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Synthesis (La Plata)

versión impresa ISSN 0328-1205

Synthesis (La Plata) v.15  La Plata ene./dic. 2008

 

RESEÑAS

ALEX GARVIE. Aeschylus' Supplices. Play and Trilogy, Bristol Phoenix Press, UK , 2006, i-xxiv + 279 pp.

María del Pilar Fernández Deagustini

Universidad Nacional de La Plata

Se trata de la segunda edición del libro publicado por primera vez en 1969, a pocos años de la divulgación del revolucionario papiro de Oxyrrinco 2256 fr. 3, cuya aparición reveló que Suplicantes no es una obra temprana de Esquilo, tal como había sido considerado unánimemente por los estudiosos, sino producida en la época de la madurez del autor, después de Persas y Siete contra Tebas. Garvie toma como punto de partida el descubrimiento para reexaminar el consenso de que tanto el estilo como la estructura de esta tragedia son arcaicos.
La obra de Garvie consta de dos prefacios, el original y el nuevo, correspondiente a esta segunda edición, cinco capítulos y un apéndice, «The punishment of the Danaids in the Underworld».
En el capítulo I, «The papyrus», se analizan con sumo detalle las posibilidades de reconstrucción de cada una de las líneas del papiro, sin descuidar el examen de las pro puestas de los más reconocidos filólogos. El autor sustenta aquí su propuesta de datación de la obra entre los años 464 y 463 a.C., esencialmente sobre la base de dos argumentos: en primer lugar, propone una posibilidad de restauración de la primera línea del manuscrito en la que se leería ep' Archedemídou , el nombre del arconte de aquel año; en segundo lugar, afirma Garvie, el papiro informa que con esta trilogía Esquilo derrotó a Sófocles en el certamen.
Luego, el autor observa algunas características del estilo y la estructura de la tragedia que considera concordantes con su fecha de producción en la década del 460 y destaca el riesgo de asumir que el estilo y la técnica de un autor se desarrollan de manera lineal. Garvie postula, contrariamente a quienes consideran que Suplicantes es primitiva en cuanto a su composición, que se trata de una obra experimental de la madurez del dramaturgo. El autor subraya, además, que es inútil intentar trazar una línea de «evolución» poética sobre la base de una escasa cantidad de obras conservadas que, además, pertenecen a un breve período de tiempo dentro de la extensa producción esquilea.
En el capítulo II, «Style», se examina la frecuencia estadística de distintos elementos en todas las obras de Esquilo. De esta manera, el uso del trímetro yámbico, el espondeo, la cesura y el encabalgamiento, la ocurrencia de préstamos épicos, la presencia de vocablos sicilianos, del lenguaje exuberante y el rastreo de ciertos tropos como los símiles, las metáforas y la composición anular, junto con el estudio de ciertos rasgos sintácticos, permiten a Garvie concluir que los criterios estilométricos prueban que Suplicantes no sólo no está tan alejada del estilo de Persas y Siete contra Tebas como para ser considerada arcaica, sino que, en ciertos aspectos, está más cerca del estilo «maduro» de Orestíada.
En el capítulo III, «Structure», el autor afirma que las características formales de la obra, que a primera vista parecen ser arcaicas, se deben enteramente a la posición del coro como protagonista. La propuesta central de este apartado consiste, justamente, en sostener que esa posición del coro no es primitiva, sino que, por el contrario, representa un deliberado intento de integrar el coro a la acción de la tragedia, de darle vida dramática y un carácter propio. En este sentido, Garvie examina en Suplicantes las relaciones entre actores y coro, la apertura de la obra con la párodos, el uso del segundo actor, el dilema de Pelasgo y la confrontación directa, el agón , que no se registra en Persas ni en Siete.
El capítulo IV, «Background», se ocupa del tratamiento de Argos como monarquía constitucional, en la cual tanto Pelasgo como la asamblea deben decidir si dan asilo a las danaides. Garvie sostiene que Esquilo no utilizó la obra como vehículo para transmitir a su audiencia su propia posición política. Para el autor, el motivo de la anacrónica y extraña constitución de Argos es estrictamente dramático.
El último capítulo, como expresa su título, «The Trilogy», examina la evidencia de las obras perdidas de la trilogía, Egipcios y Danaides, y revisa las posiciones de los más conocidos estudiosos en un intento de dar cuenta de su fiabilidad en relación con la nueva datación que ofrece el descubrimiento del papiro.
La obra se completa con la bibliografía original de la primera edición, un índice de los pasajes citados y un índice de temas.
Es necesario destacar, más allá de la vigencia de este libro que ha sido un verdadero hito dentro de los estudios esquileos, el provecho de esta segunda edición, que reside en el nuevo prefacio y en el aditamento de una amplia y actualizada bibliografía que contiene ediciones, comentarios, libros y artículos de Suplicantes que han aparecido desde 1969 y que el autor ha considerado particularmente relevantes en relación con el tema del libro. En el prólogo a esta última edición, Garvie se preocupa por contestar a quienes criticaron su obra después de su provocadora aparición a fines de los 60 y en revisar algu nas de las ideas que sostenía en aquel entonces. Responde, entre otros, a Burnett, quien le reprochó haber incurrido en una «falacia de desarrollo» al usar las armas que negó a sus oponentes, es decir, intentó detectar características de estilo que sustentaran una posible datación. Aunque Garvie mantiene su postura, reconoce, sin embargo, que ahora se siente menos seguro de que su estudio permita distinguir entre una datación de Suplicantes en los 460 o en los 470. También manifiesta acordar con Scullion acerca de la debilidad de los argumentos estilísticos para fechar la tragedia.
Otra de las cuestiones que Garvie corrige en este segundo prefacio es su posición respecto al Prometeo encadenado , ya que en el capítulo II del libro se llama la atención sobre varias de sus peculiaridades estilísticas. Garvie aclara que, después de la publicación en 1977 de The Authenticity of Prometheus Bound, de M. Griffith, acuerda que no se trata de una tragedia genuina de Esquilo. Asimismo, respecto de la evidencia acerca de las obras perdidas de la trilogía, agrega que actualmente cree, a diferencia de 1969, que la interpretación correcta para la línea 8 de Suplicantes es autogenê ?? fuxanorían ?? El ?? verso ha sido usado para probar las teorías más polémicas, por ejemplo la tesis de Thomson discu tida en la primera edición, quien afirma que, según estas palabras, las danaides rechazan el matrimonio con sus primos por incestuoso e impío. Por otra parte, Garvie acepta que en el final de la tragedia hay efectivamente un coro subsidiario, muy probablemente inte grado por los guardaespaldas argivos.
Sin embargo, el autor no sólo rectifica su trabajo, también ratifica enérgicamente algunas de sus afirmaciones. En primer lugar dice que, a riesgo de caer en una «falacia de desarrollo», si alguna evolución debe ser observada en la técnica del dramaturgo, es en la presentación de la confrontación y el conflicto. En este mismo sentido, Garvie manifiesta querer creer que, tal como propone Sicherl, más tarde en la trilogía se presentaría un con flicto más importante: las danaides se enfrentarían con el dilema de obedecer a su padre o declinar la ejecución del crimen de sus esposos. No obstante, Garvie observa con detenimiento la opinión de Sicherl respecto de que el motivo real para la huida de las danaides y su rechazo de la boda pudiera ser la existencia del oráculo presente en algunas versiones de la historia, que advierte a Dánao su asesinato en manos de su yerno. Para este autor, Suplicantes no hace mención explícita de la profecía (sólo una alusión, según puede interpretarse a partir del verso 37) porque esta motivación real debía estar oculta hasta después de la concreción del crimen. La revisión de esta teoría se debe, particularmente, a que a partir de ella autores como Rösler y Sommerstein han dado en sostener que el oráculo no necesita ser mencionado en Suplicantes , porque lo ha sido en Egipcios , la primera obra de la trilogía. La objeción del autor radica en que, de esta manera, todos los principales eventos de la historia estarían atiborrados dentro de una única pieza, la tercera.
Sobre el final de este nuevo prefacio, Garvie señala que, aunque en la actualidad Suplicantes es unánimemente reconocida como una tragedia de la madurez de Esquilo, lo decepciona saber que continúan siendo sus problemas los que ocupan a la crítica, ya que en los últimos años muy pocos han escrito para guiar a los lectores hacia la comprensión de su excelencia literaria y dramática. En definitiva, esta segunda edición demuestra que, aun después de cuatro décadas de la publicación de este libro que sugirió un punto de partida, queda como deuda pendiente revelar la riqueza de esta pieza magistral.

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