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Trabajo y sociedad

versão On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.30 Santiago del Estero jun. 2018

 

OFICIOS, PROFESIONES Y MODOS DE VIDA

Hogar, Familia y Ciencia Social. Huellas de Frédéric Le Play en la  Argentina de entre siglos 

Home, Family and Social Science: Traces of Frédéric Le Play in Argentina a between centuries 

Casa, Familia e Ciências Sociais: Traços de Frédéric Le Play na  Argentina entre os séculos

 

Paula Lucía Aguilar*  

* Dra. en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (UBA–IIGG–CONICET) Correo: aguilarpl@gmail.com. Agradezco la orientación del profesor Antoine Savoye en el marco del proyecto"La construcción del hogar y las condiciones de vida en las Ciencias Sociales de entresiglos" cuya indagación documental fuera realizada en el Museo Social de París (Programa PROMAI de la Universidad de Buenos Aires) y los intercambios con Ana Lucía Grondona e Ivana Socoloff durante la escritura de este texto. También a Pablo De Marinis en cuyo seminario doctoral sobre teorías sociológicas de la comunidad, me acerqué a estos debates.

 


RESUMEN 

El artículo sistematiza un conjunto de citas explícitas a los trabajos de Frédéric Le Play (1806-1882) en el período de entre siglos y las pone en relación con las formas específicas que adopta el debate por la llamada cuestión social en la Argentina. El texto constituye un ejercicio de lectura atento a la construcción de los problemas sociales y los saberes teóricos puestos en juego en las distintas propuestas para su diagnóstico y resolución. Está organizado en cuatro apartados. En primer lugar, presenta una semblanza de la obra y trayectoria de Frédéric Le Play, recuperando las formas más usuales en las que su trabajo se inscribe en el relato histórico de la Sociología. En segundo lugar revisa las referencias a Le Play y su obra en nuestro país en lasúltimas décadas del siglo XIX, en el marco de la discusión entre el liberalismo y el catolicismo. En tercer lugar, el artículo destaca los elementos de la perspectiva de Le Play retomados a inicios del siglo XX para el estudio científico sobre las condiciones de vida de las familias obreras. Por último, las reflexiones finales sistematizan algunos elementos de este recorrido para el estudio de las relaciones entre las ciencias sociales, el hogar y la cuestión social.

Palabras clave: Frédéric Le Play; Cuestión Social; Sociología; Hogar; Familia

ABSTRACT

The article systematizes a set of quotations to the works of Frédéric Le Play (1806-1882) in between XIXth and XXth centuries and analyzes them in relation to the specific forms adopted by the debate on the so-called social question in Argentina. The text has four sections. First, a semblance of the work and trajectory of Frédéric Le Play, reviewing the most usual forms in which his work was included in the historical account of Sociology. Second, it considers the references to Le Play and his work in Argentina in the last decades of the nineteenth century within the discussion between liberalism and Catholicism. Third, the article highlights the elements of his perspective considered at the beginning of the XXth century for the scientific study on the living conditions for workers and their families. Finally, we resume some elements useful to study the articulation between the social sciences, the home and the social question.

Keywords: Frédéric Le Play; Social Question; Sociology; Home; Family

RESUMO

O artigo sistematiza um conjunto de citações explícitas para as obras de Frédéric Le Play (1806-1882) no período entre os séculos e coloca-los emrelaçãoàs formas específicas que o debate pela questão social no Argentina, emumexercício cuidadoso para construir problemas sociais e conhecimento teórico emjogonas diferentes propostas de diagnóstico e de leituraresolução. O texto está organizado emquatroseções. Primeiro, apresentamosumesboço biográfico do trabalho e da carreira de Frédéric Le Play, recuperando as formas maiscomunsem que seutrabalho é parte do relato histórico da Sociologia. Em segundo lugar, consideramos as referências a Le Play e seutrabalhoemnosso país nas últimas décadas do século XIX, no contexto da discussão entre o liberalismo eo catolicismo. Emterceiro lugar, destacam-se os elementos de sua perspectiva de retomada início do século XX para o estudo científico sobre as condições de vida das famíliastrabalhadoras. Finalmente, as reflexõesfinais sistematizar alguns elementos destepasseio de pensar a articulação entre as ciênciassociais, a casa eaquestão social.

Palavras-chave: Frédéric Le Play; Questão social; Sociologia; Casa; Família

Licencia Creative Common: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/legalcode


 

SUMARIO

Introducción, 1. Semblanza y trayectoria, 2. Entre la exaltación póstuma y la sociología universitaria, 3. El Estado, la técnica y la fe: la medición de las condiciones de vida de la familia obrera, Reflexiones Finales.

*****

Introducción

Quien lea estas líneas probablemente notará la presencia de Frédéric Le Play (1806-1882) y la Argentina en una misma oración como una combinación poco frecuente en los relatos históricos de las ciencias sociales locales. Sin embargo, durante una investigación realizada sobre los modos en que se problematizan los límites materiales y simbólicos del hogar en los diagnósticos y propuestas expertos para el tratamiento de la cuestión social (Castel, 1997[1995]), hemos tropezado con numerosas referencias a este autor francés1. El hogar, ámbito a la vez inasible y de vital interés para la acción reformadora, se hace inteligible como terreno de intervención posible a partir de una grilla teórica y práctica en la que los trabajos de Frédéric Le Play constituyen una referencia ineludible.
Entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX sus obras son citadas por distintos actores de la vida política y académica local en el marco de un Estado nacional en vías de consolidación. Así, es posible encontrar conceptos de Le Play reivindicados por el entonces titular de la cátedra de Economía Política de la Facultad de Derecho, Emilio Lamarca (Lamarca,
1919[1880]), al tiempo que su figura es homenajeada por José Manuel Estrada en el marco de los alarmados diagnósticos del catolicismo sobre la transformación de la vida social en curso2 (Estrada, 1953 [1882]). Unos años más tarde las huellas de Le Play y su perspectiva reaparecen en los análisis de la incipiente sociología de cátedra sobre las formas más adecuadas de investigación científica de la familia, considerada "célula de la sociedad", y las condiciones de trabajo y vida de las poblaciones obreras (García, 1955 [1899]; González Bollo, 1999; 2004a; 2004b, 2014; Pereyra, 2007; 2008a, Otero, 2006) para ser luego inspiración de la estadística estatal de ingresos y consumos impulsadas por Alejandro Bunge (Bunge, 1940; González Bollo, 1999; Resico, 2012). Asimismo, el informe de la comisión legislativa sobre el trabajo a domicilio, coordinada por Enrique del Valle Iberlucea, menciona la figura del economista francés al diagnosticar el problema (República Argentina, 1917). Trazos dispersos brindan también indicios sobre la circulación local de sus trabajos e ideas entre fines de los años cuarenta y mediados de los años cincuenta (Poviña, 1977 [1947])3; para ser finalmente objeto de re-lecturas hacia fines de la década del 1970, principalmente asociados al desarrollo de la metodología de investigación "cualitativa" aplicada al estudio de las unidades domésticas y alámbito de la Sociología Rural con énfasis en la agricultura familiar y los más tarde llamados"estudios de pobreza" (Benencia, Forni y Neiman 1991; Forni y Angélico, 1997; Forni, 2004 [1997]; Forni, Freytes Rey, y Quaranta, 1998, 2003, 2008).
Este texto surge de la necesidad de sistematizar los trazos encontrados e inscribirlos en una trama más amplia: aquella que se entreteje en las formas de construcción4 de los problemas sociales y los saberes teóricos puestos en juego en las distintas propuestas bosquejadas para su diagnóstico y resolución. Al trabajar sobre la figura de Frédéric Le Play y la circulación local de su perspectiva analítica, se procura abordar, al menos parcialmente, un interrogante crucial: ¿Cuáles son los modos específicos en que las tradiciones teóricas y metodológicas de las ciencias sociales entrecruzan sus caminos en la construcción de problemas sociales relevantes y en la orientación política (en sentido amplio) de las herramientas de intervención propuestas? La distancia temporal y geográfica entre la Francia natal del autor aquí considerado y un lejano país del sur como Argentina suma la complejidad propia de la circulación trasnacional al ejercicio de sistematización propuesto.
El artículo, organizado en cuatro apartados, se centrará en aquellas referencias explícitas y mostradas a los trabajos de Le Play que surgen en el período de entre siglos5. En primer lugar, presentamos una semblanza de la obra y trayectoria de Frédéric Le Play, recuperando las formas más usuales en las que su trabajo se inscribe en el relato histórico de la Sociología. En segundo lugar consideramos las referencias a Le Play y su obra en nuestro país en las últimas décadas del siglo XIX en el marco de la discusión entre el liberalismo y el catolicismo. En tercer lugar, destacamos los elementos de su perspectiva retomados a inicios del siglo XX para el estudio científico sobre las condiciones de vida de las familias obreras. Por último, las reflexiones finales sistematizan algunas cuestiones que se derivan de este recorrido para pensar la articulación entre las ciencias sociales, el hogar y la cuestión social.

1. Semblanza y trayectoria

Frédéric Le Play, francés, transitó un extenso camino profesional que lo llevó desde su inicial labor como ingeniero e investigador en metalurgia y profesor de la École des Mines, a la realización de tareas de investigación social sobre las condiciones de vida de diferentes grupos de trabajadores y sus familias (Savoye y Kalaora, 1985,1989; Savoye, 1981, 1992; Arnault 1984; Dion, 1967). Sus biógrafos coinciden en caracterizarlo como un caminante incansable6, asiduo anfitrión de un animado salón parisino, tenaz militante de la reforma social y católico conservador. La lectura de sus textos revela un rechazo explícito a los efectos del orden post revolucionario en Francia que caracteriza como disgregador y denota una fuerte condena al avance del individualismo por sobre la unidad familiar. Ante la evidencia de las terribles consecuencias del capitalismo en expansión sobre las formas institucionales tradicionales, Le Play promovía la reorganización de la producción bajo la forma de patronazgo y la revalorización de la pequeña comunidad rural por sobre los centros urbanos (Dion, 1967; Savoye, 1981; Baudin, 1947). Activo participante en la política de su tiempo, fue senador, consejero de estado del Segundo Imperio en temas sociales y director de los pabellones franceses en las exposiciones universales de 1852, 1855 y 1867. Asimismo fue fundador de la Société d´economiesociale (S.E.S.) en 1856, de la Unions de la paixsociale(U.P.S) en funcionamiento partir de 1874 y de la publicación de la Reforme Sociale creada en 1881. Esta publicación daba cuenta bimestralmente la actividad de ambas formas de agrupación, heterogéneas en su composición y actividades desarrolladas7 (Savoye, 1989).
Su observación metódica mediante las "indicaciones de la experiencia" estaba orientada por la necesidad de identificar y promover aquellas condiciones e instituciones que garantizaran la "paz social". Su tarea de investigador, iniciada en sus viajes de estudio vinculados con el desarrollo de la metalurgia, se vio reforzada por el impacto de las revueltas de 1830 y 1848. La particular forma de indagación desarrollada por Le Play consistió en la realización de unconjunto de monografías de grupos familiares8 que registraban pormenorizadamente los aspectos más importantes de la vida cotidiana y las relaciones entre sus integrantes y con el medio circundante9. Estas monografías se confeccionaban a partir de una permanencia prolongada del investigador en el territorio y del registro minucioso del presupuesto (i.e. distribución de ingresos y gastos) bajo la hipótesis de que la familia era la unidad de observación más pertinente para el estudio de la sociedad y de que la recolección de esta información permitiría dar cuenta de los recursos, consumos y costumbres de cada hogar, expresados en tiempo y dinero visibles a través del registro de los presupuestos familiares10.
A partir del relevamiento realizado, Le Play confeccionó una tipología clasificatoria de las familias agrupándolas en tres categorías: "patriarcal", "inestable" y "matriz o troncal"considerando para ello sus distintos grados de continuidad en la transmisión de los derechos de propiedad entre padres, hijos y hermanos y su aporte a la conciliación del interés público con el bienestar individual11. Le Play asociaba la estabilidad social a la constitución de la familia matriz o troncal y a una legislación de la herencia que promoviera la conservación de la propiedad y la autoridad patriarcal en el seno familiar, a la que consideraba como "autoridad natural". También tomaba en cuenta en su estudio las relaciones comunitarias e instituciones intermedias (pequeños talleres, congregaciones y entre los habitantes) como fundamentales para
alcanzar un orden estable y duradero (Garrigós, 2003 y 2006). En su registro de los presupuestos familiares brindaba una atención fundamental al modo de utilización del ahorro familiar. Consideraba que este elemento permitía

(…) entrever el grado de autonomía del grupo doméstico, la manera en que sus trabajos le garantizan o no la autosuficiencia y le permiten eventualmente ahorrar y mejorar sus condiciones de vida gracias a la previsión es decir una actitud moral que preserva de un deslizamiento hacia la miseria (Pugeault-Cichelli, 1999:41)

Los datos reunidos a partir de las monografías de familia, no eran codificados o agregados en unidades mayores, sino que se acumulaban como registros sociográficos plausibles de ser comparadas entre sí como casos únicos aun cuando fueran ocasionalmente reconstruidas numéricamente series de edades, composición, superficies o precios12. El trabajo no buscaba establecer regularidades estadísticas o descubrir las leyes universales de funcionamiento de las sociedades sino conocer en profundidad los medios y modos de existencia e historia de la familia considerada en busca de aquellas condiciones peculiares que garantizaran la estabilidad social (Forni, Freytes Rey y Quaranta, 2003:17). La publicación de las monografías y trabajos de investigación de Le Play se inicia en 1855 con el libro Les OuvriersEuropéens: Études sur les travaux, la vie domestique et la conditionmorale des Ouvriersque reúne 36 monografías realizadas entre 1830 y 1853.Una segundo conjunto de monografías se publica en 1877-79 bajo el título de Ouvriers de deux mondes13. En 1862, confecciona un detallado instructivo para la realización de monografías cuyo objeto declamado era el de guiar al investigador "en el laberinto de los hechos" y asegurar la comparabilidad de los datos entre distintos registros, casos únicos en su tipo, realizados con la misma grilla de recolección.
Aquellos autores que recuperan su figura desde la historia de la Sociología coinciden en señalar el rol precursor de Le Play en múltiples campos de acción y temas de estudio14. Esta recuperación se formula con cierto tono de denuncia sobre el abandono de su obra en el relato histórico de las ciencias sociales y destaca la necesidad de reconsiderar su vigencia y utilidad metodológica. Así, se refieren a Le Play reiteradamente como un autor no tenido suficientemente en cuenta o un "inventor olvidado" (Savoye y Kalaora, 1989). Entre sus comentaristas prima la reivindicación "metodológica" de Le Play por el modo original de estudiar las familias y su entorno, presentándolo como un autor clásico de la Sociología y "primer investigador empírico" (Nisbet 1996[1966]). Ésta se combina con la denuncia de su
invisibilización en el relato histórico de la disciplina a pesar de la titánica tarea emprendida (Nisbet 1996[1966]); Savoye, 1985; Tréanton, 1984).
Las explicaciones de su ausencia en el panteón (móvil) de los "clásicos" de la Sociología, ensayan como hipótesis principal el hecho de que su perspectiva conservadora, centrada en la religión, la tradición y la familia como unidad de análisis básica del estudio y su clara pretensión reformadora quedó rezagada por el desarrollo de la Sociología académica positivista de vertiente durkhemiana y el avance de la estadística como modo de expresión racionalizado de los hechos relevantes para el análisis científico de lo social. Si bien las monografías de familia ofrecen una información invalorable por su detalle cuasi etnográfico y su extensión, nada estaba más lejos de los objetivos de su impulsor que una posterior cuantificación que homogeneizara bajo la curva normal las características de cada unidad familiar estudiada y ocultara la especificidad de su modo de vida (Hacking, 1990; Desrosieres 2011[2008]; Jahoda, Lazarsfeld y Zeizel 1971[1932]).

(…) Los documentos estadísticos, que consideran una nación en su conjunto, bajo un punto de vista exclusivo, no dan cuenta ni de la naturaleza especial de los individuos, ni del carácter propio del medio donde viven; ellos descuidan entonces los hechos principales que la ciencia debe considerar cuando quiere arribar a conclusiones que interesen a las existencias individuales o a las diferentes categorías sociales; su generalidad es ficticia, obtenida a costa de las diferencias que son el objeto de la ciencia. (Le Play citado en Forni, Freytes Rey y Quaranta, 2008: 89)

Afán científico, conservadurismo, reforma y ciencia social conviven en sus páginas y son claves para comprender tanto el reiterado diagnóstico de su olvido europeo como sus lecturas y ámbitos de circulación posibles al otro lado del Atlántico15. Las referencias a Frédéric Le Play en Argentina nos ubican en un momento histórico crucial de la configuración de la institucionalidad estatal de nuestro país: el pasaje del siglo XIX al siglo XX. Es posible observar allí la existencia de una activa y extensa nebulosa reformadora (Topalov, 1999) conformada por miembros de la élite, juristas, médicos higienistas, criminólogos y educadores de sectores tanto socialistas, católicos, más tarde católico sociales y liberales anticlericales quienes se entremezclan en ámbitos parlamentarios, funciones estatales y partidarias y cátedras universitarias (Recalde, 1988 y 1991; Tenti Fanfani, 1989; Suriano, 2000; Zimmerman, 1994). Las fronteras entre las posiciones sostenidas distan de ser nítidas, y los actores que circulan en este escenario fluyen entre militancias confesionales y sus tareas en el ámbito académico y de funcionariado estatal. Sus diagnósticos y herramientas estaban en plena disputa y construcción, tanto como el Estado. Cabe destacar la actualización conceptual y bibliográfica de este conjunto heterogéneo de reformadores y el diálogo permanente con las experiencias de política estatal Europea (especialmente francesa, belga y alemana) y con aquellas desplegadas en los Estados Unidos de América16 (Zimmerman,1994; Plotkin, 2004). Son tiempos además del surgimiento y consolidación de la Sociología y de la Economía Política como disciplinas universitarias (Pantaleón, 2004; Pereyra 2007, 2008a) y de intensos debates sobre las consecuencias de las transformaciones sociales en curso, con un creciente diagnóstico de que la "cuestión social" debía ser prontamente atendida. Entendemos que estas condiciones atraviesan los modos particulares en los que la perspectiva leplaysiana se inscribe la trama de saberes puestos en juego en el debate local de la cuestión social, y, a la vez, contribuye a dar forma a sus herramientas de intervención.

2. Entre la exaltación póstuma y la sociología universitaria

La Economía y la Moral arrancan de una misma raíz.
(Lamarca, 1919: 158 [1880])

Llegue a vosotros que poseéis el don de la fe, la luz que destella la escuela política de Le Play,
jóvenes que formareis mañana la clase gobernante de la sociedad argentina (…) (Estrada,
1955:183[1882])

El elemento primo, el alma del complicado tejido social es la familia. Por ella deberá comenzar sus
investigaciones la sociología argentina (García, 1953:122)

Emilio Lamarca, (1844-1922) político, jurisconsulto, Ingeniero en Minería recibido en Alemania, subsecretario de relaciones exteriores en la presidencia de Domingo F. Sarmiento y profesor entre 1876 y 1884 en una cátedra de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires publicó en 1880 un extenso trabajo titulado El Decálogo y la ciencia económica, donde destaca las ideas de Frédéric Le Play, entre otros autores (Auza, 2013). En este texto defiende la necesidad de articular economía y moral siguiendo los principios básicos del catolicismo. Según señala al describir las secciones de su trabajo:

En la primera me ocupo de las estrechas relaciones de la Economía con los preceptos del decálogo que trazan al hombre sus deberes para con Dios; en la segunda, pruebo que la eficiencia de las funciones económicas depende de la observancia de los preceptos que señalan al hombre sus obligaciones, para consigo mismo y para con sus semejantes: en una y otra demuestro que existe prefecto acuerdo entre la Religión, la Moral y la Economía Política (Lamarca 1919:8 [1880]).

Para cumplir con estos objetivos afirma que tomará la palabra de eminentes economistas y pensadores que le permitirán afianzar su posición. Es justamente en este punto que menciona el trabajo de Le Play como una de las voces autorizadas sobre las que basa sus argumentos. Lamarca retoma las ideas del autor francés en tres oportunidades a lo largo de su trabajo: para subrayar la importancia de la religión en la práctica económica, al destacar el valor de la familia como elemento fundante del orden social y al desarrollar su inquietud por el desfasaje entre lo que llama el "engrandecimiento de los bienes externos" y el perfeccionamiento moral y espiritual de las sociedades, producido por el avance de los nuevos tiempos. Según sostiene:

Habiéndose reconocido que la vida palpita en todo fenómeno económico, sin dificultad se ha comprendido cuán importante e imprescindible es la influencia de la moral y de la legislación sobre el desenvolvimiento de la riqueza. Hay, en efecto, que pensar en modificar la persona, antes que pensar en modificar las cosas. (Lamarca 1919:6[1880]).

Desde su perspectiva, el abandono de la consideración moral de la práctica económica, de una generación de riqueza irrespetuosa de los antiguos modos de convivencia entre las clases derivaría en graves problemas sociales. Entre ellos, Lamarca destaca las malas condiciones de trabajo del "industrialismo", las extremas consecuencias de la "lucha por la vida", el infanticidio y abandono infantil, el alcohol, los conflictos obreros y el trabajo de la mujer (Lamarca, 1919), tópicos en los sostiene que la adecuación a los preceptos del decálogo contribuirían a atemperar, con consecuencias económicas y sociales positivas. El texto analiza luego el modo de articulación entre la práctica económica y cada uno de los preceptos del decálogo.
En 1919 Alejandro Bunge (1880-1943), exhumó el texto y publicó a lo largo de varios números de la Revista de Economía Argentina17, con autorización de Lamarca que por entonces tenía 75 años. (Pantaleón, 2004; Manuel Fernández, 2008; Auza, 2013). El hecho de que el texto haya sido recuperado y puesto en circulación en 1919 revitaliza su contenido conservador de llamado al orden y condena a la conflictividad obrera.En aquel año, en un contexto de difíciles condiciones económicas provocadas por la primera guerra mundial se produce en Buenos Aires una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad (acompañadas por grupos civiles de corte nacionalista) a una huelga en talleres metalúrgicos encabezada por sectores anarquistas, hecho que pasó a la historia como la "Semana Trágica". En ese mismo año, se funda la Union por la Paz Social local, con nombre de resonancias leplaysianas18 e impulsadas por de la revista dirigida por Bunge. Esta organización promueve - con apoyo de la Unión Popular Católica, funcionarios estatales y miembros encumbrados de la oligarquía local- la "Colecta por la paz social" con el objetivo de construir viviendas populares con el telón de fondo del conflicto bélico europeo, la revolución rusa y la inquietud renovada por la creciente conflictividad obrera (Ballent, 1990; Lida, 2015; Rapalo, 2012).
Sólo dos años después de la primera publicación del texto de Lamarca, en 1882, se dicta una extensa conferencia titulada Le Play y el Liberalismo brindada a modo de panegírico (de sorprendente actualidad, a sólo un par de meses de la muerte del francés) por el militante católico José Manuel Estrada (1842-1894) en la Academia Literaria del Plata19. Estrada ocupó, al igual que Lamarca, varios puestos públicos: fue Secretario de relaciones exteriores, Jefe del Departamento General de Escuelas y Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Importante figura representativa de los sectores católicos, se opuso al igual que éste al laicismo escolar en el congreso pedagógico de 1882 y a la ley del matrimonio civil de 1888, oposición que les costó sus puestos universitarios. (González Bollo, 1999; Otero, 2006; Resico, 2012). Ambos tuvieron una participación activa en el primer congreso católico desarrollado en 1887 y activos en distintas organizaciones confesionales.
Desde su tribuna de propagandista y orador grandilocuente, Estrada reforzaba su posición anti liberal, recuperando en sus argumentaciones la figura y la obra Le Play, de la que muestra un detallado conocimiento. Estrada describe con florida retórica la pesimista visión del orden social post revolucionario que se trasluce en los escritos de Le Play y destaca la imagen proveniente de la minería con la que el autor francés describe el siglo XIX como "la edad de la hulla". Así, celebra su trabajo de investigación y la tenacidad del francés para develar lo que considera la verdad sobre el tumultuoso tiempo que le había tocado vivir, valorando su tarea "en el terreno", y los sacrificios hechos en su búsqueda:

Había de observar la sociedad en sus elementos simples, en su coordinación natural, en sus formas más complicadas; el hombre en relación con la naturaleza, es decir, el trabajo; el hombre en sus necesarias conexiones, es decir, la familia el municipio, la provincia, los Estados; o lo que es igual y en suma: el orden económico, la generación y constitución de la soberanía (Estrada 1953:164 [1882])
Cincuenta años de viajes arriesgados o penosos, de estudios pacientes, de proselitismo activo consagró Le Play a dilucidar estas verdades tan repugnantes al vanidoso optimismo de su siglo (Estrada 1953:180 [1882])

Desde su posición conservadora, las negativas consecuencias de la edad de la hulla estaban a la vista del observador avezado. La caracterizaba como una "época de transiciones más bruscas y más frecuentes que cualquier otro período en la historia económica del mundo" (Estrada 1953:163 [1882]) con terribles consecuencias para la vida social. Los antiguos órdenes económicos y morales que sostenían la armonía de clases se estaban diluyendo y el Estado ampliaba sus atribuciones sin límite alguno por sobre la sociedad, reducida a individuos librados a su suerte:

(…) Tan profunda alteración del orden de las sociedades engendra estos dos frutos: dispersando la masa popular, por la disolución de los lazos estables con que la costumbre moral vincula las clases pobres a las ricas con recíproca ventaja, el pueblo queda entregado, sin defensa ni resguardo, a la acción directa del poder soberano: trazando el campo en que se mueven los intereses respectivos de las clases, los intereses entran en pugna y las clases en antagonismo." (Estrada 1953:169 [1882])

Coincide en sus argumentos con Lamarca, cuando despliega una feroz crítica al papel del Estado y de la creciente contradicción que observa entre el progreso material, derivado del avance de la producción capitalista, y lo que identifica como un creciente decadencia moral.

Que acrezca el acervo de bienes nacionales, y que cada Estado suba en opulencia y en flujo industrial y mercantil, parece su excesivo anhelo, sin que le interese atender ni al individuo que naufraga ni a la familia que se arruina, ni a las clases enteras que gimen en la miseria rodeadas por las pompas del lujo y de la soberbia venturosa" Estrada 1953:177 [1882])

De acuerdo con su diagnóstico un aspecto fundante de la vida de las sociedades y su gobierno, la familia, había quedado presa de este torbellino del individualismo por sobre la tradición, poniendo en riesgo la estabilidad misma del orden social, en ella basado.

No es, señores, la familia, su formación y su desarrollo un episodio poético en la vida de los hombres, nacido de afectos bellos, nutrido de encantos, desenlazado en los desabrimientos de una vejez desolada. La familia es un núcleo elemental de gobierno: centro autómico de relaciones; fuente y baluarte de derechos. Dios lo quiere así y la constituyo en el Decálogo. Estrada 1953:169 [1882])

Retoma entonces las categorías clasificatorias de los modelos de familia formulados por Le Play (familia troncal o Matriz, patriarcal e inestable)

El liberalismo ha instalado la familia inestable, enervada con la mayoría de los hijos destruida por el régimen sucesorio ¿Qué digo no hay siguiera familia duradera, ni vínculo resistente, ni tradición moral ni honor ni nada en las sociedades humanas, sino una masa incoherente de hombres amontonados bajo la irresistible prepotencia del Estado. (Estrada 1953: 170 [1882])

Sus argumentos antiliberales toman cuerpo en una época signada por el enfrentamiento entre catolicismo y el anticlericalismo de la llamada "Generación del 80", que se halla en un punto altísimo de tensión al momento de llevarse a cabo esta conferencia. Estrada homenajea a Le Play y sus palabras cobran inusitada fuerza en la batalla cultural local en el contexto del avance estatal por sobre áreas de la vida social hasta ese momento bajo la égida católica tales como el registro civil de matrimonios, nacimientos y defunciones y, en particular, el debate por la educación cuyo destino se hallaba en disputa. Su diatriba, realizada en el tradicional colegio jesuita Del Salvador, tenía por destinatarios a estudiantes provenientes de la elite porteña. Tras su descripción de lo que considera un desolador panorama, hace suyas las conclusiones del estudio de Le Play respecto de los requisitos de la paz social: "la seguridad del pan cotidiano, y la elevación moral de las almas" (Estrada 1953: 180 [1882])
Tópicos caros al trabajo de Frédéric de Le Play se suceden en estas dos primeras referencias a su obra encontradas en representantes del catolicismo conservador, como Estrada y Lamarca20. Por un lado la crítica a un evidente avance material en detrimento del desarrollo moral de la sociedad, por otro, la oposición al avance estatal y la importancia de la familia en la conservación del orden social y en la recuperación de los valores tradicionales en peligro. Es justamente esta centralidad de la familia, entendida como base de la sociedad y garantía de su estabilidad, uno de los ejes que hilvana las distintas referencias al autor francés en nuestro país.
Unos años más tarde, en 1899, desde su cátedra de Sociología en la Facultad de Derecho Juan Agustín García (1862-1923) proponía el método de las monografías de familia de Le Play como aquél más adecuado para su estudio empírico local. Esta referencia es particularmente relevante para considerar la circulación de saberes de la ciencia social en el momento de su institucionalización, ya que García fue uno de los primeros profesores de la incipiente Sociología académica en nuestro país. Así, desde la academia señalaba la necesidad del estudio histórico y científico de los hechos sociales y la centralidad de lo familiar en el estudio de sus transformaciones, con vistas a la consolidación de lo que denominaba las "Ciencias Sociales argentinas". En el trabajo de García encontramos una referencia que vincula a Le Play no ya con la Economía Política, como lo hacían Lamarca o Estrada, sino con la naciente Sociología local.
En 1882, el mismo año en que Estrada brindaba la conferencia arriba consignada, Juan Agustín García (1862-1923) se graduaba en derecho, como gran parte de los integrantes de las elites de ese momento (Zimmerman, 1994). En el transcurso de su carrera judicial y docente fue designado profesor en la Facultad de Derecho, primero de introducción general al estudio del Derecho y luego – por propia elección- de Sociología, y en la facultad de Filosofía y Letras de historia argentina. Según caracteriza su figura el historiador Fernando Devoto

la posición de García, alejada de la militancia política activa y de la opción parlamentaria, lo colocaba en un lugar intermedio entre el mundo administrativo, el universitario y un naciente movimiento de intelectuales que aspiraban a influir en la sociedad (…) desde distintos medios de prensa, cuya importancia e influencia no era desdeñable (Devoto 2002:78)

Juan Agustín García desempeñó su labor docente en un período fundante para la Sociología como disciplina universitaria en Argentina21. Esta circunstancia torna significativa la referencia a Le Play que aparece en su libro Introducción al Estudio de las Ciencias Sociales Argentinas (1899). Allí, en el capítulo dedicado a la Sociología y citando el texto de Maurice VignesLa ScienceSocialed´après les principles de Le Play et de sescontinuateurs (1897), García afirmaba22:

Para la medición de la familia contemporánea, el mejor de los métodos ideados es el de Le Play, la monografía. (…) Desde el punto de vista de la forma es un estudio encerrado en un cuadro invariable. En el fondo es una combinación del método histórico, de observación y de estadística (García 1953:125 [1899]).

Es justamente este eclecticismo entre la escuela histórica alemana, de gran influencia en esos años en las ciencias sociales locales, la observación empírica de los hechos sociales y la racionalización científica que supone su expresión numérica lo que llama la atención del autor y le permite impulsar la perspectiva de Le Play como "la más apropiada" para la indagación empírica de las formas familiares en nuestro país. En las páginas subsiguientes García reproduce y adapta, en español, el cuadro básico diseñado por Le Play para la realización de las monografías de familia23. Sin embargo, su lectura excede la mera sugerencia metodológica y se propone como una lectura política: a partir de una traslación - un tanto forzada - del proceso revolucionario francés que había sido blanco de las críticas de Le Play a la experiencia local, García afirma la necesidad de entender el pasaje de lo que llama la "familia colonial patriarcal", con sus jerarquías y lazos estables, a lo que denomina una "familia jacobina" como una negativa consecuencia del proceso abierto por la revolución de 25 mayo de 1810:

La familia era un organismo sólido, una institución de primer orden para formar una sociedad conservadora, seria, estable, con su jerarquía, su gradación de respetos y subordinaciones que comenzaban en el hogar y terminaban en el Estado. La revolución del año 10, embobada con los principios de la filosofía francesa, destruyó de raíz todas esas relaciones buscando la satisfacción amplia de la actividad individual con el tipo de familia jacobina (…) La unidad del hogar ha sido disuelta. Hasta el viejo y poético carácter sacramental ha desaparecido de la ley sin dejar rastro. (García, 1953:123 [1899]).

A diferencia de la tradición del francés, para quien toda contractualización de la familia era contraria a sus formas naturales (a las que la ley debía adecuarse) esta forma familiar "jacobina" constituía para García un refugio de las relaciones de afecto entre padres e hijos. Sin embargo, según señala Devoto "ella era un instrumento mucho menos eficaz para el proceso de socialización, que era para García el camino principal para la implantación de un modelo civilizatorio en la Argentina" (Devoto 2002:80). Conocer a fondo las formas familiares, sus hábitos y modos de vida registrados según el método de las monografías, era necesario más no suficiente para el estudio de la peculiar conformación política argentina. La familia, según García constituía una célula de una configuración más compleja, y para comprender cómo llega a modelar el Estado se debía también considerar el estudio de sus formas peculiares de agregación:

Descripta la familia, la raza, el medio, vienen los problemas generales, la observación de la manera como se han unido las células, la forma de la agrupación democrática o aristocrática, república o monarquía, federal o unitaria. Con los antecedentes expuestos el lector se habrá penetrado bien de que esta forma es la consecuencia inmediata de la familia, que ni se decreta ni es el resultado de la voluntad de los partidos políticos. Las sociedades como los organismos físicos entran por el marco que más le conviene a sus tendencias. El rol de la ciencia es observar estas distintas formas clasificarlas y seguir su evolución. (García, 1953:129 [1899])

Juan Agustín García, entre otros, perteneció a un grupo de intelectuales que impulso el desarrollo de la sociología moderna en la argentina, dando inicio al proceso de continuidad institucional de la enseñanza de la disciplina en el país" (Pereyra, 2007). A estas primeras incursiones disciplinares en el ámbito universitario se las conoce como "Sociología de cátedra". Desde la historia de la sociología se ha criticado estas experiencias docentes por su "accionar diletante y la presencia de una reflexión especulativa, poco rigurosa y sin base empírica" (Pereyra 2008:198; De Imaz, 1974). Trabajos más recientes intentan rescatar de aquella experiencia su sorprendente actualización bibliográfica y el afán por aprehender la especificidad de la sociedad Argentina, a través de la investigación24, aun cuando no se haya llevado a cabo sistemáticamente. En este sentido, González Bollo señala que García fue el primero en"proponer un método empírico para aprehender los matices ofrecidos por la realidad social argentina" (González Bollo, 1999:20).
Si bien los tres autores tenidos en cuenta en este primer apartado coinciden en entender de la familia como base de la sociedad, en los textos de Estrada y Lamarca la figura de Le Play aparece como cita de autoridad en términos doctrinarios en tanto reaseguro de la posición confesional acerca de la cuestión social frente al avance del liberalismo, mientras que en el caso de García, el acento está puesto en la búsqueda de un método que permitiera estudiar la relación entre familia y sociedad en su especificidad nacional, combinando eclécticamente herramientas de distintas proveniencias teóricas y geográficas.
En el campo de la historia de la sociología local, la traducción y publicación del cuadro para la realización de monografías de Le Play que figura en el texto de García es interpretado como la presencia de una referencia clara al afán científico y la recolección de datos en términos de investigación social, que habilita a discutir la supuesta diletancia de la llamada Sociología de Cátedra y complejiza las interpretaciones respecto del carácter científico de la etapa inicial de la disciplina en nuestro país. Según esta interpretación, la transición final entre la sociología de"cátedra" es decir entendida como divulgación de conocimientos ya elaborados y aquella que se afirma como sociología empírica (productora de conocimientos originales) se daría recién con el funcionamiento del Instituto de Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras entre 1940 y 1954 (González Bollo 1999b). La relación entre el pensamiento de cuño conservador, los modos científicos de conocimiento de lo social y la disputa por las herramientas adecuadas para la reforma, se actualiza en el segundo tramo de referencias a Le Play sistematizadas en este trabajo ya entrado el siglo XX.

3. El Estado, la técnica y la fe: la medición de las condiciones de vida de la familia obrera

La figura de Le Play, aparece como orientación metodológica significativa en el debate por el modo más apropiado de registro de las condiciones de vida de la familia obrera. Este debate se produce durante el momento de institucionalización de la Economía y la Sociología como disciplinas académicas y de la conformación de la estructura burocrática técnica del Estado. Durante los últimos años del siglo XIX y las primeras tres décadas del siglo XX comienzan a ser evidente la necesidad de medición de las condiciones de vida obrera. Si bien el estudio científico de las condiciones de vida tuvo algunas experiencias previas25, trabajamos aquí aquellas dos que tienen algún punto de contacto bajo la forma de referencia explícita al trabajo de Le Play.
En 1904, Juan BialetMassé (1846-1907) dirige al ministro del interior Joaquín V. González (1863-1923) una carta presentando los resultados de su Informe sobre el Estado de las clases Obreras en la Argentina, en ella puede leerse:

No escapará a la alta ilustración de V.E. que el campo de investigaciones que me han confiado es muy vasto y que, aun cuando fuera muy interesante hacer las monografías de las profesiones, de los oficios y de las regiones por el método anticuado de Le Play u otros más modernos, en una extensión tan grande, ni era posible, ni necesario para el objeto de este informe" (BialetMassé 1986:13[1904])

El texto que acompaña esta misiva, habitualmente conocido como informe BialetMassé, consta de 1231 páginas y había sido confeccionado por orden del ministro con el objeto de servir de base a la promulgación de una Ley Nacional del Trabajo26. Constituye un exhaustivo registro de las condiciones de vida y trabajo en nueve provincias del país. En sus páginas se combinan la descripción minuciosa e impresionista de pesadas faenas y bajos jornales con el análisis científico que el autor realiza de las capacidades físicas e intelectuales de la fuerza de trabajo criolla27 y las potencialidades económicas de cada región visitada. Frente a registros de las condiciones de trabajo de corte urbano y escaso alcance, el informe BialetMassé tiene un valor fundamental ya que se trata de un trabajo abarcador de múltiples situaciones y geografías realizado por encargo del Estado.
Es en su aspecto metodológico, y bajo la forma del distanciamiento, que encontramos una mención a Le Play. Según puede leerse en la carta de presentación del informe, su autor estaba al tanto del método de las monografías de familia realizadas por la escuela leplaysiana y consideraba necesario advertir a las autoridades la imposibilidad de desarrollar este método en la vastedad del territorio cuya observación se le había encomendado. Si bien considera que el método de Le Play es poco apropiado, adopta una posición similar respecto de la observación de los hechos sociales valorando su experimentación directa allí donde estos se desarrollan:

Mi modo de proceder (…) ha sido el mismo que he empleado antes. Ver el trabajo en la fábrica, en el taller o en el campo, tomar los datos sobre él y después ir a buscar al obrero en su rancho o en el conventillo, sentir con él, ir a la fonda, a la pulpería, a las reuniones obreras, oírle en sus quejas; pero también oir a patrones y capataces" (BialetMassé 1986:14[1904])

No se curan las llagas ocultándolas o velándolas a la vista del cirujano, por un pudor mal entendido: es preciso, por el contrario, presentarlas en toda su desnudez, en su verdad, manifestando sus antecedentes con toda sinceridad para aplicarles el remedio conveniente (BialetMassé 1986:14[1904])

La preocupación por el desarrollo de una ciencia y legislación local sobre temas sociales, y los modos en que ésta podría configurarse, tiñe el diagnóstico sobre lo hecho hasta ese momento. Una vez más encontramos la afirmación de la necesidad de desarrollar modos propios de conocer y legislar, por sobre la traslación automática de experiencias extranjeras:

Las analogías perfectas, que podrían fundar leyes idénticas, son muy raras, y no han sido objeto de investigación sobre los hechos concretos que permita definirlas. Todo lo demás es divagar en un torbellino de errores de que la humanidad debiera sentirse escarmentada, sobre todo en materia social, en que se producen tantas imágenes, al modo que en los espejos con rugosidades y abolladuras, y especialmente en la República Argentina, que se encuentra ya en estado de hacer ciencia y legislación propias, arrancando de sus mismas tradiciones; mucho más en la materia en que las naciones y partidos socialistas no han hecho sino imitar malamente las leyes que fueron la base de sus formación y del desarrollo de su personalidad. (BialetMassé 1986:16-17[1904])

En un contexto de conflictividad social creciente, BialetMassé participa en la disputa acerca de las formas de regulación de la mano de obra y las formas más adecuadas de protección para el obrero criollo, proponiendo una suerte de sincretismo, donde las experiencias de políticas y los saberes metodológicos europeos se crucen con la búsqueda de una especificidad de lo nacional en plena construcción. Un reclamo por el desarrollo de una ciencia y legislación propias, de conocer en profundidad para gobernar de un modo acorde a los nuevos tiempos.
La cuantificación de los datos sobre la cuestión social y la construcción de cifras estatales eran fundamentales como racionalización de la comprensión del mundo que permitieran visibilizar los problemas de modo científico28. En lo que respecta a las condiciones de vida y trabajo de las poblaciones obreras, el Departamento Nacional de Trabajo, había comenzado a registrarlas desde 1907 a través de a través de inspecciones en fábricas y talleres. Desde sectores socialistas y obreros se habían impulsado también experiencias de recolección de datos que eran base de alarmadas denuncias sobre las precarias condiciones de trabajo y vida de los trabajadores urbanos. Sin embargo, no se había construído aún información oficial por fuera de los Censos Nacionales que diera cuenta de los consumos e ingresos de los hogares y que permitieran analizar el costo de vida y su relación con los salarios y jornales.
Es posible identificar una impronta leplaysiana en el desarrollo de las primeras encuestas de registro de las condiciones de vida de la familia obrera a nivel estatal impulsadas por Alejandro Bunge (1880-1943) quien se desempeña al frente de la división estadística del Departamento Nacional del Trabajo, entre 1913 y 1916 y más tarde como Jefe de la dirección General de Estadísticas de la Nación (entre 1916-1921 y 1923-1925). De consecuente militancia católico social, este economista, demógrafo e intelectual de posiciones pro industrialistas (González Bollo, 2004) es una figura clave para entender el desarrollo del debate económico y social en la Argentina de entreguerras, ocupando múltiples posiciones en la nebulosa reformadora. Además de ejercer como funcionario estatal y de pertenecer a la elite ilustrada Bunge fue presidente del Círculo Católico de Obreros entre 1912 y 1916. Esta institución, inspirada por la influencia de la encíclica RerumNovarum, pugnaba por la representación obrera en contraposición con el avance del socialismo y anarquismo. La conjunción peculiar de aplicación de procedimientos técnicos de avanzada y una interpretación religiosa del mundo social hacen de Bunge una figura emblemática para los saberes reformadores locales (Otero, 2006; González Bollo, 2004b, 2014; De Imaz, 1974). Alejandro Bunge fue además el fundador y director de la Revista de Economía Argentina, que publicaba todos sus trabajos, dedicando más de un tercio de ellos a la cuestión social (Pantaleon,2004). El espíritu de la revista se declara acorde con la construcción de un diagnóstico social fundado en los hechos y las respuestas propias, construidas desde el estudio informado de los problemas y la búsqueda de las mejores soluciones ensayadas en el resto del mundo:

Colaborar en la obra de alta cultura que significa el estudio de los hechos y problemas de nuestra economía, motivo de general y alentadora preocupación. Se propone para ello examinar las manifestaciones de la vida nacional, recoger en los países extranjeros resultado de la experiencia económica razonada y facilitar la publicación de ideas que de algún modo puedan influir en la solución de nuestros problemas. (Pantaleón 2004:184)

Proveniente de una destacada familia en la vida pública nacional y de trunca vocación sacerdotal, desarrolló su formación académica en Alemania, donde se graduó de ingeniero en 1903. Según relata su biógrafo, en la Alemania en que Bunge se formó, las oficinas estadísticas del II Reich los censos y estudios de campo eran usuales y la escuela histórica alemana daba gran valor a las monografías de base histórica y estadística en oposición a la economía abstracta, deductiva y formalista de las escuelas austríaca29 e inglesa (González Bollo, 2004). La centralización estadística alemana vino de la mano del director de la oficina de estadística de Prusia Ernst Engel. Éste había tomado "de Le Play la idea de usar presupuestos hogareños y sostenía que el promedio estadístico de ellos constituía un instrumento fundamental de la economía, puesto que podía empleárselo como media objetiva de la prosperidad de una clase o una nación" (González Bollo, 2004:27). Engel Estableció una ley muy famosa entre los economistas de la época partir de estudiar los presupuestos familiares y afirmar que cuanto más pobre es el individuo o la familia mayor debe ser el porcentaje de sus ingresos dedicados al sustento físico y de ese porcentaje una proporción mayor debe fijarse en alimentación. Este cálculo fue retomado por Alejandro Bunge, para nuestro país y perfeccionado a partir de los desarrollos de la escuela norteamericana (Erving Fisher) para confeccionar las primeras series temporales del costo de vida en el país en 1918, abarcando el período entre 1910 y1917, desarrollo que le valió el reconocimiento de Arthur Bowley con el que mantenía asiduos contactos epistolares (Bunge, 1919).
En su tarea como funcionario asimiló dos tradiciones que admiraba expresamente: la católica social leplaysiana y la norteamericana. Egresado del Colegio Del Salvador, publicó sus iniciales avances de investigación en la revista "Estudios", editada por la Academia Literaria del Plata (aquella misma donde Estrada brindaba su conferencia sobre Le Play, tan solo unas décadas antes). Bunge realiza el primer estudio sobre la vivienda obrera 1913 y otro sobre la desocupación en 1914. A partir de esos años "inauguró un repertorio de indicadores sociolaborales, gracias a la introducción de importantes innovaciones metodológico-cognitivas para la medición de fenómenos ligados al trabajo urbano y alas condiciones de vida popular" (González Bollo, 2004). La recesión de 1913-1917 y el aumento de los precios hizo necesario contar con un análisis del mercado laboral y de la estructura del consumo popular urbano. Así, entre 1913 y 1930 se realizaron en total diez estudios por muestreos de barrios populares que abarcaron más de 4600 familias (González Bollo, 1999a). De cada una de esas monografías de familia se deducía una media llamada "presupuestos obreros promedio" a partir del cual se construyen índices. Sin embargo a mediados de la década del 20 este modelo de estudio ya no seguía las normas de la Organización Internacional del Trabajo y de la Sociedad de las Naciones. "Los delegados del resto de las naciones avalaban la novedosa elaboración de presupuestos familiares discriminando ingresos, industrias y regiones mediante libretas repartidas entre las clases populares desarrollado por Maurice Halbwachs" (González Bollo 1999:27)
Estas mediciones impulsadas desde distintas oficinas públicas eran consideradas parte de la "sociografía" estatal, necesaria para la formulación de políticas, pero virtualmente desconectadas de los desarrollos teóricos de la Sociología como disciplina académica. Sin embargo, desde una mirada constructivista podemos afirmar que estos trabajos constituyen un punto fundamental en la historia de la construcción de la inteligibilidad estatal de la población y de la objetivación de los sectores obreros urbanos y de los hogares como unidad de registro e intervención. La tarea iniciada por Bunge implicó la visibilización estadística de los hogares urbanos y la construcción de indicadores claves para la creciente función reguladora del estado hacia los años 30. En tanto demógrafo, tenía una pesimista visión de la estabilización de la tasa de natalidad ocurrida hacia los años 30. Consideraba como parte de este panorama negativo que"las familias menos afortunadas son las más prolíficas" y que de seguir la tasa de natalidad estabilizada en su crecimiento, el país iba rumbo a la despoblación. Además de la medición de las condiciones de vida de los hogares mediante la técnica de las monografías, es justamente en sus trabajos sobre demografía donde aparecen con fuerza dos ideas coherentes con el pensamiento de la escuela fundada por Le Play: el doble carácter (moral y material) de la economía y la importancia de la familia para la estabilidad social.
La perspectiva de Le Play condensa una reflexión sobre la investigación social, la reforma social según los preceptos del decálogo y el estudio de las familias como unidad básica de la sociedad, estableciendo "herramientas metodológicas concretas (y probadas) para hacerlo" (González Bollo, 1999). Esta conjunción de elementos se entrelaza en el trabajo de Bunge: su preocupación por la centralidad de la familia y su defensa como unidad de análisis en el estudio de ingresos y consumos, la articulación entre los modos técnicos más apropiados para su registro y la defensa de una concepción de la vida social acorde a los preceptos del catolicismo social. Asimismo, Bunge expresaba reiteradamente su preocupación por los efectos que la conducta económica de los sectores obreros, sus costumbres y propensión al ahorro, tendrían en la economía nacional. Muñido de las herramientas más actualizadas de su época: "volcó en el papel el deseo estatal por conocer el espacio popular urbano, a la vez que lo presentó en sociedad como un intelectual católico" (González Bollo 2004:41). Comparte así con Le Play y
sus continuadores una tensión permanente entre modernidad y tradición que se evidencia en su producción.

Consideraciones finales

Este trabajo propuso un recorrido por aquellas referencias a la figura y obra de Frédéric Le Play registradas durante el estudio de los modos en que se problematiza el hogar como espacio de intervención de políticas sociales, circunscribiendo las huellas consideradas al periodo de entre siglos. Esta revisión detallada tanto de los nudos problemáticos que en su obra se postulan como de las circunstancias en las que sus textos y conceptos fueron citados, nos presenta una serie de cuestiones a considerar.
Es posible identificar dos elementos que son rescatados de los trabajos de Le Play y que se hallan presentes con diversos énfasis en el discurso reformador de la Argentina de entresiglos. En primer lugar un aspecto que podríamos llamar temático, relacionado con tópicos específicos: a) la estrecha relación entre moral y Economía Política b) la centralidad de la familia como base de la sociedad y pilar de la formación del Estado, y c) la relación entre investigación social, producción de conocimiento y reforma. En segundo lugar, un aspecto de orden práctico cognoscitivo o metodológico: a) la reivindicación de la observación "en terreno" de los hechos sociales, b) la construcción de casos y tipologías familiares, y c) la expresión matemática de datos y presupuestos de ingresos y gastos. Estos dos aspectos, temático y cognoscitivo, se entrelazan en las formas de objetivación del hogar resultantes, donde lo doméstico se hace inteligible como ámbito de observación e intervención (momentos solo analíticamente distinguibles) y es central para la construcción estatal de hogares y familias como unidad privilegiada en la medición de las condiciones de vida y trabajo de la población.
La presencia de Le Play en el discurso reformador se inscribe en una tensión constante, muy característica de los debates del período, entre modernidad y tradición. Por un lado se destaca la celebración de la tarea científica y de las posibilidades que el conocimiento empírico y los procedimientos técnicos abren a la reforma de las condiciones de vida y trabajo. Por otro, el diagnóstico alarmado de los múltiples problemas sociales y un llamado al orden muy propio del pensamiento conservador. Esta tensión es nodal para entender la peculiaridad de la modernización local de entre siglos, y para reconsiderar la lectura historiográfica más clásica de este proceso como el trazado de una distinción tajante entre un Estado crecientemente liberal en proceso de secularización en contraste con posiciones conservadoras y antimodernas principalmente provenientes de sectores católicos. Paradójicamente uno de los representantes más importantes del catolicismo social, Alejandro Bunge, fue el precursor de la estadística estatal, conocimiento asociado a la modernización y tecnificación de la administración estatal. Esto supone tener en cuenta en cada caso la peculiaridad y vaivenes en la relación entre el Estado liberal y Catolicismo Social en Argentina.
Al seguir las huellas de Le Play nos enfrentamos a la reiterada inquietud por la construcción de una ciencia social nacional, propia, que permitiera configurar los métodos más adecuados para atender los problemas sociales locales y legislar sobre ellos. Esta búsqueda, que se expresa tanto en las propuestas García y los reclamos BialetMassé como en los objetivos de Bunge se basa en el estudio informado y actualizado de los diagnósticos y perspectivas teóricas que se venían desarrollando en América y en Europa. Es preciso considerar atentamente este diálogo, característico del período entre siglos, al estudiar cualquier iniciativa de política social emprendida. Esto se aplica también a la relación entre los discursos y categorías de origen académico y aquellos otros saberes construidos desde distintos ámbitos de la nebulosa reformadora. Una consecuencia de esta frontera es la consideración de la sociografía estatal y la Sociología como dos compartimentos aislados circulando por caminos diferentes. Al estudiar los modos en que el hogar se torna inteligible a la mirada estatal y la co-construcción de las categorías que lo hacen posible estas distinciones se tornan borrosas.
Por último, si aceptamos que la Sociología es una disciplina que retorna permanentemente a sus textos fundadores y reconfigura sus clásicos, es preciso considerar figuras como la de Frédéric Le Play en toda su complejidad. No sólo para señalar su "olvido" sino para estudiar atentamente su circulación efectiva: a partir de qué nudos problemáticos, en qué circunstancias, quiénes la promueven o restringen. Esto supone también una reconsideración del pensamiento conservador, sin descartarlo a priori como un campo de adversidad ajeno a un proceso de modernización en marcha, sino tomando en cuenta sus efectos concretos y constitutivos sobre los términos, alcances y límites de la discusión sobre los problemas sociales.
Los rastros aparecen muchas veces sin que los busquemos. La figura de Le Play fue uno de ellos. En el fragor del trabajo de archivo la indagación nos impulsa a seguir una cita que se reitera, los trazos de un texto con el que tropezamos, o una simple nota al pie que llama la atención. Unas referencias remiten a otras. Intuiciones de respuestas nos llevan a nuevas preguntas y búsquedas. El camino lo marcan algunos nombres propios, referencias cruzadas, textos, viajes y fechas. Así, los senderos que aquí describimos sobre la presencia de Le Play en Argentina pueden modificarse tan pronto como una nueva huella se sume a las ya conocidas o impulse renovadas lecturas.

Notas

1 Los resultados de la investigación fueron publicados en el libro "El hogar como problema y como solución. Una mirada genealógica de la domesticidad a través de las políticas sociales, Argentina 1890-1940" (Aguilar, 2014). El trabajo desarrolla la configuración de la domesticidad a la luz del estudio de las construcciones discursivas que confluyen en el diagnóstico de los problemas sociales y las estrategias de intervención asociadas a éstos y desplegadas entre 1890 y 1940.

2 Las vertiginosas transformaciones de fines del siglo XIX y principios del XX problematizadas en el debatemencionado incluyen el avance de la urbanización, el crecimiento demográfico fruto de la inmigración, las incipientes transformaciones en el aparato productivo en el sentido de la industrialización y el surgimiento de las primeras organizaciones obreras, entre otras (Suriano, 2000)

3 Nos referimos a la inclusión de la obra de Le Play dentro de los autores tratados en las diversas versiones del "Tratado de Sociología"(1977 [1947]) de Alfredo Poviña (1904-1986) y una traducción aislada del trabajo de Le Play realizada en 1957 por "Reuniones de Estancieros Católicos" (sin datos de edición)

4 En los términos sugeridos por Alain Desrosières (2011) es posible hablar de una "Co-construcción" de las herramientas y los problemas sociales.

5 Otra decisión teórica posible hubiera sido rastrear aquellas huellas del interdiscurso que es posible identificar como resonancias o "heterogeneidades no mostradas", que nos permiten remitir al corpus de textos producidos por Le Play pero cuya nombre no aparece explícitamente citado (Aguilar et al, 2014)

6 Su periplo a pie a través de distintas regiones europeas para la realización de las primeras monografías de familia es una anécdota reiterada en los textos acerca de LePlay y su escuela.

7 Para un detallado racconto de la trayectoria de la escuela leplaysiana y sus continuadores luego de su muerte. Véase los trabajos de: Arnault, 1984; GarrigósMonerris, 2003; Pelletier, 1995; Savoye 1981, 1989y 1992; Savoye y Kalaora, 1985, 1989; Topalov, 1999.

8 monographies de familles en el original

9 Cada una de las monografías de familia, registraba el contexto geográfico (paisaje, clima, flora y fauna), el medio económico (modo de producción predominante, actividad productiva de la zona y las características culturales (idioma, religión, tradición) de la familia en cuestión.

10 Los presupuestos familiares fueron claves para la tradición del Social Survey (Bulmer et al, 2011)

11 Para un análisis detallado de la clasificación de LePlay de los modelos familiares,véase PugeaultCichelli 1999:49-52

12 Hacia principios del siglo XX, la producción de monografías de casos singulares fue abandonándose paulatinamente a nivel estatal, aplicándose la estadística mediante la selección de una muestra mayor o menor de hogares y el establecimiento de promedios aritméticos. A partir de 1925 la encuesta de presupuestos familiares se generaliza a muchos países, con la coordinación de la Sociedad de las Naciones y la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) (Desrosieres, 2003; González Bollo, 1999).

13 Una lista de sus trabajos más relevantes incluye la publicación en 1864 de La reforme sociale en France y en 1870 L´Organisation du travail seguido de L´Organisation de la famille en 1875, La PaixSocialeaprés le desastre de 1876, La constitutionessentielle de l´Humanité 1881, entre otros. Versiones digitalizadas están disponibles en el sitio web de la Biblioteca Nacional de Francia (www.gallica.fr). Para un listado exhaustivo de las publicaciones relacionadas con las Ciencias Sociales véase (Dion, 1967) y la completa tesis realizada sobre Le Play por GarrigósMonerrispublicada en 2003.

14 La lista de áreas temáticas en las que se menciona este rol "precursor" es extensa y variada: la Sociología de la familia (por su tarea clasificatoria de los modelos familiares y su consideración de ésta como unidad básica de la ciencia social), la Geografía Humana (por la consideración del medio como fundamental para entender la estructuración de las sociedades y sus recursos naturales), la Ciencia Forestal (por sus estudios de los recursos forestales y económicos de amplias zonas europeas), la Metodología Cualitativa en Ciencias Sociales (a partir del desarrollo y sistematización del método de las monografías de familia y sus estudios de campo), la Sociología Rural (por su consideración y estudio exhaustivo de las comunidades rurales), Economía Social (a partir del estudio sobre las relaciones entre producción, subsistencia y trabajo) y de la Metalurgia (por sus informes técnicos e investigaciones sociales en minería e industrialización de los recursos, a la vez que los estudios desarrollados por encargo por diferentes países para evaluar la factibilidad de la explotación metalífera).

15 Si bien en este trabajo nos centramos en la circulación de los textos en la Argentina de entresiglos. Un trabajo mayor podría rastrear los diálogos de la escuela de Le Play y sus continuadores en otros países. Algunos autores han avazado en este sentido. En Inglaterra a partir de la fundación de Le Play Society (Kalaora y Savoye, 1985), en España donde su figura es recuperada como fundamental para el desarrollo de la minería localy la descripción del modo de vida español en el siglo XIX, además de recuperado por la sociología de tradición católica y estudios sobre el ámbito rural (GarrigósMonerris, 2003). En Bélgica, donde sus trabajos son retomados por el discurso reformador y la tradición de social survey hacia fines del siglo XIX (Gubin, 1991) y en la Canadá de tradición francesa donde aquel que fuera identificado como "padre fundador" de la Sociología local, LeonGérin, había recibido parte importante de su formación en Francia en la SES. En EEUU los trazos son múltiples: Existe un diálogo permanente a nivel metodológico entre la escuela de Le Play y el director del Bureu of Labour, Carroll Wright, con la SES, (Horne, 2002). Una larga discusión sobre su método está presente en el documento sobre presupuestos de familia realizado por Carle C. Zimmerman para el departamento de Agricultura norteamericano en 1936 (Williams y Zimmerman, 1936) y su figura es importante en un capítulo dedicado especialmente a la sociografía en su trabajo clásico sobre los desocupados de Marienthal (Jahoda, Lazarsfeld y Zeizel,1971 [1932])

16 Estas referencias van variando de acuerdo con los problemas sociales puntuales. En algunas temáticas se reproduce también el caso australiano como espejo de un "pais joven", agrícola ganadero y del hemisferio sur. El francés era segunda lengua entre la elite ilustrada nacional y clave en la diplomacia internacional.

17 Para un análisis exhaustivo de la orientación y contenidos de la publicación fundada por Alejandro Bunge Véase (Pantaleón, 2004 y De Imaz, 1974)

18 Retoma la denominación de las Union de la Paix social fundadas por Le Play como círculos de estudio y difusión de su perspectiva, aunque no alcanza desarrollo.

19 Institución que nucleaba a los ex alumnos del colegio Jesuita del Salvador, fundada en 1879 para el fomento de actividades culturales. Entre sus miembros honorarios figuraban José Manuel Estrada y Pedro Goyena, así como más tarde participara de sus reuniones Alejandro Bunge (1880-1943). La revista Estudios fundada en 1911 era su publicación principal y tendría varias décadas de existencia.

20 La actuación política tanto de Estrada como de Lamarca fue muy importante. Entre abril-mayo de 1882 tuvo lugar el primer Congreso Pedagógico, en el que ambos tuvieron notoria militancia a favor de la enseñanza católica. Participaron además como figuras centrales en la fundación de la Asociación Católica de Buenos Aires (1883), en el primer Congreso Nacional Católico que se realizó en Buenos Aires en 1887 y de la Liga Social Argentina cuyo antecedente más próximo era el Volksverein alemán. La creación de esta institución fue discutida y finalmente aprobada en el congreso católico de 1908 (Auza, 1984 y Lida, 2015)

21 Entre 1890 y 1920 se crearon cinco cátedras en diferentes universidades. La primera a en 1898 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En 1908 se creó una cátedra en la Facultad de derecho y Ciencias Sociales de la misma Universidad. En 1906 se inicia una cátedra de sociología en la Universidad de La Plata y en Córdoba en 1907. En 1914 una cátedra de esta disciplina es establecida en la Universidad del Litoral. (Devoto, 2002; Pereyra, 2007 y 2008)

22 García no solo cita a Maurice Vignes y a Frédéric Le Play sino que en su texto figuran referencias a trabajos de Franklin Giddings (1855–1931), Gabriel Tarde (1843-1904), George Simmel (1858-1918), Gustave Le Bon (1841-1931) y Auguste Comte (1798-1857)

23 Además de la utilizada en la tesis de GarrigósMoneris (2001), La traducción de Juan Agustín García es la única versión de la grilla para el estudio de las familias disponible en español. Según señala el autor de la tesis antes mencionada, debió enviar a microfilmar la obra completa para poder desarrollar su trabajo. Por nuestra parte hemos consultado los originales facsimilares directamente en el sitio web www.gallica.fr. En las principales bibliotecas argentinas consultadas, las ediciones de los textos de Le Play disponibles son francesas.

24 Este aspecto de la relación entre Sociedad y Ciencia Social aparece con fuerza en los trabajos de Ernesto Quesada (Pereyra, 2008; Quesada, 1907)

25 Podemos mencionar entre otras los informes sobre las condiciones de vida y trabajo realizados por Gabriela Coni (1908 citada en Recalde, 1991), Celia Lapalma de Emery (1910), Carolina Muzilli (1916) y Juan Alsina (1905).

26 El proyecto fue rechazado tanto por sectores patronales como por sectores obreros. Algunas de sus iniciativas fueron sancionadas como leyes aisladas (Panettieri, 1984; Falcon, 1986)

27 Para un análisis detallado de la relación entre salud y trabajo en el informe Véase Haidar, 2008. En un momento donde el conflicto obrero se asocia con la presencia de población extranjera inmigrante, la discusión sobre el "obrero criollo" y sus virtudes desarrollada por el informe tiene un componente político importante.

28 De acuerdo con Hernán Otero, el periodo que se abre en 1916 para la estadística se caracteriza por la medición del "mundo laboral porteño, el progresivo vuelco hacia la estadísticaeconómica (tanto en lo relativo a la administración pública el presupuesto y el siempre delicado problema del financiamiento del Estado: análisis del ingreso nacional, el comercio exterior y la producción agropecuaria y manufacturera), y el desarrollo más sistemático y preciso de series estadísticas temporales" (Otero 2006:225)

29 En su trabajo sobre EmilioLamarca, Manuel Fernández(2008) consigna que la única mención a la economía austriaca que realiza en sus cursos es para criticarla, por abstracta y matemática por demás.

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Recibido: 23.11.2016
Recibido con modificaciones: 21.11.2017
Aprobado: 25.11.2017

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