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Revista de la Sociedad Entomológica Argentina

Print version ISSN 0373-5680On-line version ISSN 1851-7471

Rev. Soc. Entomol. Argent. vol.67 no.3-4 Mendoza July/Dec. 2008

 

Leg. M.O.Gentili
27.IV.1926-10.V.2008

Si usted está leyendo esta nota, casi seguro que lo conoció a Don Mario Gentili a través de su legado: insectos y plantas en colecciones. Ejemplares con sus etiquetas están depositados en Colecciones de Museos de Historia Natural en casi todo el mundo. Mario nació en la zona del gran Buenos Aires, en Argentina, en el seno de una familia típica de inmigrantes, donde todo era trabajo, trabajo, trabajo. Al terminar la Escuela Primaria, comenzó a trabajar de aprendiz en una carpintería y completó el Secundario como adulto, luego de conocer a su esposa Dorita, con cuyo apoyo inició los estudios de Geología en la UBA. Siendo una persona muy tímida no pudo con los exámenes: hablar en público nunca fue su fuerte. Pero, ante un grupo chico de personas de cualquier edad, enseñaba todo lo que él había aprendido ya sea por experiencia o leyendo cuanto libro o publicación pasaba por sus manos.
Libros y música y bichos y herramientas y familia y estudiantes y espacios abiertos fueron sus compañeros preferidos, sin un orden específico, nada de tener que andar eligiendo, un poquito de cada cosa todos los días. Le gustaba la música clásica, Bach era su compositor favorito, pero el jazz anterior a 1930 fue muy especial para él: "luego del '30, cuando el hombre blanco se metió con el jazz, dejó de ser jazz de verdad". La música andina y los Beatles completan el repertorio. Nunca necesitó una excusa para comprar un disco de música clásica o de jazz, pero con los Beatles era diferente, a un hombre de su edad no le podía gustar el 'rock and roll', así que, cada vez que aparecía un álbum de los Beatles me pedía que lo comprara para mí: "así lo podemos escuchar juntos". Mario construyó las casas en las que vivimos y el jardín con veredas de roca, terrazas y árboles frutales, el huerto orgánico y el jardín de rocas umbrío con plantas nativas. Toda la familia ayudó bajo su "supervisión". Le gustaba fotografiar paisajes, bichos, plantas y familia. Por un tiempo, tuvo su cuarto oscuro en el baño de casa donde procesaba los negativos en blanco y negro o imprimía también en sepia. Lo levantó cuando los negativos color se hicieron populares y cuando aparecieron las diapositivas ni qué hablar! Siempre muy organizado, todos los rollos están numerados y catalogados en varias libretas.
Le gustaba mantenerse ocupado y activo todo el tiempo, pero no importaba dónde estaba o qué estaba haciendo, a las 4 de la tarde "es la hora de tomar mate… con una galletita". Un renacentista de alma y corazón, ya que Mario colectó insectos, plantas, rocas, fósiles, artefactos, piñas, semillas… por toda la Patagonia. Cierto, su interés como colector siempre fue al sur del Río Colorado, con un par de incursiones en Mendoza y La Pampa, pero sólo"con propósitos comparativos".
De chico colectó su primer insecto, una mariposa del género Morpho, en el Delta. No sabía cómo matarla para preservarla bien, así que fue al Museo Argentino a preguntarle a alguien experto en Entomología cómo hacerlo. Se transformó en 'habitué' y lo invitaron a las reuniones de la Sociedad Entomológica Argentina en la época en que se reunían en el sótano de la Casa Breyer. Así conoció a Breyer, Koheler, Biezanko, Orfila y muchos otros; siempre bromeaba que él, con sus 18 años de edad, bajó la edad promedio de esas reuniones a 85 años. Su historia favorita de esos tiempos era recordar las caras de los 'viejitos' cuando Biezanko hablaba de "as barboletas em Pelotas".
En 1956 fue a la Patagonia con su familia por 6 meses, como técnico de campo en una Comisión de la Dirección General de Ingenieros del Ejército para hacer relevamientos geológicos en la Provincia de Neuquén, y nunca volvió a Buenos Aires. Bueno, de visita de vez en cuando, pero en San Martín de los Andes es donde estableció sus raíces y las de toda su familia. Una vez en San Martín, conoció a Schajovskoi -Don Sergio para los conocidos-, un Ingeniero Forestal que vivía en Pucará, la estación forestal de Parques Nacionales sobre el Lago Lacar. Juntos salían a colectar insectos regularmente y allí es donde Mario pulió sus técnicas, preparando mariposas nocturnas -especialmente Noctuidae- perfectamente.
Con Don Sergio y Horacio Molinari, bibliotecario del INTA, fundaron el Instituto Patagónico de Ciencias Naturales (IPCN), una organización sin fines de lucro destinada a promover el estudio de las Ciencias Naturales en la Patagonia. Como Schajovskoi nunca mantuvo una colección, él distribuyó sus ejemplares entre el Museo Argentino y el Museo de Historia Natural, en Munich; y Molinari donó su colección de Coleoptera al Instituto San Miguel, ahora en el IADIZA; la Colección Entomológica del IPCN fue todo su esfuerzo personal más el apoyo incondicional de su esposa Dorita. El Herbario del IPCN se creó como referencia y siempre colectó duplicados para el proyecto Flora Patagónica del INTA. La Biblioteca contiene las Revistas de cuanta Sociedad Argentina de ….…. existe, libros de Ciencias Naturales, Geología, Entomología, Botánica, Arqueología, Lingüística, Historia y Geografía de Patagonia, Sistemática, con una colección de mapas topográficos asociada. Todo catalogado en fichas.
La estepa patagónica fue su favorita. El viento y los espacios abiertos del desierto y la cumbre de las montañas. Donde sea que fuera, siempre había lugar en su mochila para la lámpara de querosén, frascos de cianuro, cámara de relajación, extendedores y cajas para bichos. En el lugar que quedara, algo de comida y ¡olvidate de ropa extra! "Si yo ya estoy vestido". Trepó cuanta montaña pudo, sentado en la cumbre o un pedrero y mirando en la distancia, siempre me dio la impresión de que le daba paz, me preguntaba qué estaría pensando, pero él nunca lo dijo, y yo nunca le pregunté. A veces, escalaba algún cerro "para mantener las huellas abiertas, porque ya nadie las usa". Con un grupo de chicos del pueblo, organizó a los Exploradores del Chapelco para llevarlos a conocer las huellas y trepar por las montañas, en una de esas salidas alcanzaron la cumbre de un cerro que no tenía nombre, lo bautizaron Cerro Explorador. Todavía hay una lata bajo unas piedras en esa cima, con la fecha y los nombres de los miembros de la tropa.
Cuando la Universidad Nacional del Comahue abrió la Escuela Superior de Técnico Forestal en San Martín de los Andes, Mario enseñó 'ad-honorem' Entomología Forestal por muchos años, eventualmente le ofrecieron un cargo y continuó enseñando hasta que se jubiló. En los últimos años, su mayor gusto era "sacar a los chicos al campo". También fue miembro de la Carrera de Técnico Profesional del CONICET, proveyendo apoyo a entomólogos y botánicos en sus proyectos, guiándolos en cacerías de plantas y bichos, cría de insectos, atendiendo estaciones meteorológicas, llevando a estudiantes del doctorado a lugares donde encontrar los grupos que estudiaban. Recuerdo que, cuando una vez llevó a un grupo de botánicos a colectar Asteraceae del género Nassauvia, en ese entonces, necesitaban material fresco de todas las especies para análisis químicos. Basado en su herbario, organizó un itinerario para obtener todas las especies de la Patagonia. Ahí va Mario, con la camioneta cargada de botánicos y para en el medio de la estepa, nada más que piedras y neneo hasta el horizonte:
"Aquí es donde cacé la especie x, ustedes vayan que yo preparo el mate" -vale aclarar que Mario nunca colectó plantas, siempre las cazó. Los botánicos se bajan con dudas (casi seguro preguntándose "¿cómo es que puede reconocer el lugar este hombre?"), al rato vuelven con las manos vacías, "¿Está seguro de que es aquí? Capaz que es más adelante" le preguntan;"No", responde Mario, "las plantas están allí, detrás de esas piedras, ¿Tengo que hacer todo yo en esta expedición?" Camina hacia las piedras y un minuto más tarde regresa hacia un grupo de botánicos boquiabiertos, con la especie correcta en sus manos.
¿Les dije que Mario es mi papá? Siempre estuve muy orgullosa de ser su hija, aún lo estoy y siempre lo estaré. Espero haberles dado en esta nota, al menos un pantallazo de cómo fue su vida y cuáles fueron sus intereses, con algunas anécdotas y en un lenguaje cercano a como él se expresaba, nunca muy en serio, nunca formal, siempre con alguna broma. Si usted es de tomar mate, la próxima vez que sean la 4 de la tarde, tómese un mate con Don Mario.

Patricia Gentili

Department of Entomology National Museum of Natural History Smithsonian Institution Washington, DC, USA

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