SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.25 número1¿Afecta el zorro (Lycalopex gymnocercus) la germinación de piracanta (Pyracantha atalantoides) rosaceae?Ecological considerations on Xeronycteris vieirai: an endemic bat species from the brazilian semiarid macroregion índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

Compartilhar


Mastozoología neotropical

versão impressa ISSN 0327-9383versão On-line ISSN 1666-0536

Mastozool. neotrop. vol.25 no.1 Mendoza jun. 2018

 

ARTÍCULO

Dieta de guanaco (Lama guanicoe) en el Chaco Árido de Córdoba, Argentina

 

Melisa G. Geisa1, Nilda Dottori2, and M. Teresa Cosa2

1 Instituto de Antropología de Córdoba (IDACOR – CONICET), Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina. [Correspondencia: Melisa G. Geisa <meligeisa@gmail.com>].

2 Laboratorio de Morfología Vegetal, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina.

Recibido 1 julio 2017.
Aceptado 12 diciembre 2017.
Editor asociado: J Gelfo


RESUMEN.

En el Noroeste de Córdoba (Argentina) habita una pequeña población de "guanaco" (Lama guanicoe Müller, 1776), del cual solo se cuenta con registros ocasionales en la región natural del Distrito Chaqueño Oc­cidental. En este estudio se analizó la composición de la dieta del guanaco en estación seca y húmeda, en el centro del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido Cordobés, teniendo en cuenta dos ambientes naturales de la región: Bosque Abierto de Llanura y Arbustal Perisalino. Durante los años 2009 y 2010, se tomaron muestras de plantas, se realizaron los patrones de referencia vegetales y se describieron células epidérmicas, presencia y características de estomas, glándulas de sal y pelos de cada especie. Se colectaron heces de bosteaderos activos y se determinaron las frecuencias relativas de las especies vegetales consumidas por análisis microscópicos. Se analizó la diversidad de la dieta a partir del gráfico de diversidad y abundancia relativa, complementado con el índice inverso de Simpson (Cinv). Se observaron 57 especies vegetales nativas (pertenecientes a 35 géneros y 19 familias). La diversidad en la dieta no difiere de manera significativa entre estaciones climáticas ni entre ambientes. Las principales especies consumidas fueron gramíneas, seguidas de Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart, Atriplex cordobensis Gand. & Stuck. y varias especies del género Prosopis. Con relación a la forma de vida de los vegetales, las leñosas, gramíneas y halófitas, en orden decreciente, fueron las más abundantes. Las herbáceas fueron más consumidas en estación húmeda y las cactáceas en estación seca en ambos ambientes.

ABSTRACT.

Diet of the guanaco (Lama guanicoe) in the Arid Chaco of Córdoba, Argentina.

In the North­west of Córdoba (Argentina) lives a small population of guanaco (Lama guanicoe Müller, 1776), of which only occasional records are available in the natural region of the Western Chaco District. We analyzed the diet composition of guanacos in the dry and wet seasons in the center of Arid Chaco Biogeographical Corridor of Córdoba, taking into account two natural environments of the region: Open Forest Plain and Perisaline Shrub. During the years 2009 and 2010, plant samples were taken in the town of Piedrita Blanca and surrounding areas, vegetation reference patterns were recorded and epidermal cells, presence and characteristics of stomata, hairs and salt glands of each species were described. Feces were collected from active dung piles and relative frequencies of plant species were determined by fecal micro-histological analysis. The diet diversity was ana­lyzed from the graph of diversity and relative abundance, complemented by Simpson's inverse index (Cinv). In the analyzed feces, 57 native plant species (that belong to 35 genera and 19 families) were observed. The diet diversity did not differ significantly between seasons or between environments. The main species consumed were grasses, followed by Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart, Atriplex cordobensis Gand. & Stuck., and several species of the genus Prosopis. Woody plants, grasses and halophytes were the most abundant, in descending order. In both environments, herbaceous plants other than grasses were more consumed in wet season and cacti in the dry season.

Palabras clave: Análisis micro-histológico; Bosque; Corredor Biogeográfico; Geoffroea decorticans; Noroeste cordobés.

Key words: Biogeographical Corridor; Forest; Geoffroea decorticans; Micro histological analysis; Northwest of Córdoba.


INTRODUCCIÓN

El guanaco (Lama guanicoe Müller 1776) pertenece a la familia Camelidae del orden Artiodactyla, clase Mammalia. Se reconocen en Argentina tres subespecies: Lama guanicoe guanicoe Müller 1776, L. guanicoe voglii Krum­biegel 1944 y L. guanicoe cacsilensis Lonnberg 1913 (Tala 2011). En la actualidad, existen poblaciones relictuales distribuidas en el sur de la provincia de Buenos Aires, noroeste de San Luis, Córdoba, y oeste de Santiago del Estero (Rodríguez 2011). En el territorio cordobés, este camélido representa el mamífero más grande de la provincia, y su presencia como ejemplar nativo se reduce a una pequeña población en el noroeste, en el Distrito Chaqueño Occidental (Schneider & Rufini 2008).

Para esta especie, se cuenta con estudios realizados en el Parque Nacional Quebrada del Condorito desde la primera reintroducción rea­lizada en el año 2007, en los cuales se analiza la respuesta y adaptación de los individuos traslo­cados (Aprile & Schneider 2009), las conductas de alimentación y vigilancia (Fernández 2011), el uso del hábitat (Flores 2011) y la dieta (Barri et al. 2014). En cambio, los registros y estudios de guanacos nativos silvestres en la región chaqueña, en general, son escasos y recientes (Schneider & Rufini 2008) y en la provincia de Córdoba, en particular, son insuficientes. En ese contexto, no hay antecedentes sobre la dieta de las poblaciones nativas de la provincia.

La zona habitada por el guanaco en el territorio cordobés se encuentra dentro del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido (zona protegida según el Decreto Provincial Nº 891 de Agencia Córdoba Ambiente 2003). Tanto el guanaco como la unidad ecosistémica natural de esta región tienen importancia ecológica y cultural (Fundación Vida Silvestre Argentina et al. 2005; Rufini et al. 2009). Por lo que es necesario realizar estudios que permitan trazar estrategias y sugerencias para su conservación en el tiempo, tendiente a mantener un equilibrio natural.

La dieta del guanaco depende de la oferta de forraje (Amaya 1985), y su nutrición, ex­clusivamente del uso de formaciones vegetales naturales que pertenecen a un ecosistema frágil (Castellaro et al. 1996). Este estudio tiene como objetivo determinar la diversidad de recursos consumidos, a lo largo del ciclo anual, por las poblaciones de guanaco que habitan el chaco árido cordobés. Se espera identificar los recur­sos clave para la subsistencia de esta población silvestre en la región que actualmente ocupan.

MATERIALES Y MÉTODOS

Área de estudio

Este estudio se desarrolló en la localidad de Piedri­ta Blanca y zonas aledañas, ubicadas en el centro del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido de la provincia de Córdoba (Argentina). Este corredor (Fig. 1), comprende alrededor de un millón de hec­táreas en el oeste de la provincia y abarca ambientes del Distrito Chaqueño (Cabrera 1994).


Fig. 1
. Área de Estudio.

Desde el punto de vista climático, la región del Chaco Seco cordobés se caracteriza por tener grandes amplitudes térmicas diarias y estacionales, con una media durante el día de 26 ºC en verano y 16 ºC en invierno. La distribución de las lluvias a lo largo del ciclo anual, definen una época seca (abril-septiembre) y otra húmeda (octubre-marzo), presentando una media anual de 300 mm de precipi­taciones (Prado 1993). El relieve del área estudiada es llano, y la altura varía entre los 250 a 300 m s.n.m., aumentando hacia el este, donde se encuentran las sierras de Pocho y Guasapampa. El paisaje, en general, está caracterizado por la escasez de aguas superficiales —tanto corrientes como estancadas (ANPs de Córdoba 2005). En líneas generales el suelo del piedemonte es poco profundo, contiene pocos nutrientes, es arenoso y permeable, y arcilloso y fino en la llanura (Demaio & Medina 1999).

En este estudio se realizaron muestreos en las es­taciones húmeda y seca, en los sitios denominados a los fines de este trabajo: "Bosque Abierto de Llanura" y "Arbustal Perisalino". La vegetación particular de esta región es xerófita, con adaptaciones anatómi­cas y fisiológicas que le permiten sobrevivir en las condiciones ambientales adversas que se presentan (Cosa & Dottori 2010). El bosque de llanura pre­senta plantas de pronunciados caracteres adaptativos para un adecuado aprovechamiento del agua, como el "quebracho blanco" (Aspidosperma quebracho blanco Schltdl.) —especie arbórea dominante—, "algarrobos" (Prosopis spp.), "mistol" (Sarcomphalus mistol (Griseb.) Hauenschild), y arbustos como la "jarilla" (Larrea divaricata Cav.) y los "garabatos" (Acacia spp.). Por otra parte, el ambiente de mato­rral o arbustal perisalino se caracteriza por plantas capaces de resistir, tolerar o regular el exceso de sal, comúnmente suculentas, de hojas pequeñas, o sin hojas y de marcado aspecto xerófito (Cosa & Dottori 2010) como Allenrolfea patagónica (Moq.) Kuntze, Suaeda divaricada Moq., entre otras.

En ambos ambientes se tomaron muestras que los representen de igual manera y con el mismo esfuerzo de muestreo.

Durante los 3 años de muestreo, las precipita­ciones anuales fueron considerablemente escasas (2009 = 110 mm, 2010 = 141 mm, 2011 = 172 mm según la Administración del Parque Natural Chan­caní 2012), con sequías extraordinarias, muerte de animales domésticos y menor disponibilidad de forraje. En relación con ello, el área de estudio formó parte de las zonas que mostraron anomalías negativas en el índice verde medido en áreas de producción campesina y cierto grado de afectación por desmontes y sequía, según Britos & Basconselo (2012).

Toma de datos

En el marco del Proyecto Guanacos del Chaco Seco Argentino (Schneider & Rufini 2008), desde fines del año 2007 se realizaron avistajes de guanacos y se tomaron puntos de referencia de presencia de guanacos, en base a rastros como huellas plantales, restos de lana y heces en la zona de estudio. Además se recolectó información de pobladores de la zona, quienes indicaron sitios con presencia de guanacos o bosteaderos. El conjunto de información obte­nida por estos distintos abordajes, se utilizó para establecer los sitios de muestreo de vegetación y de búsqueda y colecta de heces.

a. Muestreo de vegetación

En los meses de julio de 2009 y marzo de 2010 se colectaron las muestras de plantas (estación seca y húmeda respectivamente). En cada ambiente se tra­zaron transectas al azar de 200 m, desde los caminos y senderos por los que se tenía acceso, y se tomaron muestras de todas las especies vegetales presentes.

De cada planta se tomó al azar una porción vegetativa que contuviera hojas y tallos, se fijó y conservó en FAA (formol, alcohol, ácido acético) y se tomaron muestras representativas para herborizar e identificar la especie. El material colectado fue depositado en la colección de la Cátedra de Morfología Vegetal, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina). Se colectaron 81 especies pertenecientes a 62 géneros y 27 familias.

b. Muestreo de heces

Entre mayo del 2009 y abril del 2010, en las áreas identificadas con presencia de guanacos, se realizaron transectas para la recolección de heces de bostea­deros individuales y grupales. Se trabajó en ambos ambientes durante estación seca (mayo a octubre) y húmeda (noviembre a abril). En primer lugar, se determinó el mínimo muestral de bosteaderos que debía recolectarse en cada estación y por ambiente, y el mínimo de heces que debía colectarse por bos­teadero, utilizando la técnica de conteo de especies vegetales observadas por unidad de heces en primer lugar, y por unidad de bosteadero posteriormente.

Asegurando los mínimos muestrales, se exa­minaron 10 bosteaderos por estación y ambiente, tomando un total de 40. De cada bosteadero se tomaron 10 heces para confeccionar un preparado temporario, considerando al bosteadero como una unidad de respuesta.

En todos los casos, las heces se colocaron en sobres de papel rotulados —si tenían cierto grado de humedad— o en FAA cuando estaban frescas —ocasionalmente—. Se descartaron las heces total­mente secas (dado que podrían pertenecer a la otra estación). Los puntos de muestreos se georreferen­ciaron con GPS y ubicaron en un mapa.

Análisis de laboratorio

Las especies vegetales recolectadas se identificaron y se procesaron a través de la técnica de Dizeo de Strittmatter (1973). Se molieron en mortero, se filtraron a través de un tamiz de 100 μm y se tiñeron con safranina al 80%, realizando luego los preparados de cada especie montados en glicerina al 50% (Di Fulvio et al. 2005). Se contó además, con muestras de patrones de referencia de Chillo (2008) y la Guía de Periago & Dacar (2010), como complemento al trabajo realizado.

Las heces se procesaron con el mismo método micro-histológico empleado para identificar los elementos epidérmicos de diagnóstico en las plantas. En preparados temporarios se identificaron los restos de epidermis por comparación con los patrones de referencia y se tuvo en cuenta la proporción de restos no epidérmicos categorizados como "Otros Restos" (granos de polen, semillas, pétalos). A fin de identificar los restos de epidermis se observaron 100 campos en un aumento de 40x en cada prepa­rado temporario.

Análisis de datos

El análisis microhistológico para el estudio de dieta, y coincidiendo con Amaya (1985), es excelente para obtener información cualitativa, ya que permite identificar los recursos consumidos hasta el nivel específico, en la mayoría de los casos. No así a ni­vel cuantitativo; para demostrar la dominancia que representan las especies consumidas en la dieta, y cómo varía su abundancia según la estación del año y el ambiente. Por ello, con los datos obtenidos, se complementó el análisis con el índice inverso de Simpson y los gráficos de Diversidad y Abundancia Relativa, que permitieron visualizar de forma clara el orden de abundancia de las especies consumidas, la variación de sus dominancia entre muestras, la ubicación de cada especie según su presencia y, entre ellas, las especies más raras que pueden estar presentes debidas al azar (Feinsinger 2004).

En primer lugar, se estimó la composición de especies que conforman la dieta del guanaco en cada estación y ambiente. Para ello, en cada estación se determinó la frecuencia relativa de presencia de cada especie vegetal y "otros restos", siguiendo lo propuesto por Holechek & Gross (1982):

Frecuencia relativa de la especie A:

Número de campos con la especie A x 100 / Número de campos con especies identificadas

Luego, la diversidad de la dieta de guanaco se interpretó a partir del gráfico de dominancia – di­versidad (Feinsinger 2004); se tuvieron en cuenta las relaciones observadas en un mismo ambiente en ambas estaciones, entre ambientes -sin distinguir estaciones- y entre estaciones –sin distinguir ambien­tes-. A continuación, se estimó el índice inverso de Simpson, para cuantificar la diversidad de especies vegetales en la dieta, caracterizado por ser sensible a los cambios en la igualdad de las muestras, más que en la riqueza (Feisinger 2004):

Cinv = 1/Σs i=1(pi2)

pi = proporción de la especie "i" en la dieta (ni/N).

Finalmente, en cada estación del año y ambiente se comparó la diversidad de especies observada en la dieta, a través de un análisis de la varianza no paramétrico de Kruskal-Wallis (1952) con el progra­ma InfoStat (Di Rienzo et al. 2008). Previo haber confirmado que los datos obtenidos no cumplen con el supuesto paramétrico de distribución normal. Además, se analizó el comportamiento en cuanto al consumo de vegetales según el período estacional, con un gráfico de barras apiladas.

Los resultados obtenidos en este estudio no pueden extrapolarse totalmente a otros períodos anuales, ya que la disponibilidad de especies vegetales para el consumo está fuertemente relacionado con el factor pluvial y tomando en cuenta que, al igual que en otras regiones, puede existir una asociación positiva y significativa entre la distribución de las especies en la dieta y en el ambiente (Puig et al. 1995). Como afirma Amaya (1985) el medio ambiente determina la disponibilidad de alimento y ello sumado a los requerimientos de comida, definen la estrategia alimenticia del animal.

RESULTADOS

Los datos poblacionales de guanaco nativo en el Noroeste de Córdoba son escasos y durante los años de visita a la zona de estudio (2007 al 2010) la cantidad máxima de guanacos obser­vados en un día fueron 11 individuos.

Se muestrearon un total de 81 especies vege­tales nativas entre estación seca y húmeda en la zona de estudio (Apéndice 1). De las cuales, 57 especies correspondientes a 35 géneros conformaron la dieta del guanaco (Tabla 1). La dieta fue más diversa en estación húmeda (Tabla 2: Cinv = 10.6) en cuanto a los vegetales consumidos en estación seca (Cinv = 10.34). Se­gún el ambiente, la dieta del arbustal perisalino presentó mayor diversidad de especies que las del bosque abierto de llanura. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en­tre ambientes, ni entre estaciones (p = 0.7541; gl = 3), dentro un intervalo de 95% de confianza (p < = 0.05)*, bajo el test no paramétrico de Kruskal-Wallis (1952).

Tabla 1 Especies de plantas consumidas por Lama guanicoe en el Noroeste de Córdoba.


Tabla 2 Diversidad de especies consumidas en cada ambiente y estación del año, expresados en Cinv.

En cuanto a la composición de la dieta, en la estación húmeda, dentro del ambiente boscoso se observó la mayor riqueza (N = 42 spp); en el resto de los casos la riqueza de es­pecies fue similar (N = 30, 31 y 32) (Tabla 1). En todos los bosteaderos, se encontraron especies correspondientes a los dos ambientes (bosque de llanura y arbustal perisalino), lo que sugiere que el guanaco transita ambos ecosistemas.

En ambos ambientes y ambas estaciones el ítem consumido con mayor frecuencia fue el denominado aquí "Otras Poaceae", incluido así en el grupo de las gramíneas dado que repre­senta plantas que no se identificaron a nivel específico, y Geoffroea decorticans, seguidas por diferentes especies según el caso (Fig. 2). Las especies halladas con más frecuencia en la dieta del guanaco, luego de G. decorticans hasta un valor de log10 pi = -0.5, durante todo el año y en ambos ambientes, fueron Atriplex cordobensis Gand. & Stuck. y diversas especies de Prosopis spp.; sumándose "Otros restos" con valores importantes. En estación seca, en ambos ambientes, dominaron hasta ese rango especies de Acacia spp., Alternanthera nodifera (Moq.) Griseb. y Prosopis torquata (Cav ex Lag.) DC. En cambio, en estación húmeda el vegetal abundante en ambos ambientes corresponde a Prosopis alba Griseb.


Fig. 2
. Diversidad y Abundancia Relativa de las especies vegetales consumidas por Lama guanicoe. 1: Acacia aroma Gillies ex Hook. & Arn., "tusca"; 2: Acacia praecox Griseb., "garabato hembra"; 3: Acacia sp.; 4: Alternanthera nodifera (Moq.) Griseb; 5: Atriplex cordobensis Gand. & Stuck.; 6: Atriplex lampa (Moq.) D. Dietr., "cachiyuyo"; 7: Celtis ehrenbergiana (Klotzsch) Liebm, "tala"; 8: Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart, "chañar"; 9: Maytenus vitis-idaea Griseb, "palta; carne gorda"; 10: "Otras Poaceaes"; 11: Plectrocarpa tetracantha Gillies ex Hook. & Arn., "rodajillo"; 12: Prosopis alba Griseb., "algarrobo blanco"; 13: Prosopis flexuosa DC., "algarrobo dulce"; 14: Prosopis nigra (Griseb.) Hieron., "algarrobo negro"; 15: Prosopis sp.; 16: Prosopis torquata (Cav. ex Lag.) DC., "tintitaco"; 17: Psila tenella (Hook. & Arn.) Cabrera; 18: Sclerophylax hunzikeri Di Fulvio; 19: Otros restos.

Finalmente, al analizar la frecuencia re­lativa de las formas de vida de las especies incluidas en la dieta se observó que las leñosas son las más consumidas, seguidas de gramíneas y halófitas (Tabla 3). Todos los grupos vegetales estuvieron presentes en ambas estaciones y ambientes analiza­dos. Las halófitas fueron consumidas en proporciones similares tanto en estación seca como en estación húmeda (Figs. 3a y b); similar a lo observado en la ingesta de leñosas y gramíneas, representando un con­sumo anual uniforme entre estaciones. Las herbáceas aparecieron con mayor frecuencia en las heces de estación húmeda y, por el contrario, las cactáceas fueron consumidas principalmente en la dieta de estación seca, en ambos ecosistemas.

Tabla 3 Frecuencias relativas de grupos vegetales en la dieta del guanaco.


Fig. 3
. Consumo de grupos vegetales (C = Cactáceas, G = Gramíneas, HAL = Halófitas, HER = Herbáceas, L = Leñosas, OR = Otros restos) en estación húmeda (H) y seca (S) por parte de Lama guanicoe (a), en dos ambientes del chaco árido de Córdoba (b).

DISCUSIÓN

El bosque chaqueño occidental de Córdoba alberga una de las únicas poblaciones de Guanacos chaqueños nativos, conocida hasta hoy en el país (a 200 km de los registros en la transición del Monte con el Chaco Seco y a 1500 km de las poblaciones de Bolivia y Paraguay). El evidente aislamiento y condición relictual de la población en Argentina, sumado al reducido número de individuos avistados, sugiere la delicada situación regional de la especie y su hábitat, estableciendo al Guanaco como una especie "bandera" para la conserva­ ción (Schneider 2008). En el chaco boliviano y paraguayo se distribuye Lama guanicoe voglii (Segundo et al. 2004); sería interesante en futuras investigaciones confirmar si los guanacos del chaco cordobés pertenecen a la misma subespecie.

En la dieta del guanaco en el centro del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido de Córdoba, se han identificado 57 especies vege­tales nativas de la zona, lo cual sugiere ampli­tud en la dieta, así como un comportamiento generalista de herbivoría, en concordancia con lo postulado anteriormente (Cajal 1989; Puig et al. 1995; Cuellar et al. 2003). Si bien para confirmar este supuesto, sería interesante realizar futuros estudios de disponibilidad de plantas en el ambiente.

La frecuencia de materiales vegetales no identificados —"Otros restos"— es alta. Por lo que, en el futuro, es importante realizar un estudio complementario donde el análisis incluya flores, semillas y granos de polen. A nivel macrométrico, pudieron identificarse semillas de Geoffroea decorticans en varios bosteaderos de estación húmeda. Sin embargo, es recomendable integrar este dato con estudios más detallados a este nivel.

Si bien la diversidad de especies observadas fue mayor en las muestras de la estación hú­meda y del arbustal perisalino, no se hallaron diferencias significativas. Esto podría deberse al número de muestras analizadas y a la superficie del área de estudio que abarcó este trabajo, respecto al área de forrajeo de los guanacos. La cual, de acuerdo a la literatura, varía según el ambiente, ocupando —de forma estable en el tiempo y en el espacio— territorios acotados en el este de la Patagonia (entre 2 y 9 km2), hasta individuos que se desplazan estacionalmente más de 80 kilómetros en Mendoza, y un área de acción entre 65 y 163 km2 en ambientes de cordillera de Chile centro-norte (GECS et al. 2015). Para la región que nos ocupa, no se cuenta con información de este tipo.

Asimismo, los resultados podrían estar reflejando que esta especie de ungulado usa, a lo largo del año, de modo indistinto los ambientes de la región estudiada y que, por lo tanto a nivel del paisaje regional, su dieta no se basa en recursos clave particulares de algún microambiente. Una conducta de forrajeo similar se ha observado en Chubut, donde la densidad espacial de guanacos (a nivel regional) se ve influida por la presen­cia de otros herbívoros y también cambia significativamente entre las estaciones de primavera y verano, pero no varía según la disponibilidad de ciertas especies de plantas,  sino por la cobertura global de la vegetación en los sitios (Baldi et al. 2001).

En cuanto a la composición de especies, la dieta de estación húmeda y en el bosque representó el mayor valor (42 especies), sin embargo mostró el menor índice de diversidad. Esto puede deberse a que la riqueza (compo­sición) de especies, cuantifica aquellas raras que no tienen significado biológico cuando su aparición depende del azar y no se puede medir con certeza en muestras pequeñas, sino más bien es una medida efectiva en censos (Feinsinger 2004). Por ejemplo, Lycium sp. estuvo representada en todas las muestras de dieta analizadas, pero con muy baja frecuencia en las curvas de abundancia relativa (Tabla 1). A diferencia de lo observado en la región del Monte en la provincia de Río Negro (Bal­maceda & Digiuni 1979), donde este arbusto representa una de las dicotiledóneas más con­sumidas durante todo el año; mientras que en ambientes de las Sierras y Mesetas Occidentales de la Patagonia (Amaya 1985) su frecuencia fue siempre menor al 1%.

Geoffroea decorticans, es una de las especies que formó la base de alimentación de este animal en el área estudiada, sumada a Atriplex cordobensis y a varias especies de Prosopis sp. Esto coincide parcialmente con lo observado en ambientes de Monte, donde —dentro de las di­cotiledóneas— Geoffroea decorticans y Condalia microphylla Cav. son las más frecuentes durante todo el año (Balmaceda & Digiuni 1979).

Por otro lado, el consumo de vegetales agru­pados según su forma de vida demuestra que las especies leñosas, gramíneas y halófitas fueron las más abundantes en la dieta del guanaco, en ese orden. Las herbáceas no gramíneas fueron más consumidas en estación húmeda y las cactáceas en estación seca. Estos hallazgos difieren de lo proporcionado en diversos estu­dios, donde se reporta la concentración de las gramíneas en la alimentación de esta especie (Balmaceda & Digiuni 1979; Bahamonde et al. 1986; Bonino & Pelliza Sbriller 1991a; b; Puig et al. 1995; Cortés et al. 2003; Flores et al. 2013; Barri et al. 2014).

Para una interpretación más precisa de los resultados de este estudio, se debe tener en cuenta que la época analizada represen­tó —según los registros de precipitación y temperatura— un año extremadamente seco, por lo cual su análisis debería profundizarse con estudios realizados en años que presenten valores dentro de las medias anuales estimadas para esta región de Córdoba.

Sin embargo, esas condiciones extremas re­saltan la importancia del consumo de leñosas y cactáceas en la dieta del guanaco, que de acuerdo a su hábito generalista de alimentación, incrementa el uso y preferencia de especies leñosas cuando la disponibilidad de hierbas y pastos decrece (Puig et al. 1997).

El consumo preponderante de plantas leñosas indica la importancia e interrelación directa del bosque para su alimentación y supervi­vencia en esta región. Lo cual coincide con lo demostrado por Arias et al. (2015) en la región boscosa de la Reserva Corazón de la Isla (Tierra del Fuego, Argentina), donde se encontró que los árboles representan uno de los grupos funcionales más importantes en la dieta anual del guanaco, con un consumo constante y abundante de Nothofagus spp. durante todas las estaciones del año.

En el mismo sentido, en el chaco boliviano (departamento Santa Cruz, al suroeste del Parque Nacional Kaa-Iya), la dieta del guanaco ha sido caracterizada como generalista, como respuesta a la disponibilidad de frutas, flores y hojas, incluyendo además una variedad de cactus, confirmando que la especie se alimenta tanto de plantas de la pampa abierta, como de los arbustales y matorrales (Cuéllar et al. 2003). Asimismo, en el norte de la Patagonia (provincia de Neuquén) se observó que el guanaco consume, además de herbáceas y gra­míneas, arbustos y árboles tanto en primavera como en verano (Bahamonde et al. 1986), en coincidencia con nuestros resultados.

A la luz de los hallazgos presentes, se con­sidera que conservar los bosques nativos del noroeste de Córdoba será de gran importancia para el resguardo y supervivencia de la pobla­ción de guanaco de la provincia, especialmente ante posibles escenarios de cambio climático que pudieran poner en riesgo el equilibrio biológico de esta especie.

AGRADECIMIENTOS

Al guardaparque E. Martínez, al Parque Natural y Re­serva Forestal Chancaní y su gente, a los pobladores de Piedrita Blanca, a la maestra V. Valenzuela, los niños de la escuelita Jorge Luis Borges y Vicente "Chacho" Peñaloza. A los técnicos M. Barreda y C. Barberena (INTA Cruz del Eje). A los biólogos C. Schneider y S. Rufini por los trabajos de campo, asesoramiento y material brindado en el marco del Proyecto Guanacos del Chaco Seco argentino. A la Dras. A. Sersic, V. Chillo, N. Hilgert y G. Martínez, por sus orientaciones en diferentes etapas de este trabajo. A los bomberos de San Marcos Sierras por el préstamo de equipo de campo. Este estudio fue posible gracias al financiamiento otorgado por el Programa Nacional de Becas Bicentenario.

LITERATURA CITADA

1. Administración del Parque Natural y Reserva Forestal Chancaní (Eds.). 2012. Registro de precipitaciones anuales. Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Agencia Córdoba Ambiente, Áreas Naturales Protegidas, Córdoba, Argentina.         [ Links ]

2. Amaya, J. N. 1985. Dieta de los Camélidos Sudamericanos. Estado actual de las investigaciones sobre camélidos en la República Argentina (J. L. Cajal & J. N. Amaya, eds.). SECYT Nº 3. Buenos Aires, Argentina.         [ Links ]

3. ANPs de Córdoba. 2005. Áreas Naturales Protegidas, Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos. Agencia Córdoba Ambiente S.E., Córdoba.         [ Links ]

4. Aprile, G., & C. Schneider. 2009. Respuesta comportamental de guanacos (Lama guanicoe) translocados y reintroducidos en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, provincia de Córdoba, Argentina. Comportamiento de guanaco reintroducido, Córdoba. APRONA Bol. Cient. 41:69-87         [ Links ]

5. Arias, N., S. Feijóo, P. Quinteros, & J. Bava. 2015. Composición botánica de la dieta del guanaco (Lama guanicoe) en la Reserva Corazón de la Isla, Tierra del Fuego (Argentina): utilización estacional de Nothofagus spp. BOSQUE 36:71-79.         [ Links ]

6. Bahamonde, N., S. Martin, & A. Pelliza-Sbriller. 1986. Diet of guanaco and red deer in Neuquén, Argentina. Journal of Range Management 39:22-24.         [ Links ]

7. Baldi R., S. D. Albon, & D. A. Elston. 2001. Guanacos and sheep: evidence for continuing competition in arid Patagonia. Oecologia 129:561-570.         [ Links ]

8. Balmaceda, N. A., & L. Digiuni. 1979. Estimación de la dieta del guanaco en zona de Monte por el método microtécnico. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Minería, Provincia de Río Negro.         [ Links ]

9. Barri, F. R., V. Falczuk, A. M. Cingolani, & S. Díaz. 2014. Dieta de la población de guanacos (Lama guanicoe) reintroducida en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, Argentina. Ecología Austral 24:203-211.         [ Links ]

10. Bonino, N., & A. Pelliza-Sbriller. 1991a. Composición botánica de la dieta del guanaco (Lama guanicoe) en dos ambientes contrastantes de Tierra del Fuego, Argentina. Ecología Austral 1:97-102.         [ Links ]

11. Bonino, N., & A. Pelliza-Sbriller. 1991b. Comparación de las dietas del guanaco, ovino y bovino en Tierra del Fuego. Argentina. Turrialba 41:452-457.         [ Links ]

12. Britos, A. H., & S. Basconcelo (Eds.). 2012. Informe Sequía 2011. Análisis de las Anomlías del Índice Verde (NDVI). Equipo de Ordenamiento Territorial. Subsecretaría de Agricultura Familiar. Delegación Córdoba. Equipo del Norte. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

13. Cabrera, A. L. 1994. Regiones fitogeograficas Argentinas. Enciclopedia Argentina de Agricultura y Jardinería. Tomo II. Ed. Acme S.A.C.I., Buenos Aires, Argentina.         [ Links ]

14. Cajal, J. 1989. Uso de hábitat por vicuñas y guanacos en la Reserva San Guillermo, Argentina. Vida Silvestre Neotropical 2:21-31         [ Links ]

15. Castellaro, G., C. Gajardo, V. Parraguez, R. Rojas, & L. Raggi. 1996. Productividad de un rebaño de camélidos sudamericanos domésticos en un sector de la provincia de Parinacota, Chile. I. Variación estacional de la composición botánica, disponibilidad de materia seca, valor pastoral y valor nutritivo de los bofedales. Agricultura Técnica (Chile) 58:191-204.         [ Links ]

16. Chillo, V. 2008. Selección de dieta de conejo de los palos y mara. Tesina de Grado de Bióloga. FCEF y N, Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

17. Cortés, A., E. Miranda, J. Rau, & J. Jiménez. 2003. Feeding habits of guanacos Lama guanicoe in the high Andes of north-central Chile. Acta Theriologica 48:229-237.         [ Links ]

18. Cosa, M. T., & N. Dottori (Eds.). 2010. Adaptaciones Morfológicas de las plantas vasculares. Guía de Trabajos Prácticos. Cátedra de Morfología Vegetal de la FCEF y N de la Universidad Nacional de Córdoba. Argentina.         [ Links ]

19. Cuéllar, E., J. Segundo, G. Castro, & A. Noss. 2003. Estrategia de conservación del guanaco en el Chaco Boliviano. Capitania del Alto y Bajo Isoso/Wildlife Conseravtion Society Proyecto Kaa-Iya. Informe Técnico 98. Santa Cruz, Bolivia.         [ Links ]

20. Demaio, P., & M. Medina. 1999. Ecosistemas de la provincia de Córdoba. Universidad Libre del Ambiente, Sezo. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

21. Di Fulvio, T. E., N. Perícola, M. Hadid, M. T. Cosa, N. Dottori, & G. Bruno (Eds.). 2005. Técnicas histológicas aplicadas a la resolución de problemas botánicos. Cátedra de Morfología Vegetal de la FCEF y N, UNC. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

22. Di Rienzo, J. A., F. Casanoves, M. G. Balzarini, L. Gonzalez, M. Tablada, & C. W. Robledo. 2008. InfoStat, versión 2008, Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.         [ Links ]

23. Dizeo de Strittmatter, C. G. 1973. Nueva técnica de diafanización. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 15:126-129.         [ Links ]

24. Feinsinger, P. (Ed.). 2004. El Diseño de Estudios de campo para la conservación de la biodiversidad. Ed. FAN, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.         [ Links ]

25. Fernández, M. 2011. Comportamiento de alimentación y vigilancia de una población de guanacos reintroducida en el Parque Nacional Quebrada del Condorito (Córdoba, Argentina). Tesina de Grado de Bióloga. Fac. de Cs. Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

26. Flores, C. 2011. Uso de hábitat del guanaco (Lama guanicoe) reintroducido en el Parque Nacional Quebrada del Condorito. Tesina de Grado de Bióloga. Fac. de Cs. Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

27. Flores, C., A. M. Cingolani, A. von Müller, & F. R. Barri. 2013. Habitat selection by reintroduced guanacos (Lama guanicoe) in a heterogeneous mountain rangeland of central Argentina. The Rangeland Journal 34:439-445.         [ Links ]

28. Fundación Vida Silvestre Argentina, The Nature Conservancy, Fundación DeSdel Chaco, & Wildlife Conservation Society-Bolivia (Eds.). 2005. Evaluación ecorregional del Gran Chaco Americano. 1º ed. Buenos Aires.         [ Links ]

29. GECS, IUCN, SSC. 2015. Especie Guanaco (Lama guanicoe).<http://www.camelidosgecs.com.ar/especies_guanacos.html>         [ Links ]

30. Holechek, J. & B. Gross. 1982. Evaluation of different calculation procedures for microhistological análisis. Journal of Range Management 35:721-723.         [ Links ]

31. Kruskal, W. H., & W. A. Wallis. 1952. Use of ranks in One-Criterion Variance Analysis. Journal of the American Statistical Association 47(260):583-621. Universidad de Chicago. Chicago, Estados Unidos.         [ Links ]

32. Periago, M. E., & M. A. Dacar (Eds.). 2010. Guía ilustrada para la identificación de tejidos vegetales de plantas nativas del Chaco árido de Córdoba Argentina. Rufford Small Grants-Booster Grant 07.04.09. Córdoba, Argentina.         [ Links ]

33. Prado, D. 1993. What is the Gran Chaco vegetation in South America? I: A review. Contribution to the study of flora and vegetation of the Chaco. V. Candollea 48:145-172.         [ Links ]

34. Puig, S., F. Videla, S. Monge, & V. Roig. 1995. Seasonal variations in guanaco diet (Lama guanicoe Müller, 1776) and food availability in Northern Patagonia, Argentina. Unidad de Ecología Animal, Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA-CONICET). Mendoza, Argentina. Journal of Arid Environments 34:215-224.         [ Links ]

35. Puig, S., F. Videla, & M. Cona. 1997. Diet and abundance of the guanaco (Lama guanicoe) in four habitats of northern Patagonia, Argentina. Journal of Arid Environments 36:343-357.         [ Links ]

36. Rodriguez, E. O. 2011. El guanaco. <http://www.patrimonionatural.com/HTML/especies/mamiferos/guanaco/descripcion.asp>         [ Links ]

37. Rufini, S., M. Geisa, E. Martínez, & C. Schneider (Eds.). 2009. Guanacos del Chaco Árido cordobés. Cartilla Nº 2 / Proyecto: El Chaco Árido cordobés en la mirada de niños campesinos. Secretaría de Extensión Universitaria, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba.         [ Links ]

38. Schneider, C. 2008. Proyecto Guanacos del Chaco Seco Argentino. Programa Nacional de Conservación de Especies Amenazadas. Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Buenos Aires.         [ Links ]

39. Schneider, C., & S. Rufini. 2008. Guanacos en el Chaco Seco argentino: construyendo conocimientos y estrategias de conservación. ACEN (Asociación para la Conservación y estudio de la Naturaleza) Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Dirección de Fauna Silvestre. III Congreso Nacional para la Conservación de la Biodiversidad. Buenos Aires.         [ Links ]

40. Segundo, J., G. Castro, & E. Cuéllar. 2004. Uso de hábitat por el guanaco (Lama guanicoe) en el suroeste del Parque Nacional Kaa-Iya, Santa Cruz, Bolivia. Memorias: manejo de fauna silvestre en Amazonia y Latinoamérica. Sitio Argentino de Producción Animal. Bolivia.         [ Links ]

41. Tala, C. 2011. Secretaría Técnica Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres. <http://www.conama.cl/clasificacionespecies/ficha5proceso/Lama_ guanicoe.doc>         [ Links ]

APÉNDICE 1

Caracteres morfológicos de referencia de las especies vegetales colectadas en cada ambiente y estación.
 








Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons