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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.22 Santiago del Estero jun. 2014

 

ESCRITURAS, TRADUCCIONES, EDICIONES:  PODER SIMBÓLICO Y POLITICO

El diario El Liberal y el surgimiento del peronismo santiagueño (1945-1946) 

El Liberal newspaper and the origins of Peronism in Santiago del Estero (1945-1946) 

 

José Vicente Vezzosi*

* Lic. en Ciencias Políticas. Becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Instituto de Estudios para el Desarrollo Social, Universidad Nacional de Santiago del Estero. E-mail: josevezzosi@gmail.com

 


RESUMEN

Estudios recientes han revelado que en contextos en los que la clase obrera era débil, el peso de los factores tradicionales de poder ha sido central en la configuración originaria del peronismo. Estas corrientes explicativas extracéntricas nos han resultado útiles para vislumbrar la importancia que actores históricamente centrales del campo santiagueño del poder han tenido en el proceso constitutivo del peronismo en la Provincia: viejos caudillos conservadores, radicales antipersonalistas, la Iglesia Católica, importantes sectores de la oligarquía local.
Ahora bien ¿todos los agentes corporativos del campo del poder santiagueño se alinearon inicialmente con el peronismo? En este trabajo nos proponemos analizar la postura asumida por el principal actor comunicacional de la provincia: el diario El Liberal. Recurriremos a los ejemplares de la época intentando analizar su línea editorial y rastrear la enunciación anti-peronista en la Provincia. Esto permitirá continuar en la exploración respecto de que las posturas que asumieron los distintos actores del campo santiagueño del poder frente al surgimiento del peronismo, que no respondió a una lógica determinada, sino que en cada caso ha tenido que ver con sus respectivos intereses, tradiciones ideológicas, posicionamientos en el campo, trayectoria de los agentes, etc. El análisis del papel desempeñado por el diario en tanto actor político permitirá indagar con mayor profundidad en el dinamismo del campo del poder local en el proceso de surgimiento del peronismo, en un momento de reestructuración material y simbólica.

Palabras clave: Peronismo; Prensa; Santiago del Estero; Discurso

ABSTRACT

Recent research has revealed that in a context where the working class was weak, traditional local powers have been essential in the original configuration of Peronism. The extracentric interpretations have proved to be useful to discern the importance of historical actors of Santiago del Estero´s field of power in this constitutive process: conservative leaders, radical antipersonalists, the Catholic Church, and many sectors of the local oligarchy.
But, did all corporate agents of Santiago del Estero´s field of power initially align with Peronism? In this paper we analyze the position taken by the main communication actor in the province: the newspaper El Liberal. We dig into old copies of that time trying to find their editorial line and the anti-Peronist enunciation in the Province. We can see that the actions and positions assumed by actors will not respond to a single logic, instead each case had to do with their interests, traditional ideological positions in the field, the careers of the agents, etc. The analysis of the role of the newspaper as a political actor will look deeper into the dynamics of the field of local power in the process of emergence of Peronism, in a moment of material and symbolic restructuring.

Keywords: Peronism; Press; Santiago del Estero; Discourse


 

SUMARIO

Introducción. 1. El campo santiagueño del poder en la década del '40. 2. La prensa como actor político. 3. El Liberal en el campo santiagueño del poder. 4. Prensa y peronismo. 5. El Liberal y la prehistoria del peronismo en la Provincia. 6. Bárbaros peronistas: el lugar del peronismo en la formulación discursiva de El Liberal. 7. "Por la libertad y contra el fascismo". 9. El anti-intervencionismo económico. Conclusiones. Bibliografía

*****

 

Introducción

El estudio del primer peronismo es uno de los tópicos más abordados por el conjunto de las ciencias sociales en nuestro país (Rein, 2009). Tal vez por su carácter disruptivo en la historia argentina, tal vez por lo clivajes sobre los que se montó y a los que profundizó, o por el problema irresuelto que -luego de su derrocamiento- significó durante 20 años para el sistema político argentino, o por los intereses políticos e ideológicos suscitados a partir de sus interpretaciones, la literatura producida en torno al peronismo parece ser un recurso renovable. Es dificultoso pensar algún aspecto del peronismo que no haya sido abordado, dando lugar a un riquísimo y caótico debate que no deja de despertar interés, ser boom editorial y espacio de acaloradas discusiones. Allende el proceso de "normalización"1 en los relatos historiográficos sobre el primer peronismo señalado por Acha y Quiroga (2009)2, esta peronismología se renueva, asume profundos cauces cada vez más atrayentes, poniendo al investigador frente a la necesidad de innovar teóricamente, renovar la reflexión epistémica y profundizar el trabajo empírico.
Este trabajo buceará en las profundas aguas de la peronismología, abordando aspectos harto trabajados -como la cuestión de la prensa y el peronismo- y otros que están actualmente bajo incipientes estudios -como la articulación del peronismo en las provincias.
Las llamadas corrientes explicativas extracéntricas sobre los orígenes del peronismo (Macor y Tcach, 2003), postulan que en contextos de escasa o nula industrialización -como los de las mayorías de las provincias argentinas por entonces- el peso central en la configuración originaria lo habrían tenido -no la vieja guardia sindical, o los nuevos obreros, como lo postulan los estudios clásicos al respecto sino- factores tradicionales de poder: agentes vinculados a la Iglesia Católica y a los poderes económicos locales, líderes militares, viejos caudillos conservadores y radicales antipersonalistas3.
Estas hipótesis han guiado la indagación sobre los orígenes del peronismo en Santiago del Estero. En un espacio social en el que el actor obrero gremial no había podido consolidar una estructura orgánica sólida, la configuración inicial del peronismo se habría sostenido a partir del peso electoral que aportan viejos dirigentes políticos del radicalismo antipersonalista (en particular a partir de una nutrida red de intercambio de favores y beneficios consolidada en la zona rural), el aporte de un sector importante del catolicismo local (fundamentalmente cuadros provenientes de la Acción Católica) y el apoyo de algunos dirigentes de la débil estructura gremial local. Esto haría suponer que las continuidades4 son mayores que las rupturas en el campo santiagueño del poder a partir de la irrupción del peronismo. Sin embargo, se ha tratado de un proceso articulado en torno a viejos y nuevos intereses, que ha anulado hegemonías, consolidado otras y permitido la irrupción de nuevas, sobre la base de un sistema simbólico disruptivo montado sobre actores e ideas que venían asumiendo protagonismo desde la década del 30.
Por tanto, el abordaje del primer peronismo implica una perspectiva alejada de esencialismos y simplificaciones, a partir de definiciones metodológicas y epistemológicas que den cuenta de la complejidad del proceso y de la finitud de todo abordaje sociológico. Leer el proceso en términos de campos (posiciones, relaciones y disposiciones) permite abordar algunos aspectos de dicha complejidad, examinada en términos procesuales y de larga duración, desde claves interpretativas políticas, sociales, económicas y culturales.
En una provincia donde la diferenciación de campos (en tanto estructuras de autonomías relativas [Bourdieu, 1997; Bourdieu y Wacquant, 2005]) asume particulares características por la escasa diversificación del trabajo social (Martínez, 2011), el análisis de trayectoria de agentes centrales de la estructura de poder constituye una puerta de entrada válida para indagar los procesos políticos. En este caso, estudiaremos el modo en que el principal actor mediático-comunicacional de la provincia -el diario El Liberal- se posicionó frente al peronismo, como una puerta de entrada para comprender la múltiple tonalidad grisácea que caracteriza la configuración inicial del peronismo en la provincia.
El análisis del posicionamiento del diario permitirá ver que no todos los actores de peso en el campo santiagueño del poder participaron de la configuración inicial del peronismo local, por el contrario hubo quienes plantearon fuertes resistencias, sobre todo en relación a su articulación simbólica, disruptiva por sus principales definiciones políticas y económicas5. Claro que tales resistencias también estuvieron atravesadas por la dinamicidad, configurando una relación de
idas y vueltas a lo largo de la década que duró la primera experiencia peronista en la provincia, donde los intereses económicos-financieros personales y empresariales, las afinidades personales e ideológicas con los distintos actores del campo político, los vínculos establecidos con el Estado nacional y provincial, los distintos clivajes ideológicos de la época (materializados en profundos debates públicos sobre la cuestión de la enseñanza libre o laica por ejemplo), el lugar del diario en el campo periodístico provincial y nacional, y el propio posicionamiento, trayectoria y vínculos de sus propietarios fueron influyendo y condicionando esa relación. Más allá de las necesarias referencias, este trabajo centrará su propuesta en el momento de la configuración inicial del peronismo provincial, el período que comprende los últimos meses de 1945 y los primeros de 1946. En las interpretaciones sobre el 17 de octubre, sobre los distintos episodios de la campaña electoral para las elecciones de febrero de 1946 y sobre la victoria del peronismo, es donde se encontrarán algunas de las principales definiciones que El Liberal asumirá como voz activa del discurso antiperonista en la provincia.

El campo santiagueño del poder en la década del 40

La noción de campo del poder6 es una categoría analítica abierta, dinámica, desencializada, cuya existencia no es un a priori, y que permite vislumbrar la red posicional y disposicional sobre la que se configura estructural y simbólicamente una sociedad. Es por eso que hablamos de campo santiagueño del poder, porque es una construcción analítica siempre provisoria, que permite comprender algunos aspectos de la complejidad social en un determinado momento en un determinado espacio social.
Algunos trazos iniciales sobre ese campo santiagueño del poder resultan imprescindibles para comprender el posicionamiento del diario El Liberal en relación al primer peronismo, puesto que permitirá vislumbrar capitales puestos en juego, hegemonías, conversiones y reconversiones, dinámicas de funcionamiento.
Hacia mediados de la década del 30, dentro de las actividades económicas en la Provincia, la principal será la explotación obrajero-maderera. El imaginario sobre de la industria forestal había calado hondo en las representaciones sobre el futuro venturoso de la provincia, situación a la que El Liberal contribuyó mucho, constituyéndose en la tribuna de la defensa corporativa de los obrajeros, entre otras cosas porque desde el estudio jurídico de sus propietarios -hermanos Castiglione- se patrocinaba a varias empresas que se dedicaban a la explotación del bosque. Justamente hacia mediados de los 30, la actividad forestal había encontrado su límite por la disminución de la demanda de durmientes por el estancamiento de la ampliación de las vías férreas. Otras actividades productivas eran la agricultura en las zonas de riego y la ganadería, que se van a ver profundamente afectadas por la tremenda sequía sufrida por la Provincia en el año 37 (Tasso, 2007).
La segunda guerra mundial reavivó los obrajes, el carbón y la leña de los montes santiagueños reemplazó la hulla inglesa como combustible ferrocarril, dando lugar a un feroz proceso extractivo. El peso de la "industria forestal" en el presupuesto provincial volvía a los niveles alcanzados en la segunda y tercera década del siglo XX (entre el 20 y el 30% del total de ingresos). Sin embargo hacia mediados de los 40 y con la finalización de la segunda guerra, la
demanda de carbón y leña disminuirá considerablemente, y con ello su peso en el presupuesto provincial -que pasará a depender cada vez más de los recursos financieros nacionales (Martínez, 2008)- lo que provocará denodados intentos de la Asociación de Productores de la Industria Forestal (APIF) para no perder los espacios ganados en el campo santiagueño del poder, El Liberal (en adelante EL) será siempre tribuna de apoyo de tales intentos.
Paralelamente, es necesario destacar la importancia política, social y cultural del obraje7 para el Santiago de entonces-y, consecuentemente de sus propietarios. Diferentes cálculos muestran que se empleaban en los obrajes de la época entre 100 mil y 150 mil obreros, número que habría que cotejar con los cerca de 90 mil votos válidos emitidos en las elecciones de 1946 en la Provincia para dar cuenta del peso que tenían a nivel electoral (Martínez, 2008)8, la retención de libretas o los "votos colectivos" de los trabajadores a favor del candidato sostenido por el dueño de la empresa era una práctica habitual.
El obraje articulaba un sistema de explotación basado en el trabajo a destajo y en el pago con mercaderías de la propia proveeduría del obraje9, que además contaba con el control de la policía y la posibilidad de recurrir al castigo físico como disciplinamiento, en un medio de aislamiento y desprotección10. En el obraje se instituía un modo de relación de los hombres entre sí y para con la naturaleza, que articulará y naturalizará mecanismos y formas de dominación que es necesario tener en cuenta para pensar el surgimiento del peronismo. Los incipientes intentos de regular la actividad que se habían realizado desde el Estado siempre contaron con la efectiva resistencia de la corporación empresaria, la APIF, fundada en 1942 en la ciudad de Añatuya, un importante centro del interior provincial, ubicado estratégicamente en relación a los obrajes más activos de esa época, y donde se concentraba parte de la actividad ferroviaria en la Provincia11. Bajo la presidencia de Jorge Azar, empresario de ascendenciaárabe12, la APIF inaugura su sede en la capital provincial en 1943, el año en que más activamente se intentó desde el Estado Provincial aplicar las leyes de trabajo en los obrajes13.
La capacidad de defensa corporativa de la APIF no sólo residía en su fuerza en el ámbito rural, sino también por su penetración en los sectores urbanos a través de las páginas de El Liberal
cuyo subdirector era gerente de la APIF, y uno de sus propietarios -Antonio Castiglione-, abogado del obraje Compagno, uno de los más grandes por entonces (Martínez, 2008).
No sólo los obrajeros se encontraban organizados en defensa de sus intereses corporativos, también lo estaban los comerciantes (Cámara de Defensa Comercial), los constructores y los productores agrícolas (Cámara Agrícola Ganadera). En tiempos de reacomodamientos económicos y lucha por la vigencia de las leyes laborales, los propietarios supieron defender sus intereses de manera organizada, articulando un campo económico local con incipientes niveles de institucionalización que le permitirá hacer valer su poder frente a los demás actores en el espacio social santiagueño, el diario El Liberal, constituido en un actor económico pero también político y cultural, fue siempre tribuna para ello.
No pasaba lo mismo con el sector de los trabajadores santiagueños. Al indagar su situación hacia la década del 40, es necesario tener en cuenta su significado numérico y su carácter urbano o rural. La incipiente estructura organizativa gremial comprenderá casi de manera exclusiva el ámbito urbano (fundamentalmente la Capital y la ciudad de La Banda14) dejando de lado los empleados del ámbito rural: en obrajes (cuyos trabajadores se organizarán hacia 1947 en la FOSIF15) y fincas agrícolas ganaderas, cosecheros y migrantes golondrinas (los llamados braceros). Los principales gremios correspondían a los ferroviarios y estatales (Magisterio, La Fraternidad, Unión Ferroviaria, ATE), mientras que la mayor parte de la PEA permanecía en el trabajo rural. Este clivaje marcará la situación de los trabajadores en la provincia: de un lado un grupo organizado que lucha por la conquista de derechos, cuantitativamente poco importantes pero que incipientemente ocuparán lugares en el campo santiagueño del poder; de otro, gran cantidad de trabajadores sujetos a condiciones laborales muy duras, y con dificultades para el acceso a los derechos sociales y políticos.
La ebullición que tiene lugar en el sector gremial local a partir del peronismo, y su crecimiento en relación dependiente del Estado, sobre todo desde el proceso de unificación en torno a la CGT luego del triunfo electoral de 1946, coadyuvará a que cada vez más dirigentes obreros participen en cargos electivos y gubernamentales del primer peronismo.
A pesar de la dificultad de determinar su autonomía relativa frente a otros campos (Martínez, 2011), el intelectual también será un espacio de disputa y efervescencia en la coyuntura bajo análisis. La existencia de grupos como La Brasa16, la filial local de Colegio Libre de Estudios Superiores, de figuras de la talla de Orestes Di Lullo, Bernardo Canal Feijó u Horacio Rava son indicios de la existencia de un incipiente campo intelectual en el que las elites urbanas se posicionarán ideológica y políticamente. Los clivajes ideológicos en tiempos del peronismo en la provincia, no estarán dados por el enfrentamiento entre liberales y socialistas, sino que éstos se agruparon y se enfrentaron a la variopinta tribuna de católicos integralistas, nacionalistas y filo-fascistas que parecen haberse encolumnado detrás del peronismo en una sociedad donde el discurso hispanista pro católico seguía teniendo un importante peso entre las familias de linaje tradicional santiagueño de cuño históricamente conservador (Martínez, 2011). Las nociones de democracia, planificación, educación libre o laica, serán sólo algunas de las hondas discusiones que tendrán lugar en el campo intelectual santiagueño y que tendrán su espacio en las columnas de El Liberal.
La situación del campo político en Santiago antes del surgimiento del peronismo se caracteriza por la endogamia patricia, esto es un pequeño grupo de familias tradicionales intercalando y distribuyéndose cargos y funciones gubernativas (Tenti, 1998). Con la llegada del radicalismo al poder (que en la Provincia se da recién en 1919) comienza levemente un proceso de renovación de agentes, y la posibilidad de hacer política desde el comité como una alternativa a la pertenencia a las familias tradicionales a la hora de pensar en una carrera política (Martínez, 2011). Sin embargo, el peso de los favores personales y las redes parentales seguirán siendo importantes en las definiciones políticas, lo que se tradujo en un gran nivel de conflictividad que explotó en el propio seno del radicalismo, profundizándose y multiplicándose sus divisiones a medida que pasaban los años. Si luego del golpe del ´30, la actitud del radicalismo a nivel nacional fue la de la resistencia, como sostiene la historiadora santiagueña Mercedes Tenti, en la Provincia el radicalismo transigió y su vertiente antipersonalista ocupó el poder hasta 1943. Los gobiernos de Juan Castro (1932) y Pio Montenegro (1936) concesionaron y vendieron miles de hectáreas de tierras públicas en áreas boscosas a poderosos grupos económicos y obrajeros reconocidos, y -como marca Alberto Tasso (1989)- fue durante este período que ascendieron socialmente y se consolidaron económicamente los poderosos comerciantes que lideraban las redes de comercialización de las zonas rurales, los recientes migrantes Sirios y Libaneses (llegando inclusive a ser propietarios de obrajes). Esta red se complementaba con la participación de los sectores medios urbanos que habían logrado afianzarse en la provincia con el primer radicalismo (inmigrantes europeos, nóveles profesionales, comerciantes urbanos). Sobre esa red de favores mutuos eficientemente administrada, el gobernador radical antipersonalista Juan I. Cáceres gobernaba la provincia, cuando el golpe de 1943 los sorprenderá y mantendrá expectantes.
En ese marco, en los momentos de las definiciones en el laborismo local se constata la reaparición en escena de viejos dirigentes que dejarán sin efecto el intento de construir un partido nuevo, entre ellos Santiago Corvalán, Justiniano de la Zerda, Arcadio Avendaño y Rosendo Allub, partícipes activos del complejo entramado político, social y económico descripto anteriormente (Martínez, 2008). Quien finalmente resultara candidato a gobernador - Aristóbulo Mittelbach- aparece como una figura outsider, que despierta simpatías entre católicos y nacionalistas, sin carrera política, impuesto desde la central nacional ante la incapacidad de lograr acuerdos entre los principales dirigentes locales. El triunfo aplastante del peronismo en la Provincia (46 mil votos, frente a 30 mil de la Unión Democrática) implicó muchos cambios en el campo político, en particular por la permeabilidad que asumió éste frente a agentes históricamente excluidos del mismo: dirigentes trabajadores, apellidos desconocidos e inmigrantes recientes (algunos de ellos de origen árabe, que si bien ya habían participado del gobierno de Castro en cargos provinciales, ahora aparecen en representaciones legislativas nacionales o cargos de primera línea provincial).
Una vez en el poder el oficialismo local, se hacen explícitas las diferencias, ocasionándose un quiebre en la legislatura desatando una feroz interna que terminará con la intervención a la Provincia en 1948 y la emergencia de la figura de Carlos Juárez como el protegido de Rosendo Allub17, ya por entonces, la figura que se mostraba con mayor capacidad de influir en los espacios donde se decidía la interna partidaria: el Consejo Superior Peronista.

La prensa como actor político

Pensar el lugar que EL ha ocupado en el campo santiagueño del poder en la primera configuración del peronismo, requiere aproximarse al rol que desempeñan los diarios en el campo del poder. Se entiende junto con Borrat (1989, traído a colación por Panella [2001] en un excelente libro referido a la relación del peronismo con el diario La Prensa) que el periódico es un actor social en interacción con otros actores sociales, que se define y actúa en función de los objetivos de lucrar e influir. De modo que el ámbito de actuación del periódico independiente (aquel que no presenta otra relación de dependencia directa que no sea la de su empresa editora)"es el de la influencia, no el de la conquista del poder institucional o la permanencia en él" (Panella, 2001:16); influencia sobre el gobierno, pero también sobre los partidos, los grupos de interés, los movimientos sociales, el Estado y el público lector. Todo esto lo posiciona como un actor -con mayor o menor importancia según los casos- del campo del poder.
En un interesante trabajo sobre las ideas políticas del diario La Nación, Ricardo Sidicaro (1993) resalta el carácter ideológico de toda propuesta comunicativa "En todo pensamiento político, esas dimensiones se articulan para definir el "interés general", el "bien común", y el "buen gobierno". En tanto todo punto de vista sobre lo social está necesariamente condicionado por el entramado de relaciones materiales y simbólicas del que participa el actor que lo enuncia, su visión no puede ser sino ideológica. Esto supone que muy a pesar suyo, esclarece algunos puntos y oculta otros". Cuando esto se combina con estrategias pedagógicas orientadas a explicar lo que sucede con pretensión de objetividad, "lo tendencioso se liga de tal modo con lo supuestamente neutro que son mayores sus posibilidades de retener a los sujetos en la ideología allí desplegada. Es decir de dotarlos de un reticulado de categorías interpretativas cuyo efecto es hacer ver la realidad de un modo determinado y movilizarlos en grados diversos a la acción", una combinación entre la explicación y lo normativo.
Además, es necesario remarcar que todo diario pertenece a un espacio de prácticas específicas, a un campo periodístico, de cuyo posicionamiento dependerá el lugar en el campo del poder y (y en relación a los demás campos). Nos dice Pierre Bourdieu: "Al igual que el campo literario o el campo artístico, el campo periodístico es, entonces, el lugar de una lógica específica, cultural, que se impone a los periodistas a través de las determinaciones y controles cruzados que pesan sobre unos y otros y cuya observancia (a veces designada como deontología) funda las reputaciones de honorabilidad profesional (...) la influencia siempre en aumento de un campo periodístico sometido a su vez, a una influencia creciente de la lógica comercial sobre un campo político permanentemente acosado por la tentación de la demagogia (...) contribuya a debilitar la autonomía del campo político y, por eso mismo, la capacidad acordada a los representantes (políticos y otros) para invocar su competencia de expertos o su autoridad de guardianes de los valores colectivos". Si bien es cierto que en el Santiago de la época resulta difícil hablar de un campo periodístico, en la medida en que el espacio comunicacional sólo era compartido con el diario La Hora18 y la emisora radial LV11 propiedad de los hermanos Castiglione -como veremos a continuación-, la referencia a la existencia a un espacio con su propia lógica contribuye a pensar en términos conceptuales el vínculo de la prensa y la política. Capacidad de influencia, definiciones ideológicas disfrazadas de objetividad, una lógica específica que condiciona las acciones de los actores, son algunas de las características que nos permitirán ver cómo -en tiempos de surgimiento del peronismo- el diario El Liberal jugó en elcampo santiagueño del poder.

El Liberal en el campo santiagueño del poder

Iniciado como órgano partidario de la Unión Cívica Nacional, EL salió a la calle el 3 de noviembre de 1898 fundado por el mitrista Juan Andrés Figueroa, un cordobés que 3 años antes había llegado a Santiago -junto con su hermano Ruperto- como telegrafista. Por entonces todos los diarios de la Provincia eran de vinculación partidaria (favorables o contrarios al roquismo vernáculo) y sus propietarios, financistas y redactores tomaban parte directa en la lucha política bastante convulsionada en la época19. Ya en el Siglo XX un cambio fundamental operará en el campo mediático provincial, lo que E. Picco en su libro sobre la historia de los medios en Santiago llama el pasaje paulatino del "periodismo militante (...) al periodismo empresarial, en el que la centralidad que ocupaba la lucha política es desplazada por la preeminencia de los negocios y la subsistencia económica del medio, en torno a los cuales oscilarán las alianzas y apoyos políticos" (2012: 51). En este proceso tuvieron mucho que ver los hermanos Antonio y José F.L. Castiglione20, que transitarán de colaboradores a propietarios del diario, llegando- junto con su descendencia- a convertirse en los principales empresarios mediáticos en la Provincia hasta fines del siglo XX.
Los hermanos Castiglione imprimieron a EL un nuevo perfil, asumiendo "(...) un discurso que marcará la línea de los medios masivos durante todo el siglo XX y XXI, un discurso que separa al medio de comunicación del campo político, y lo ubica como un satélite de la sociedad que vela por ella y la protege. Nos encontramos ni más ni menos, ante el nacimiento local de la famosa fantasía de la objetividad periodística. Sin embargo, la trayectoria de los directores (...) pronto demostrará que esa separación es imposible, cuando entre en juego y se comprometan sus intereses políticos y económicos" (Picco, 2012: 54). Este aggiornamiento a la nueva época ha sido fundamental para posicionarse en el campo periodístico local y para su pervivencia, ya que las posiciones políticas radicalizadas que en algún momento defendió el diario le ocasionaron dolores de cabeza a sus propietarios, como la clausura durante tres días en el año 1931.
No sólo la capacidad de supervivencia y adaptación a los nuevos tiempos fue lo que posicionó a los hermanos Castiglione como actores centrales del campo periodístico, además fueron pioneros y propietarios de la única radio existente en Santiago del Estero, LV11 Radio del Norte (Picco, 2012: 72). A partir de entonces, y más allá de las dificultades técnicas que afrontaba la radio, ésta pasaría a ocupar un lugar central en la comunicación local, conformando un tándem grafico-radial que será clave en la vida cotidiana de los santiagueños y santiagueñas en las distintas coyunturas políticas, económicas y sociales.
Pero el posicionamiento del diario y sus propietarios en el campo santiagueño del poder no sólo se definía por las habilidades y capitales puestos en juego en el campo periodístico. Los hermanos Castiglione -y sus hijos- a lo largo de los años formarán parte y crearán espacios de sociabilidad en distintos ámbitos claves de la construcción simbólica en el Santiago de principios y mediados del siglo XX. Por caso, José F.L. presidirá a partir de los años 30 la Asociación Amigos de la Educación, una entidad de beneficencia especializada en cuestiones educativas, financiada con las donaciones de sus socios notables y con fondos provenientes del Estado Provincial. A su vez José fue durante un periodo largo presidente del Rotary club en la Provincia, desde donde construirá una importante red de sociabilidad con figuras destacadas a nivel nacional e internacional.
Más allá de los ya mencionados vínculos de los hermanos Castiglione con el mundo del obraje, eran también activos militantes del radicalismo local, y participaron del gobierno del Dr. Castro (hasta 1943 José fue Presidente del Consejo de Educación). Por su parte, la segunda generación de la familia Castiglione (los hijos de José y Antonio) hacia la década del 40 tendrán una activa participación en la incipiente Acción Católica local, un espacio que desde hacía algunos años atrás se había transformado en una usina de militancia y formación del integrismo católico. Algunos de esos militantes nutrirán al primer peronismo (el propio Carlos Juárez tuvo una activa militancia allí), otros levantarán la bandera de la Democracia Cristiana y mantendrán importantes cuotas de poder político, social y económico en la provincia en las décadas posteriores21.
La línea editorial seguida por el periódico a lo largo de los años no fue ajena a este juego complejo y de múltiples pertenencias de la familia Castiglione, por el contrario, casi a diario se publicaban noticias o artículos de opinión referidos al Rotary, la Asociación Amigos de la Educación, a los obrajes -y su representación corporativa la APIF-, y a la ACA. De modo que cuando llega el peronismo, EL -y sus propietarios- ocuparán un lugar importante en el campo santiagueño del poder, no sólo por su posición en el ámbito periodístico santiagueño sino también por la compleja trama de relaciones económicas, simbólicas y políticas que los hermanos Castiglione habían tejido durante más de 20 años, frente a la cual el peronismo aparecía como una amenaza.

Prensa y peronismo

La cuestión de la prensa y el peronismo ha sido -desde distintos lugares y perspectivas- muchas veces abordada. Encontramos importantes referencias tanto en los estudios generales sobre el peronismo como en los referidos a la prensa argentina (Sidicaro, 1993). En los últimos años han salido a la luz interesantes aportes que abordan de manera específica la cuestión, como los de Melon Pirro y Da Orden (2007), Panella (2001), Panella y Rein (2009), entre los que podemos incluir también la reedición del trabajo de Pablo Sirvén (2011)22. En definitiva una temática sobre la que mucho se ha escrito, llena de lugares comunes23, sesgos de todo tipo y un profundo debate ideológico reeditado en la Argentina del siglo XXI24: el sentido y la naturaleza de las nociones de libertad de prensa y de libertad de expresión.
A los fines de este trabajo, interesa mencionar el aporte de Carlos Jorge en las segundas Jornadas de la Red de Estudios sobre el Peronismo25 (Universidad Nacional de Tres de Febrero, noviembre de 2010) "La visión del peronismo en el interior del país a través de diarios capitalinos", donde aborda el tratamiento que los principales medios de comunicación escritos porteños dieron a la campaña del peronismo en el interior del país. En el ámbito local ineludible es la referencia al -ya mencionado- reciente aporte de Ernesto Picco (2012), y al estudio realizado por el Profesor Julio Carrizo (2009) sobre la prensa santiagueña y las representaciones del peronismo. Este último es con quien mayormente entra en diálogo este trabajo, ya que Carrizo trabaja algunas de las categorías que se abordarán aquí (como la ilustración del peronismo en término de barbarie continuista de los caudillos federales del siglo XIX, o la posición liberal en lo económico y lo político que asume el diario)26.
Los estudios existentes mencionados dan cuenta de una relación conflictiva entre el peronismo y la prensa, mostrando cómo en algunas circunstancias el peronismo intentará disputar espacios en el campo periodístico a partir de la fundación de medios (entre los que se menciona los diarios Democracia y El Laborista), la compra, la clausura o la expropiación, con la intención de romper con la hegemonía discursiva mediática del arco opositor27.
En Santiago del Estero los dos diarios existentes en la época (El Liberal y La Hora), junto con la radio LV11 asumieron una postura hostil al peronismo, en gran medida heredada del posicionamiento frente al golpe de 1943 y a lo que Perón significó en él, y alineada con la defensa de las definiciones político-ideológicas de la Unión Democrática y de sus candidatos28.
La línea editorial seguida por EL en tiempos de la campaña electoral y los primeros meses del gobierno iniciado en 1946, mostrará la configuración de una relación de idas y vueltas, caracterizada por largos momentos de hostilidad y algunas armonías. Seguramente los motivos de ese tipo de relación estarán vinculados a las profundas diferencias ideológicas entre el diario y el peronismo, aunque también es posible destacar razones sociológicas -el lugar que la familia Castiglione ocupara en el campo santiagueño del poder y los intereses que el diario representaba y defendía- ya manifiestas en el período de la prehistoria peronista (entre 1943 y los primeros meses de 1945) como se expondrá a continuación. A medida que la salida electoral se hacía más cercana en el horizonte electoral y la figura de Juan Perón fue ocupando el centro de la escena política, EL construirá una línea editorial marcadamente antiperonista que irá abandonando paulatinamente luego de la aplastante victoria electoral del peronismo a fines de febrero del 46. En términos analíticos, y enmarcado en una búsqueda más amplia por rastrear el discurso anti-peronista29 en Santiago-, es posible destacar algunos rasgos del esquema de enunciación del diario: emparentado con el antifascismo ilustrado provincial (Guzman, 2012) se basa en la dicotomía civilización-barbarie; casi como consecuencia de ello, existe una explícita identificación del peronismo con los grandes demonios del liberalismo nacional e internacional: el fascismo, el rosismo, el totalitarismo, el nazismo; y por último un conjunto de críticas a las principales medidas económicas y sociales que podríamos englobar bajo la categoría del anti-intervencionismo económico.

El Liberal y la prehistoria del peronismo en la Provincia

El vínculo que EL constituirá durante el período de conformación del peronismo (a partir de octubre de 1945) y en los primeros años del gobierno de Aristóbulo Mittelbach (1946), estará condicionado por los sucesos y disputas que tuvieron lugar en el campo santiagueño del poder a partir del golpe de Estado de 1943. Período que la investigadora santiagueña -por adopción- Ana Teresa Martínez denomina la prehistoria del peronismo en la Provincia, signado por un complejo juego de tensiones entre quienes detentaban el poder económico -y sus aliados-, el Estado provincial, y los agentes del campo político en pleno proceso de reestructuración de cara a un horizonte electoral no muy lejano. "La batalla que describimos contra el principal factor de poder económico en la provincia (que se decía "industria" forestal, pero que no consistía en la época sino en la depredación final del bosque para convertirlo en leña y carbón), no la gana el impulso de construcción "burocrática" que se expresa a favor de los obreros forestales, sino que el desenlace se produce en su contra (...) La argumentación en contra de Olmos Castro30, situaba la controversia en lo que la Asociación de Obreros de la Industria Forestal de Campo Gallo llamó la lógica de "los vistos y considerandos", que ponía a los juristas en el centro de la escena, agrupados en la corporación del "Colegio de abogados", propuestos como árbitros por la APIF, y utilizaba como un aliado clave a la prensa local, cuyo principal agente era el diario El Liberal, uno de cuyos propietarios era abogado de uno de los obrajes más importantes de la provincia y cuyo vicedirector era a su vez gerente de la Asociación de Productores de la Industria Forestal" (2008).
Allende el desenlace de aquella disputa -favorable a las corporaciones económicas que actuaban en la provincia-, los sucesivos intentos del peronismo por crear un Estado activo en el campo económico, con pretensiones de regular la actividad privada y la ampliación y efectivización de derechos sociales, posicionarán al diario en una actitud de cautela y recelo frente a lo que consideraban pura demagogia fascista31. Las editoriales y los artículos de las ediciones de EL de la época reflejan la férrea defensa de la postura de los obrajeros y sus constantes solicitudes de excepcionalidades para no aplicar el Estatuto del Peón Rural a los trabajadores forestales32.
Sin embargo, la complejidad del campo del poder local y de los acontecimientos que estaban teniendo lugar a nivel nacional en el período del pre-peronismo mostrará una posición ambigua de EL frente a la incipiente figura de Juan Perón, la mayor de las veces denostándola, en ciertas ocasiones destacando algunas de sus acciones. Tal es el caso del editorial del 28 de abril de 1944 referido al aprendizaje de los menores donde el entonces Coronel será elogiado por haber redactado un anteproyecto sobre el trabajo de los menores, ya que los obreros no sólo reclaman por salario sino también por bienes espirituales, considera el diario.
Los primeros días de octubre de 1945 EL parece adoptar una posición expectante frente a los sucesos que tenían lugar a nivel nacional, mientras articulaba la defensa de la conformación de un frente democrático único33. Las noticias nacionales sobre la pérdida de terreno de Perón en el seno del gobierno son anunciadas con alivio por el diario aunque advierte que el coronel va a preparar su programa presidencial34. Los días siguientes abogará por la entrega del gobierno a la Corte Suprema -tal la postura del Comité Nacional de la UCR35-, pero ante la anunciada pero no concretada renuncia de Farrel publicará algunos editoriales en las que sostendrá los argumentos centrales de la construcción simbólica sobre la que apoyará su línea editorial a seguir y argumentará a favor de la necesidad de una salida guiada por la constitución36.
Por entonces, EL publicaba una edición matutina que variaba entre 8 y 14 páginas37. Generalmente la primera página estaba destinada a noticias internacionales (sobre todo durante el desarrollo de la segunda Guerra, aunque hubo ocasiones en las que se publicaron títulos nacionales y muy eventualmente locales). La segunda página variaba entre noticias nacionales, deportivas y eventualmente espectáculos. La tercera hoja refería a noticias políticas locales, con una disposición interesante de títulos y noticias oficiales, un editorial en el extremo izquierdo y en el extremo derecho la sección Ecos, una columna anónima escrita en lenguaje coloquial referida a chismes sobre distintos acontecimientos locales, nacionales e internacionales. Las demás páginas ocupaban noticias de espectáculos, deportes, avisos fúnebres, y clasificados y la sección La Banda generalmente en la última página junto con deportes, y eventualmente noticias policiales.
A medida que -durante 1945- se irán constituyendo los dos polos antagónicos que disputarán las elecciones del 24 de febrero de 1946, el diario asumirá una postura claramente anti-peronista. Reproduciendo las noticias nacionales desde los cables de las principales agencias (nacionales e internacionales), y produciendo las propias a nivel local, donde entraban en juego esa compleja trama de relaciones que venimos describiendo en la que sus propietarios tenían activa participación.

Bárbaros peronistas: el lugar del peronismo en la formulación discursiva de El Liberal

Durante los últimos meses de 1945 y primeros del 46 EL propondrá una lectura de la realidad política local a partir de la dicotomía sarmientina civilización / barbarie, identificando al peronismo con esta última y buscando influenciar sobre el electorado primero, y sobre las políticas públicas del gobierno electo luego. El 17 de octubre parece sorprender a EL, quien en su portada reproduce noticias nacionales que minimizan la importancia de la jornada. El día 18 titulará "Una dramática jornada vivió ayer la Capital Federal a raíz de la inusitada actitud de los obreros" y combinará un posicionamiento axiológico sobre lo que los obreros deberían hacer frente a la situación política nacional y un intento de invisibilización de lo sucedido a partir del manejo ambiguo de las cifras (en algunos lugares habla de 7 mil obreros en la plaza, en otros de 500 mil, en otros dice que muy pocos fueron los gremios que se sumaron al acto). El diario muestra que en Santiago hubo importantes niveles de adhesión, aunque el espacio central de la página 3 lo ocupa un comunicado de la FOS (Federación Obrera Santiagueña) aclarando que nada cambia en el país y que el gobierno debe entregarse a la Corte Suprema.
El silencio editorial que sobre la cuestión manifestaba por esos días EL se rompe el día 19 cuando además de lamentarse por la reconquista de espacios en el seno del gobierno por parte de Perón, publica el texto "¡Esto no puede seguir así!", en el que argumenta en torno de la barbarie de los sucesos acontecidos: "Estamos dando al mundo una dolorosa enseñanza. Consiste ella en demostrar objetiva y ejemplarmente los graves males de vivir fuera de la ley y de la Constitución. Todos los personalismos tienen estas consecuencias. Conducen a la arbitrariedad por las azarosas ruta del desorden, para desembocar en la anarquía (...) Los resultados son evidentes: atraso en el progreso del país, desorganización de las fuerzas y fuentes productoras, sacrificios sangrientos de juventudes nobles y heroicas (...)" La interpretación sobre la jornada del 17 de octubre que el diario ofrecía a los santiagueños era clara: "Esto no puede seguir así, ha dicho ayer en todo el país, el hombre de la calle, la opinión pública. No debemos estar a merced de la turbamulta, ni de la guapería del más valiente, ni de la cobardía de los más tímidos o especuladores".
En la misma dirección, el día 30 publica un texto a medio camino entre la editorial y el manifiesto político "Al ciudadano que en estos momentos está por definirse" donde el esquema de enunciación anti-peronista es aún más evidente. Sostiene que el ciudadano está frente a "dos caminos", "pues todo indica que esas dos fuerzas, la de la reacción (Perón y el gobierno militar) y la de la democracia, podrán estar rudamente enfrentadas en la contienda". La reacción "nos ha conducido al aislamiento internacional. La Argentina, antes solicitada y prestigiada por los pueblos de la tierra, hoy se le considera como enemiga de la paz y de la libertad (...) En el aspecto interno cunde el desorden. (...) La paz social, suprema aspiración de toda colectividad bien organizada, ha desaparecido. En estos últimos días turbas, conduciendo carteles con inscripciones afrentosas: ¡alpargatas sí, libros no! ¡haga patria, mate un estudiante!, han llevado al asombro y el escalofrío a todas las conciencias equilibradas(...)". Es por eso que "Realizado este análisis panorámico, el ciudadano en busca de su definición, ya tiene los materiales mentales para decidirse. Los dos caminos se le ofrecen perfectamente bifurcados. Si elige el de la paz social, el de la legislación en ambientes de libertad, de discusión, de entendimiento y de trabajo ingresará en cualquiera de los partidos que se han puesto en marcha inspirados por esos ideales hoy triunfantes en todo el mundo civilizado, después de las terribles lecciones del totalitarismo y de la guerra. Es decir, los partidos de la UD, por el contrario el otro camino, el del peronismo, "el de la reacción, contribuirá a perpetuar el desasosiego interno, nuestra desairosa y humillante posición internacional, el discrecionalismo de los regímenes personalistas, en donde el pueblo debe obedecer la voz de quien manda(...)". La interpretación del peronismo en clave "civilización o barbarie" parte de una lectura de la historia argentina en esa misma dirección, e implica la adscripción de cada uno de los bandos a un linaje de pertenencia y a un panteón de próceres. "Por el camino de la libertad, de las asambleas soberanas, de los partidos democráticos, caminaron Moreno, Belgrano, San Martín, Sarmiento, Mitre, los próceres todos que lucharon por la nacionalidad. Por el otro camino marchó Rosas, vale decir la arbitrariedad, el gobierno por decreto, la divisa punzó, la persecución, la prensa amordazada y al final, la lucha cruenta y fratricida que remató en Caseros"38.
A mediados de enero del 46, los candidatos de la UD visitan la ciudad de Añatuya. El tren que los traslada sufre un atentado, y durante los actos se suceden graves hechos de violencia. Militantes peronistas son señalados como responsables. Desde las páginas del diario se dará amplia cobertura a la cuestión, denunciando la connivencia del Interventor Federal Saa y la complicidad de la policía de la provincia en los graves hechos (Carrizo, 2009). El episodio será relatado siguiendo la línea argumentativa descripta anteriormente. "La circunstancia de haber quemado esas bandas el símbolo más sagrado de la nacionalidad: nuestra bandera y de haber apedreado con saña el edificio donde funciona la Escuela Normal, indica el origen extraño y delictuoso de las bandas atacantes y la imposibilidad de que representen al verdadero pueblo añatuyense". No puede llamarse pueblo quien cometió las fechorías, son los bárbaros peronistas.
El país está horrorizado con el suceso de Añatuya, y va de suyo que esto perjudicará al candidato peronista "pues la mencionada población habiendo visto con sus propios ojos cuanta barbarie existe en esa corriente demagógica, alentada desde arriba por instinto de conservación repudiará el 24 de febrero en las urnas para evitarse un porvenir de vergüenza como el que ha sufrido el domingo, en varias horas de terror y escarnio". Para el diario, los hechos desnudan no sólo lo retrógrado del peronismo ("su odio a la cultura y su neta filiación totalitaria sorprendiendo que ciertos dirigentes del movimiento, ante los hechos siempre más elocuentes que las palabras, no comprendan que están al servicio de una causa contraria al interés del país y de la democracia") sino que son una muestra de lo que viviría el país si ganara
Perón, "por instinto de conservación el pueblo reacciona hacia la corriente encarnada por la Unión Democrática entendiendo que en sus candidatos, en sus multitudes y en su programa está el orden, la seguridad social, la justicia de clase y la civilización". (Editorial del 22 de enero "Varias horas de terror vivió Añatuya bajo la dominación de turbas peronistas")39.
El episodio de Añatuya no fue el único denunciado por el diario como hecho de violencia o persecución contra los candidatos y militantes de la Unión Democrática. A lo largo de prácticamente toda la campaña electoral publicará denuncias sobre agresiones y detenciones arbitrarias40, inclusive el propio diario habría sido víctima de las agresiones de los peronistas las jornadas del 22 y 27 de enero vinculado a su defensa y promoción del lock out patronal41.
Todos estos elementos constituían argumentos de sobra para identificar al peronismo con la barbarie, el fascismo, el nazismo, el rosismo; pero lo que abunda no daña suelen decir, y si de barbarie se trata "el indio" no podía faltar. En la edición del día 15 de febrero del año 46, en una pequeña noticia referida al intento de "pertubar un acto" ante la "impasividad policial" se insinúa de manera casi caricaturesca: "(...) los grupos perturbadores efectuaban corridas periódicas por el camino pavimentado frente al local de la reunión, en medio de gritos y denuestos, portando una bandera nacional. En cierto momento, esos mismos grupos cortaron grandes ramas de árboles, entre gruesos alaridos formaron un círculo, dando vueltas continuamente en torno a un estandarte con la efigie del coronel Perón, como si cumplieran un rito aborigen"42.
Esta opción editorial y política del diario, se traducirá en una cobertura parcial de la campaña electoral. Las noticias referidas al peronismo nacional y/o local son muy escasas en comparación con las de los diferentes partidos que conformaban la UD, asumiendo características de prensa partidaria; la coyuntura histórica y los intereses puestos en juego -y tal vez la seguridad de la victoria de la UD- llevaron al diario a alejarse de aquello que Picco (2012) marcaba como la clave para la supervivencia por más de cien años en la Provincia, el paso del diario como órgano partidario a empresa periodística. Esto da la pauta del tipo de reacciones que el surgimiento del peronismo generó en algunos sectores sociales y políticos provinciales.

"Por la libertad y contra el fascismo"

Tal era la consigna electoral de la UD, y la que EL asumirá como propia. En esa tarea discurrió la cobertura que el diario hizo sobre la campaña electoral de 1946. Desde la página uno el diario muestra lo que acontece con la fórmula Tamborini y Mosca, sus viajes, sus discursos, sus propuestas, y lo que sucede en cada una de las provincias con los respectivos candidatos de la UD. A nivel local, la lista democrática encabezada por Avalos es apuntalada cual si fuera la única opción electoral. Por su parte la sección "Movimiento Político", habitualmente destinada informar lo que sucede a nivel político partidario (convocatorias a asambleas, avisos de actos, etc.), mostrará casi exclusivamente, y de manera exhaustiva todas las actividades de los candidatos y comités que responden a la UD (adhesiones detalladas, viajes, visitas, discursos).
Muy pocas veces el peronismo figura en tal sección, es habitual en cambio que se publiquen aclaraciones de ilustres desconocidos respecto de su no participación o no-apoyo a la fórmula peronista.
Las noticias en las que EL pondrá particular atención son aquellas referidas a la interna peronista. Siguiendo una lógica argumentativa que partía de mostrar el alboroto y la traición reinante entre las filas bárbaras, lo que en caso de victoria electoral llevaría al desgobierno, una razón más por la cual el elector debe optar por la UD43.
A medida que la fecha de la elección se acerca, las editoriales anuncian el triunfo de la fórmula de la UD referenciando estudios de expertos y "la sensación" que el propio diario tiene sobre lo que acontecerá44. En esa misma tónica será cubierto el cierre de campaña, mostrando en pequeño y a modo informativo el lugar y la hora del acto peronista, y mostrando con sumo detalle y grandilocuencia los actos de los partidos agrupados en torno a la UD45.
Los primeros días posteriores a los comicios el diario celebrará la normalidad del acto y la cantidad de personas que asistieron a votar. En ese sentido ilustrativo es el editorial del día 25 de febrero, "El pueblo y el ejército han cumplido con su deber", en el que celebra el orden del acto cívico e invita a aceptar los resultados y a que cada uno de los contrincantes deje de lado sus divisiones y vuelvan todos a sus actividades en paz. El día 27 comienza el escrutinio y el diario continúa con su optimismo, y sus predicciones respecto del resultado, más aún cuando "el primer voto del país es democrático". El 28 la situación cambia, y en la nota "Comentarios al Escrutinio" sostiene que "el primer comentario que brota del escrutinio al apreciarse sus resultados es el de sorpresa. La opinión pública estaba prepara para el triunfo de la UD". Sostiene que el peronismo ganó en los suburbios, y que "tampoco el asfalto (en relación al centro) manifestaron lealtad con los ideales de la democracia".
Durante marzo la lluvia de resultados favorables al peronismo va haciendo abandonar al diario su postura celebrativa y emite tibias denuncias sobre montajes clientelares a nivel comunal que habrían influido en los resultados locales46. Recupera la "objetividad" a la hora de anunciar el triunfo de Perón y de Mittelbach (EL 3-03-1946), para abandonar su posicionamiento abiertamente anti-peronista, adoptando paulatinamente una línea crítica, matizada, que intenta influir en las decisiones del nuevo gobierno. Empero los argumentos ilustrados a favor del paradigma de la "civilización" no serán abandonados, a pocos días de conocerse los resultados denunciará la falta de "técnicos y profesionales" entre los diputados -mayoritariamente peronistas- que compondrán la Cámara, por lo que se adolecerá del "elemento aristocrático necesario en todo gobierno", una de las consecuencias de que la barbarie haya ganado espacios ("La Legislatura no tendrá técnicos en ciertos asuntos" del 3/03/46).
Esta posición crítica será abandonada definitivamente luego del mencionado cierre del diario por parte de la comisión Visca en los primeros meses de 1950. Al reabrirse, EL se limitará a reproducir noticias oficiales, en un edición diaria de 4 páginas, que sólo se extendía por razones gubernamentales (como por ejemplo la visita de algún ministro, o cuando el gobernador leía su mensaje ante la legislatura).

El anti-intervencionismo económico

El anti-intervencionismo económico aparece como otro de los componentes del esquema de enunciación sostenido por el diario EL en relación a los orígenes del peronismo. Como se ha mencionado anteriormente, ya el gobierno de la revolución de 1943 había dado cabales indicios de propiciar la intervención del Estado en la economía (una activa política salarial, la creación de Juntas para el abaratamiento de los costos, la intervención directa del Estado para la resolución de los conflictos obreros-patronal, etc). EL siempre sostuvo un liberalismo clásico: el libre acuerdo entre privados es la mejor salida a las dificultades, la intervención estatal sólo acarrea problemas, como el aumento sostenido de precios existente (una de las principales preocupaciones de la época).
Este aspecto es mencionado por Julio Carrizo, cuando analiza las críticas a la política social y económica durante el lock out sostenido en plena campaña a mediados de enero de 1946, organizado por la patronal del comercio, la industria y la producción, oponiéndose al decreto que establecía el aguinaldo (2009:9). En el editorial del 14 de febrero EL sostendrá que "El decreto estableciendo como obligatorio el aguinaldo y un nuevo aumento de salarios, sin considerar el lógico acrecentamiento del inflacionismo, ya dio la sensación plena de que el estado se lanzaba al abismo arrastrando en su caída al país". Las resistencias a la medida son interpretadas como "un natural instinto de conservación" del "país que es fuerte y lo anima un vigoroso espíritu de bienestar y de progreso". Pero no es contra los obreros la resistencia, "Conviene aclarar que las fuerzas económicas no discuten el mejoramiento de las clases trabajadoras. Desde hace cincuenta años, desde la aparición del movimiento obrero en nuestro país, el capital y el trabajo muchas veces llegaron a perfectos entendimientos, directamente, determinando mejoras que luego la legislación legal sancionaba en los parlamentos. (...) Lo que resisten las fuerzas económicas y los mismos trabajadores libres, asociados y responsables, es ese intervencionismo desequilibrante, es ese factor extraño de perturbación, es el espíritu autoritario y arbitrario del poder erigido en amo (...) La política de la revolución empeoró la situación de la clase trabajadora; para cubrir ese fracaso se pretende crear el régimen de las dádivas en lugar de la justicia social progresivamente obtenida por la evolución de la economía y la conciencia de las masas" (EL 14/02/46 citado por Carrizo, 2009).
Argumentos similares serán utilizados por el diario hacia el final de la campaña electoral, cuando aborde la problemática de los trabajadores. En el editorial "La política peronista dañó al gremio ferroviario" (19 de febrero de 1946), retomando conceptos vertidos por la UD en un volante destinado a los obreros del tren, se dirige a los empleados FCE por ser estos quienes han abrazado con mayor tenacidad la defensa del peronismo y a quienes acusa de ser la fuerza de choque en Frías y Añatuya, sosteniendo que "Esta posición de los ferroviarios no puede ser más contradictoria. Ayer excesivamente romántica e idealista; hoy materialista y reaccionaria". Luego de describir las principales medidas políticas del gobierno para con el sector -entre las que destaca el aumento de sueldos y jornales y el salario familiar- alerta sobre las consecuencias que ha tenido para el país y los ferroviarios tal política, "Hagamos con la elocuencia de los números una observación final que los ferroviarios podrán constatar con sólo consultar con sus esposas: si un obrero ferroviario ganaba $200 mensuales, le habrá correspondido un aumento de 15%, es decir $30 por mes en su sueldo. Según el Banco Central, el costo de vida ha aumentado en un 72%, es decir que si ese obrero gastaba $100 en ropa, hoy debe gastar por lo mismo 172 pesos (...) Estamos, pues, que los obreros ferroviarios de todo el país, e incluso los del estado, se están perjudicando en $42 mensuales por acción de la demagogia peronista, que
defienden hasta con el delito, pues a ese gremio se le atribuye las enormidades de Añatuya (...)". En el análisis del diario, el aumento de salarios es una trampa demagógica que trae como consecuencia el aumento de precios, que redunda en un perjuicio a los trabajadores en particular y al país todo.
Este mismo argumento sostendrá en el editorial del día siguiente en el que afirma que "El peronismo enriquece a las oligarquías y empobrece al pueblo" ya que no sólo a la "oligarquía ferroviaria" enriqueció el peronismo a costa del pueblo, sino también a la azucarera. "Es sabido que el peronismo obligó a los ingenios a aumentar los salarios de los obreros (...) Al efecto, como una compensación de ese aumento, autorizó aumentar el precio del azúcar en seis centavos. Como siempre el peronismo hace pagar al país los pretendidos beneficios de la clase trabajadora. El reparto de esos seis centavos resulta revelador y debe hacer reflexionar a esos inocentes trabajadores que, alucinados por las apariencias siguen al exvicepresidente en su imposible sueño de conquistar el poder". Según el diario esos seis centavos se repartirían tres para los dueños de los ingenios, dos para los cañeros y un centavo para los obreros. De modo que "Engañando a los trabajadores se enriquece al gran capital de la misma manera que se hizo con los ferroviarios. Así también procedieron Hitler y Mussolini para esclavizar a las masas trabajadoras. Deben los trabajadores tener en cuenta que todo aumento en los costos significa aumento en los precios de venta y que el consumidor es finalmente el que paga. Esos aumentos disminuyen los sueldos y jornales en la misma proporción (...) Esperamos que estas reflexiones, que viven en la conciencia del trabajador, lo iluminen, para que alejándose de la demagogia, evite los peligros de la esclavitud y de la carestía votando el próximo domingo por las listas democráticas". Allende de que en el análisis no se tienen en cuenta los datos socioeconómicos positivos para los sectores populares -ya por entonces bastante contundentes (Sidicaro, 2002)-; el tono pedagógico que utiliza el diario para interpelar a un sujeto habitualmente invisible en sus editoriales da cuenta de un desplazamiento simbólico del lugar del trabajador en el campo del poder.
En el editorial del día 21 "El descamisado no puede ser un ideal", es explícita la pretensión de disputar acerca del sentido de ese desplazamiento. "Ni el descamisado, ni la alpargata pueden constituir ningún ideal social. Si contra alguna manifestación de inferioridad debe ir el trabajador consciente es, precisamente, contra el descamisado y la alpargata en cuanto ésta pueda significar una condición de clase" EL pregunta por el lugar que el peronismo pretende darle al trabajador. ¿Ese lugar contribuye a la democracia o a la pura demagogia? "La democracia no desea para la Argentina un pueblo de descamisados, no puede exaltar esa condición en tanto que suponga, como está ocurriendo, la vida en un rancho, la suciedad física, la hilacha y la grosería. Queremos una Argentina sin descamisados, donde se pueda vestir con decoro, ropa confortable. Con mayor motivo deseamos este clima de bienestar y de confort personal para los trabajadores, pues son ellos los más legítimos productores de la riqueza social. Ni descamisados ni alpargatas, ni ranchos ni hombres sucios y groseros. La democracia-y este concepto también se lo entregamos a la reflexión de los laboristas- aspira a estructurar un mundo de bienestar, donde el obrero goce de los beneficios, bellezas y progresos de la vida". Finalizando la campaña entonces, los principales argumentos anti-intervencionistas son puestos en línea con la dicotomía civilización/barbarie sobre la que montaban su esquema argumentativo las voces más activas del anti-peronismo provincial.

Conclusiones

Las corrientes explicativas extracéntricas sobre los orígenes del peronismo, echan luz sobre los modos en que se articularon las fuerzas políticas y sociales que dieron lugar al surgimiento del movimiento liderado por Perón en contextos de escasa o nula industrialización, donde el trabajador -en tanto sujeto político- carecía de la fuerza y el nivel de organización necesario para llevarlo al poder. Ya Mackinnon había resaltado la presencia de factores tradicionales de poder en la configuración originaria del peronismo, pero el factor geográfico en un contexto como el argentino -caracterizado por la disparidad de condiciones de desarrollo del centro respecto de la periferia- aparece como un elemento de análisis fundamental.
Los avances alcanzados en relación al estudio del surgimiento del peronismo en Santiago del Estero muestran que la participación de actores tradicionales en el campo santiagueño del poder ha sido clave en su articulación originaria. Pero, como se ha tratado de sostener en este trabajo, la cuestión lejos está de haber sido simple o lineal. Que un actor históricamente central del campo santiagueño del poder haya sostenido una posición abiertamente anti-peronista habla a las claras de la complejidad del panorama. El análisis de trayectoria de sus propietarios, sus definiciones ideológicas, su postura frente a las medidas políticas sociales y económicas del gobierno surgido del golpe de Estado de 1943, son algunas de las razones que dieron lugar a ese posicionamiento, cuyo análisis permite observar algunos de los rasgos que presentó en Santiago del Estero el esquema de enunciación antiperonista.
La dicotomía decimonónica civilización o barbarie fue el vehículo a partir del cual el diario articuló en el plano local los clivajes ideológicos (políticos y económicos) que tenían lugar en el país y en el mundo. Desde una posición liberal clásica, propondrá una lectura histórica que identificará al peronismo con lo viejo, lo sucio, lo malo, lo feo (la reacción, el fascismo, la dictadura, la tiranía); la mismísima barbarie expresada en sus actos de campaña, en sus seguidores desarrapados, en sus medidas económicas tan demagógicas como ineficientes, en sus funcionarios poco calificados.
Consumada la victoria electoral, EL abrirá sus páginas al peronismo cubriendo con tono informativo las tareas y discursos de los nuevos funcionarios y legisladores. Paulatinamente irá modificando su posición partidaria anti-peronista para sostener una postura crítica moderada buscando influenciar en las decisiones del gobierno, con especial énfasis en la defensa de los actores corporativos del campo santiagueño del poder (los obrajeros, los ganaderos, los comerciantes, los jueces, los ingenieros, los abogados)47. En los años siguientes, la interna peronista que ocasionó la Intervención Federal al gobierno de Mittelbach y por la que renuncia Orestes Di Lullo a la consagrada candidatura a gobernador a horas de ser proclamado -y que culmina con la llegada de Carlos Juárez a la primera magistratura provincial- tendrá en El Liberal una cobertura minuciosa, poniendo al descubierto los entretelones y las acusaciones cruzadas entre los grupos de la contienda; pero ya sin aquel tono despectivo que supo tener. Con la UCR prácticamente sin capacidad una elección en la provincia, el diario pareció jugar sus fichas en esa interna, apoyando al sector que finalmente quedaría fuera de juego. Tal vez este situación, o un pase de factura por su postura anti-peronista originaria, ocasionaron que El Liberal no permaneciera a resguardo de la Comisión Visca en 1950. En su reapertura el diario fue otro, un simple espacio gráfico en el que se reflejaban las noticias oficiales (del gobierno y la CGT) sin crítica, opinión ni análisis ¿Es que los propietarios del diario escarmentaron frente a los métodos de disciplinamiento atribuidos al peronismo? ¿Es que prefirieron la supervivencia del periódico más allá de todo posicionamiento político? ¿Es que se aggiornaron a la nueva correlación de fuerzas hegemónicas en la Provincia? Más bien se habría tratado del reposicionamiento en un campo santiagueño del poder que asistía a un complejo proceso de reacomodamientos. La disputa por lo simbólico que había tenido lugar los últimos meses de 1945 y los primeros de 1946 terminará introduciendo profundos cambios en los discursos circulantes en la provincia, el peso relativo de los capitales puestos en juego varió, y la centralidad que paulatinamente fue adquiriendo el trabajador (un agente históricamente
invisibilizado) obligó al diario a asumir un nuevo rol so pena de perder su lugar en el convulsionado campo santiagueño del poder.

Notas

1 La conceptualización de este tipo de argumentos muestra que ya existe un conjunto de estudios sobre los estudios sobre el peronismo.

2 "La normalización es una estandarización, es decir, la imposición de una norma de construcción de los relatos históricos relativos al primer peronismo. Tendremos que notar el carácter vinculante de esa normativa dentro de la multiplicidad de estrategias realmente existentes, que una perspectiva empirista observa como desestructurada y múltiple. Lo único que aspiramos a señalar al respecto son sus supuestos no siempre explícitos y las consecuencias normativas que de allí se derivan. Estas valen tanto para la imagen del peronismo como para los valores que vertebran la práctica historiográfica. Hay dos andariveles que deben ser distinguidos: el de la narrativa y/o analítica aplicadas al peronismo y el del quehacer historiador que las matriza. Como decimos, la noción de normalización ha sido utilizada para rendir cuenta de la evolución histórica de la investigación sobre el peronismo. Su eficacia sigue, a su vez, dos vías complementarias" (Acha y Quiroga, 2009: 82)

3 Ya Moira Mackinnon (2002) había abordado la cuestión de la influencia de factores tradicionales de poder en la conformación del peronismo.

4 Las "continuidades" planteadas desde la historiografía extracéntrica no son las mismas que se plantean desde los esquemas sociológicos (que terminan en argumentaciones políticas) o ideológicos estudiados por De Ipola (1989), quien da cuenta de que los estudios de referencia del peronismo (Germani, Di Tella, Ramos, Murmis y Portantiero y Laclau) asumen una dimensión de "continuidad" (con diferentes argumentos cada uno de ellos) respecto del pasado próximo argentino.

5 En este punto conviene traer a colación nuevamente el trabajo de De Ipola (1989) y su interesante aporte en relación a las lecturas disruptivas y continuistas del peronismo. En nuestro caso, nos circunscribimos al ámbito provincial, en el cuál la articulación simbólica/discursiva que articuló el peronismo resultó contrahegemónica como veremos a continuación.

6 En palabras de Bourdieu, el espacio de "las relaciones de fuerza entre los diferentes tipos de capital o, con mayor precisión, entre los agentes que están suficientemente provistos de uno de los diferentes tipos de capital para estar en disposición de dominar el campo correspondiente y cuyas luchas se intensifican todas las veces que se pone en tela de juicio el valor relativo de los diferentes tipos de capital (...)" (Bourdieu, 1997:50). Esta conceptualización parte de entender la realidad social como realidad relacional, constituida por los modos en los que agentes y grupos se distribuyen en él conforme la posesiones de diferentes capitales (principios y mecanismos de diferenciación) a partir de los cuales se estructurarán cada uno de los espacios disposicionales (campos) que componen el espacio social (Bourdieu-Wacquant, 2005)

7 "El obraje: cifra de unas condiciones naturales, de una economía, una organización productiva, un estilo de relación con la naturaleza. También, de la explotación del trabajador; de las políticas estatales; y de la crítica social a ambas. Es más que eso, desde luego: un capítulo de la historia de la región boscosa del norte argentino, y otro en las historias de miles de familias a lo largo de cuatro o más generaciones. (...) No sólo las vías férreas sino también la sociedad santiagueña y su cultura están todavía asentadas sobre el quebracho, la traviesa de su historia moderna (...)" (Tasso, 2007: 179)

8 Según consta en las edición del 25 de febrero de 1946 del propio diario EL, los votantes habilitados eran 122.495.

9 "Las malas condiciones de vida dadas por la trashumancia en el bosque, la exposición al chagas endémico, el aislamiento periódico de la vida familiar y el alcoholismo, continuaron dándole a la explotación forestal un carácter simultáneo de explotación social, cuyas imágenes eran conocidas desde que se inició el ciclo forestal" (Tasso, 2007:191)

10 "En tanto espacio social de producción, el obraje es un grupo organizado bajo forma de empresa, con categorías ocupacionales precisas, sistemas de supervisión, control y abastecimiento de alimentos, y lugares de sociabilidad. Con estos conceptos de la empresa moderna debemos mirar, sin embargo, una fábrica primitiva que operó en zonas de frontera (...) como lo eran las regiones gran Chaco, que se nutrió de la fuerza de miles de brazos de mestizos o indios, la mayoría con escasa o nula instrucción escolar, pagando salarios reducidos y adelgazándolos aún más mediante los sobreprecios de los alimentos. Como la sociedad y la cultura predominante consagraba las divisiones sociales, el Estado prácticamente ignoró los problemas sociales del obraje hasta mitad del siglo XX" (Tasso, 2007: 184)

11 La ciudad de Añatuya está ubicada en el departamento Taboada, al Sudeste Provincial y constituía una de las principales puertas de entrada al chaco Santiagueño, corazón de la explotación forestal.

12 Para profundizar esta cuestión ver Tasso 1988.

13 Por entonces el Departamento de Trabajo Provincial bajo el mando de Amalio Olmos Castro intentará aplicar el marco regulatorio existente, decretando numerosas multas y clausuras (Olmos Castro, 1943; Martínez, 2008).

14 La Banda es la segunda ciudad más importante de la Provincia, separada de la capital por el río Dulce. Actualmente el nivel de conectividad entre ambas es absoluto, no se podría afirmar que en la época así lo fuera, a pesar de que se tiene conocimiento de que se podía cruzar tanto en tren, balsa y a través del puente carretero. La Banda ha sido históricamente un importante centro agrícola y comercial.

15 Tenti y Salas, 1995: 91

16 En un reciente trabajo de Tesis de Maestría (en Estudios Sociales para América Latina en la UNSE) Daniel Guzmán a abordado esta temática ("El antifascismo en Santiago del Estero. La Brasa 1934-1951). También lo hizo con maestría unos años antes Ana Teresa Martínez (2011) explorando las posibilidades de un campo intelectual en el Santiago de la década del 20.

17 Cuestiones que no profundizaremos en esta oportunidad, al respecto ver Martínez 2008, Martinez y Vezzosi, e/p.

18 Para profundizar al respecto ver Carrizo (2009) y Picco (2012).

19 Celebre es el episodio en el que por un intento de destitución al entonces gobernador Santillan - asesinato de su hermano mediante- fue detenido Juan Figueroa propietario de El Liberal

20 Jóvenes abogados egresados en Buenos Aires, hijos de familias inmigrantes italianas, cuya colectividad habría sido clave a la hora de adquirir el diario.

21 Apellidos como Cerro, Feijoó, Lucena, entre otros aparecerán luego dentro del grupo de quienes fundan las Universidades Nacional y Católica en las décadas del 60 y 70, formarán parte activa de los gobiernos civiles y militares de la segunda mitad del siglo XX.

22 No se ha asumido como tarea de este escrito analizar los aportes de cada uno de esos estudios, sólo los enunciamos de manera ilustrativa para dar cuenta de la actualidad del debate al respecto.

23 Como aquella idea tantas veces repetida de que Perón llegó al poder con todos los medios en contra y fue derrocado teniendo los medios a favor.

24 En tiempos de sanción -y dificultades de aplicación- de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, de acusaciones mutuas entre el oficialismo y sectores hegemónicos del campo periodístico nacional (vinculados a empresas multimedia en manos de multinacionales). y de un profundo cuestionamiento sobre el rol de los medios en las sociedades democráticas y la potencialidad que frente a ellos asumen los incipientes medios alternativos de comunicación.

25 http://redesperonismo.com.ar/

26 Sostiene Carrizo "Como vimos en los editoriales y artículos periodísticos que se publicaron durante dicha campaña electoral, los hermanos Castiglione presentaron al peronismo con todos los rasgos de la barbarie que dominaría al país si triunfaba la candidatura de Juan Domingo Perón, lo que incluía violencia, racismo, xenofobia, predominio de la turba irracional sobre las clases ilustradas y racionales (que además eran salvajemente atacadas, según la descripción del diario). En este aspecto, con relación a los intelectuales y teniendo en cuenta que pensamos que la labor periodística forma parte del campo intelectual (aunque con las particularidades que ya señalamos), los hermanos Castiglione imprimieron al diario una posición netamente opositora y crítica hacia el peronismo, a diferencia de los intelectuales que se refugiaron en prácticas discursivas que evitaban pronunciarse sobre la realidad política y que defendían la primacía de un espíritu cultural superior" (2009:19).

27 Emblemáticos son los casos de la comisión Visca (que durante 1950 -y por diversos motivos- clausuró numerosos diarios a lo largo y a lo ancho del país) y del conflicto en el diario La Prensa (abordado en el mencionado trabajo de Panella, 2006); en Santiago la clausura por más de tres meses del diario El Liberal en 1950 (que se abordará más adelante) y la expropiación de LV11 Radio del Norte en 1947.

28 Hasta el punto de sostener desde su línea editorial a los candidatos del Partido Comunista, históricamente fustigados e invisibilizados desde el diario.

29 En anteriores trabajos hemos abordado la constitución de la enunciación peronista en Santiago del Estero a partir del análisis de los discursos de asunción de Aristobulo Mittelbach y Carlos Juarez, de allí la importancia de este trabajo que rescata la enunciación antiperonista en la provincia.

30 Director del Departamento de Trabajo local que había iniciado una intensa campaña de control y sanción en los establecimientos forestales que no cumplían con las leyes laborales.

31 Siempre aclarando que su oposición no era a la sanción y vigencia de los derechos sociales, sino al modo en que el peronismo pretendía llevarlos adelante porque entendían que afectaba el derecho a la propiedad privada, la libertad de empresa y la rentabilidad económica.

32 Por ejemplo, el 13 de diciembre de 1944 el diario publica una nota de los criterios interpretativos para el Estatuto del Peón Rural, donde expone la postura de la APIF sobre la inaplicabilidad del instrumento jurídico a los obreros de la industria forestal.

33 "Se constituirá el jueves la junta que propicia la unidad democrática local" EL 2/10/1945

34 Y reproduce el discurso de despedida de Perón en la Secretaria de Trabajo y Previsión en el que destaca que seguirá luchando por los trabajadores.

35 Que no será la postura del líder del radicalismo cordobés Amadeo Sabattini (Tcach, 2006).

36 En el editorial "La Constitución, ruta segura para superar las dificultades" sostendrá: "Fieles a los principios democráticos sostenidos invariablemente aún en los días tormentosos de la política nacional, sin extremismos ni renunciamientos, continuamos abogando en estos momentos difíciles para el país, por soluciones constitucionales, como única manera de salir del atasco al que nos llevaron los acontecimientos del mundo y los problemas de nuestro propio proceso interno (...) Justamente no habría más que seguir las orientaciones señaladas por la opinión publica de las cuales el diarismo es un eco resonante y responsable. La opinión publica es un instinto que los grande estadistas siempre apreciaron. En realidad, todo el arte de gobernar, se traduce en poseer fina e inteligente audición para captar la onda popular más sabia y precisa que las especulaciones de gabinete o la cerebración personal. Por eso opinamos que está acertado el presidente de la República cuando en sus últimas declaraciones manifiesta que la aplicación del estatuto político, se condicionará a una compulsa de la opinión" EL 14/10/1945

37 Dato no menor, ya que promediando el peronismo irá disminuyendo las páginas y hacia 1949 llegará a ser una edición de 4 páginas, en gran medida por la crisis del papel. Desde la oposición y la propia prensa se denunciará constantemente el hecho como un gesto de disciplinamiento hacia el sector.

38 En honor a la verdad y a la responsabilidad académica cabe una aclaración: esta cita, al igual que las del día 22 /01/46 están mencionadas en el trabajo de Carrizo (2009) que oportunamente ha sido referenciado. Su reproducción no significa copia, sino que ha sido un dato encontrado en el trabajo de archivo realizado y que aparece como coincidente.

39 Tal como consta en la nota anterior, esta cita está presente en el referenciado texto de Carrizo (2009)

40 El día 9 de febrero: "Se agredió y detuvo a militantes y propagandistas de la UD", donde se denuncia que un grupo de peronistas agredió a personas de la UD, y la policía de la Provincia terminó deteniendo a los agredidos.

41 Esto habría producido la reacción del Centro de Periodistas Democráticos (EL 10/02/1946) y numerosos pedidos de intervención de la justicia. Según se deduce de las propias noticias del diario, la situación no fue debidamente aclarada.

42 La noticia finaliza diciendo que a los pocos minutos, se subió al estrado armado a 50 metros del acto de la UD, el Dr. López Bustos, "empleado de la nación, quien "en manga de camisa" emitió una violenta arenga. Este mismo actor, una importante figura de la juventud peronista local de la época es denunciado por el diario como uno de los responsable del atentado en su sede de los días 22 y 27 de enero.

43 Por ejemplo la existencia de un supuesto pacto contra el candidato Mittelbach promediando febrero del 46."Dirigentes laboristas no cumplieron un pacto de honor contra Mittelbach" (EL 13/02/46), "El pacto secreto, firmado pero no cumplido por dirigentes laboristas" (EL 14/02/46)

44 "Las perspectivas comiciales permiten vaticinar un gran triunfo de la Unión Democrática" (EL 09/02/1946), "La lucha por la minoría agudiza la división de Corvalán y Mittelbach" (12/02/1946), "Cálculos, fantasías y reflexiones sobre el comicio" (19/02/1946), donde dice que la UD obtendrá en la Provincia un contundente triunfo alzándose con más de 50 mil votos.

45 Por ejemplo el día 21 de febrero titulará "Reunió mucho público anoche la proclamación del PS", "Mucho público obtuvo la proclamación de la lista del comunismo", en la misma edición publica a media página la plataforma electoral de la UCR, y una nota en la que denuncia que el estado montará su aparato electoral a favor del peronismo, pero que aún así la UD triunfará ("Nuevos cálculos electorales y otros pormenores del comicio"). "Abarca toda la provincia la campaña de la UD". "Nadie puede exigir a nadie la entrega de la libreta cívica".

46 "A los electores de Loreto se les prometió el reparto de tierras" (EL 03-03-1946), "Se despide a obreros contratados como 'carne de comité'" (EL 7-03-1946), "Cien obreros de Vialidad quedaron cesantes en Loreto" (EL 10-03-1946), entre otras.

47 EL asumirá una postura activa en defensa de los argumentos de los obrajeros en relación a las dificultades para pagar el aguinaldo, y felicitará al gobernador cuando atiende sus pedidos; sostendrá la postura de la Sociedad Agrícola Ganadera local que considera inaplicable el estatuto del Peón. Y especial atención prestará (durante los meses de junio y julio de 1946) a la cuestión de la estabilidad de los jueces que poseían su cargo desde 1943. Sostendrá la inamovilidad, y cuando hacia fines de julio el Ejecutivo decida mantener algunos y dejar en comisión a otros, criticará fuertemente y dirá que el Poder Judicial en la provincia se encuentra paralizado.

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Recibido: 22.03.13
Revisión editorial: 11.06.13
Aprobado: 05.07.13