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Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani

versión impresa ISSN 0524-9767

Bol. Inst. Hist. Argent. Am. Dr. Emilio Ravignani  no.39 Buenos Aires dic. 2013

 

RESEÑAS

Diego Armus, The Ailing City. Health, Tuberculosis, and Culture in Buenos Aires, 1870- 1950. Durham and London, Duke University Press, 2011. 416 páginas.

 

María Silvia Di Liscia

Instituto de Estudios Socio Históricos - Facultad d e Ciencias Humanas Universidad Nacional de La Pampa email: silviadiliscia@gmail.com

The Ailing City es una obra para lectores que pueden desconocer parte del pasado argentino, y en este sentido, la traducción al inglés del texto originalmente publicado cuatro años antes por el autor en español (bajo el título La ciudad impura), es un valioso aporte para lograr el reconocimiento historiográfico de una problemática -la higiene-, de una ciudad que latía al ritmo del progreso, y de un período clave, -la Argentina de la modernidad al pre-peronismo. La historiografía de la salud y la enfermedad, que ya tiene cierto desarrollo en el país, difunde una literatura que problematiza la singularidad individual y social de la experiencia de curar, las metáforas de la enfermedad, el proceso de medicalización más allá de las instituciones y su reglamentación, entre muchas otras temáticas de creciente arraigo para historiadores, sociólogos y antropólogos.

No siempre un libro logra, como en este caso, ser un ejemplo sobre cómo y por qué escribir historia, y no sólo historia social o historia de la salud y la enfermedad, sino historia "a secas", al incorporar temáticas poco presentes en la historiografía nacional en los setenta años de análisis que abarca el texto, localizando además los discursos y las prácticas en la compleja interrelación de sus actores y de sus experiencias. El debate esencial parte de la aseveración de Charles Rosemberg sobre el marco social de una patología.1 Y, si bien una enfermedad parece un hecho solamente biomédico, tal como afirma Armus en el texto "does not exist until there is a consensus that is does- that is, once a disease has been perceived as such, once it has been named and provoked specific answers and reactions" (3).

Como se ha indicado para toda América Latina, las enfermedades, así como las maneras de reflexionar sobre ellas y las acciones desplegadas para combatirlas, significaron para las élites y las agencias pública s -y quizás también para las privadas- una puesta en escena sobre las obligaciones de quienes fueron, a lo largo del tiempo, vacunados, desparasitados, bañados, afeitados, impedidos de circular y afectados, en mayor o menor medida, por la extensión del brazo higiénico. Para impedir el contagio (epidémico y social) se ponían en entredicho los de rechos individuales con la promesa futura de ventajas sanitarias más allá del individuo. En efecto, la proclamación de una agenda nacional de patologías llevaba en la mano tanto la detección como una promesa de posible solución de problemas sociales de mayor envergadura, que englobaban a toda una comunidad. 2

Y a pesar de que, conscientemente, Armus no plante a su texto en comparación con otros espacios, es evidente que su historia de la tuberculosis en Buenos Aires resultará un punto de partida para muchos otros que incursionen en historias de enfermedades en Rio de Janeiro, o en Lima, en México o en La Habana, e incluso fuera de América Latina. Como han indicado Raimundo do Nascimento y Roma San ta, la tuberculosis representa, junto al SIDA, una de las enfermedades que, en contextos muy diversos, tuvieron en común la referencia al contagio y a la incurabilidad, y por lo tanto, incorporaron en la agenda de manera decisiva la intervención médica. 3

Justamente, la tuberculosis en Buenos Aires es el foco del libro cuando era una de las principales causas de morbi y mortalidad, es de cir, en la etapa anterior al uso terapéutico de los antibióticos. En el marco de una discusión sobre los aspectos socioculturales de la enfermedad, también se dimensionan sus metáforas patologizantes y sus modificaciones, que, como indicó Sontang, mutan de la enfermedad romántica hasta asumir las desventuras y desvelos de una modernidad asfixiante para los sectores populares.4 Es también la historia de la ciudad de los primeros ensayos de ingeniería social: la de la Asistencia Pública y la Liga de Profilaxis, donde médicos, visitadoras y maestros buscaban redimir la "raza débil" y fortalecer la supuesta y verdadera naturaleza argentina. Es, finalmente, la ciudad donde arribaron a mediados de siglo los miles de provincianos en busca de otra esperanza, la "justicia social", así como de los esfuerzos (y los límites) públicos y privados en el equipamiento técnico de hospitales y centros de atención.

La tuberculosis significa entonces una especie de pretexto para circundar otros problemas relacionados con la higiene, educación, p olíticas sociales, empleo y burocracia pública, así como las virtudes e imposibilidades de las asociaciones privadas, los debates y posturas políticas de partidos, organizaciones y movimientos. El libro se presenta como una especie de inventario de imágenes , asociaciones y experiencias concretas que dan sustancia a esa subcultura que, durante décadas, saturó de significaciones a la tuberculosis. El registro de entrevistas a participantes de la/s lógica/s de la patología, se complementa con un amplio registro de fuentes que demuestran tanto la erudición del autor como el impacto y las implicancias sociales, políticas y culturales de la enfermedad en un amplio arco de voluntades muy disímiles; los anarquistas y socialistas, pero también los conservadores y liberales.

Es imposible dar cuenta de toda esta variabilidad pero sí enumerar algunos de sus principales aportes: en primer lugar, el libro está organizado por temas, cada uno de ellos con su propia lógica; y, a diferencia de muchas historias similares, no se rige por una cronología que inscriba los acontecimientos y su interpretación desde el XIX al XX. Por el contrario, en este rompecabezas el autor se preocupa por plasmar su propia agenda de problemas, que tampoco gradúa desde los superficial es a los acuciantes: cada una de sus partes asume un sitio en ese espacio y se determina en importancia.

La otra circunstancia a destacar tiene justamente relación con la temporalidad misma del texto, lo que lo hace sin duda indispensa ble en el debate sobre demarcación cronológica y etapas históricas en Argentina, y, de ntro de ella, sobre los cambios y continuidades. Armus pone sobre el tapete si el quiebre técnico de los años treinta del siglo XX realmente tiene algún significado para la historia de la tuberculosis, en la medida en que la crisis no inicia ni finaliza ningún proceso. Antes bien, durante ese período se solidifican y coagulan las tensiones de épocas anteriores, se expanden las propuestas de los años veinte a otros sectores sociales e incluso, agregando una serie de instituciones públicas, se amplifican las consecuencias de la enfermedad, responsabilizándose no sólo al individuo sino al Es tado. La enfermedad ingresa entonces a la agenda de la eugenesia, macrodisciplina estrella de ese período y en la actualidad, psedociencia, ya que los tuberculosos (argentinos, nativos, inmigrantes) pueden ser los padres y generar una "raza" débil e insustancial.

El libro contribuye así a la discusión mayor, étic a y moral, sobre el papel regulador de la medicalización sobre cuerpos y conciencias: se le pueden poner frenos y discutir alcances y objetivos, pero su influencia, cesado el ímpetu de las teorías sobre "herencia degenerada", no ha cesado de extenderse y avanzar, abarcando cada vez más aspectos de la sociedad moderna.

Los ejes trazados apuntan a problematizar, del primer capítulo al tercero, las experiencias de los enfermos. Se rescatan así las trayectorias terapéuticas de los tuberculosos, una de las cuales, aunque no siempre la más frecuente, era la alopática. Justamente, la observación de casos e historias de vida a través de entrevistas y variedad de fuentes (la prensa, una de las fundamentales), ilumina las opciones y elecciones para la cura de una enfermedad cuya cronicidad y contagio hacía especialmente sensible a los enfermos y a sus familias a la recepción de la propaganda de remedios y terapias milagrosos, a veces contrapuestos a las decisiones de la medicina oficial. Tal cuestión se visualiza también en la toma de posición de los tuberculosos en sanatorios y clínicas especiales. En esa relación médico-paciente, se visualiza el autoritarismo de los facultativos pero también la resistencia de los enfermos. El texto introduce desde sus desventuras personales a sus rebeldías, y allí radica la originalidad de la visión historiográfica del autor frente a sectores a los que tradicionalmente se ha subsumido como "sujetos" de políticas y no precisamente como "actores" del proceso, proponiendo su propio juego e introduciendo sus reglas.

En los capítulos cuatro a seis, Armus plantea la problemática de la enfermedad desde el punto de vista institucional, tomando en consideración a las asociaciones, partidos políticos y movimientos que pusieron a la tuberculosis en la escena a través de publicidades, campañas y actos públicos. Las manifestaciones mutan, desde la elaboración de propuestas que enfatizaban la responsabilidad individual hasta las iniciativas que se correspondían con los deberes es tatales. Bajo el foco de la "tuberculophobia", se debaten también los afanes frente a la modificación necesaria de las condiciones de vida de los sectores populares. En una sociedad porteña que se transformaba de manera acelerada en virtud del ingreso de cientos de miles de migrantes por año desde ultramar, y luego desde las provincia s del interior, la lucha contra la tuberculosis producía un efecto integrador, ya que distintas ideologías podían coincidir en los aspectos reformistas de la "Culture of Hygiene" . En este caso, el texto introduce también la preocupación del autor sobre la historia de los trabajadores, de mujeres y niños y a la vez, sobre los barrios y viviendas, que se intersectan con la historia urbana de Buenos Aires, parte fundamental de estas seis décadas en estudio.

En los capítulos siete, ocho y nueve, se le propone al lector recorrer más allá de las fronteras porteñas e introducirse en la problemática sobre la población argentina y su futuro: así, la inmigración, el género y la infancia aparecen bajo el lente de la patología, pero no bajo su contexto demográfico sino en sus aspectos sociales y culturales. La tuberculosis, al ser una caja de resonancia de tal magnitud, admitió también ser el hilo conductor que permitía tanto a políticos conservado res o socialistas, como a burócratas o militantes anarquistas, debatir sobre el futuro racial argentino. Los médicos registran los principales aportes, pero no son las únicas voces a utorizadas para controlar y regenerar los cuerpos. Así, los trabajadores enfermos o sanos de diferentes grupos étnicos, las mujeres con un oficio y las prostitutas que podían padecer y morir, gracias al exceso laboral o a sus "pasiones"; o los niños "débiles" de las escuelas y centros educativos para evitar la tuberculosis, son parte de un entramado seleccionado por el autor para ejemplificar el ejercicio de discursos y políticas, oscilantes entre la conciencia social, la redención y el paternalismo.

Finalmente, el autor ha logrado plasmar en estas páginas una historia de la tuberculosis en Buenos Aires que es más que una historia de la salud y la enfermedad de los porteños: es una parte insoslayable de la historia social argentina, aquélla enraizada en la historiografía del trabajo, de los discursos biopolíticos, de las profesiones médicas que da cuenta de la complejidad del mundo social hasta el presente. Si los lectores anglosajones, poco familiarizados con la historia argentina, son los principales depositarios de este libro, otros potenciales destinatarios podrán encontrar en sus páginas el fervor y la potencia de una narrativa histórica que ya no es "nueva", sino que viene justamente a admitir su madurez.

Notas

1 Charles Rosenberg "Framing disease: Illness, societ y and history", en, del mismo autor, Explaning epidemics and other studies in the history of medicine. Cambridge, Cambridge University Press, 1992, pp. 305-318.         [ Links ]

2 Gilberto Hochman, Steven Palmer y Maria Silvia Di L iscia, "Patologías de la patria. Una introducción al tema", en Gilberto Hochman, María Silvia Di Liscia y Steven Palmer, (eds.), Patologías de la patria. Buenos Aires, Lugar Editorial, 2012, pp. 3-27.         [ Links ]

3 Raimundo do Nascimento, Dilene y Marcos Roma Santa, "O método compárativo na história das doenças", en: Dilene Raimundo do Nascimento et al., Uma histórica brasileira das doenças, Rio de Janeiro, Mauad, 2006, p. 20.         [ Links ]

4 Ver al respecto Sylvia Saítta, "Costureritas y artistas pobres. Algunas variaciones sobre el mito romántico de la tuberculosis en la literatura argentina", en: Wolfgang Bongers y Tanja Olbrigths, (comps.), Literatura, cultura, enfermedad, Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2006, p. 96.         [ Links ]

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