SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.15Afinidad entre semejantes: sentido y proyección de una paroimía homérica (od. 17.218)El espacio metaperformativo en Odisea, 11 índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Synthesis (La Plata)

versão impressa ISSN 0328-1205

Synthesis (La Plata) v.15  La Plata jan./dez. 2008

 

ARTÍCULOS

Los conceptos de verdad y falsedad en Filoctetes de Sófocles

María Florencia Nelli

Universidad Nacional de La Plata / CONICET
Worcester College, Oxford University

Resumen
El presente trabajo pretende exponer las particularidades que exhiben los términos , verdad, y , falsedad, en Filoctetes de Sófocles.
Merced al análisis etimológico, morfológico y semántico de dichos términos, de las relaciones que se establecen entre ellos y de su disposición en la tragedia, se busca destacar la manera en que el texto trágico mismo pone en evidencia la naturaleza de ambos conceptos como constructos humanos, artificios del lenguaje no sólo parciales sino también relativos, subordinados a contextos de enunciación transitorios.

Palabras clave: Filoctetes; Tragedia; Verdad; Falsedad; Discurso; Dolo.

Abstract
This article aims at exposing the interesting way in which the concepts of , truth, and , falsehood, appear to be used in Sophocles' Philoctetes.
By means of analysing the etymology, morphology and semantics of both concepts, their common rapports and arrangement in the play, I would like to call attention to the way in which the play itself depicts both truth and falsehood as human constructions, linguistic artefacts not only incomplete but also relative, subordinate to an ever-changing speech situation.

Keywords: Philoctetes; Tragedy; Truth; Falsehood; Speech; Deceit.

Los conceptos de verdad y falsedad se presentan en Filoctetes de Sófocles bajo la forma de una dupla recurrente. Sin embargo, en ningún caso aparecen como complemen tarios en su significado. Se presentan, más bien, de manera alternativa, nunca un concepto junto al otro y refiriendo en todos los casos a realidades distintas. Ambos conceptos parecen generarse como producto de una construcción y se revelan no como una entidad absoluta sino como formaciones relativas a la situación de discurso.
La falsedad se manifiesta como artificio o constructo de la inteligencia humana y aparece en la tragedia íntimamente asociada al concepto de , arte o técnica de males, mala técnica. La "verdad" se muestra como una construcción socio-histórica determinada, anclada en el tiempo y en el espacio, mutable, cambiante, que se comprende en relación con el contexto de producción, representación y actuación de tal verdad.
A través del estudio detallado de la frecuencia de aparición de ambos conceptos en Filoctetes, nos interesa llevar a cabo un análisis de las relaciones que se establecen en la pieza entre los conceptos de verdad y falsedad como constructos humanos y la verdad entendida como palabra profética, verdad inmutable y absoluta que existe más allá del hombre, de su entendimiento y de su insignificante esfuerzo de categorización.

I.

El vocablo griego significa falsedad, mentira, conclusión falsa o falacia,1 y tiene frecuentemente un significado opuesto al de.2 Consecuentemente, el adjetivo sigmático derivado3 significa mentiroso, falso o no cierto y el verbo , mentir, engañar con mentiras y también, en voz pasiva, ser engañado o estar equivocado.4
El vocablo y sus derivados presentan siete ocurrencias en Filoctetes : dos apariciones del sustantivo (, v. 109 y , v. 842), tres del adjetivo (, vv. 100 y 108 y , v. 992), una del sustantivo compuesto
(, v. 1306)5 y una del verbo (, v. 1342).
El tratamiento de la falsedad revela manifiestamente su concepción como artifi- cio o constructo de la inteligencia humana.6 La mentira o falsedad aparece íntimamente asociada al concepto de , mala técnica. En la tragedia se define la mentira como una maquinación o construcción de males (, v. 80)7 o como una mala técnica, una manera inapropiada de construcción (, v. 88). En tanto técnica, la falsedad se presenta asociada íntimamente al dolo, al engaño, cuya frecuencia de aparición en la tragedia es muy numerosa: el vocablo y sus derivados presentan trece ocurrencias en la obra.8 En todos los casos se refiere al artificio ideado por Odiseo y protagonizado por Neoptólemo para engañar el ánimo de Filoctetes. En el Prólogo de la obra Odiseo enuncia la misión que deberá cumplir Neoptólemo, misión que constituye el núcleo de la tragedia y a partir de la cual ha elaborado Sófocles su argumento, el engaño de Filoctetes: , Es necesario que tú, cuando hables,/ engañes el ánimo (la mente) de Filoctetes con palabras (vv. 54-55). El punto de partida de la acción trágica se presenta como una cuestión de discurso, con lo cual se abre la posibilidad de debate acerca de los alcances y restricciones de la palabra. Sin embargo, desde la perspectiva de Odiseo, pareciera que la problemática de lo que ha enunciado no radicara en una cuestión de ética discursiva sino que se derivara, más bien, hacia una consideración de las características personales del personaje (vv. 79-80). La crítica moral se aleja así del mensaje y se acerca al emisor del mismo.
surge como producto del decir falsedades, (vv. 100 y 108), y la falsedad es presentada como el constructo intelectual que le precede (v. 100). La mentira se manifiesta como propiedad y como producto de la palabra, relacionada en la mayor parte de sus ocurrencias con el verbo , decir (, vv. 100 y 108; , v. 1342). En el caso del verso 1342, el verbo , en aoristo pasivo, puede adquirir un significado diferente, dado que, si bien puede traducírsele como "mentir" y, en este sentido, manifestaría plenamente su relación con en tanto mecanismo activo de producción/construcción de lenguaje, su sentido pasivo permite que sea interpretado como "ser engañado o equivocado", o incluso "equivocarse", lo cual aporta un matiz diferente al sentido final de las palabras de quien lo enuncia.9 En cuanto a , v. 1306, si bien el término no se vincula directamente con un verbo de decir como en las ocurrencias anteriores, se trata de un compuesto del sustantivo , que implica ya en la función del heraldo la idea de la palabra enunciada.10
Por otra parte, la mentira también es presentada en su naturaleza de medio de ac ceso a un fin (vv. 109 y 842), produciéndose a lo largo del drama un debate acerca de la validez o invalidez de los medios respecto de los fines (vv. 108-120). Así, Odiseo sostiene que no es un oprobio, un acto de un varón innoble, el decir mentiras cuando la mentira reporta la salvación, cuando la falsedad actúa como un medio para un fin deseado y loable. Neoptólemo, en cambio, sostiene que un fin noble implica un medio noble para alcanzarlo, pues, como señalará más avanzada la pieza, "es una vergüenza indigna jactarse de actos incompletos (llevados a cabo) con falsedades" (, v. 842). Enunciar una falsedad constituye para Neoptólemo un acto vergonzoso, indigno, .11 Para Odiseo la falsedad se aleja del cuestionamiento de valor cuando reporta al que la enuncia una ganancia,. El debate se establece entonces entre lo vergonzoso y lo provechoso, y la mentira se presenta asociada a vocablos de alto valor negativo: dos veces al término a y una al término , (vv. 108 y 842).

II.

El término significa verdad, en tanto opuesto a mentira, y realidad, en tanto opuesto a apariencia.l2 El sustantivo deriva del adjetivo compuesto sigmático ,13 que significa verdadero, verídico o real, refiriéndose a cosas, y veraz u honesto, refiriéndose a personas.14 El adjetivo constituye un compuesto del verbo , precedido de una privativa, e implica el "no ocultar" o disimular,15 de donde deriva el significado verdadero por oposición a falso , en tanto "develamiento".16 El verbo significa tanto ocultar como olvidar,17 por lo tanto el compuesto podría significar también, desde ciertas perspectivas filosóficas, "no olvidable". 18 La verdad es aquello que no puede ni ocultarse ni olvidarse, y es por tanto también sinónimo de lo real.
Esta característica morfológica del término "verdadero" como un término compuesto que se origina en la negación de otro término, se refleja en la interpretación de distintas concepciones lingüísticas y filosóficas modernas, para las cuales la verdad constituye bási camente una construcción. Dicha construcción es socio-histórica, está anclada en el tiempo y en el espacio, es mutable y se comprende en relación con el contexto de su producción, representación y actuación.19 La verdad es un concepto que no se aplica a referentes, sino a proposiciones.20 La verdad de una proposición consiste en su correspondencia con la realidad,21 en su acuerdo con la referencia,22 en la satisfacción de una función proposicional por parte de los objetos de la proposición,23 siempre tomando en cuenta las variables de producción de la misma, vale decir, el lenguaje en que ha sido producida, el contexto sociohistórico de su enunciación y las particularidades de emisor y receptor, entre otras.24 Una verdad no es absoluta, sino siempre relativa al conjunto de variables en que emerge y a la forma de disposición e interacción de tales variables.25
En la tragedia no aparece el sustantivo pero sí cinco ocurrencias del adjetivo : el masculino plural (vv. 320 y 993), el neutro singular (v. 345) y plural (vv. 921 y 1236, en el último caso sustantivado por el artículo neutro plural). Dos de las apariciones del vocablo se refieren a la verdad de una intención (vv. 921 y 1236), tres aluden a una verdad a futuro (vv. 345, nuevamente 921, y 993) y una refiere a la verdad de una sentencia establecida previamente como falsa (v. 320). Vale decir, en ningún caso se habla de una verdad absoluta, sino que, de acuerdo con lo que señalaban las teorías mencionadas, siempre se la remite a una situación determinada y se la relativiza en función de las circunstancias intervinientes en la situación de discurso: las palabras, , son verdaderas (v. 319), las proposiciones se "hacen" verdaderas (vv. 921 y 1236), los dioses se presentan como veraces, (vv. 992-993), se habla con verdad, (v.345).
La ocurrencia del verso 320, , constituye un ejemplo claro de la ironía utilizada en la obra de Sófocles y una manifestación tanto de la relatividad del concepto de verdad empleado en la tragedia cuanto de su naturaleza como construcción humana.
Filoctetes afirma, luego de escuchar el relato falso de Neoptólemo, conocer los hechos a que alude el joven y señala que se trata de palabras verdaderas. A través de los dichos del héroe pueden vislumbrarse dos sentidos otorgados a la verdad. Por una parte, Filoctetes hace alusión a la verdad de la sentencia "los Atridas y Odiseo son unos villanos", proposición cuyo valor de verdad puede asegurar merced a dos condiciones por las cuales afirma que el contenido proposicional acuerda con la referencia. En primer lugar, él ha sido testigo, , y conoce o sabe estas cosas, , por haberlas visto (vv. 319-320). En segundo lugar, él ha sufrido la situación, los hechos le han sucedido a él mismo (, v. 319, , v. 320). La verdad de la proposición se relativiza, así, a la situación vivida por el personaje. Pero, por otra parte, la verdad a que alude Filoctetes refiere a un hecho falso -como son las palabras pronunciadas por el joven- pues si bien es verdadera la proposición "los Atridas y Odiseo son unos villanos", lo que el héroe afirma es la verdad de las palabras de Neoptólemo (, v. 319) que incluyen el relato falso de su disputa con los Atridas y Odiseo, nueva relativización del concepto de verdad, relacionado, en este caso, con el artificio.
En las ocurrencias del vocablo en los versos 921 y 1236, , el concepto de verdad, se relaciona no con un sentido absoluto o con una referencia definida de la propos ición sino con la intención, relativizando la verdad de la proposición a la disposición del hablante de realizar efectivamente los actos que anuncia. En este caso la proposición se hace verdadera en la presuposición del mantenimiento de las circunstancias externas que in? uyen en la decisión y en la ausencia de una reconsideración de la opción elegida por parte del hablante.26
En el verso 921 Filoctetes interroga a Neoptólemo en cuanto al valor de verdad de lo enunciado por éste, proposiciones referidas no a un hecho establecido o a un cierto estado de cosas sino a sus intenciones con respecto a la toma de Troya. El héroe pregunta entonces: ; Y piensas hacer estas cosas verdaderas?,27 donde el valor de verdad está puesto sobre la intención de la acción.
De la misma manera ocurre con el caso del verso 1236, en el cual Neoptólemo afirma la verdad respecto de su intención de devolver el arco a Filoctetes. La intención enunciada evidencia la relatividad de la verdad, que depende del mantenimiento de las condiciones externas de la enunciación. En este sentido, Odiseo intentará refutar más adelante (vv. 1241 y siguientes) la verdad de lo enunciado por el joven al anunciar que él mismo y todo el ejército Aqueo impedirán que la devolución se efectúe.
En las ocurrencias de los versos 345, 921 y 993, la verdad se manifiesta desplegando en escena tres aspectos interesantes.
En primer lugar, se establece la calidad de la verdad como construcción de la inteligencia, dado que en los tres versos -y éste sería el segundo aspecto a tomar en cuenta- la verdad refiere a un hecho futuro, aún no acaecido, pero que se entiende verdadero: la toma de la ciudad de Troya por parte de Neoptólemo y Filoctetes. En el verso 921 Filoctetes había aludido a la proposición enunciada como una construcción humana: es el joven el que "hará" estas cosas verdaderas. En el verso 993, al cual nos referiremos en detalle más adelante, Odiseo afirma la verdad de la participación de los héroes en la toma de Troya, así como en el verso 345 Neoptólemo alude a este hecho como veraz. Sin embargo, la ocurrencia del vocablo en dicho verso presenta una restricción que relativiza el contenido de lo que se expondrá después. Neoptólemo afirma que Odiseo y Fénix fueron a buscarlo y dijeron que él y no otro tomaría la ciudad de Troya. Pero la verdad de la enunciación, así como la verdad del hecho, son restringidos a través del uso de . El hablante expresa así renuencia en la atribución del valor de verdad a lo dicho: , "ya sea verdaderamente, ya sea acaso sin razón" (v. 345).
El tercer aspecto a señalar se sustenta en los dos primeros -la verdad como construcción de la inteligencia humana y la verdad referida a un hecho futuro- y se relaciona con la verdad entendida como realidad absoluta, inmutable y definitiva, ajena al mundo del hombre y su entendimiento, la verdad divina. En los tres casos aludidos la pretensión de verdad de las proposiciones se sustenta en la existencia de una referencia identificable y definida que acuerda con el contenido proposicional. Pero, irónicamente, esta referencia se encuentra constituida por otro conjunto proposicional, vale decir, por el enunciado oracular.
La forma en que ha de caer la ciudad de Troya ha sido profetizada por el adivino Heleno, pieza fundamental y clave de la tragedia. En el discurso indirecto en que Neop tólemo refiere las palabras del adivino, la prótasis condicional , "si cuando digo estas cosas eventualmente digo falsedades" adquiere un valor diferente cuando se comprende el sentido iterativo de presente de la misma y cuando se precisa el significado del verbo de la proposición. El modo sintáctico de la prótasis hace que las palabras de Heleno se refieran a un hecho que ocurre una y otra vez en el tiempo, dado que aluden a una verdad inmutable. Por otra parte, el valor pasivo del verbo permite traducirlo como "equivocarse". En consecuencia, el adivino no mentiría, pues se trataría de una deformación u ocultamiento deliberado de la verdad. En todo caso, podría caer en el error, pasivamente. Así, el sentido del enunciado cambia completamente para transformarse en: "cada vez que al decir estas cosas me equivoque, me ofrezco voluntariamente para que me maten". El adivino sabe que nunca se equivocará, porque la verdad de lo que ha enunciado es la realidad, pero no la realidad tal como la entienden los hombres, sino la realidad divina, verdad absoluta, " que no se puede ocultar ni olvidar ", y es por ello que, retomando el otro significado del verbo, tampoco mentirá. La verdad se relaciona, de esta manera, con lo divino y se la entiende como proveniente de su esfera.28 Este choque entre dos esferas de realidad diferentes, la divina y la humana, se evidencia también en los versos 992 y 993, único lugar en toda la tragedia en que se produce la concurrencia de como términos relacionados entre sí, ambos aludiendo, indirectamente, al oráculo de Heleno:


Fil.: (...) Pones a los dioses como mentirosos/falsos.
Od.: No, sino como veraces/verdaderos.29

Filoctetes afirma que al proponer a los dioses como origen de sus actos Odiseo los hace mentirosos. Odiseo, por el contrario, asegura que los hace verdaderos. Ambos tienen razón, pero ninguno de los dos enuncia la verdad. La verdad, la realidad, es la que ha enunciado la palabra oracular, el simple hecho de que Troya será tomada por Neoptólemo y Filoctetes mediante el uso de las armas de Heracles. La verdad desde el punto de vista del hombre se revela como una construcción imperfecta y relativa. Es verdad lo que dice Filoctetes: Odiseo toma a los dioses como excusa de sus actos, pues no es cierto que hayan ordenado llevarlo por la fuerza. Pero también es verdad lo que enuncia Odiseo: los dioses han dicho que sin Filoctetes Troya no caerá.
Se trata de dos verdades parciales, relativas y complementarias, pero se trata, también, de dos falsedades complementarias. Se trata, en última instancia, de la verdad humana, verdad construida merced a fragmentos, verdad a medias.
A partir de lo expuesto podemos concluir que el tratamiento de la falsedad en Filoctetes de Sófocles revela su consideración como construcción humana asociada a la técnica y a los conceptos de , de valor negativo, y manifiesta su relación directa con el verbo . Asimismo, el tratamiento de la verdad en la tragedia descubre la consideración de la misma como atributo relativo y parcial, asociado siempre a la subjetividad del emisor y la situación comunicativa, y se manifiesta, del mismo modo que la mentira, en tanto construcción del lenguaje humano, relacionada íntimamente con los conceptos de ocultamiento, del cual deriva etimológicamente, y de falsedad, al cual se opone semánticamente. Sin embargo, la verdad se revela también como absoluta y real en tanto y en cuanto proveniente de la divinidad. La verdad oracular aparece como la verdad completa y eterna, como la única realidad, único referente posible. El hombre puede acceder a ella a través de su intelecto, y a partir de éste debe interpretarla. Pero al poseer un intelecto imperfecto y finito, toda interpretación de la totalidad resulta inevitablemente parcializada y relativizada, y por lo tanto alejada de la verdad original, , aquélla que no puede ser ocultada ni olvidada, realidad que puede ser revelada sólo por la divinidad.

Notas

1. Cfr. Stephano (1954, Vol. IX: 1872): Mendacium, Falsum commentum; Liddell & Scott (1996: 2020).

2. Cfr. Stephano (1954, Vol. IX: 1873).

3. Cfr. Fleury (1971: 51, parágrafos 139 y 140).

4. Cfr. Boisacq (1950: 1075-1076); Liddell & Scott (1996: 2021). Para el valor semántico de "equivocarse", ver especialmente Chantraine (1974, Vol. IV2: 1287): "au passif 'être trompé, être dans l'erreur'".

5. Cfr. Ellendt (1965: 793): mendaciorum praeco. También Chantraine, idem 4.

6. Ver infra el caso del verso 992, que será tratado específicamente en la sección II.

7. Todas las citas del texto griego corresponden a la edición de Pearson (1961). Las traducciones nos pertenecen.

8. Las ocurrencias del vocablo se presentan en los versos 91, 101, 102, 107, 129, 133, 608, 948, 1112, 1117, 1228, 1282 y 1288.

9. Cfr. el análisis del verso en la sección II.

10. Cfr. Chantraine, idem 4.

11. En el héroe homérico puede hablarse de las condiciones de . Si bien se trata de dos con diciones sociales, políticas y morales diferentes, el hecho de que un cometa actos indignos, , lo convierten en consciente de haberse comportado como . Cfr. Adkins (1960: 33). En este sentido, para Neoptólemo la mirada directa y sostenida certifica la verdad de lo que se dice. Quien enuncia fal sedades, por tanto, se ve imposibilitado de mirar al otro a la cara. Ver también Whitlock Blundell (1988: passim).

12. Cfr. Liddell & Scott (1996: 63); Stephano (1954, Vol. I: 1447).

13. Cfr. Fleury (1971: 28, 51).

14. Liddell & Scott (1996: 64).

15. Idem 13: unconcealed.

16. Cfr. Chantraine (1974, Vol. III: 618).

17. Cfr. Stephano (1954, Vol. VI: 97): Lateo, Celo, "ocultar, esconder", y Chantraine (1974, Vol. III: 618): "faire oublier, oublier".

18. Ibidem. Cfr. también Boisacq (1950: 43, 554 y 555). Para un análisis filosófico de la etimología del término, cfr. Snell (1978: 91, 93), quien reconoce ambos sentidos del término : "Unvergessenheit" y "Unverborgenheit", y también Stein (1993: 325).

19. Cfr. Apel (1985: 106): "Aquí se abre paso de un modo ostensible un nuevo concepto de la verdad que toma en consideración la circunstancia de que la naturaleza (para no hablar de la realidad específicamente espiritual) sólo puede hacernos frente y hacerse ella comprensible en el medio, siempre ya extendido y fijado lingüísticamente, de la cultura humana. Comprendemos reconociendo lo que nosotros mismos de algún modo hemos creado". Ver también 119. Cfr. Stein (1993: 326) y Volpato Dutra (1993: 82 y ss.).

20. Cfr. Tarski (1960: 118), Davidson (ver infra), Frege (1991: 35). Strawson (1991: 63-64), más precisa mente, señala que no puede decirse que una expresión mencione o refiera algo, o que una oración sea verda dera o falsa, dado que la misma expresión u oración puede tener diferentes usos y diferentes valores de verdad: "Mencionar o hacer referencia a algo es una característica de un uso de una expresión, del mismo modo que 'ser acerca de algo' y verdad-o-falsedad son características de un uso de una oración.": 64.

21. Apel (1985:107-108) analiza el concepto de verdad, partiendo de la teoría aristotélica, como representación "conforme" de la realidad por medio de un sistema de signos, e indica que, a partir de Aristóteles, la verdad fue entendida como adaequatio intellectus ad res, donde la conformidad del discurso se manifestaba en el lógos como enunciado de la realidad y donde la palabra aparecía como símbolo del lógos semantikós. Cfr. también Gadamer (1957: 54) y Moretti (1996: 24).

22. Cfr. Frege (1991: 30).

23. Cfr. Tarski (1960: 129). Para Tarski la noción de verdad es aplicable a oraciones, en tanto éstas constituyen funciones proposicionales que no contienen variables libres: "Resulta que para una oración sólo hay dos casos posibles: una oración o bien es satisfecha por todos los objetos, o no es satisfecha por objeto alguno. (...) una oración es verdadera si es satisfecha por todos los objetos, y falsa en caso contrario " (en cursiva en el original). Respecto de las oraciones falsas y sus referencias, ver Russell (1973: 36).

24. Cfr. Gadamer (1957: 58, 59, 60, 62): "No hay ningún enunciado que se pueda entender únicamente por lo que propone, si se quiere comprenderlo en su verdad. Cada enunciado tiene su motivación. Cada enunciado tiene unos presupuestos que él no enuncia. Sólo quien medita también sobre estos presupuestos, puede so pesar realmente la verdad de un enunciado": 58. Cfr. también Davidson (1991: 331-333), quien afirma que el hecho de que una misma oración pueda ser tanto verdadera cuanto falsa dependiendo de la relación existente entre la oración, una persona y un tiempo determinados; por tanto considera a la verdad como una propiedad no de oraciones sino de emisiones o actos de habla, relativizando de tal modo el concepto mismo de verdad.

25. Cfr. Apel (1985: especialmente 119, 122-125).

26. Cfr. Volpato Dutra (1993: 18-20).

27. El subrayado es nuestro.

28. Cfr. Stephano (1954, Vol. IX: 1872): Mendacium, Falsum commentum; Liddell & Scott (1996: 2020).

29. Cfr. Stephano (1954, Vol. IX: 1873).

Bibliografía

Ediciones, comentarios y léxica

1. Boisacq, É. (1950) Dictionnaire Étymologique de la Langue Grecque, Heidelberg.         [ Links ]

2. Chantraine, P. (1974) Dictionnaire Étymologique de la Langue Grecque. Histoire des Mots, Paris. Tomes III et IV2.         [ Links ]

3. Dain, A. y Mazon, P. (1960). Sophocle III, Paris.         [ Links ]

4. Dawe, R. D. (1985). Sophocles, Tragoediae II 2, Leipzig.         [ Links ]

5. Ellendt, F. (1965). Lexicon Sophocleum, Hildesheim.         [ Links ]

6. Fleury, E. (1971) Morfología Histórica de la Lengua Griega, Barcelona.         [ Links ]

7. Jebb, R. C. (1898). Sophocles. The Plays and fragments. Part IV, The Philoctetes, Cambridge.         [ Links ]

8. Liddell, H. G. & Scott, R. (1996). Greek-English Lexicon, Bath.         [ Links ]

9. Pearson, A. C. (1961). Sophoclis Fabulae, Oxford.         [ Links ]

10. Stephano, H. (1954) Thesaurus Graecae Linguae, Graz. Vol. I, VI y IX.         [ Links ]

11. Storr, F. (1913). Sophocles II, London - New York.         [ Links ]

12. Ussher, R. G. (1990) Sophocles. Philoctetes, Warminster.         [ Links ]

13. Webster, T. B. L. (1970). Sophocles, Philoctetes, Cambridge.         [ Links ]

Bibliografía crítica

14. Adkins, A.W.H. (1960). Merit and Responsability. A Study in Greek Values, Oxford.         [ Links ]

15. Apel, K.-O. (1985) "El concepto filosóf co de la verdad como presupuesto de una lingüística orientada al contenido", en La transformación de la filosofía I, Madrid: 101-131.         [ Links ]

16. Davidson, D. (1991) "Verdad y significado", en Valdés Villanueva, L. (ed.) La Búsque da del Significado, Madrid: 314-334.         [ Links ]

17. Frege, G. (1991) "Sobre sentido y referencia", en Valdés Villanueva, L. (ed.) La Búsqueda del Significado, Madrid: 24-45.         [ Links ]

18. Gadamer, G. (1957) "¿Qué es la verdad?", en Verdad y Método II, Salamanca, 1992: 51-62.         [ Links ]

19. Moretti, A. (1996) Concepciones tarskianas de la verdad, Buenos Aires.         [ Links ]

20. Russell, B. (1973) "Sobre el denotar", en Moro Simpson, Th. (ed.) Semántica Filosófica: Problemas y discusiones, Buenos Aires: 29-48.         [ Links ]

21. Schlesinger, E. (1950) El Edipo Rey de Sófocles, La Plata.         [ Links ]

22. Snell, B. (1978) Der Weg zum Denken und zur Warheit, Göttingen.         [ Links ]

23. Stein, E. (1993) Seminário sobre a Verdade, Petrópolis.         [ Links ]

24. Strawson, P. F. (1991) "Sobre el referir", en Valdés Villanueva, L. (ed.) La Búsqueda del Significado, Madrid: 57-82.         [ Links ]

25. Tarski, A. (1960) "La concepción semántica de la verdad y los fundamentos de la semántica", en Bunge, M. (compil.) Antología Semántica, Buenos Aires: 111- 157.         [ Links ]

26. Volpato Dutra, D. (1993) Razão e consenso. Uma introdução ao pensamento de Habermas, Pelotas.         [ Links ]

27. Whitlock Blundell, M. (1988) "The 'Phusis' of Neoptolemus in Sophocles' Philoctetes", en Greece & Rome, 2nd Ser., Vol. 35, No. 2. (Oct. 1988): 137-148.         [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons