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vol.25 número2MARÍA JIMENA SCHERE. El par cómico: un estudio sobre la persuasión cómica en las comedias tempranas de Aristófanes, Santiago Arcos Editor y Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2018, 334 pp. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Synthesis (La Plata)

versión impresa ISSN 0328-1205versión On-line ISSN 1851-779X

Synthesis (La Plata) vol.25 no.2 La Plata dic. 2018

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.24215/1851779xe045 

Reseñas

SILVIA MAGNAVACCA, MARÍA ISABEL SANTA CRUZ, LUCAS SOARES (eds.). Conocerse, cuidar de sí, cuidar de otro. Reflexiones antiguas y medievales, Editorial Miño y Dávila, Buenos Aires, 2017, 377 pp.

Ana Julia Fernández1 

1Universidad Nacional de La Plata

MAGNAVACCA, SILVIA; SANTA CRUZ, MARÍA ISABEL; SOARES, LUCAS. Conocerse, cuidar de sí, cuidar de otro. Reflexiones antiguas y medievales. 2017. Editorial Miño y Dávila, Buenos Aires: 377 p.

En el trabajo en conjunto titulado Conocerse, cuidar de sí, cuidar de otro. Reflexiones antiguas y medievales encontramos, precedidos por una introducción de sus editores, dieciséis valiosos análisis de docentes e investigadores de la UBA y UNLP articulados en torno a la máxima délfica γνῶθι σεαυτόν (“conócete a ti mismo”) que, a su vez, se conecta con la noción de ἐπιμέλεια ἑαυτοῦ (“cuidado de sí”). Si bien ambas sentencias forman parte del acervo de la Grecia arcaica, estas adquieren una considerable relevancia filosófica a partir de las reflexiones de Platón. En efecto, con él la noción de “conócete a ti mismo” pasa de designar la relación de disparidad que existe entre el hombre y los dioses a referirse a la que el hombre establece consigo mismo implicando, a su vez, la manera en la que este se relaciona con sus pares. Así, la sentencia délfica deviene objeto de reflexión no solo epistemológica sino también práctica, esfera en la que adquiere importancia fundamental la noción de “cuidado de sí”. Como puede inferirse a partir del título de la obra, los dieciséis capítulos que la componen dan testimonio del alcance que ha tenido para la tradición filosófica la consideración acerca del conocimiento y cuidado de sí, consideración cuyo punto de partida se ha establecido en Platón pero que de ninguna manera pretende desconocer la existencia de antecedentes.

Por esta razón, el libro que aquí se reseña comienza con el trabajo de María Inés Crespo, titulado “El hombre y el dios. Heráclito, Apolo y el conocimiento de sí”. En él la autora se concentra en mostrar la apropiación que el filósofo de Éfeso realiza de la máxima délfica: el conocerse a sí mismo como adquisición de la conciencia de sí. En el pensamiento de Heráclito no se trataría ya solamente de la moderación y del reconocimiento de los propios límites, sino también de una investigación activa acerca de la condición humana a partir de la cual se determinaría el conocimiento de todo lo demás.

A este estudio le siguen otros cinco cuyo objeto de análisis son los diálogos de Platón. El primero de ellos, de Rodolfo Arbe, titulado “El cuidado de sí y el rol del maestro en el Cármides de Platón” retoma la figura del maestro como medio a través del cual se opera una transformación en el individuo que deviene discípulo. El segundo de los trabajos dedicados a los diálogos platónicos es el de María Gabriela Casnati, titulado “El uno mismo en la reflexión filosófica sobre la finitud humana en el Fedón de Platón”. Allí la autora analiza el tema del cuidado de sí como educación del alma o, en otras palabras, –de acuerdo con sus análisis sobre la noción de αὐτός– del sí mismo en relación con el cuerpo, dentro del marco del modo adecuado de vida filosófica que discute Sócrates con sus discípulos justo antes de morir. En consonancia con esta interpretación que identifica al sí mismo con el alma, Lucas Soares, en su trabajo “La cuestión del conocimiento de sí a la luz del modelo psico-político de la República”, analiza la στάσις (“sedición”) como el estado al que el alma debe reponerse a través del conocimiento y cuidado de sí. A partir de ello, y en paralelo a lo que sucede con la πόλις, la concordia que alcanzan sus partes le conceden al alma del hombre una armonía interior que se refleja a su vez en las acciones que este lleva adelante como ser cívico. También María Isabel Santa Cruz toma a la República como objeto de reflexión en su trabajo titulado “Cuidar de sí para cuidar de los demás. A propósito del gobierno de la ciudad en la República de Platón”. En este caso, el objetivo de esta contribución es la indagación de la noción de cuidado en el diálogo ya mencionado, particularmente en su libro séptimo, y la vinculación de su tratamiento con el de los diálogos Apología, Alcibíades I y Gorgias. Con el trabajo de Ivana Costa, “Terapias del cuerpo y del alma en el Timeo”, se cierran las presentaciones que analizan las nociones de conocimiento y cuidado de sí y de otros en los diálogos de Platón. Lo propio del Timeo, en lo que respecta a estas nociones, es que su enfoque no está puesto solamente sobre el alma sino en la relación que esta establece con el cuerpo. El término ἐπιμέλεια que se utilizaba en otros diálogos para referirse al cuidado es reemplazado aquí a partir de la introducción del término θεραπεύω, en un contexto que parece dar cuenta de ciertas influencias hipocráticas. Sea como fuere, el cuidado aquí implica cierta armonía entre cuerpo y alma que, en un paralelo con el κόσμος, significa una serie de movimientos coordinados y ordenados de manera racional.

A este primer bloque le siguen tres contribuciones en torno a algunas obras de Aristóteles. En la primera de ellas, titulada “El cuidado de sí en el Protréptico de Aristóteles”, Claudia Marisa Seggiaro analiza el uso aristotélico del género protréptico, entendido como la utilización de recursos retóricos que tienen como objetivo instar a los hombres a ocuparse de sí mismos. Diego A. Tabakian, por su parte, en su trabajo “Recepción y reformulación de la concepción platónica de ‘sí mismo’ en la Ética Nicomaquea de Aristóteles”, establece las semejanzas que existen entre discípulo y maestro, pero especialmente aporta una mirada crítica sobre aquello que los diferencia: para Aristóteles, el sí mismo no referiría ya solamente al individuo que practica su autoconocimiento y cuidado de manera individual y privada, sino que implicaría la necesidad de la presencia del otro –el amigo– en la constitución de su sí mismo. Como cierre de este segundo conjunto de estudios se encuentra el de Silvana Gabriela Di Camillo, titulado “Sobre la corruptibilidad del sí mismo individual y la eternidad del sí mismo esencial en Aristóteles”. En el marco de la crítica aristotélica a la teoría de las ideas de Platón, la autora analiza los fundamentos metafísicos del sí mismo, pudiendo distinguir a partir de ello al sí mismo individual –generado y corruptible– del esencial –incorruptible y eterno–, de los cuales el último se identifica con la forma.

A partir del trabajo de Gabriel Martino, titulado “Narciso u Odiseo. Plotino y la hermenéutica de la interioridad”, se inicia una sección de reflexiones focalizadas en el pensamiento de autores de la Antigüedad tardía y la Edad Media temprana. En efecto, su pesquisa se centra en el tratamiento hermenéutico de Plotino sobre los relatos de Narciso y de Odiseo en su reflexión sobre el sí mismo, siendo este “sí mismo” a su vez otro relato enigmático pasible de ser entendido solo a través de la interpretación. En la contribución de Gabriela Müller, cuyo título es “Porfirio y Estobeo. Sobre el ‘Conócete a ti mismo’”, se analizan tres fragmentos recopilados por Juan Estobeo de la obra perdida de Porfirio Sobre el ‘Conócete a ti mismo’. Si bien en ellos se pueden rastrear distintas escuelas filosóficas, es la filosofía platónica la que destaca como influencia en el pensamiento de Porfirio atestiguado en estos fragmentos. Además, la autora se dedica a analizar las relaciones intertextuales entre Platón, Porfirio y Estobeo como caso ejemplar de las prácticas de lectura selectiva que han permitido la reconstrucción del pensamiento de la gran mayoría de los pensadores de la Antigüedad. Malena Tonelli, por su parte, en su trabajo titulado “Una aproximación al ‘conocimiento de sí’ a la luz de la noción de δαίμων en Plotino y Proclo”, procura establecer los modos en los que tanto Plotino como Proclo comprendieron la noción de δαίμων en relación con la de “sí mismo” y la del cuidado de sí en el marco más general de sus interpretaciones de determinados pasajes de la obra de Platón, estableciendo que, si bien Proclo critica a Plotino, esto no implica un distanciamiento entre sus modos de pensar sino, más bien, un intento de profundización teórica dentro de sistemas metafísicos que ciertamente mucho tienen en común. Con el trabajo de Silvia Magnavacca, “Palabra y silencio en el cuidado del amigo. La experiencia agustiniana”, se cierra el bloque de contribuciones en torno a autores de la Antigüedad tardía y temprana Edad Media. La noción de cuidado es analizada en este caso a partir del uso de la palabra y de lo que este significa en el pensamiento de Agustín de Hipona. En efecto, para el hiponense el pecado de taciturnitas afecta no solo el cuidado del amigo que se ejerce por medio de la ars locutionis, sino también las indagaciones sobre la propia alma y sobre Dios que se llevan adelante en su compañía.

Los siguientes y últimos tres estudios se dedican a autores de la Baja Edad Media, dando cierre de alguna manera a una larga, diversa y sostenida preocupación en torno al conocimiento y cuidado de sí que –hemos visto– puede remontarse hasta Heráclito. Así, en “Descuido de Dios y de sí. Ignorancia, olvido y negligencia en la clasificación de pecados de Pedro Abelardo”, Natalia Jakubecki muestra la importancia capital que el conocimiento de sí tiene para la determinación de las acciones pecaminosas en el pensamiento de Pedro Abelardo, para quien el pecado más grave consiste en consentir a lo ilícito teniendo conocimiento de los propios vicios e inclinaciones y de los contenidos de conciencia con los cuales refrenarlos. A continuación, Gustavo Fernández Walker plantea, en “El libro de la manzana y el cuidado de sí. Aristóteles como maestro de vida en la cultura medieval”, que es la noción de cuidado de sí la que le da unidad al apócrifo texto aristotélico llamado Libro de la manzana, y que, a partir de ella, puede explicarse su enorme popularidad en la Europa medieval y en círculos tan diversos como los universitarios, cortesanos y monásticos de la época, además de dar cuenta de la variedad de lenguas a la que fue traducido –árabe, persa, hebreo y latín, entre otras–. Finalmente, en “Dimensiones ética y estética del cuidado de sí en Petrarca”, Marcela Borelli explora las implicancias que el cuidado de sí tiene para Petrarca en el cuidado del alma, del cuerpo y de la relación entre ambos. Si bien el hombre, para ser virtuoso, debe liberarse de las cosas temporales para alcanzar afinidad con lo divino, también debe dirigir la atención al cuerpo para que por medio de un cuidado riguroso conviva en armonía con el alma y no la perturbe en su función y ejercicio.

Puede afirmarse entonces que Conocerse, cuidar de sí, cuidar de otro. Reflexiones antiguas y medievales constituye no solo un valioso aporte a los estudios de filosofía antigua y medieval sino que, en consonancia con lo apuntado por los editores en su introducción, invita a quienes se interesen por la cuestión del cuidado de sí en el pensamiento contemporáneo a que recorran sus páginas y encuentren en ellas los antecedentes de una reflexión que, de ningún modo, puede comprenderse plenamente sin tenerlos en cuenta. Pues, después de todo, recurrir al pasado para pensar nuestro presente no es otra cosa que conocernos a nosotros mismos.

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