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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.30 Santiago del Estero jun. 2018

 

MUNDOS LABORALES: IMÁGENES Y MAGNITUDES

Redes horizontales y democracia obrera: la unificación de Cuerpos de Delegados clasistas en Córdoba, , 1973‐1974 

Horizontal networks and workersʹ democracy: unification of squad of clasistas delegates in Cordoba, 1973‐1974 

Redes horizontais e democracia operária: a unificação de corpos de delegados clasistas em Córdoba, 1973‐1974 

 

María Laura Ortiz* 

* Doctora en Historia (Universidad de Buenos Aires). Becaria posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con sede en el Centro de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Córdoba. Profesora de la Escuela de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente es vocal de la Comisión Directiva de la Asociación de Historia Oral de la República Argentina. Correo: malauraortiz@gmail.com

 


RESUMEN 

Este trabajo forma parte de una tesis doctoral en historia que estuvo orientada a investigar la emergencia del sindicalismo clasista en perspectiva histórica, analizando sus procesos de cambios y continuidades en el período 1969-1976 en Córdoba. En este artículo en particular, se analizarán las formas de organización de las agrupaciones de base clasistas, que adoptaron diversas formas de acuerdo a los períodos históricos y los horizontes de posibilidad. Específicamente se podrá atención a aquellos rasgos constitutivos que los diferenciaban de otros modelos sindicales tradicionales, partiendo de la hipótesis de que estas agrupaciones se rigieron por una forma horizontal de organización, que comúnmente se denomina "democratización sindical". Aquí se abordará la experiencia de unificación de los Cuerpos de Delegados de las principales fábricas mecánicas y metalúrgicas de Córdoba: Renault y subsidiarias, FIAT y Perkins. Todos en ellos se hallaban en diversas situaciones y con diferentes posibilidades, pero con el objetivo común de sostener la organización de bases obreras con una perspectiva clasista.

Palabras clave: Clasismo; Sindicatos; Organización de bases; Córdoba.

ABSTRACT

This paper is part of a doctoral research in history, which was aimed to research the emergence of clasista unionism in historical perspective, analyzing its processes of change and continuity in the period 1969-1976 in Cordoba. In this particular article, we will analyze the forms of organization of clasistas rank and file ass sociations, which took various forms according to the historical periods and the horizons of possibility. Specifically, a attention can be paid to those constituent features that differentiated the em from other traditional trade union models. We start from the hypothesis that clasistas rank and file associations were governed by a horizontal form of organization, commonly referred to as "union democratization". Here we will address the experience of unification of a Squad of clasistas Delegates of the main mechanical and metallurgical factories of Cordoba: Renault and subsidiaries, FIAT and Perkins. All of them were in different situations and with different possibilities, but with the common objective of sustaining the organization of clasistas workers.

Keywords: Clasismo; Unions; Rank and file associations; Córdoba.

RESUMO

Este trabalho é parte de uma tese de doutoramentoemhistória, que teve como objetivo investigar o surgimento do sindicalismo clasista em perspectiva histórica, analisando os seusprocessos de mudança e continuidade no período 1969-1976, em Córdoba. Neste artigo particular, serão discutidas formas de organização de grupos de base de classe, que tevevárias formas de acordocom os períodos históricos e horizontes de possibilidade. Especificamenteatenção a esses elementos constitutivos que diferiam de outros modelos sindicaistradicionais pode ser. Nossahipótese é que os conjuntos clasistas é governada por uma forma horizontal de organização, que é comumente chamado de "democracia sindical". Aquiserão abordado a experiência da unificação de umCorpo de Delegados clasista onde se uniramcorposorgânicos dos principais fábricas metalúrgicas e mecânicas de Córdoba: Renault e de suas controladas, FIAT e Perkins. Todos eles estavamemsituações diferentes e com diferentes possibilidades, mascomo objetivo comum de manter a organização de trabalhadores clasistas.

Palavras-chave: Clasismo; União; Organização do trabalho; Córdoba.

Licencia Creative Common: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/legalcode


 

SUMARIO

Introducción; 1. El SMATA Córdoba: conflictos y alianzas; 2. FIAT continúa en pie de lucha a pesar de la disolución de sus sindicatos por planta; 3. El Sindicato de Perkins; Conclusiones; Bibliografía y Fuentes

*****

Introducción

Este trabajo forma parte de una tesis doctoral en historia que estuvo orientada a investigar la emergencia del sindicalismo clasista en perspectiva histórica, analizando sus procesos de cambios y continuidades en el período 1969-1976 en Córdoba (Ortiz, 2015). En este artículo en particular, se analizarán las formas de organización de las agrupaciones de base clasistas, que se transformaron de acuerdo a los horizontes de posibilidad generados en los diferentes períodos históricos. Específicamente se pondrá atención a aquellos rasgos constitutivos que los diferenciaban de otros modelos sindicales tradicionales, partiendo de la hipótesis de que las agrupaciones de base clasistas se rigieron por una forma horizontal de organización, que comúnmente se denomina "democratización sindical". Aquí se abordará la experiencia de unificación de los Cuerpos de Delegados de las principales fábricas mecánicas y metalúrgicas de Córdoba: Renault y subsidiarias, FIAT y Perkins. Todos en ellos se hallaban en diversas situaciones y con diferentes posibilidades, pero tenían el objetivo común de sostener la organización de bases obreras con una perspectiva clasista.
La historia del clasismo tuvo muchos protagonistas, pero sin duda la experiencia cordobesa estuvo marcada por los sindicatos de FIAT Concord y Materfer (SiTraC y SiTraM)1, entre 1970 y 1971. La excepcionalidad de este caso radicó en haber sido uno de los pocos en que los
clasistas lograron dirigir el sindicato e, incluso, en haber sido los primeros en hacerlo en aquel clima revolucionario posterior al "Cordobazo". Probablemente por estas características, este es uno de los casos más estudiados y con más textos publicados. La otra experiencia que más se referencia con el clasismo cordobés es la que se vivió en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) entre 1972 y 19742. Allí ganó las elecciones sindicales el Movimiento de Recuperación Sindical (MRS) - Lista Marrón, encabezado por Renée Salamanca, que se había formado en los meses previos a partir del aglutinamiento de activistas y militantes de diferentes partidos de izquierda e independientes. El MRS, se consideraba a sí mismo como clasista, en tanto era una propuesta sindical que todos sus activistas compartían; pero como táctica no se presentaron públicamente de esa manera en pos de la unidad obrera.
Desde que el MRS asumió la dirección sindical mecánica buscó la democratización, entendida como el achicamiento de las diferencias entre la dirigencia y las bases. Para ello se dispuso que los miembros de la Comisión Directiva (CD) debían rotar entre la función gremial y el puesto en su sección; se designaba a la Asamblea General como órgano máximo de la dirección del gremio -pudiendo revocar mandatos en casos necesarios- y se buscó sanear las cuentas del sindicato, ya que había una deuda de 150 millones de pesos. Se anunció que mensualmente se publicarían las cuentas del gremio y que la nueva conducción renunciaba al viático diario de 1.000 pesos que percibían los directivos del gremio, como también venderían un auto Torino que estaba "para uso de los jerarcas"3. Una de las consecuencias de este cambio sindical fue que se entablaron redes horizontales dentro de y entre diferentes establecimientos fabriles, las cuales fueron apuntaladas desde la dirección sindical. De manera que cada conflicto puntual se convirtió en un motivo de lucha para todo el conjunto de los mecánicos. Así sucedió a los pocos días de la asunción de la nueva dirigencia, cuando FIAT despidió de tres operarios de Grandes Motores Diesel (GMD). Salamanca lo calificó como "práctica desleal" y todo el SMATA efectuó un quite de colaboración. Luego, una multitudinaria asamblea, con 4.500 asistentes, pidió la solidaridad del resto de FIAT y de la Confederación General del Trabajo (CGT) regional Córdoba4. Un cambio similar ocurrió en la lucha por las reivindicaciones inmediatas, por caso, los reclamos de insalubridad en la sección Forja. Durante la gestión sindical anterior a la Lista Marrón estas cuestiones eran materia de cada Comisión Interna de Reclamos (CIR), pero a partir de 1972 esas disputas comenzaron a discutirse desde el colectivo, incorporándose también a la discusión paritaria5.
Esta nueva forma de organización colectiva y de bases se manifestó también en las paritarias, donde los delegados presionaron a la patronal, asegurando que si no se lograban los mismos aumentos salariales para todas las fábricas, no se lograría para ninguna. Tradicionalmente los mejores porcentajes se otorgaban a las fábricas de mayor importancia, sobre todo Renault, mientras las más pequeñas –muchas subsidiarias de Renault- obtenían cantidades menores6. Los resultados de las paritarias de 1973 permitieron valorizar una serie de
conquistas que los trabajadores consideraban necesarias, y por ello quedó registrado en las memorias como cambios sustanciales generados por el MRS7. En síntesis, en su experiencia sectorial, los mecánicos clasistas pusieron en evidencia que la conformación de redes horizontales y la defensa colectiva de las reivindicaciones, eran herramientas organizativas de utilidad y eficacia.
La legitimidad de los referentes de las bases obreras también era un aspecto crucial de este proceso de democratización. Se buscaba que cada delegado fuese realmente representativo de su sección, de sus compañeros, sin incidencia de la dirigencia sindical. Así lo recuerda uno de ellos, delegado de la sección Pintura de Renault, que sin pertenecer a la Lista Marrón fue estimulado por la CD del gremio a la participación en las elecciones y al compromiso a responder a las necesidades de sus compañeros. El perfil que la dirección buscaba en los nuevos delegados era

Que fuera una persona genuinamente del nuevo grupo y que… más que fuese, no el que había traído la empresa, de la Lista Gris. Eso sí, ellos [los del MRS] nos decían "Bueno a ustedes les conviene que sea alguien de ustedes [los compañeros de la sección], que les responda a ustedes. Se veía notoriamente una cuestión muy honesta de parte del sindicato que era que no había metido a nadie, porque el sindicato hubiese podido, en ese grupo grande de gente, meter a alguien vinculado al sindicato o afín al sindicato, como para que se transforme rápidamente en el delegado. Y si hubiesen hecho eso, hubiesen ganado creo fácilmente a ese delegado. Yo considero que había en el sindicato, en la Lista Marrón en ese momento, un compromiso que estaba por encima de todo y era el respeto a lo democrático, y combativo, como un sentido de lealtad hacia uno de los valores más importantes que se esgrimían ¿no? o sea a la democracia obrera8.

De estos testimonios podemos colegir que la democracia obrera durante este período se construía horizontalmente. Por ello los recuerdos de aquella época subrayan la inigualable intensidad con que los obreros participaban de la vida sindical. Sin embargo, esta experiencia fue fraguada por la central de SMATA, que inició la intervención de la seccional y luego, la expulsión de todos los miembros de la CD cordobesa. No obstante, los mecánicos intentaron resistir a partir de redes horizontales que montaron con otros sectores clasistas cordobeses, especialmente los de FIAT y Perkins.

1. El SMATA Córdoba: conflictos y alianzas
En el año 1973, el SMATA seccional Córdoba se enfrentaba a un conflicto con la central del sindicato. El problema comenzó con las elecciones provinciales y nacionales de marzo de 1973, contexto en el que Salamanca junto a un amplio conjunto de referentes sindicales, habían publicado una solicitada instando a votar en blanco. Esto implicaba la diferenciación de algunos referentes políticos y del sindicalismo clasista y combativo respecto del peronismo. Pero para la central del SMATA –identificada con el peronismo "ortodoxo" y verticalista9 - era una "traición
a la clase trabajadora", por lo que ordenó el envío de una Comisión Investigadora para analizar la actitud de Salamanca, considerándola un factor de disociación10. En respuesta, la Comisión Ejecutiva de SMATA seccional Córdoba argumentó que la opinión de Salamanca sobre las elecciones no comprometió al gremio sino que representaba su postura individual. Aun así, consideraban que estos problemas no debían ser "juzgados por organismos ´especiales´" sino por la masa obrera, reunida en asamblea general. También se decidió que no se prestaría el local sindical para que funcionase la Comisión y que desconocería sus resoluciones, ya que su constitución demostraba una postura intervencionista que atentaba contra la democracia sindical. Así se hizo y los afiliados cordobeses respaldaron a su dirigencia, votando unánimemente en una asamblea en la que participaron unos 4.000 trabajadores, por el rechazo de esa Comisión Investigadora. No obstante, otros afiliados cordobeses firmaron una nota avalándola, y por ello fueron suspendidos por la seccional cordobesa. El conflicto continuó, y en el siguiente plenario de Secretarios Generales del SMATA se decidió expulsar a la regional Córdoba por no querer firmar un acta que repudiaba la actitud "claudicante y capituladora" de Salamanca y la seccional11.
Desde los primeros momentos, la Comisión interventora enviada por la Central del SMATA buscó desestabilizar la dirección clasista cordobesa. En una oportunidad los miembros de la Comisión volantearon en las puertas de la planta de Santa Isabel acusando a Salamanca de"divisionista" y de "inconducta política" por haber llamado al voto en blanco. Ese tipo de acciones generaban descontento, aunque también apoyos, derivando en peleas con golpes de puños y puntapiés, e incluso disparos cruzados. La reacción del Cuerpo de Delegados de Santa Isabel fue llamar a un abandono de tareas, convocando a una asamblea en el local del SMATA que reunió nuevamente a unos 4.000 trabajadores. Estos fueron apoyados por la CGT local, que durante este período se identificaba con una postura combativa y era encabezada por Atilio López y Agustín Tosco. En aquella oportunidad, el discurso de Salamanca hizo hincapié en que era necesario el respeto de las diferentes posiciones políticas de los gremialistas y reseñó que bajo diferentes banderas políticas se encontraban unidos Atilio López, en ese momento candidato a Vicegobernador por el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), el Secretario General de ATE Héctor Ricardo Castro que era diputado electo del FREJULI y el Secretario General de la Unión Obrera Gráfica, Juan Malvar, que era candidato a diputado de la Unión Cívica Radical (UCR)12.
Un segundo capítulo en las rispideces entre la seccional Córdoba y la central mecánica se desarrolló a raíz de la muerte del Secretario General de la central, DirckKloosterman, a manos de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Por el duelo, la central de SMATA declaró un paro nacional, pero la seccional cordobesa no lo acató y sólo realizó una asamblea en la puerta de Renault donde habló Renée Salamanca y se refirió a Kloosterman como "burócrata". Unas horas más tarde, algunos delegados de Renault y Perdriel revisaron la decisión de la asamblea y decidieron adherir al paro, produciendo el abandono de tareas en ese turno y en los siguientes13. Esto pone de manifiesto las diferencias políticas que circundaban en modelos diferentes de organización sindical. Mientras el SMATA nacional sostenía el modelo de "sindicalismo de reivindicación" y se organizaba verticalmente; la seccional Córdoba se proclamaba antiburocrática, antimonopólica y antipatronal; y buscaba organizarse horizontalmente14. Tan es
así que incluso, como acabamos de mencionar, los delegados de dos fábricas podían desconocer una decisión de asamblea y reorganizar medidas de fuerza en contra de la posición de su dirigencia local. Estas distancias entre la seccional y la central del gremio mecánico perturbaban las redes verticales entre la seccional, su central y la CGT nacional, estas dos últimas referenciadas con el peronismo "ortodoxo". En cambio, si se establecieron relaciones con la CGT regional, aunque no podríamos hablar allí de relaciones verticales ya que el mismo Salamanca era miembro de la dirección de la central, constituyendo la tríada López-Tosco-Salamanca que identificó a la central obrera clasista y combativa de esta etapa. Al mismo tiempo, los vínculos horizontales se iban fortaleciendo, y en julio de 1973 lograron constituir un Cuerpo único de Delegados de la industria automotriz. En él participaban unos 400 delegados de Renault, FIAT Materfer, FIAT Concord y Perkins: juntos representaban a unos 18.000 trabajadores. De esta manera incorporaban Comisiones Provisorias y CIR de Concord y Materfer, que estaban en disputa con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) por el encuadramiento sindical. También se reunió en este Cuerpo de Delegados la Coordinadora de Cesantes de Córdoba, que agrupaba a despedidos por causas gremiales y/o políticas de Concord, Materfer, Perkins, SMATA, Sindicato de Educadores Privados y Particulares de Córdoba (SEPPAC), Empleados Públicos, Municipales y Obreros de la Construcción15.
En lo concreto, fue escaso el tiempo que pudo funcionar este Cuerpo de Delegados, ya que a los pocos meses la CD del SMATA Córdoba fue expulsada por la central y se envió una"Comisión Normalizadora" para hacerse cargo de la seccional. Sin embargo, parte de este nucleamiento continuó funcionando con otro nombre, la Mesa Coordinadora de Gremios en Lucha.

2. FIAT continúa en pie de lucha a pesar de la disolución de sus sindicatos por planta
En las fábricas FIAT Concord y Materfer, en donde habían tenido lugar las primeras experiencias clasistas post-1969, la situación era muy diferente en 1973. Luego de la disolución de los sindicatos clasistas en 1971, los obreros lucharon por recuperar sus sindicatos por planta, mientras las autoridades gubernamentales los obligaron a encuadrarse en la UOM. Con ello los nuevos dirigentes fabriles, que estaban ligados al verticalismo ortodoxo, implantaron un modelo sindical de negociación con la patronal y sofocaron los intentos de organización de las bases, incluso dejaron de acatar los paros declarados por la CGT regional16. Gracias a ello, la empresa se garantizaba la desmovilización necesaria para aumentar los ritmos productivos y la vuelta al acople de máquinas, dos cuestiones que habían sido revertidas durante la dirección clasista de los años anteriores. Según denuncias de los obreros, los nuevos representantes sindicales eran "matones de la SIDE" contratados por la patronal: "Eran tipos que andaban con la pistola en el sindicato. Se corría el riesgo que estos sindicalistas te echaran"17. No obstante, parte del activismo clasista de Concord eligió una CIR propia que denunciaba a estos nuevos dirigentes. En octubre de 1973 se presentaron ante el gobernador Ricardo Obregón Cano y declararon que los miembros de la comisión de la UOM –a quienes tenían identificados: Zavaglia, Portaro, Romero, Varas, Freytes, Orelo y otros- "portaban armas en forma pública y ostensible", con las que los habían amenazado a ellos y también a sus familiares. En otros casos las amenazas llegaban por carta con la sigla ALN (Alianza Libertadora Nacionalista). También denunciaban que algunos panfletos de ALN aparecían en los transparentes de la fábrica que, como eran custodiados por la guardia interna de la empresa, eran la prueba de la connivencia patronal con estos grupos18.
En ocasión de la disolución de SiTraC y SiTraM se había despedido a casi 500 trabajadores, muchos de ellos miembros de los cuerpos orgánicos, que todavía en 1973 estaban negociando su reincorporación19. Para presionar y lograr su reingreso, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) secuestró en Buenos Aires al director general de FIAT, OberdanSallustro. Al fraguarse esta operación debido a la muerte del funcionario20, la actitud de la empresa se endureció en relación a la reconsideración de los despidos. Ello tiró por la borda los intentos de reflotar el SiTraC y SiTraM, de manera que los clasistas en FIAT buscaron el encuadramiento en el SMATA, con quienes compartían la perspectiva sindical. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo decidió encuadrar a los trabajadores de Materfer en la UOM, por lo que el SMATA pidió que se realizara un plebiscito entre los trabajadores de Concord, sobre quienes aún no se había tomado ninguna determinación oficial21. Los resultados de la elección en Concord dieron por ganador al SMATA con 1.339 votos contra una magra cosecha de la UOM, que solo obtuvo 167 votos. Pero el sindicato metalúrgico desconoció la elección, argumentando que no había contado con los controles necesarios, aunque se sabía que había fiscalizado el proceso la escribana Lila García, varios periodistas, representantes del SMATA, de Luz y Fuerza y de UTA22. Luego se intentó hacer un plebiscito en Materfer, que fue "impedido a balazos" por referentes de la UOM como Soria y Disandro, según denunciaron los clasistas, con "apoyo de la guardia interna de la fábrica". Por cierto que la UOM emitió un comunicado diciendo que esas eran falsas imputaciones, al tiempo que negaba que su dirigente Cataldo Quatrocchi hubiese estado presente en esa oportunidad23. Finalmente la cuestión fue dirimida por el Ministerio de Trabajo que, desconociendo los plebiscitos, terminó otorgando la representación sindical de los trabajadores de FIAT Concord y Materfer a la UOM24. No obstante, los obreros de bases conformaron Comisiones Provisorias propias, desconociendo al gremio metalúrgico por "su historial nefasto y claudicante"25. En eso fueron apoyados por la CGT regional, el SMATA local, Perkins, la Agrupación de Base mecánica "26 de julio" y algunos legisladores provinciales que se pronunciaron a favor de su reconocimiento legal26. Las Comisiones Provisorias habían convocado a elecciones de delegados por su parte, avalados por la reunión de firmas de operarios en la cantidad que exigía el Ministerio de Trabajo. Este organismo estatal no contestó al pedido de las Comisiones Provisorias, pero las elecciones fueron realizadas igualmente, el 28 de mayo en Concord y el 1º de junio en Materfer, eligiendo 85 delegados en la primera y 29 en la segunda. En sus resultados se comunicó que de los 1.800 votantes en Concord, 1.570 votaron por los delegados identificados con el SMATA, mientras 153 lo hicieron por los representantes de la UOM. En Materfer 720 votos fueron para el SMATA, mientras 70 lo hicieron para los metalúrgicos. También se eligieron Comisiones Internas de Reclamos en ambas plantas, de acuerdo al estatuto de SMATA27. Es decir que las bases de FIAT, al igual que en SMATA, buscaban que los representantes obreros fuesen legítimamente apoyados por sus compañeros. Aunque lo lograron, estos no fueron reconocidos oficialmente.
En medio de esta disputa, en agosto de 1973, las comisiones provisorias organizaron una ocupación de la planta FIAT Concord. El conflicto inició cuando la empresa se negó a pagar la quincena amparándose en el convenio de la UOM, razón por la cual los trabajadores decidieron convocar a una asamblea. En ella se reunieron entre 1.500 y 1.800 obreros, pero no asistió ningún representante de las nuevas autoridades metalúrgicas. Ante esta situación, se decidió ocupar la planta, manteniendo en calidad de rehenes a 86 funcionarios y empleados jerárquicos y, para evitar posibles desalojos violentos por parte de las "fuerzas de seguridad", se rodeó la fábrica con tanques de combustible28. Mientras esto sucedía en Concord, en Materfer se trabajaba normalmente. Y es que allí las posibilidades de acción para la Comisión Provisoria eran mucho más hostiles, los delegados oficiales eran "matones, armados hasta con armas largas. A punta de pistola no los dejaron salir"29. No obstante, en solidaridad con los trabajadores de Concord hubo un abandono de tareas en varias fábricas de SMATA y en Perkins, que reunieron a sus afiliados y marcharon hacia allí. Los obreros de las fábricas más cercanas a Concord –GMD, Thompson Ramco y Perkins- pudieron llegar sin problemas, pero quienes venían del otro lado de la ciudad –desde Renault, ILASA PBC y Transax- fueron interceptados en la zona del Matadero por la Policía y no pudieron llegar. La movilización continuó durante la tarde de ese mismo día, ya que se había programado un acto de homenaje a los caídos en Trelew, sucedido el año anterior30. Ante una nutrida concurrencia frente al local de la CGT, hablaron Tosco, Salamanca y familiares de los asesinados. Desde allí los trabajadores junto a agrupaciones estudiantiles marcharon a FIAT para expresar su solidaridad, y el dato notable fue que el Vicegobernador Atilio López no los acompañó. Al llegar a FIAT, un grupo de Diputados radicales -entre ellos Ramón Mestre- ingresó a la planta tomada para inspeccionar; y luego armaron un proyecto para presentar al Poder Ejecutivo Nacional, pidiendo que permitiese la libre elección de los obreros para su encuadramiento sindical31. Esas
demostraciones de solidaridad obrera y popular alentaban aún más los ánimos de los que estaban adentro, según recuerda un protagonista:

Esa mañana amanecimos con la moral más alta, porque los abandonos de todo el SMATA y de Perkins eran cosas muy sentidas adentro. La cana ya nos había cercado y a la gente le disgustaba lo que hacía, cómo era posible que no dejaran llegar a las compañeras con comida, que ayudaran a los fachos a acercarse al alambrado y esas cosas. Te digo que cuando, el jueves, agarraron a palos a los negros de Káiser, nos dio todavía más calor, queríamos guerra, caer de frente, no de rodillas. Pero el hecho culminante fue el 22 a la noche, al hacerse presentes los compañeros que estaban en el acto de Trelew. Vimos aparecer en las vías cerca de 2.500 compañeros que avanzaban con todo demostrando la alianza del obrero con los estudiantes. Al verlos empezamos a hacer sonar la sirena de la fábrica, la sirena de la ambulancia, a golpear tachos, mientras los canas se iban. Y había tres consignas que se escuchaban más: "Se siente, se siente, SMATA está presente"; "Ya van a ver, ya van a ver, cuando venguemos a los muertos de Trelew" y "Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical". Todos nos vinimos al portón y les servíamos café, ellos pusieron el café y nosotros la cocina. Esa noche se quedaron dándonos compañía, cantando con las guitarras y los bombos y contándonos cuentos por megáfono. Y cuando a veces contaban un chiste o cantaban las compañeras estudiantes, era cuando más nos emociónabamos32.

No obstante, del lado empresarial también se hicieron presentes declaraciones de solidaridad. En efecto, la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, el Centro Comercial e Industrial de Córdoba y la Bolsa de Comercio, se solidarizaron con FIAT y reprobaron la toma33. Estas posturas hallaron a la Justicia local como caja de resonancia, ya que se iniciaron dos causas judiciales que son relevantes para explicitar desde qué espacios de poder se sostenía el discurso social que silenciaba las motivaciones de los trabajadores para reclamar sus derechos, a la vez que se los convertía en sujetos punibles. Judicialmente se iniciaron actuaciones que derivaron en dos expedientes: uno de ellos, iniciado de oficio por el comisario de la zona de la fábrica34 y el otro, iniciado en simultáneo a la toma por parte del abogado de la empresa35. En ninguno de los dos se explicitan los motivos de la toma de la fábrica ni están presentes las voces de los trabajadores. Eso sí: en ambos se imprimen valoraciones que construyen un discurso judicial en el que se caracteriza peyorativamente a los protagonistas reales de la ocupación.
En el primer expediente mencionado, uno de los comisarios sumariantes informó que la toma se debía a "problemas laborales o sindicales", sin dar más detalles de la cuestión. En realidad, a la Policía no le preocupaba el malestar de los trabajadores sino la situación de los rehenes que estuvieron "privados de su libertad" durante la huelga. Y para ello pidieron información a los directivos de la empresa sobre la cantidad y situación de los rehenes, información que nunca les fue suministrada formalmente. Según esta fuente, cuando se intentó
dialogar con los trabajadores no se pudo, porque eran "poco propensos al diálogo". En realidad, lo que los policías proponían no era diálogo, sino el desalojo de la fábrica.
Según este expediente, uno de los policías aseguraba que era imposible individualizar a posibles imputados por el delito, ya "Que no se hicieron nombre (sic) de los supuestos autores del hecho de privación de la libertad, se habló siempre colectivamente". Quizás este dato nos esté demostrando que los obreros de Concord algo habían aprendido de su experiencia de lucha y de soportar la represión que siguió a la disolución del sindicato de planta dos años antes; incluyendo los despidos masivos de toda la CD, el Cuerpo de Delegados y los activistas más conocidos. Esta vez, lo que importaba era la decisión colectiva que se había tomado de incorporarse al SMATA y por lo tanto, la comunicación debía establecerse en los mismos términos.
En el otro expediente, el abogado de la empresa FIAT denunciaba la toma de la fábrica como delito de "usurpación". Lo interesante es que también se quejaba de no poder individualizar a los "culpables", pero aseguraba que había "quienes trabajan en relación de dependencia con la Empresa y quienes resultan absolutamente ajenas a ella". Al mismo tiempo, el secretario de la CGT nacional José I. Rucci y el ministro de Trabajo Ricardo Otero declaraban desde Buenos Aires que la ocupación de planta no tenía carácter gremial y que había sido tomada "por personas ajenas"36. Estos comentarios están indicando que, junto a los trabajadores habría infiltrados –aunque no usen ese término-, como argumento para deslegitimar la decisión obrera. Es cierto que en la activación de las bases obreras actuaba otra gente, sobre todo ex dirigentes del SiTraC que para esa época habían sido despedidos y buscaban la afiliación al SMATA como una estrategia para rearmar la organización clasista dentro de la fábrica. Lo cierto es que estos activistas no estaban adentro de la planta, eso era imposible. En cambio, si se acercaron a los portones de la misma, para acercar su solidaridad, como también lo hicieron otros gremios37. Pero para los obreros de bases no existía tal infiltración. Al contrario, un dirigente de la Comisión Provisoria de Concord, decía por esos días

Los que sí son infiltrados son unos señores que ayer, ni bien se desató el conflicto, entraron a la planta. Nadie los conoce, pero estamos seguros que pertenecen a organismos del Estado. Se parapetaron en el edificio central con ametralladoras y pistolas de mano (…) Ahora mismo, por ejemplo, se da el caso de que los compañeros de Materfer no pueden manifestar su solidaridad con nosotros ni exigir sus propias reivindicaciones, porque adentro de la planta hay una banda de individuos armados con escopetas de caño recortado. A esos no los llaman infiltrados. Claro, representan los intereses de Fiat y no de los obreros38.

En este segundo expediente, el abogado de FIAT argumentaba que además de la usurpación, también se había incurrido en el delito de privación ilegítima de libertad, por mantener en calidad de rehenes dentro del recinto fabril al personal jerárquico. Como agravante, mencionaba el letrado, se cometieron "amenazas a la integridad física de las personas" al rodear la fábrica con tanques de combustible. Al tiempo que solicitaba la detención y procesamiento de los responsables y partícipes de estos delitos, no decía nada sobre los motivos de la toma, ni de la trayectoria de conflictos sindicales y laborales que había desembocado en este hecho.
Finalmente, y ante el inminente desalojo a través de la represión, los trabajadores decidieron liberar el establecimiento. Antes de esa decisión, el Jefe de Policía de la Provincia se apersonó en la planta para intimar a los obreros a que depusieran su postura, "entrevistando a cinco personas que solo quisieron identificarse como dirigente (sic) gremiales de esa planta". El comisario dijo que sus intentos de convencer a los obreros fue infructuoso y que advirtió "en dichos individuos una mala disposición para el diálogo, una rigidez chocante en sus posturas y hasta algunas expresiones que podrían estimarse como de advertencia o amenaza ante cualquier
intervención policial". En la misma sintonía se expresó el "personal del Tribunal" en el que recayó la denuncia, quienes se presentaron en el establecimiento para conversar con los trabajadores; pero dijeron que el diálogo no fue posible "dada la hostilidad demostrada" por los operarios.
En estos dos expedientes se puede observar cómo el discurso judicial construyó significaciones sobre los protagonistas obreros: hostiles, rígidos en su postura, sin disposición al diálogo, amenazantes e, incluso, infiltrados no trabajadores, gente que se niega a identificarse. Se los presentaba como delincuentes y violentos por "atentar" contra las vidas de los rehenes y los bienes de la empresa multinacional. Hablando en términos de Michel Foucault, esto pone en evidencia como la práctica judicial construye verdades a partir de la elaboración de estas subjetividades (Foucault, 1984: 17), pero deshistorizando el conflicto y silenciando las voces de sus protagonistas principales.
La Policía tenía órdenes judiciales para desalojar la planta el mismo día y a la misma hora que los trabajadores decidieron liberarla. Los historiadores James Brennan y Mónica Gordillo aseguran que esta toma finalizó luego de que los obreros decidieron enviar a Salamanca a negociar en Buenos Aires con el ministro Otero, entrevista lograda gracias a la mediación del gobernador Ricardo Obregón Cano y del Vicegobernador Atilio López. En Buenos Aires, Otero se comprometió a resolver la cuestión en 90 días, lo cual no fue cumplido. Según estos autores, estas negociaciones del SMATA con los ex trabajadores afiliados al SiTraC coadyuvaron a su enfrentamiento con las cúpulas sindicales del SMATA central y de algunos sectores del gremialismo local, incluso con el mismo Atilio López (Brennan y Gordillo, 2008: 193). La postura de Otero no era proclive a la negociación, lo que fue confirmado por declaraciones del mismo Salamanca ante la prensa. Tanto el gobierno nacional –representado por el "Jefe de la Patria Metalúrgica" Otero-, como la CGT central, la UOM y la empresa, presionaron al gobierno provincial para que ordenase a su Policía el desalojo39.
Lo cierto es que este conflicto demostró la capacidad de movilización y autoorganización de las bases obreras en FIAT, que desde noviembre de 1971 –con la disolución de sus sindicatos clasistas- habían sido obligados a la desmovilización. En esta oportunidad fueron apuntalados por el SMATA cordobés, y el gran Cuerpo de Delegados que se había formado. Por eso también se reavivó la confrontación de la seccional Córdoba del gremio mecánico con su central, aunque hay que recordar que los problemas ya venían desde antes, con motivo de la "Comisión Investigadora" post elecciones de marzo de ese año. Los argumentos de la central del gremio mecánico volvieron a la carga contra la conducta de Renée Salamanca, que calificaron como"sospechosa" por "usar a los trabajadores y al gremio para enfrentarlos contra el gobierno del pueblo en quien confía y para someterlos a la gimnasia de la subversión permanente que solo beneficia a los intereses antinacionales"40. Pero los trabajadores de FIAT que se identificaban con el peronismo y que defendían al gobierno provincial, argumentaban que su lucha por el encuadramiento era "parte de la lucha contra la burocracia" y que no podían "esperar que el gobierno popular les resuelva los problemas"41.
A su vez, el recurso a la violencia de algunas organizaciones armadas enrarecía aún más estas confrontaciones. El ERP, en apoyo al encuadramiento de los obreros de FIAT al SMATA, tomó por asalto la fábrica Materfer y arengó a los trabajadores en el comedor. En repudio al operativo, la UOM declaró un abandono de tareas42. Otros hechos similares sucedieron por la misma época, cuando un comando del ERP ametralló el hogar de Eduardo Palumbo, secretario de prensa de la UOM, por haber participado "en ataques fascistas contra gremios clasistas y de
asesinatos de militantes revolucionarios"43. Nuevamente la UOM repudió el hecho. Dos meses después, volvieron a atentar contra Palumbo y también contra Carlos Disandro, miembro de la CIR de FIAT Materfer y delegado de la UOM. De vuelta la UOM protestó por la "escalada terrorista gorila-marxista" y abandonaron sus tareas por un día, respaldando su Cuerpo de Delegados y la CIR44. Estas acciones fueron acompañadas de otras ocupaciones de fábricas y arengas orientadas hacia conflictos con la patronal45.

3. El Sindicato de Perkins
El otro grupo de la alianza clasista de los trabajadores mecánicos durante este período era el Sindicato de Perkins. Allí una Lista Marrón había ganado las elecciones en febrero de 1973, quitando la conducción a Armando Angulo, dirigente peronista "ortodoxo"46. La CD de Angulo, entre otras cosas, no había movilizado a sus bases para el paro del 29 de mayo de 1969 que desembocó en el "Cordobazo". A pesar de esa dirección sindical, la fábrica tenía ya un importante grupo de activistas que venían de alguna militancia de izquierda y peronista; y que se reunieron en la agrupación Obreros Combativos de Perkins (OCP), luego denominada Movimiento de Recuperación Sindical de Perkins (MRSP). Su táctica para llegar a la conducción consistió primero en ganar cinco de los siete delegados que tenía la fábrica, luego ganar la CIR y después, formar la Lista Marrón para "disputarle a la burocracia" la Comisión Directiva47.
La organización previa a las elecciones tuvo mucho de clandestinidad, en tanto eran conscientes del poder de la dirección sindical tradicional en el manejo del aparato electoral:

Ahora no fue fácil, ganarle, arrebatarle el, el, el mando de la, de la Comisión Directiva a los burócratas porque esteee teníamos mucho miedo nosotros de que nos fueran a… a, a hacer matufia en las, en las urnas, te das cuenta. Entonces nosotros habíamos, hablamos con todos los compañeros, pero todo en… esteee, silenciosamente. Nadie, nadie sacaba la cabeza visible porque te la cortaban, te hacían echar urgente. Apenas veían ellos de que había un tipo que era contrario a ellos lo hacían echar. En el caso nuestro esteee, tuvimos, eh… llegamos a los delegados porque lo, realmente nos expusimos y tuvimos la suerte de que nos echaron antes. (…) Este, estos tipos tenían la manía de… no sé de cuantos años hacía, desde que se creó la fábrica estaba esta, esta Comisión Directiva. (…) Este, entonces nosotros esteee, lo que combinamos con los demás compañeros de base era el día deee, de las elecciones, cada compañero que entraba a votar echaba un, un voto a la, a la Lista Marrón. Había tres listas, la Lista Azul, la Lista… eh, Marrón y la Lista Azul y Blanca que era la, la de la burocracia. (…) Esteee, bueno, y entonces los compañeros entraban al cuarto oscuro, echaban un voto nuestro, o sea sacaban un voto de la Lista Marrón, y sacaban dos votos, no más de dos votos de la Lista Azul y Blanca. No más de dos, esa fue la estrategia. No, no más de dos votos. Entonces cuando el fiscal de la Lista [Azul y] Blanca entraba, no sé, se la comieron a esa [risa], porque entraban y veían y decían "Vamos ganando, vamos ganando". Entonces de esa forma los llevamos hasta que terminó el acto eleccionario, eran las ocho de la noche, ya estando el Ministerio de Trabajo ahí, cuando se contaron laaas, los votos, no podían hacer nada ya48.

La acción de "recuperar" sindicatos se planificó a partir de la participación en las elecciones gremiales y la posibilidad de la victoria tuvo que ver con una organización previa del activismo y con una situación de desprestigio de la conducción tradicional. En el MRSP se aglutinaron activistas de distintas tendencias, donde había gente de izquierda marxista (MLN, El Obrero, y otros) y peronistas, aunque el Peronismo de Base tenía su propia lista, la Azul. Eligieron no hacer pública su identificación con el clasismo, aunque se enrolaban en la "línea combativa" de Agustín Tosco, Atilio López y Renée Salamanca. De hecho, Tosco fue un impulsor para la formación de esta camada de activistas, no sólo prestándoles el local de Luz y Fuerza sino también compartiendo su experiencia y acercándolos a las discusiones políticas más teóricas que atravesaban a la intelectualidad de izquierda.

R- Estaba todo el mundo muy politizado. En ese tiempo nosotros con el Agustín [Tosco], con toda esa gente que nos enseñaba, empezamos a hablar y saber lo que es la industria pesada, la industria liviana, el desarrollo del país, cómo caracterizarlo, si éramos una colonia, si éramos un pre, unnn eh precapitalista. ¿Me entendés? todas esas cosas, de ahí hacíamos la táctica o la estrategia.
P- ¿Y eso lo hacían leyendo cosas o solo hablando?
R- Leyendo cosas, no, leyendo.
P- ¿Qué cosas leían?
R- Y, nosotros lo hemos leído desde William Cooke, pasando por el peronismo revolucionario, Perón, Evita y también re, leíamos a He, Engels, a Marx, ehhh a Lenin en el "¿Qué hacer?", después hemos leído un tipo que era la evolución de las especies, de Darwin, que ese es un libro muy importante49.

Eligieron su nombre en honor a la agrupación del SMATA, porque en este período el caso del gremio mecánico fue un ejemplo de estrategia para "recuperar" sindicatos.

Tomamos el nombre de Marrón casualmente porque fue en, en Córdoba, el, la recupero, el recupero de, de SMATA por el compañero Salamanca, este, fue un hecho muy… muy explosivo, muy, muy grande. Entonces tomamos el ejemplo ese de ponerle también Lista Marrón, estábamos en la misma línea se puede decir, la línea... Eh, nosotros, el, el sindicato nuestro, era un sindicato que estaba enrolado en la línea combativa de Tosco, Salamanca y… y Atilio López; un sindicato si vos lo querés llamar, era clasista. Bien definido, clasista [golpe de nudillos en la mesa]. Eso era el sindicato50.

Al igual que el resto de los sindicatos clasistas, estos lineamientos político-sindicales iban unidos a reivindicaciones inmediatas, como las peticiones por mejoras en las condiciones laborales, por aumentos salariales –y por excederse en el tope impuesto por el Pacto Social tuvieron que acatar una conciliación obligatoria-, y las demandas de mejorías en la infraestructura de la fábrica y sus alrededores51.
De la misma manera que a sus compañeros clasistas de otros espacios, los peronistas "ortodoxos" de Perkins los acusaron de "advenedizos y profesionales que perturban con sus ideologías extrañas el proceso en marcha hacia la Argentina Potencia"52. Estos núcleos eran minoritarios en Perkins, por lo que no pudieron horadar el poder de los clasistas de la Lista Marrón. Recién en 1976 el sindicato fue intervenido por el poder militar.

Conclusiones
Luego de la disolución de los sindicatos de FIAT en Córdoba, los clasistas continuaron en actividad buscando nuevas formas de expresión institucional. En SMATA y Perkins los clasistas lideraban la estructura sindical, aunque en el caso de SMATA serán finalmente expulsados por su central. En FIAT, a pesar de haberse establecido por resolución ministerial el encuadramiento en la UOM, durante bastante tiempo funcionaron dos estructuras de poder gremial. Por un lado, el Cuerpo de Delegados de la UOM y por otro, Comisiones Provisorias que respondían al SMATA. Sólo los primeros tenían el reconocimiento ministerial que necesitaban para funcionar y, aunque ganaron elecciones sindicales no contaban con el apoyo de las bases obreras, por lo que debieron recurrir cada vez más a la acentuación de la violencia para ganar terreno. No obstante, las comisiones internas pugnaban por su reconocimiento por fuera de la UOM, e incluso llegaron a tomar medidas de fuerza en contra del sindicato metalúrgico. Por ello la UOM los calificaba de "provocadores gorilas y trotskistas"53.
Durante estos años se observa que el clasismo tuvo como principal enemigo a las "patotas" que respondían a las dirigencias sindicales tradicionales, principalmente identificados con el peronismo "ortodoxo". Estos sectores aplicaron la represión para liquidar las movilizaciones clasistas de las bases obreras, respondiendo a las necesidades del bloque social dominante: el empresariado local y multinacional, el gobierno nacional, el Poder Judicial, la CGT central, entre otros. Su discurso culpaba a los clasistas de infiltrados, comunistas, perturbadores. Acompañando esa táctica, las centrales y federaciones jugaron un importante rol en intervenciones que fueron útiles para desplazar a movimientos de bases, como el caso de SMATA. Aun así, los Cuerpos de Delegados y agrupaciones clasistas fueron sustanciales para sostener la movilización de las bases obreras.
La política frentista de los clasistas no sólo encaró la organización interna, en cuanto a la conformación de agrupaciones, listas, cuerpos orgánicos o direcciones sindicales. También se refirió a la alianza con organizaciones político-militares y partidos de izquierda, que incidieron en los conflictos fabriles como el caso del secuestro de Sallustro; y en enfrentamientos con la "burocracia" sindical.
El sello del clasismo en este período fue la defensa de la democracia obrera, una bandera que no sólo implicaba el respeto a las decisiones de las bases sino que también refería a una diferenciación respecto de las dirigencias sindicales "ortodoxas". En contra del verticalismo denostado, los clasistas buscaron fortalecer y consolidar redes horizontales. Por ello, el SMATA unificó su Cuerpo de Delegados con el Sindicato de Perkins y los obreros de base de FIAT Concord y Materfer. El establecimiento de alianzas y vínculos horizontales entre agrupaciones y sindicatos permitió alcanzar reivindicaciones inmediatas, como en el caso de Perkins, aunque en otros sindicatos fue difícil consolidarlas por diversos factores, en especial la represión política y económica. Tanto para los clasistas de FIAT como para los del SMATA después de la expulsión, estas redes horizontales fueron la forma de continuar en actividad a pesar de no contar con espacios institucionales. Esa modalidad de organización fue la que primó en la Mesa Coordinadora de Gremios en Lucha, organismo que merece aún más estudio del que se le ha dedicado.

Notas

1 Desde la década de 1950 FIAT se había establecido en Córdoba y se organizó en tres plantas: Concord, que producía autos y camiones; Materfer que fabricaba equipos ferroviarios y Grandes Motores Diesel (GMD) que hacía lo propio con motores para camiones, ómnibus y locomotoras. Los trabajadores de las dos primeras tenían sindicato por planta, mientras que los de GMD fue encuadrado en el SMATA.

2 En SMATA estaban encuadrados los trabajadores de una variada cantidad de fábricas dedicadas a la producción de automóviles, repuestos y accesorios; como también de trabajadores de concesionarias encargadas de la venta de los mismos. La más importante era la planta de Renault instalada en barrio Santa Isabel, en el sur de la ciudad, donde trabajaban más de 10.000 obreros. Las otras fábricas eranTransax, Thompson Ramco, Grandes Motores Diesel, ILASA, División Plantas Matrices-Perdriel e ILASA PBC. Revista SMATA Córdoba, Años 1971-1973; Gordillo, 1996: 48, 59.

3 Diario Córdoba, 22/06/1972, p. 3; Revista Hechos y Protagonistas de las luchas obreras argentinas, Año 1, N° 1, enero de 1984, Buenos Aires: Editorial Experiencia, p. 12. Un año después se anunció que el gremio contaba con un superávit de 25 millones de pesos. Revista SMATA Córdoba, Nº 98, 02/04/1973, p. 1, 4.

4 Diario Córdoba, 21/05/1972, p. 5; Diario Córdoba, 22/06/1972, p. 3.

5 Diario Córdoba, 20/08/1972, p. 5; Diario Córdoba, 12/12/1973, p. 7; Revista Hechos y Protagonistas de las luchas obreras argentinas,op. cit., p. 12.

6 Por ejemplo, en Transax la patronal había ofrecido un aumento del 18% desde enero de 1973 y 8% desde octubre del mismo año. Finalmente se logró un aumento acorde al resto de las fábricas mecánicas, del 42,5%. Para tener una noción comparativa, en el convenio de Perkins se había logrado un aumento salarial del 30%, al igual que en el Sindicato del Vestido. Por su parte, el Sindicato Obrero de la Industria del Papel y el Cartón y la Intersindical de Prensa obtuvieron 36%. Diario Córdoba, 19/12/1972, p. 3; Diario Córdoba, 05/02/1973, p. 3.

7 Rodríguez, Ana María, delegada de ILASA, delegada paritaria e integrante del MRS - Lista Marrón del SMATA, entrevista realizada en Córdoba el 30/09/2010 por Laura Ortiz.

8 Carrasco, Daniel David (a) "Renolito", delegado de Renault, miembro de la Mesa de Gremios en Lucha, militante del Peronismo de Base y luego, Espartaco Mayoría, entrevista realizada en Córdoba el 20/09/2011 por Laura Ortiz.

9 A fines de los años ´60, los "ortodoxos" se definieron así para remarcar su adhesión intransigente a los principios peronistas y distinguirse del sector "legalista", más dispuesto a la negociación con el Estado y a competir por el liderazgo de Perón. Defendían el verticalismo como única forma de dar fidelidad incondicional a Juan Domingo Perón. Los "legalistas" se identificaban con una postura más progresista y, aunque también defendían la lealtad a Perón, cuestionaban la verticalidad a ultranza. Para ejercer una mayor representatividad sindical, los "legalistas" habían radicalizado su discurso a tono con las posturas de los "independientes" y "no alineados". Estos últimos aglutinaban a gremios no peronistas y reivindicaban un sindicalismo democrático, antiburocrático y con amplia participación de las bases. (Brennan y Gordillo, 2008: 34-47).

10 Diario Córdoba, 01/03/1973, p. 7; Diario Córdoba, 23/03/1973, p. 5; Revista SMATA Córdoba, Nº 96, 01/03/1973, p. 1.

11 Diario Córdoba, 24/03/1973, p. 5; Diario Córdoba, 02/04/1973, p. 3; Diario Córdoba, 07/04/1973, p. 7; Revista SMATA Córdoba, Nº 96, 01/03/1973, p. 1; Revista SMATA Córdoba, Nº 98, 02/04/1973, pp. 1, 4;Revista SMATA Córdoba, Nº 99, 23/04/1973, pp. 1, 4.

12 También se solidarizó con SMATA el sindicato de Perkins. Mientras tanto, la CGT nacional declaraba que el problema del SMATA Córdoba era una cuestión interna que no le competía a la central obrera. Diario Córdoba, 10/04/1973, p. 4; Diario Córdoba, 11/04/1973, p. 9; Diario Córdoba, 12/04/1973, pp. 3-5; Revista SMATA Córdoba, Nº 99, 23/04/1973, p. 3.

13 Diario Córdoba, 23/05/1973, p. 7.

14 SMATA Córdoba, Nº 100, 30/04/1973, p. 1.

15 Diario Córdoba, 26/07/1973, p. 7; Revista SMATA Córdoba, Nº 107, 30/07/1973, p. 3; Revista SMATACórdoba, Nº 108, 08/08/1973, pp. 1, 4; Revista SMATA Córdoba, Nº 109, 21/08/1973, p. 1; Revista SiTraP, 1974, pp. 32-33; Revista Ya! Es tiempo de pueblo, Año 1, Nº 6, 03/08/1973, pp. 28-29; Hechos y Protagonistas de las luchas obreras argentinas, op. cit., p. 14.

16 Diario Córdoba, 04/02/1972, p. 1; Diario Córdoba, 30/05/1972, p. 5; Diario Córdoba, 29/06/1972, pp. 3-4; Revista SMATA Córdoba, Nº 106, 04/07/1973, p. 2.

17 Rognone, Rubén, obrero de Fiat Materfer, entrevista realizada en Córdoba el 22/09/2011 por Florencia Céspedes. SIDE: Secretaría de Inteligencia de Estado.

18 Revista SMATA Córdoba, Nº 112, 26/10/1973, p. 8.

19 La patronal de FIAT ofrecía pagarles el 100% de la indemnización por "despido injustificado", más 60% de los sueldos correspondientes a un año de trabajo para los que tenían cargos gremiales. Los despedidos rechazaban esa oferta y exigían su reincorporación por considerar que fueron despidos"ilegales, arbitrarios e injustos", y además exigían el depósito de los salarios caídos y demás sumas que correspondiesen. También reclamaban que la empresa desistiera de las acciones penales que había iniciado por la ocupación del 14 de enero de 1971. Mientras tanto, algunos activistas y dirigentes seguían presos, como Gregorio Flores y Eduardo Castelo. Diario Córdoba, 11/03/1972, p. 4; Diario Córdoba, 18/03/1972, p. 4; Diario Córdoba, 22/03/1972, p. 3; Diario Córdoba, 27/03/1972, p. 4.

20 A cambio de Sallustro, el ERP pedía la reincorporación de los despedidos, el retiro de la Policía de las plantas de Córdoba, la liberación de los activistas y dirigentes de SiTraC-SiTraM y de otros 50 presos culpados de "actividades subversivas" –a quienes se pedía trasladar a Argelia u otro país a convenir-, y también se exigía una "indemnización al pueblo" de cinco mil millones de pesos en útiles escolares. La empresa comenzó negociando pero aseguraba que no estaba a su alcance la posibilidad de liberar a los presos ni de trasladarlos a otros países. Para ello viajó a Córdoba el director de FIAT Dr. Sclaverano, quien inició el diálogo con los ex dirigentes de SiTraC, pero ofreció dinero en vez de las reincorporaciones con el argumento de que esto segundo podría implicar "connivencia con los secuestradores", algo que estaba prohibido por el Gobierno. Por su parte, el Gobierno había anunciado que no entraría en la negociación, mientras enviaba a la Policía, con apoyo del Ejército, a realizar operativos "rastrillo" en zonas donde se presumía podía estar secuestrado Sallustro. Así fue como, casi a los 20 días del secuestro, al pasar un patrullero circunstancialmente por el frente de la casa donde estaba secuestrado, los "extremistas" tirotearon a los Policías y allí mismo lo habrían ultimado. Diario Córdoba, 21/03/1972, p. 1; Diario Córdoba, 24/03/1972, p. 1; Diario Córdoba, 25/03/1972, pp. 1-2; Diario Córdoba, 26/03/1972, pp. 1-2; Diario Córdoba, 29/03/1972, pp. 1-3; Diario Córdoba, 10/04/1972, p. 1; Revista Estrella Roja, Nº 12, abril de 1972, pp. 8, 14-15.

21 Diario Córdoba, 11/10/1972, p. 4; Diario Córdoba, 26/10/1972, p. 2; Diario Córdoba, 21/11/1972, p. 3.

22 Diario Córdoba, 03/11/1972 p. 5; Diario Córdoba, 29/11/1972, p. 5; Volantes y boletines del Sindicato de Trabajadores de Fiat (SiTraC), Archivo del SiTraC,Subarchivo Nº 1, Ficha Nº 5, Doc. 171, Córdoba, 21/10/1972.

23 Cataldo Quatrocchi era miembro de la CD de la UOM y, desde principios de agosto de 1973, era Secretario Gremial de las "62 Organizaciones" Peronistas que había marginado al sector "legalista" y logrado la hegemonía "ortodoxa" en el nucleamiento. Diario Córdoba, 02/12/1972, p. 4.

24 También las "62 Organizaciones" Peronistas de Córdoba apoyaban el encuadramiento de los trabajadores de Fiat en la UOM. Diario Córdoba, 30/12/1972, p. 5; Diario Córdoba, 09/09/1973, p. 3.

25 Entrevista a miembros de las Comisiones Provisorias de Concord y Materfer publicada en Revista SMATA Córdoba, Nº 106, 04/07/1973, p. 2.

26 El tema del encuadramiento sindical del personal de Fiat llegó incluso a debatirse en Cámara de Diputados provincial. Diario Córdoba, 21/01/1973, p. 4; Diario Córdoba, 30/05/1973, p. 3; Diario Córdoba, 01/06/1973, p. 5; Diario Córdoba, 04/06/1973, p. 4; Diario Córdoba, 17/06/1973, p. 4; Diario Córdoba, 02/09/1973, p. 5.

27 Revista SMATA Córdoba, Nº 107, 30/07/1973, p. 3; Revista SMATA Córdoba, Nº 110, 27/08/1973, p. 4.

28 Diario Córdoba, 22/08/1973, pp. 1, 2, 4; Revista SiTraP, 1974, pp. 44-46; Revista Ya! Es tiempo de pueblo, Año 1, Nº 9, 24/08/1973, p. 28; Revista Ya! Es tiempo de pueblo, Año 1, Nº 10, 30/08/1973, pp. 4-5.

29 Revista SMATA Córdoba, Nº 110, 27/08/1973, pp. 1-4.

30 Luego de una fuga de presos políticos del penal de Trelew, fueron capturados y fusilados 16 miembros de distintas organizaciones armadas peronistas y de izquierda que no habían podido huir. La masacre sucedió el 22 de agosto de 1972 en la Base Aeronaval Almirante Zar, una dependencia de la Armada Argentina próxima a la ciudad de Trelew, en la provincia del Chubut.

31 Diario Córdoba, 22/08/1973, pp. 1, 2, 4; Diario Córdoba, 23/08/1973, pp. 3-5.

32 Testimonio anónimo publicado en Revista SMATA Córdoba, Nº 110, 27/08/1973, p. 3. El término"cana" refiere a la Policía.

33 Diario Córdoba, 23/08/1973, p. 3.

34 "Actuaciones labradas con motivo de la ocupación de la fábrica Fiat Concord por parte de los obreros", iniciado el 01/10/1973. Tribunal Instrucción 1° Nom., Letra "A", N° 63, Iniciado 1/10/73. Centro de Documentación Histórica del Poder Judicial de Córdoba (CDHPJ), Serie Judicialización y Política (JyP), Caja 1.

35 "Denuncia formulada por Eduardo Luis Piscitello por Fiat Concord S.A.", Tribunal Instrucción 1° Nom., Letra "De", N° 64, Iniciado 22/8/73. CDHPJ, JyP, Caja 1. Es interesante identificar a este abogado, que fue quien en 1971 y ante los despidos masivos que acompañaron la disolución del SiTraC y SiTraM, declaró que la empresa no debía pagar indemnizaciones ya que "era una aberración porque esa plata iba destinada a la guerrilla". MASERA, Carlos José, Secretario General del SiTraC, entrevista realizada en Córdoba el 14/12/2010 por Laura Ortiz.

36 Diario Córdoba, 24/08/1973, p. 1; Revista SMATA Córdoba, Nº 110, 27/08/1973, p. 3.

37 Diario Córdoba, 22/08/1973, pp. 1, 2, 4; Revista SiTraP, Córdoba, 1974, p. 47; Revista Estrella Roja, Nº 25, 21/09/1973, p. 29.

38 Testimonio anónimo publicado en Revista Ya! Es tiempo de pueblo, Año 1, Nº 10, 30/08/1973, pp. 4-5.

39 Otero declaró que la Policía debió desalojar la planta antes de lo que lo hizo. Un comunicado de la Policía de Córdoba expresaba que actuaron bajo órdenes del Poder Ejecutivo Provincial. Mientras tanto, la CGT regional continuó apoyando el reclamo de los trabajadores de bases y denunció que hubo versiones maliciosas y calumnias cuando se afirmó que había gente ajena y armada. Diario Córdoba, 24/08/1973, p. 3, Diario Córdoba, 25/08/1973, p. 3; Diario Córdoba, 26/08/1973, p. 3; Revista SiTraP, 1974, pp. 44-46.

40 Diario Córdoba, 08/09/1973, p. 3.

41 Las declaraciones corresponden a Alberto Canovas, de la Comisión Provisoria de Fiat Concord, publicadas en Revista El Descamisado, Año I, Nº 25, 06/11/1973, p. 5.

42 Diario Córdoba, 04/12/1973, p. 4; Revista Estrella Roja, Nº 28, 04/01/1974, p. 15.

43 Diario Córdoba, 16/10/1973, p. 4.

44 Diario Córdoba, 13/12/1973, p. 7; Revista Estrella Roja, Nº 27, 17/12/1973, p. 14.

45 Tal fue el caso de la ocupación, a comienzos de 1973, de la fábrica Perdriel y del taller de motocicletas Luján Hnos., realizando un acto en el interior con la presencia de todo el personal. Un año después el ERP ocupó la fábrica ILASA PBC y arengó a su personal, que se encontraba en conflicto con la patronal. Revista Estrella Roja, Nº 17, febrero de 1973, p. 16; Revista Estrella Roja, Nº 19, 03/04/1973, p. 7; Revista Estrella Roja, Nº 28, 04/01/1974, p. 15.

46 Diario Córdoba, 04/02/1973, p. 5; Diario Córdoba, 09/02/1973, p. 4. En la Fábrica de Motores Diesel Livianos - Perkins se producían motores para distintos usos: tractores, autos, compresores de aire, entre otros. El sindicato encuadraba a todos los trabajadores de la empresa (Brennan, 1992: 7-8).

47 Revista SITRAP, 1974, pp. 6-7; Villa, Juan Enrique (a) "Víbora", delegado y miembro de Comisión Directiva de Perkins, integrante de la Lista Marrón de Perkins, militante de Movimiento de Liberación Nacional (MLN), luego en El Obrero y más tarde en Poder Obrero, entrevista realizada en Córdoba el 29/08/2011 por Laura Ortiz; Ríos, Carlos Higinio (a) "Negro", tesorero del sindicato Perkins, integrante de la Lista Marrón de Perkins, militante peronista, entrevista realizada en Córdoba el 17/06/2011 por Laura Ortiz.

48 Ríos, Carlos Higinio, entrevista citada.

49 Villa, Juan Enrique, entrevista citada.

50 Ríos, Carlos Higinio, entrevista citada.

51 Diario Córdoba, 24/03/1973, p. 5, Diario Córdoba, 03/12/1973, p. 5, Diario Córdoba, 04/12/1973, p. 4; Revista Ya! Es tiempo de pueblo, Año 1, Nº 21, 15/11/1973, pp. 4-5. El "Pacto Social" fue la cláusula fundamental de la política económica antiinflacionaria que instauró Juan D. Perón en su tercera presidencia. Por este acuerdo se congelaron las actualizaciones salariales para armonizar la configuración de precios, otorgando un aumento uniforme del 20% y suspendiendo las convenciones colectivas por dos años. A su vez las empresas se comprometían a no aumentar los precios, aunque en muchos casos éstos se habían inflado preventivamente (Brennan y Gordillo, 2008: 186).

52 Diario La Voz del Interior, 08/02/1974, p. 11.

53 Diario Córdoba, 04/06/1973, p. 7.

Bibliografía y fuentes

Bibliografía

1. Brennan, James (1992). "El clasismo y los obreros. El contexto fabril del ´sindicalismo de liberación´ en la industria automotriz cordobesa, 1970-75". En: Desarrollo Económico, v. 32, Nº 125, abril-junio 1992, pp. 3-22.         [ Links ]

2. Brennan, James y Gordillo, Mónica (2008). Córdoba rebelde. El Cordobazo, el clasismo y la movilización social. Buenos Aires: Ed. De la Campana.         [ Links ]

3. Foucault, Michel (1984[1978]). La verdad y las formas jurídicas. México: Ed. Gedisa.         [ Links ]

4. Gordillo, Mónica (1996). Córdoba en los ´60: la experiencia del sindicalismo combativo. Córdoba: Dirección general de publicaciones de la UNC.         [ Links ]

5. Ortiz, María Laura (2015). Violencia y represión. Los trabajadores clasistas, Córdoba (1969-1976). Tesis de doctorado, inédita, Universidad de Buenos Aires, Argentina.         [ Links ]

Fuentes escritas

Diario Córdoba, Años 1972-1974.

Revista El Descamisado, órgano de difusión de Montoneros, Año 1973.

Revista Estrella Roja, órgano de difusión del ERP, Años 1972-1973.

Revista Hechos y Protagonistas de las luchas obreras argentinas, Año 1, N° 1, enero de 1984, Buenos Aires: Editorial Experiencia.

Diario La Voz del Interior, Años 1969, 1974.

Revista SiTraP, Revista del Sindicato de Trabajadores de Perkins, Córdoba, Año 1974.

Revista SMATA Córdoba, órgano de comunicación del Sindicato mecánico de Córdoba, Años
1971-1973.

Revista Ya! Es tiempo de pueblo, publicación vinculada a la Juventud Trabajadora Peronista, Buenos Aires, Año 1973.

Volantes y boletines de SiTraC, Archivo del SiTraC,Subarchivo Nº 1, Ficha Nº 5, Doc. 171, Córdoba, 21/10/1972.

"Actuaciones labradas con motivo de la ocupación de la fábrica Fiat Concord por parte de los obreros", iniciado el 01/10/1973. Tribunal Instrucción 1° Nom., Letra "A", N° 63, Iniciado 1/10/73. Centro de Documentación Histórica del Poder Judicial de Córdoba (CDHPJ), Serie Judicialización y Política (JyP), Caja 1.

"Denuncia formulada por Eduardo Luis Piscitello por Fiat Concord S.A.", Tribunal Instrucción 1° Nom., Letra "De", N° 64, Iniciado 22/8/73. CDHPJ, JyP, Caja 1.

Fuentes orales

Carrasco, Daniel David (a) "Renolito", delegado de Renault, miembro de la Mesa de Gremios en Lucha, militante del Peronismo de Base y luego, Espartaco Mayoría, entrevista realizada en Córdoba el 20/09/2011 por Laura Ortiz.

Masera Carlos José (a) "Gringo", Secretario General del SiTraC, entrevista realizada en Córdoba el 14/12/2010 por Laura Ortiz.

Ríos, Carlos Higinio (a) "Negro", tesorero del sindicato Perkins, integrante de la Lista Marrón de Perkins, militante peronista, entrevista realizada en Córdoba el 17/06/2011 por Laura Ortiz.

Rognone, Rubén, obrero de Fiat Materfer, entrevista realizada en Córdoba el 22/09/2011 por Florencia Céspedes.

Rodríguez, Ana María, delegada de ILASA, delegada paritaria e integrante del MRS - Lista Marrón del SMATA, entrevista realizada en Córdoba el 30/09/2010 por Laura Ortiz.

Villa, Juan Enrique (a) "Víbora", delegado y miembro de Comisión Directiva de Perkins, integrante de la Lista Marrón de Perkins, militante de Movimiento de Liberación Nacional (MLN), luego en El Obrero y más tarde en Poder Obrero, entrevista realizada en Córdoba el 29/08/2011 por Laura Ortiz.

Recibido: 19.01.2017
Recibido con modificaciones:15.11.2017
Aprobado: 17.11.2017

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