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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.15 Santiago del Estero dic. 2010

 

ESPEJO DE LECTURAS

Formas de reproducción y representación de la ‘agricultura familiar’ 
Transformaciones y diferenciación agraria en el Nordeste de Misiones*

Laura Andrea Kostlin1
María Carolina Diez 2

* Agradecemos a Ana Carolina Nuñez, compañera del Programa de Postgrado en Antropología Social, UNaM- por su lectura atenta y comentarios. Nuestro especial reconocimiento a Leopoldo José Bartolomé por el constante estímulo.
1 Lic.en Antropología Social, Universidad Nacional de Misiones, Programa de Postrado en Antropología Social, Becaria Doctoral CONICET. Correo: laurakostlin@yahoo.com.ar
2 Lic. en Antropología Social, Universidad Nacional de Misiones, Programa de Postrado en Antropología Social, Becaria Doctoral CONICET. Correo: carudiez@yahoo.com.ar

A propósito de Campesinos y agricultores familiares. La cuestión agraria en Misiones a fines del siglo XX, Gabriela Schiavoni (Comp.), Editorial CICCUS, Buenos Aires, 2008. pp.186

Este libro reflexiona acerca de las formas de reproducción social de la agricultura a pequeña escala y las concomitantes transformaciones de categorías sociales en contextos débilmente institucionalizados en el capitalismo actual, situándose especialmente en el análisis de los procesos en la frontera agraria en el Nordeste de Misiones (NE), a partir de finales de la década de 1990.

Ello constituye el eje estructurante y transversal de las siete contribuciones de la presente compilación, resultado de investigaciones empíricas realizadas en el marco del Proyecto de Investigación "El campo del desarrollo rural y los conflictos por la tierra en la frontera agraria de Misiones" (AgeNCyT).

El área mencionada es entendida por los autores, como sitio privilegiado de reproducción de la pequeña agricultura en la provincia. Desde de la década de 1970, se produce la expansión espontánea de la frontera agrícola caracterizada por procesos de ocupación espontánea por parte de agricultores vinculados de manera subordinada al complejo agroindustrial tabacalero y trabajadores relacionados a los procesos de trabajo en obrajes madereros, sin intervención del Estado.

Los artículos aquí reunidos problematizan las nuevas formas de representación de los pequeños productores y categorías sociales, antes que profundizar plenamente en el análisis de estrategias de los actores y características de las explotaciones; sugieren que es por la vía de estos conjuntos sociales por donde se actualizan los mecanismos de reproducción social de los pequeños productores.

En síntesis, el conjunto de artículos aquí presentados, cuya estrategia teórico-metodológica elegida es la etnografía junto a datos construidos desde lenguajes estructurados, constituyen una contribución analítica de importancia significativa para entender procesos agrarios contemporáneos en Misiones así como en otros contextos.

La contribución inicial "Repensar la reproducción. Del campesinado a la agricultura familiar" de Gabriela Schiavoni, se inscribe dentro de la temática más amplia que vertebra los estudios compilados en la presente publicación. Mediante una exposición y crítica de diferentes enfoques teóricos relativos al problema de la reproducción, explicita su propia perspectiva sobre la comprensión de los procesos de recreación de la pequeña agricultura en el capitalismo actual.

En primer término sitúa los enfoques en determinados momentos históricos, identificándolos como: articulación-subsunción, reproducción -de Pierre Bourdieu-, regulación, y la perspectiva de convenciones y redes. La crítica al primero -relativa al peso otorgado a las estructuras por sobre los sujetos, y la imprecisión para establecer empíricamente las maneras en que los campesinos subsidian al sector capitalista- permite poner el acento de los aportes de los demás enfoques.

Si bien este artículo en palabras de la autora, no constituye una nueva propuesta teórica a este problema recurrente en ciencias sociales, apunta a resaltar el análisis histórico de los procesos de reproducción, identificando el rol de la pequeña agricultura en sistemas económicos globalizados, en contextos débilmente institucionalizados, a través de estudios de casos. Asimismo señala una distinción heurística de estos procesos de reproducción, identificando tres niveles analíticos: uno inmediato (unidad domestica), general (categorías y posiciones sociales) y estructural (sistema económico en su conjunto).

Finalmente dirá que la transformación del objeto de análisis -de "campesinado" a "agricultor familiar"- manifiesta una mudanza también en los marcos teóricos y en la organización de la sociedad, en un nuevo contexto económico Ello requiere, según la autora, que los modelos sean tomados como un conjunto de configuraciones de cierta generalidad estrechamente vinculados al contexto, otorgando importancia a la categorías nativas y poniendo en juego una doble hermenéutica que interconecte conocimiento científico y sentido común. "La cuestión de la reproducción en el capitalismo actual implica el desafío de describir la malla fina de las nuevas formas de regulación sin perder de vista las relaciones de fuerza y los intereses contradictorios".

Denis Baranger, en "La construcción del campesinado en Misiones: de las Ligas Agrarias a los "sin tierra", desde una mirada retrospectiva a las luchas agrarias de la década de 1970, muestra cómo desde la década de 1990, emergen nuevas formas que dan cuenta de la constitución de un campesinado en Misiones, como así transformaciones en el plano ideológico, material y conceptual emergiendo nuevas categorías sociales.

En términos analíticos revisa la denominada "tesis del farmer", generada para dar cuenta de la existencia de una agricultura colona, donde los campesinos se constituyen como "sujeto ausente" en determinado contexto histórico. Oponiéndose a la visión campesinista del agro argentino, los principales referentes Archetti y Bartolomé, dieron cuenta de la heterogeneidad de la estructura agraria.

Así, en el NE y en un contexto de capitalismo tardío, la pequeña producción agrícola no estaría representada por el colono como categoría analítica. Resaltando resultados del Censo de Ocupantes de Tierras Privadas (2004), identifica unidades productivas que corresponden -según su potencial de acumulación de capital- a tipos sociales agrarios diversos: un sector campesino mayoritario, así como unidades caracterizadas como farmer y semiproletarios, en menor medida.

En torno a la campesinización de la lucha agraria por la tierra en Misiones, señala el rol activo de los agentes mediadores en la construcción ideológica de los "sin tierra", y la influencia que en este proceso desempeñó la experiencia del MST. Contrasta los modos de accionar -escala, estructura, organización- en el NE con respecto a la organización Brasilera. Además puntualiza similitudes y divergencias entre las ONG’s en el escenario político local del conflicto. Luego, el análisis de la ideología altermundista de Vía Campesina y otros movimientos, revela una marcada resignificación de la categoría campesino en el plano político internacional, mediante la incorporación de dimensiones provenientes del ecologismo, antiproductivismo y antiglobalización.

En el artículo "De la chacra al corte. Los dirigentes de Unión Campesina y la lucha por la tierra en Misiones", Natalia Otero analiza desde la perspectiva de Víctor Turner, el proceso de constitución de una organización de pequeños productores ocupantes denominada "Unión Campesina" y el pasaje por el que transitan sus lideres -de productores a dirigentes-, en una propiedad privada en conflicto, ubicada en Bernardo de Irigoyen, Misiones.

Luego de realizar una descripción del contexto en el que se generó el conflicto por la tierra en el NE hacia fines de la década de 1990, profundiza dimensiones relativas al proceso de transformación de la organización y sus dirigentes. Analíticamente lo organiza en tres etapas, la primera corresponde al inicio de la organización y al "momento de crisis y comienzo del drama"; la segunda etapa se caracteriza por la nominación de la organización, la ampliación de redes de relaciones y acciones colectivas que conducen a este colectivo a logros principales de la lucha. La ultima de las etapas, donde la organización obtiene reconocimiento legal, constituyéndose en una Cooperativa como figura organizativa.

El conflicto por la tierra es entendido por Otero como campo de lucha y confrontación de gran complejidad, en tanto drama social en el que cíclicamente surgen nuevas crisis y resoluciones provisorias, en las que influyen múltiples factores -culturales, políticos, económicos, religiosos e identitarios- que lo tornan dinámico y con cierto grado de incertidumbre. Asimismo, la multiplicidad de actores, relaciones de poder, intereses, representaciones y lógicas diversas que intervienen en el conflicto, sustentan este proceso político complejo.

En "Nuevas organizaciones agrarias. Plantadores y campesinos en el nordeste de Misiones", Gabriela Schiavoni centra el análisis en la transformación de las categorías sociales en las nuevas colonias -desde la década de 1990 en adelante- cuando se transforman las condiciones de reproducción de la agricultura familiar. Descritas en el pasaje de un modelo agrícola basado en perennes por otro definido como tabacalero especializado, incorporado a la dinámica del complejo agroindustrial tabacalero. El primero de éstos, se produce en colonias estabilizadas, y el segundo en nuevas colonias que representan configuraciones sociales diferentes donde el modelo de agricultura familiar no corresponde al tipo social agrario colono.

Además, analiza las nuevas organizaciones agrarias que representan a pequeños productores del NE, contraponiéndolas a las tradicionales en sus luchas y/o reivindicaciones clásicas (presión por mejoras de precios). Caracteriza a las primeras contrastando las diferentes estrategias de institucionalización de gremios tabacaleros -APTM (Asociación de Plantadores de Tabaco Misiones) y CaTaM (Cámara del Tabaco de Misiones)- y organizaciones campesinas de base apoyadas por ONG’s (civiles, eclesiásticas). Analiza las formas de participación de los productores, las trayectorias políticas de los dirigentes, y la trasformación de categorías sociales de plantador y campesino; y señala que tanto unas como otras, representan estilos organizativos que construyen marcos de representación y lógicas de funcionamiento disímiles.

El panorama político descrito por la autora, muestra una estructura precaria de representación de los intereses de los pequeños productores. En efecto, por un lado los gremios tabacaleros gestionan la integración subordinada de los productores a la agroindustria y por otro, las ONG’s promueven una autonomía semejante a los movimientos sociales.

Carla de Micco describe en "Agencias y núcleos de desarrollo en el nordeste misionero" la comunidad de técnicos o agentes de cambio, a partir de identificar entre las décadas de 1980-1990 un polo alternativo de desarrollo rural constituido por grupos de productores y técnicos -sociales y agrónomos-, que interactúan a partir de la puesta en marcha de programas estatales de desarrollo rural. Estas interacciones dentro del campo del desarrollo pueden estar marcadas por la competencia -por recursos, beneficiarios, ideas- y las acciones, a su vez coordinadas o superpuestas, en una misma área geográfica.

La autora, construye una tipología de las diversas instancias de interacción -entre productor, técnico y personal de entes otorgadores de recursos financieros- en función de las relaciones establecidas dentro del "núcleo de desarrollo". Estas instancias pueden ser de "primer grado" -reunión de grupos, intrainstitucionales de gestión- y de "segundo grado" -reunión de equipos técnicos, delegados y convocatoria masiva-.

Por otro lado, identifica "elementos entrelazados relativos a dimensiones sociales, culturales que se presentan de manera conjunta" cuya organización, esta presentada en lo que denomina paquetes. De este modo, clasifica la comunidad en tres facciones que se sintetizan en desarrollista, organizativo y agroecológico correspondiéndose a los diferentes paquetes.

En síntesis, el artículo visibiliza redes de relaciones no institucionalizadas, independientes de los programas dirigidos al sector rural, y describe tipos de relaciones sociales que van más allá de la estructura de un programa en particular. De esta manera el programa o proyecto, queda secundarizado a nivel de un recurso que es administrado por equipos técnicos -con relativa autonomía- y representa un medio para cumplir objetivos, donde los mismos son el centro de las disputas.

El trabajo de Gabriela Schiavoni "Madereros y agricultores. La construcción de un mercado de tierras en el nordeste de Misiones", describe la conformación de un mercado de tierras en la frontera agraria. Analiza los actores -madereros y agricultores- y las características de diferentes regímenes de valor y formación del precio de la tierra.

La tardía estandarización de un mercado de tierras en el NE, se produce debido a la significativa disponibilidad y circulación de parcelas primero fiscales y luego propiedades extractivas en crisis. Los mecanismos habituales de circulación de tierra y formadores de precio son el brique y la compra-venta de mejoras. En un contexto de escasa intervención del Estado, estos intercambios quedan librados a la dinámica de los propios actores, estableciendo regímenes móviles de precio, sin llegar a una uniformización. Esta estructuración débil del sistema de equivalencias, fluctúa dependiendo de la evaluación no estandarizada de los bienes, basadas en la oportunidad y la conveniencia mutua, a través de pactos entre individuos en circunstancias específicas. Empero, las modalidades de formación de precios, no revelan la existencia de una lógica antimercantil, ni la vigencia de valores campesinos tradicionales.

La circulación de parcelas y la disociación frecuente entre propiedad y explotación son características de una estructura agraria dinámica e indicadores de una agricultura económicamente rentable y productiva. Sin embargo, esta producción es escasamente tecnificada y de alto riesgo, en la que los márgenes de ganancia se derivan del uso intensivo de trabajo domestico y del acceso a la tierra gratuito o a bajo costo.

Hacia finales de la década de 1990, los convenios y la fiscalización de propiedades propician la mercantilización total y un precio estabilizado. En la primera modalidad de acceso a la tierra, intervienen madereros propietarios de tierras y agricultores ocupantes con cierto nivel de capitalización. Son transacciones donde el precio se uniformiza en función del valor producto (tabaco o recursos forestales) sin que el Estado pueda erigirse como arbitro. Por el contrario, en la segunda vía de acceso, el accionar del Estado propicia la regularización mediante la expropiación a propietarios, produciéndose simultáneamente una regulación y baja del precio mediante normativas legales a valor producto. Esta ultima modalidad es avalada por las ONG’s y las organizaciones de ocupantes.

Finalmente y en estrecha vinculación con el artículo precedente, en "Notas sobre el brique o negocio amistoso" Gabriela Schiavoni describe y precisa una forma de intercambio característico en el NE. El brique constituye un tipo de transacción, caracterizado por su informalidad, que se establece entre personas de un mismo rango -parientes, conocidos, amigos y vecinos- donde se intercambian diversos bienes -tierra, animales, artículos domésticos-. Constituye una modalidad de compra que se traduce en arreglos autorizados, no vinculados a prácticas de reciprocidad o amistad. Si bien no existe la intervención de dinero, se lo utiliza como referencia. Las equivalencias se establecen "en términos amistosos", incluyendo el componente de la ocasión - momento oportuno en la formación de valor.

En estas prácticas económicas aparece un agente especializado denominado briquero, quien "identifica las oportunidades" y "conecta las partes" del intercambio. Este actor puede aprovechar en beneficio propio algunas oportunidades devenidas del intercambio. Si bien constituye una "labor" reconocida, la autora destaca que es percibido negativamente en un contexto donde trabajar la tierra, constituye la fuente principal de ingresos y ello es exaltado como valor privilegiado.

Por ultimo, compara y caracteriza diversas formas de circulación e intercambios de bienes -trueque, don, e intercambios mercantiles- con las que el brique coexiste y se diferencia. Esta heterogeneidad, en sociedades mercantilizadas con escasa institucionalización económica, no puede ser pensada solo en términos de intercambios domésticos y tampoco totalmente mercantiles. Es decir, que en un contexto de capitalismo actual, caracterizado por una economía desregulada, persisten intercambios no basados en el dinero y/o cálculo, o en otras palabras, que no descansan en sistemas uniformes de equivalencias.

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