SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número14Proyectos modernizadores y elites regionales: La consolidación del estado santiagueño (1903-1916)Empresas rurales de colonos argentinos índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.14 Santiago del Estero mayo 2010

 

ESCRITURAS DE MAX WEBER SOBRE LA ARGENTINA

Max Weber: texto y contexto de su estudio sobre la Argentina*

Max Weber: Text and Context of their Study on Argentina

Ricardo Sidicaro**

** CONICET-Universidad de Buenos Aires, Argentina. Correo: rsidicaro@mail.fsoc.uba.ar
* Una versión previa de este texto fue publicada en Araucaria, Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, Año 2, nº 4, segundo semestre 2000, Instituto de Ciencias Sociales y Administración, Universidad de Sevilla.

 El artículo de Max Weber "Argentinische Kolonistenwirtsshaften" (publicado inicialmente en Deutsches Wochenblatt, O, Arendt ed. , año VII, Berlín, Hermano Waether, n° 2, 11 de enero de 1894, pp. 20-22; y no 5, 1° de febrero de 1894, pp. 57-591), no constituye una bifurcación secundaria en la obra del gran sociólogo alemán. La preocupación por el presente y el futuro de su país, que es fácil reconocer aun en los escritos weberianos en apariencia más alejados de la problemática alemana de sus días, resulta transparente en su análisis de las condiciones de producción y de competitividad internacional del  agro argentino de fines del siglo XIX. Con muy poca información empírica, seguramente provista por ligeros artículos periodísticos y por algunas correspondencias privadas de colonos afincados en el sur de América Latina, el texto de Weber puede considerase como un ejemplo de rigor conceptual para tratar de dar cuenta de las "ventajas comparadas" de la Argentina con criterios y parámetros evaluativos diferentes a los que se centraban exclusivamente en la denominada "extraordinaria fertilidad natural" de las pampas argentinas. Weber prefirió remitir en su exposición a las formas que asumía la explotación del trabajo y los manejos financieros y políticos que se realizaban en torno a la cotización de la moneda argentina, en lugar de poner el foco en los dones que la naturaleza había, supuestamente, brindado a las tierras cultivables.
Es interesante destacar cómo en un texto que apuntaba a hacer reflexionar a sus propios compatriotas sobre las importaciones cerealeras de ultramar, Weber terminó construyendo una argumentación tan consistente que llevó un siglo mas tarde a Ulrich Beck a citar al mencionado artículo como un buen antecedente "clásico" para pensar el tema contemporáneo de la globalización2. La referencia de Beck es totalmente pertinente, puesto que el análisis de Weber
explicaba la competitividad argentina en los mercados cerealeros mundiales a partir del modo de vida a que se sometía a los trabajadores agrícolas y, en con- secuencia, situaba correctamente la cuestión del comercio internacional en el plano de las condiciones salariales y de satisfacción de necesidades materiales y culturales de los países que se relacionaban en el comercio internacional. Dicho en otros términos, no eran, en sentido estricto, precios y productos los que se confrontaban en la economía mundial, sino modos de vida.
 Con singular dramatismo, Weber resumió el dilema de la competencia de los cereales argentinos con respecto a los producidos en  Alemania, diciendo: "Para poder competir con economías como las descriptas, deberíamos poder descender y no ascender en el carácter de nuestra estructura social y en nuestro nivel cultural, llegando al nivel de un pueblo semibárbaro de baja densidad de población, como es la Argentina" .En el ocultamiento o desconocimiento de lo que Weber llamaba la "desigualdad cultural internacional" se encontraba, a su modo de ver, la base del error de quienes pregonaban las ventajas que se derivarían del libre cambio y del fin de los proteccionismos económicos nacionales. Con la manifiesta intención de defender los intereses de Alemania, nuestro autor se definía contra aquella incipiente expresión de lo que entonces no se llamaba globalización y decía que "la economía mundial de la teoría del libre comercio es una utopía sin un Estado universal y sin la igualdad absoluta del nivel cultural de la humanidad". Por cierto, al gran sociólogo germano no le hubiese desagradado la noción de "dumping social" que muchos de los afectados negativamente por el librecambio internacional emplean en nuestros días.
En el texto de Weber sobre Argentina, el lector conocedor de su obra encuentra las claves conceptuales y las referencias empíricas que establecen las conexiones teóricas y de investigación con sus primeras investigaciones.  Sin duda, la pertenencia disciplinaria de su Tesis de habilitación de Privatdozent en derecho romano, germánico y comercial, sostenida en Berlín en 1892 y publicada bajo el título  Historia Agraria Romana3, puede dar lugar a discusiones clasificatorias. En ese texto académico, empero, se encontraban tanto algunas ideas fundamentales de sus futuras elaboraciones de teoría social, como un conjunto de referencias iniciales que luego desarrolló en sus singulares combinaciones entre sociología política y sociología económica. Como afirma Dirk Kaesler, en la Tesis de habilitación"...aparecen una serie de esbozos teóricos que  van mucho más allá de la simple investigación jurídica y de historia agraria4, y que conducen su reflexión al tema de la dinámica de las formas capitalistas agrarias de producción, a sus efectos y vínculos con las tradiciones sociales, las formas jurídicas y los cambios políticos. Remitiendo a esa misma  investigación universitaria, Anthony Giddens señaló que a partir de ella Weber "...percibió  en la estructura económica y social de Roma algunas de las características que más tarde identificaría en la formación del capitalismo en la Europa posmedieval"5.
Al finalizar su trabajo de habilitación, Weber comenzó una investigación sobre la estructura agraria del Este del E Iba. Se trataba de un proyecto de alcance nacional sobre la "situación de los obreros agrícolas en Alemania", que se realizaba desde 1890 por iniciativa de la Vereinfur
Sozialpolitik, en el que se recogía información mediante cuestionarios enviados a algo más de 3000 explotaciones rurales, de las que se recibieron alrededor de 2300 respuestas. Para completar la información se realizó otra encuesta igualmente autoadministrada que consiguió sumar unas 300 respuestas sobre temas más específicos. Por la naturaleza del instrumento de recolección de información, el material obtenido podía permitir estudiar las formas de organización del trabajo rural y captar desde una perspectiva comprensiva cómo eran calculadas, planificadas o vividas las relaciones laborales rurales. A Max Weber -recordemos que entonces tenía 28 años- le tocó analizar e interpretar los cuestionarios correspondientes a la región del Este del Elba (Prusia Oriental y  Occidental, Pomerania, Posnania, Silesia, Bradenburgo, Mecklenburgo y Lorenburgo) y elaborar el informe para fines de 18926. Weber destacó, entre sus principales conclusiones, que la antigua relación patriarcal que se había fundado en la comunidad económica, política y social que caracterizó el predominio de los Junker se estaba transforman- do en una relación típicamente capitalista basada en la búsqueda del aumento de los beneficios monetarios de los grandes propietarios de tierras. Al respecto, el análisis proponía una tipología de formas de relación entre los empresarios rurales y las distintas categorías de agentes que operaban en la producción, en la cual quedaba clara la transición entre la vieja y la nueva situación. En un extremo, más apegada a la tradición, se encontraban las relaciones de arriendo en la que no todos los vínculos se habían mercantilizado. En el otro polo, se hallaba la contratación de trabajadores libres y temporarios a los que los propietarios tomaban por períodos breves y sin otro compromiso que asegurarles el pago de un salario. Lo que podía ser visto como el avance de una mayor racionalidad empresarial, regida estrictamente por la ecuación costo/beneficios, era considerado por nuestro autor desde una óptica que ponía en el centro de su atención la defensa de los intereses estatales y la preservación de la cultura germánica en la región oriental de Alemania7. ¿Cómo se vinculaban los intereses estatales y la preservación de la cultura, o, más en general, la defensa de la nación con lo que ocurría en las relaciones rurales de trabajo? Ante esa pregunta la res- puesta sociológica de Weber era compleja y consistente. Los modos tradicionales de organización del trabajo de los establecimientos agrícolas habían asegurado la reproducción de una comunidad de valores e intereses, sobre la que se asentaban formas de  aceptación de la autoridad y del orden cuya contribución al tejido social de Alemania había sido fundamental, y esto no únicamente para la Prusia Oriental, sino para el fortalecimiento y eficacia de todo el entramado político e institucional nacional. Weber resume su idea diciendo que: "La gran solidez de la organización pública de la agricultura era a la vez el reflejo y el fundamento de la rigurosa organización del Estado; era, ante todo, la base sobre la cual se desarrollaban las condiciones psicológicas de la disciplina militar . Esto iba de suyo para el hijo del campesino y para el obrero agrícola del Este acostumbrado a una autoridad patriarcal; era el aire que respiraban aún fuera del cuartel"8. Weber no empleaba el concepto de "afinidad electiva" pero pudo perfectamente haberlo hecho para plantear la relación entre las formas de organización del trabajo rural y el ethos que de ellas emergía. En el lenguaje sociológico de nuestros días pudo utilizar el concepto de "homología estructural " y hacer referencia a la idea de habitus para designar al sistema de predisposiciones que se originaban en el mundo del trabajo y  se prolongaban en las conductas desplegadas en otras esferas de prácticas sociales.
Los nexos con las preocupaciones políticas y la postura favorable al desarrollo y consolidación del Estado y de la nación alemana, que se encuentran en muchos de los trabajos y reflexiones científicas de Weber, tenían en la cuestión del Este del EIba una presencia mayor, pues se trataba de una indagación cuya proyección práctica era evidente. Lo que sucedía junto con los cambios en la economía rural era la modificación de los valores sociales. Con particular impresionismo, y con un dejo de ironía,  Weber se refería a los nuevos, y desentendidos socialmente, empresarios capitalistas del agro en la relación con sus empleados temporarios y decía: "No se les puede pedir a los horticultores silesianos que vean en el propietario terrateniente un representante de sus intereses y, menos aún, se pude demandar eso a los obreros de la remolacha a quienes hace vivir amontonados durante el verano en un galpón"9.
Al quebrarse las relaciones materiales y simbólicas que habían permitido hasta no hacía mucho tiempo que los Junker desempeñasen una autoridad reconocida cuyo carácter Weber valoraba positivamente10, se ampliaban como contrapartida el individualismo y los deseos de libertad de los trabajadores que gozaban de una autonomía laboral y social desconocida hasta entonces. Sus nuevas condiciones de vida podían estar acompañadas del incremento de la incertidumbre y de la inseguridad económica; pero no por eso eran menos bien recibidas por quienes habían logrado la expansión del poder de decisión sobre  sí mismos. Aquí el tema que preocupaba a Weber eran las consecuencias en la estructura demográfica por la acción de quienes usaban la autonomía y las ansias de libertad para migrar hacia otras regiones de Alemania, despoblando el Este y generando las condiciones objetivas para la llegada de contingentes eslavos (polacos y rusos). Las menores exigencias en materia salarial y de condiciones laborales de los eslavos, según surgía de las encuestas que había analizado Weber, eran un elemento atractivo para los empresarios rurales que buscaban disminuir cost os de producción y tener mano de obra precaria y dócil. El análisis de Weber resaltaba las referencias a la doble corriente migratoria y cerraba el círculo de consecuencias negativas que provocaban los cambios de  los comportamientos económicos de los empresarios rurales. Lo que en principio estaba motivado por los deseos individuales de encontrar mayores ganancias, terminaba poniendo en riesgo la "germanidad" del Este alemán. Escapa al objeto de esta presentación detenernos en la exposición de las sugerencias políticas de Weber para contrarrestar los fenómenos mencionados. Cabe, pues, volver al estudio sobre la Argentina, ahora debidamente ubicado en el contexto de la producción
intelectual y de las preocupaciones políticas de su autor en el primer lustro de la última década del siglo XIX.
Las observaciones de Weber sobre las falacias de las teorías librecambistas a nivel internacional, justificaban indudablemente su interés por las condiciones internas de producción agrícola en la Argentina. No obstante, si se tiene en cuenta el objetivo político de defensa de la nación alemana que surca todos sus escritos de la época, de los cuales su Lección Inaugural de la Cátedra de Economía Política de la Universidad de Friburgo de 189511 es el más claro y conocido, el estudio sobre la Argentina cobra un significado muy distinto al de una toma de posición política sobre el comercio internacional. En Friburgo, Weber sintetizó la meta en torno a la cual correspondía poner todos los esfuerzos: "la  unificación social  de la nación, hecha añicos por el desarrollo económico moderno, con vistas a las duras batallas del futuro"12. Su texto sobre el lejano país latinoamericano le servía como ejemplo histórico y concreto del modo en que se podía encontrar éxito económico y, al mismo tiempo, forjar una sociedad "hecha añicos".
Las colonias agrícolas de Entre Ríos eran, en el relato de Weber, todo lo contrario a un tejido social capaz de dotar de sentido a la acción de quienes vivían y trabajaban en ellas. Allí todo se había mercantilizado. Los colonos compraban la  tierra a una gran sociedad dedicada a la colonización ya la especulación. Las ganancias  de esa gran sociedad comercial se lograban explotando a los colonos. Estos, a su vez, debían contratar trabajadores temporarios, desentendiéndose totalmente del conjunto de  sus necesidades y dejándolos librados a su condición de "nómadas" cuando terminaban las cosechas. La relación laboral duraba tres o cuatro meses. En fin, las variaciones del valor moneda podían hacer desaparecer los beneficios del colono y éste quedaba endeudado y perdía las tierras. Las ganancias terminaban en manos de la gran sociedad colonizadora y de las empresas exportadoras de cereales.
A partir del "paradigma" (es la palabra que Weber emplea) argentino, nuestro autor ilustraba a sus interlocutores políticos y sociales sus apreciaciones sobre las tendencias más graves que reconocía en la economía rural alemana. No era el suyo un ejercicio académico sobre países lejanos, y sólo secundariamente  constituía una reflexión sobre el comercio mundial. Aun cuando el tema tenía una función política e ilustrativa, la seriedad analítica de Max Weber nos dio un texto que a algo más de cien años de  su primera publicación invita a una lectura de interés teórico, histórico y, en cierto modo, de renovada actualidad.

Notas

1 El texto ha sido reeditado en: Max Weber; 1993, " Argentinische Kolonistenwirtschaften", en Landarbeiterfrage. Nationalstaat und Volkwirtschajispolitik. Schrijien und Reden 1892-1899, Tübingen,         [ Links ] (Obras completas de Max Weber, Parte I, vol. 4, primera sección).

2  Ulrich Beck: ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalizacion. Paidós. España, 1998, pág. 169.         [ Links ]

3 Max Weber, Historia agraria romana; Akal Universitaria, Madrid, 1982.         [ Links ]

4  Dirk Kaesler. Max Weber. Sa vie, son oeuvre, son influence. Fayad, París, 1996, pág. 49.         [ Links ]

5  Anthony Giddens,  Política, sociología  y  teoría social. Reflexiones sobre el pensamiento clásico  y contemporáneo, Paidós, España, 1997, pág. 24.         [ Links ]

6 Dirk Kaesler, op. cit, pág. 71. Al respecto ver: Marianne Weber. Max Weber. Una biografía, Alfons el Magnánim, Valencia, 1996, cap. 4.         [ Links ]

7  La conclusión de la parte de la investigación  llevada a cabo bajo la dirección de Max Weber fue publicada por primera vez en  Scriften des Vereins für Sozialpolitik,  tomo 55, Leipzig, Duncker und Humboldt, 1892,         [ Links ] y reeditada en W. J. Mommsen, Max Weber, Werk and Person, Tübingen, Mohr, 1964, págs. 88-101.         [ Links ] Una traducción al castellano se encuentra en la revista Sociedad de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, nº 7, octubre de 1995, págs. 160-171.         [ Links ]

8  Sociedad, ibidem, pág. 162.

Ibidem, pág. 164.

10  Es interesante señalar que Weber reflexionó en una carta que dirigió a Lujo Brentano, datada en febrero de 1893, sobre las eventuales malas interpretaciones que podían acordarse a algunas de las consideraciones de su estudio. En esa misiva afirmaba, refiriéndose a sus aseveraciones sobre los grandes propietarios rurales del Este: "Posiblemente he ido demasiado lejos. Pero la razón se encuentra en que pensaba que en el interés de la objetividad era necesario reprimir la aversión que nosotros, los liberales, tenemos respecto de los grandes propietarios rurales des Este" (Fragmento de la carta de Max Weber a Lujo Brentano. Citado en Wolfgang Mommsen: Max Weber et la politique allemande 1890-1920. Presses Universitaires de France. Paris. 1985. pág. 47, nota 15).         [ Links ] En cuanto a la objetividad del trabajo de investigación de Weber, viene al caso destacar que Karl Kautsky, desde una óptica política que no coincidía con la de dicho autor, ilustró algunas de las argumentaciones de su célebre texto La cuesti6n agraria, en informaciones empíricas y reflexiones provistas por aquél. (Ver: Karl Kautsky: La cuestión agraria. Análisis de las tendencias de la agricultura moderna  y  de la política agraria de la social democracia, Siglo XXI, México, 1989).         [ Links ]

11 Max Weber, Escritos políticos, Ed. de Joaquín Abellán, Alianza, Madrid, págs. 62-100.         [ Links ]

12 lbídem, pág. 98. Sobre el nacionalismo de Weber ver, entre otros, Randall Collins: Weberian Sociological Theory, Cambridge University Press, New York, 1990, págs. 151-156.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons