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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.13 Santiago del Estero dic. 2009

 

CUESTIONES DE OFICIO: ESCRITURAS Y LENGUAS

Volviéndose investigador en un contexto intercultural: Las paradojas de la "nueva" artesania intelectual*

J. Fernando Galindo**

** Doctor en Sociología Rural por la Universidad de Missouri-Columbia. Profesor de sociología educativa de la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia e investigador del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado donde investiga el impacto de la interculturalidad en el desarrollo rural sostenible en Bolivia. Favor enviar comentarios, criticas y sugerencias a: fgalindo@cipca.org.bo

Cada investigación tiene una historia intima que no siempre aparece en el texto. Esta biografía es una historia silenciosa y subterránea que corre paralela bajo el texto oficial y sus orígenes son anteriores al mismo. Esta historia interna es angustiante, contradictoria, iluminante, siempre en lucha; en contraste con la forma lógica, coherente y unificada de la historia externa.
La historia interna esta hecha de aquellas palabras no dichas, sentimientos, sueños y prejuicios, esas estrategias subterráneas donde se origina la armonía del texto. Algunas veces ella se anuncia con timidez pero acaba siempre al margen, en un apéndice al que nadie llega, o una nota a pie de página que todos ignoran. Tal vez hay una relación de poder entre la historia íntima y el texto, una relación intrínseca y complementaria.
Sin historias internas nuestras narrativas son solo repeticiones aburridas de esquemas disciplinarios de poder. Sin historias íntimas nuestro trabajo no tiene vida y corre el riesgo de desplomarse con el menor soplido. Sin embargo la emergencia de la historia interior podría deformar, inmovilizar e inclusive destruir el texto. Siempre hay riesgo en juntar proceso y producto en la investigación sociológica. Pero ¿qué sería la vida si todo fuera plano, si no hubiera montañas como en mi Bolivia? (Notas personales 1997)

El acto de investigar es una dimensión poco reflexionada en la práctica de investigación en América Latina. Entre otras razones debido a que la misma es considerada una exquisitez que entra en contradicción con las limitadas condiciones en las cuales desarrollamos nuestra actividad. Sin embargo, la apertura y atención a este paisaje, todavía poco explorado, puede brindar insumos importantes para comprender: 1) la especificidad de nuestra práctica personal de investigación, mas allá de los discursos institucionalizados de enfoques y paradigmas, 2) como devenimos en sujetos investigadores y 3) ¿por qué? hacemos lo que hacemos, pensamos lo que pensamos, y decimos lo que decimos cuando hacemos investigación. Esta presentación no pretende cubrir semejante terreno, sino reportar algunos hallazgos de exploraciones del paisaje interior del investigador: mi propio paisaje1. Mas específicamente pretendo identificar algunos desafíos de hacer investigación en un contexto intercultural, iniciar/continuar la reflexión y/o discusión sobre procesos de investigación, e identificar algunas paradojas de la artesanía intelectual en el presente contexto.
Este escrito se desarrolla en cinco partes. Inicio con una breve caracterización de lo que denomino la vieja artesanía intelectual. A continuación caracterizo el contexto en el cual se desarrolla la investigación en la actualidad y algunos desafíos que plantea el mismo. En la tercera hago un contrapunto entre la "vieja" y la "nueva" artesanía intelectual. En la siguiente sección planteo cuatro paradojas de la nueva artesanía intelectual, aquella que se desarrolla en un contexto intercultural. En la quinta, basado en mi experiencia de formación en investigación describo las implicaciones metodológicas de la artesanía intelectual. Finalmente en la cuarta esbozo las conclusiones de este ensayo.
Antes de iniciar clarifico el sentido de algunos términos utilizados: contexto intercultural, paradojas y artesanía intelectual. Uso la noción de contexto intercultural para referirme fundamentalmente a la etapa post-nacional caracterizada por la crisis del Estado-Nación. Con la noción de paradojas me refiero a dos asuntos. Primero a la coexistencia de estados subjetivos contradictorios, o situaciones en la investigación, que no se resuelven en una síntesis; y segundo a la coexistencia de situaciones contradictorias en la realidad social que no cristalizan en una síntesis, sino en la reproducción de las oposiciones. Por ejemplo cuando ponemos agua y aceite y lo agitamos, al inicio aparentemente se juntan, pero luego se separan. Finalmente uso la noción de artesanía intelectual para referirme a las practicas de producción del sujeto cognoscente imbricadas en los actos de producción de conocimiento, o al hecho referido por C. W. Mills de que "el trabajador intelectual se forma a sí mismo mientras trabaja hacia la perfección de su artesanía" (1959: 196). Es decir que cuando uno realiza investigación al mismo tiempo se va produciendo a sí mismo.

1. La "Vieja" Artesanía Intelectual

¿Cómo uno se volvía investigador, o practicaba su artesanía intelectual, en la etapa previa al actual contexto intercultural? En esta sección brevemente me refiero a algunos elementos de esta tradición,
En la vieja artesanía intelectual deveníamos en investigadores siguiendo el modelo de occidente, un modelo que pone como centro el dominio de una razón instrumental, que exigía el uso de la lógica en la construcción de conocimiento, que demandaba objetividad y el uso de un lenguaje neutro y frío que proscribía la subjetividad, el derecho de decir "yo pienso así" y vivir con las consecuencias de lo dicho.
La vieja artesanía intelectual se caracterizaba por la especialización, o el dominio de un campo disciplinar específico y cuanto más especializado mejor. Uno debía tener también vocación, porque no todos estaban llamados a ser o volverse investigadores. También uno debería tener disciplina, usar métodos instrumentales, replicables, universales, validos tanto el norte, Bolivia o en el África.
Uno debía también estar autorizado por un título académico y/o credencial para producir conocimiento y estar autorizado para hablar en nombre de la ciencia. Finalmente uno debía estar institucionalizado en la universidad u otros centros de investigación para que su voz sea escuchada como una voz científica legitima.
En sus orígenes, este modelo de artesanía intelectual esta ligado al proyecto de la ilustración, la modernidad, y la construcción del estado-nación. En términos institucionales este modelo esta vinculado con la confluencia histórica en la universidad, de dos practicas antes separadas: la enseñanza y la investigación. Esta confluencia se dio primero en Alemania donde, a mediados del siglo XIX, surgen los primeros centros de investigación universitaria, luego continúa desde fines del siglo XIX en las escuelas de postgrado en los EE.UU. donde a la postre se configura un capitalismo académico. Posteriormente, gracias a los misterios del capital y de los procesos de modernización este modelo y su institucionalidad universitaria tripartita, enseñanza, investigación y extensión, se globaliza en todo el mundo.
¿Cómo se hacia investigación en nuestro medio en el contexto del estado-nación y bajo este modelo de artesanía intelectual? El investigador venía de fuera, era un "outsider" que aprendía el idioma nativo, investigaba al otro conviviendo con el mismo, y a través de su trabajo de representación principalmente del indígena y el pobre, "domesticaba lo exótico" (Bourdieu 1988) capturándolo dentro de su horizonte de representación cultural y disciplinaria. El investigador extraía información de informantes locales, casi de manera análoga a como se extraen riquezas naturales de nuestro suelo y subsuelo, hacía una investigación exhaustiva y al finalizar su trabajo de campo se marchaba y a menudo no sabíamos que había pasado con él y con la investigación que realizo. De regreso en su medio, este "outsider" escribía su investigación en un lenguaje disciplinario especializado y hablaba a una audiencia académica.
Con los procesos de modernización de las sociedades latinoamericanas, y una vez institucionalizada la práctica de investigación en las instituciones de educación superior, los académicos locales, provenientes principalmente de los estratos sociales altos y medios, básicamente reprodujeron, y continúan reproduciendo, este modelo de investigación y de artesanía intelectual. Una particularidad en el caso boliviano, es que una de las audiencias principales del investigador eran, y todavía son, las agencias de cooperación al desarrollo que financiaban y financian proyectos de investigación.

2. Contexto Intercultural y desafíos

Por contexto intercultural hago referencia a tres aspectos que enmarcan la práctica de la investigación social en la actualidad: 1) la crisis del estado-nación, 2) la crisis de la representación científica de la realidad social (post-positivismo) y 3) la emergencia de representaciones alternativas de la realidad social. Hago uso del término post-nacional para referirme a la crisis del estado nación, o del proyecto de modernizarnos construyendo una cultura, una nación, de manera homogénea. Para lidiar con la diversidad, en décadas recientes (desde los 80s hasta hoy), el estado nación ha desplegado políticas de inclusión multiculturales de carácter liberal (ciudadanías indígenas, educación intercultural bilingüe, desarrollo con identidad, etc.) que afirman el reconocimiento de formas de ciudadanía alternativas minorizadas intentando cooptar, legitimar, o incorporar expresiones de lo subalterno. Dependiendo de contextos y trayectorias específicas de cada país, así como de la correlación de fuerzas entre actores políticos con proyectos societales definidos, en la actualidad atestiguamos el surgimiento de formas institucionales que tratan de encontrar un balance intercultural entre lógicas individuales y colectivas, como en el caso de Bolivia y su nueva constitución política del estado que reconoce al mismo como un estado plurinacional.
El termino post-positivismo hace referencia a la crisis de representación de la realidad social en las ciencias sociales, expresado en la crítica de las ideas de objetividad, verdad y neutralidad de las ciencias que pretendían construir una representación única de la realidad. En contraposición, hoy las ciencias sociales se plantean el desafío de comprender la complejidad de la realidad social desde una diversidad de acercamientos. Algunos hitos en este proceso de descentramiento de la representación de la realidad han sido las críticas de la ciencia, la historia, la modernidad y el desarrollo. Por ejemplo en "Orientalismo" Edward Said (1979) critica la forma como occidente representa al otro (Asia). Por su parte Nestor García Canclini (1990), expresando algunos pliegues de la realidad Latinoamericana, y Homi Babha (1999), expresando la experiencia postcolonial de la India, reivindican la hibrides y el mestizaje. Por su parte Gayatri Spivak (1999) se pregunta si los subalternos (grupos indígenas, mujeres, pobres) pueden hablar.
Arturo Escobar (1995) cuestiona el negocio del desarrollo del cual en América Latina algunos hemos vivido con holgura y muchos han sufrido sus consecuencias por más de medio siglo.
Finalmente el contexto intercultural actual se caracteriza por la emergencia de voces y representaciones alternativas de la realidad social expresadas en movimientos tales como el postmodernismo y post-colonialismo, que en parte pretenden expresar en el plano académico las luchas políticas de los subalternos. Desde nuestra ubicación en el sur, una de las preguntas centrales es si el subalterno puede hablar (Spivak 1999) y representarse con voz propia. En la historia mas reciente de Bolivia (1970 hasta la actualidad) se pueden identificar diferentes momentos de expresión del subalterno. Luego de siglos de negación, salpicada de ciclos indígenas rebeldes seculares, desde la década de los 70s del siglo XX, el subalterno re-emerge, se enfrenta, resiste y empodera. La historiadora boliviana Silvia Rivera captura de manera profunda este periodo con la expresión, "oprimidos, pero no vencidos". El subalterno comienza a expresarse con voz propia y al mismo tiempo comienza a transforma los códigos coloniales. Es ilustrativo al respecto que en el congreso boliviano de inicios de esta década (2003) incluía una presencia importante de congresales indígenas (como Evo Morales y otros) cuya práctica política combinaba protesta y resistencia en las calles con la democracia liberal. Finalmente el subalterno se hace del poder, como en el caso boliviano, y apuesta a una reinvención institucional que lo incluya con ciudadanía plena, con su propia institucionalidad de usos y costumbres, y no sólo dentro de una institucionalidad liberal. En el ámbito académico esta reemergencia, resistencia, y afirmación del subalterno se expresa en el trabajo de centros e instituciones dedicadas a la recuperación de los saberes locales y/o indígenas.
¿Qué desafíos plantea este contexto intercultural emergente a la práctica de producir conocimientos sobre la realidad social? Un primer desafío es cómo incorporar la creciente diversidad de nuestras sociedades recientemente reconocida, explicitando lo que los subalternos hacen y dicen. Otro desafío es revisar los métodos y enfoques de cómo hacemos y aprendemos a hacer ciencia, todavía muy atados a los cánones de occidente y con limitada apertura intercultural e interdisciplinaria. Un tercer desafió es reinventar nuestras instituciones de formación superior para responder al desafío de una diversa audiencia estudiantil. Finalmente es importante revisar nuestras prácticas de artesanía intelectual, o los modos cómo nos volvemos, o devenimos en, investigadores. Más que respuestas únicas estos desafíos ameritan búsquedas desde distintas posturas, situaciones y experiencias. En lo que resta de esta presentación quiero explorar el último desafío: nuestras practicas de artesanía intelectual.

3. ¿Hacia una "Nueva" Artesanía Intelectual?

Asistimos a la emergencia de una artesanía intelectual de nuevo cuño que todavía esta en construcción. Dado su carácter emergente, es difícil todavía describir los contornos de la misma. A manera de ejercicio y contrastándolo con el modelo previo me refiero a algunos de sus elementos.
En la actualidad en América Latina no existe un modelo de cómo hacer investigación. Los últimos 30 años hemos sido testigos de la emergencia, disputa entre, y coexistencia de varios modelos alternativos: la investigación acción participativa, la investigación cualitativa, la investigación interdisciplinaria, las redes de colaboración académica, etc. Esta diversidad de enfoques investigación han conducido a la emergencia de elementos que configuran los contornos de una forma alternativa de cómo volverse investigador(a): una "nueva" artesanía intelectual todavía en construcción.
La vieja artesanía intelectual proscribía los sentimientos y la intuición afirmando el predominio de la razón. En la emergente artesanía intelectual, aunque todavía prima la razón, hay espacio para los sentimientos, la intuición y hasta lo lúdico. La vieja artesanía afirmaba la primacía de la objetividad, la nueva artesanía reconoce la subjetividad de los actores y del propio investigador y plantea que la realidad representada se construye en la interfase de las mismas (intersubjetividad). La vieja artesanía elogiaba la especialización en aspectos especificos de la realidad social, la nueva artesanía reconoce la importancia de ser holisticos y/o sistémicos, de ver y comprender la totalidad. La vieja artesanía demandaba del investigador una credencial, situación que se ha intensificado en las instituciones de formación superior en la actualidad, que exigen credenciales de nivel de maestría, doctorado y post-doctorado para acceder a un cargo docente o de investigador. Pero paradójicamente también se empieza a reconocer el valor del conocimiento producido por gente local, sin credenciales académicas. Con mayor frecuencia foros y congresos científicos se abren a gente local para discutir temas especializados desde otras perspectivas, eventos que en muchos casos son más ricos, densos y reveladores que el mero intercambio entre especialistas. Mas aún, hoy han surgido redes de especialistas y no especialistas que impulsan agendas de conocimiento en temas de intereses locales. Finalmente la vieja artesanía ponía una atención excesiva y exclusiva en los productos resultantes de una investigación, numero de informes, artículos, presentaciones, etc., en cambio la nueva artesanía reconoce la importancia de reflexionar sobre procesos de investigación, ¿Por qué? y ¿Cómo? hacemos lo que hacemos.

4. Paradojas de la "Nueva" Artesanía Intelectual

La nueva artesanía intelectual emerge en un contexto histórico paradójico caracterizado por contradicciones que todavía no encuentran su síntesis. Esta situación paradójica tiene su correlato en el plano de la producción del conocimiento y la producción de la subjetividad científica. En esta sección describo algunas paradojas en la producción del conocimiento social y en la siguiente sección las paradojas en la producción de la subjetividad científica.
Una primera paradoja es la tensión insider-outsider. Antes, como se indico previamente, el investigador venia de fuera y domesticaba lo que le era exótico. Hoy el investigador ya no viene solo de afuera, principalmente el norte, viene también de las propias comunidades locales y su desafió es otro: hacer exótico lo que le es domestico, cercano, un desafió diferente al del investigador de afuera. Sin embargo hoy el investigador confronta no solo el desafío de domesticar lo exótico, sino hacer que lo exótico sea domestico. El investigador enfrenta el dilema de validar tanto los conocimientos de su propia comunidad y responder a las demandas y cánones de la academia en la cual ha sido socializado. Por ejemplo los estudiantes que vienen a la universidad de comunidades rurales (indígenas, campesinas) se van socializando en otros códigos culturales, formas distintas de pensamiento, lenguajes disciplinarios específicos, etc. Y cuando les toca hacer su investigación a menudo vuelven a su comunidad con otras expectativas, casi como outsiders. Han cambiado, ya no son los mismos, ya no ven la comunidad con los mismos ojos locales. Y confrontan el dilema de cómo balancear la verdad de la comunidad que es contextual con la verdad académica que es fundamentalmente textual, de la que también son parte y en la cual esperan encontrar un lugar.
Otra dimensión de esta tensión es que el investigador actual confronta el dilema de cómo ser simultáneamente crítico de sus propias construcciones y el de su comunidad y no enrolarse completamente en las demandas y cánones de la academia. Lo que pone en juego la legitimidad de las representaciones de uno y otro lado. ¿Es mas legitima la voz de "Juan", un insider que vive en la comunidad, o la voz de Pedro, un investigador que ha estudiado y vivido en la comunidad por diez años? Algunos se inclinaran por la representación de Juan, por que es de la comunidad. Pero dado que a menudo las voces subalternas que se expresan en la comunidad son también dominantes dentro de su propia localidad, al privilegiarlas corremos el riesgo de legitimarlas como expresión de la totalidad local.
Otra paradoja que confrontamos es la necesidad de hablar a múltiples audiencias. En el pasado el investigador no confrontaba este dilema, ya que se dirigía a una sola audiencia privilegiada: la academia. Hoy los investigadores hablamos a múltiples audiencias, incluidos los propios sujetos investigados. Antes estos últimos eran concebidos como objetos de investigación, hoy esos objetos se han convertido en sujetos y en una audiencia. Entonces los investigadores confrontamos interrogantes como ¿a quien vamos a hablar? ¿Para quienes vamos a escribir nuestras investigaciones y producir conocimiento? ¿Para la academia, o para la comunidad? Y el problema es ¿que lenguaje utilizar para comunicar lo que hacemos? ¿Un lenguaje académico o uno vivencial y cotidiano? Esta tensión tiene varias implicaciones. Una de ellas es la construcción del objeto de estudio. Lo construimos pensando en la comunidad, o en la academia. La decisión que tomemos influirá en el lenguaje, estilo, composición del informe que hagamos.
Un ejemplo al respecto. Hace algún tiempo fui tribunal en una defensa de tesis de un trabajo de sociología, donde el/la postulante quería hablar a dos audiencias al mismo tiempo: la academia y la comunidad. No pudo superar este dilema, o quizás arrastro el mismo hasta el final. El resultado fue paradójico y difícil. Por un lado los académicos dijimos este trabajo es débil, le falta marco teórico, el análisis no coincide con el marco teórico y la metodología, etc. Por otro lado cuando el/la postulante devolvió su investigación a la comunidad, esta no entendía su trabajo. Me pregunte si este era un caso aislado o una dificultad común surgida del contexto diverso en que vivimos. Me inclino por la segunda opción, que es un dilema a ser enfrentado por todos quienes hacemos investigación en un contexto diverso.
Un tercer dilema es como combinar proceso y producto en la investigación. Antes la investigación estaba fundamentalmente orientada a obtener solo productos, escribir reportes, artículos, libros, etc. Hoy, el contexto plural que estamos viviendo nos plantea la urgencia de reflexionar sobre como se construye determinado conocimiento. En la actualidad, una de nuestras audiencias, los actores sociales, no se "tragan" fácilmente lo que los investigadores producimos. Hoy cuestionan nuestros resultados y plantean interpretaciones alternativas a las nuestras. Aunque el investigador haya convivido por muchos años en la comunidad e inclusive se haya "vuelto local," sus interpretaciones son objeto de disputa explicita o implícita por parte de algún miembro de la comunidad. Esta situación demanda que reflexionemos continuamente sobre el proceso de investigación: sobre lo que hacemos, como hacemos lo que hacemos y porque hacemos lo que hacemos.
¿Cómo reflexionar sobre procesos de investigación? Hay varias alternativas que apuntan a dar a su audiencia una idea del proceso. Algunos investigadores han optado por incluir sus reflexiones sobre como investigan en los capítulos metodológicos, o en los anexos de sus reportes de investigación. Este ha sido mi caso, al que me refiero con cierto detalle en el siguiente apartado. Otros autores combinan capítulos analíticos y reflexivos. Un capitulo contiene análisis de datos empíricos y relaciones entre datos y teoría y el siguiente capítulo historias, narrativas, diálogos, y poemas. Una tercera alternativa es la construcción de textos híbridos, analíticos y reflexivos al mismo tiempo, similares al guión de una obra de teatro. Pero construir estos textos híbridos es difícil, y comprenderlos mucho mas. A menudo, el lector desprevenido fácilmente se pierde al pasar de un modo de relato a otro. Hay cada vez más textos de investigación de este género, que a veces ocasionan reacciones fuertes de los lectores. Propósito que los autores quizás buscan de manera explicita, de despertar un posicionamiento entre texto y lector que transcienda la mera relación de consumo de conocimiento.
Finalmente una cuarta paradoja que confrontamos hoy los investigadores es la tensión entre irse o quedarse. Como indicaba previamente, antes el investigador venia de afuera, investigaba la comunidad y se marchaba. Hoy el investigador es local y tiene que vivir con las consecuencias de lo que dice. A quienes provenimos de comunidades locales, el nuevo contexto nos plantea el dilema de investigar para irnos de la comunidad, tomando ventaja de nuestra nueva situación académica, o de quedarnos en la misma. Amplio este aspecto. Quienes somos miembros de una comunidad local (campesina, indígena, etc.) y accedemos al privilegio de la educación superior, obtenemos credenciales que nos otorgan grados de libertad que nos dan la opción de irnos o quedarnos en la comunidad. Uno puede entonces optar por irse y trabajar con una ONG, el gobierno o alguna agencia internacional. El siguiente ejemplo no es quizás muy representativo, pero expresa esta misma problemática. Quienes realizan estudios superiores fuera de sus países confrontan este dilema al elegir tema de tesis. En el primer caso eligen temas relevantes a sus comunidades de origen para volver a las mismas y en otros casos temas relevantes a su lugar de residencia, o estudio, que les abre puertas para quedarse. Sea la dirección que uno tome, o el resultado que uno obtenga, las posibilidades están ahí para irse o para quedarse.
Estas paradojas no se resuelven a-priori. Ningún teórico o iluminado las va a resolver antes de hacer investigación. Cada uno de nosotros tiene que resolverlos en la práctica misma de hacer investigación. En lo cotidiano y específico de hacer una investigación, nadie nos dirá que hacer o que dirección seguir. Cada cual tendrá que tomar sus propias decisiones y vivir con las consecuencias y los efectos de esas decisiones que toma. Esto es parte del proceso de ir construyendo una subjetividad científico-artesanal propia.

5. Implicaciones Metodológicas de la "Nueva" Artesanía Intelectual

Hacer investigación en un contexto intercultural o paradójico tiene varias implicaciones políticas, ideológicas, culturales y metodológicas. No voy a referirme a las tres primeras, sino a la última, ilustrando la misma con mi propia experiencia personal de trabajar en mi tesis doctoral.2
Y para explorar esta implicación quiero comenzar con la siguiente pregunta, ¿porque escribimos una tesis doctoral? Probablemente hay muchas razones y quiero compartir tres de ellas. Primero, escribí una tesis doctoral porque quería concluir mis estudios, obtener mi diploma o credencial y talvez tener una vida mejor luego de eso. Este fue mi objetivo pragmático. El resultado de este objetivo es el diploma o credencial que obtuve luego de concluido mi programa. Por otro lado quería contribuir con conocimientos sobre un problema específico: las contradicciones en la colaboración académica norte-sur, y con ideas para solucionar este problema específico. Este fue mi objetivo empírico o científico. Y el resultado de este objetivo fue una disertación o tesis doctoral de trescientas paginas. Pero por otro lado escribí una tesis doctoral porque quería aprender algo del proceso mismo de escribir, o hacer, una tesis. Ese fue mi objetivo intelectual. Y el resultado de esta aventura es una biografía de mi tesis doctoral. Y en lo que resta de esta charla me gustaría compartir sobre esta última dimensión, el objetivo intelectual de entender como me volví investigador o comencé a construir una subjetividad científica a través de la escritura de una biografía de investigación.
¿Que es una biografía de investigación? Este término tiene varios sentidos y quiero compartir algunos de ellos. Primero, una biografía es una herramienta de investigación que como cualquier método o herramienta nos ayuda a investigar. Segundo, una biografía de investigación es un índice de nuestro aprendizaje estructural (Elkind 1971) un aprendizaje que a veces ocurre sin buscarlo explícitamente.3 La biografía de investigación es una narración de las cosas que uno va aprendiendo consciente e inconscientemente. Y la mía fue escrita teniendo como audiencia no al otro, sino a mí mismo. Y al hacerlo no me preocupe de la gramática, la redacción o la ortografía. Tampoco tenía sentido hacerlo porque esta escrita en ingles, un idioma del cual no soy hablante nativo. Mi propósito era explicitar lo que sentía y pensaba al estar inmerso en la aventura de escribir la tesis doctoral. Tercero, una biografía de investigación es una descripción del proceso personal de volverse investigador y de volverse persona. Esta contiene una descripción de cómo a través de querer lograr estos otros objetivos: un diploma, y aportar con algunas ideas en un área sustantiva, me fui transformando, volviendo un investigador. Cuarto, una biografía de investigación es un ejercicio ético y estético. Aquí uno se plantea interrogantes que uno no puede plantearse dentro de los a veces estrechos marcos académicos de escribir una tesis doctoral, ¿Por qué escribo lo que escribo? ¿Para quien escribo lo que escribo? ¿Cuál es la utilidad de lo que escribo si escribo en un idioma diferente al de los "potenciales" beneficiarios?, Etc. Y también es un ejercicio estético, donde a través de la auto-escritura uno desarrolla una sensibilidad específica sobre los otros y su entorno, un espacio donde uno se otorga grados de libertad para pensar, para tener ideas sin que nadie le imponga límites. Un espacio donde uno escribe por puro gusto y placer, por querer desarrollarse y cultivarse como trabajador intelectual. Es este último sentido, una biografía de investigación es una herramienta de nuestra propia artesanía intelectual.
¿Que he aprendido del proceso de escribir una biografía de investigación? Fundamentalmente que hay una tensión fundamental en la práctica de producir conocimiento social. Una tensión entre el proceso y el producto, entre la creación y la creatividad individual y las demandas y los cánones de una disciplina que nos imponen una estructura, entre ser un agente y estar limitado por una estructura, entre lo que Popper (1959) denomina, el contexto del descubrimiento y el contexto de la justificación. En este último sentido, a diferencia de este autor que cerró las puertas a la posibilidad de acceder al contexto de descubrimiento, en mi experiencia a través de la biografía descubrí una ventana para explorar el complejo paisaje del contexto del descubrimiento.
Las siguientes son algunas de las tensiones que descubrí en la exploración de este paisaje: 1) la tensión entre ser investigador y pensador, 2) la tensión entre escribir para los otros y escribir para uno mismo, 3) la tensión entre metodología como actuación del canon establecido en mi disciplina, y metodología como aprendizaje, 4) la tensión de representar una realidad local como la boliviana en un lenguaje ajeno como el ingles y para una audiencia académica distante, y representar desde una situación postcolonial en la que pretendía situarme y 5) la tensión de seguir un modelo lineal de investigación (apolíneo) u optar por un modelo no lineal (dionisiaco) sugerido por el propio proceso de investigación. Brevemente me refiero a algunas de estas tensiones.

Iinvestigador-pensador

En la actualidad el investigador, o la persona que asume este perfil, esta orientado a obtener productos, productos, productos. Y quienes han estudiado en el norte saben cuan fuerte es la demanda por producir y mostrar productos. Los profesores en las universidades del norte tienen cuotas de producción intelectual que tienen que cumplir cada año, generalmente expresado en número de artículos científicos publicados, actividad que demanda una enorme inversión de tiempo, debido al sistema de revisión por pares (referato), y que es objeto de competencia feroz sobre todo para publicar en las revistas mas reconocidas. Por el contrario el pensador no esta orientado hacia productos, sino hacia la comprensión de los procesos y condiciones especificas de producción de conocimiento. En mi caso, como investigador oriente mi mente en la dirección de un resultado especifico, la conclusión de la tesis doctoral. En cambio como pensador orienté mi mente en múltiples direcciones que trascendían lo puramente académico y se entremezclaban con lo cotidiano, que configuraban el contexto especifico en el cual escribía la tesis doctoral. Al explorar esta tensión me percate que el investigador esta limitado por la convención, por el canon y por la disciplina. Que hay un cierto orden del discurso que nos dice como debemos hacer una investigación sociológica aceptable para el nivel que se trabaja. En cambio el pensador no esta limitado por la convención o por la disciplina y que es una practica más vivencial.

Escribir para uno mismo y para los otros

También confronte el dilema entre escribir para los otros y escribir para mí mismo. Uno escribe para los otros porque quiere comunicar algo. Eso es lo que siempre decimos. Pero cuando uno hace una investigación, creo que en realidad uno esta escribiendo para obtener su credencial, para adquirir, capital simbólico, intelectual. O como decía una colega boliviana, "para volver exitosa, triunfante a Bolivia". En suma uno escribe una tesis doctoral para los otros. En cambio uno escribe una biografía de investigación para reencontrarse con uno mismo, para reubicarse y hacer sentido de quienes somos, para comunicar lo que uno esta viviendo al estar inmerso en el proceso de producir conocimiento. En suma como bellamente afirmaba Tolstoi para interrogarnos sobre los asuntos fundamentales de la vida "que debemos hacer y como debemos vivir" (citado en Weber 1985: 97). La tesis doctoral no es el lugar donde uno se hace este tipo de preguntas. Estas preguntas pertenecen a la "trastienda de la investigación" (Wainerman y Sautu 2001), cuyas respuestas aunque no evidentes en muchos casos sostienen la aparente coherencia y solidez de los argumentos planteados en la tesis doctoral.

Metodología como actuación y aprendizaje

Al estar inmerso en dos procesos simultáneos, escribir una tesis doctoral y una biografía de investigación, me percate también de la tensión entre usar una metodología que estaba de moda, para entender lo que estudiaba, y una metodología de aprender, de lanzarse mas allá de los limites de lo aceptado. En la primera uno se orienta por resultados, por la disciplina, por el canon, en cambio en la segunda uno se orienta por el deseo de descubrir y descubrirse a sí mismo, y fundamentalmente por el deseo de cultivarse y crecer intelectual y personalmente.

Apolíneo o dionisiaco

Finalmente confronte la tensión entre ser seguidor de Apolo, dios del orden y de las formas perfectas, o seguir a Dionisio, dios de la fiesta y de la borrachera. Las instituciones académicas son apolíneas por naturaleza, nos exigen perfiles o planes de investigación bien definidos que nos sirvan de guía para no perdernos y controlarnos en el trabajo de campo. Sin embargo esto es una ficción, pues no podemos controlar la realidad y mucho más hacerlo a priori. Aunque uno tenga el perfil más elaborado hay siempre el riesgo, o más bien diré la oportunidad de perderse, de explorar lo nuevo. Y como les paso a muchos yo también me perdí. Luego de elaborar un perfil de investigación retorne a Bolivia para hacer trabajo de campo sobre como se construye el conocimiento sociológico sobre riego. Una vez en campo resulto que no hallaba tal objeto, no existía lo que quería estudiar. Entonces todo el trabajo que hice en mi perfil cayó en la nada, tuve que empezar de nuevo. Y los datos de la realidad me indicaron las alternativas que podía seguir y tuve que optar por una de ellas. A esta manera de trabajar perdiéndose en lo que uno hace es a lo que denomino el modelo dionisiaco de investigación. Este modelo no sigue una sola dirección como un caballo cochero, sino que esta abierto a las posibilidades, a las limitaciones de nuestro propio conocimiento y las posibilidades que nos ofrece la realidad.

6. Conclusiones y Aperturas

A manera de cierre de las provocaciones planteadas en esta presentación planteo las siguientes conclusiones, que a su vez representan puntos de partida y una invitación para la ampliación de la reflexión sobre la artesanía intelectual o el proceso de volverse investigador en un contexto intercultural.
Primero, hacer investigación y volverse investigador en un contexto intercultural nos confronta a situaciones complejas y paradójicas en la cual continuamente tenemos que tomar decisiones y vivir con sus consecuencias4. Vivimos y actuamos en contextos y situaciones complejas para las cuales los modelos existentes de investigar son limitados y tenemos que inventar nuevas formas o reinventar continuamente las viejas formas de hacer investigación.
Segundo, los contextos y situaciones paradójicas en las que hacemos investigación, demandan la necesidad de reflexionar sobre lo que hacemos, como hacemos y por qué hacemos investigación; es decir sobre nuestras propias practicas y los procesos de como construimos conocimiento o representamos la realidad y nuestro proceso personal y colectivo de volvernos investigadores. Existen muchos manuales de investigación sobre como hacer investigación, pero muy pocos reflexionan sobre el proceso de investigación, sobre las minucias y complejidades cotidianas de cómo realmente uno hace investigación. En Bolivia y el tercer mundo hemos sido consumidores de teorías, de modelos, de enfoques, de metodologías de hacer investigación en muchos casos de pretensión universal. Y como reacción a esta situación discursivamente hemos reiteradamente afirmado nuestra decision de comenzar a producir nuestras propias teorías y metodologías para pensarnos con sentido propio, con categorías propias. Pero esta intensión todavía queda en el discurso. ¿Por que? En gran parte porque no reflexionamos sobre nuestra propia practica de investigación. Y esto se vincula con una pregunta más general ¿qué implica ser o volverse investigador en el presente? ¿Ser un investigador indígena? ¿Ser un investigador interesado (stakeholder)? Estos asuntos desbordan los límites de esta reflexión y deben ser tratados con profundidad en otra ocasión.
Tercero, una manera de reflexionar sobre nuestras propias prácticas de investigación es escribir para uno mismo, escribir biografías de investigación. Esta ha sido mi manera. Sin embargo existen otras maneras de reflexionar sobre procesos de investigación y los modos de como nos volvemos investigadores, las cuales sin embargo están imbricadas con las practicas y estilos de investigación desarrollada por investigadores particulares. El desafío a este nivel para cada investigador interesado en la investigación como practica reflexiva, es hacer explicita la lógica de su propia artesanía intelectual. Y es tarea de cada uno encontrar sus propias maneras de reflexionar sobre sus propias prácticas de investigación y artesanía intelectual.
Cuarto, la reflexión sobre nuestras prácticas de investigación es simultáneamente un medio y un fin en sí mismo. Es un medio en el sentido que permite afinar, mejorar, re-direccionar una investigación y es al mismo tiempo un medio y un fin en el desarrollo o cultivación de nuestra artesanía intelectual. A este nivel el desafío es encontrar un balance personal entre estos dos polos. En ocasiones la excesiva reflexión puede paralizar la acción, o nuestra propia practica, pero la situación inversa creo que es inclusive peor.
Finalmente, considero que no existe un modelo de investigador. Como no hay un modelo de ciencia. No hay un modelo de artesanía intelectual, sino aquel que construimos y transformamos a través de nuestras propias practicas de investigación y reflexión. Nuestra artesanía intelectual va transformándose y transformándonos a través de lo que hacemos y no hacemos. Para terminar invito al lector a escribir y reflexionar sobre sus propias practicas de investigación. Tenemos este enorme desafió de construir nuestras propias herramientas teóricas y metodológicas y creo que es momento de pasar del discurso a la acción. Hay que hacerlo aquí y ahora.

Notas

* Este ensayo fue originalmente presentado en forma de charla en el Programa de Educación Intercultural Bilingüe de los Andes (PROEIB-ANDES) en Enero de 2003. Una versión preliminar fue publicada en el primer volumen de la Revista Ecotopia06.

1. Creo importante mencionar que la mirada al paisaje interior de las personas es una exploración de la cultura y sociedad que vive en cada uno de nosotros: aquellas dimensiones intangibles e inconscientes sedimentadas en nuestra propia subjetividad, resultado de procesos de socialización y de trayectorias biográficas específicas. En consecuencia el propósito de volcar la mirada al paisaje interior no es responder a la pregunta ¿quién soy yo? (el mito de narciso), sino responder a la pregunta ¿a dónde pertenezco? (el mito de Anteus). En la mitología griega, Anteus, hijo de Poseidon y Gaia. No podía ser vencido mientras mantuviera los pies en la tierra (Gaia). Hércules descubrió su secreto y venció a Anteus suspendiéndolo en el aire (Zimmerman, 1978: 23, mi traducción).

2. Las ideas presentadas en esta parte fueron inicialmente planteadas en dos ensayos anteriores (Galindo 2001, y Galindo 2004).

3 El aprendizaje estructural puede ser definido como un aprendizaje no consciente que engloba "las actividades del propio aprendiz, incluyendo sus actividades mentales tales como el razonamiento" (Elkind 1971: 37). Al margen de su carácter no consciente, el aprendizaje estructural es un aprendizaje opuesto al aprendizaje guiado por recompensas ligadas a logros (notas, títulos, etc.) Elkind puntualiza tres aspectos de este tipo de aprendizaje 1) la organización de material en una secuencia espacial, temporal y causal, 2) el carácter no consciente de este proceso de organización, y 3) el hecho de que tal aprendizaje siempre envuelve la actividad del propio sujeto (ibid).

4 Uno no puede ir por dos caminos, como me repetía hasta el cansancio uno de mis mentores (Jere Gilles). En el pensamiento uno puede ser democrático, pero cuando llega el momento de la acción tiene que ser autocrático, tiene que seguir un camino y vivir con las consecuencias de haber tomado esa opción.

Referencias

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