SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.69 número3-4Detección de Malpighamoeba mellifcae (Protista: Amoebozoa) en Apis mellifera (Hymenoptera: Apidae)de ArgentinaComentario sobre la IV Reunión Argentina de Parasitoidólogos, Concordia, Entre Ríos, 20-22 de octubre de 2010 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

Compartir


Revista de la Sociedad Entomológica Argentina

versión impresa ISSN 0373-5680

Rev. Soc. Entomol. Argent. vol.69 no.3-4 Mendoza jul./dic. 2010

 

OBITUARIO

Eider Ruiz Manzanos 18-XI-1977 - 30-VII-2010

Laboratorio de Entomología Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA) CCT CONICET Mendoza Avda. Ruiz Leal s/n. Parque General San Martín 5500, Mendoza Argentina

Recientemente Eider nos dejó en forma súbita. Es muy difícil para nosotros escribir algo acerca de ella en este momento, sobre todo cuando aún sentimos diariamente el vacío que ha dejado su partida. Eider nació en Getxo, en el País Vasco (España) en 1977. Se recibió en 2001, obtuvo el título de Licenciada en Biología en la Universidad del País Vasco. En 2002, se puso en contacto con nosotros en Mendoza, mostró un gran interés en dedicarse a la investigación. Así, al comienzo tratamos de ayudarla para que obtuviera alguna beca en España, con la idea de codirigirla desde aquí, sin embargo, esta propuesta no resultó posible por lo que ella decidió venir a Argentina sin ningún trabajo, pero con un entusiasmo y pasión poco frecuentes. Llegó a Mendoza en 2004 y, durante dos años, estuvo trabajando incansablemente sin más apoyo laboral de nuestra parte que el académico. Gracias a su empeño y capacidad, logró tener antecedentes suficientes como para obtener, en el 2007, una beca tipo I del CONICET. Esto que hemos comentado es un aspecto de la vida de "la Vasca", que tuvimos la fortuna de compartir, pero quedaría aún mucho por contar de Eider. Ante todo, era una incansable trabajadora siempre dispuesta a participar en trabajos que resultaban beneficiosos para el grupo o para otras personas. Así, ella fue el motor de reuniones y trabajos en los que participaban los distintos integrantes del Laboratorio de Entomología del IADIZA, fue Secretaria de la Sociedad Entomológica (2007-2009), colaboró en diversos proyectos y muchas otras actividades científicas. Ese tesón para trabajar venía también acompañado de una gran capacidad académica. Hacia fines de 2005, su primer año en Mendoza, se embarcó en el estudio de lo que ella llamaba los "problemáticos" Pachydemini (Coleoptera: Scarabaeidae) y comenzó una fecunda productividad, manifestada en once publicaciones (en la revista de la Sociedad Entomológica Argentina y en otras revistas internacionales como Systematic Entomology, Coleopterist´s Bulletin, Annals of Carnegie Museum, Insect Stystematics and Evolution y Neotropical Entomology) no sólo sobre sistemática de Scarabaeidae sino también sobre Biogeografía y Biodiversidad, doce presentaciones en congresos, la realización de once cursos de postgrado en el ámbito del Doctorado en Biología de la Universidad Nacional de Cuyo (PROBIOL), numerosas campañas de colecta, visitas a Museos y otras actividades relacionadas. Todo lo hacía con una gran pasión y entusiasmo, salvando siempre los problemas que enfrentaba cotidianamente. Este estilo de actuar era parte de su ser, siempre manifestaba que con decisión todo puede ser logrado. Su partida la encontró terminando la redacción de su Tesis doctoral, la que estaba completando en un tiempo relativamente rápido, considerando que hacía poco empezaba su nueva beca de postgrado. Si bien recordaremos la gran capacidad académica de Eider, una chica de 32 años que mostraba un futuro sumamente promisorio, ganado a costa de un esfuerzo pocas veces visto, muchos de nosotros en el Laboratorio recordaremos también otras características de Eider. Su personalidad era descollante, en todos los sentidos, su presencia no podía pasar nunca desapercibida en ningún ámbito. Se sumaba a ello su carácter y sus fuertes convicciones que también le permitían destacarse siempre. Era una persona muy sociable, quería compartir su vida con todos, la entrega para con los demás hacía ver que no poseía egoísmo alguno, era realmente una persona altruista. Eider no sólo dejó su legado para todo el mundo en forma de contribuciones científicas, sino también el recuerdo de su vitalidad, entusiasmo y camaradería a quienes la conocimos y compartimos parte de su vida. La persona que nos dejó no sólo era una promisoria investigadora sino, para nosotros, una querida amiga a la que extrañaremos.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons