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Mastozoología neotropical

versión impresa ISSN 0327-9383versión On-line ISSN 1666-0536

Mastozool. neotrop. vol.26 no.1 Mendoza jun. 2019

 

ARTÍCULO

Un pionero de la colección de mamíferos en Patagonia: el viaje de Emilio Budin en 1927-1928

 

Rubén M. Barquez1 y Ulyses F. J. Pardiñas2

1 PIDBA (Programa de Investigaciones de Biodiversidad Argentina. CONICET), Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán, Argentina.

2 Instituto de Diversidad y Evolución Austral (IDEAus. CONICET), Puerto Madryn, Chubut, Argentina e Investigador Asociado, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Quito, Ecuador.

[Correspondencia: U. F. J. Pardiñas <ulyses@cenpat-conicet.gob.ar>]


RESUMEN

Emilio Budin, destacado colector de mamíferos, efectuó, en compañía de su familia y empleando como medio de transporte un camión Ford modelo T, un viaje por territorio patagónico durante los años 1927-1928, cubriendo más de 4 mil kilómetros de recorrido. Parte de los mamíferos colectados fueron objeto del último de los artículos publicados por Oldfield Thomas en 1929. Sin embargo, algunas localidades muestreadas por Budin resultan de ubicación dudosa, producto de la incertidumbre geográfica que rodeaba a la región en la primera parte del siglo XX. Gracias al relato de uno de sus hijos, partícipe directo del periplo, y la compulsa de diversas fuentes cartográficas, museográficas y literarias, hemos identificado los principales puntos de colecta, desde Bahía Blanca en Argentina hasta Punta Arenas en Chile. Se discuten, en este contexto, implicaciones taxonómicas y biogeográficas derivadas de los materiales coleccionados por Budin y se pone en valor su épico viaje.

ABSTRACT

A pioneer of the collection of mammals in Patagonia: the trip of Emilio Budin in 1927-1928.

Emilio Budin, an outstanding collector of mammals, made, accompanied by his family and using a Ford T truck, a trip through the Patagonian territory during the years 1927-1928, to cover more than four thousand kilometers of routes. Part of the specimens collected was described by Oldfield Thomas in his last published paper in 1929. However, the locations of some sites sampled by Budin were unclear, due to the geographic uncertainty that surrounded the region in the first part of the 20th century. Thanks to the stories of the youngest son of Budin, a direct participant in the journey, as well as the comparison of various cartographic, museographic and literary sources, we have identified the main collecting points, from Bahía Blanca in Argentina to Punta Arenas in Chile. We discuss, in this context, taxonomical and biogeographical implications derived from the collected materials by Budin, and his epic journey is valued.

Palabras clave: Chubut; Laguna del Barro; Oldfield Thomas; Río Negro; Santa Cruz.

Key words: Chubut; Laguna del Barro; Oldfield Thomas; Río Negro; Santa Cruz.

Recibido 14 junio 2018.
Aceptado 23 noviembre 2018.

Editor asociado: R. Palma


INTRODUCCIÓN

Emlio Budin (1877-1935) es el colector de mamíferos argentinos por antonomasia (Barquez 1997; Barquez & Díaz 2014). Nacido en Suiza, pero naturalizado argentino y tucumano por adopción, ejerció una profesión extinta hoy día: naturalista viajero. Así, desde las regiones altoandinas de la Puna hasta las desoladas estepas patagónicas, fueron incansablemente muestreadas. Muchos de los ejemplares coleccionados fueron comprados por los grandes museos de historia natural de la época, destacándose en las adquisiciones el British Museum (Natural History) (BMNH; Londres, Reino Unido; hoy día, The Natural History Museum) y el Museo Nacional de Historia Natural (MACN; Buenos Aires, Argentina; hoy día, Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”). Una parte importante de estos especímenes fue descrita, a lo largo de 3 décadas de publicaciones, por Oldfield Thomas (1858-1929), a la sazón curador de mamíferos del BMNH (Hill 1990).

Emilio Budin realizó dos expediciones de larga duración en su vida de colector. La primera fue en territorio chaqueño, entre 1906 y 1907 y ha sido objeto de una narración y análisis detallado (Barquez 1997). El segundo gran viaje de Budin, a Patagonia y cubriendo más de 4 mil kilómetros, es muy poco conocido. La única fuente indirecta publicada sobre el mismo son los datos incluidos por Thomas (1929) en el que fuera, singularmente, el último trabajo de su vastísima producción: “The Mammals of Señor Budin’s Patagonian Expedition, 1927-28”. Poco antes de que saliera a luz el mismo, con fecha 10 de junio de 1929, Thomas escribió a Charles Lockwood, su representante en Argentina, para solicitarle que informara a Budin que dejara de coleccionar para el BMNH, argumentando razones particulares. Seis días después, Thomas ponía fin a su vida (Hinton 1929; Barquez 1997).

Thomas (1929) describió materiales coleccionados por Budin en unas 20 localidades patagónicas (Tabla 1). Algunas, más allá de la liberalidad ortográfica empleada, no ofrecen dificultades para su reconocimiento y ubicación. “Rio Gallagos” (Thomas 1929:39) o “Rio Gallego” (Thomas 1929:42) es, sin mayor duda, Río Gallegos, en el extremo sudoriental de Santa Cruz. Otras, como La Bajada o Laguna del Barro, generan no pocas incertidumbres. En este contexto, resulta un objetivo deseable tratar de reconstruir con alguna fidelidad el derrotero del viaje de Budin, para establecer con mayor certeza sus principales puntos de colecta. Decimos deseable porque contribuiría a entender la ubicación geográfica certera de mamíferos coleccionados en la primera mitad del siglo XX, tal como se ha intentado en algunos trabajos previos (véase, entre otros, Pardiñas 2013; Christie & Pardiñas 2016). De estos datos se podrían decantar aspectos para interpretar los ensambles en una Patagonia de casi una centuria atrás. Sin embargo, de esta tarea parcialmente historiográfica podría derivarse un valor agregado; concretamente, rescatar del olvido uno de los mayores viajes de colección en la porción austral de América del Sur.

Tabla 1
Localidades registradas en Thomas (1929) con colección de mamíferos efectuada por E. Budin en su viaje patagónico de 1927-1928.

MATERIALES Y MÉTODOS

El viaje de colección emprendido por E. Budin entre 1927 y 1928 fue singular en la vida de este naturalista, por tres motivos principales: 1) por primera vez empleó para su ejecución un medio de transporte novedoso para la época, un vehículo Ford modelo T (Fig. 1A). Thomas (1929:36) destacó este hecho, “Señor Budin made his expedition entirely by motor-car, a method of transport which did not prove so successful as had been hoped, so that the total results have not quite come up to expectation”; 2) lo hizo acompañado por su familia, incluyendo su esposa (Camila Tolck) y sus tres hijos (Carlos, Octavio y Emilio) (Figs. 1B y 1C; Material Suplementario 1); 3) recorrió enteramente la porción continental patagónica en una transecta norte-sur, desde Bahía Blanca en Argentina hasta Punta Arenas, en territorio de Chile. Si bien este mismo viaje también comprende una porción extra-patagónica, aquella que media entre Bahía Blanca y el punto de partida/llegada (i.e., la residencia habitual de la familia Budin en San Miguel de Tucumán), aquí solo nos ocuparemos del derrotero en Patagonia. Hemos efectuado esta división arbitraria del periplo en consonancia con las localidades reportadas por Thomas (1929). Además, hemos fijado el “inicio” de la región patagónica en inmediaciones de Bahía Blanca que, a los fines históricos, resulta razonable (véase Pronsato 1969).


Fig. 1
. Fotografías originales del viaje de Emilio Budin en Patagonia (1927-1928). A. El vehículo Ford modelo T empleado para realizar la expedición; B. Parte de la familia Budin en un campamento entre Arroyo Salado (Río Negro) y Puerto Madryn (Chubut). De pie, Emilio Budin, a su derecha su esposa, Camila Tolck y su hijo Octavio, a su izquierda, E. Budin (hijo); C. Familia Budin en plena cacería de un guanaco (Lama guanicoe).

Como materiales para la reconstrucción del viaje de Budin, hemos empleado varias fuentes de evidencia. Aquellas de base la constituyen una entrevista que uno de los autores (RMB) mantuvo con Emilio Budin (hijo), en 1997, y dos escritos, autoría de este último, con relatos sobre sus recuerdos del viaje (Material Suplementario 2). Los datos aportados por el entrevistado, testigo primario del viaje, permiten determinar el trayecto sin mayor vacilación. A la par, E. Budin (hijo) cedió para su uso importante documentación fotográfica, como así también correspondencia intercambiada entre Budin y Thomas y notas de campo de su padre, entre otros elementos. Estos materiales históricos se encuentran actualmente depositados en la sección “Anexos-Documentos” de la Colección Mamíferos Lillo y PIDBA, de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.

A nivel cartográfico, hemos empleado diversos materiales. De los caminos carreteros previos a 1930 se conserva escasa documentación oficial. Nuestra indagación en la biblioteca de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV; fundada en 1932), prácticamente no produjo resultados positivos: la mayor parte de la evidencia cartográfica temprana fue destruida por su mala conservación o, en el mejor de los casos, está confinada en depósitos de acceso limitado (X. de la Plaza, com. pers. a UFJP en 2017). Sin embargo, atendiendo a que buena parte del viaje patagónico de Budin fue realizado siguiendo la traza del ferrocarril o del tendido telegráfico (fide Budin hijo), hemos sacado ventaja de los mapas históricos que los incluyen, en particular del Atlas de J. J. Nágera (1926) y de los mapas esquemáticos incluidos en las memorias anuales de la DNV (Dirección Nacional de Vialidad 1933, 1934). A los fines de ajustar la nomenclatura toponímica al uso oficial, se han seguido sin excepción, las cartas topográficas del Instituto Geográfico Nacional (IGN; otrora, Instituto Geográfico Militar). Para cada localidad con ubicación más o menos certera, se brindan coordenadas geográficas de grado y minuto y altitud en metros sobre nivel del mar (m s.n.m.); estos datos han sido derivados del programa informático Google Earth. Es importante recalcar que las localidades trabajadas por Budin, aun aquellas que cuentan con ubicación indubitable, deben ser tomadas con cierto recaudo a nivel geográfico, como ocurre con buena parte de las de carácter histórico. De esta forma, existe un razonable “error geográfico” asociado a cada emplazamiento. En concreto, aun cuando se anota “Rawson” o “San Antonio Oeste” y cada uno de estos puntos puede ser ubicado en el mapa, es virtualmente imposible establecer dónde exactamente fueron coleccionados los animales e, incluso, si la referencia de localidad no es por mera cercanía. La Patagonia que recorrió Budin, si bien ya tenía abundante población rural establecida, no dejaba de ser parcialmente terra incognita, en particular en los vastos trayectos implicados entre algunos de los escasos centros poblados.

El listado básico de las localidades muestreada por Budin, que aquí se discute, surge de Thomas (1929; Tabla 1), complementado con aquellas que figuran en la base de ingresos de la Colección Nacional de Mastozoología, MACN; Tabla 2).

Tabla 2
Localidades registradas en la base de datos del MACN con colección de mamíferos efectuada por E. Budin en su viaje patagónico de 1927-1928.

 

A nivel museográfico, hemos recabado alguna información a partir de los materiales coleccionados por Budin e ingresados en el MACN. Para esto nos basamos en forma directa sobre una planilla de datos donde personal del MACN recopiló la información, pero no en la consulta de las etiquetas originales de cada ejemplar. Finalmente, en el caso de localidades problemáticas (e.g., Laguna del Barro), hemos consultado las etiquetas de algunos materiales depositados en el BMNH, como así también y de este mismo museo, el listado de todos los cricétidos coleccionados por E. Budin durante los años 1927-1929.

Este trabajo carece de veleidades históricas, dado no solo su objetivo primario sino también las limitaciones en ese sentido de los autores. Por este motivo, los datos brindados para cada localidad o en la reconstrucción de los trayectos, se restringen a aquellos que estrictamente permiten ubicar los puntos discutidos. Abundante información sobre fechas fundacionales y otros aspectos que hacen a la historia de las localidades patagónicas aquí mencionadas, como así también del complejo proceso del cuasi hoy día obsoleto ferrocarril en Argentina austral, puede derivarse de bibliografía específica (e.g., Willis 1914; Scalabrini Ortíz 1975; Matijevic & H. de Matijevic 1978; Barbería 1995; Guzmán 2009; Ibarroule et al. 2011; Ramos Mexía 2015).

Otras abreviaturas empleadas: Cº = Cerro; Ea. = Estancia; FF.CC. = ferrocarril; RN = ruta nacional; RP = ruta provincial. A los fines de no introducir más complejidad atendiendo a los numerosos cambios de denominación de los ferrocarriles en territorio patagónico, los mismos se indican mediante las localidades cabeceras.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Reconstrucción del viaje de E. Budin en 1927-1928

De acuerdo a la narración de E. Budin (hijo; Material Suplementario 2 y 3) el viaje se inició el 1º de octubre de 1927, en San Miguel de Tucumán. El trayecto hasta Buenos Aires estuvo jalonado por localidades como Santiago del Estero, La Banda, Fernández, Taboada, Garza, Herrera, Colonia Dora, Rosario, Pergamino, Arrecifes, Morón, alcanzando la capital nacional el 8 de octubre. Continuaron hacia el sur por caminos vecinales, atravesando Luján, Azul, Olavarría, hasta llegar a Bahía Blanca, puerta de la Patagonia. De allí fueron hasta Carmen de Patagones, cruzaron el río Negro en balsa, pasaron a Viedma y, ya en territorio rionegrino, arribaron a San Antonio Oeste. Luego siguieron hacia Rawson; el río Chubut lo cruzaron mediante un puente de reciente construcción. Más al sur perdieron el rumbo pero lograron llegar a Pico de Salamanca, desde donde alcanzaron Comodoro Rivadavia. Desde allí hasta Río Gallegos invirtieron dos meses. El viaje continuó hacia el oeste, en abril de 1928, rumbo a lago Argentino, pasando por La Bajada y llegando a El Calafate. Allí conocieron al administrador de la estancia Alta Vista, quien los autorizó a trabajar en sus tierras. Además, los orientó y recomendó para ir a la estancia Cerro Buenos Aires. El regreso estuvo jalonado por localidades como Puerto Santa Cruz, Rawson, siguiendo por la ruta costera hasta San Antonio Oeste. Desde allí incursionaron hacia el oeste pasando por Aguada Cecilio, Valcheta, “Indio o India” Muerta; cruzaron el río Negro en Choele Choel y luego hacia Fortín Uno y Pichi Mahuida. En esta última localidad, luego de atravesar el río Colorado, recorrieron por caminos vecinales la provincia de La Pampa para ingresar a la de Buenos Aires y alcanzar la capital nacional. Desde allí hicieron la última etapa hasta Tucumán, donde arribaron el 8 julio de 1928. Gruesamente, habían viajado durante 10 meses y recorrido unos 9500 km, de los cuales al menos 4500 km habían transcurrido en Patagonia.

El análisis de esta narración, a la luz de la cartografía histórica y actual, datos complementarios emanados de correspondencia inédita entre Budin y Thomas y fotografías originales, permite una reconstrucción bastante certera del viaje (Fig. 2 y Fig. S1, Material Suplementario 8). Desde Bahía Blanca (Buenos Aires), Budin y familia siguieron, en forma aproximada, el trazado de la actual RN  3. Esta, en rigor de verdad, se construyó a la vera del ferrocarril y del tendido telegráfico (Fig. 3). No es de extrañar, entonces, que una localidad de colecta fuera Ombucta (cf. Thomas 1929), estación del ferrocarril poco al sur de Bahía Blanca. Por este camino arribaron a Carmen de Patagones, sobre la margen norte del río Negro, límite natural con la provincia de Río Negro. Desde allí cruzaron a Viedma. Acá tenemos la primer “laguna” en el relato de Budin (hijo), ya que no hay detalle del camino que siguieron para alcanzar San Antonio Oeste. Se puede asumir, como plausible, que siguieron el trazado del ferrocarril que conecta ambas localidades, atravesando unos 150 km de monte casi carente de agua dulce, pero jalonado de numerosas lagunas salobres (Fig. 3A). Desde San Antonio Oeste hacia Rawson aprovecharon el rumbo del tendido telegráfico, que coincide aproximadamente con la parcialmente obsoleta RP 1 actual. Budin tomó fotografías o conservó postales de Puerto Madryn y Trelew, aspecto que señala la visita a estas localidades antes de su arribo a Rawson, sobre la margen norte del río Chubut (Fig. S2, Material Suplementario 8). El trayecto hasta la siguiente localidad mencionada en el relato, Pico de Salamanca, resulta incierto. Debió transcurrir en parte por la meseta de Montemayor, ya que coleccionan en la laguna Concepción, emplazada sobre la misma, previamente a Pico de Salamanca. Lo concreto es que alcanzaron Comodoro Rivadavia, como atestigua una postal (Fig. 4). Nuevamente tenemos una “laguna” en el relato, no menor en este caso, ya que no hay detalles del camino entre esta localidad y Río Gallegos. Casi con certeza deben haberse dirigido por la antigua RP 502 hacia la estación Holdich (FF.CC. entre Comodoro Rivadavia y Sarmiento), para desde allí seguir hacia Las Heras (antiguamente, Colonia Las Heras), “punta de riel” del FF. CC. Puerto Deseado-Las Heras. Nuestra reconstrucción de este recorrido descansa en materiales coleccionados en Las Heras y en Piedra Clavada (cf. Thomas 1929). Todo sugiere que siguieron la vera del ferrocarril hasta alcanzar Puerto Deseado y, desde allí hacia el sur, pasaron por Puerto San Julián siguiendo el camino costero (de hecho, hay otra fotografía lograda en cercanías de Bahía Laura, una localidad atlántica ca. 70 km al sur de Puerto Deseado; Fig. 4B). El cruce del río Santa Cruz lo hicieron en Paso Ibañez (en cercanías de la actual localidad de Comandante Luis Piedra Buena; Fig. 4C) y, desde allí, pasando por Puerto Santa Cruz (simplemente “Santa Cruz”, para la época), arribaron a Río Gallegos sobre la margen sur del río homónimo. Desde este punto, Budin y su hijo mayor emprenden una excursión hasta Punta Arenas (Chile), mientras que el resto de la familia permaneció en Río Gallegos. Sabemos de dicha excursión no solo por materiales coleccionados en Punta Arenas (cf. Thomas 1929), sino también porque Budin gestionó —el 2 de febrero de 1928— permiso consular de acceso a Chile (Material Suplementario 1). El camino Río Gallegos-Punta Arenas era conocido de larga data (i.e., tránsito habitual entre estas dos aisladas poblaciones australes), tomando la vera del río Chico y pasando pocos kilómetros al oeste del Cº del Diablo o Negro (prácticamente emplazado sobre el límite Argentina-Chile, del cual Budin nos ha legado elocuentes fotos; Fig. 5A). Desde Punta Arenas Budin alcanzó Puerto Natales (Chile), como detalla en carta a Thomas (Material Suplementario 4) y Puerto Prat (cf. Thomas 1929), unos kilómetros hacia el norte, por el Seno de Última Esperanza. Nuevamente, toda la familia habría tomado hacia Güer Aike y, desde allí, seguido el trazado aproximado de la actual RP 5-RN 40 (que orilla el río Coyle), hacia El Calafate. Por la mención de “La Esperanza” en su correspondencia, podemos asumir que pasaron por esta localidad (hoy, Esperanza) sobre la RP 5, margen sur del río Coyle. Poco antes de alcanzar el valle del río Santa Cruz, en el descenso desde el pedemonte de la meseta de los Escarchados, pasaron por la estancia La Bajada, cuyo nombre justamente alude al fuerte desnivel topográfico (de 800 a 300 m s.n.m.), en apenas un par de kilómetros lineales. En el sector de El Calafate, por entonces un pueblo en etapa germinal, Budin coleccionó en estancias de los mayores terratenientes, incluyendo Alta Vista y Cerro Buenos Aires y luego en un pequeño curso fluvial, el arroyo de los Perros, prácticamente sobre el extremo oriental del lago Argentino (Figs. 5B y 5C). Todo sugiere que el regreso hacia la costa, para alcanzar Puerto Santa Cruz, se hizo orillando el río Santa Cruz, siguiendo el trazado de la actual RP 9. El camino hacia el norte habría recapitulado lo recorrido hacia el sur. Sin embargo, tenemos algún detalle más gracias a la correspondencia Budin-Thomas. En carta a Thomas, fechada en Rawson, 16 de abril de 1928 (Material Suplementario 4), Budin indica que el trayecto entre arroyo de los Perros y Puerto Deseado se efectuó sin paradas de colección. Desde allí trabajó a lo largo de la línea del ferrocarril en diversos puntos, citando “Km 84” (i.e., Estación Antonio de Biedma), “Km 89” y “Km 239” de las vías, hasta alcanzar Piedra Clavada. El mal tiempo lo obligó a volver sobre sus pasos y, una vez en Pico Truncado, seguir rumbo norte (hacia Comodoro Rivadavia) vía el camino de Caleta Olivia (Fig. 3B). Es decir, introduce aquí una pequeña variante con respecto a su v iaje de ida hacia el sur. Otra variante introducida en el regreso fue que, al llegar a San Antonio Oeste, Budin intentó un camino diferente. Siguiendo las vías del FF. CC. San Antonio Oeste-Bariloche, coleccionó en Aguada Cecilio, Apeadero Pajalta, Valcheta y, desde allí, alcanzó el río Negro en Pomona y Choele Choel. La referencia imprecisa de Budin (hijo) a “Indio o India” Muerta alude a una importante laguna (Indio Muerto) en el trayecto Valcheta-Pomona, quizás una de las travesías más áridas de toda Patagonia (Fig. 3A). Poco queda de patagónico al trayecto. Desde Choele Choel hasta Fortín Uno, el antiguo camino seguido por Budin fue copiado por la actual RP 56 y, desde allí hasta el río Colorado en Pichi Mahuida, por la actual RP 57. De todas formas ya era “terreno conocido”, pues Budin había coleccionado previamente en Pichi Mahuida, en abril de 1927 (cf. Thomas 1927).


Fig. 2
. Reconstrucción esquemática del viaje de Emilio Budin en Patagonia (1927-1928), con ubicación de las principales localidades de colecta. A. Trayecto de ida: 1. La Vitícola; 2. Ombucta; 3. Laguna del Barro; 4. San Antonio Oeste; 5. La Bombilla; 6. Rawson; 7. La Concepción; 8. Pico de Salamanca; 9. Las Heras; 10. Piedra Clavada; 11. Río Chico; 12. Río Gallegos; 13. Bella Vista; 14. Punta Arenas; 15. Puerto Prat. B. Trayecto de regreso: 1. Puerto Prat; 2. Río Gallegos; 3. La Bajada; 4. Lago Argentino; 5. Alta Vista; 6. Cerro Buenos Aires; 7. Río Perro; 8. Piedra Clavada; 9. Rawson; 10. Aguada Cecilio; 11. Pajalta; 12. Valcheta; 13. Pomona; 14. Choele Choel; 15. Pichi Mahuida.


Fig. 3
. Detalles del Atlas de J. J. Nágera (1926); se indican, con puntos rojos, localidades visitadas por Emilio Budin entre 1927-1928. A. Sector oriental de la Provincia del Río Negro; B. Sector nororiental de la provincia de Santa Cruz.


Fig. 4
. Fotografías y postales originales del viaje de Emilio Budin en Patagonia (1927-1928). A. Comodoro Rivadavia (postal de época); B. Cercanías de Bahía Laura (Santa Cruz), E. Budin y su hijo Emilio sosteniendo un ejemplar de mara (Dolichotis); C. Cruce del impetuoso río Santa Cruz en Paso Ibáñez (Santa Cruz).


Fig. 5
. Fotografías originales del viaje de Emilio Budin en Patagonia (1927-1928). A. E. Budin y su hijo Octavio en Cerro del Diablo o Negro (Santa Cruz); B. Resultados de la colección en lago Argentino (Santa Cruz; nótese las “planchas” de pieles de micromamíferos y el ejemplar de águila mora); C. Budin y familia, en excursión hacia el Ventisquero Perito Moreno (Santa Cruz).

Gaceta comentada sobre las principales localidades de colección

En esta gaceta se precisan y comentan, en orden alfabético, las principales localidades trabajadas por E. Budin durante su viaje patagónico en 1927-1928. Todas sin excepción corresponden a las citadas por Thomas (1929), referenciadas aquí entre comillas (Tabla 1), o a las consignadas en la base de datos del MACN (Tabla 2).

“Aguarda Cecilio, Rio Negro” (Thomas 1929:43): deformación de Aguada Cecilio (40º50¢S, 65º50¢ W, 185 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4166-II “San Antonio Oeste”, Río Negro, año 1986, escala 1:250 000), una de las estaciones del FF. CC. San Antonio Oeste-San Carlos de Bariloche (Ardüser 2004). Existe una foto histórica de este punto, bajo la denominación de “Aguada de Cesilio” (véase Alemann 1907:16-17).

“Alta Vista, Lago Argentino, 600 m” (Thomas 1929:38, 39), “Alta Vista, Lago Argentino, Sta. Cruz” (Thomas 1929:39), “Estancia, Alta Vista, Lago Argentino, 600 m” (Thomas 1929:40), “Alta Vista, Lago Argentino, 100 m” (Thomas 1929:42) y “Est. Alta Vista, Lago Argentino, Santa Cruz, 600 m” (Thomas 1929:42): variantes que indican la estancia Alta Vista (50º28¢ S, 72º36¢ W, 270 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5172-I y 5175-II “El Calafate”, Santa Cruz, año 1981, escala 1:250 000), emblemático establecimiento en la región del lago Argentino. Las diferencias altitudinales reseñadas por Thomas (1929) son elocuentes en señalar que Budin debe haber coleccionado en varios puntos, tanto en cercanías del casco como en los faldeos que conforman el sector SE de la estancia (y que tienen por nombre en cartografía “Barrancas de la Estancia”; Fig. 6A). Para 1928, las Ea. Alta Vista, Ea. Anita y Ea. Cerro Buenos Aires, abarcaban buena parte del territorio hacia el occidente de El Calafate.


Fig. 6
. Vistas actuales de algunas de las localidades del oeste de Santa Cruz visitadas por Emilio Budin (1927-1928). A.  Sector estancias Anita y Alta Vista, nótese al fondo las alturas denominadas “Barrancas de la Estancia” (fotografía E. Cuéllar, 2017); B. Vista general del paisaje en inmediaciones del lago Argentino (fotografía D. Voglino, 2017); C. Vista panorámica de la estancia Cerro Buenos Aires (fotografía UFJP, 2017); D. Vista panorámica del arroyo de los Perros, tomada hacia el SW; nótese, a la derecha, el puente casi derruido que corresponde al antiguo camino de ingreso hacia El Calafate (fotografía UFJP, 2017).

“Bella, Vista, Santa Cruz” (Thomas 1929:42): hay varios topónimos “Bella Vista” en cercanías de Río Gallegos; no resulta fácil determinar en cuál de estos trabajó Budin. Sabemos que la expedición alcanzó Río Gallegos y, desde allí, Budin y su hijo mayor (Octavio) partieron hacia Punta Arenas (Chile). Siguiendo el camino habitual para la época entre ambas localidades, a unos 30 km de Río Gallegos, se emplaza la Ea. Bella Vista (51º47¢ S, 69º32¢ W, 45 m  s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5169-III “Río Gallegos”, Santa Cruz, año 1953, escala 1:250 000), sobre la margen izquierda del río Chico. Resulta una referencia plausible para “Bella, Vista, Santa Cruz” (cf. Thomas 1929). Sin embargo, existe una alternativa que se deriva de la correspondencia Budin-Thomas. En un borrador de carta escrito por Budin y fechado en Río Mitre, Estancia Alta Vista (17 de marzo de 1928), este indica “Espero habrá recibido mi carta que le he escrito desde Punta Arenas a mi paso por esa diciendo que en el trayecto de Gallegos a Punta Arena no hay tucu tucu [Ctenomys], y que seguí a Natale [sic]. 70 leguas al noroeste, entre Natale [sic] y Punta Arenas tampoco conseguí encontrar Ctenomys y regresé a Gallegos para venir aquí en Lago Argentino donde dijeron que había tucu tucu”. De esta epístola se desprende que Budin no solo viajó entre Punta Arenas y Puerto Natales, sino que desde este último punto regresó a Río Gallegos. Si bien no tenemos certeza del camino recorrido entre estas dos últimas localidades, es factible suponer que siguieron gruesamente parte de la actual Ruta 9 en Chile y, luego, su continuación por la RN 40 en Argentina, que orilla el río Gallegos. Si aceptamos esta reconstrucción, el punto más factible para la referencia “Bella, Vista, Santa Cruz” resulta la Ea. Bella Vista (51º51¢ S, 70º37¢ W, 83 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5172-IV “El Zurdo”, Santa Cruz, año 1953, escala 1:250 000), asociada al Destacamento Policial Bella Vista, ambos sobre la margen sur del río Gallegos. Contra esto, en las notas de campo de Budin, reseña trabajo en “Bella Vista” en fechas como 13, 14 y 20 de enero de 1928 (Material suplementario  3), todas colectas previas al viaje hacia Punta Arenas, aspecto que favorece nuestra identificación de esta localidad con la Ea. Bella Vista en cercanías de Río Gallegos. Más aún, ingresos de materiales en las colecciones del BMNH, indican capturas en Bella Vista entre el 20 y 26 de enero de 1928.

Choele Choel (base datos MACN): Choele Choel (39º17¢ S, 65º40¢ W, 133 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 3966-IV “Choele Choel”, Río Negro, año 2005, escala 1:250 000), hoy día importante localidad sobre la margen norte del río Negro.

“Descado, Santa Cruz” (Thomas 1929:43): aunque la corrupción ortográfica en favor de “Deseado” es obvia, resulta más difícil conectar esta referencia con algún topónimo concreto. Sabemos que Budin visitó Puerto Deseado, pero también trabajó sobre el tendido del ferrocarril que unía esta localidad con Las Heras. En correspondencia Budin-Thomas, se emplea la forma “Deseado” para referirse a la localidad Puerto Deseado (47º45¢S, 65º53¢W, 21  m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4766-III y IV “Puerto Deseado”, Santa Cruz, año 1989, escala 1:250 000). Un ejemplar consignado con fecha de captura 5 de abril de 1928 y anotado como procedente de “Deseado” (en colecciones del BMNH), parece confirmatorio en su alusión a Puerto Deseado.

“Estancia Viticola, Bahia Blanca” (Thomas 1929:43): corresponde a Estación La Vitícola (38º31¢ S, 62º17¢ W, 131 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 3963-II “Bahía Blanca”, Buenos Aires, año 1997, escala 1:250 000).

Fortín Uno: localidad homónima (38º51¢ S, 65º16¢ W, 170 m; Carta Topográfica del IGN 3966-II “Puelches”, La Pampa y Río Negro, año 1987, escala 1:250 000), antiguo emplazamiento devenido en estación del ferrocarril en la provincia del Río Negro.

“La Bajada, Lago Argentino, 400 m” (Thomas 1929:42): se puede tomar como referencia a la Ea. La Bajada (50º21¢ S, 71º36¢W, 690 m; Carta Topográfica del IGN 5172-II “Paso Río Bote”, Santa Cruz, año 1973, escala 1:250 000), unos 5 km al NW de la laguna Los Escarchados. Dicho establecimiento se emplaza poco antes del abrupto desnivel topográfico que se verifica entre el Cordón de los Escarchados y el valle del río Santa Cruz. La actual RN 40 fue modificada en su traza, en cercanías de la laguna mencionada, para hacer así más suave el descenso, que se conoce localmente como Bajada de Miguens.

“La Bombilla, Rio Negro” (Thomas 1929:41): alude a un paraje, estancia y laguna homónimos (Carta Topográfica del IGN 4166-II “San Antonio Oeste”, Río Negro, año 1986, escala 1:250 000), en el camino entre San Antonio Oeste y Sierra Grande. El casco de la Ea. La Bombilla tiene por coordenadas 40º 57¢ S, 65º  20¢ W (136 m s.n.m.); la laguna es un pequeño cuerpo salino de 1.5 km de diámetro máximo.

“La Concepcion, Chubut, 200 m” (Thomas 1929:37, 45) y “Concepcion, Chubut” (Thomas 1929:41, 43): se trata de una laguna, La Concepción, hoy día seca. Sobre su margen sur se encuentra la Ea. La Concepción (44º15¢S, 66º08¢W, 334 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4566-I “Garayalde”, Chubut, año 1987, escala 1:250 000).

“Lago Argentino, Santa Cruz” (Thomas 1929:44): se puede interpretar en favor de la actual localidad de El Calafate (50º20¢ S, 72º15¢ W, 200 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5172-I y 5175-II “El Calafate”, Santa Cruz, año 1981, escala 1:250 000), emplazada sobre la margen sur del lago Argentino. Para la época del viaje de Budin, varios pobladores estaban asentados en este naciente pueblo, hoy un centro urbano destacado del oeste santacruceño. Aunque la sinonimia entre “Lago Argentino, Santa Cruz” y El Calafate puede ser cuestionada, de hecho Budin en su correspondencia menciona “Calafate” y es una certera referencia al pueblo, el error que se puede estar introduciendo con nuestra conjetura es casi desdeñable. Seguramente Budin estableció algún campamento temporario sobre la costa del lago en cercanías del actual emplazamiento de El Calafate. Cabe recordar que Lago Argentino fue empleado como nombre durante décadas para la actual localidad de El Calafate (Instituto Geográfico Militar 1954:260).

Lago Argentino, Cerro Buenos Aires: corresponde a la estancia Cerro Buenos Aires, cuyo casco (50º21¢ S, 72º45¢ W, 240 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5172-I y 5175-II “El Calafate”, Santa Cruz, año 1981, escala 1:250 000) se emplaza en el pedemonte de la sierra Cattle en península Magallanes, uno de los sectores más emblemáticos de la región del lago Argentino (Fig. 6C). Tanto por la correspondencia Budin-Thomas como por el preciso relato de Budin (hijo) sobre este punto, sabemos que coleccionaron en inmediaciones del río Mitre, curso que disecta virtualmente la península, para desaguar en el Brazo Rico.

Lago San Martín: esta referencia asociada con una colecta de Budin, registrada en la base de datos del MACN, resulta del todo improbable. Aceptarla como válida implicaría un desplazamiento de casi 200 km hacia el norte del lago Argentino, del cual no habría quedado registro alguno.

“Laguna de Berro, Rio Negro” (Thomas 1929:39), “Laguna del Barro, Rio Negro” (Thomas 1929:41), “Laguna de Barro, Rio Negro” (Thomas 1929:42, 43), “Laguna de Barro, Rio Negro, 100 m” (Thomas 1929:44) y “Laguna de Barro, mouth of Rio Negro, 100 m” (Thomas 1929:44): todas variantes que aluden a la localidad de Laguna del Barro, cuya ubicación precisa resulta incierta y ha dado lugar a varias interpretaciones erróneas. Pardiñas et al. (2003:80) la citó como “Laguna del Berro”, agregando involuntariamente una variante más a las muchas empleadas por Thomas (1929). Además, propuso su sinonimia con arroyo los Berros, un curso de agua de la vertiente oriental de meseta de Somuncurá (Pardiñas et al. 2003:112); esto es, a todas luces, incorrecto, aspecto destacado en Pardiñas (2009:151). Este último autor, retomando el topónimo original, propuso su ubicación en coordenadas geográficas 40º 10¢ S, 65º 02¢ W. En dicho punto se encuentra una pequeña laguna identificada en cartografía como Laguna del Barro (Carta Topográfica del IGN 4166-II “San Antonio Oeste”, Río Negro, año 1986, escala 1:250 000). Sin embargo, más allá de la homonimia, la cuestión es si se trata o no de la localidad muestreada por Budin. Las notas de viaje del naturalista son muy escuetas como para lograr una ubicación certera de Laguna de Barro. En su catálogo de campo manuscrito, Budin anotó “Bahia a Pata. 300, Pata. a Laguna Barro 250 200”. Asumiendo que “Bahia” hace referencia a Bahía Blanca y “Pata”, a Carmen de Patagones, 300 se puede interpretar como la distancia kilométrica entre ambas. Cotejando un mapa, se trata de una buena aproximación. Por lo tanto, entre Carmen de Patagones y Laguna del Barro, mediarían unos 200 km. Si tomamos la distancia kilométrica entre ambas localidades siguiendo la actual RP 250, es decir, orillando el río Negro por margen sur, la coincidencia es total. Esto otorgaría cierto crédito a la ubicación propuesta por Pardiñas (2009). Sin embargo, hay elementos que la contradicen. Si la intención de Budin era ir directamente hacia el sur, el camino más corto (unos 170  km) para cruzar la travesía entre Carmen de Patagones y San Antonio Oeste, hubiera sido seguir el tendido del FF. CC. Viedma-San Antonio Oeste. Emplear para este fin el camino hacia General Conesa (i.e., el de la margen sur del río Negro) resulta, en este contexto, un despropósito. Máxime si se considera que para alcanzar la citada laguna en la ubicación dada por Pardiñas (2009), tendrían que haberse internado aún más hacia el oeste, en un territorio decididamente hostil por la carencia de agua dulce. Una posibilidad es que Budin hubiera coleccionado en Laguna del Barro a posteriori de su paso por San Antonio Oeste. Un ejemplar coleccionado por Budin en Laguna del Barro tiene por fecha 7 de noviembre de 1927 (Fig. S3, Material suplementario 8), virtualmente 1 mes luego de la partida de la expedición en Tucumán (Material suplementario 3). Parece una fecha muy temprana para suponer que se trata de un evento posterior al paso por San Antonio Oeste. Considerando los números de colector en función del catálogo de campo de Budin, la serie de animales obtenidos en Laguna del Barro es 2879 hasta 2893 inclusive. El número de colector 2878 (i.e., el inmediatamente previo a esta localidad), es un Conepatus coleccionado en Ombucta. Los posteriores ya corresponden a La Bombilla, un paraje al sur de San Antonio Oeste (vide supra). Siguiendo esta línea de evidencia, las localidades de colección habrían sido Ombucta, Laguna de Barro, La Bombilla, con un paso por San Antonio Oeste pero sin especímenes. Una alternativa para la ubicación de Laguna del Barro, más plausible que aquella propuesta por Pardiñas (2009), surge de la evidencia asociada al FF. CC. Viedma-San Antonio Oeste. La Provincia de Río Negro reconoce el topónimo Laguna del Barro y le asigna código postal 8514, en común con las localidades de Gral. Nicolás H. Palacios, Vicealmirante Eduardo O’Connor, Nuevo León, Gral. Lorenzo Vintter, Laguna del Monte, Pozo Salado y Saco Viejo. Mientras que las cuatro primeras son estaciones (hoy día abandonadas) del FF. CC. Viedma-San Antonio Oeste, las otras tres corresponden a establecimientos cercanos al mismo (véanse Cartas Topográficas del IGN 4163-I y III “General Conesa”, Buenos Aires y Río Negro, año 1990, escala 1:250 000 y 4166-II “San Antonio Oeste”, Río Negro, año 1986, escala 1:250 000). Sin embargo, Laguna del Barro destaca por su ausencia, más allá de que el sitio http://codigo-postal.es.mapawi.com/argentina/13/rio-negro/1/15/r/laguna-del-barro/8514/13283/ la ubica con coordenadas geográficas 40.7722º S, 63.9889º W. Nuestra inspección directa en el terreno no solo ha revelado que en dicha localización no hay más que campo, sino que tampoco los pobladores de la región, incluso algunos añosos, recuerdan un paraje o localidad con tal denominación. Sin embargo, hemos detectado en cartografía histórica (Mapas sobre la Gobernación de Río Negro, fechados en 1884 y 1886; véase Dehais 2006:223 e imágenes 1.5.110.0 y 1.5.110.1 en CD2 que acompaña a dicha obra; Ardissone 1932:213) el topónimo “L. Barro” o “Lag. del Barro”, en proximidades de San Antonio Este, con coordenadas geográficas ca. 40º43¢ S y 64º45¢ W (Fig. 7A). Laguna del Barro, en esta interpretación, habría sido un cuerpo de agua, jalón de la clásica travesía denominada “del Chancho”, una de las vías históricas de comunicación ecuestre entre el puerto de San Antonio y Carmen de Patagones (Fig. 7B; véase Rey Balmaceda 1976). Durante la construcción del FF. CC. Viedma-San Antonio Oeste, que comenzara desde esta última localidad en 1926, habría quedado vinculada al tendido ferroviari o (muy dependiente de las fuentes de agua, habida cuenta de su tracción a vapor), para luego desaparecer como topónimo. En este contexto, resulta conveniente retenerlo a los fines históricos, asociado exclusivamente con las colectas de Budin.


Fig. 7. A.
Recorte de un mapa de 1886 de la antigua Gobernación del Río-Negro (hoy día Provincia del Río Negro); la flecha y punto rojos señalan el topónimo L. Barro; B. Aspecto general del Monte Oriental en la denominada “Travesía del Chancho”, cercanías de San Antonio Oeste (Río Negro; fotografía E. Cuéllar, 2018); C. Vista panorámica de la Estación Piedra Clavada del antiguo ferrocarril Puerto Deseado-Las Heras, Santa Cruz (fotografía UFJP, 2018).

“Las Heras, Deseado, Santa Cruz” (Thomas 1929:44): Las Heras (46º32¢ S, 68º55¢ W, 335  m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4769-II “Colonia Las Heras”, Santa Cruz, año 1953, escala 1:250 000), “punta de riel” del extinto ferrocarril Puerto Deseado-Las Heras.

“Ombucta Railway Station, just S. of Bahia Blanca, about 150 km. north of San Blas” (Thomas 1929:37): Estación Ombucta (38º54¢ S, 62º32¢ W, 22 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 3963-II “Bahía Blanca”, Buenos Aires, año 1997, escala 1:250 000) del antiguo FF.  CC. Bahía Blanca-Carmen de Patagones.

Paja Alta: se trata de un “apeadero” cuyo nombre es Pajalta (40º46¢S, 66º02¢ W, 192  m  s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4166-I “Valcheta”, Río Negro, año 1993, escala 1:250 000), punto de recarga de agua del antiguo FF.  CC. San Antonio Oeste-San Carlos de Bariloche (Ardüser 2004).

Pichi Mahuida: Pichi Mahuida (38º49¢ S, 64º56¢ W, 120 m; Carta Topográfica del IGN 3966-II “Puelches”, La Pampa y Río Negro, año 1987, escala 1:250 000), hoy día una pequeña localidad rural a orillas del río Colorado en la provincia del Río Negro.

“Pico Salamanca, Chubut, 100 m” (Thomas 1929:36, 37), “Pico Salamanca, S. Chubut” (Thomas 1929:37), “Pico Salamanca, Chubut” (Thomas 1929:39, 41, 43, 44), “Pico Salamanca, Southern Chubut Territory, 100 m” (Thomas 1929:39), “Pico Salamanca” (Thomas 1929:42) y “Pico Salamanca, 100 m” (Thomas 1929:45): seis variantes que aluden a la localidad de Pico de Salamanca (45º24¢S, 67º25¢W, 530 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4566-III “Comodoro Rivadavia”, Chubut, año 1953, escala 1:250 000), hoy día extinta. Sin embargo, para la época del viaje de Budin, contaba con estafeta postal, juzgado de paz y almacén de ramos generales. Es interesante notar que la acotación altitudinal “100 m” introduce alguna incertidumbre sobre el punto exacto de trabajo de Budin. Una posibilidad es que la colecta se hubiera efectuado más cerca de la costa atlántica, que dista de Pico de Salamanca unos 20 km hacia el este, con un fácil descenso merced al Cañadón Pilar. Sin embargo, el relato de Budin (hijo) y la captura de varios ejemplares de Lestodelphys halli en este punto, marsupial restringido altitudinalmente hacia la parte elevada de la meseta (véase Formoso et al. 2011), favorece ubicar el lugar de trabajo en inmediaciones de las ruinas de Pico de Salamanca.

“Piedra Clavada, Deseado, Sta. Cruz” (Thomas 1929:39), “Piedra Clavada, R. Deseado, Santa Cruz, 200 m” (Thomas 1929:39) y “Piedra Clavada, Santa Cruz, 200 m” (Thomas 1929:42): se trata de la Estación Piedra Clavada (46º36¢S, 68º31¢W, 330 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4769-II “Colonia Las Heras”, Santa Cruz, año 1953, escala 1:250 000), correspondiente al FF.  CC. Puerto Deseado-Las Heras. Hoy día solo persiste el edificio abandonado de la estación (Fig. 7C), el tanque de agua y los cimientos de lo que posiblemente fuera la casa del jefe de estación.

Pomona: Pomona (39º29¢ S, 65º36¢ W, 123  m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 3966-IV “Choele Choel”, Río Negro, año 2005, escala 1:250 000), hoy día una pequeña localidad rural sobre la margen sur del río Negro.

“Puerto Prat, Ultima Esperanza, 400 m” (Thomas 1929:39) y “Puerto Prat, Ultima Esperanza, Santa Cruz, 400 m” (Thomas 1929:39): Puerto Prat (51º37¢ S, 72º38¢ W, 19 m, Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, Chile).

“Punta Arenas, Magellan Straits, 200 m” (Thomas 1929:38): Punta Arenas (53º09¢ S, 70º55¢ W, 30 m s.n.m., Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, Chile).

“Rawson, Chubut” (Thomas 1929:38, 41, 42, 43, 44): corresponde a la localidad homónima (43º17¢S, 65º05¢W, 10 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4366-IV y 4363-III “Rawson”, Chubut, año 1990, escala 1:250 000), capital provincial del Chubut. En la base de datos del MACN se anota también “Rawson Sur” (Tabla  2), aspecto que señala que Budin debe haber coleccionado tanto en cercanías del actual emplazamiento de Rawson, es decir, sobre margen norte del río Chubut, como así también en territorio al sur del río.

Río Chico: plausiblemente refiere a la localidad extinta Río Chico, cuyas coordenadas geográficas son referidas como 49º48¢ S, 68º37¢  W (Instituto Geográfico Militar 1954:445). Era el antiguo punto de cruce del río Chico de Santa Cruz, unos 3 km aguas abajo del puente de la RN 3, en inmediaciones de Comandante Luis Piedra Buena (Santa Cruz).

“Rio Gallagos, extreme south of Santa Cruz, 50 m” (Thomas 1929:39) y “Rio Gallego, Santa Cruz” (Thomas 1929:42): ambas son corrupciones ortográficas de Río Gallegos (51º36¢ S, 69º13¢ W, 11 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5169-III “Río Gallegos”, Santa Cruz, año 1953, escala 1:250 000), que durante años fue conocida como “Gallegos”, capital provincial de Santa Cruz.

 “Rio Perro, Lago Argentino” (Thomas 1929:39) y “Rio Perro, N. end of Lago Argentino, Santa Cruz” (Thomas 1929:43): se trata del arroyo de los Perros, curso que drena desde los faldeos del cerro Los Dos Mellizos y, luego de varios meandros y divisiones, desagua mediante dos bocas en el lago Argentino, en inmediaciones del aeropuerto de El Calafate. Hoy día buena parte de su trayecto está incluido en campos de la estancia Bon Accord. El antiguo camino de acceso a El Calafate disectaba este arroyo y se conserva un puente de mampostería parcialmente derruido (Fig. 6D). Sabemos, por borradores de la correspondencia Budin-Thomas (Material Suplementario 4), que el campamento de Budin se ubicó sobre el mismo arroyo, en sus propias palabras “[Ama]necimos en rio Perro [arroyo de los Perros]. La cantidad de avutarda que pasaba da lugar a suponer que la zona que ocupabamos [ocupábamos] con nuestro campamento debe constituir un camino natural para las migraciones, mirando al sur tenemos la cuenca del rio [río] Santa Cruz, al Este a poca distancia altos cantos de varios cientos de metros. Al Oeste el lago [Argentino] que va enangostandose [enangostándose] hasta formar el rio [río] Sta Cruz y al otro lado del lago los primeros escalones de la cordillera [de los Andes]”. Si bien la ubicación cardinal de Budin resulta algo imprecisa, toda vez que el lago Argentino se ubica hacia el norte (y no hacia el sur, como él apunta), la indicación de “poca distancia” hasta el borde de la meseta es valiosa para señalar al campamento como emplazado en el tramo en que el arroyo de los Perros corre subparalelo al trazado de la actual RP 11. Justamente, desde ese sector, algo más elevado, es factible observar el nacimiento del río Santa Cruz. Podemos restringir esta localidad de colección como margen del arroyo de los Perros (50º19¢ S, 72º00¢ W, 210  m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 5172-I y 5175-II “El Calafate”, Santa Cruz, año 1981, escala 1:250 000).

“San Antonio del Oeste, Rio Negro” (Thomas 1929:43): corresponde a la localidad de San Antonio Oeste (40º43¢ S, 64º56¢ W, 10 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4166-II, “San Antonio Oeste”, Río Negro, año 1986, escala 1:250 000), hoy día importante centro urbano sobre la costa atlántica rionegrina.

Valcheta: Valcheta (40º40¢S, 66º09¢ W, 178 m s.n.m.; Carta Topográfica del IGN 4166-I “Valcheta”, Río Negro, año 1993, escala 1:250 000), pequeña localidad nacida a la vera del arroyo Valcheta, emblemática estación del ferrocarril patagónico San Antonio Oeste-San Carlos de Bariloche.

Principales aspectos taxonómicos y biogeográficos

Combinando la información reseñada por Thomas (1929), junto con la obrante en la base de datos del MACN, hemos tabulado los ensambles de mamíferos obtenidos por Budin en localidades que cuentan con un tamaño de muestra mayor a 10 ejemplares (Tabla 3). También hemos compilado el total de sigmodontinos ingresados al BMNH a partir de esta misma colecta (Material Suplementario  5). Aunque estos datos son parciales, ya que Budin coleccionó en otras varias localidades en su viaje patagónico de 1927-1928 (cf. Tablas 1 y 2), han sido seleccionados porque permiten efectuar algunas consideraciones de valor biogeográfico. El análisis general de estos 10 ensambles indica que, para un total de 354 capturas, el muestreo abarcó al menos 28 taxones. Decimos al menos ya que, con certeza, en algunos de los géneros consignados hay más de una especie, englobadas bajo el uso de taxonomía abierta. En algunos casos, esta discriminación ya fue efectuada por Thomas (1929), quien reconoció varios Ctenomys entre las colectas de Budin (de hecho, tres especies). A esto se puede agregar, a la luz del conocimiento contemporáneo (Lanzone et al. 2015), que seguramente Budin colectó especímenes de dos especies de Eligmodontia (i.e., Eligmodontia morgani y Eligmodontia typus).

Tabla 3
Muestras obtenidas por E. Budin en localidades patagónicas durante 1927-1928; datos compilados a partir de Thomas (1929) y colecciones MACN.

Resulta interesante detectar que Budin coleccionó algunos mamíferos que parecen escapar a los límites actualmente aceptados de sus rangos geográficos. Por otra parte, parece haber submuestrado otros, que resultan abundantes en la actualidad. Ejemplo elocuente de lo primero es el registro de Abrothrix olivacea en Laguna del Barro y Rawson. Este abrotriquino se considera tradicionalmente asociado a la Provincia Fitogeográfica Patagónica (PFP), es decir, a la estepa patagónica en el sentido más genérico (Lozada et al. 1996; Pardiñas et al. 2003). Sin embargo, Laguna del Barro está profundamente emplazada en el Monte Oriental, mientras que Rawson se encuentra en el deslinde entre el Monte y la PFP. Todos los muestreos de las últimas décadas, tanto aquellos efectuados con trampas como mediante egagrópilas de aves rapaces, han sido virtualmente negativos en la obtención de esta especie en la porción nor-oriental patagónica (Udrizar Sauthier & Pardiñas 2014, pero véase más abajo). El caso de las ausencias, como ocurre naturalmente, es más difícil de ponderar. Los ensambles de Budin lucen muy pobres en cuanto a Phyllotis xanthopygus, con solo dos capturas en Pico de Salamanca y una en Rawson. Hoy día este filotino es un elemento descollante en gran parte de la Patagonia (Fig. S4, Material Suplementario 8). La transecta efectuada por Budin es marcadamente oriental y, en este sentido, en parte ajena al clásico ambiente mesetario y de amplias exposiciones rocosas que es aquel preferido por P. xanthopygus (Kramer et al. 1999). Sin embargo, la virtual ausencia de este sigmodontino en localidades como Pico de Salamanca o Piedra Clavada, resultan singulares. A la inversa, su registro en Rawson, es algo atípico (incluso, un plausible error en favor de Graomys griseoflavus, ya que ambos filotinos son fáciles de confundir sobre la base de morfología externa).

Hemos referido (vide supra) que uno de los objetivos de Budin en su viaje habría sido, como el mismo indica en correspondencia Budin-Thomas, la colección de Ctenomys. De hecho, los totales por taxón, parecen confirmar este fin, ya que al menos obtuvo 50 tuco-tucos, uno menos que el roedor coleccionado más abundante en Tabla 3 (i.e., Abrothrix olivacea). Puede argumentarse, entonces, un sesgo metodológico respecto de este roedor y en detrimento de otros mamíferos. Obtener Ctenomys implica una dedicación a la detección y excavación de madrigueras, más allá de que desconocemos exactamente cómo los colectaba Budin. Esto favorecería, prima facie, la colección de otros roedores cavícolas, como es el caso de Reithrodon auritus. El total de este sigmodontino cuniculoide, 34 ejemplares, parece estar en línea con este argumento. Reithrodon auritus es, como todo herbívoro especialista, muy difícil de obtener mediante trampas de golpe (tipo Museum; Pearson 1988). Quizás la abundante cosecha sobre este taxón que hizo Budin señala el uso de armas de fuego, ya que era un experto tirador (otro tanto puede decirse con respecto al cuis Microcavia australis). Resulta singular, además, la colección de Notiomys edwardsii, del cual Budin obtiene un ejemplar en Piedra Clavada (que él menciona como “Geoxus” en su correspondencia con Thomas, inequívoca indicación de su dominio morfológico, toda vez que ambos sigmodontinos son muy similares externamente). Este raro abrotriquino casi nunca es coleccionado por trampas mecánicas; los pocos ejemplares vivos conocidos han sido atrapados en cuevas de Ctenomys (véase Pearson 1984).

Se pueden ensayar algunas explicaciones para dar cuenta de los hallazgos efectuados por Budin hace casi una centuria. Aquellos registros que resultan ahora extralimitales, como el caso de A. olivacea en Laguna del Barro y Rawson o P. xanthopygus en Rawson, constituirían ejemplos de retracciones recientes en la geonemia de estas especies (Fig. S5, Material Suplementario 8). Contrario sensu, la abundancia actual contra su pobreza pasada, podría entenderse como señal de expansión poblacional en P. xanthopygus. Globalmente, ambos ejemplos parecen inscribirse en una tendencia de los últimos siglos que implica la pauperización de Patagonia nor-oriental de elementos faunísticos típicamente patagónicos, en favor de otros típicamente asociados al monte (e.g., Pardiñas et al. 2003; Pardiñas et al. 2011a). Tanto como en la pampasia se reconoce durante el Holoceno una suerte de “frontera móvil” entre elementos brasílicos y patagónicos (e.g., Tonni 1990 y las referencias allí citadas), en Patagonia podría argumentarse que también hay un deslinde entre elementos de monte versus aquellos típicamente patagónicos. La movilidad de este deslinde, avanzando desde el nordeste hacia el sudoeste, llevaría a la retracción (i.e., extinción regional) de ciertos taxones, de los cuales podrían quedar poblaciones aisladas en parches sub-óptimos. Esta persistencia podría explicar los registros de A. olivacea en Laguna del Barro y en Rawson, e incluso el mucho más reciente de este abrotriquino en Cerro Avanzado (42º50¢ S, 64º52¢ W, Chubut). En esta localidad costera, uno 14 km al SE de Puerto Madryn, A. Kovacs, coleccionó durante 1978 una muestra de roedores ulteriormente cedida al Muséum d’Histoire Naturelle de la Ville de Genève (Ginebra, Suiza). A partir de ectoparásitos recuperados en estos materiales, se describió una nueva especie de pulga hospedada por A. olivacea (véase Mahnert 1982). Nuestra revisión de estos ejemplares, en base a fotografías de cráneos y mandíbulas, permite cementar su determinación taxonómica original. En este contexto, cabe reevaluar un registro para Euneomys en Puerto Madryn, que fuera efectuado por De Santis et al. (1997) y sumariamente descartado por Udrizar Sauthier & Pardiñas (2006). Aunque completamente atípico en relación a la geonemia actual de este sigmodontino (véase Udrizar Sauthier & Pardiñas 2014), no se puede negar que podrían corresponder a expresiones relictuales, puntuales y aisladas, de una distribución pretérita más extensa en Patagonia nor-oriental.

En esta línea de evidencias, es interesante remarcar algunas preclaras observaciones efectuadas por Budin en relación a la extinción regional de mamíferos. Thomas (1929:43) destaca, con respecto al registro de Ctenomys magellanicus en arroyo de los Perros (Santa Cruz), que “Sr. Budin states that this species is now almost exterminated, owing to the fact that the introduced sheep, by piercing with their pointed feet the crust of snow above the burrows, have caused the death of the tuco-tucos by the resulting wet and cold thus allowed to enter”. Del mismo modo, indica en correspondencia epistolar la virtual ausencia de Ctenomys al sur de Río Gallegos. Esto representa un fuerte contraste con la abundancia registrada para este roedor en los yacimientos arqueológicos tardíos en la región de Monte Aymond y Pali Aike (véase Pardiñas et al. 2011b). La eliminación regional de Ctenomys como efecto incidental de la carga ovina fue posteriormente destacada por Osgood (1943; véase también Mann Fischer 1978). Todo parece indicar que, en vastas porciones de Patagonia, este roedor fosorial ha resultado profundamente damnificado, con especial impacto en sectores subandinos y australes (Tammone et al. 2018). Nuestras prospecciones recientes en el área de arroyo de los Perros, como así también en toda la cuenca alta del río Santa Cruz, resultan consistentes en señalar la ausencia (o, al menos, rareza) de poblaciones de Ctenomys. Estos datos obligan a replantearse el estado de conservación de muchas de las especies putativas del género y debería ser un acicate para el emprendimiento de trabajos orientados hacia su conocimiento y conservación.

Comentarios sobre colecciones

El análisis de la base de datos del MACN arroja resultados tanto valiosos como parcialmente incongruentes. Sospechamos que buena parte de las incongruencias pueden estar originadas por problemas en la interpretación y transcripción de los datos originales (obrantes en etiquetas o libretas de campo), hacia la base digital. De los 722 ejemplares coleccionados por Budin y listados como obrantes en el MACN, 119 carecen de localidad y deben ser descartados de análisis ulteriores. De aquellos con ubicación al menos a nivel de provincia, 64 especímenes corresponden a Río Negro, 65 a Chubut y 42 a Santa Cruz, abarcando un total de 17 localidades (Tabla 2). Cuando estos datos se ordenan cronológicamente por fecha de colecta, 59 registros deben ser descartados por carecer de dicha información asociada. Aun así, para los restantes, existen unos pocos referibles al año 1927, mientras que el grueso es de 1928. Para extraer alguna utilidad de la base, hemos cruzado la información de número de colector, fecha de colección y localidad (Material Suplementario 6). Con esto se logra recuperar algunos segmentos de información que guardan consistencia tanto geográfica como cronológica, en un contexto donde otros varios registros resultan ambiguos. Ahora bien, estos segmentos coherentes no necesariamente reflejan la realidad del viaje de Budin. Así, se registra el espécimen 294 con procedencia Choele Choel en abril de 1927 y, para el mismo mes, los ejemplares 295-303 coleccionados en Rawson. Aunque esto es consistente geográficamente, no condice con el periplo que estamos analizando, razón que obliga a interpretar que algunos datos del MACN corresponden a viajes realizados por Budin en fechas previas. Contra esto, una serie extensa de ejemplares no solo muestra consistencia geográfica y cronológica sino que también ajusta con los datos generales del viaje. Se trata de los animales que comienzan con el número de colector 107 hasta 135, que casi sin excepción provienen de Rawson y fueron obtenidos en abril 1928. Luego, los 136-137 son de Aguada Cecilio, consignados ya en mayo 1928; los 138-141, de “Paja Alta”; el 142, de Pomona; finalmente, los 143 a 182 provienen de Choele Choel, siempre durante el mismo mes. Estos materiales permiten trazar el derrotero de Budin entre abril y mayo de 1928: Rawson, Aguada Cecilio, Pajalta, Pomona, Choele Choel; está viajando hacia el norte, regresando, como sabemos que efectivamente lo hizo. Las distancias entre esos puntos son razonablemente consistentes con los tiempos implicados y el orden natural de los números de colección. Además, señalan la voluntad de Budin de emplear un camino diferente al de su ingreso a Patagonia durante 1927, es decir, en lugar de seguir aproximadamente la actual RN 3, tomar el camino hacia Valcheta y desde allí, hacia Choele Choel.

CONSIDERACIONES FINALES

El viaje de Emilio Budin y familia a Patagonia durante 1927-1928 estuvo promovido, al menos en parte, por el afán coleccionista de Oldfield Thomas (Material Suplementario 7). Resulta aleccionador, a casi un siglo transcurrido, rescatar la visión de este último sobre las colecciones. En el obituario de Thomas (Hinton 1929:101), se destaca que “After his marriage to Mary Kane, daughter of Sir Andrew Clark, in 1890, Thomas was in possession of considerable means. His wife, interested in natural history herself and devoted to all that concerned her husband, readily agreed to the use of as much as could be spared from their joint purse for the purpose of financing collectors of mammals in various parts of the world... Quickly Thomas gathered round him a band of volunteer workers in the Museum; and by hard work and perseverance he gained the ears and the purses of many wealthy people who were glad to benefit the national collections and advance the cause of science”. Más allá del espíritu patriótico, de la entrega y de la fortuna, asistimos aquí a la gestación de un plan que, al cabo de 40 años de ejecución, dotaría al BMNH de una de las mayores colecciones biológicas. Al igual que esas otras duplas geniales, integradas por naturalista viajeros y estudiosos de gabinete (e.g., por citar algunas del ámbito sudamericano, la de los hermanos Ameghino o la dupla Hatcher-Allen), Budin, junto a una plétora de colectores (e.g., Buckely, Kalinowski, Kemp, Simons), proveyeron de un inacabable suministro a un Thomas, que alumbró más de 3000 taxones (Hill 1990).

Emilio Budin ejecutó, entre 1927-1928, una transecta patagónica oriental hoy día inigualada. Climáticamente, su viaje transcurrió pocos años después del final de la última fase de la Pequeña Edad del Hielo. En ese contexto, Budín coleccionó sobre un territorio globalmente más húmedo y frío que el actual. Ambientalmente y pese a la mayor demografía del interior patagónico en la primera mitad del siglo pasado (cf. Ibarroule et al. 2011:39), dicho territorio estaba mucho menos transformado por el hombre. Para 1927-1928 la Patagonia ya era región ovejera por excelencia, pero había una mayor concentración de los animales en determinados puntos (e.g., pastizales subandinos, grandes mallines interiores) y no el uso extensivo que se verificaría en etapas posteriores (que alcanzaría a cada confín, incluso aquellos más hostiles). La desertificación por sobrepastoreo recién sería un problema, creciente desde entonces, a partir de 1950, en sintonía con una perceptible tendencia climática hacia la disminución de precipitaciones (pluviales y níveas, aunque con fuertes variaciones regionales y por décadas) y el aumento de temperaturas medias (Rey Balmaceda 1976, Villalba 1990, Labraga & Villalba 2009). El impacto petrolero era aún incipiente y concentrado en localidades puntuales. La Patagonia que recorrió Budin, podemos asumir, era muy diferente a la actual. Si bien no era la Patagonia moderadamente prístina de los viajes de John Hatcher de finales del siglo XIX, era una Patagonia pre-acmé de la explotación ovejera y petrolera (Aagesen 2000).

En este contexto, reconstruir el viaje de Budin a casi un siglo de su ejecución, adquiere un valor singular. Argentina cuenta con escasos trabajos de muestreo mastozoológico que permitan entender cómo eran los ensambles en una época previa a los mayores impactos antrópicos. Las colecciones de Budin se inscriben como parte de estos limitados elementos de juicio. Es cierto que son piezas fragmentarias, sesgadas por objetivos concretos, modeladas por circunstancias diversas, incluso extraterritoriales, pero resultan mejores que no tener nada (o ignorarlas, que es casi lo mismo). Budin emerge en el contexto nacional como lo hace J. Grinnell en la vertiente pacífica de EE. UU. Aunque este último dejara notas de campo tan detalladas y colecciones tan meticulosas que sus transectas han podido ser replicadas a un siglo de distancia (Moritz et al. 2008), el trabajo de Budin en Argentina puede promover estudios similares. Contamos con un muestreo en Choele Choel de 1928 que aún carece de parangón comparativo. Cada día que transcurre las técnicas de extracción de ADN a partir de ejemplares de museo se tornan más factibles y rutinarias. Cientos de ejemplares de una transecta patagónica ejecutada en 1927-1928 esperan, en sus anaqueles, el escrutinio correspondiente. Consideramos que esta sería la verdadera forma de poner en valor y, por carácter transitivo, rendir homenaje, a los grandes coleccionistas de mamíferos. Con esta indagación historiográfica hemos apenas “arañado” el inmenso legado de Emilio Budin, naturalista-viajero, pionero en la Argentina austral.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro agradecimiento póstumo a E. Budin (hijo), quien generosamente nos cediera material crucial, tanto en la forma de sus vivencias escritas como documentos originales, que posibilitaron esta reconstrucción. Esta investigación se ha nutrido de numerosos viajes a lo largo y ancho de la Patagonia, desarrollados en más de 2 décadas de trabajo; sería muy difícil mencionar a todas las personas que participaron o ayudaron en los mismos. En la búsqueda de Laguna del Barro hemos contado con la inestimable colaboración de M. Miler y M. Pesari (Museo Histórico Municipal de San Antonio Oeste) y del personal de la Biblioteca Nacional de Maestros (Ministerio de Educación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). En la reconstrucción de las redes viales patagónicas, fuimos asistidos diligentemente por X. de la Plaza, titular del Centro de Documentación, Biblioteca Central DNV (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). E.  Cuéllar acompañó oficiosamente en las diversas etapas de trabajo. D. Voglino resultó un inestimable colaborador en el trabajo en la cuenca del río Santa Cruz; un reconocimiento similar merece M. Tammone, devoto de la colecta de Ctenomys. Don Z. Marchan, propietario de la Ea. Bon Accord, nos ilustró sobre el arroyo de los Perros y nos brindó su valioso conocimiento de la fauna. En la región de Lago Argentino, L. M. P. Ibarra (Encargado del Archivo Histórico del Centro Cultural de El Calafate) y H. Echeverría (Ea. 9 de Julio), nos atendieron con paciencia y sabiduría. S. Lucero nos proporcionó, en forma generosa y previa autorización de P. Teta, la base de datos del MACN, registrando las capturas efectuadas por E. Budin. P. Jenkins y el staff de mastozoología del BMNH nos ayudaron con fotografías sobre materiales coleccionados por E. Budin y el listado completo de los ejemplares adquiridos a partir de este naturalista, durante los años 1927-1929. El manuscrito se vio beneficiado con las lecturas críticas de C. Galliari y P. Teta. Esta contribución resulta un producto tardío del PIP CONICET 6179 (dirigido por los autores) y de los subsidios Agencia 2008-0547 y 2014-1039 (ambos a UFJP). A todas las personas e instituciones mencionadas, nuestro profundo agradecimiento. Deseamos dedicar este trabajo como homenaje a todos aquellos colectores que, como antaño Budin y tantos otros, hoy día siguen imbuidos del mismo espíritu y no vacilan en dejar la comodidad de sus gabinetes para sentir, una vez más, el desafío del campo.

LITERATURA CITADA

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MATERIAL SUPLEMENTARIO EN LÍNEA

Suplemento 1. Permiso consular de ingreso a territorio de Chile gestionado por E. Budin en 1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup1.pdf

Suplemento 2. Textos elaborados por Emilio Budin (hijo) donde relata sus vivencias del viaje de colección de su padre y familia en Patagonia durante los años 1927-1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup2.docx

Suplemento 3. Cronología aproximada del viaje de Emilio Budin a Patagonia durante 1927-1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup3.docx

Suplemento 4. Copias de notas de campo de E. Budin y borradores de correspondencia, mantenida entre E. Budin y O. Thomas (o sus representantes en Argentina) en torno al viaje patagónico del primero en 1927-1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup4.pdf

Suplemento 5. Ejemplares de roedores sigmodontinos ingresados a la colección del BMNH derivados del trabajo de E. Budin en su viaje patagónico de 1927-1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup5.xls

Suplemento 6. Base de datos del MACN que incluye el registro de ejemplares coleccionado por E. Budin en su viaje patagónico de 1927-1928. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup6.xls

Suplemento 7. Copia de correspondencia enviada por O. Thomas a E. Budin donde le expone su plan de colección a futuro. https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup7.pdf

Suplemento 8 https://www.sarem.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/SAREM_MastNeotrop_26-1_Barquez-sup8.pdf

Figura S1. Primeros mapas viales de Patagonia.

Figura S2. Fotografías y postales originales del viaje de Emilio Budin en Patagonia (1927-1928).

Figura S3. Piel disecada de un ejemplar de Abrothrix olivacea de Laguna del Barro, Río Negro.

Figura S4. Histograma que compara el ensamble de micromamíferos de Pico de Salamanca (Chubut) en base a dos muestreos separados por casi un siglo.

Figura S5. Distribución contemporánea y registros extralimitales para Abrothrix olivacea en Patagonia nor-oriental.

 

 

 

 

 

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