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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.27 Santiago del Estero jun. 2016

 

PASADOS Y PRESENTES DE LA ARGENTINA: PROYECTOS Y REALIDADES

La Edad de Oro en las representaciones de ex‐obreros del frigorífico Swift de Berisso 

The Golden Age in the representations of ex workers from the Swift meat plant of Berisso 

A Idade de Ouro nas representações dos ex operários do frigorífico Swift de Berisso 

 

Eleonora Bretal*

* Licenciada en Sociología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Magister y doctoranda en Ciencias Sociales de la Universidad General Sarmiento y el Instituto de Desarrollo Económico y Social (UNGS-IDES). Becaria CONICET Tipo II, con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS). Ayudante diplomada de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Correo electrónico: eleobre@yahoo.com.ar.

 


RESUMEN 

Durante mi investigación acerca de los modos en que los ex-obreros recordaron su pasado laboral en el frigorífico Swift de Berisso y representaron la historia de los trabajadores de la carne, distinguí la construcción de la siguiente periodización nativa: la época de los ingleses, laépoca de los militares y la época del cierre de Swift. Entrevisté a treinta (30) ex obreros entre los años 2010 y 2012. En el presente texto analizo sus representaciones sobre el primero de los tres períodos. Explico quiénes eran los ingleses para los ex-obreros y muestro las valoraciones con que los recordaron. Indago los aspectos que estructuran la idealización de la época de los ingleses como Edad de Oro y exploro las grietas y contradicciones encubiertas en la nostalgia de ese pasado anhelado. Identifico cómo el pasado dorado es configurado en relación no sólo al presente (con las utopías proyectadas hacia un futuro próximo) sino también en conexión con un pasado crítico para los ex-obreros. Sostengo que la época de los ingleses forma parte de una tradición selectiva, que relega otros pasados, características y experiencias.

Palabras claves: Clase obrera; Representaciones sociales; Edad de oro

ABSTRACT

During my research about the ex workers´s modes of remembering their labour past in the Swift meat plant of Berisso and of representing the history of the meat industry workers, I distinguished the construction of the following native periodization: the english period, the military period and the closed Swift period. I interviewed thirty (30) ex workers between the years 2010 and 2013. In this text I analyze their representations about the first of the three periods. I explain who the english were to the ex workers and I show their appreciations of them. I enquire which aspects organize the idealization of the english period as a Golden Age and I explore the cracks and contradictions undercovered by the nostalgia for the desired past. I identify how the golden past is configured not only in relation to the present (with the utopias projected to a near future) but also in connection with a critical past to the ex workers. I hold the idea that the english period is part of a selective tradition, which set aside another pasts, characteristics and experiencies.

Keywords: Working class; Social representations; Golden age

RESUMO

Durante minha pesquisa sobre às maneiras em que os ex operários lembraram seu passado de trabalho no frigorífico Swift de Berisso e representaram a história dos trabalhadores da carne, distingui a construção da seguinte periodização nativa: a época dos ingleses, a época dos militares y a época do fechamento de Swift. Entrevistei a trinta (30) ex operários entre os anos 2010 e 2013. Em esse texto analizo suas representações com respeito à o primeiro dos três períodos. Explico quem eram os ingleses para os ex operários e apresento as valorações com as quais os lembraram. Indago os aspectos que estruturam a idealização da época dos ingleses como Idade de Ouro e exploro as fendas e contradições encobertas pela nostalgia do passado desejado. Identifico cómo o passaso dourado é configurado não só em relação ao presente (com as utopías projetadas para um futuro próximo) mas também en conecão com um passado crítico para os ex operários. Considero que a época dos ingleses faz parte de uma tradição seletiva, que relega outros passados, características e experiências.

Palavras-chave: Classe operária; Representações sociais; Idade de ouro

Licencia Creative Common: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/legalcode


 

SUMARIO
Introducción. Los trabajadores. Los patrones. Antes y a partir de Perón. A modo de reflexión: el punto de inicio de una tradición selectiva. Bibliografía.

*****

"En la medida que se mantenían los
recuerdos de su "época dorada" tenían […]
una sensación de posición social perdida"

(Thompson, 1989: 323)

Los frigoríficos eran ingleses […]
nos dieron vida […],
le dieron vida al país.
José1

Introducción

El pasado principalmente obrero de la ciudad de Berisso estuvo marcado por la expansió inicial de un saladero, los posteriores frigoríficos Swift y Armour, y las demás fábricas de la zona –también ubicadas en la ciudad vecina, Ensenada-.2 Estos dos frigoríficos son los que cobraron especial significación en la historia y las memorias locales: miles de familias berissenses estuvieron ligadas al trabajo de la carne en ellos y sus experiencias -laborales, personales, políticas, gremiales- han sido reapropiadas por los habitantes en la articulación identitaria de un pasado común (James, 2004; Lobato, 2004).3
Swift se expandió por el territorio nacional y diversificó sus actividades productivas. Desde 1951 hasta al menos 1971, la empresa Swift fue la primera exportadora de carne cocida congelada en el país. A fines de la década del treinta y principios de los sesenta, las plantas Swift y Armour de Berisso llegaron a albergar entre 10.000 y 15.000 obreros en conjunto. El personal ocupado en ellos para 1914 rondaba los 3.500 y, en 1947, los 11.500. Los trabajadores contratados recibían una renovación sucesiva de su contrato cada tres meses hasta ser, después de años en esa precaria situación, efectivizados o despedidos. Las condiciones de inestabilidad no sólo atravesaban a los obreros contratados sino también a los fijos, la cantidad de unos y otros era fluctuante, ya que las empresas frigoríficas contrataban o echaban a los trabajadores según el volumen de producción demandado.
A partir de fines de la década de 1950, la exportación de productos de la industria de la carne en Argentina comenzó a perder importancia en el mercado mundial (Bruxedas, 1983). Los frigoríficos Swift y Armour, y sus obreros, sufrieron el impacto negativo de la reestructuración económica durante la segunda etapa de sustitución de importaciones donde se relegó a las ramas tradicionales de consumo masivo (Azpiazu, Basualdo y Khavisse, 2004). Hacia 1968 Swift conformaba la sociedad Deltec Internacional Limited, cuyas maniobras empresariales provocaron tanto el cierre de Armour en 1969 como el vaciamiento de los frigoríficos Swift en Argentina – ubicados en Berisso y Rosario- en beneficio de otros negocios de Deltec. La planta de Berisso luego fue administrada por el Estado hasta su privatización en 1977. Tras la reducción de su capacidad productiva, cerró de modo definitivo en febrero de 1983.
Este trabajo se enmarca en mi tesis de maestría, para la cual entrevisté a treinta (30) ex-obreros de la carne (Bretal, 2014).4 Los entrevistados ingresaron a Swift entre las décadas de 1940 y 1970. De ellos, 19 obreros (3 mujeres y 16 varones) trabajaron en el frigorífico durante la década de 1970, y algunos también por unos años más de la década siguiente. Los otros 11 trabajadores desempeñaron sus tareas en la planta antes de 1970. La selección de los entrevistados se basó, en parte, en la accesibilidad que proveyó la técnica de "bola de nieve" iniciada en distintos espacios de sociabilidad. Por otra parte, se eligió a los entrevistados con la finalidad de abarcar a diferentes ex-obreros, con distintas experiencias frente al declive fabril como a la violencia política y estatal, y con diferentes orientaciones e identificaciones político-ideológicas (entre ellas, peronistas, de izquierda, radicales y antiperonistas).5
Desde el punto de vista de gran parte de los entrevistados, el significado del declive fabril sólo puede ser entendido a partir de su opuesto, es decir, de aquel pasado más lejano que construyeron y enfatizaron como una Edad de Oro: la época de los ingleses.6 La mayoría de los ex-obreros insistieron en hablar sobre las características de esa época dorada de los obreros de la carne, y resaltaron los aspectos anhelados que se desarticularon y decayeron con el ocaso. Quienes tendieron a subrayar con mayor énfasis la época de los ingleses fueron los trabajadores que ingresaron antes de la década de 1970 al frigorífico, en los años cuarenta, cincuenta o sesenta.7 Por el contrario, tanto los más jóvenes que ingresaron a Swift durante los años setenta
–cuando la fábrica ya estaba en manos nacionales- como los militantes de izquierda de esa misma década, focalizaron su relato sobre los trabajadores y las prácticas gremiales en el pasado más reciente.8 Si bien algunos de los militantes de izquierda refirieron a la época de los ingleses, no le asignaron tanta centralidad como aquellos obreros que ingresaron antes de la década de 1970 y que no se autoidentificaron como militantes de izquierda. Cuando refiero a los ex-obreros que no eran militantes de izquierda englobo a personas que tuvieron orientaciones políticas y/o gremiales diversas: desde activistas o delegados de cualquier inclinación política (también de izquierda), hasta obreros de nula o escasa o intermitente participación en el ámbito gremial o político.9
Hay investigaciones que, desde contextos disímiles, abordaron los relatos nostálgicos sobre un pasado considerado más feliz construidos por obreros industriales y vecinos que habitan barrios ligados a una fábrica, más aún en aquellos barrios donde la actividad industrial cesó. González (2010) registró que tanto en el pueblo Liebig como en Berisso había relatos en algunas escuelas y miembros de la comunidad que reproducían una visión romántica del pasado local. La historiadora sostiene que esa visión da cuenta de "la nostalgia con la que se recuerda laépoca del pleno empleo" (González, 2010:207). También producto de un proceso de desindustrialización aunque en otro país y en la actividad minera, el estudio de Cornelia Eckert (2005) indica que los habitantes del barrio minero francés La Grand-Combe exteriorizaron el presente como una época marcada por el fin del trabajo en la mina y el pasado como "el tiempo de la mina". La antropóloga resalta que los habitantes, a través de su memoria grupal, consolidaron una temporalidad vivida de modo colectivo y que la identidad del barrio se compone de fragmentos de la discontinuidad de "ser minero". El recuerdo de un pasado nostálgico también se encuentra en barrios donde el establecimiento fabril continúa en actividad, como lo indica la tesis de Tedesco (2010), sobre las memorias de los vecinos del barrio de Santa Isabel donde está ubicada la planta Renault (en la ciudad de Córdoba). La autora identificó la construcción de -lo que denominó- "memorias nostálgicas" a través de las que era evocada de manera recurrente la "época de esplendor" del barrio y de la fábrica, cuando ésta se encontraba bajo la dirección de Industrias Kaiser Argentina.
El recurso retórico de la Edad de Oro fue utilizado en diferentes momentos históricos como un procedimiento para recortar un orden social impuesto como ideal en condiciones inherentemente inestables. Toda Edad de Oro es "el mito reiterado de un pasado más feliz" (Williams, [1973] 2001: 68) y más ordenado, contrapuesto a las perturbaciones del presente: como el imaginario de los ex-obreros de Swift sobre el trabajo constante y abundante en la fábrica cuando estaban los ingleses proyectado desde un presente que carece de fuentes laborales industriales de envergadura en Berisso. Aunque también contrapuesto a las perturbaciones de otro pasado, el del declive, y proyectado a partir de su recuerdo. Por lo tanto, este caso de análisis vislumbra que el recurso la Edad de Oro permite reiterar el mito de un pasado más armónico y radiante no sólo como contrapunto de un presente inestable sino también de un (otro) pasado infeliz: el del cierre fabril.
Los ex-obreros condensaron en su Edad de Oro aquellos aspectos sobresalientes de la historia de los obreros de la carne que no necesariamente confluyeron históricamente, pero sí fueron configurados como componentes del orden social ideal de la época de los ingleses. La operación de condensación de eventos y de sus aspectos en representaciones sintéticas de uncontinuum, como analizó Portelli (1997), es una característica de las narraciones orales. Entre los componentes de esos años de oro identifiqué, además de la figura nativa de los patrones ingleses, la idea del crisol de razas conformado fundamentalmente por los inmigrantes de diversos orígenes aunque también por los nativos migrantes, el recuerdo de un inmenso número de trabajadores en los frigoríficos y las leyes de Perón. Muchos de los obreros pertenecientes a la generación de mayor edad, resaltaron que conocieron las experiencias de los obreros de la carne durante los primeros gobiernos peronistas a través de los compañeros o parientes
pertenecientes a una generación mayor.
Desde una idealización retrospectiva los trabajadores construyeron una Edad de Oro no sólo de los trabajadores de la carne sino también de Berisso. Los ex-obreros expresaron nostalgia de la época de los ingleses al mismo tiempo que desearon un futuro próximo con esas características, en dicho sentido el recurso de la Edad de Oro opera "como contrapunto utópico del presente" (Sarlo, 2001:18). Su utopía ligada a mayores oportunidades laborales en la ciudad se inscribe en el mito fundado sobre ese pasado.
Si bien la configuración de la época de los ingleses emergió en los relatos primeramente como una representación de un pasado feliz, una vez que indagué algunas cuestiones puntuales surgieron miradas más contradictorias de los obreros respecto a ese pasado mítico, en especial con la figura de los ingleses. De esta manera, advierto que la idealización de la época dorada a partir de un "profundo deseo de estabilidad, sirvió para encubrir y rehuir [de] las contradicciones ciertas y amargas de la época [presente]" (Williams, [1973] 2001: 74), así como también para subsumir el recuerdo de la época del cierre como de aquellos momentos indeseables del pasado mistificado contribuyendo a una mirada sesgada de él que escape de las contradicciones.

Los trabajadores

Al caracterizar la Época Dorada de los obreros de la carne, los entrevistados resaltaron con entusiasmo que en ese entonces había una mezcla de culturas en Berisso. Algunos remarcaron que debido a esa razón lograron conocer, a través de sus compañeros o vecinos, costumbres totalmente distintas de las propias. Abonaron la idea de un crisol de razas constitutivo tanto de los orígenes de la ciudad como de la tradición de los obreros de la carne. Según los ex-obreros, los antiguos trabajadores que arribaron de otros países venían sin conocer la lengua y se encontraron con una gran oportunidad de trabajo en los frigoríficos donde, además, no eran requeridas capacidades específicas para ingresar. Emilio señaló que:10 respecto a los frigoríficos, […] esa fue una época de gloria. Todo el mundo trabajó. […] Hay mucha gente que venía con una mano atrás y otra adelante, que no sabía hablar. La extensa cantidad de trabajadores inmigrantes que había en los frigoríficos fue indicada por muchos ex-obreros, en palabras de Tomás:11 gracias a los dos frigoríficos, Berisso creció, porque la mayoría de la gente que trabajaba por lo general eran extranjeros. En esta frase queda subrayada una idea recurrente en los distintos relatos, aquella que centra el motivo del crecimiento de Berisso en los frigoríficos inanimados y silencia el esfuerzo de los obreros en el desarrollo de la ciudad, dejándolo así relegado a un segundo plano. Es decir, invisibiliza la imprescindibilidad del trabajo de los obreros de la carne. Este modo de presentar el motor de crecimiento local, refuerza una perspectiva que concibe a los frigoríficos y a los ingleses como dadores de vida y oportunidades para los trabajadores extranjeros que arribaron despojados de todo. Así, por un lado quedan subsumidas las prácticas de los obreros tanto en la conformación de la ciudad como en el efectivo funcionamiento de los frigoríficos.
Una invisibilización similar fue vislumbrada por Leite Lopes ([1976] 2011) con los obreros azucareros profesionistas en Brasil, ellos consideraban a la maquinaria y la materia prima como productores fetiches a través de la personificación de los fierros, y casi no mencionaban su propia participación (la de los obreros) en el proceso de producción. Por lo tanto, no reconocían su lugar clave como productores por excelencia.
Por otro lado, la consideración de los frigoríficos y los patrones ingleses como motores del crecimiento local, en la cual se basa el agradecimiento de los trabajadores hacia ellos, muestra el reconocimiento que tienen de la primacía del capital. Aunque, a su vez, de un modo que desdibuja la finalidad instrumental (y ganancial) de la patronal de haberse instalado en ese lugar y empleado a muchos obreros.
Efectivamente, desde sus inicios Swift y Armour emplearon trabajadores provenientes tanto de distintas provincias argentinas como del exterior, principalmente de países europeos.12 Los inmigrantes ultramarinos predominaron en Berisso durante las dos primeras décadas del siglo XX conformando casi el 60% de la población local en 1914. Esta proporción se revirtió décadas después, ya que hacia 1947 el 70% de los habitantes había nacido en Argentina. Los migrantes internos acrecentaron su arribo a Berisso en los años treinta, continuando estas migraciones durante las décadas siguientes. Algunos obreros resaltaron la significativa presencia de ellos.
La relación entre inmigrantes, migrantes internos y el trabajo en la fábrica fue reiterada en la narración de los ex-obreros sobre la historia de los trabajadores de la carne (y de Berisso), especialmente al construir aquel pasado de abundantes fuentes laborales. Contaron los ex- obreros que los trabajadores que arribaron a Berisso buscaban posibilidades tanto para trabajar como para constituir su hogar. En la consecución de ambos objetivos, indicaron la importancia de los frigoríficos en la vida berissense. Manifestaron un profundo agradecimiento a los frigoríficos por su existencia como posibilitadores de casa, trabajo, una variedad de comercios, lugares de encuentro entre paisanos y entre personas de distintas etnias y nacionalidades.
Los trabajadores subrayaron que de los frigoríficos dependía la construcción de las viviendas, el sostenimiento de los hogares y la existencia de negocios que abastecían a los obreros. En este sentido, Aurelia exclamó:13 ¡Berisso, era una alegría! Porque Berisso te daba crédito […] porque sabía que cuando cobrábamos íbamos y pagábamos, cada 15 días, era una fiesta todo Berisso. La gente compraba. Según Vicente, la calle Nueva York –donde se localizaban varios de esos comercios- era asimismo llamada la Florida proletaria.14 Los obreros destacaron que cuando han contemplado esta calle, les ha apenado verla vacía y advertir el contraste con el movimiento fluido y constante que había antaño. Este contraste indica el notable significado de la Edad de Oro y la agria situación vivida en el presente desde el cierre fabril.

Los patrones

La Edad de Oro, articulada por la figura central de los ingleses, apareció como el contrapunto del decaimiento. ¿Quiénes eran los ingleses? ¿Cómo aludieron los ex-obreros a ellos? Desde que se instaló el frigorífico y durante las primeras décadas, el idioma inglés se escuchaba con frecuencia en Swift y sus alrededores: lo hablaban varios gerentes y jefes al igual que muchos marinos.15 Los obreros de Berisso asociaron el idioma inglés a los primeros pasos de la industria de la carne, años de gran crecimiento para la empresa y de aumento del conglomerado de trabajadores. Asimismo, la lengua inglesa indicaba quiénes tenían el poder de mando, los gerentes y jefes, y quiénes pagaban con moneda extranjera en las fondas y demás comercios portuarios de la calle Nueva York. Por lo tanto, para una pluralidad de varones y mujeres que trabajaban en la fábrica y que eran nativos o provenían de diversas partes de Medio Oriente o Europa (unos pocos o ninguno de ellos era anglosajón), la lengua inglesa simbolizaba el dominio económico y de jerarquía laboral en manos de varones de la cultura anglosajona.
A partir de la idea de los dueños y gerentes ingleses, las representaciones refirieron no sólo a su lengua sino también a su nacionalidad inglesa. Esta última caracterización no tiene soporte histórico-documental ya que los capitales eran de procedencia sudafricana y norteamericana. Sin embargo, la suposición de esta nacionalidad inglesa forma parte de las representaciones sociales sobre los ingleses recreada por los obreros. En este sentido, aspectos de la cultura anglosajona son sintetizados en la figura de los patrones ingleses de nacionalidad británica.
Cabe destacar que en el discurso peronista clásico era usual la apelación a Gran Bretaña aunque no en el sentido referido por los trabajadores sino como representación candente del imperialismo. Lo que llama la atención es que contrariamente a lo que puede esperarse de una población obrera que ha estado fuertemente signada por el discurso peronista clásico, de tinte antiimperialista, la referencia a los ingleses como patronal denota añoranza, nostalgia, idealización y admiración. El componente de armonía entre el capital y el trabajo, resaltado por la ideología peronista, adquiere en las representaciones sobre la figura de los ingleses más fuerza que la del antiimperialismo.
Aunque la figura de los ingleses fue también indicada para aludir a los jefes fabriles, estuvo principalmente referida a los patrones. A través de esa figura dotaron de una personificación al capital extranjero dueño de los frigoríficos. En vez de aparecer como un capital abstracto e impersonalizado, o como un entramado de decisiones y acciones de propietarios anónimos y emotivamente lejanos, la idea de los patrones ingleses da un efecto de proximidad y personificación. Este efecto estructura el mito de la Edad de Oro. Los ingleses fueron referidos como personas concretas conocidas por todo Berisso, una figura personificada que cobró distintos sentidos según los acontecimientos recordados.
A su vez, los ingleses fueron representados como personas inalcanzables e inmutables y en parte deshistorizadas en el sentido que, mientras cambiaron continuamente tanto los frigoríficos como los trabajadores y la ciudad de Berisso, las modificaciones en la vida de los patrones ingleses apenas fueron referidas, de modo principal al momento que instalaron las fábricas y cuando se fueron -muchas décadas después. Es sugerente esta personificación ahistorizada de los ingleses, como si aquellos que instalaron los frigoríficos hubieran sido los mismos que dejaron de administrarlos unos 70 u 80 años más tarde, sin haber envejecido.
La figura nativa de los ingleses está ligada a la nostalgia de los años dorados del frigorífico.16 Como tantos otros obreros, Aurelia indicó su agradecimiento hacia los ingleses por la instalación de los frigoríficos:

Yo siempre digo, gracias a los ingleses, la Argentina era rica, Berisso. Una vez que cerraron la fábrica, se vi-no a-ba-jo todo. Los negocios. La moral de la gente también. La gente tuvo que dispersarse, buscarse otra manera de trabajar

Este fragmento de relato permite observar el contraste subrayado por los trabajadores entre la abundancia que había con los ingleses y la decadencia que provocó el cierre de la fábrica. Mostraron la importancia de la actividad del frigorífico para la ciudad de Berisso, aunque también para la riqueza del país. La idea general de los ex-obreros es que con los ingleses no sólo florecía Berisso sino también el resto de la Argentina. Sin embargo, las graves consecuencias del cierre fabril fueron recordadas sólo para el ámbito local. Los ingleses irradiaban a todo el país su supuesta benevolencia pero las consecuencias de su acto dañino se restringieron a Berisso. Enfatizaron que el cese fabril implicó un profundo cambio tanto en la motivación del conjunto de los trabajadores como en las relaciones de ellos entre sí, provocó el alejamiento entre los obreros que compartían un espacio común y una cotidianidad. Debieron cambiar su rutina laboral y con ello su vida hacia un horizonte incierto. Por eso, decayó el estado anímico tanto de los obreros de la carne como de los propietarios y trabajadores de los comercios locales.
Las referencias a cuando estaban los ingleses o cuando no estaban los ingleses aparecieron como parámetros clasificatorios para periodizar la historia de los obreros de la carne. Emplearon esa clasificación para diferenciar si ellos u otros obreros habían o no trabajado en la época de los ingleses. En este sentido, los trabajadores otorgaron importancia a indicar si ellos llegaron o no a conocer o formar parte de la excelencia productiva y el progreso de Berisso. De hecho, durante la búsqueda de entrevistados en mi trabajo de campo, varios ex-obreros y otros habitantes de Berisso de modo frecuente insistieron para que fuera a conversar con aquellos obreros que habían trabajado más atrás en el tiempo. Y cuanto más lejano fuese ese tiempo resultaba mejor, porque podría dar cuenta de los años de grandeza del frigorífico y de un Berisso floreciente: anhelado y dichoso de ser transmitido.
El buen funcionamiento de la fábrica cuando estaba en manos de los ingleses fue constantemente remarcado, con admiración, por los ex-obreros. Ellos elogiaron varios aspectos que identificaron como característicos de esa administración: la calidad de excelencia de los productos, la amplia diversificación productiva, la eficiencia tanto en el aprovechamiento de los cuerpos animales como en la solución de problemas, la enorme capacidad de producción y en ritmo constante, y el caudal de trabajadores que contrataban.
La diversificación productiva en los frigoríficos durante la Edad de Oro es una de las características remarcadas con fascinación. Fabricaban y realizaban todo tipo de productos y servicios para su autoabastecimiento.17 En concordancia con ello, una idea subrayada por muchos obreros es que, en palabras de Tomás, lo único que se desperdiciaba era cuando la vaca decía "mu" […] se industrializaba todo, se hacía ropa para la gente, se hacía calzado, jabones, grasas. Así, articularon la admiración por la diversificación con la eficiencia en el aprovechamiento de los cuerpos animales.
La persistente admiración de los obreros por las destacadas cualidades en la producción y administración de la fábrica, ya sea durante el tiempo presente o pasado, denota una expresión de orgullo por haber trabajado en una industria que era en ese momento o había sido (anteriormente) tan eficiente y con productos de excelente calidad. Los ingleses simbolizan unaÉpoca de Oro no sólo de los frigoríficos sino también de los obreros de la carne de Berisso, incluso para quienes no trabajaron en aquel momento en la fábrica. Los obreros de distintas generaciones mostraron orgullo por haber realizado actividades laborales en esa fábrica colosal que tuvo reconocimiento internacional por su excelencia productiva. Así, quienes trabajaron para los ingleses adquirieron entre los ex–obreros cierto prestigio por la época floreciente que conocieron y vivieron. Y esta distinción se traduce asimismo, para los trabajadores en una tradición prestigiosa tanto de Swift como de los obreros de la carne.
Tomás defendió a los ingleses ante quienes han resaltado aspectos negativos de ellos y expresó con satisfacción que para Navidad y Año Nuevo en la fábrica vendían cortes de carne a precios más accesibles y entregaban nieve a las familias para enfriar la bebida.18 El recuerdo cercano de una Navidad con nieve brindada por la empresa fue aludido con alegría por Tomás y por ello agradece la amable actitud de los ingleses. De su infancia, cuando sus padres trabajaban en el frigorífico, rememoró que los hijos de los obreros iban a jugar al aire libre con hamacas y toboganes en el Saladero y recibían juguetes por parte de la empresa para Navidad. Debido a estas políticas paternalistas de la empresa, señaló que entonces los ingleses tan malos no eran y criticó las valoraciones negativas que otros le han adjudicado. Varios obreros indicaron las actitudes paternalistas de la patronal como bondades de su proceder. En un sentido similar, algunos ex-obreros aludieron a los ingleses como si fueran padres que, en palabras de José, nos dieron vida también a nosotros y le dieron vida al país. Así, refirieron a ellos como los generosos dadores de riqueza y vida a la ciudad, proyectadas al ámbito nacional.
La época de los ingleses abarca un extenso período desde los inicios del frigorífico hasta el momento en que ellos se fueron, para algunos obreros este último evento ocurrió a inicios de la
década de 1970 cuando pasó a estar en manos nacionales y para otros cuando cerró, en 1983. Varios ex-obreros repudiaron el hecho de que los ingleses hayan abandonado la fábrica. En efecto, es una de las críticas negativas centrales que los entrevistados dirigieron hacia ellos. La otra crítica está vinculada a cómo juegan las referencias al peronismo dentro de la Edad de Oro.
Como indiqué, el pasado dorado está estampado de una apreciación general de admiración hacia los dueños de Swift. Sin embargo, cuando aludieron a los derechos laborales logrados en los primeros gobiernos peronistas indicaron que éstos limitaron el poder patronal. Es decir que el peronismo apareció como parteaguas tanto respecto de la organización sindical y las condiciones laborales (se aborda a continuación en este artículo) como respecto de la patronal: los ingleses eran malos antes del peronismo y, a partir de él, queda la suposición implícita de que dejaron de serlo debido a los límites impuestos por la organización sindical. Por lo tanto, la injerencia del movimiento peronista y de las conquistas logradas por los obreros se plasmaron en las referencias hacia los ingleses según se los situara cronológicamente antes o después de Perón.
De la época antes de Perón, Ernestina señaló -al igual que otros trabajadores- que cuando mandaban, dicen que era una cosa muy rígida […] ¡cómo mandoneaban a la gente!. En cambio, cuando Ernestina contrapuso (como varios ex-obreros) la producción de los ingleses con la mala administración de la patronal nacional de la fábrica (hacia la década de 1970), resaltó de modo elogioso el orden y la eficiencia que imponían los primeros.19 De este modo, a pesar de que el orden inglés rígido de los años previos al peronismo fue valorado de manera negativa, toda la época de los ingleses fue apreciada de modo positivo, más aún en contraste con la patronal nacional.
La oposición valorativa entre la patronal inglesa y la nacional fue asimismo señalada en relación a los empleados jerárquicos. Alberto, explicó que los ingleses no eran tan jodidos, acá, por lo menos los que yo conocí. Me pareció a mí […] que cuando nombraban a un argentino, por ejemplo capataz, era jodido. El tipo seguramente que era bastante embromado. De este modo, Alberto caricaturizó a los jefes argentinos para indicar que los ingleses no respondían a esa caracterización. Con esta comparación queda resaltada una idea recurrente: que los ingleses sabían ser jefes.20
Aunque las representaciones sobre los ingleses tendieron a su idealización, cuando los obreros tuvieron en cuenta el punto de inflexión señalado por el peronismo, la distinción habilitó la imagen de los ingleses severos. En este sentido, quedó implícito en los relatos que el peronismo suavizó la rigidez de los ingleses, ya que cambiaron el énfasis: de los ingleses antes del peronismo resaltaron su autoritarismo y, de los posteriores, su destacada administración productiva (en especial la eficiencia) sin mencionar rasgos de severidad desmedida. Así, las críticas negativas de los ex-obreros hacia los ingleses en relación al abandono que realizaron de la fábrica y al control rígido que ejercían antes del peronismo, plantearon matices a la admiración de los trabajadores hacia los ingleses y traslucieron miradas más contradictorias hacia ellos.

Antes y a partir de Perón

Sobre la historia de la conflictividad obrera en los frigoríficos, los ex-obreros señalaron a las conquistas con el peronismo como un elemento configurador de la época dorada. Es interesante cómo hasta los mismos obreros que se mostraron reticentes a las prácticas gremiales en sus años de fábrica, resaltaron con un sobresaliente reconocimiento y admiración el legado gremial de los primeros gobiernos peronistas, inclusive quienes no se identificaron como peronistas. Estos trabajadores pertenecen a las generaciones siguientes de quienes vivieron y/o protagonizaron el peronismo y sus dos primeros gobiernos. Quienes pertenecen a la generación mayor y no eran militantes de izquierda subrayaron las conquistas del peronismo como el inicio de la organización y la lucha gremial.21 En el mismo sentido, Mirta Lobato (2004) señaló que uno de los silencios que percibió durante su investigación fue aquel que ocultaba los liderazgos, las luchas y prácticas anteriores al peronismo, y asimismo fortalecía la creación de una nueva tradición construida alrededor de la ideología peronista y la idea de una comunidad armónica.22
Muchos ex-obreros, principalmente –aunque no exclusivamente- aquellos de orientación peronista, subrayaron la gran cantidad de conquistas sindicales logradas con el gobierno peronista dirigidas a mejorar las condiciones laborales. Al igual que otros trabajadores no autoidentificados como peronistas, Ernestina resaltó que a partir del gobierno de Perón los obreros se sindicalizaron y obtuvieron las categorizaciones de sus tareas laborales. También indicaron cómo el avance de derechos para los trabajadores fue mirado con malos ojos por las patronales; en palabras de Emilio: a muchos por ahí no les gustaba [...] que el obrero esté tan bien. Al obrero ¡si le podían sacar la sangre, se la sacaban!
En los relatos, las leyes de Perón marcan una ruptura significativa en la organización y las conquistas gremiales. El ex-delegado José señaló con vehemencia -como varios obreros- el cambio que hubo en el país con las leyes de Perón y las viviendas obreras. Varios trabajadores indicaron el relevante protagonismo de Cipriano Reyes en esos logros y nombraron al socialista Alfredo Palacios en tanto pensador y creador de las posteriores leyes de Perón.23
De manera reiterada, aparecieron en los relatos estas dos afirmaciones: que los logros gremiales surgieron de la mano de Perón y que los sindicatos fueron creación de él. En este sentido, el legado gremial comunista no estuvo presente en sus relatos sobre el accionar gremial de los obreros de la carne.24 Por otra parte, en las apreciaciones de los ex-obreros sobre el peronismo y las conquistas gremiales, identifico que muchas veces no fue indicada la dimensión de su constitución "desde abajo", es decir la fuerza política y lucha sindical de los trabajadores, de las bases; sólo apareció en algunas oportunidades aunque en un segundo plano, subsumida en relación al liderazgo de Perón. En pocos relatos surgió de manera notable el protagonismo local de Cipriano Reyes, sin embargo, no fue presentado en articulación con la lucha de las bases obreras. Esta interpretación sobre el peronismo que subsume la relevancia de la lucha "desde abajo" es la predominante en la construcción que realizaron de la época dorada: de legitimidad hacia aquellas conquistas gremiales adquiridas de modo primordial por el accionar de Perón, y para algunos también por la lucha de Reyes. En efecto, señalaron que Perón trajo los sindicatos y concretó las leyes diseñadas por Palacios, convertidas en las leyes de Perón. Estas
valoraciones denotan una connotación aún más paradójica si consideramos que los obreros de la carne de Berisso son reconocidos en la historia política nacional como partícipes concretos en la constitución del movimiento peronista y de las jornadas del 17 de octubre.25
Aludieron a la cristalización de las conquistas gremiales en la época dorada a partir del peronismo y no manifestaron quiebres o discontinuidades en ellas hasta el declive, como si las condiciones doradas abonadas por el peronismo se hubieran mantenido intactas hasta al menos el cierre de Armour (1969) y no hubiera habido más acciones sindicales significativas que esas.26 Sólo la huelga de 1962 fue recordada por algunos y de manera positiva como símbolo de la combatividad aunque también del despido masivo, como aspectos constitutivos de la historia de los obreros de la carne.27
Varios trabajadores expusieron un antes y un después en las mejoras de las condiciones laborales donde el punto de inflexión es el gobierno peronista. Este tiempo dicotomizado es construido a partir de sus propias vivencias y de las apreciaciones transmitidas por los obreros de generaciones anteriores. En el mismo sentido, Lobato (2004) remarca que en los relatos obreros había un énfasis en la "desprotección" en torno a las condiciones laborales previas al peronismo. Todos los entrevistados asociaron los años previos al primer gobierno peronista con un régimen laboral severo. Las historias transmitidas por quienes trabajaron e iban a buscar trabajo al frigorífico en los años anteriores al peronismo son significadas por José, al igual que por varios otros, como constituyentes de un sistema salvaje, de maltrato y por parte de la patronal y los empleados jerárquicos.
Para Alberto, al igual que para los demás obreros, antes de Perón no había nada y después de los primeros gobiernos peronistas ya estaba todo más o menos armado. Las versiones de los entrevistados sobre los derechos conseguidos con Perón no sólo silencian el legado de conflictividad y organización sindical previo (como las huelgas de 1915 y 1917) o vinculado a otras orientaciones políticas contemporáneas al peronismo (como el laborismo y el comunismo), sino que además tienden a silenciar o subsumir –según los ex-obreros- la acción de lucha de los propios obreros de la carne y la puja particular del Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne de Berisso (SACB) en la consecución de tales conquistas (a excepción del liderazgo de Reyes en algunos casos). El énfasis lo colocaron en las leyes de Perón y los sindicatos que él trajo.
Sólo unos pocos trabajadores subrayaron cierto aspecto del accionar gremial "desde abajo", como Alberto que al resaltar el protagonismo de Reyes aludió a una huelga de los obreros y afirmó que acá se luchó toda la vida por un bienestar. En cambio, la mayor parte de los ex- obreros que describieron las condiciones laborales desde el eje "antes y después" de Perón subsumieron de modo notable o silenciaron –según los casos- las luchas "desde abajo" de los obreros de la carne.
Una vez que algunos de los obreros centraron el relato en las condiciones laborales vividas por ellos mismos (a partir de mediados de la década de 1950), aparecieron las referencias a las luchas "desde abajo". Beatriz y Rosa alabaron con gratitud a uno de sus delegados que – recuerdan- persistió de modo tenaz en el combate por mejoras en las condiciones de producción, otorgaron gran valor a cada uno de esos cambios por más pequeño que fuera.28
Cabe destacar que las trayectorias de Alberto, Beatriz y Rosa comparten el activismo gremial y la identificación política peronista.
A partir de la narración de las experiencias personales ligadas a las condiciones laborales, emergió el entramado local de relaciones tanto de los obreros entre sí como de ellos con los delegados sindicales y los dirigentes gremiales, o de todos ellos en su conjunto enfrentados a la patronal. Cuando aludieron a estos vínculos evidenciaron la relación entre las condiciones insalubres de trabajo y la conflictividad laboral, además de cómo varios obreros consideraban que la manera más adecuada de manifestarse e intentar generar cambios era con sus acciones sindicales. Mientras que la lucha "desde abajo" de los obreros de la carne en la consecución de las destacadas leyes de Perón fue subsumida o no formó parte de los relatos, cuando ciertos ex-obreros vincularon sus biografías con las conquistas obtenidas durante sus años laborales sí refirieron a las relaciones sociales locales ligadas a la pelea "desde abajo" y a su propia participación en ella. Estos trabajadores son aquellos que, en algún momento de sus historias de vida, han subrayado su participación como activistas gremiales.

A modo de reflexión: el punto de inicio de una tradición selectiva

La Edad de Oro es un componente fundamental de la tradición selectiva local de los obreros de la carne, configurada especialmente y con notable énfasis por aquellos ex-obreros que ingresaron a Swift antes de la década de 1970 y no fueron militantes de izquierda. Toda tradición implica una selectividad, basada en la elección y rechazo de ciertos significados y prácticas, donde algunos son enfatizados y otros excluidos o soslayados. Una tradición selectiva es, siguiendo a Raymond Williams, "una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo en el proceso de definición e identificación cultural y social" (2009 [1977]:159). En los procesos donde ciertas prácticas disputan su hegemonía, es decisivo que la cosmovisión particular de ellas sea adecuada a la tradición selectiva y ésta sea presentada como la tradición única o fundamental, es decir como "el pasado significativo" (Williams, [1977] 2009:159).
La época de los ingleses y sus elementos constitutivos, forman parte de la tradición selectiva local de los obreros de la carne: la legitimación de los ingleses como patrones ideales (principalmente debido a la abundancia de trabajo que brindaban, su administración eficiente y su producción de excelencia); los obreros migrantes e inmigrantes y la mezcla cultural resultante; la relevancia del peronismo en la formación de los sindicatos y en la consecución de conquistas gremiales interpretadas fundamentalmente como adquisiciones "desde arriba". Estas dimensiones y las valoraciones sobre ellas, operaron en las identificaciones culturales y sociales de los trabajadores de la carne y forman parte del legado que desearon recordar y transmitir. Varios de los recuerdos evocados presentan una dimensión similar en las construcciones acerca de los ingleses y de Perón: la perspectiva "desde arriba" que considera a los patrones como dadores de oportunidades laborales y de vida, y a Perón como garante de derechos y organización, sesgando o invisibilizando el lugar clave de los propios trabajadores en el proceso productivo y en el accionar gremial "desde abajo".
Los obreros ubicaron muchos de los elementos de esta tradición selectiva de manera prolongada durante buena parte de la historia de los obreros de la carne. Representaron los componentes de la época de los ingleses asignándoles una continuidad hasta el momento del declive. Es de esta manera que la tradición ofrece en su práctica - siguiendo a Williams - un sentido de predispuesta continuidad. Si bien fue principalmente durante las primeras décadas que muchos de los trabajadores inmigrantes y migrantes estructuraron la vida en los frigoríficos -y en torno a ellos-, la importancia de esa característica para los ex-obreros (algunos inmigrantes o hijos de ellos y otros provenientes de alguna provincia argentina) es tal que generó en las representaciones un efecto expansivo de ese rasgo a todo el período de la época de los ingleses. A su vez, los trabajadores aludieron a una persistencia de las leyes de Perón durante la época de
gloria, sin referir a cambios en las conquistas gremiales posteriores a los gobiernos peronistas.
En tanto que la noción de tradición selectiva es planteada como un campo de disputa por la hegemonía cultural, en términos conceptuales permite captar "la dinámica del conflicto en el interior de la continuidad de una cultura" (Sarlo, 2001:18). La idea de que los ingleses siempre brindaron empleo y tuvieron éxitos en su administración productiva, es una operación de continuidad que abona la idealización de los ingleses y oblitera o restringe la mirada hacia ciertos hechos como los despidos masivos que impulsaron en distintos momentos históricos o el cierre de Armour.
Con el mito de los ingleses y la representación histórico-temporal de la época de los ingleses, los obreros generaron dos operaciones vinculadas entre sí: la homogeneización de ese período de administración multinacional como una constante Edad de Oro y la subsunción de los acontecimientos críticos en ese tramo de la historia de los obreros de Swift. Al caracterizar la época de los ingleses, los ex-obreros condensaron los elementos más anhelados para ellos, de diferentes momentos históricos, como si hubieran tenido continuidad durante todas las décadas que tomaron el mando los patrones ingleses. Asimismo, en tanto que el período previo al hito de la partida de los ingleses fue interpretado como glorioso en su totalidad, las experiencias de aquellos años que fueron críticas para los obreros de Swift quedaron subsumidas y/o invisibilizadas a la sombra de esa representación idílica.
La disputa por la hegemonía cultural en esta tradición está atravesada por el conflicto entre el capital y el trabajo. Esta tradición revela algunos aspectos en los que se manifiesta un predominio de valoraciones acordes a los intereses del capital: el reconocimiento de la primacía del capital subsumiendo la importancia de la actividad de los trabajadores, la subestimación del accionar sindical y político "desde abajo" en la consecución de ciertas conquistas, la idealización de la patronal y el efecto de invisibilizar y/o mostrar con menor relevancia a determinados hechos que ella concretó en desmedro de los obreros. Estos aspectos dan cuenta de las contradicciones inherentes a la clase obrera en la conformación de su universo simbólico y en la construcción de los sentidos sobre su pasado.
Casi treinta años después del cierre, el mito de los ingleses fue resignificado. Su potencialidad como "mito-praxis" descansa en que su construcción simbólica mítica adquirió un sentido particular de anhelo y añoranza en el contexto del frigorífico cerrado.29 Los ingleses representan la sociedad de pleno empleo que los ex-obreros tuvieron y anhelan para algunos de sus hijos y nietos, un tesoro muy valorado tras el cierre fabril. Así, el mito de los ingleses contribuye a idealizar el trabajo asalariado y la necesidad del capital para que haya trabajo, riqueza, abundancia, felicidad.

Notas

1 José nació en Tucumán e inició sus actividades laborales en el ámbito rural, en las cosechas de uva de las provincias de Mendoza y San Juan. A inicios de la década de 1950 arribó a Berisso y trabajó dos años en el Astillero río Santiago. A comienzos de los años sesenta, ingresó a Swift y Armour, realizaba doble jornada; trabajó en la Playa de capón, cerdo y novillo. Su orientación política desde aquellos años ha sido el peronismo.

2 Berisso se localiza en la provincia de Buenos Aires, a pocos kilómetros de la capital provincial, La Plata. Originariamente, Berisso era un barrio de trabajadores de esta ciudad, frente a la cual logró su autonomía en 1956.

3 La industria frigorífica en Berisso se inició en 1904, la primera planta era propiedad de la sociedad The La Plata Cold Storage Company cuyas dos terceras partes pertenecían a capitales sudafricanos. Luego, la reconocida empresa norteamericana Swift compró tres cuartas partes de las acciones. En 1911 se fundó otro frigorífico en Berisso, también de capitales norteamericanos: la Sociedad Anónima Frigorífico Armour de La Plata. Hasta 1913 la exportación de los dos frigoríficos se orientó casi de manera exclusiva hacia Inglaterra. Pero un año después se extendió por todo Europa y Estados Unidos manteniendo Inglaterra su posición de mayor consumidor aunque con una gran reducción en la cantidad total de productos. Sobre la historia y características de los frigoríficos Swift y Armour, véase Sanucci ([1972] 1983) y Lobato (2004).

4 A partir de aquí, los ex-obreros entrevistados serán también designados como trabajadores u obreros. Las entrevistas fueron realizadas por la autora entre los años 2010 y 2012.

5 Para el análisis de las entrevistas efectué distintos usos, tales como: la reconstrucción de sus trayectorias de vida, la identificación de los temas de las entrevistas, la indagación de determinadas anécdotas, la exploración de los distintos modos de narrar la historia de los obreros de Swift, las delimitaciones para las distinciones entre "nosotros" y "otros", el análisis de sus interpretaciones, valoraciones, categorías y clasificaciones sociales vinculadas a los objetivos de mi tesis.

6 A continuación, aquellas palabras del texto en cursiva refieren a las palabras textuales de los ex-obreros o a palabras en otro idioma.

7 Aproximadamente, aquellos entrevistados mayores de 65 años.

8 Distingo como militantes de izquierda a los ex-obreros que indicaron haber pertenecido a una organización de izquierda incluyendo a los grupos peronistas que tenían esa orientación.

9 Los activistas son aquellos que realizan prácticas políticas y/o gremiales, se diferencian de los militantes por el hecho de que no están, como éstos, integrados a una organización política para la cual participen activamente.

10 Emilio trabajó en el frigorífico Armour hasta que lo echaron y luego, a mediados de la década de 1960, comenzó a trabajar en la sección de Mecánica ("Mantenimiento") de Swift hasta que solicitó el retiro voluntario hacia 1979. En Armour conoció a Aurelia, su mujer. Se identificó políticamente como peronista, al igual que sus padres. Su madre trabajó en el frigorífico y, durante los primeros gobiernos peronistas, adquirió con el plan de viviendas "Evita" la casa donde él y su mujer viven hoy en día.

11 Tomás ingresó en la fábrica a principios de la década del ´50, donde trabajó en la sección de Fábrica de envases de lata ("Tachería") y aprendió las tareas de fresador. Durante algunos años Tomás no trabajó en el frigorífico y retornó a Swift hacia el año 1968 o 1969, donde se quedó hasta sufrir un infarto –en 1977 o 1978- y finalmente jubilarse por incapacidad. Tomás señaló que cuando trabajaba en el frigorífico no se metía en política ni con la política de los demás, subrayó que no ha tenido una identificación política e ideológica definida. De esta manera, se ha presentado más bien como apolítico.

12 Durante las tres primeras décadas del siglo XX, los trabajadores de los frigoríficos en Berisso fueron en su mayoría inmigrantes (Lobato, 2004).

13 A inicios de la década de 1960, Aurelia ingresó al frigorífico Armour a sus aproximados 18 años de edad. Allí conoció a su marido, Emilio. En los frigoríficos también trabajaron su padre, su cuñado y sus hermanas. Posteriormente trabajó en Swift, donde se desempeñó en el área de Control de Calidad de la sección "Tachería". Cuando estuvo embarazada continuó sus tareas hasta el octavo mes, y una vez que nació su hija renunció para cuidarla, hacia 1968. Aurelia se identificó como peronista.

14 En alusión a la calle Florida de la ciudad de Buenos Aires, reconocida por su activa vida comercial. Vicente arribó a La Plata a los aproximados 18 años de edad para realizar sus estudios universitarios. A inicios de la década del setenta comenzó su militancia de izquierda en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y en el Peronismo de Base (PB). Hacia 1972, con su agrupación desarrollaron militancia territorial en el Barrio Obrero de Berisso y en sintonía con ello tomaron la decisión política de que él ingresara al frigorífico para fomentar la militancia gremial. A fines de 1975, las fuerzas represivas detuvieron a compañeros suyos de militancia política, entonces, Vicente y su mujer cambiaron de trabajo y vivienda para no ser identificados en relación al frigorífico.

15 Los marinos, según apuntaron los ex-obreros, se quedaban en la ciudad hasta que los barcos de exportación terminaran de ser cargados y muchos de éstos se dirigían a Gran Bretaña.

16 Esta nostalgia se presentó en los ex-obreros de manera generalizada con la excepción de quienes fueron militantes de izquierda en los años setenta.

17 Por ejemplo, costura de vestimenta, lavandería, producción de alimentos varios.

18 La "nieve" se utilizaba para enfriar los alimentos cuando no se poseía heladera.

19 Cuando era pequeña, Ernestina migró con su familia desde Bielorrusia a Berisso. Trabajó en el frigorífico Swift durante tres décadas, desde 1949 hasta 1979, y en los últimos años se desempeñó como revisadora -operaria con una jerarquía mayor, sin diferencia salarial- en la sección de Tripería. Se retiró de la actividad industrial porque la empresa la obligó a jubilarse. Su marido también trabajó en el frigorífico, allí fue delegado y tras la huelga de 1962, la empresa lo echó. Ernestina mencionó con puntual asombro ciertos acontecimientos que los peronistas consideraban relevantes, sin sentirse por ello, identificada con esta fuerza política. Valoró positivamente las huelgas en la fábrica durante la época de Perón considerándolas genuinas y criticó negativamente las huelgas del último tiempo del frigorífico porque según sus palabras hacían paro por cualquier pavada.

20 El padre de Alberto trabajó en el frigorífico y apoyó a los conservadores hasta que se convirtió en peronista. Alberto también es un militante peronista, se afilió al Partido Justicialista a sus aproximados 18 años de edad, a fines de la década de 1950. En los años sesenta ingresó a Swift donde trabajó por más de 20 años. Allí fue delegado gremial de la sección Mecánica, alineado con la conducción gremial (conformada por la Lista "Rosa"). Alberto resaltó que en el frigorífico ayudaba a los que no sabían ni leer ni escribir, les leía la suma de dinero que cobraban y les enseñaba a marcar bien la tarjeta.

21 A excepción de Carlos, quien se identificó políticamente como independiente y antiperonista, y contó que proviene de una familia de militantes de la Unión Cívica Radical (UCR). Carlos apuntó que leyó textos sobre la historia de los frigoríficos y sus trabajadores. Ingresó a Swift como operario hacia mediados de la década de 1940, después hizo la conscripción militar y cuando retornó a la fábrica lo ascendieron a empleado, a cargo de la sección Jabonería. Hacia la década de 1970 era un empleado jerárquico.

22 Esta idea de comunidad armónica se erigió sobre "un antes que había que sepultar con el presente de justicia social, de respeto por el pueblo y de dignidad, que era el resultado de la confluencia histórica de los sectores obreros con Perón" (Lobato, 2004:63).

23 Cipriano Reyes fue un dirigente gremial reconocido en Berisso y a nivel nacional, por ser uno de los fundadores del Partido Laborista (PL), como del Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne de Berisso (SACB), creado en 1943.

24 Algunos obreros sólo nombraron a los militantes comunistas cuando hicieron referencia al enfrentamiento que éstos tuvieron con los laboristas, pero sin adscribirles a los primeros algún mérito en la organización sindical de la carne.

25 En Berisso, desde la madrugada del 17 de octubre de 1945, los trabajadores se prepararon para una movilización general: muchos caminando y algunos a caballo o en carros, se trasladaron a la Plaza San Martín de la ciudad de La Plata. Luego, algunos se trasladaron a la Plaza de Mayo (James, 1987 y 2004).

26 La inestabilidad del empleo en los frigoríficos era constante, un gran embate sintieron cuando el Armour despidió a un 30% de su personal entre julio de 1958 y enero de 1959 (Lobato, 2004). La conflictividad obrera y la intransigencia patronal continuaron durante la década del sesenta. Los años siguientes a la huelga de 1962, persistieron - también en los demás frigoríficos de la provincia bonaerense- los despidos masivos. En marzo de 1964, los obreros lograron firmar un nuevo convenio colectivo y que fuera reconocida la garantía horaria -ya conquistada décadas atrás. Sin embargo, las empresas rompieron con aspectos de este acuerdo y los obreros mantuvieron varios conflictos durante los años 1964 y 1965 hasta que Swift y Armour arremetieron con 800 despidos y 5.500 suspensiones respectivamente, por 90 días (Lobato, 2004).

27 En 1962 los obreros de Swift y Armour extendieron un paro por más de cien días hasta que en una asamblea presenciada por unas 7.000 personas decidieron regresar a la fábrica bajo protesta. Las patronales sólo dejaron entrar a trabajar a la mitad de los obreros.

28 Rosa y Beatriz migraron de pequeñas con sus padres de Santiago del Estero hacia Berisso, donde ingresaron al frigorífico a finales de la década de 1950. En sus primeros años de trabajo en la fábrica, ellas participaban del activismo gremial apoyando las listas gremiales de orientación peronista y las medidas propuestas por el Sindicato. Ambas operarias trabajaron en áreas de producción, en contacto directo con la carne, como la sección Playa Baja de novillo.

29 Con un "mito-praxis" se vislumbra que "el uso de conceptos convencionales en contextos empíricos somete los significados culturales a revalorizaciones prácticas" (Sahlins, 1997:136).

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Entrevistas a ex-obreros de Swift, citadas:

Alberto, 28/02/2012.

Beatriz y Rosa, 12/05/2010.

Emilio, Aurelia y María, 09/03/2011.

Ernestina, 22/07/2010.

José, 25/03/2011.

Tomás (primera), 21/03/2011; (segunda), 30/03/2011.

Vicente, 14/09/2010.

Recibido: 13.03.15
Recibido con modificaciones: 24.05.2016
Aprobado: 05.06.2016

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