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Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc.  no.32 Santiago del Estero jun. 2019

 

DOSSIER

Sobre la multilinearidad de la economía campesina: repertorio de actividades y tensiones

Multidimensional peasant economy: repertoire of activities and tension

Sobre multilinearidade da economía rural: repertório de atividades e tensoes

Magali Luciana PAZ1 

1 CONICET-CIECS. Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC. Mail: magaliartano@gmail.com

RESUMEN

La economía de las poblaciones rurales en el Departamento Cruz del Eje, al noroeste de la provincia de Córdoba (Argentina), posee un delicado equilibrio en donde la inestabilidad es constante. Estos grupos precisan de un mecanismo defensivo: la unidad doméstica, que cumple eficientemente la tarea de preservar lazos socio-culturales en condiciones a veces críticas. El objetivo de este artículo es analizar cuáles son las estrategias económicas que dichas unidades desarrollan y que les permiten garantizar la supervivencia cotidiana de sus miembros. Este tema adquiere mayor interés en un momento en que la zona, de antiguo poblamiento colonial y tradicionalmente campesina, está sufriendo desde las primeras décadas del siglo XX la destrucción de su autosuficiencia, característica que había mantenido a lo largo del tiempo, a partir de los influjos crecientes del capitalismo agrario en la región.

Palabras Claves: Unidades Domésticas campesinas, estrategias económicas, calendario de actividades; participación mercantil; situaciones conflictivas

ABSTRACT

The economy of rural population in Cruz del Eje Department, northwest of Córdoba state (Argentina) isbasedon a delicate balance where instability is constant situation. These groups need a defensive mechanism: household unit, which efficiently fulfills the task of preserving socio-cultural bonds in sometimes critical conditions. The goal of this article is to analyze which are the economic strategies that these domestic units develop and that allow them to guarantee its members daily survival. This subject acquires greater interest in a moment in which the area, of ancient colonial settlement and peasant tradition, has been suffering from the first decades of the twentieth century the destruction of its self-sufficiency, a characteristic that it had maintained over time, due to the increasing influxes of agrarian capitalism in the región.

Keywords: Peasant Household Units; economic strategies; activities’s calendar; commercial engagement; conflict situations

RESUMO

economia das populaoes rurais do Departamento de Cruz delEje, noroeste da provincia de Córdoba (Argentina), tem um equilibrio delicado onde a instabilidade é constante.Estes grupos requerem um mecanismo de defensa: a unidade camponesa, que de forma eficiente executa otrabalho de preservar os la os sócio-culturais, as vezes, em condioes criticas.O objetivo deste artigo é analisarquais sao as estratégias económicas das pequenas unidades camponesas operam eque lhes permitam garantir a sobrevivencia de seus membros. Esta questao torna-se mais grave porque a área -de antigo assentamento colonial e do campesinato tradicional- está sofrendo desde as primeiras décadas do século XX, a destrui?ao da auto-suficiencia, um recurso que tinha mantido ao longo do tempo, a partir do aumento dos influxos de capitalismo agrário na regiao.

Palavras-chave: Pequenos produtores Camponeses;estratégias económicas, cronograma de atividades; participaao comercial; situaoes de conflito

SUMARIO

.Introducción. 1.1. Aspectos teóricos y metodológicos 2.Las unidades domésticas y sus estrategias: calendario de actividades y situaciones conflictivas. 2. 1. La producción ganadera. 2. 2. Otras actividades productivas.2 .2.1. Agricultura, actividades extractivas del monte y artesanías.3. La participación campesina en el mercado: modalidades de venta e intercambio de productos. 3. 1. Transferencia de excedentes: “mercachifles” vs. Red de Comercio Justo. 4. El intercambio intracomunitario. 4.1. Del trabajo asalariado. 5. Conclusiones. 6. Referencias Bibliográficas. 7. Documentos.

1. Introducción2Durante el último siglo XX,en el noroeste de Córdoba, podemos afirmar que la política económica neoliberal de los años ’90 fue exitosa, en comparación con otras áreas, en el proceso de desestructuración de las economias regionales y de la erosión de la base de subsistencia de los grupos domésticos,lo que trajo como consecuencia un proceso lento pero ininterrumpido de des-campesinización no sólo en el noroeste sino en el oeste y centro provincial. (Becerra et. at., 2011:133-138).Dichas reformas estuvieron destinadas a la modernización de la producción agropecuaria y generaron distintos niveles de inclusión/exclusión social de productores y trabajadores a través de medidas desreguladoras tales como el cierre de instalaciones ferroviarias, laeliminación de la intervención estatal en formación de precios y costos internos, entre otras.

Figura 1. Delimitación geográfica de la zona de estudio. “Zona agroecológica Árida de Traslasierra de producción ganadera extensiva, Córdoba”. Fuente: Ghida Daza y Sánchez, 2009

Dentro de ese proceso, cuya tendencia general es la devastación de las economías domésticas rurales, intentamos mostrar en este trabajo las diferencias regionales y situacionales, así como las variadas estrategias que permiten a las comunidades campesinas del departamento Cruz del Eje preservar, al presente, un cierto grado de cohesión interna y elementos sustanciales del patrón cultural.

El presente estudio se propone entones,analizar el actual proceso de expansión de la frontera agro-ganadera en el noroeste cordobés, Departamento de Cruz del Eje,3y reconstruir las características de sus economías domésticas,básicamente, las prácticas que les permiten reproducirse económica y socialmente. Nos preguntamos sobre las lógicas de producción en estas comunidades del “interior del interior” de la Argentina donde el capitalismo no penetró todas las bases de su organización social, pero irremediablemente las condiciona. En tanto, en el actual sistema global la naturaleza se ha tornado un recurso productivo al servicio de las demandas del mercado capitalista.

1.1. Aspectos teóricos y metodológicosCuando hacemos mención al término Unidades Domésticas -en adelante U.D.-, como unidades de análisis, nos remitimos a múltiples referencias trabajadas en la perspectiva de la antropología económica (Sahlins, 1983; Meillassoux, 1977; Harris y Young, 1981; Wilk y McC. Netting, 1984; Jelin, 1991; Gordillo, 1992). En base a estos estudios se pueden identificar las características de las U.D. campesinas en el capitalismo periférico: se trata de explotaciones en pequeña escala, diversificadas, con bajo nivel tecnológico, uso preponderante del trabajo familiar y que cuentan con la posesión de los medios de producción. Los componentes más importantes del ingreso total derivan de la producción agro-pastoril. Estos grupos domésticos constituyen “un sistema de relaciones sociales que basado en el principio de residencia común regula y garantiza el proceso productivo”. (Archetti y Stolen, 1975: 51).

En ese sentido, utilizamos el término “campesino” para agrupar al conjunto de pequeños productores, o de “pastores” y “agricultores”, en distintas zonas del noroeste de la provincia de Córdoba, tomando en consideración una característica básica y común como es la utilización de mano de obra familiar. Asimismo, es factible afirmar que estos pequeños productores,bajo una amplia gama de figuras jurídicas (propiedad, arrendamiento, ocupación precaria, asentamiento ilegal, entre otros) disponen de acceso al recurso tierra y controlan el proceso productivo.

El referente empírico de nuestro trabajo etnográficose ubica enla zona de riego del Dique Cruz del Eje, donde distinguimos: a- espacios dentro de zona de riego, que comprenden la comuna4de Media Naranja y los parajes5 6 Alto de los Quebrachos, Palo Parado, El Gallo; b- espacios fuera de zona de riego: comunade Guanaco Muerto y parajes Santo Domingo, San Antonio y El Abra, entre otros de población menor y más dispersa.

Estas comunidades, herederas de antiguos grupos campesinos, son recreadas por el capital junto con el Estado como sectores subordinados a su dinámica. Sin embargo, los grupos domésticos buscan reproducirse para enfrentar la explotación: a veces a través deposturas radicales de oposición al orden constituido, otras, a partir de movilizar vínculos extra-económicos que les permiten asegurar sus condiciones de reproducción y se constituyen en estrategias de resistencia. (Gordillo, 2004: 104).En regiones como el noroeste cordobés, “donde la composición orgánica del capital en la rama de laproducción es baja, y por tanto, coexisten en su estructura agrícola diferentes clases, siendo relativamente altos los grados de participación de la producción familiar” (Barri, 2013: 224), tomamos como idea central que el capital no controla directamente el proceso de trabajo doméstico. En efecto, la subsunción del sector doméstico al capital en la región constituye una “subsunción indirecta”, más allá de que estacionalmente el sector doméstico vende su fuerza de trabajo -subsunción directa-.'6El quid de la cuestión está en que los pequeños productores campesinos tienen como núcleo regulador de sus actividades económicas las realizadas en el grupo doméstico y venden su fuerza de trabajo para complementar los ingresos familiares.

Para la caracterización general que presentamos en este artículo sobre las actividades productivas que realizan las U.D. campesinas del noroeste cordobés, fue preciso recolectar información muy fragmentaria y dispersa en diversas fuentes documentales y bibliográficas que serán oportunamente citadas.

La reconstrucción del calendario de actividades, lo que nos permitió conocer el tiempo y las labores culturales que las U.D campesinas realizan en la región, se confeccionó a partir de la etnografía realizada en las comunas y parajes del Cruz del Eje rural. El trabajo de campose llevó a cabo en el departamento Cruz del Eje, Córdoba: se efectuaron estadías de aproximadamente 15 días en las localidades bajo análisis entre Enero de 2012 y Abril de 2016. En el caso de los trabajos en los meses de verano, las mismas tuvieron una duración de 20 días aproximadamente. La consecución del trabajo de campo se efectuó a partir de las técnicas habituales en Antropología Social, a saber: observación con participación, entrevistas abiertas, semi-estructuradas y en profundidad e historias de vida. En ese sentido, utilizamos un tipo de diseño de investigación cualitativa que se basa en un muestreo intencional, no probabilístico y por bola de nieve, donde los/as sujetos entrevistados conducen a otros/as, y así sucesivamente. En investigaciones cualitativas como estas no se pretende extrapolar los resultados de la investigación a toda la población, sino más bien comprender en toda su riqueza la perspectiva de los sujetos; es decir, lo importante es captar la profundidad, más que la extensión. (Vasilachis de Gialdino, 2007). Las entrevistas realizadas pueden caracterizarse como entrevistas propiamente antropológicas, es decir, “no directivas”, “este tipo de entrevista cabe plenamente en el marco interpretativo de la observación participante, pues su valor no reside en su carácter referencial sino performativo”.(Guber, 2012: 69)-, y fueron concretadasin situ.7El criterio de relevancia consistió en ir seleccionado a los entrevistados en la medida en que permitieron ampliar el rango de heterogeneidad del universo, tratando de hacer emerger nuevas categorías de análisis que orientaron a su vez la búsqueda de nuevos casos. Forman parte de la muestra grupos domésticos “dentro de zona de riego ” y grupos “fuera de zona de riego ”, que poseen dificultades estructurales para obtener el líquido elemento. Así se sientan las bases para la construcción de datos significativos que ponen de manifiesto una problemática de desigualdades sociales, diferencias de poder y conflictos por el acceso a los recursos.

2. Las unidades domésticas y sus estrategias: calendario de actividades y situaciones conflictivasEn base a las a las fuentes documentales mencionadas y el trabajo de campo realizado, detallaremos las actividades que efectúan las pequeñas unidades campesinas de la pedanía Cruz del Eje, departamento de nombre homónimo, para garantizar su subsistencia a lo largo del ciclo productivo anual.En este sentido, hemos hecho hincapié en las actividades de uso intensivo de trabajo sin señalar el trabajo de cuidado y mantenimiento permanente que se efectúa al interior de las casas “campo adentro”.

2. 1. La producción ganaderaLa principal actividad económica de los pequeños productores en las comunas y parajes rurales de la pedanía Cruz del Eje es la crianza de ganado menor. La modalidad de explotación es extensiva y está condicionada por las características ecológicas y por el régimen de tenencia de la tierra.En lo que respecta al primer punto, recordamos que la mencionada pedanía se encuentra en elextremo noroeste de la provincia y comparte con las provincias vecinas de La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero las Salinas Grandes y Salinas de Ambargasta, que forman parte de la zona más árida y calurosa de la provincia. En esta zona, la llanura y el piedemonte -planicie que conforma la franja de transición entre la llanura y la sierra- hasta los 500 msnm, están cubiertos por el complejo conocido como bosque chaqueño, el “monte”, una formación de vegetación leñosa cuyas especies típicas son: el Molle de beber, el coco,y el quebracho serrano o cordobés quese entremezclan en los faldeos con algunos árboles de la llanuracomo el tala, mistol, chañar, algarrobo y espinillo. (Vázquez, Miatello y Roqué, 1979: 83-85). Éstos últimos se destacan por su gran valor alimenticio -tanto para el hombre como para el ganado- y económico, por las posibilidades de extracción de leña y madera, y por la recolección de sus frutos.

En toda la región que actualmente es denominada “Árida de Traslasierras de producción ganadera extensiva” -localidades de referencia: Cruz del Eje, Villa Dolores y Deán Funes-, sólo el 1% de las tierras son agrícolas, mientras que las tierras ganaderas ocupan un 85% de las mismas (las áreas sin uso agropecuario son el 14%, fundamentalmente salinas). Predominan pastos duros y secos, lo que sumado a la escasez de aguadas y vertientes, imponen ciertas constricciones al ganado vacuno y equino. (Ghida Daza y Sánchez, 2009: 2). La composición del stock ganadero en la región nos muestra la preeminencia del ganado menor, en especial del caprino. Los relevamientos realizados por el Censo Nacional Agropecuario (CNA) 2002, específicamente para el departamento Cruz del Eje, revelan: 64.670 cabezas de bovino; 45.725 de caprinos; 14.426 de ovinos y 2.573 de porcinos. Advertimos que la expansión de la ganadería bovina en la región viene de la mano de “nuevos actores” en el territorio con grandes inversiones.

En relación al régimen de tenencia de la tierra, de acuerdo al CNA ‘02 en el Departamento Cruz del Eje los establecimientos agropecuarios con superficies inferiores a 500 ha corresponden al Tipo Social Agrario Familiar Minifundista. Siguiendo estos criterios, de las 1.294 Explotaciones Agropecuarias (EAP’s) existentes en el Departamento, un 86 % (1.111 EAP’s) se encontrarían comprendidas en este estrato. La mayoría de agricultores minifundistas no posee títulos de tenencia saneados, por lo que queda muy claro que estos productores familiares se encuentran en inferioridad de condiciones para enfrentar a los actores económicos que aparecen en la zona, cuya influencia y avidez por el recurso tierra genera una disputa marcadamente desigualdad. Una consecuencia de este procesoen el Departamento Cruz del Eje es la disminución del número de establecimientos familiares en el período intercensal 88/02 en un 33%(CNA ‘88- ‘02- INDEC).

En la provincia de Córdoba los mecanismos de aplicación de políticas públicas tendientes a sanear títulos de propiedad han resultado históricamente inapropiados y han dejado desamparados a sus legítimos poseedores en todas las regiones del territorio. Entre los factores que han hecho inviable acceder a la justicia a la mayoría de los productores familiares afectados por estos problemas, se encuentran los altos costos de mensura y de defensa técnica, los trámites excesivamente lentos, pero fundamentalmente la propia legislación vigente que no ha dado respuestas a la complejidad de situaciones de la realidad territorial. (Romano, 2011: 52).8

Como adelantamos, la cría de caprinos constituye la actividad económica más importante de los pobladores rurales en la pedanía Cruz del Eje.Sobre un total de 13 grupos domésticos relevados, en los espacios “fuera de zona de riego”9-Guanaco Muerto, Santo Domingo y San Antonio-, había 758 cabezas, lo que arroja un promedio de 58 cabras madres por unidad. Se calcula que éstas producen entre 1,1 y 1,5 cabritos por cabra por año, con una mortalidad del 5%. La importancia de esta actividad está dada en que la mayor parte de los ingresos prediales10 de las U.D. se originan en la venta de los subproductos del caprino: la venta de animales en pie -a “bulto”- o bien la leche residual, el pelo y cueros. Además, es muy significativo el aporte de carne en la dieta familiar.

Los pequeños productores campesinos de la zona clasifican a los caprinos mediante un criterio de edad: llaman “mamones” a las crías durante el período de lactancia, que puede durar 4 o 5 meses. Hasta el primer año de vida, ésta es denominada “diente de leche”. De uno a dos años, “chiva de dos dientes” y a partir de los tres o cuatro años son denominadas “chivas viejas”. El término de “cabrillonas” designa a las madres primerizas, y el de “mostrencas”, a las hembras que no engendran.

La cabra, a pesar de comportarse reproductivamente como “poliéstrica estacional” -que presenta celos en determinadas estaciones del año-, en nuestra región se comporta como “poliéstrica anual”, o sea, cicle todo el año. Es normal que en esta región se tengan dos épocas de pariciónde cabritos al año: la de mayo a julio,que corresponde a los servicios de diciembre a febrero y la de noviembre a diciembre, que corresponde a las temporadas de servicios de junio a julio.

Las futuras madres son llevadas a un piquete cercado -o “potrero de reserva”- cerca de la casa con el fin de protegerlas,ya que se encuentran sumamente vulnerables debido a su estado de preñez, y para facilitar la atención y cuidados que deben brindárseles si el parto resulta complicado. Por otra parte, se acorta la distancia que hay que recorrer para llevar las crías al corral. Mientras esto sucede, las chivas “mostrencas” -que no han engendrado- continúan en sus lugares de pastoreo. Esta división de la majada, de alguna manera, pauta la dispersión espacial de la U.D., ya que es necesario “repuntar”11 a las “mostrencas” por lo menos una vez al día para evitar pérdidas.

Luego de la parición, la cría es separada a la mañana de la madre. Los chivitos quedan en el puesto para evitar que sean atacados por los zorros, mientras las madres pastan durante todo el día. En horas de la tarde se “repunta” a las madres y son llevadas al puesto para que alimenten a las crías. Se trata de evitar de esta manera el “aguachamiento”, dado que las madres demasiado delgadas rechazan a sus crías y no las alimentan. A los “guachitos” se los trata de poner a mamar con otras chivas e incluso pueden llegar a ser alimentados con biberón. Su muerte implica una pérdida importante de capital. El amamantamiento de los “guachitos” es una actividad que realizan los niños de corta edad, quiénes de esta manera se inician en la actividad productiva.

Entre los meses de agosto y septiembre, se lleva a cabo “la señalada”,12 especialmente en los grupos que cuentan con majadas de más de 100 de cabras. Es necesario tramitar ante las autoridades de la Comuna -que son intermediarias de la población con la Municipalidad de Cruz del Eje- el permiso pertinente, que indique el día y la cantidad de animales. Una vez elegida la señal, ésta pertenece al productor y no puede repetirse en un radio de cuatro leguas -20.000 km-. La importancia de la misma estriba en garantizar la propiedad del ganado en parajes en los que no hay alambrados y los campos de pastoreo en algunos casos son compartidos: los animales se mezclan constantemente y son separados de acuerdo a la señal. En “la señalada” se realizan otras tareas tales como el capado de los animales y la marca del ganado mayor. Es la expresión más importante de trabajo cooperativo de los parajes. Se invita a parientes, vecinos y amigos que concurren con sus familias, prestos a colaborar con el dueño de casa.

Figura 2. Corral de cabras, principal actividad económica de los pequeños productores en las comunas y parajes rurales de la pedanía Cruz del Eje. Fuente: archivo personal de la autora. Guanaco Muerto, Cruz del Eje, agosto de 2015.

Los animales son encerrados en el corral y los “separadores” se encargan de entregar las crías al “señalador”, que con un filoso cuchillo corta las orejas de los chivos de acuerdo a la señal registrada. Los trozos de orejas cortados se entierran en un pozo del corral, hecho que debe interpretarse como una práctica ritual destinada a propiciar la reproducción del rebaño. Por estos trabajos no se recibe paga alguna; terminada la tarea, los asistentes comen asado acompañado de vino y cerveza. La fiesta continúa con bailes que suelen durar hasta el día siguiente.

Los dos períodos definidos de parición de mayo/julio y noviembre/diciembre son consecuencia de que los chivos padres están todo el año en el rebaño con las cabras, lo que resulta beneficioso para las economías domésticas, puesto que permite que algunas madres tengan dos pariciones en el año. Sin embargo, este sistema perjudica la eficiencia futura, ya que ciertas cabrillas que no han completado su desarrollo quedan preñadas. En muchos casos, por falta de instalaciones adecuadas, los productores no pueden mantener a los castrones separados del rebaño, lo que trae aparejados problemas como no aprovechar a pleno los mejores animales y no poder alimentar selectivamente a las hembras preñadas o lactantes.Por estas razones, algunos grupos domésticos tratan de mejorar la eficiencia del rebaño a partir de una “monta controlada”, que implica evitar las montas innecesarias en cabrillonas que no han completado su desarrollo -una preñez prematura puede ser perjudicial tanto para la futura madre como para la cría-. Así, en los meses antes del servicio -o al menos una vez al año-, se separa al conjunto de animales machos y hembras que son seleccionados para la reproducción -conjunto denominado “pie de crz'a”-,aquellos considerados de mejores aptitudes productivas y reproductivas -el que engordó más rápido, la primera que quedó preñada, la que más leche dio- y se los coloca en un piquete cercado. De esta manera, el productor separa y rechaza a las cabras viejas que ya no considera más como “vientre”.

En los meses de febrero, marzo o abril se realiza la esquila. Es importante adelantarse a la parición para permitir que las crías puedan amamantarse correctamente. Para comenzar esta faena, se introducen 40 o 50 animales en el corral, los trabajadores los esquilan con tijeras, y se amontona la lana en bolsas. Algunos grupos domésticos contratan esquiladores para que ayuden en el trabajo. El pago se realiza por animal esquilado y puede ser abonado en dinero o bien, en pelo.Durante los meses de agosto, septiembre y octubre, no se hace otra tarea que “repuntar” los animales cada dos o tres días y separar el ganado mezclado del de los vecinos. Es opcional realizar la separación del “pie de cría”.

Como hemos advertido, el mayor ingreso monetario de estos grupos domésticos es a través de la venta del cabrito a pie, es decir, el animal se vende a bulto y la faena, con excepción de lo que pueda corresponder a autoconsumo o ventas directas a minoristas o consumidores finales, en todos los casos es realizada por los frigoríficos de las zonas de referencia.

Los principales destinos del cabrito en la zona de estudio son:venta a los “cabriteros” -intermediarios de los frigoríficos-, venta a consumidores finales, comercialización a través de la Red de Comercio Justo, organizada por la Zonal Cruz del Eje -perteneciente al Movimiento Campesino de Córdoba- MCC-, autoconsumo y reposición de madres. El productor de las U. D. en la pedanía Cruz del Eje comercializa un 70% de su producción, dado que el resto lo destina al autoconsumo y a la conserva de cabras hembras para reposición;el promedio estimado de reposición en la zona es del 20% del total anual de cabritos.

El accionar del “cabritero ”tiene dos variantes. Por un lado, la mayor parte de los cabriteros son empleados de los frigoríficos que compran y trasladan los animales en vehículos de propiedad de las firmas. Por el otro, el cabritero es un intermediario que realiza estas actividades -incluida la faena- por cuenta propia ycon sus propios vehículos. La venta del cabrito por este medio se realiza en pie y por lotes, de acuerdo a la cantidad de cabritos que reúnan el peso requerido por el comprador. Sin embargo, la relación del productor con el cabritero no puede caracterizarse sólo desde el punto de vista económico como una transacción de mercado sustentada en la negociación de compra-venta. En muchos casos, para el productor se trata de una relación de confianza con alguien que oficia de vínculo con servicios y productos a los que no puede acceder frecuentemente o, hasta incluso, como un nexo hacia la información y acceso a la ciudad. Los productores tienen una mayor dependencia en este canal, puesto que los cabriteros presionan para elegir los mejores animales, incluyendo muchas veces hembras que podrían conservarse para reposición. Entre los rasgos que caracterizan esta relación, se debe incluir el hecho de que en muchos casos la transacción se realiza con la modalidad del trueque. Como expresa el técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la zona: “con el cabritero existen relaciones históricas. Compra cabrito, pero también trae yerba, lleva al chico enfermo al pueblo, etc. ”Son muchos los cabriteros que andan por el campo, y se produce una “competencia” entre ellos; razón por la cual, existen variaciones en los precios del cabrito y muchas veces el pequeño productor aprovecha esta situación para conseguir que se le pague mejor por kilo de carne: “Viene un cabritero y lo vendemos al bulto, nos está pagando $250, $280, $300... [15 USD aproximadamente]; es según el cabrito. Hay uno que viene hace muy muchos años y anda por toda la zona. Hay muchos cabriteros, la mayoría son medio “embusteros”. Hay algunos que vienen y te dicen: ‘el cabrito sale $280 ’, y si no lo vendés a ese precio, se te va. Como ser, esos son los F., como ellos tienen muchos negocios, los venden baratos. Y viene también M. acá, y ese es el que mejor paga. (...) Todo el año andan. Mientras hay cabritos, andan”. (R., pequeño productor de 70 años. Comunade Guanaco Muerto, Cruz del Eje,agosto de 2015. Magali Paz).

Un canal especial de comercialización que existe en los parajes y comunas de la pedanía Cruz del Eje es la Red de Comercio Justo, creada por el MCC a mediados del año 2002.13 A través de ella, en primera instancia, se logró romper con el monopolio de los “cabriteros”. Con el surgimiento de la Red, los campesinos comenzaron a vender directamente en Córdoba y la organización se hizo cargo de la logística, lo que mejoró notablemente los ingresos de los productores y las formas en las que se insertan en el mercado. “Para lo que sirve la Red es para poder negociar el precio con los otros compradores. Que el pequeño productor pueda decir: “yo tengo la posibilidad de venderlos a este precio en la Red”, entonces le pide al cabritero un poco más, si no, no se lo vende. Es la mejora de romper lasituación de una sola posibilidad de venta en la región ”. (S., Técnica de la organización Zonal Cruz del Eje del MCC. Cruz del Eje, octubre de 2015, Magali Paz).

Se comercializan en la Red, además de los cabritos, dulce de leche de cabra, salsa de tomate, variedades de dulces, mermeladas, arropes y otras conservas. Los productos llegan a la ciudad y allí la Red se encarga de la comercialización en ferias y locales estables.

La Red ha ido mejorando aspectos organizativos de la comercialización del cabrito: ha logrado reducir la duración del ciclo de las campañas, que se inicia cuando la organización avisa que enviará un lote próximo -actualmente con una semana y media de anticipación-, y posteriormente envían los cabritos a Córdoba, previa recolección, faenado y traslado. Durante ese período, la Red avisa a los consumidores sobre su campaña de cabritos. Luego recibe y conserva los productos -se guardan a temperatura heladera y se venden embolsados en cajas y con etiquetas-. El ciclo concluye con la entrega al cliente y cancelación del monto pendiente a las organizaciones. Gracias al montaje de un Fondo Rotatorio, el 70% se paga de contado en corral y 30% luego de la venta. Los principales medios que utilizan como publicidad son el aviso telefónico, redes sociales vía internet y la referencia del “boca en boca”. Además, acceden a un reducido mercado en otros lugares -Alta Gracia, Carlos Paz y San Luis- a través de sus miembros o contactos. Si bien pueden tener una venta estable a lo largo del período de junio- diciembre, las épocas más frecuentes de venta son las fiestas, Navidad, Día del Padre, Día de la Madre, etc., y los días de mayor salida son los fines de semana o días previos. En relación al volumen comercializado a través de la Red, en el “escenario de producción optimista”, serían 26.000 animales -un 1,9% del total anual-, mientras que si la producción se mantiene en un “escenario pesimista”, serían 21.000 animales -un 1,4%. (Informe de la ADEC, 2007: 27).

Una última alternativa es aquella en la que el productor se encarga de la comercialización y ofrece el cabrito directamente al consumidor final. El destino de los mismos es principalmente a familiares, amigos u otros consumidores de la zona o compradores foráneos que pasan por el campo. Nos consta que tanto esta alternativa como la de vender a las carnicerías de la zona, son las opciones que menos elije el pequeño productor debido al trabajo extra que implica hacerse cargo de la faena doméstica -que muchas veces no se compensa con la diferencia en dinero que perciben-. En parajes como San Antonio, El Abra, La Batea -cercanos a las Salinas Grandes- muchos productores aducen que el cabritero paga un precio mayor que el comprador “de a pie”. Es dable afirmar que, la estrategia de venta directa es más común en zonas de producción cercanas a la ciudad o poblados numerosos: Guanaco Muerto, El Chacho, El Gallo. Como nos señalaba un productor de la zona: “hay varios clientes que consumen en forma directa los cabritos faenados, gente del pueblo, la municipalidad, escuelas, restaurantes locales, clubes, familiares y amigos de visita”. (C., pequeño productor de 54 años. Paraje San Antonio, Cruz del Eje,septiembre de 2015. Magali Paz). En general, los productos se venden por encargo o los buscan directo en el campo; muchos debido a “la fama” que se hacen los cabritos de tal o cual familia productora. Cierto, esta modalidad le permite al grupo doméstico percibir un precio mejor por cabrito vendido, al tiempo que seleccionar los cabritos que quiere entregar, etc. Sin embargo, los cabriteros o la Red son canales que permiten vender un mayor volumen de animales por entrega.

Por último, los pequeños productores también comercializan, aunque en mucha menor medida, la lana del caprino y los cueros.Desde luego, la mayor o menor cantidad de cueros intercambiados está relacionada con el consumo doméstico de carne del grupo productor. En las U.D. “dentro de zona de riego” la diversificación de la producción es mayor y, por lo tanto, aumenta la incidencia de otros consumos tales como hortalizas y frutas. En estos casos, el consumo de carne de caprino es menor y la comercialización de sus cueros tiene una incidencia poco significativa en el presupuesto familiar. Contrariamente, en los grupos domésticos “fuera de zona de riego” de la pedanía, la importancia del consumo de carne es mayor y la comercialización de los cueros de los animales significa un ingreso nada desdeñable para la economía.

El ganado lanar representa, de acuerdo a nuestros registros, aproximadamente el 7, 5% del total de los animales de las comunas y parajes “fuera de zona de riego” en la pedanía Cruz del Eje. Sobre un total de 13 grupos domésticos relevados, había 146 cabezas, lo que arroja un promedio de 11 animales por unidad.La cantidad de ovejas no representa un número significativo dentro de las majadas en estas U.D. Tal situación, presumimos, obedece a que actualmente no resulta posible en las comunidades poseer gran cantidad de animales sin riesgo de sobrepastorear14 las “largadas”; el monte se ha reducido considerablemente y muchos campos en la zona han sido cercados.

Los trabajos realizados con el ganado lanar son ejecutados casi exclusivamente por los hombres; y es el jefe del grupo doméstico el responsable de la organización del proceso de trabajo. A diferencia del ganado caprino, el ganado lanar se esquila una sola vez al año; esto se produce en el mes de noviembre. A continuación, se procede al baño de los animales con antisárnicos y al suministro de antiparasitarios. Estos productos significan un fuerte desembolso que los productores afrontan para evitar las pérdidas que ocasiona la sarna. En los meses de agosto y septiembre se llevan los ovinos a las cercanías de las casas para evitar que los zorros maten a las ovejas preñadas. Después de la parición, los corderitos son dejados con las madres, sin llevarlos al corral, como se hace con el ganado caprino. De todas las crías se elegirá al macho más “morrudo” y de mejor lana como “carnero” -reproductor-, los demás serán capados en la “señalada”.

La cantidad de ovejas en estas U.D. cordobesas resulta significativamente menor que la de cabras. La paulatina disminución de la superficie disponible para cada grupo doméstico limita la opción de aumentar este tipo de ganado. El ganado lanar tiene como ventaja que soporta mejor los inviernos fríos y las heladas que se producen en la región. Además, con buenos pastos, el rebaño se traslada a distancias menores que el caprino, lo que simplifica el mencionado trabajo de “repunte” y disminuye la cantidad de animales perdidos -sin mencionar que los requerimientos nutricionales del caprino son más altos que para los ovinos, debido a la naturaleza de esta especie de desarrollar mayor actividad física caminando o jugando-. Empero, las ovejas requieren mayores cuidados y gastos que el caprino: es necesario bañarlas dos o tres veces al año, suministrarle antisárnicos y antiparasitarios cuya compra constituye una fuerte erogación; además, el lanar requiere campos con pastos más blandos, ricos en aguadas y humedales.

Por su parte, el ganado caprino no ocasiona grandes gastos en insumos y su adaptación es mejor a los campos áridos y arenosos de estas comunas y parajes.Los pequeños productores mencionan, respecto de las ventajas y desventajas de cada ganado: “las chivas son melliceras”, hecho que facilita el rápido incremento del stock ganadero. El ganado caprino es la variedad predominante en las U.D.cruzdelejeñas: su crecimiento ha ido en aumento en forma paulatina, en desmedro de otras especies ganaderas. La cabra -por su rusticidad y hábitos alimenticios- ha ido sobreviviendo en un ambiente cada vez más deteriorado. Su característica de “ramoneador”-antes que de pastoreo- hace que prefiera las especies de mayor consistencia, de arbustos duros y leñosos, y hasta los que tienen espinas y de gustos amargos-umbral alto para los amargos- que le permite consumir un rango más amplio de especies. (Gioffredo y Petryna, 2010:5).

La ganadería vacuna es de escasa importancia numérica en las comunas y parajes situados a la margen izquierda del sistema de riego del dique Cruz del Eje. Sólo el 7, 8% del ganado relevado en 13 grupos domésticos corresponde a bovinos, hecho que arroja un total de 19 cabezas, lo que representa 1,4 animales por unidad doméstica. La escasez de campos ricos en pastos blandos y las limitaciones para acceder a vertientes y aguadasexplican el escaso número de animales; se considera que un vacuno necesita aproximadamente 5 has. Ningún poblador posee extensiones que permitan el incremento de esta actividad, ya que la presencia excesiva de vacunos resultaría incompatible con las necesidades del ganado menor.También explican la reducida proporción de vacunos, los altos costos para adquirirlo y los que implican su posterior mantenimiento.

El cuidado de los vacunos no requiere excesivo trabajo y es afrontado exclusivamente por el grupo doméstico. Los animales, durante la primavera, merodean los alrededores de las viviendas y durante el verano comienzan a alejarse. No se realizan con los vacunos los constantes “repuntes” que requiere el ganado caprino, dado que no existe el riesgo de extravío. Para los grupos domésticos de la zona,es importante tener al menos una o dos vacas para realizar las “carneadas”15 en invierno y porque 15 representan un“capital de reserva” que les permite afrontar gastos eventuales de suma importancia, como viajes a la ciudad, enfermedades, etc.

Para finalizar con la producción ganadera en la región seleccionada, deseamos aclarar que si no incluimos el estudio del ganado porcino, es porque su existencia es muy ínfima en los grupos domésticos relevados. Asimismo, el ganado equino que durante el siglo XIX tuvo una importancia fundamental en la región (junto con el ganado mular), hoy día tiene una existencia nula en las comunas y parajes de la pedanía Cruz del Eje. Las razones de esta “ausencia” deben buscarse en la dificultad que implica la extensión de campo que se necesita por cabeza equina, la misma está muy lejos de las posibilidades de los pobladores locales.

2. 2.Otras actividades productivas

2.2.1.Agricultura,actividades extractivas del monte y artesanías

El trabajo agrícolaen la zona se realiza fundamentalmente en el período cálido y lluvioso, ya que se practica el cultivo temporal sin riego en casi toda la región. El mayor trabajo que exige el cultivo, en las escasas tierras dedicadas a esta actividad, es el desmonte.

La importancia de las actividades agrícolas se concentra en los espacios “dentro de zona de riego ” de la pedanía Cruz del Eje. Así, en los grupos domésticos de la comuna Media Naranja y los parajes Alto de los Quebrachos, Palo Parado, El Gallo, la subsistencia de los grupos domésticos se basa casi por completo en la venta de verduras y hortalizas en el mercado. El ganado se mantiene sólo para el autoconsumo. Por el contrario, en los “fuera de zona de riego”los cultivos de la huerta constituyen la única práctica agrícola de la comunidad, y su producción es totalmente absorbida por el consumo doméstico. En la mayoría de los grupos de estas comunas y parajes, debe complementarse la producción familiar a través de la compra de verduras y frutas a los “bolicheros”16 o en la ciudad.

Las superficies cultivadas son de 4 a 5 has cercadas por medio de troncos y ramas. La tecnologíaempleada es simple: herramientas como palas, rastrillos, azadas, guadañas, palo cavador, etc. El riegose logra a través de canales y el agua circula sobre planos inclinados. Cuando ésta es escasa, se embalsa en represas comunitarias hasta juntar una cantidad suficiente para luego iniciar el riego.El abono utilizado es de origen animal: guano de cabra y de gallina, bosta de vaca, son esparcidos por la superficie y mezclados con la tierra el día anterior a la siembra.

Podemos situar el inicio del calendario en agosto o septiembre cuando comienza la preparación de la derrapara sembrar. El período de siembraempieza en septiembre u octubre -después de la terminación de la época de heladas, cuando la tierra alcanza suficiente temperatura y calor para que germinen las semillas- y se extiende hasta diciembre e incluso enero. Éstos últimos son los meses de mayor actividad. Desde mediados de noviembre hasta principios de enero, se realiza la siembradel maíz -que se suele sembrar asociado con zapallos, calabazas y tomates-. Y durante el otoño -entre abril y junio-, antes que comiencen las primeras heladas, se cosecha el maíz junto con los zapallos, remolachas, zanahorias, cebollas, acelgas, alfa, perejil, porotos, para su conserva en seco o su venta.Paralelamente a las actividades mencionadas, en distintas épocas del año se recogen los frutales: en diciembre y enero, los melones y sandías; en enero, las tunas; en febrero, los membrillos y damascos; entre marzo y abril, los higos y en invierno, los cítricos.

Figura 3. Sembradío de Tunas, fruto con el que las mujeres elaborar arropes y dulces que se consumen en el grupo doméstico, y también se venden al menudeo. Fuente: archivo personal de la autora. San Antonio, Cruz del Eje, agosto 2015.

Enero, además de ser el mes en el que muchos grupos realizan la esquila, es el momento de la recolección de la algarroba. El verano es la época de la preparación de conservas -pelones, orejones- y dulces y arropes, a la que vez que se recolectan los frutos comestibles del chañar, el mistol y el piquillín. Estas actividades veraniegas se interrumpen en febrero o marzo para los festejos de carnaval y de los “santos patronos” de las comunas y parajes.

En las actividades mencionadas no participan todos los miembros de la U.D. Los hombres, como hemos mencionado, se encargan del ganado mayor: cuidado, señalada, esquila, artesanías en cueros. Las mujeres, con la colaboración de los niños, realizan el trabajo vinculado al cuidado y mantenimiento del ganado menor -aves de corral, fundamentalmente-, huertas de frutales y chacras, al igual que de la recolección de frutos. La siembra y la cosecha se realizan en colaboración de todo el grupo doméstico.

La producción agrícola es efectuada durante un período de fuerte trabajo estacional que comienza en noviembre y termina en mayo, meses en los cuales se concentra la siembra, cosecha y recolección, coincidente con la época más cálida y húmeda del año en la zona. La venta de las verduras u hortalizas se realiza a través de los “puesteros del mercado” que las buscan en el campo para llevarlas a las ciudades de Cruz del Eje o Córdoba, o a verdulerías minoristas de la región.

La recolección de leñamerece una mención especial.Es la más importante de las actividades extractivas en todos los grupos relevados. Utilizada como fuente energética, sirve para cocinar los alimentos por medio de la “cocina económica”, que convenientemente ubicada en el centro de la cocina calefacciona el ambiente de la casa.La tarea de juntar leña para el consumo es una actividad que se realiza todos los días, o a lo sumo día por medio, aunque en ocasiones, con el fin de acumularla, suele acarrearse leña de “molle” verde, y apilársela en las cercanías de la vivienda.

Durante los meses de invierno la recolección y venta de leña constituye una importante ayuda en el momento de mayor rigor económico para el grupo doméstico. En este trabajo participa la totalidad de la familia; durante una o dos semanas los hombres cortan con hacha los troncos, mientras las mujeres y los hijos ayudan sacando las ramas más pequeñas que quedan en los troncos y acarreando la leña hasta la orilla del camino. En el pago está incluida la carga en la camioneta o camión. Es necesario aclarar que estas son las unidades de medida más usadas.

La venta de la leña presenta rasgos distintivos a la comercialización de la carne de cabrito o las verduras que, como vimos, se canaliza o por intermedio de los “mercachifles” o bien, por el accionar de algunas cooperativas agrícolas. La leña presenta la participación directa de particulares que con vehículo propio se acercan al paraje o comuna; esto permite una pequeña “ruptura” de la dependencia que los productores mantienen con el mercachifle. Así, estas operaciones son pagadas con dinero en efectivo, lo que posibilita una mayor autonomía en el abastecimiento de los pobladores.

Las actividades artesanales más importantes de las comunas y parajes cruzdelejeños son los productos elaborados a partir del trabajo en cuero. Además de los dulcesy arropes con frutales de la región: chañar, mistol, tunas, piquillín -conocidas como “las golosinas serranas”-,17con los cueros se realizan monturas, lazos trenzados y diversos instrumentos que los pequeños productores utilizan para que los animales “les obedezcan”, tales como: taleros, fustas, rebenques, etc. Esta práctica artesanal recibe el nombre de “talabartería” y tiene como fin suplir una demanda interna de las U.D., ya que se trata de instrumentos de trabajo que de otra manera resultarían costosos de adquirir en el mercado. La “talabartería” supone adquirir un conocimiento ancestral, transmitido por generaciones anteriores, y requiere gran cantidad de horas de trabajo dependiendo del producto a realizar: rienda, atador, correón, lazo, manea, etc.

Los dulces o arropes se realizan con los frutos de estación con los que cuentan las familias -no todas las frutas tienen el mismo tratamiento, depende de lo pulposo y del contenido de jugos, y las mujeres tienen recetas específicas para cada uno de ellos-. El dulce o “mermelada”, mayormente hecho de damascos, membrillos, manzanas, es una preparación que requiere del agregado de azúcar y se utiliza únicamente como comestible -acompañando el pan casero, o los “quesillos” de cabra-. En cambio, el arrope, que se obtiene por la evaporación de líquidos de los frutos del chañar, piquillín, tuna, mistol, no requiere de la incorporación de azúcar, pues se hierven las pulpas de la fruta hasta la caramelización de sus azúcares, y se consigue un jarabe espeso o “almíbar” con la textura de la miel -una “miel vegetal”-.A los arropes se les suelen añadir trozos de frutas, como el membrillo, melón, o calabaza que son previamente remojados en “agua de cal” -para que no pierdan la forma- y luego, hervidos. Representan una forma tradicional de “hacer dulce sin azúcar” y además de ser consumidos en pan, postres, quesillos, sirven para incorporarse a bebidas fermentadas alcohólicas, como la aloja,18 y tienen funciones medicinales: expectorantes, emolientes -relajan las inflaciones-, antidiarreicos, entre otras.

Por fin, consideramos que en estos procesos de producción artesanal se perciben algunos elementos comunes:

a-La transmisión del saber artesanal se provee de padres/madres a hijos/as;

b-Existen limitaciones para la especialización artesanal, básicamente, por las dificultades para ubicar la producción una vez superado el nivel de consumo de la U.D.

En tal sentido, deseamos aclarar que si bien todos los grupos en mayor o menor medida realizan artesanías, éstas no son elaboradas para la venta sino para el autoconsumo. Tal ausencia de producción artesanal para la venta, según nuestro criterio, responde a la subordinación de dicha actividad al ritmo de las otras actividades económicas que las U.D. de la región deben realizar para su sobrevivencia.

3. La participación campesina en el mercado: modalidades de venta e intercambio de productos En este punto analizamos el intercambio que los pequeños productores de la pedanía Cruz del Eje mantienen con distintos intermediarios, construyendo circuitos específicos de comercialización. Creemos necesario abordar este tema partiendo de una somera caracterización del intercambio entre la producción campesina y la producción capitalista, a través de la institución del mercado en general.

La U.D. campesina se vincula al mercado como vendedora de las mercancías producidas en su seno y como compradora de aquellos elementos necesarios para su subsistencia, así como también de los insumos que le permiten garantizar la continuidad del proceso productivo. En este intercambio confluyen las mercancías producidas en el sector campesino y las que provienen del ámbito capitalista; sin embargo, cada una de ellas es producto de una intencionalidad específica, portadora de una racionalidad propia y resultado de diferentes relaciones de producción.

La mercancía producida bajo relaciones salariales conlleva en sí misma la división entre trabajo necesarioy trabajo excedente. Es una forma social que conduce a la inmediata valorización del capital. El trabajo excedente es el motor de su producción y el que rige la lógica de su circulación. El principio a través del cual se fijan tendencialmente los precios de mercado es el de precio de producción de las mercancías. Merced a él y debido a la competencia de capitales, se asegura a cada porción de capital una retribución proporcional, marcando una tendencia a la igualación de la tasa de ganancia. El precio de producción de las mercancías se convierte así en el regulador del mercado y “su medida está dada por la suma de los precios de los medios de producción consumidos más el precio de la fuerza de trabajo empleada, más la ganancia media del capital”.(Gutiérrez Pérez y Trápaga Delfín, 1986: 130-131).

Por su parte, la mercancía campesina ingresa en este circuito precedida de una intencionalidad distinta a la capitalista: no persigue la valorización del capital, sino la obtención de determinados valores de uso que permitan la reproducción social de sus productores, previa mediación del dinero. Ergo, las mercancías producidas por el campesino circulan en un mercado regido por los precios de producción que se constituye en un espacio social “no neutro”. El mercado aparece como mecanismo de intercambio desigual y fuente de transferencia de excedentes, en el cual los productos campesinos no pueden imponerse por su precio de producción.Bartra (1982) señala que el campesino es un productor que por regla general cede su mercancía a un precio inferior de su valor y de su precio de producciónporque a diferencia del capital “no puede dejar de vender por el hecho de no obtener ganancias y tampoco está en condiciones de transferirse a otra rama pues sus medios de producción no han adquirido la forma libre del capital” (Bartra, 1982:85). En consiguiente, el productor campesino vende sus productos pese a no obtener ganancias e incluso, reduce a un mínimo sus niveles de consumo; complementa su ingreso con la producción familiar, si globalmente garantiza la reproducción de la unidad productiva.

A. Chayanov (1974) demostró cómo la unidad de explotación familiar continúa el proceso productivo en condiciones que resultarían inaceptables para una unidad de explotación de tipo capitalista; si para la empresa capitalista el límite es el precio de producción y por debajo de éste se retira del mercado, para la U.D. el límite es el precio de costo, o sea, aquel que permita la reposición de los medios de producción empleados y la compensación de la energía desgastada como fuerza de trabajo.

En relación a este último punto, debemos considerar que en la producción de mercancías de origen capitalista la compensación se realiza a través del salario, entendiéndolo como el costo de reproducción de la fuerza de trabajo. Pero en el caso de la mercancía producida en el seno de la U.D. campesina, el precio de venta sólo contempla la reposición de parte de la energía consumida, pues la otra es sustentada por la propia unidad doméstica a través de su producción destinada al autoconsumo. (Balazote y Radovich, 1993: 69).

A su vez, cuando se sitúa como comprador, el campesino debe pagar en el mercado precios próximos al de producciónque para la parte vendedora significan la obtención de la ganancia media, pero también pueden superar este límite en la medida que se lleguen a imponer precios monopólicos. De esta manera, los acopiadores locales obtienen súper-ganancias gracias al control exclusivo de las pautas de intercambio. Y, por otro lado, cuando “el campesino vende barato”realiza un acto de explotación que cobra la forma de pérdida de parte del excedente, pues el hecho de que el campesino compre “caro” los medios de producción “es también para el vendedor una transferencia de valor y para el comprador un acto de explotación en el que sacrifica otra parte de excedente, ahora ya no cristalizado en productos sino en el dinero en que los ha transformado” (Bartra, 1982:99).

Hemos reseñado hasta aquí, en lo fundamental, cómo a través del intercambio de mercancías en el mercado formador de precios, el trabajo campesino se subsume a la lógica del capital. Analizaremos ahora cómo los productores de las comunas y parajes cruzdelejeños comercializan su reducida producción en el mercado y describimos las características que adquiere el intercambio con los “mercachifles”, observando cómo estos intermediarios resultan ser, en numerosas ocasiones, el único canal de financiación. En efecto, ellos suelen facilitar a las familias pequeñas sumas de dinero que resultan vitales, pero por sobre todo, la importancia de su crédito consiste en adelantar las mercaderías necesarias para la subsistencia del grupo doméstico, entiéndase: harina, azúcar, yerba, grasa, algunas ropas, entre otras.

3. 1. Transferencia de excedentes: “mercachifles” vs. Red de Comercio JustoLos grupos domésticos de la pedanía Cruz del Eje comercializan su producción mayoritariamente a través de los mercachifles. Éstos llegan “campo adentro” con el doble objetivo de comprar los “frutos” producidos por los campesinos: carne, pelo, cueros, leña, leche, hortalizas, verduras, frutales, etc., y de vender elementos de consumo: prendas de vestir, yerba, azúcar, conservas, harina, papas, verduras, vino, etc., e insumos tales como herramientas, antisárnicos, antiparasitarios, hormiguicidas y semillas.

El mercachifle, en tanto agente de exacción de excedentes de los productores, financia a través del crédito la producción campesina. Su objetivo es la obtención de ganancias merced a la compra y venta de mercancías, y su lógica responde a criterios de equivalencia que mencionáramos.Sin embargo, “su vinculación con el productor presenta matices que superponen esta lógica con otra de naturaleza más compleja: la lógica de la ambivalencia, entendiendo la misma como la lógica del cambio simbólico”. (Balazote y Radovich, 1993: 88). Esto es, existen vínculos de reciprocidad que en algunos casos se institucionalizan mediante el compadrazgo, expresados en préstamos y favores que resultan de muy difícil medida. No es posible responder en términos de equivalencia, pero sin duda quién brinda una prestación está iniciando y esperando al mismo tiempo una contraprestación. En este intercambio recíproco nada se especifica acerca de cómo y cuándo se devolverá el favor, nada se aclara de “cuánto” será lo retribuido; sin embargo, el compromiso entre ambas partes queda fuertemente establecido.

Un aspecto importante a considerar es la tendencia a la perdurabilidad de este tipo de relaciones, dadas las dificultades que presenta su ruptura tanto en el plano económico como simbólico. “Una vez en el Kula, siempre en el Kula”, dice la norma de los isleños trobiandeses para significar que una transacción no agota la relación (Malinowski, 1972:95). No solo no la agota, sino que como intercambio simbólico, la recrea.

El intercambio entre pequeños productores y mercachifle, enmarcado en estas características, supone la venta de productos sin precio establecido, y el retiro de los “frutos”, muchas veces, sin más compromiso que el “después arreglamos” entre las partes, lo que genera, en cierta medida, la construcción simbólica de una “zona de indefinición ” que no es el resultado de un accionar igualitario. La determinación del momento, la forma en que se llevará a cabo y, sobre todo, quien fijará la nueva equivalencia, emergerán del inter-juego de una dinámica de poder en la que,ciertamente, no es el pequeño productor el más favorecido.

Los mercachifles son quienes actualizan las deudas por distintos medios, desde el incremento nominal de los importes, el aumento ficticio de las cantidades entregadas o la disminución irreal de los precios de los productos adquiridos. Cierto, este accionar resulta posible merced a su condición de único canal de insumo-consumo de numerosos grupos domésticos. Sin embargo, debemos aclarar que esta situación fue variando desde el surgimiento de algunos programas estatales que ayudan a la comercialización de los productos campesinos, así como a través de las redes igualitarias de intercambio que creó el Movimiento Campesino de Córdoba- Zonal Cruz del Eje en la región.

Desde el año 2002, la Red de Comercio Justo creada por el MCC fue desplazando a los mercachifles -especialmente a los “cabriteros”- que visitan las comunas y parajes. Empero, la Red adolece de algunas debilidades: por un lado, no todos los pequeños productores participan en la organización de la Zonal y ello dificulta que confíen en esta vía para comercializar sus productos; por el otro, la Red no posee la capacidad para financiar a las U.D. El ritmo discontinuo de la producción campesina, que fluctúa al ritmo de ciclos naturales -parición-esquila-, entra en contradicción con las necesidades de consumo en la ciudad -el mayor destino de ventas de la Red-, obviamente continuas. Las limitaciones estructurales de estas unidades de explotación para acumular capital tornan a sus economías domésticas fuertemente dependientes del crédito, en algunos períodos, las dificultades financieras y organizativas de la Red hicieron que los intermediarios cobraran una mayor importancia en la economía de los productores “campo adentro”.

La Red genera intercambios que permiten proveer a los productores asociados algunos elementos necesarios para su subsistencia hasta el momento en que logran “colocar” su producción -principalmente, los cabritos-. Lo importante aquí, es que el énfasis de los miembros de la Red está puesto en trascender los aspectos “estrictamente económicos” y más bien fomentar entre los productores, en base a modelos participativos y comunitarios, el desarrollo de prácticas solidarias. En este sentido, debe interpretarse la “flexibilidad” para el cobro de productos entregados y la comprensión de la urgencia en el pago al productor -la Red entrega un 70% en el campo, cuando se lleva “los frutos” y el 30% restante, luego de efectuada la venta-.

De acuerdo a nuestro análisis, intermediarios y miembros de la Red “compiten” no sólo por un espacio económico,sino también simbólico: ambos “modelos” se enfrentan: unose basa en relaciones ambiguamente asimétricas y el otro, en la participación igualitaria de los miembros de la comunidad.La Red, como integrante del MCC y a través de un modelo participativo e integrador, lleva adelante las reivindicaciones históricamente postergadas del noroeste cordobés adscribiendo y revalorizandola condición campesina de la región. Por su parte, los pequeños productores presentan distintos grados de integración a la Red: algunos de ellos participaban activamente en reuniones, trabajos de selección y limpieza de cueros, envasado de salsa de tomates, etc., mientras que para otros resulta simplemente un canal de comercialización alternativo. Muchos campesinos, empero, siguen optando por vender una parte importante de su producción a los intermediarios.

T. Platt(1987) en su estudio sobre la ciudad de Lipes -Bolivia- duranteel periodo colonial, ha rechazado la noción de una racionalidad campesina-indígena “reacia” a la acumulación de riqueza comercial -menos aún a la acumulación no mercantil de ciertos bienes- y ha señalado que si bien existía un “elemento de fuerza” en la intervención campesina-indígena en el mercado -representado por el cobro del tributo, diezmo y servicios parroquiales-, éste tan sólo marcaba el “límite inferior” de esa intervención. En tanto, los gastos socialmente necesarios y el consumo cotidiano -que respondía a necesidades socialmente creadas - podían incentivar, según el autor, una participación mayor en la economía monetaria.

Los pequeños productores cruzdelejeños tienen “gastos culturales” o de “costumbre”, fundamentalmente ligados a los momentos festivos del calendario productivo y religioso. Así, realizan la compra de alimentos y bebidas en los momentos que ellos consideran propicios para el “derroche”: bautismos y comuniones de los hijos, fiestas regionales y religiosas,19 durante la “carneada”- y también en el verano, cuando recolectan la algarroba y el mistol. Durante todos esos momentos, que generalmente son colectivos y comunitarios, se convida comida y bebida a todos los que pasan por la casa y se celebran fiestas acompañadas de “borracheras”, en las que se injiere cerveza y vino hasta entrada la madrugada.

4. El intercambio intracomunitarioLo tratado en el apartado anterior no agota las posibilidades de intercambio de las U.D.cruzdelejeñas, sino que remite a los intercambios de mercado. Pasaremos ahora a reseñar las características de los intercambios producidos al interior de las comunas y parajes que, irremediablemente, adquieren gran importancia en la reproducción social de sus habitantes.

Entre los pobladores de la pedanía se realizan ventas de frutas y algunas verduras provenientes de las huertas. Esas operaciones son muy esporádicas y las cantidades vendidas muy pequeñas. Tal intercambio es consecuencia de las distintas modalidades de encarar las actividades productivas. Así, los compradores pertenecen a las unidades de explotación “fuera de zona de riego” que, de alguna manera, se han especializado en la producción ganadera -cabritera-, mientras que los vendedores resultan de los espacios “dentro de zona de riego”, pues han logrado ampliar sus actividades productivas incorporando el excedente relativo de su fuerza de trabajo en actividades tales como la producción de frutas y verduras.También se comercializan esporádicamente al interior de las comunas pollos, gallinas y huevos. Las ventas de productos artesanales son muy infrecuentes debido a que es una práctica difundida entre casi todos los pobladores locales.

En estos intercambios adquiere importancia el contexto en el que se llevan a cabo lasoperaciones. Durante los años de sequía intensa -2009, 2010, 2011; años en los que no llovió más de 300 mm anuales en la región-, la situación económica de las U.D.cruzdelejeñas se volvió muy crítica. Pudimos observar como los campos escaseaban de huertas y de ganado, y nos consta que en esos momentos cobraron importancia los lazos comunitarios y de reciprocidad. Por ejemplo, los productores de las comunas “fuera de zona de riego ”, crianceros de caprinos y ovinos, necesitan practicar baños antisárnicos a sus ovejas por lo menos dos o tres veces al año. En las comunas sólo algunos pobladores poseen las instalaciones necesarias (piletas de baño) y las facilitan a los vecinos sin cobrar este servicio. De igual manera, se realizan préstamos de herramientas de trabajo:

“Sembradas tengo 3 has: una con la chacra, que tiene maíz, zapallo y sandía, y tengo otra allá, más grande, con un poco de jarilla. En esa ahora tengo el tractor de él -señala a T., un vecino que está de visita y vive en San Antonio, un paraje cercano- y quiero conseguir uno con rastra para dejarlo ya rastrado y listo para sembrar. (R., pequeño productor de 70 años. Guanaco Muerto, Cruz del Eje, agosto de 2015. Magali Paz).

Cierto, los “préstamos” no impiden que se practiquen contraprestaciones tales como “ayudas” o regalos.También los productores fruti-hortícolas de los espacios “dentro de zona de riego” evitan de manera conjunta la propagación de plagas en las plantaciones:

“Justo se dieron años de sequía, con una plantación nueva de olivares que vinieron afectados con la cochinilla, hubo un contagio enorme. El gobierno local nunca nos prestó ninguna ayuda sanitaria y tuvimos que organizarnos porque era muy al vicio hacer alguna acción solitaria: si yo curo mis plantas y el vecino no, no tiene ningún sentido, es tirar la plata porque a la semana estoy infectado de vuelta. Entonces vos me decís: “no tengo los medios”, y bueno... “¡nos consigamos los medios!” Si hay voluntad de organización se superan las crisis”. (C., pequeño productor -agricultor de 48 años. Media Naranja, octubre de 2015. Magali Paz).

Las ventas de bienes que no derivan de la producción agrícola-ganadera entre los habitantes resultan limitadas. La excepciones las constituyen: a- las ventas de ropas -si alguna vecina o parientes viajan a la ciudad o a Buenos Aires y traen ropa comprada “al por mayor”, que generalmente es de bajo costo y se vende en los parajes-; b- la venta de miel-no todas las familias tienen colmenas y es un producto muy “valioso” para ser regalado-; c- servicios de producción artesanal específicos: por ejemplo, una de las vecinas en Guanaco Muerto hace para vender tortas de repostería, un arte que aprendió cuando vivía en la ciudad: “siempre vendo alguna torta: para los cumpleaños, días de festejos”. En este sentido, podemos establecer que existe una especialización de género en estas actividades pues las ventas directas y menudas, realizadas en las comunas y parajes, en las cercanías de los caminos o en las fiestas, corresponden en muchos casos a las mujeres. De cualquier manera, más comunes son los regalos entre parientes y vecinos, de carne, grasa, productos de huerta, frutas, y de algunos productos hechos artesanalmente, como dulces y arropes y artesanías en cuero.

4.1. Del trabajo asalariadoA partir de los aportes de Chayanov (1974), concebimos al campesinado como un sector social integrado por unidades de producción basadas en el trabajo familiar, hecho que les imprime una lógica específica, fruto de la evaluación subjetiva del trabajo realizado por sus miembros. Asimismo, la indiferenciación del ingreso campesino impide la aplicación de la categoría económica de salario.

Respecto a la imposibilidad de la U.D. para alcanzar la “forma libre del capital”, es dable recordar que la misma es una unidad de explotación con un conjunto de medios de producción específicos y que tiene una “disposición inelástica” de la fuerza de trabajo dado el carácter familiar de la producción. Debido a esto, cualquier pasaje a otras ramas económicas más rentables implica la desarticulación de la unidad productiva, y la alternativa es el riesgo de la proletarización. Es lógico, entonces, que por dicha “disposición inelástica” de la fuerza de trabajo familiar en la U.D., éstas posean dificultades tanto para eliminar la fuerza de trabajo no utilizada plenamente (debido a los lazos familiares que vinculan a la mayor parte de sus miembros), como también para incorporar mano de obra en los momentos claves del calendario productivo (debido a su incapacidad de acumulación). Esta limitación tiene su contraparte positiva, que consiste en el aprovechamiento de la fuerza de trabajo que no tendría posibilidades de valorización en otras instancias productivas. El trabajo de mujeres, ancianos y niños en actividades de baja rentabilidad constituye una de las explicaciones de por qué los grupos domésticos pueden entregar al mercado mercancías a precios inferiores a los costos de producción empresaria. De la misma manera que ocurre con la fuerza de trabajo, el sector campesino valoriza recursos que otro tipo de empresa consideraría inutilizables, tales como tierras marginales y medios de trabajo de baja productividad. (Balazote y Radovich, 1993: 89-90). Así, el grupo doméstico solo adquiere fuerza de trabajo en determinadas etapas del proceso productivo, y cuando resulta factible evita las relaciones salariales, incorporando la mano de obra de parientes y vecinos, con lo que se conforma un sistema de prestaciones y contraprestaciones. Sin embargo, estos mecanismos recíprocos sufren limitaciones, dado que en muchos casos parientes y vecinos comparten las mismas modalidades productivas y se encuentran, por lo tanto, en las mismas etapas del proceso de trabajo.

Las U.D. de las comunas y parajes “fuera de zona de riego” en Cruz del Eje contratan trabajadores que ayudan en las tareas de esquila de los caprinos. La modalidad de pago es a partir de la entrega de una porción de pelo por animal esquilado o de dinero en efectivo. Este trabajo temporario no supera los siete días, y durante el mismo se le brinda a los trabajadores la comida y, de ser necesario, la vivienda.

En ocasiones la relación salarial entre quien compra fuerza de trabajo y quien la vende se invierte casi inmediatamente; en el transcurso de unos días el antiguo asalariado emplea a su anterior patrón para que lo ayude en la esquila de sus animales. Es importante destacar que la incorporación de fuerza de trabajo extra-familiar no exime de la labor al criancero, que participa en las mismas tareas que el personal asalariado.

El trabajo asalariado, comúnmente, es utilizado para suplir la ausencia de hijos o de cónyuge, pues rara vez sucede que la extensión de tierra supera la capacidad de trabajo de la U.D. En el caso de las comunas y parajes de la pedanía, esto sucede durante la cosecha del algodón -en unidades productivas cercanas de mayor tamaño- o de la papa y el ajo -en unidades productivas del vecino departamento de San Alberto o en la provincia de Mendoza-, momento éste último en el que los varones suelen ausentarse por períodos de un mes o dos. No obstante ello, consideramos que las mayores “disrupciones” que se dan en el calendario productivo de estos grupos no se relacionan tanto a la migración para las cosechas en las grandes unidades de producción regional, sino más bien con el conflicto permanente que sostienen por el acceso a los recursos vitales: tierra y agua. Vendría a decirse, si para mediados del s. XIX, era el Estado provincial el que imponía las exacciones a la población campesina -principalmente para sostener la movilización militar: requisas de ganado, granos y ponchos, levas de soldados-, las que significaban una fuerte extracción de excedentes de su economía, ya sea en productos como en tiempo de trabajo (Tell, 2008: 118), al presente, también es el Estado provincial el que va cercenando las posibilidades de reproducción de estas pequeñas unidades, en tanto no efectúa políticas públicas tendientes a mejorar el acceso a los recursos de las mismas y tampoco reglamenta a los grandes propietarios capitalistas para que cesen el desmonte del bosque nativo en la zona y/o el cercado de los campos ( para “futuras inversiones”) que imposibilitan la histórica práctica trashumante del ganado caprino y bovino.

5. ConclusionesEn el noroeste de la provincia de Córdoba la mayor cantidad de explotaciones agropecuarias minifundistasse encuentran en situación de precariedad en la tenencia de la tierra: los campesinos, pequeños productores rurales, carecen de títulos de sus tierras. Y esto torna definitivamente insegura la continuidad de sus posesiones (veinteñales en la mayoría de los casos) en el contexto de expansión de la frontera agro-ganadera que atraviesa a la región. En este marco, realizamosaquí un estudio dela dinámica espacio-temporal de la producción doméstica que realizan los pequeños productores en la región,estudiando a su vezel valor que tienen las relaciones de producción comunitariasy la inserción de sus productos en el mercado local y regional.

La cría de caprinos constituye la actividad económica más importante de estas U.D.: además de lo significativo que resulta el aporte de carne en la dieta familiar, los grupos obtienen la mayoría de sus ingresos a partir de la venta de los subproductos del caprino: la venta de animales en pie (a “bulto”) o bien la leche residual, el pelo y cueros. Los principales destinos del cabrito en la zona, luego del autoconsumo y la reposición de madres, son: venta a los “cabriteros” (intermediarios de los frigoríficos), comercialización a través de la Red de Comercio Justo, organizada por la Zonal Cruz del Eje (perteneciente al Movimiento Campesino de Córdoba -MCC-), venta a consumidores finales.

Por su parte, la producción agrícola se realiza fundamentalmente en el período cálido y lluvioso, lo que redunda en una concentración de trabajo estacional desde noviembre a mayo, meses en los cuales se realiza la siembra, cosecha y recolección. Los principales cultivos son: el maíz, los zapallos, cebollas, acelgas, tomates, pimientos, sandías, melones, entre otros. La venta de los productos agrícolas se realiza a través de los “puesteros del mercado” que los buscan en el campo para llevarlos a Cruz del Eje o Córdoba, o a verdulerías minoristas de la ciudad.

Otra de las actividades que comporta considerables ingresos a la economía doméstica de estos grupos es la recolección de leña que se realiza durante todo el año, y los pequeños productores la venden directo a quiénes la buscan por el campo (en autos o camionetas), lo que redunda en una situación de ingreso monetario independientemente de los “intermediarios”. Las actividades artesanales no revisten ingresos significativos para estos pobladores: se hacen trabajos en cuero de cabra y dulces y arropes con frutales de la región; pero principalmente se destinan al autoconsumo familiar, aunque siempre están “listos” para ser vendidos ante la aparición de eventuales compradores.

En torno a las modalidades y circuitos de participación mercantil de las U.D. cruzdelejeñas, consideramos que éstasconstituyenuno de los mecanismos más eficaces de extracción de excedentes de la producción campesina -organizado por los mercachifles y apuntalado por el estado provincial que no regula dichas prácticas-. Tal circuito consiste en abastecer a las U.D. a través del intercambio no equivalente (acompañado o no de endeudamiento) de los escasos efectos necesarios para la producción, la alimentación o el consumo individual de sus integrantes, que estas unidades no producen y deben conseguir en el mercado. De cualquier manera, puede decirse que la consolidación de este tipo de intercambio, sumado a los de otro tipo como el que establece la Red de Comercio Justo y/o los generados por los proyectos del Estado nacional, también permiten ampliar el consumo y con ello la circulación de mercancías en la zona rural más vulnerable del noroeste cordobés.

Dos situaciones deseamos rescatar: a- junto a la “participación forzada” en el mercado, los pequeños productores tienen otros gastos “voluntarios” o “socialmente necesarios”, originados en las redes de sociabilidad, en las fiestas y celebraciones religiosas o en la “generosidad” hacia aquellos parientes y amigos que colaboran con el trabajo de la U.D. en los momentos “claves” del calendario productivo, gastos que constituyen un aumento en el umbral de su participación en el mercado. A nuestro modo de ver,la “juntura inequitativa”entre el mercado y los pequeños productores campesinos no está completamente sujeta a los ritmos de la demanda de los centros urbanos, sino también a la estructura global de las estrategias de reproducción de los grupos domésticos; b- no podemos hablar de una participación mercantil inducida únicamente por mecanismos “coactivos” ni, por consiguiente, de un comportamiento “reacio” al mercado o a la idea de ganancia por parte de estos grupos. Por el contrario, los mismos se adaptan rápidamente a nuevas alternativas de comercialización (tal el caso de la Red de Comercio Justo). Así, en el caso de las U.D. de la pedanía Cruz del Eje, la demanda y los ritmos del mercado tienen una gran incidencia en la organización del calendario productivo, cuestión que se observa en el tiempo dedicado a las distintas actividades y en el nivel de auto-explotación del trabajo de sus miembros. Pero, bien visto este movimiento, podemos afirmar que sus prácticas no responden únicamente a las demandas puntuales de los mercachifles, sino que muchas veces son realizadas con independencia de éstos en lo que podemos interpretar como “ritos concretos” en la utilización del tiempo, coordinados con otras actividades como las extractivas del monte (que permiten la venta directa a los consumidores en base a criterios propios) e integrados en el conjunto más amplio de estrategias reproductivas.

Por último, y en relación al trabajo asalariado, constatamos que estas comunas y parajes tienen un período de intenso trabajo estacional que se concentra durante la mitad del año, entre noviembre y mayo. Por lo que, es dable preguntarse si se plantea una situación de competencia entre las pequeñas U.D. y las medianas/grandes unidades productivas de la región por el uso de la mano de obra estacional. ¿Provienen de las U.D. cruzdelejeñas esos trabajadores que requiere la cosecha del algodón o la de la papa en otras localidades? ¿O se produce en ese momento una superposición con las actividades agro-ganaderas que deben realizar en sus U.D., razón por la cual no migran? El repaso por el calendario de actividades nos permite afirmar que no hay mayores situaciones de competencia con las medianas/grandes unidades productivas y con otros sectores por el acceso a la mano de obra. Entendemos que, frente a este tipo de superposiciones, las estrategias de los grupos domésticos parecen reposar principalmente en la distribución de tareas entre los miembros de distinto sexo y edad, en la complementación de energía con individuos “contratados” en determinados momentos del ciclo, yen la colaboración de parientes y vecinos en momentos de fuerte actividad -como la esquila o la señalada- mediante las “mingas” de trabajo al interior de las comunidades.Esto nos conduce a plantear que las posibilidades de migrar como trabajadores para las cosechas ajenas son menores mientras más recursos alternativos tienen los grupos para subsistir. Por otro lado, juzgamos que una parte no muy significativa de la mano de obra en las cosechas mencionadas está constituida por individuos procedentes de otras provincias argentinas (Santiago del Estero, Tucumán, Salta). Otra de las fuentes proviene de los sectores más pobres de la población rural en la región, es decir, aquellos individuos o familias que no han logrado conformar U.D. independientes, productivamente viables, son las que recurren al trabajo asalariado para garantizar su subsistencia.Con estas conclusiones -que aluden al carácter dinámico de nuestro objeto- pretendemos dejar sentadas nuevas dimensiones detectadas en el trayecto etnográfico que nos permitirán reflexionar sobre renovados ejes de debate.

Notas

2Este trabajo presenta algunas conclusiones de la tesis doctoral en Antropología en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), titulada “Producción, reproducción social y conflictividad por el acceso a los recursosen Unidades Domésticas del departamento Cruz del Eje, Noroeste de Córdoba ”; realizada por la autora con el aporte de una beca Interna de Finalización de Doctorado del CONICET, bajo la dirección del Dr. Alejandro Balazote Oliver y defendida en noviembre de 2016. Agradezco muy especialmente el acompañamiento y dedicación de mi director de tesis y la lectura atenta y comentarios de mis compañeras de la cátedra de Antropología Social y Cultural en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Prof. Débora Natividad Farriol, Dra. Lorena Capogrossi y Lic. Karina Fleitas. Gracias a dichas personas, la mencionada tesis pudo transformarse en algunos artículos como el que aquí presento, no obstante lo cual, las omisiones, argumentaciones débiles y demás errores son de mi entera responsabilidad.

3Utilizaremos el término “departamento” para las subdivisiones administrativas de la provincia de Córdoba en la actualidad -los denominados “partidos” en la etapa tardo colonial-, y “pedanías” para referirnos a las subdivisiones menores de los departamentos.

4De acuerdo al artículo 5° de la ley 8102 Régimen de Municipios y Comunas de la provincia de Córdoba, son reconocidos como “comunas” “los asentamientos estables de hasta dos mil (2.000) habitantes”. Fuente: http://www.mininterior.gov.ar/municipios/archivos_regimen/Ley_Organica_Cordoba.pdf. [Acceso: Marzo 2015].

5El término “paraje” no aparece definido en la Ley Orgánica de la provincia. Pero de acuerdo a lo conversado con técnicos de la zona, corresponde denominar “paraje” a los asentamientos que están bajo la égida política de las comunas y cuentan con 50 habitantes (10 familias), aproximadamente.

6El concepto de “subsunción del trabajo al capital” fue desarrollado por Marx, especialmente en el Capítulo VI -Ex Inédito- del libro I de El Capital (1983). En ese apartado el autor buscaba extraer conclusiones económico-políticas y sociales del proceso de producción capitalista antes de pasar a analizar el proceso de circulación. La subsunción del trabajo al capital tal como lo describe Marx, en su etapa iniciática -subsunción formal- y en su posterior etapa de consolidación -subsunción real-, refiere a un proceso identificable tanto en la relación capital/proletariado como en la relación capital/producción doméstica: se trata, básicamente, de la subordinación y explotación del proceso de trabajo y a su inclusión dentro del proceso de valorización del capital.

7En relación a la metodología empleada, remarcamos que la utilización del software atlas/ti® agilizó las actividades en el análisis cualitativo y la interpretación. El proceso de análisis con atlas/ti® constituye la interface entre los niveles textual y conceptual: desde lo textual, integramos toda la información recabada en las entrevistas, facilitando su organización, búsqueda y recuperación; en cuanto a lo analítico, establecimos relaciones entre los distintos discursos de los informantes. Conformamos una muestra intencional de grupos domésticos residentes en las comunas y parajes de la margen izquierda del sistema de riego del Dique Cruz del Eje, Córdoba. La selección se realizó teniendo en cuenta el tiempo de residencia de los actores y las trayectorias en dicho espacio social.

8Se estima que en Córdoba hay un total de 69 casos en conflicto por tenencia de la tierra(8,10%); son 1.077 las familias afectadas (1, 69 %) y un total de 119.974 ha de superficie “con problemas” (1, 29%). La mayoría de los casos se presentan en superficies de menos de 50 ha. (Gigenaet al.,2013:18).

9El sistema de riego del departamento fue originado hacia la década del ‘40 con el proyecto del entonces gobernador de Córdoba, Amadeo Sabatini: “Dar agua al norte” -Ley N° 3732-, que impulsó obras hidráulicas como la construcción del dique Cruz del Eje bajo una visión estratégica y de desarrollo para “ampliar zonas de regadío, elevar la población y el consumo” de las localidades cercanas. Según consta en los registros públicos, el dique se construyó para regadío de 22.000 ha pero en la actualidad, se estiman en unas 8.500 ha, las realmente regadas. Los espacios “fuera de zona”fueron establecidos en el año 1961como zonas de riego de agua eventual ubicadas a 50 km del paredón del dique extendido a ambas márgenes del río Cruz del Eje. Fuente: Expediente N° 64.722- D-1961. Folio 06831. “Asunto: fijar zona de influencia del sistema de riego del Dique Cruz del Eje”. Dirección Provincial de Hidráulica, Córdoba, 1961. Estos espacios son los últimos que reciben el agua para riego y para consumo. Los canales se encuentran en deplorables condiciones y en el trayecto hacia los predios se observa el derroche constante de las aguas: se estima que el 60% del agua se pierde a causa de las filtraciones y evaporación.Constatamos, en relación a ello, que las familias ubicadas en los fuera de zona se encuentran marginadas en un doble sentido: son las últimas que reciben agua; y no están incluidas en los sistemas de gestión (el consorcio de regantes está formado, principalmente, por los empresarios y grandes productores de la zona).

10Es preciso aclarar que muchos de los grupos domésticos analizados contaban, al momento de nuestra investigación, con ingresos extra-prediales fijos provenientes del Estado nacional, sea en forma de pensiones no contributivas o por discapacidad/ancianidad, o planes sociales como la Asignación Universal por Hijo. Si bien no fue objeto de nuestra indagación, constatamos que tales ingresos resultan una “ayuda” que complementa la economía familiar puesto que los ingresos derivados de la actividad predial resultan la base para la sobrevivencia de estos grupos.

11Esta tarea consiste en “juntar” a los animales luego que los mismos han pastado.

12La “señalada” o “yerra” -marcación de animales- debe realizarse, idealmente, en otoño o en primavera, antes que el frío sea demasiado intenso y las heridas se “pasmen” -inflamen- o luego de la llegada del frío, cuando ya no hay moscas que “agusanen” las heridas.

13El MCC es un movimiento social- territorial, conclaras reivindicaciones por la tierra - reforma agraria- y la soberanía alimentaria. Integra a nivel nacional el Movimiento Nacional Campesino e Indígena, y a nivel internacional articula con la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo -CLOC- y con la Vía Campesina. En nuestra zona de estudio las familias participan en la organización Zonal Cruz del Eje del MCC, creada en el año 2004 y que, al presente, está formada por 56 familias -aproximadamente- que habitan los parajes “fuera de zona” de riego al límite de las Salinas Grandes: San Antonio, Santa Ignacia, Los Leones, Santo Domingo, Villa Luján, El Abra, Las Ollas y el Quebrachal y todas, de diferentes maneras, están organizadas. También participan en ella algunos profesionales que viven en la ciudad de Cruz del Eje: una Licenciada en Ciencias de la Educación, una Psicóloga, entre otros. Para esta breve caracterización de la Zonal Cruz del Eje - MCC, nos basamos en las entrevistas realizadas a uno de los abogados principales del movimiento, Dr. Raúl Almeida, y a la encargada del área de Educación Popular de la organización, Lic. Sol Vigñon. Ergo, los datos sobre la Red de Comercio Justo los inferimos de estas entrevistas y del mencionado Informe de la ADEC (2007).

14Los pequeños productores de las comunas cruzdelejeñas no utilizan el término “sobrepastorear”, pero son conscientes del proceso de deterioro del recurso tierra cuando aumentan en demasía el rebaño, así como de la menor cantidad de “monte” que hoy día disponen para sus largadas.

15La “carneada” es una práctica cultural campesina que consiste en la faena de una ternera y un cerdo destinados a la producción de chorizos, morcillas, salames, bondiolas, jamones y demás “embutidos” y productos derivados de la carne de cerdo, conocidos como “fiambres”. Se realiza en los meses de invierno, de preferencia se elige el mes “más frío” del año -con temperaturas menores a 10° centígrados o temperaturas bajo cero-.Los “fiambres” autoabastecen a la familia durante el resto del año, pero también,la carneada representa la posibilidad de reunión y colaboración con otras familias vecinas y con el correr de los días se transforma en una fiesta campesina, en la cual todos los integrantes nucleados en dicha práctica participan de las innumerables tareas que se realizan durante el día. Por la noche, se hacen las tradicionales “truqueadas”, “reuniones de comadres”, en torno a la cocina económica. Este ritual campesino - que implica jolgorio pero también arduas jornadas de trabajo- es organizado y dirigido enteramente por el “dueño de casa”. (Paz, 2016).

16Los boliches son los puntos de venta más modestos que existen en las comunas y parajes rurales de la región. En ellos se venden comestibles, bebidas y otros efectos que sólo se consiguen en la ciudad, pero sus ventas, por lo general, son inferiores a los 100 pesos argentinos -6,28 USD-.

17El fruto del mistol como el del algarrobo suelen tostarse y molerse, para elaborar los denominados “café de mistol” o “café de algarrobo”, que actualmente son muy requeridos en las “dietéticas” de la ciudadpor sus valores nutritivos y por su baja o nula presencia de alcaloides.

18La “aloja” es una bebida alcohólica preparada con el fruto del algarrobo mediante un proceso de fermentación.

19“Fiesta del cosechero” en Media Naranja; “fiesta del tomate” en Alto de los Quebrachos; “fiesta de los cabritos” en Guanaco Muerto, todas se celebran en los meses del verano -enero y febrero-. La “fiesta de la Medalla Milagrosa” en el paraje El Barrial; “fiesta de la Virgen de Luján” en Media Naranja; “Nuestra Señora de la Merced” en el paraje Palo Parado, entre otras, son las fiestas patronales y se realizan en distintos momentos a lo largo del año.

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Recibido: 13 de Abril de 2018; Revisado: 10 de Julio de 2018; Aprobado: 12 de Septiembre de 2018

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