciones de esos museos estadounidenses. A partir de los convenios también se incrementó la participación de estudiantes e investigadores bolivianos en las expediciones. En éstas, los estudiantes e investigadores nacionales se capacitaron en las técnicas de colecta y preparación de especímenes de pequeños mamíferos y en la toma de muestras para estudios genéticos y sobre parásitos. Este convenio de colaboración sirvió de modelo para otros varios convenios que han sido suscritos hasta el presente por la CBF y el MNK.
   Las colecciones nacionales de mamíferos han crecido notablemente en los últimos 15 años. Hasta 1993 Anderson (1997) había registrado más de 36.900 especímenes de mamíferos bolivianos depositados en colecciones de todo el mundo, incluyendo las de Bolivia. Hasta ese mismo año el MNK y la CBF tenían cerca de 3600 especímenes, es decir aproximadamente el 10% de los mamíferos colectados en Bolivia. La CBF al momento de su fundación, en 1990, tenía sólo 1243 especímenes y actualmente cuenta con la mayor cantidad de mamíferos en Bolivia, unos 7669 catalogados hasta la mitad de 2004. Además, desde 1999 la CBF y el MNK poseen los holotipos de siete especies.
   El crecimiento de las colecciones nacionales se debe en gran parte a la creación, en 1992, del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Éste permitió que investigadores nacionales y estudiantes participaran ampliamente de la realización de inventarios biológicos destinados a los planes de manejo de varias áreas protegidas. Esos inventarios potenciaron inicialmente a la CBF y al MNK, y más recientemente a la colección del Centro de Biodiversidad y Genética y a la colección del Museo de Historia Natural Pedro Villalobos de la Universidad Amazónica de Pando. El crecimiento de esas colecciones constituye la base para un mayor número de estudios ecológicos en el país.
   En mi opinión, hasta el presente son tres las publicaciones más relevantes e influyentes para la mastozoología boliviana: la de Anderson 1993 "Los mamíferos bolivianos: notas de distribución y claves de identificación", que permitió a los investigadores y estudiantes bolivianos contar con una clave para identificar los especímenes de sus propias colectas y publicar sus resultados; el Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia publicado en 1996, donde se propuso por primera vez una categorización sobre el estado de conservación de las especies de mamíferos que fue consensuada por un amplio grupo de especialistas en vertebrados (Tarifa, 1996), y la publicación de Anderson de 1997 "Mammals of Bolivia, taxonomy and distribution", que sistematizó y sintetizó el conocimiento sobre los mamíferos bolivianos documentados mediante especímenes. Esta último es sin duda la obra más importante y fundamental para la mastozoología boliviana.
   Los grupos de mamíferos más estudiados ecológicamente son los camélidos, primates, carnívoros y chanchos. Las investigaciones de camélidos fueron principalmente desarrolladas por bolivianos y dedicadas a aspectos inherentes al uso económico y manejo de las especies. En el caso de primates, los estudios se concentraron en campos de la ecología, comportamiento y citogenética y fueron realizados mayormente por extranjeros (Tarifa, 1990). Los estudios sobre carnívoros y chanchos son más recientes y están a cargo principalmente de organizaciones extranjeras.
   En cuanto a programas de conservación, se destacan el Programa para la Conservación de los Murciélagos de Bolivia (PCMB) y la Alianza Gato Andino (AGA). El PCMB se creó a fines de 1998 con la misión de promover la conservación de los murciélagos de Bolivia y sus ecosistemas mediante actividades de educación e investigación. El PCMB ha realizado investigaciones sobre murciélagos en La Paz , Cochabamba y Santa Cruz y ha promovido varias campañas y talleres educativos destinados al público en general. El PCMB también ha organizado cursos para biólogos dictados por expertos, en los que se ha dado capacitación en técnicas modernas para el trabajo con murciélagos. Uno de los éxitos de ese programa es haberse constituido en un medio para congregar a un buen grupo de jóvenes mastozoólogos interesados en el estudio de los mamíferos en general, quienes han encontrado en el PCMB un medio para el intercambio de ideas.
   La AGA -inicialmente Comité para la Conservación del Gato Andino (COCGA)- se formó hacia finales de 1999 con la misión de contribuir a conocer y conservar el gato andino y su hábitat, a lo largo de su área de distribución. Sus objetivos son la investigación, la educación y la elaboración de un plan de acción para la especie. Este proyecto ha sido bastante exitoso, se están desarrollando investigaciones intensivas en la región de Lípez (Departamento Potosí) y se han realizado algunas publicaciones.
   El número de publicaciones sobre mamíferos bolivianos se ha incrementado notablemente en los últimos años. En la revista Ecología en Bolivia publicada por el IE se publicó, en los '90, cuatro veces más sobre mamíferos que en los años '80. Comparando las mismas décadas, al analizar las citas en Zoological Record, se obtiene un incremento en una proporción de 1.6. Asimismo, en comparación con los '80, en los '90 incrementó el número de publicaciones en colaboración entre bolivianos y extranjeros, hecho que puede entenderse considerando que en los '90 se fortalecieron las colecciones nacionales y se incrementó la colaboración con OGNs extranjeras.
   El análisis de las temáticas presentadas por las fichas bibliográficas de Zoological Record muestra que las publicaciones de autores únicamente bolivianos se refieren a tres campos: conservación, distribución/zoogeografía y ecología. Las temáticas de las publicaciones en cooperación con extranjeros se diversifican y tocan campos como comportamiento, genética y parasitología; dos de éstas requieren laboratorios que no existen en Bolivia, ni en las instituciones académicas públicas ni en las ONGs. Las publicaciones de autores extranjeros contribuyen al conocimiento en paleontología, distribución/zoogeografía, parasitología, sistemática/taxonomía y comportamiento.
   Otro esfuerzo reciente es la publicación de guías de campo, hasta hace poco inexistentes en el país. Actualmente hay publicadas dos guías para la región de Madidi, una para Cotapata y dos para la Chiquitanía.
   La comunidad de mastozoólogos bolivianos ha crecido en los últimos años. Las carreras que forman biólogos y mastozoólogos pertenecen a las universidades de La Paz , Cochabamba, Santa Cruz y Pando. Si bien algunas de estas carreras tienen ya más de 30 años, los cursos sobre mamíferos se dictan como materia curricular sólo desde hace algo más de diez años. La primera tesis sobre mamíferos en la carrera de Biología de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz data de 1987. Desde entonces ha habido un incremento importante en el número de tesis, más notable a partir de 1999, debido a la mayor disponibilidad de tutores bolivianos y extranjeros para dirigir a los estudiantes en temas especializados sobre mamíferos. De los 47 tutores que participaron en las 38 tesis escritas, 30 fueron bolivianos y 17 extranjeros (algunas tesis estuvieron dirigidas por más de un tutor).
   En los últimos veinte años ha incrementado la oferta de carreras y cursos de postgrado en temas vinculados con el medio ambiente, permitiendo que muchos profesionales bolivianos continúen estudios superiores y sean competitivos al nivel de títulos para trabajos que se ofrecen en instituciones públicas y en ONGs nacionales y extranjeras. La mayoría de los mastozoólogos tienen el grado de licenciatura en Biología, algunas maestrías obtenidas en el país y fuera de él y unos pocos doctorados en ciencias. De 29 bolivianos que respondieron en el 2004 a la iniciativa de crear una red de comunicación electrónica, 17 (58.6%) tenía el título de licenciatura en Biología, 8 (27.6%) el de maestría y 4 (13.8%) un doctorado en ciencias. Un aspecto positivo para mencionar es que nueve de los diez bolivianos que han salido del país para estudiar, han regresado a pesar de las diferencias en salario y de oportunidades para la investigación. Todos, sin embargo, continúan investigando sobre mamíferos bolivianos.
   Actualmente el pequeño número de mastozoólogos bolivianos con grados de maestría y doctorado limita la capacidad para formar estudiantes de post-grado; no obstante, la capacidad nacional para dirigir trabajos de licenciatura en un amplio número de áreas es buena y aún no está siendo explotada. De hecho, los tutores de muchas tesis sobre mamíferos en las universidades públicas y privadas han sido biólogos no especialistas en mamíferos.
   Actualmente la investigación mastozoológica en Bolivia se realiza principalmente en instituciones públicas como la CBF , el MNK, el Centro de Biodiversidad y Genética o el Museo de Historia Natural Pedro Villalobos de Pando. Las instituciones públicas cuentan en general con muy escaso presupuesto y personal pagado. Todas tienen también problemas de infraestructura y equipamiento. Un aspecto preocupante para el desarrollo de la mastozoología en las instituciones públicas es la carencia de líneas de investigación consolidadas, que den continuidad a las investigaciones y permitan a los investigadores dedicarse sistemáticamente, por varios años, a temas específicos. Las condiciones de trabajo en instituciones académicas públicas en Bolivia fomentan la discontinuidad y la dispersión. Además, estas instituciones dependen, para cumplir sus labores, de personal voluntario cuya situación económica les exige realizar consultorías, es decir trabajos de corto plazo.
   Las ONGs internacionales con presencia en Bolivia no sólo están en calidad de "donantes" sino también como ejecutores. Ibisch (2003) enfatizó que "el número de ONGs de conservación internacional (donantes) en Bolivia se ha incrementado en la última década. En general, hay una tendencia entre ellas a enfatizar el fortalecimiento de su presencia oficial en el país, cuando originalmente implementaban proyectos a través de socios locales". En el campo de la investigación sobre mamíferos bolivianos la ONG internacional con más recursos y personal propio es Wildlife Conservation Society (WCS).
   Wildlife Conservation Society comenzó su trabajo en 1991. Fue entonces cuando el Dr. Andrew Taber, en colaboración con estudiantes y profesionales jóvenes de Santa Cruz, inicio estudios sobre la ecología de ungulados y carnívoros en el Gran Chaco y en el Parque Noel Kempff Mercado. También en los '90 WCS participó en el Bolivian Sustainable Forestry Program (BOLFOR) que concentró sus esfuerzos en la investigación de la diversidad biológica como uno de los aspectos en el manejo sostenible de las concesiones forestales. Otro programa de WCS es CONFAUNA que presta apoyo en capacitación y asesoramiento para tesis de licenciatura a gente del MNK y de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno de Santa Cruz. Otra ONG que está trabajando con mamíferos es Amazon Conservation Association (ACA) que concentra sus estudios en Pampas del Heath, colabora en el terreno con investigadores de la WCS y en gabinete con los de la CBF.
   A pesar de los desafíos para el desarrollo de la mastozoología boliviana, considero que los logros son muchos. Este año 2005, del 31 de mayo al 3 de junio, se llevo a cabo en la ciudad de Cochabamba el "Primer Congreso de Mastozoología en Bolivia". En este evento se reunieron 217 personas, entre las que se encontraban mastozoólogos de todos los departamentos del país y colegas de 13 países. Durante el congreso se presentaron 120 trabajos (58 ponencias orales y 62 paneles), además de la exposición de siete plenarias a cargo de invitados extranjeros y bolivianos (Aguirre y Tarifa, 2005).
   Durante el citado evento se consolidó la creación de la Asociación Boliviana de Investigadores sobre Mamíferos (ABIMA). Esa Asociación tiene el objetivo de agrupar a todos los investigadores y personas interesadas en los mamíferos bolivianos. ABIMA tomará la responsabilidad de organizar futuros encuentros y ya se acordó la organización del Segundo Congreso de Mastozoología en Bolivia en la ciudad de La Paz a mediados de mayo del 2006.
   Con la creación de ABIMA se ha consolidado el medio para fortalecer las relaciones con investigadores del exterior y especialmente con colegas de nuestra región, crear medios que permitan la comunicación entre mastozoólogos bolivianos y desarrollar una cultura más favorable a la comunicación y a la colaboración. Asimismo, con la organización de los congresos se facilitará el acceso a la investigación e información generada por las ONGs y por instituciones académicas públicas. El fortalecimiento de lazos entre asociaciones latinoamericanas mediante la SAREM repercutirá en una mastozoología latinoamericana más pujante capaz de responder a las necesidades de nuestros pueblos y generar mayores beneficios a la ciencia de la región.
   Aún nos quedan desafíos que vencer, pero esperamos que en un futuro próximo se consoliden: el incremento de recursos económicos fiscales y privados, destinados a la formación de recursos humanos, al desarrollo de investigación científica y a la aplicación de programas de protección, restauración y manejo de la biodiversidad; que se consolide, amplíe y mejore la enseñanza sobre biodiversidad en el sistema educativo nacional y que se facilite el acceso de estudiantes de Biología a las publicaciones internacionales de mastozoología.
   Mi agradecimiento a Ulyses Pardiñas quien me extendió la gentil invitación para escribir esta nota editorial y a Rubén Barquez por la cuidadosa edición de la misma. A las siguientes personas que me brindaron información: Norka Rocha (MNK), Renzo Vargas (Centro de Biodiversidad y Genética), Gonzalo Calderón (Museo Pedro Villalobos), Mabel Mejia (IE), Luis Aguirre (PCMB), Robert Wallace, Andrew Noss y Michael Painter (WCS), Julieta Vargas (CBF), Lilian Villalba (AGA), Virginia Padilla (IE). Muchas gracias a Rosa Mónica Salinas por su asistencia logística y a Marcos Tarifa por la enriquecedora discusión y cuidadosa revisión de esta nota.

Teresa Tarifa
3407 Fairoaks Circle, Caldwell,
Idaho 83605, USA
teresa_tarifa@yahoo.com

LITERATURA CITADA

AGUIRRE LF y T TARIFA. 2005. Comentarios sobre el Primer Congreso de Mastozoología en Bolivia. Mastozoología Neotropical 12(1):109-110.

ANDERSON S. 1985. Lista Preliminar de Mamíferos bolivianos. Cuadernos de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, 65, Ciencias Naturales, 6, Zoología 3:5-16.

ANDERSON S. 1993. Los mamíferos bolivianos: Notas de distribución y claves de identificación. Instituto de Ecología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz , Bolivia 159 pp.

ANDERSON S. 1997. Mammals of Bolivia : taxonomy and distribution. Bulletin of the American Museum of Natural History 231:1-652.

IBISCH PL. 2003. La diversidad de especies: Bolivia es un país megadiverso, subestimado y subinvestigado. Pp. 89-90, en : Biodiversidad: La riqueza de Bolivia (PL Ibisch y G Mérida, eds.). Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra , Bolivia.

IBISCH PL, M OLIVERA, N ARAUJO, I MORALES, y G MÉRIDA. 2003. Capacidades en ciencia de conservación de la biodiversidad. Pp. 539-548, en : Biodiversidad: La riqueza de Bolivia (PL Ibisch y G Mérida, eds.). Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra , Bolivia.

SALAZAR-BRAVO J, T TARIFA, LF AGUIRRE, E YENSEN, y TL YATES. 2003. Revised checklist of Bolivian mammals. Occasional Papers 220:1-27.

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