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Mastozoología neotropical

versión impresa ISSN 0327-9383versión On-line ISSN 1666-0536

Mastozool. neotrop. v.16 n.2 Mendoza jul./dic. 2009

 

REVISIÓN DE LIBROS

Mamíferos de Chile

A. Iriarte Walton. 2008. Lynx Edicions. Barcelona, España. 420 pp.

Los Mamíferos de Chile, de Agustín Iriarte Walton, es un libro que impresiona por su cuidadosa edición y calidad estética. El mismo, de 420 páginas (17 x 24 cm), combina un diseño visualmente atractivo con textos amenos y más de 1400 fotografías e ilustraciones. La información se presenta en dos secciones mayores, una introductoria y otra con fichas para cada especie registrada en Chile. Intercalados entre las fichas se presentan apartados de dos páginas que describen regiones, parques nacionales o biomas representativos del país. El libro se completa con una lista de la literatura consultada y siete anexos.
En la sección introductoria se revisan de forma bastante breve y general las características de la clase Mammalia y datos sobre la biogeografía, estado de conservación, estudios de campo, historia del conocimiento, legislación, relación con el hombre, origen y evolución y paleontología de los mamíferos de Chile. Sintéticamente, también se indican nociones generales sobre clima, relieve y flora. Esta sección finaliza con una lista actualizada de los mamíferos chilenos.
Seguidamente, la obra incluye fichas de una o dos páginas (tres en el caso de alguna especie emblemática) para cada una de las 160 especies nativas y 22 exóticas documentadas para Chile (como marcaremos más adelante el número de nativas necesita ajustes).
Las fichas comienzan con una descripción (generalmente breve) de la especie en cuestión. Esta es la sección más débil de las fichas, ya que en muchos casos, por lo escueto de los textos, sin fotografías o dibujos accesorios sería difícil hacerse una idea del aspecto de algunas especies (particularmente en el caso de los micromamíferos). En algunas descripciones se incluyen comentarios taxonómicos; la inclusión de éstos es bienvenida, pero se nota cierta ambigüedad en relación con lo que es o no comentado. Por ejemplo, en el caso de Chelemys delfini se dice que originalmente fue considerada como una especie de Notiomys, cuando más relevante parece ser el hecho de que su distinción a nivel especifico es dudosa. De forma similar, para ciertas especies no se realizan comentarios taxonómicos cuando ciertamente hay aspectos significativos para destacar (en algunos casos —e.g., Oligoryzomys longicaudatus— bastante más importantes que varios de los comentarios que sí se incluyen). Otro aspecto desparejo de las descripciones se refiere a la inclusión de información cromosómica; en algunas especies se mencionan los números diploide y fundamental, pero para otras (e.g., Chelemys macronyx, Loxodontomys pikumche), aun cuando hay información disponible, se omiten dichos datos. Finalmente, es necesario marcar que en algunos casos la información que se brinda es errónea (e.g., se anota que Pearsonomys annectens fue descrita originalmente en base a información de genética molecular, cuando de hecho el trabajo en donde se describe dicha especie no incluye evidencia genética).
Para cada especie también se incluye información sobre distribución y hábitat, conducta, dieta y estado de conservación. Estas secciones están mayormente basadas en datos generados por investigaciones realizadas sobre poblaciones chilenas. Las fichas se completan con una breve lista de referencias bibliográficas (en algunos casos la elección de las mismas no es del todo pertinente; e.g., D'Elía, 2003 en la ficha de Abrothrix markhami cuando en dicho trabajo no se menciona a esa especie), fotografías, dibujos y un mapa de distribución. En su mayoría las fotografías son destacables, tanto por su alta calidad técnica como artística. Un mérito adicional es que en muchos casos ilustran especies raras o escasamente conocidas (e. g., Leopardus guigna, Chelemys megalonyx, Irenomys tarsalis, Pearsonomys annectens). En este sentido, tal vez no hubiese sido necesario repetir alguna de las imágenes (e. g., la foto de Leopardus colocolo en las páginas 226 y 227). La fotografía superior de la página 81, incluida en la ficha de Zaedyus pichiy, parece corresponder a un ejemplar de Chaetophractus villosus. Para varias especies también se incluyeron dibujos a color, entre los que se destacan por su realismo los correspondientes a los cetáceos. En otros casos (e. g., marsupiales, murciélagos, roedores), si bien se puso cuidada atención en reproducir fielmente las características de textura y aspecto del pelaje, parece no haberse puesto igual cuidado en la ilustración de las partes fundamentalmente desnudas (i.e., patas, colas, orejas; e.g., Abrothrix lanosus).
La taxonomía utilizada por el autor sigue, con algunas modificaciones, a Wilson y Reeder (2005). Algunas de estas modificaciones están sucintamente justificadas por Iriarte (e. g., el reconocimiento de Akodon berlepschii como especie válida), pero en otros casos no han quedado debidamente aclaradas. Por ejemplo, se mantiene el estatus de especie plena de Abrothrix xanthorhinus (desde 2001 considerado un sinónimo de A. olivaceus por los sistemáticos de Sigmodontinae) o de Conepatus rex (reconocido por Wozencraft [1993] como sinónimo de Conepatus chinga), sin mayores evidencias que avalen este proceder y sin reconocer explícitamente dichos desvíos. De forma similar, se reconoce sin justificación como especie válida a Mesoplodon bahamondi, a pesar de que los especialistas lo consideran un sinónimo junior de M. traversii (van Helden et al., 2002).
El tratamiento de las entidades subespecificas es desigual a lo largo del libro; en algunos casos se indican las subespecies reconocidas dentro de una especie determinada (e.g., Abrothrix olivaceus; aunque se omite a A. o. tarapacensis forma endémica de Chile y descrita por Rodríguez et al. en 2006), más no en otros (e. g., Abrothrix longipilis). No queda claro si la diferencia se debe a que el autor reconoce entidades subespecificas en algunas especies y en otras no, o si se trata simplemente de omisiones. Un error importante refiere al tratamiento que se le da al taxon Euneomys petersoni, ya que en la página 135 se lo lista como subespecie de E. chinchilloides, pero dos páginas después se le ofrece tratamiento específico.
Llamativamente, en el elenco de especies tratadas se incluye a Eligmodontia typus, un roedor sigmodontino de presencia poco probable en Chile (cf. Lanzone y Ojeda, 2005); situación similar a la de Ctenomys colburni, especie para la que no hay registros chilenos fehacientes. Por el contrario, no se incluye a Akodon iniscatus especie registrada en Coyhaique Alto, Aysen (Smith y Patton, 1999).
Los mapas de distribución no tienen indicación de coordenadas, ni división geográfica interna (aunque incluyen algunas ciudades importantes de referencia), pero cumplen correctamente con el objetivo de brindar una idea aproximada de la distribución de cada especie. En algunos casos, convendría revisar detenidamente la información de base que sirvió para su confección, ya que existen errores importantes. Por ejemplo, Abrothrix lanosus no ha sido incluido en la Isla Anafur (Archipiélago Madre de Dios), que es la localidad tipo de la especie. Del mismo modo, la distribución conocida para Dromiciops gliroides se extiende alrededor de 230 km al norte de la consignada (ver Lobos et al., 2005) y Loxodontomys micropus tiene registros más hacia el oeste de lo indicado (Cordillera de Nahuelbuta: Osgood, 1943; Concepción y alrededores: Ortiz et al., 2004). En el caso de las especies de Aconaemys hubiera bastado con reproducir las distribuciones que aparecen en Gallardo y Mondaca (2000) y así evitar el error de indicar áreas de simpatría inexistentes para las tres especies en la cordillera andina de la Región de la Araucanía (un error que probablemente se derive de las variaciones en la asignación específica que han sufrido algunas poblaciones de estos roedores durante la historia taxonómica del género).
En los anexos se incluye una lista de las especies chilenas incluidos en los Apéndices de CITES y CMS y otra de especies de presencia probable en Chile. Además, se listan las principales revistas científicas dedicadas al estudio de los mamíferos (contrario a lo dicho, se lista al menos una revista no centrada en mamíferos, Animal Behavior, y se omite a Hystrix) y páginas de Internet con información sobre los mamíferos chilenos. También se agrega una lista de nombres indígenas y un glosario.
Probablemente, muchos de los errores mencionados en los párrafos precedentes podrían haberse evitado a través de la lectura crítica de las fichas por parte de especialistas. Sin embargo, y más allá de estos detalles (algunos, en buena medida, esperables en una obra de esta magnitud), el libro constituye un buen ejemplo de divulgación científica de alto nivel, que representa una herramienta de utilidad para estudiantes, profesores, naturalistas, administradores de fauna y público en general. La utilidad para los mastozoólogos será, como es normal en el caso de estas obras, más restringida. Dado los problemas en el listado de especies y en algunas distribuciones, hacemos un llamado a aquellos interesados en el estudio de patrones emergentes de análisis multiespecíficos a ser cuidadosos con el uso de ésta información.

Pablo Teta

Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" Buenos Aires, Argentina

Guillermo D´elía

Departamento de Zoología, Universidad de Concepción, Concepción, Chile

LITERATURA CITADA

1. D'ELÍA G. 2003. Phylogenetics of Sigmodontinae (Rodentia, Muroidea, Cricetidae), with special reference to the akodont group, and with additional comments on historical biogeography. Cladistics 19:307-323.         [ Links ]

2. GALLARDO MH y FS MONDACA. 2002. The systematics of Aconaemys and the presence of A. sagei in Chile. Zeitschrift für Saugetierkunde 67:3-14.         [ Links ]

3. LANZONE C y RA OJEDA. 2005. Citotaxonomía y distribución del género Eligmodontia (Rodentia, Cricetidae, Sigmodontinae). Mastozoología Neotropical 12:73-77.         [ Links ]

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5. ORTIZ JC, W VENEGAS, JA SANDOVAL, P CHANDÍA y F TORRES-PÉREZ. 2004. Hantavirus en roedores de la Octava Región de Chile. Revista Chilena de Historia Natura1 77:251-256.         [ Links ]

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9. VAN HELDEN AL, AN BAKER, ML DALEBOUT, JC REYES, K VAN WAEREBEEK y CS BAKER. 2002. Resurrection of Mesoplodon traversii (Gray, 1874), senior synonym of M. bahamondi Reyes, van Waerebeek, Cárdenas and Yáñez, 1995 (Cetacea: Ziphiidae). Marine Mammal Science 18:609-621.         [ Links ]

10. WILSON DE y DM REEDER (ed.). 2005. Mammal Species of the World: A Taxonomic and Geographic Reference (3rd ed). Baltimore: Johns Hopkins University Press. 2142 pp.         [ Links ]

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