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Mastozoología neotropical

versão impressa ISSN 0327-9383versão On-line ISSN 1666-0536

Mastozool. neotrop. v.15 n.2 Mendoza jul./dez. 2008

 

La mastozoología en Bolivia: una historia de pioneros bolivianos y padres extranjeros*

Teresa Tarifa

Investigadora Asociada, Colección Boliviana de Fauna, La Paz, Bolivia. Dirección actual: 3407 Fairoaks Circle, Caldwell, Idaho 83605, Estados Unidos. <teresa_tarifa@yahoo.com>

* Este trabajo se presentó como plenario en el Primer Congreso Nacional de Mastozoología realizado en Cochabamba, Bolivia el 2005. Se exponen algunos aspectos del desarrollo de la mastozoología en Bolivia, enfatizando el período entre 1980 y mediados de 2005, y se evalúan las perspectivas futuras. Los datos provenientes de colecciones y publicaciones se revisaron hasta mayo de 2004. El trabajo ha sido organizado en torno a tres puntos centrales: el conocimiento, los esfuerzos de conservación, y los investigadores y las instituciones. Se utiliza la historia, o la cronología, como herramientas de exposición, pero no se pretende hacer una historia propiamente dicha del conocimiento, de la legislación, acciones de conservación, o de las instituciones.

RESUMEN: Este trabajo fue presentado como plenario en el Primer Congreso Nacional de Mastozoología realizado el 2005 en Cochabamba, Bolivia. Utilizando la historia y/o la cronología, se relata el desarrollo de la mastozoología boliviana entre 1980 y mediados de 2005, y se evalúa su perspectiva futura. Se trata en forma resumida sobre tres temas centrales: el estado del conocimiento, los esfuerzos de conservación a nivel nacional, y la formación y rol de los investigadores nacionales y sus instituciones. La rica fauna de mamíferos bolivianos, inicialmente estudiada mayormente por extranjeros, es ahora estudiada principalmente por mastozoólogos bolivianos que trabajan en instituciones nacionales públicas y privadas y en organizaciones no gubernamentales internacionales residentes en el país. Las colecciones científicas nacionales (p.e., Colección Boliviana de Fauna), a pesar de albergar solo un 17% de los especímenes de mamíferos bolivianos depositados en todos los museos del mundo, desempeña actualmente un rol importante en la generación del conocimiento sobre los mamíferos del país. Las publicaciones sobre los mamíferos bolivianos se han incrementado notablemente, mientras entre 1970 y 1989 se tuvieron 92 citas en Zoological Record, entre 1990 y mediados de 2004 se obtuvieron 226 citas. La creación el 2005 de la Asociación Boliviana de Investigadores en Mamíferos (ABIMA), ha facilitado un mayor intercambio de información y cooperación entre investigadores nacionales, permitiendo un avance aún mayor de la mastozoología boliviana. Aunque quedan desafíos que afrontar, la mastozoología boliviana está avanzando rápidamente y alcanzando una calidad de investigación en los estándares del continente y a nivel mundial.

ABSTRACT: Mammalogy in Bolivia: A history of Bolivian pioneers and foreign fathers. This paper was presented as a keynote address during the "Primer Congreso Nacional de Mastozoología" in Cochabamba, Bolivia, in 2005. Using history and/or chronology, I relate the development of mammalogy in Bolivia between 1980 and mid-2005, and I evaluate its future prospects. I briefly treat three central themes: the status of our knowledge, efforts in conservation at a national level, and the development and role of Bolivian researchers and their institutions. The rich Bolivian mammal fauna, studied initially mostly by foreigners, is now studied principally by Bolivian mammalogists working for Bolivian public and private institutions and international non-governmental agencies resident in the country. Bolivian scientific collections (e.g., Colección Boliviana de Fauna), in spite of Boliholding only 17% of the Bolivian mammal specimens deposited in all the museums in the world, currently perform an important role in the generation of knowledge about Bolivian mammals. Publications on Bolivian mammals have increased notably; between 1970 and 1989, there were 92 citations in Zoological Record, while between 1990 and mid-2004, there were 226 citations. The creation in 2005 of the Asociación Boliviana de Investigadores en Mamíferos (ABIMA) has facilitated a greater interchange of information and cooperation between Bolivian investigators, permitting even greater advances in Bolivian mammalogy. Although challenges remain to be faced, Bolivian mammalogy is advancing rapidly and achieving a quality of research equal to the standards of the continent and the world.

Palabras clave. Bolivia; Historia; Mastozoología.

Key words. Bolivia; History; Mammalogy.

COMPILACIONES HISTÓRICAS PREVIAS

   Cuatro publicaciones previas tratan sobre una aproximación histórica del desarrollo de la mastozoología en Bolivia. La obra más importante es "Mammals of Bolivia: taxonomy and distribution", escrita por Sydney Anderson y publicada en 1997. Esa obra ofrece una cronología de las colectas realizadas en el actual territorio de Bolivia en 200 años (desde 1793 hasta 1993) y elabora una lista de las personas e instituciones que trabajaron en ese período de tiempo. Otras aproximaciones históricas se encuentran en tres contribuciones más breves, la de Salazar-Bravo et al. (2002), quienes analizan básicamente el estado del conocimiento sobre los mamíferos bolivianos; la de Salazar-Bravo y Emmons (2003) que contiene un brevísimo bosquejo del estado de conocimiento de los mamíferos bolivianos; y finalmente, la nota editorial de Tarifa (2005) que presenta un resumen de algunos aspectos del desarrollo de la mastozoología boliviana que es lo que se expone en detalle en este trabajo.

DIVERSIDAD DE LOS MAMÍFEROS BOLIVIANOS

   Bolivia pertenece a los países tropicales del mundo; está ubicada en el centro-oeste de América del Sur y constituye el quinto país en extensión del continente. El desarrollo de la mastozoología en los últimos años ha permitido apuntalar con rigor científico lo que ha sido intuición común, de que Bolivia es uno de los países con mayor diversidad biológica. Actualmente Bolivia está incluida entre los 15 países del mundo con mayor diversidad biológica y de eco-regiones, y es razonable suponer que el actual conocimiento sobre esta diversidad es todavía incompleto.
   Su fauna de mamíferos es rica y comparable a la de otros países biodiversos, y es actualmente considerado el 13vo país a nivel global en cuanto a diversidad de especies de mamíferos (IUCN et al., 2008). La lista de mamíferos bolivianos más reciente indica la presencia de 11 órdenes, 43 familias, 179 géneros y 356 especies nativas (Salazar-Bravo et al., 2003). Los órdenes más representados son los roedores y quirópteros, los que constituyen el 36.8 y 30.3% de las especies respectivamente. No obstante, desde la lista de Salazar-Bravo et al. (2003) se han adicionado más de 15 especies (e. g., Pacheco et al., 2004; Voss et al., 2004; Acosta y Aguanta, 2005; Azurduy, 2005; Azurduy y Emmons, 2005; Emmons y Patton, 2005; Acosta et al., 2006; Villalpando et al., 2006; Wallace et al., 2006; Salazar- Bravo y Yates, 2007; Siles, 2007; Flores et al., 2008; Terán, en prep., Tarifa et al., en prep.), algunas de las cuales constituyen nuevas especies para la ciencia y otros nuevos registros en territorio nacional. Se prevé que nuevas especies nativas de mamíferos sean registradas en los próximos años en el país.
   El desarrollo de la mastozoología ha incrementado el número de especies en Bolivia en todos los órdenes de mamíferos. Algunos grupos, a los que es interesante referirse, son los murciélagos (Chiroptera), roedores (Rodentia), marsupiales (Didelphimorphia y Paucituberculata) y monos (Primates). Setenta y nueve especies de mamíferos adicionales se han registrado entre la primera lista de mamíferos bolivianos publicada por Anderson (1985) y la de Salazar-Bravo et al. (2003; Tabla 1).

Tabla 1
Especies de mamíferos nativos en los distintos órdenes presentes en Bolivia registradas en cuatro listas publicadas. Los números entre paréntesis indican el incremento de especies en relación a la lista anterior.

   El número de especies endémicas de Bolivia es relativamente pequeño, pertenecen a tres órdenes: Didelphimorphia, Primates y Rodentia, y mayoritariamente a la última. Las listas publicadas difieren en relación al número de especies endémicas: Anderson y Tarifa (1996) indican 15 especies, mientras que Salazar-Bravo et al. (2002) y Salazar-Bravo y Emmons (2003) mencionan 17 especies. Estas listas requieren actualización ya que se han descrito últimamente nuevas especies sólo presentes en Bolivia, se han revisado algunos géneros, se han extendido las distribuciones de algunas especies a países vecinos (e.g., Tapecomys primus; Barquez et al., 2006), y otras especies requieren confirmación taxonómica (Tarifa et al., en prep.).

GENERACIONES DE MASTOZOÓLOGOS

   De acuerdo con la cronología de Anderson (1997), desde la primera colecta de 1829, realizada por Johann Natterer, hasta los años '60s del siglo XX, la contribución científica al conocimiento de los mamíferos del territorio boliviano fue obra principal o exclusivamente de investigadores y exploradores europeos y norteamericanos. En los años '60s y '70s surgen los "pioneros bolivianos", escasos en número, cuyas actividades de investigación sirvieron al conocimiento de los mamíferos, aunque no pocas veces estaban dirigidas por preocupaciones distintas (e. g., epidemiológicas) o por un interés naturalista de alcance más amplio y, por ello, no muy preciso. Sin embargo, es en esos años cuando se realizan investigaciones focalizadas en mamíferos como la vicuña, y en algunas especies de primates.
   La segunda generación surgió a mediados de los '80s y principios de los '90s y en este trabajo se los denomina los "nuevos pioneros" nacionales. Son nuevos en tanto su conexión con la primera generación es escasa o inexistente, en términos de tradición o continuidad académica, y en tanto que es en el trabajo de estos nuevos pioneros donde el conocimiento de los mamíferos desarrollado por investigadores bolivianos se conecta, en un sentido epistemológico, con el conocimiento de la mastozoología desarrollada por investigadores de otros lugares del mundo.
   Estos "nuevos pioneros" se formaron principalmente trabajando en las colecciones del Instituto de Ecología, del Museo Nacional de Historia Natural de La Paz, y del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado de Santa Cruz, y a principios de los '90s también en la Colección Boliviana de Fauna. Ellos crearon y contribuyeron al desarrollo de las colecciones de fauna y flora y realizaron estudios de ecología en primates y camélidos. Las colecciones de fauna y flora han tenido un rol especial en la formación de botánicos y zoólogos tanto en la generación de "nuevos pioneros" como en la siguiente. Según Ibisch et al. (2003: 540-541), "…los museos de historia natural [es decir, las colecciones de fauna y flora], que fueron creados ya con la participación de los primeros biólogos bolivianos [los llamados aquí "nuevos pioneros"], y son de carácter público y no instituciones privadas, han tenido quizás el rol más importante para desarrollar las capacidades de investigación y ciencias de biodiversidad en el país". Muy pocos de estos "nuevos pioneros" fueron adoptados como discípulos por investigadores extranjeros; la mayoría se formaron solos y se constituyeron en los "hermanos mayores" de los investigadores nacionales, que surgieron como tercera generación a mediados de los '90s y a principios de la actual década.
   Las generaciones recientes de mastozoólogos ya se sirvieron para sus estudios de la capacidad instalada, de colecciones establecidas y de una formación académica dada por biólogos que ya estaban trabajando en mastozoología. También han recibido cursos de capacitación sobre temas ecológicos, diseño y análisis de datos ecológicos y formulación de hipótesis. Las ONGs (Organizaciones no Gubernamentales) extranjeras tienen un rol importante en el financiamiento de cursos de capacitación y en la participación de sus investigadores en calidad de instructores, destacándose Wildlife Conservation Society (WCS), Conservation Internacional (CI), World Wildlife Fund (WWF) y The Nature Conservancy (TNC). Muchos de los mastozoólogos de esta tercera generación, y la subsecuente, trabajan hoy en ONGs nacionales y extranjeras, pero es innegable que sus primeros pasos los dieron en aquellas instituciones públicas, a las que se han unido en los últimos años el Centro de Biodiversidad y Genética de la Universidad Mayor de San Simón, la Universidad Amazónica de Pando, y el Museo de Historia Natural Alcide D'Orbigny de Cochabamba.

COLECCIONES DE MAMÍFEROS

   Las primeras colectas de mamíferos en el actual territorio boliviano fueron las de Johann Natterer quien en 1829 colectó para el museo de Viena (Austria). Las primeras exploraciones extensivas en Bolivia fueron las conducidas por Alcide D'Orbigny entre 1830 y 1832, y sus colecciones fueron depositadas en el Museo de Historia Natural de París. En las décadas siguientes otros expedicionarios colectaron en territorio boliviano para museos de Europa y de los Estados Unidos, destacándose los nombres de L. E. Miller, H. S. Boyle, W. M. Mann, E. Budín, G. H. H. Tate, H. Anthony, J. Yepes, J. A. Crespo, A. M. Olalla, O. P. Pearson y C. C. Olrog, sólo para citar algunos nombres (Anderson, 1997). El naturalista alemán José Steinbach merece especial mención. Residió en Bolivia, y en el período entre 1910 y 1938 colectó mamíferos y aves para varios museos de Estados Unidos y de Europa. Su hijo F. B. Steinbach, siguiendo los pasos de su padre, colectó para museos extranjeros entre 1926 y 1953. La tradición familiar fue seguida por el hijo de este último, Roy Steinbach, quien colectó mamíferos hasta 1973 (Anderson, 1997).
   A principios de la década de los '60s se iniciaron dos importantes misiones que contribuyeron a la colecta de especímenes. Una de ellas, a cargo de Middle America Research Unit (MARU), a causa de un brote epidémico de fiebre hemorrágica en el departamento del Beni, que condujo estudios en Bolivia por cerca de una década (1963-1972). Trabajaron principalmente en el Beni, pero también colectaron ampliamente en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Sus especímenes están depositados en el Field Museum of Natural History (FMNH), Chicago y en el National Museum of Natural History (NMNH), Washington, D.C. La segunda misión fue la del American Museum of Natural History (AMNH), New York quienes, con el apoyo del U.S. Army Medical Research and Development Command, entre 1963 y 1966 colectaron mamíferos y sus ectoparásitos, realizando además importantes colectas de otros grupos de vertebrados e insectos (Anderson, 1997).
   Durante los '70s mastozoólogos sudamericanos y estadounidenses colectaron para sus museos en diversos lugares de Bolivia. Al final de los '70s, en 1979, se fundó el Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz (UMSA).
   En los '80s se fundaron el Museo de Historia Natural de La Paz (MNHN), en 1980, y el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado de Santa Cruz (MNK), en 1986. Sin embargo, lo más relevante de los '80s fueron las expediciones anuales de mastozoólogos del American Museum of Natural History, y del Museum of Southwestern Biology de Albuquerque (MSB), en las que estuvo incluido un amplio grupo de estudiantes estadounidenses que colectaron para sus museos en varias regiones de Bolivia. En esas expediciones participaron un contado número de bolivianos y sólo algunos especímenes se depositaron en las colecciones bolivianas. Otro grupo numeroso que llegó a Bolivia en los '80s fue el de los investigadores españoles de la Estación Biológica de Doñana, quienes colectaron diversos grupos de fauna y estudiaron la ecología de varios grupos de vertebrados. Sus colectas se depositaron en la colección de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla.
Masaki Yoneda investigador de la Cooperación Japonesa también trabajó en los '80s. Sus investigaciones se realizaron en Pando y en La Paz, y sus especímenes fueron depositados en la colección del Museo de Historia Natural de La Paz. Finalmente, Joao Lobao Tello a mediados de los '80s estudió el estado de conservación de los felinos para CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora) y obtuvo 285 especímenes de mamíferos que depositó en el Museo de Historia Natural Noel Kempff.
   En 1990 se creó la Colección Boliviana de Fauna (CBF), institución que firmó el primer convenio de colaboración con los museos estadounidenses AMNH y MSB. Un convenio similar con estos dos museos de Estados Unidos fue suscrito por el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (MNK). A partir de la firma de estos convenios, entre 1990 y 1993 se depositaron en la CBF y en el MNK especímenes colectados en las expediciones de ambos museos estadounidenses. A partir de los convenios, también se incrementó la participación de estudiantes e investigadores bolivianos en las expediciones. En un período de ocho años (1982-1989) participaron 20 estudiantes, mientras que entre 1990 y 1993 lo hicieron 53 estudiantes. En esas expediciones los estudiantes e investigadores nacionales se capacitaron en técnicas de colecta y preparación de especímenes de pequeños mamíferos y en la toma de muestras para estudios genéticos y parasitológicos. La gran mayoría de los estudiantes e investigadores bolivianos participaron sólo una vez en esas expediciones, y no participaron en la identificación de especímenes; esa tarea la hicieron en su integridad los investigadores y estudiantes extranjeros en los museos de los Estados Unidos.
   Los convenios de colaboración con el AMNH y el MSB sirvieron de modelo para los convenios con el FMNH, con el Smithsonian y con Conservation International para su Rapid Assessment Program (RAP) y para otros varios convenios que han sido suscritos hasta el presente por la CBF y el MNK. Bolivia es el país en el mundo en el que más expediciones del RAP se han realizado.

IMPORTANCIA DE LAS COLECCIONES DE MAMÍFEROS NACIONALES

   Hasta 1993, Sydney Anderson registró más de 36 900 especímenes de mamíferos bolivianos depositados en colecciones de todo el mundo. Hasta ese año las dos principales colecciones bolivianas (MNK y la CBF) tenían en conjunto unos 3600 especímenes (incluidas en las estadísticas de Anderson, 1997), es decir aproximadamente un 10% de los mamíferos colectados en Bolivia. La mayoría de las especies de las colecciones nacionales estaban representadas por un sólo espécimen y sólo existían series para muy contadas especies.
   Tanto la colección de la CBF como la del MNK han crecido notablemente en estos últimos años. Hasta mediados de 2004, la CBF contaba con la mayor cantidad de especímenes de mamíferos en Bolivia (7669 catalogados) y el MNK tenía aproximadamente 4730, mayormente de las tierras bajas de Bolivia y especialmente del departamento de Santa Cruz (Gonzales y Montaño, 2005). Al tiempo de su fundación en 1990, la CBF contaba con 1243 especímenes (16.2%; 436 provenientes de la colección perteneciente al IE y 807 provenientes del Museo de Historia Natural de La Paz). Las expediciones realizadas en territorio nacional por el AMNH y el MSB depositaron entre 1990 y 1993 un total de 938 especímenes (12.2%), y los restantes 5488 especímenes (71.6%) fueron producto principalmente de trabajos de sus propios investigadores, de trabajos de carácter antropológico, y de nuevos convenios de cooperación con museos extranjeros en los cuales mastozoólogos bolivianos participaron como investigadores (Tabla 2; Fig. 1).

Tabla 2
Representatividad de especies en la colección de mamíferos de la Colección Boliviana de Fauna (CBF - datos a agosto 2004).


Fig. 1. Contribución de especímenes a la Colección Boliviana de Fauna desde su creación en 1990 hasta 2004. Acrónimos: CBF (Colección Boliviana de Fauna), IE (Instituto de Ecología), MNHN (Museo Nacional de Historia Natural, La Paz), AMNH (American Museum of Natural History, New York), MSB (Museum of Southwestern Biology, Albuquerque).

   Gran parte del crecimiento de las colecciones de la CBF y del MNK se debe a la creación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas en 1992. Este sistema permitió que investigadores nacionales y numerosos estudiantes participaran ampliamente en la realización de inventarios biológicos destinados a los planes de manejo de varias áreas protegidas. Esos inventarios potenciaron inicialmente a la CBF y al MNK, y más recientemente a la colección del Centro de Biodiversidad y Genética (CBG) y a la colección del Museo de Historia Natural Pedro Villalobos de Pando. Así, mientras la colección del IE creció entre 1980 y mediados de 1990 a un promedio de 48.4 especímenes/año y la del Museo de Historia Natural de La Paz lo hizo a un promedio 84.9 especímenes/año, la colección de la CBF incrementó entre mediados de 1990 y mediados de 2004 en 392 especímenes/año, un promedio 8 veces mayor al que tuvo la colección del IE y 4.6 veces mayor al que tuvo el Museo de Historia Natural de La Paz. El crecimiento de esas colecciones constituye la base para un mayor número de estudios ecológicos e inventarios biológicos en el país.
   Por otra parte, la relevancia de las colecciones bolivianas a nivel internacional ha incrementado en los últimos años con el depósito de holotipos. Desde 1999, la CBF y el MNK tienen los holotipos de seis especies: Juscelinomys guaporensis Emmons, 1999; Juscelinomys huanchacae Emmons, 1999; Tapecomys primus Anderson y Yates, 2000; Marmosops creightoni Voss, Tarifa y Yensen, 2004; Oryzomys acritus Emmons y Patton, 2005; y Callicebus aureipalatii Wallace, Gómez, Felton y Felton, 2006.

ESTUDIOS SOBRE LA ECOLOGÍA DE MAMÍFEROS

   Los estudios ecológicos de mamíferos comenzaron en los '70s, y en esa década y en los '80s se dedicaron a camélidos y a primates. Las investigaciones de camélidos fueron desarrolladas esencialmente por bolivianos, y estuvieron consagradas principalmente a aspectos relativos al uso económico y al manejo de las especies. En primates, los estudios se concentraron en campos de la ecología, pero además en comportamiento y citogenética (Tarifa, 1990), y fueron realizados mayormente por extranjeros.
   En el desarrollo de la ecología, en general, hay que destacar el rol del IE de la UMSA que trabajó en colaboración con la Cooperación Alemana. Esta cooperación propició la creación de las colecciones de fauna como una necesidad para realizar estudios ecológicos en Bolivia. Los trabajos pioneros se hicieron en el Altiplano Central, en las Sabanas de Espíritu y en la Estación Biológica Beni, y proporcionaron los primeros especímenes de mamíferos de la colección del IE.
   El rol formativo del IE en el campo de la ecología se ve reflejado en las tesis de licenciatura producidas por la Carrera de Biología de la UMSA. Entre 1987 y 2004, se produjeron 24 tesis (63%) relacionadas con ecología, seguido por 5 tesis (13%) sobre manejo/cacería y 3 tesis (8%) sobre comportamiento. El restante 16% (6 tesis) estuvo relacionado a estudios sobre fisiología (2 tesis), morfometría, métodos de estudio, epidemiología y etnozoología (con 1 tesis cada uno).

PUBLICACIONES SOBRE MAMÍFEROS

   El número de publicaciones es comúnmente considerado el indicador más relevante de la productividad de los científicos en sus áreas de investigación. Con el objetivo de ver las tendencias que ha seguido la mastozoología en Bolivia, se hizo un análisis de las fichas bibliográficas del Zoological Record, usando las palabras claves "Mammals" y "Bolivia". Se obtuvieron 318 títulos, que corresponden al período de tiempo entre 1970 y la mitad de 2004. Con el mismo objetivo se analizaron las publicaciones sobre mamíferos contenidas en la revista "Ecología en Bolivia" entre 1982 y la mitad de 2004. Ambos análisis mostraron un incremento notable en el número de publicaciones producidas sobre mamíferos bolivianos. En los '90s, en Ecología en Bolivia se publicó cuatro veces más sobre mamíferos que en los años 80. El análisis en Zoological Record muestra una proporción de 1.6 cuando se comparan las mismas décadas (Tabla 3).

Tabla 3
Número de publicaciones sobre mamíferos bolivianos en "Ecología en Bolivia" entre 1982 y 2004 y en fichas bibliográficas en Zoological Record entre 1970 y mediados de 2004, y número de publicaciones sobre mamíferos producidas por bolivianos y extranjeros en ambas revistas. AEste número de publicaciones representa el 19.3 % del total de publicaciones producidas por la revista. Bol = bolivianos solos, Bol-Ext = cooperación entre bolivianos y extranjeros, Ext = extranjeros solos.

   También se contrastó la cantidad de publicaciones producida sólo por bolivianos, con la producida por extranjeros, y con las de colaboración entre bolivianos y extranjeros. En Ecología en Bolivia la mayor parte de las publicaciones fueron producidas por bolivianos en colaboración con extranjeros (51.3 %); las publicaciones de autores bolivianos representan el 38.5 %. En comparación con los '80s, en los '90s el número de publicaciones producto de la colaboración entre bolivianos y extranjeros incrementó, hecho que puede entenderse por el fortalecimiento de las colecciones nacionales y el incremento en la colaboración con ONG's extranjeras.
   Las publicaciones sobre mamíferos en Bolivia cuyos autores son sólo extranjeros son las menos en Ecología en Bolivia, pero dominan en las revistas extranjeras. Este hecho puede explicarse por varios factores, entre ellos las diferencias entre las temáticas de interés para la investigación, las exigencias para publicar en revistas extranjeras (quizás más difíciles de satisfacer para los autores bolivianos), las limitaciones de idioma y las diferencias en el acceso a información reciente, entre otros (Tabla 3).
   El análisis de las temáticas presentadas por las fichas bibliográficas en Zoological Record muestra que las publicaciones cuyo autor/es son bolivianos se refieren exclusivamente a tres campos: conservación, distribución y zoogeografía, y ecología. Las temáticas de las publicaciones en cooperación con extranjeros se diversifican y tocan campos como comportamiento, genética y parasitología; dos de estas temáticas requieren de laboratorios que apenas existen en Bolivia, tanto en las instituciones académicas públicas como en las ONGs. Las publicaciones cuyos autores son sólo extranjeros contribuyen al conocimiento en paleontología, distribución y zoogeografía, parasitología, sistemática y taxonomía (Tabla 4).

Tabla 4
Número de publicaciones por temáticas de los bolivianos solos (Bol), de la cooperación entre bolivianos y extranjeros (Bol-Ext) y extranjeros solos (Ext), citadas en fichas bibliográficas de Zoological Record entre 1970 y mediados de 2004.

   Las diferencias de las temáticas de las publicaciones de investigadores bolivianos y aquellas de autores extranjeros, se explican por las diferencias entre las agendas científicas y por el grado de desarrollo del conocimiento entre los países. Sin embargo, no se considera que la realización de inventarios biológicos, que se reflejan en publicaciones sobre temas de conservación y distribución y zoogeografía no tengan el mismo valor para la mastozoología boliviana que las publicaciones sobre ecología y evolución, y que sólo estas últimas sean consideradas indicadoras de una mastozoología boliviana que "ha empezado a llegar a su mayoría de edad" (Salazar-Bravo y Emmons, 2003: 146). Los inventarios biológicos son muy importantes para un país como Bolivia donde se registran especies no sólo nuevas para el país, sino también para la ciencia, y donde muchas áreas permanecen inexploradas biológicamente. Investigadores de prestigiosas instituciones como Smithsonian Institution, Conservation International, FMNH, y Wildlife Conservation Society, han hecho y hacen trabajos de inventarios en Bolivia porque los estudios ecológicos y la conservación o manejo de las especies requieren, primero, conocer lo que se quiere estudiar, conservar o manejar.
   Las limitaciones que Ibisch et al. (2003) encuentran en la investigación realizada por biólogos bolivianos -en el aprovechamiento de datos, en la interpretación y aplicación de los resultados- no se deben a que ellos se dediquen a realizar inventarios de especies, sino que su causa está en la formación de los profesionales, y en la carencia de líneas de investigación consolidadas, aquellas que dan continuidad a la investigación y permiten a los investigadores de los museos tener temas a los que se dedican sistemáticamente por varios años. En contraste, las condiciones de trabajo en Bolivia fomentan la discontinuidad y la dispersión. En las instituciones académicas públicas hay mucho personal ad-honorem que trabaja con mamíferos, pero que depende económicamente de la realización de trabajos como consultores, con contratos generalmente de corto plazo. El financiamiento para estudios de mediano y largo plazo continúa siendo escaso.

OBRAS MÁS IMPORTANTES SOBRE MAMÍFEROS BOLIVIANOS

   Las tres publicaciones que pueden considerarse como las más importantes en la mastozoología boliviana contemporánea, hasta la mitad de 2005, son: "Los mamíferos bolivianos: notas de distribución y claves de identificación" de Sydney Anderson, publicada por la Colección Boliviana de Fauna en 1993, "El Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia" publicado por el Centro de Datos para la Conservación en 1996 y "Mammals of Bolivia, taxonomy and distribution" de Sydney Anderson publicado por el American Museum of Natural History en 1997.
   El trabajo de Anderson (1993) permitió a investigadores y estudiantes bolivianos contar con una clave para identificar las especies de sus propias colectas, y publicar sus resultados. El Libro Rojo propuso por primera vez una categorización del estado de conservación para las especies de mamíferos, y fue consensuada por un amplio grupo de especialistas. Este libro no sólo se constituyó en un instrumento del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente para la toma de decisiones en el campo de la conservación de la fauna silvestre, sino que es ampliamente usado y citado por el público en general. Finalmente, la publicación de Anderson de 1997 sistematizó y sintetizó el conocimiento de los mamíferos bolivianos, documentados con especímenes. Este libro es, sin duda, el más importante para la mastozoología boliviana hasta la actualidad.

ESFUERZOS DE CONSERVACIÓN: ESPECIES

   Las acciones para conservar los mamíferos bolivianos datan de 1832 cuando se elaboró la primera ley para protección de la chinchilla (Chinchilla brevicaudata) prohibiendo su caza por tres años debido al riesgo de desaparición en que se encontraba la especie. Posteriormente, entre los años 1850 y 1940, también con el objetivo de proteger a la chinchilla, se dictaron otras prohibiciones de caza. A pesar de la amplia legislación para proteger a esta especie, ella fue considerada "probablemente extinta" en el territorio nacional, aunque no se ha realizado una búsqueda intensiva de la especie (Tarifa, 1996). Las últimas colectas en vida silvestre, en el departamento de Cochabamba, datan de principios de 1939 (Anderson, 1997). La demanda por su valiosa piel sería la causa de su extinción en vida silvestre y comercial.
   El guanaco del área andina, Lama guanicoe cacsilensis, fue considerado extinto en vida silvestre en Bolivia, aunque pobladores del Parque Nacional Sajama y del Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba, lo mencionaron como presente en esas áreas (Tarifa, 1996). Recientemente se ha reportado el avistamiento de individuos en la Cordillera de Mochará, en el departamento de Potosí (Núñez, 2008), lo que documenta la existencia de poblaciones en vida silvestre.
   Un esfuerzo exitoso de conservacion de mamíferos bolivianos lo constituye el caso de la vicuña (Vicugna vicugna). En 1968 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la declaró "especie en vías de extinción" debido a la caza furtiva para la venta de su lana y su piel. En Bolivia, en 1965, en la región de Ulla Ulla (Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba) existían solamente 97 vicuñas (Tarifa, 1996). En 1969, Perú y Bolivia suscribieron el Tratado de La Paz, mediante el cual acordaron unir esfuerzos para salvar a la especie de la extinción. A este convenio se unieron Argentina, Chile y Ecuador en los años '70s. Actualmente sus poblaciones son manejadas y aprovechadas por las comunidades campesinas que habitan en el área de distribución de la vicuña, quienes realizan la esquila en vivo y comercializan la fina fibra.
   Los '90s tienen gran importancia para las acciones de conservación de la biodiversidad en el país. En 1990 se decretó una prohibición general de la cacería y recolección de animales y plantas silvestres. Este decreto condujo a una reducción significativa de la cacería, especialmente de mamíferos, y así permitió la recuperación de las poblaciones de felinos y de otras especies. En 1992 se creó el primer Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente y se promulgó la primera ley ambiental en Bolivia. Ese mismo año se estableció la Dirección Nacional para la Conservación de la Biodiversidad (DNCB) con sus dos agencias: la Dirección General de Biodiversidad (DGB) y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). En 1994, Bolivia ratificó el Convenio sobre Diversidad Biológica, consecuentemente la biodiversidad se convirtió en un objetivo nacional. Posteriormente, en 1997, se creó el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) con el fin de coordinar el funcionamiento del SNAP, garantizando su gestión y la conservación de la biodiversidad en las áreas protegidas.
   El SERNAP fue fortalecido por la atención de donantes internacionales, en tanto que la DGB trabajó mayormente en el Convenio sobre Diversidad Biológica. En el 2001 se aprobó la Estrategia Nacional de Biodiversidad como herramienta oficial para guiar las acciones nacionales referidas a la conservación y uso de la biodiversidad. La elaboración de esa estrategia contó con la participación de un amplio grupo de sectores de la sociedad civil. En la actual década la discusión sobre problemas ambientales se ha hecho más general y se han fortalecido las instituciones públicas y privadas que trabajan en este campo.
   Para contribuir a la conservación de las especies de mamíferos de Bolivia se han elaborado "listas rojas". La primera fue elaborada por Tarifa en 1996, y publicada en el Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia. Esa lista usó los criterios de la UICN 1990 y 1994 y fue discutida y consensuada en el "Taller Nacional: Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia" que reunió a 63 especialistas, nacionales y extranjeros, en investigación y conservación de vertebrados. Esa lista consideró 25 especies de mamíferos medianos y grandes en diferentes categorías de amenaza, pero no se categorizó a los pequeños mamíferos. La segunda lista fue la de Bernal y Silva (2003), usando los criterios de la UICN 1998, que se publicó en el Plan de Acción para Especies Amenazadas e incluyó 36 especies bajo algún grado de amenaza de extinción, incluyendo pequeños mamíferos.
   Es tiempo de recategorizar a las especies de mamíferos bolivianos usando nuevos criterios, nuevas tecnologías, y sobre todo nuevos conocimientos que se han acumulado en más de una década desde la publicación del Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia, especialmente porque esta última década ha sido muy productiva en publicaciones sobre mamíferos bolivianos (Tarifa, 2005; Gómez y Tarifa, datos no publicados). Es preciso dar importancia en la investigación científica a aquellas especies que se consideren en estado crítico en el país, a la luz de los nuevos conocimientos generados. En este sentido, tanto en el Primer Congreso Nacional de Mastozoología, realizado en Cochabamba en el 2005, como en el Segundo, realizado en La Paz en el 2006, se realizaron talleres sobre las "listas rojas". Actualmente, bajo la coordinación de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas dependiente del Viceministerio de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente de Bolivia, un grupo de consultores especialistas en los diferentes grupos de vertebrados y en colaboración con un amplio grupo de especialistas en todos los grupos de vertebrados, se encuentran trabajando en la actualización de las listas rojas de vertebrados de Bolivia.

PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN PARA ESPECIES DE MAMÍFEROS

   En cuanto a esfuerzos de conservación destinados a mamíferos se destacan dos de ellos: el Programa para la Conservación de los Murciélagos de Bolivia (PCMB) y la Alianza Gato Andino (AGA). El PCMB se creó a fines de 1998, con la misión de promover la conservación de los murciélagos de Bolivia y sus ecosistemas mediante actividades de educación e investigación. El PCMB ha realizado investigaciones sobre murciélagos en todo el país y ha promovido varias campañas y talleres educativos destinados al público en general. Desde los inicios del PCMB se ha llegado a más de 200 000 personas por medio de talleres y campañas (Luis Aguirre, comunicación personal 27 mayo 2008). El PCMB también ha organizado cursos para biólogos dictados por expertos, en los que se ha dado capacitación en técnicas modernas para el trabajo con murciélagos.
   El PCMB también ha producido material escrito, destacándose el Boletín Andira, la Guía de Murciélagos del Parque Nacional Carrasco, el Manual Métodos Estandarizados para el Estudio de Murciélagos en Bosques Montanos, la guía Murciélagos de los Yungas de Bolivia, y la revista Murciélagos de Bolivia publicada por la Fundación Simón Patiño. La obra más reciente es el libro "Historia natural, distribución y conservación de los murciélagos de Bolivia" editada por Aguirre (2007) y publicada por la Fundación Simón Patiño. Esa obra reúne la experiencia de cerca de dos décadas de más de 20 investigadores, entre los que se encuentran miembros del PCMB. La labor del PCMB se ha reconocido a nivel nacional e internacional, a través de premios otorgados como el Development Co-operation Prize, del Ministerio para la Cooperación para el Desarrollo de Bélgica en 2004, el Premio Oliver Pearson de la American Society of Mammalogists en 2006 y el prestigioso premio Whitley de la Whitley Fund for Nature en 2007.
   La Alianza Gato Andino (AGA, http:// www.gatoandino.org) -inicialmente Comité para la Conservación del Gato Andino (COCGA)- se formó hacia finales de 1999, con la misión de contribuir al conocimiento y conservación del gato andino y su hábitat, a través de la implementación de estrategias innovadoras de investigación, conservación, participación comunitaria y apoyo en la gestión de áreas silvestres. La cooperación y coordinación entre los miembros de la AGA junto a la colaboración financiera, principalmente de la Wildlife Conservation Network, ha permitido la obtención de importantes logros en el conocimiento de la especie en todo el rango de su distribución, así como el desarrollo de actividades de educación ambiental y apoyo a la gestión de áreas protegidas o instancias de gestión de vida silvestre.
   La AGA tiene un enfoque de colaboración multinacional, y en ese marco se han realizado estudios sobre la dieta del gato andino en cuatro países y se está realizando un estudio sobre genética de poblaciones de la especie. Miembros de la AGA también vienen desarrollando el proyecto "Conservación Transfronteriza del Gato Andino", financiado por la Iniciativa Darwin, en la frontera tripartita entre Argentina, Bolivia y Chile, alrededor del cerro Zapaleri. Este proyecto de tres años de duración, ahora en su último año, tiene al gato andino como especie emblemática y desarrolla actividades de investigación, educación y apoyo a las áreas protegidas involucradas, con el fin de contribuir a la conservación de la biodiversidad altoandina de esa zona. Uno de los productos de este trabajo cooperativo es la elaboración de un modelo de predicción de la distribución de hábitats que tiene un diferente grado de importancia para el gato andino y se evalúa que variables ambientales pueden ser una limitante para la distribución de esta especie (Lilián Villalba, comunicación personal 28 mayo 2008). La AGA ha producido varias publicaciones, entre las que destacan un manual para la evaluación del gato andino y de otros carnívoros altoandinos, y una guía para educadores altoandinos.

INVESTIGADORES E INSTITUCIONES

   Actualmente la investigación mastozoológica en Bolivia se realiza principalmente en instituciones públicas, como la Colección Boliviana de Fauna, el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, el Centro de Biodiversidad y Genética y, más recientemente, en el Museo de Historia Natural Pedro Villalobos de Pando (creado el 2002) y en el Museo de Historia Natural Alcides d'Orbigny de Cochabamba (creado en el 2003). A estas se suman ONGs nacionales que estan aportando al estudio de los mamíferos en áreas geográficas o grupos taxonómicos específicos, como el Centro de Estudios en Biología Teórica y Aplicada (BIOTA), FAUNAGUA y la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
   Las instituciones públicas cuentan, en general, con muy escaso presupuesto y personal pagado, y todas estas instituciones tienen, además, problemas de infraestructura. A principios del 2005, la CBF tenía una sola persona pagada en la sección de mamíferos; así, el manejo de la colección y la investigación, dependen de investigadores ad-honorem y de estudiantes voluntarios. Una situación similar ocurre en el MNK y el CBG. La situación más crítica es la de la CBF cuyo edificio tiene problemas estructurales y debe ser reparado. La situación del MNK es mejor en cuanto a infraestructura, pero falta espacio y no hay personal permanente pagado. El CBG tiene una colección más reciente y está siendo catalogada y mantenida por el entusiasmo de los investigadores y estudiantes que trabajan adhororem. El Museo Pedro Villalobos cuenta con algunos especímenes y su personal ha recibido entrenamiento en el FMNH; el Museo de Historia Natural Alcides d'Orbigny ha iniciado recientemente sus colecciones de mamíferos y actualmente cuenta con unos pocos especímenes de murciélagos.
   Las ONGs internacionales que tienen presencia en el país juegan un rol particular en la conservación de la biodiversidad en Bolivia, no sólo como financiadores sino también como ejecutores. La ONG extranjera que más se destaca en Bolivia por su trabajo en mamíferos es WCS. Esta organización comenzó sus actividades en 1991 con las investigaciones del Dr. Andrew Taber quien, en colaboración con estudiantes y profesionales jóvenes de Santa Cruz, estudió la ecología de ungulados y carnívoros en el Gran Chaco y en el Parque Noel Kempff Mercado. También en los '90s WCS participó en el Bolivian Sustainable Forestry Program (BOLFOR), que concentró sus esfuerzos en la investigación y capacitación para la conservación de la diversidad biológica en el manejo forestal, y que actualmente continua con el programa ConFauna de fortalecimiento al MNK. Actualmente WCS trabaja en la investigación y monitoreo de mamíferos medianos y grandes en dos programas, uno en el Gran Chaco y otro en el Gran Paisaje Madidi-Tambopata.
   Otra ONG internacional que trabaja con mamíferos en Bolivia es Amazon Conservation Association (ACA), que comenzó sus labores en el 2004 con dos investigadores bolivianos especialistas en mamíferos, y concentró sus estudios en la región de Pampas del Heath y regiones boscosas aledañas. Su trabajo se inició con inventarios biológicos extendiéndose luego a historia natural, dinámica poblacional de algunas especies y monitoreo de cacería; también ha apoyado la capacitación de investigadores de los departamentos de Pando y La Paz.

FORMACIÓN DE PERSONAL

   La comunidad de mastozoólogos bolivianos ha crecido en los últimos años. Las carreras que forman mastozoólogos pertenecen a las universidades públicas de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Pando. Si bien algunas de estas carreras tienen más de 30 años, los cursos sobre mamíferos se dictan como materias curriculares sólo desde hace algo más de diez. En un principio los profesores encargados de la formación académica de los biólogos, eran mayormente profesionales de otras ramas, como médicos, forestales y agrónomos; éstos fueron reemplazados por biólogos en los últimos 15 años.
   La primera tesis sobre mamíferos en la carrera de Biología de la UMSA data de 1987; desde entonces ha habido un incremento importante en el número de tesis, y este crecimiento fue más notable a partir de 1999 debido a la disponibilidad de un mayor número de tutores bolivianos y extranjeros para dirigir a los estudiantes en temas especializados sobre mamíferos. Así, mientras entre 1991 y el 2000 se escribieron 19 tesis, entre el 2001 y mediados de 2004 se escribieron 18 tesis, haciendo hasta mediados de 2004 un total de 38 tesis sobre mamíferos.
   Los tutores que dirigieron las tesis de licenciatura sobre mamíferos en la UMSA son principalmente bolivianos. Hasta mediados del 2004, de los 47 tutores que participaron en las 38 tesis, 30 eran bolivianos y 17 eran extranjeros (algunas tesis estuvieron dirigidas por más de un tutor). La mayoría de los mastozoólogos alcanzaron el grado de licenciatura en Biología, algunas maestrías obtenidas en el país y fuera de él, y algunos pocos doctorados en ciencias. De 29 bolivianos que contestaron en el 2003 a la iniciativa de crear una red de comunicación electrónica, 17 (58.6 %) eran Licenciados en Biología, ocho (27.6%) habían alcanzado una maestría y cuatro (13.8 %) el doctorado en ciencias. Un aspecto positivo, importante de mencionar, es que nueve de los 10 bolivianos que han salido para estudiar fuera del país han retornado a pesar de las diferencias de salario y de oportunidades para la investigación.
   Aunque todavía es bajo el número de mastozoólogos con títulos de maestría y doctorado, en los últimos 20 años se ha incrementado la oferta de carreras y cursos de postgrado en temas vinculados con el medio ambiente, lo que ha permitido que muchos profesionales bolivianos continúen con estudios superiores y sean competitivos a nivel de títulos para los trabajos que se ofrecen en instituciones públicas y en ONGs nacionales y extranjeras. Actualmente la capacidad nacional para dirigir trabajos de licenciatura en un amplio número de áreas es buena y no está siendo explotada. De hecho, los tutores de muchas tesis sobre mamíferos en la UMSA han sido biólogos no mastozoólogos.
   Las instituciones extranjeras han jugado un rol importante como financiadores de proyectos de tesis sobre mamíferos. WCS, por ejemplo, comenzó a financiar tesis en 1992, y hasta ahora ha apoyado 74 tesis de licenciatura en universidades de los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, 14 tesis de maestría y 10 de doctorado relacionadas con mamíferos y 69 pasantías (Robert Wallace y Damián Rumiz comunicación personal, septiembre 2008). Otro financiador importante es la Fundación PUMA a través del otorgamiento de proyectos de investigación para obtener títulos académicos.

LA ASOCIACIÓN BOLIVIANA DE INVESTIGADORES EN MAMÍFEROS (ABIMA)

   En 1992 se realizaron en Bolivia los primeros esfuerzos para organizar a los investigadores interesados en el estudio de los mamíferos. No obstante, la creación de la ABIMA no fue posible en aquella época debido a que la masa crítica de investigadores era pequeña, y porque los esfuerzos principales estuvieron dirigidos a la formación de centros de investigación y recursos humanos. Los esfuerzos para la creación de la ABIMA se retomaron en el 2004, y en 2005, durante el Primer Congreso Nacional de Mastozoología en Bolivia, se realizó el taller "Propuesta de creación de la Asociación Boliviana de Investigadores sobre Mamíferos (ABIMA)" (Tarifa et al., 2005). La creación fue aceptada por el pleno de asistentes y se designó una primera directiva, presidida por el Dr. Luis F. Aguirre, que quedó encargada de la preparación de los documentos legales para la creación de la Asociación. En el III Congreso de Mastozoología en Bolivia, realizado en el 2007 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el Dr. Luis F. Aguirre dio a conocer al pleno de asistentes la consolidación legal de la Asociación. Finalmente, en julio de 2008 se cumplió el compromiso de lanzar la oferta de membresía para la ABIMA.
   Desde la aprobación de la creación de la ABIMA en el 2005, la importancia de la Asociación se ha manifestado de manera contundente a nivel nacional e internacional. Desde entonces se han organizado tres congresos que han reunido a más de 700 mastozoólogos nacionales y extranjeros y se han presentado 152 ponencias orales y 137 paneles. El número de presentaciones por temáticas constituye un indicador de la dirección actual de la mastozoología boliviana, y muestra los vacíos en el conocimiento que quedan por llenar. Las temáticas con más exposiciones en los tres congresos fue la de ecología e historia natural, seguida por conservación y manejo, salud y educación, y sistemática y taxonomía.
   Además de los congresos, la red de comunicación electrónica, creada con anterioridad al primer congreso, ha continuado siendo fielmente y exitosamente mantenida por el Lic. Renzo Vargas, y ha servido como permanente medio de comunicación sobre oportunidades de capacitación, fuentes de financiamiento, eventos científicos e intercambio y solicitud de publicaciones, además de compartir la información que circula a través de la red de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM).
   A nivel internacional la ABIMA ha tenido hasta el momento gran impacto y los lazos de cooperación con la SAREM se han estrechado, así como con la recientemente creada Sociedad Peruana de Mastozoología (SPM). La ABIMA ha participado en la organización del exitoso I Congreso Sudamericano de Mastozoología (ICSM), llevado a cabo en la ciudad de Gramado, Rio Grande do Sul, Brasil, entre el 5 y 8 de octubre de 2006, que le dio a ese congreso su carácter regional (D'Elía, 2007). También forma parte de la organización del evento más importante en la mastozoología a nivel internacional: el 10th International Mammalogical Congress (IMC- 10) que se realizará en Mendoza, Argentina en agosto de 2009.
   El éxito de los congresos nacionales, de la red de comunicación electrónica, y la participación de la ABIMA en eventos internacionales, han dado un viro a la mastozoología boliviana, permitiendo que las investigaciones realizadas sean conocidas en el ámbito nacional e internacional; ha fortalecido la comunicación y la cooperación entre investigadores dentro y fuera del país, y se ha testificado que la mastozoología boliviana está en permanente avance alcanzando los estándares internacionales de investigación. Por ello, el rol decisivo de la ABIMA como canal de comunicación y de unificación de investigadores que trabajan en mamíferos bolivianos, debe ser fortalecido y asegurado para el futuro avance del conocimiento y conservación de la diversa fauna de mamíferos de Bolivia.

PERSPECTIVA FUTURA

   Cuando esta ponencia magistral fue presentada en el 2005, durante el Primer Congreso Nacional de Mastozoología, se identificaron nueve desafíos; algunos de ellos han sido superados, pero otros quedan pendientes. No obstante, la mastozoología boliviana está en pleno avance, entrando en el marco de la investigación con bases científicas en los estándares del continente, y a nivel mundial. Los desafíos planteados y su evaluación al momento actual son los siguientes:
1) Fortalecer las relaciones con investigadores del exterior, especialmente con colegas de la región. Esta cooperación se ha fortalecido tanto a nivel de la participación de la ABIMA en congresos continentales y mundiales, así como en la cooperación en el intercambio de información científica y en proyectos de investigación.
2) Crear medios que permitan la comunicación entre mastozoólogos bolivianos y desarrollar una cultura más favorable a la comunicación y a la colaboración. Esto se ha cumplido con los tres congresos organizados por la ABIMA, en colaboración con diferentes instituciones que trabajan en el campo de los mamíferos en Bolivia. La amplia participación lograda para actualizar la lista roja de mamíferos bolivianos es producto de un mayor intercambio y relación entre los investigadores sobre los mamíferos bolivianos. De igual manera, el libro "Historia natural, distribución y conservación de los medianos y grandes mamíferos de Bolivia" que se está editando y que cuenta con la participación de más de 30 investigadores es una muestra del mismo fortalecimiento de la colaboración.
3) Incrementar los recursos económicos, tanto fiscales como privados, destinados a la formación de recursos humanos, al desarrollo de investigación científica, y a la aplicación de programas de protección, restauración y manejo de la biodiversidad. Las políticas del gasto fiscal no priorizan inversiones en la formación de recursos humanos, desarrollo de investigación científica y aplicación de programas de protección, restauración y manejo de biodiversidad. Existe una falta de recursos económicos nacionales para la investigación biológica, incluso el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) que ha merecido atención del gobierno en el período entre 1990 y 1998 tuvo una alta dependencia de fuentes de financiamiento extranjeras. La creación de la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) sirve para gestionar recursos para financiar el SNAP. No obstante, no hay un fondo similar para la investigación biológica en el país.
4) Consolidar, ampliar y mejorar la enseñanza sobre biodiversidad en el sistema educativo nacional. El Ministerio de Educación no ha consolidado la introducción en los programas escolares del tema de biodiversidad. No obstante, a través de instituciones nacionales, ONGs nacionales y extranjeras se imparte educación ambiental a los niños, tal es el caso de la Fundacion "Ivi Iyambae" y WCS con las escuelas de Alto y Bajo Izozog, o BIOTA en Coroico a través del programa de ecología en el patio de la escuela.
5) Facilitar el acceso de los estudiantes de biología a publicaciones internacionales de mastozoología. Existe aún una limitación en el acceso a publicaciones recientes y también hay barreras de idioma que limitan su lectura para algunos estudiantes. Son pocas las instituciones que pueden cubrir el precio de subscripciones a revistas, aunque el acceso libre que varias revistas han dado por el Internet hace que la situación no sea tan difícil como 10 años atrás.
6) Apoyar a los jóvenes investigadores para que publiquen en revistas nacionales y de la región. La limitación de acceso a la información y de idioma repercute en la posibilidad de hacer publicaciones que puedan ser aceptadas en revistas internacionales. Por ello las tres revistas bolivianas donde se puede publicar sobre mamíferos (Ecología en Bolivia, Revista Boliviana de Ecología y Conservación y Kempffiana) adquieren especial relevancia. A nivel internacional, Mastozoología Neotropical juega un rol de gran importancia, como lo muestra el incremento en el número de publicaciones sobre mamíferos bolivianos y el logro de la publicación de este número especial de Mastozoología Neotropical con 10 publicaciones sobre mamíferos de Bolivia en un solo número.
7) Facilitar el acceso a la investigación e información generada por las ONGs y por las instituciones académicas públicas. Este es uno de los logros de la ABIMA como se desarrolló en detalle anteriormente. La participación en congresos ha permitido que las investigaciones ejecutadas por ONGs e instituciones académicas públicas se den a conocer y se facilite una colaboración entre instituciones e investigadores.
8) Hacer pública la información sobre posibilidades de acceso a fuentes de financiamiento para la investigación en mamíferos. En este aspecto es también importante el rol de la red de la ABIMA y Ecologosbolivia. Estas redes de comunicación electrónica han servido para difundir este tipo de información, aunque se puede hacer mucho más.
9) Elaborar un reglamento nacional que regule las colectas en el país. Esta tarea no ha comenzado aún, pero la gestión actual en el Viceministerio de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente de Bolivia es muy favorable para hacer realidad la elaboración de esa regulación tan necesaria.

AGRADECIMIENTOS

Mis agradecimientos para Norka Rocha (MNK), Renzo Vargas (CBG), Gonzalo Calderón (Museo Pedro Villalobos), Mabel Mejia (IE), Luis Aguirre e Isabel Galarza (PCMB), Robert Wallace, Lilian Painter, Michael Painter y Damián Rumiz (WCS), Julieta Vargas (CBF), Lilian Villalba (AGA), Virginia Padilla (IE), Liz Siles y Arturo Muñoz (Museo de Historia Natural Alcide d'Orbigny) por la información brindada sobre sus instituciones. Mi agradecimiento a David Flores por su ayuda con las fichas bibliográficas en Zoological Record, a Rubén Barquez por su interés en este trabajo, su apoyo para publicarlo, y sus correcciones editoriales, a Mónica Díaz por las correcciones editoriales y a Eric Yensen por su ayuda con la figura. Mi gratitud especial para Marcos Tarifa por la enriquecedora discusión, su apoyo con la preparación de la plenaria basada en este trabajo y la revisión del manuscrito.

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Recibido 6 octubre 2008.
Aceptación final 9 diciembre 2008.

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