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Trabajo y sociedad

On-line version ISSN 1514-6871

Trab. soc. vol.21 no.34 Santiago del Estero June 2020

 

articulos

Condiciones laborales y estrategias obreras de los trabajadores de Aluar (Puerto Madryn - Chubut - 1974-2017)

Labour conditions and worker strategies of Aluar workers (Puerto Madryn - Chubut - 1974-2017)

Condióes de trabalho e estratégias operarias dos trabalhadores do Aluar (Puerto Madryn Chubut - 1974-2017)

Gonzalo PÉREZ ÁLVAREZ1 

1Licenciado y doctor en Historia. Investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia (INSHIS, UNP - CONICET). Mail: gperezalvarez@gmail.com

RESUMEN

Este artículo analiza la conformación de un colectivo obrero específico en la ciudad de Puerto Madryn, provincia de Chubut. La empresa Aluar (Aluminio Argentino S.A.) es la única productora de aluminio primario en Argentina, y se trata de la fábrica de tecnología más avanzada de la región patagónica. Su producción se inició en 1974 y desde los años '90 se modificó el proceso de trabajo en la planta, avanzando en formas de precarización y flexibilización laboral. Esto reinstaló una problemática clave en la empresa: las peligrosas condiciones de trabajo y los riesgos a la salud de sus obreros. Las denuncias de ex obreros que hoy sufren graves enfermedades, y una tragedia laboral en la que murieron once obreros tercerizados en las obras de ampliación del 2007, hicieron evidente esta situación.

En términos de fuentes se desarrolla un registro sistemático de publicaciones periodísticas de la región y de partidos políticos de izquierda. Asimismose construyó otro tipo de archivo, a partir de la producción de fuentes orales. Las entrevistas se constituyeron en una fuente vital para reconocer las prácticas que utilizaba la patronal a fines de atacar los procesos de organización obrera.

Palabras clave: trabajadores; condiciones laborales; estrategias obreras; Chubut

ABSTRACT

This article analyses the formation of a specific workers' collective in the city of Puerto Madryn, Chubut Province. The company Aluar (Aluminio Argentino S.A.) is the only primary aluminium producer in Argentina, and the most advanced technology factory in the Patagonian región. Its production started in 1974 and since the 90s the work process in the plant was modified, advancing in forms of precarization and labour flexibilization. This refitted a key problem in this company: the bad and dangerous working conditions and the health risks to its workers. The denunciations of ex-workers who today suffer serious illnesses, and a labour tragedy in which eleven outsourced workers died in the expansion tasks of 2007, made this situation evident.

In terms of sources, is developed a systematic record of journalistic publications of the region and of left political parties. Another type of archive was also built, based on the production of oral sources: the interviews constituted a vital source to recognize the practices used by the employers in order to attack the processes of workers' organization.

Keywords: workers; labour conditions; workers strategies; Chubut

RESUMO

Este artigo analisaa conforma?ao de um coletivo trabalhador específico na cidade de Puerto Madryn, provincia de Chubut. A empresa Aluar (Aluminio Argentino SA) é a única produtora de aluminio primário na Argentina, e a fábrica de mais avadada tecnologia na regiao. Sua produ?ao come?ou em 1974 e desde os anos 90 o processo de trabalho foi alterado no chao, avadando nas formas de precariza?ao e flexibilidade do trabalho. Isso reintegrou um problema-chave nessa empresa: as condi?oes de trabalho ruim e perigosas e os riscos para a saúde de seus trabalhadores. As denúncias de ex-trabalhadores que hoje sofrem graves doen?as e uma tragédia laboral onde onze trabalhadores terceirizados morreram nas obras de expansao de 2007, tornaram esta situa?ao evidente.

Em termos de fontes, é desenvolvido um registro sistemático de publica?oes jornalísticas da regiao e de partidos políticos de esquerda. Outro tipo de arquivo também foi construido, baseado na produ?ao de fontes orais: as entrevistas constituíram uma fonte vital para reconhecer as práticas utilizadas pelos empregadores para atacar os processos de organiza?ao dos trabalhadores.

Palavras chave: trabalhadores; condi?oes de trabalho; estratégias operarías; Chubut

Introducción

A comienzos de la década del '70 se inicióel proceso de implantación de una fábrica productora de aluminio primario en la ciudad de Puerto Madryn. Era un proyecto elaboradopor la Fuerza Aérea Argentina, que impulsaba la formación de una fábrica nacional de aluminio para proveer la materia prima de los aviones que se construirían en el país.Es la única productora de aluminio primario en Argentina1, y se trata de la fábrica de tecnología más avanzada de la región patagónica.

Tras diversos debates se decidió construir el proyecto impulsado por Aluar (Aluminio Argentino S.A.), de capitales nacionales, con tecnología de origen italiano que sería implantada en esa pequeña ciudaddela Patagonia argentina.2 Se conformó una gran industria de capital concentrado que estableció una relación particular con el Estado, con la comunidad de la ciudad y con sus trabajadores. Se trata de una gran industria en una región de pequeñas y medianas empresas, originada en políticas de seguridad nacional vinculadas a la Fuerza Aérea.

Realizamos un recorrido a través de la historia del colectivo obrero construido por y en Aluar, observando sus formas de organización y sus principales luchas. Ese es el aporte fundamental que realiza este trabajo, y es el problema clave que nos interesa abordar: la conformación de este colectivo obrero y las diversas problemáticas que loatraviesan a lo largo de su historia, analizando sus diversos intentos de desarrollar estructuras organizativas propias y las principales reivindicaciones que formularon.

Desde el abordaje de ese problema general, surgen una serie de problemas y/u objetivos encadenados, los cuáles, por la extensión del artículo y el nivelde avance dela investigación, no son analizados en toda su complejidad ni en sus diversas derivas. Los mismos emergen de las experiencias obreras que hemos trabajado, expresando parte de las problemáticas que tuvo este colectivo obrero para organizarse y plantear sus reivindicaciones. Así intentamos en este artículo explorar la relación de este colectivo laboral con sus condiciones de trabajo, con las problemáticas de salubridad y con las denuncias por contaminación generada por la empresa.

También se explora, en términos de aproximación a la temática, la presencia de patrones generizados (Thurén, 1993)3 que fueron impuestos sobre los obreros y sus familias.En algunos momentos de su historia la empresa desarrolló un conjunto de prácticas mediante las cuáles presentaba a "sus" trabajadores bajo el rol masculinizado de "padre de familia proveedor" (Palermo, 2017; Valcuende del Río y Blanco, 2015; Cantero, 2003), al tiempo que se presentaba a sí misma, en tanto única gran industria de la ciudad, como una especie de padre proveedor de los madrynenses. Por ello sostengo que Aluar, en algunos momentos de su historia, presentó políticas propias del "paternalismo industrial" (Martínez, 2003; Vergara, 2013; Fontes, 2008) y que los efectos de esa matriz persisten sobre la sociedad de Puerto Madryn.

Fuentes y breve estado de la cuestión

Casi no existen trabajos que analicen la historia del colectivo laboral de ALUAR (Pérez Álvarez, 2013a; Pérez Álvarez, 2011). Sí se han producido valiosas investigaciones sobre la estructura económica de la empresa y su historia (Rougier, 2011), y otros especialmente centrados en su período de instalación (Caprano, López y Palacios, 2004; Solari Yrigoyen, 1976).4 Luego la “historia tradicional”, construida a partir del sentido común regional5, constituyó un relato que hace hincapié en la aparente falta de conflictos, en una empresa “humanitaria”6 que a lo largo de su historia siempre habría privilegiado el diálogo y el consenso. Quizás por eso la historia de esos trabajadores fue ignorada, repitiendo una perspectiva lamentablemente común entre historiadores del movimiento obrero, que no observa como objeto de estudio a aquellos colectivos que parecen caracterizarse por la “ausencia de conflictos”.

En la búsqueda de aportes para pensar la historia del colectivo obrero de ALUAR recurrimos a investigaciones sobre las industrias metalúrgicas del norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe. Nos aportaron conocimientos sobre los procesos organizativos de los trabajadores metalúrgicos, y acerca de las acciones de las empresas y sus cambios productivos, algunos trabajos centrados en Villa Constitución y San Nicolás, como los de Soul (2014; 2007), Simonassi (2007), Cangiano (2006), Escobedo y Prospitti (2015, 2006).7 Otro artículo importante es el de Rodrigo Pérez Artica (2009), quien compara el comportamiento de tres grandes empresas metalúrgicas, Acindar, ALUAR y Siderar, tras la salida de la convertibilidad en 2002.

En los trabajos de Soul encontramos una experiencia con rasgos semejantes a la que desarrollaron los obreros de ALUAR.8 La historia del colectivo laboral de Somisa, también aparentemente caracterizada por una relación donde primó la disciplina por sobre la insubordinación, nos aporta elementos para pensar nuestra temática. También Correa (2006)9 destaca la necesidad de pensar la política de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) ante la conflictividad social y el tipo de relación que entabla con las bases obreras y el empresariado.

Trabajamos aquí la noción de “paternalismo”. Una definición inicial de paternalismo industrial abarca un conjunto de mecanismos de control desarrollados por una empresa capitalista, con el objetivo de proveer (o aparentar hacerlo) las necesidades fundamentales de su colectivo laboral, incluyendo a las familias obreras de los trabajadores. Estos mecanismos, de provisión de vivienda, salud, educación para los niños, etc., pretenden asegurar la plena disponibilidad de una fuerza de trabajo segura y correctamente adiestrada. La bibliografía referida a estas prácticas es abundante y de larga data, remitiendo aquí a la relevante sistematización crítica de Mantecón (2010) y a un conjunto de aportes que analizan prácticas paternalistas en Chile (Godoy, 2015; Venegas, 2014), España (Sierra, 1990; Babiano, 1998) y Brasil (Chaves, 2012), entre muchos otros casos que podríamos citar.

El paternalismo industrial es propio de patronales que tienen problemas, especialmente debido a la región geográfica en la que se instalan, para atraer, retener y fijar una cantidad de obreros que garanticen el sistemático funcionamiento de sus actividades. Es una estrategia utilizada para gestionar mercados de trabajo caracterizados por la escasez o falta de especialización de los obreros, una situación típica de regiones escasamente pobladas como la Patagonia (Pérez Álvarez, 2016).

De Gaudemar (1991) sostiene que la intención de asegurar la disciplina laboral tenía una doble acepción, que incluía la búsqueda de asegurar el funcionamiento de las actividades y la capacidad de ejercer el poder por parte de la patronal. Para ello no alcanzaba el ofrecimiento de salarios más altos que la media nacional, sino que eran necesarios mecanismos de ordenamiento y fijación del colectivo laboral y de sus familias a la región cercana a la empresa capitalista en cuestión. No bastaba la vigilancia al interior de los espacios de producción, por lo cual estos proyectos “paternalistas” buscaron moldear los espacios claves de la reproducción social, formalmente ajenos al ámbito específicamente laboral.

En términos de fuentes directas ha sido clave para nuestra investigación el registro de los diarios y publicaciones periodísticas de la región y/o de partidos de izquierda. También se registraron archivos gubernamentales, entre ellos el Archivo Histórico Provincial, el de la Legislatura Provincial y la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia.

Se integra, asimismo, la participación directa en algunos hechos de protesta realizados por estos trabajadores, durante los años 2005, 2007 y posteriores. En los diálogos, las anécdotas, los mates durante los piquetes, y, especialmente, en el fragor de la lucha política de sus asambleas, comprendí mucho sobre la relación entre ese colectivo laboral y la empresa, sus características, los quiebres generacionales entre los “viejos” y los “jóvenes”, y el peso de las relaciones de género en la forma de protagonizar las luchas y el contenido de las demandas.

Además de la construcción de este corpus informativo ha sido central trabajar en la producción de fuentes orales. Las fuentes escritas, más controladas por los sectores ligados al poder, ocultan aspectos centrales de los conflictos. Las entrevistas a trabajadores de Aluar se constituyeron en una fuente vital para conocer los conflictos alrededor de los cambios en la organización del trabajo.

Esa importancia no debe hacernos caer en una visión ingenua de las fuentes orales, cuyo tratamiento amerita un abordaje complejo por su carácter eminentemente subjetivo, tanto desde el lugar del entrevistado como del entrevistador. El entrevistado ha seguido viviendo su propia historia, y por ello cambia la evaluación de lo sucedido, lo interpreta y reinterpreta de diversas maneras, desarrollando un balance sobre su accionar en el pasado en interacción con el entrevistador y con sus/nuestros propios intereses. La memoria no registra una sucesión lineal de hechos y acontecimientos, sino que re-construye el pasado, y lo resignifica a partir del presente.

Estas precauciones metodológicas, implican que no debemos darles a los testimonios un valor probatorio por sí mismos, aunque sabemos de su valor para recuperar las propias voces de los sujetos, así como los sentidos construidos en torno a sus experiencias Por ello, si bien casi no citamos textualmente a los entrevistados, incorporamos esos testimonios como parte del caudal de fuentes que, en su entrecruzamiento, nos permitieron acercarnos a diversos aspectos de la experiencia obrera. Las entrevistas son citadas al final del trabajo, constando allí otro limitante de las mismas por su sesgo generizado, ya que todos los testimonios son de varones. Es interesante este aspecto, sobre el cual sólo hemos reflexionado a partir de la indicación de las evaluaciones anónimas recibidas, ya que evidencia cómo los roles masculinizados que aquí intentamos comenzar a debatir también permean nuestra propia producción.

Por último también se incorporaron diversos reportajes realizados por el periodista Esteban Gallo10 para su programa radial, donde cubrió la problemática de salud entre los obreros de Aluar, especialmente vinculado a la importante cantidad de enfermedades cancerígenas que se han registrado entre ellos. Así vemos cómo este trabajo integra diversas fuentes, todas con sus necesariasprecauciones metodológicas, todas expresando diversas potencialidades y límites que, entendemos, logran aportar al conocimiento del proceso histórico aquí abordado justamente a partir de su entrecruzamiento e interrelación.

La implantación de la empresa y parte de su historia

En 1971 el gobierno nacional adjudicó a Aluar (del mismo grupo empresarial de FATE11) la instalación de la productora de aluminio. Esto se daba en el marco del modelo de polos de desarrollo, vinculado a la doctrina de seguridad nacional (Pérez Álvarez, 2016). Dentro de ese proyectoAluaresun caso especial, tratándose de la única industria proveniente de ese modelo que continúa creciendo de manera ininterrumpida hasta el presente. Su condición monopólica en el país le permite ser formadora de precios y mantener una posición privilegiada para imponer sus intereses.12

Para su instalación se realizó una enorme inversión estatal, la empresa recibió exenciones de impuestos, franquicias para importar equipos y arancel cero para materias primas e insumos. Se construyó la represa hidroeléctrica de Futaleufú (en la cordillera de Chubut; Oriola, 2016) y el sistema de transmisión hasta la costa (a través de unos 650 kilómetros). También se realizó un puerto de aguas profundas y un acueducto, específicamente para Aluar. Según Caprano, López y Palacios (2004) la inversión estatal constituyó un 85% del total; Rougier (2011) arribó a conclusiones semejantes en su más detallado estudio.

Ese traspaso de fondos públicos a empresarios privados generó debates durante la etapa constitucional post 1973. Hipólito Solari Yrigoyen (1976), senador nacional por Chubut e integrante del ala progresista de la UCR, denunció estos hechos en el CongresoNacional y en su libro "El escándalo Aluar"}13

Solari fue pionero en alertar sobre el contenido contaminante del proyecto, en especial por la tecnología atrasada empleada, con cubas electrolíticas abiertas quepara el momento de su instalación en Argentina ya estaban prohibidas en Europa. Los impulsores del proyecto reconocían que era tecnología antigua, pero cínicamente afirmaban que por ello eraadecuada para las condiciones atrasadas de la región. Además la escasa población de Patagonia, y los vientos predominantes que llevarían los residuos hacia el océano, supuestamente limitarían el coste ambiental y humano.14

El principal insumo para fabricar aluminio es la energía15 y por eso Aluar necesitaba fuentes confiables y baratas. Para las instalaciones originales la misma fue aportada por la represa estatal Futaleufú, que tras su privatización pasó a ser propiedad directa del grupo empresario dirigido por Madanes Quintanilla.16El libro de Jorge Oriola (2016) describe el procesode construcción de esa central hidroeléctrica, sus costos ambientales e intenta registrar la cantidad de muertes obreras que consumió su construcción (la mayoría de los fallecidos eran operarios de origen boliviano; ya veremos la macabra continuidad de estas prácticas). La energía adicional para las ampliaciones desarrolladas durante los años '90 y el inicio del siglo XXI, fue otra vez cedida por el Estado, a través dela obra del interconectado eléctrico que unió Puerto Madryn con Choele Choel (alrededor de 500 kilómetros de línea de alta tensión, cuyo objetivo prioritario era asegurar la energía adicional demandada por la ampliación de Aluar).

Las privatizaciones apuntalaron el proceso de centralización económica. Aluar es un claro ejemplo de este proceso, controlando actualmente el 59% de Hidroeléctrica Futaleufú y compartiendo con Camuzziel manejo de Transpa S.A. (Transportadora Patagónica), transmisora de energía eléctrica en la región (Azpiazu, 2003).

Entre 1993 y 1994 Aluar superó la única fase de relativa crisis, por la liberación de stocks de aluminio de la ex Unión Soviética. La cúpula empresarial sabía que se trataba de una coyuntura, pero la misma fue aprovechada para impulsar reformas estructurales en la fábrica, con despido de trabajadores e intensificación de la explotación laboral. Actualmente Aluar obtiene extraordinarias ganancias, exporta alrededor del 80% de su producción, monopoliza el mercado interno de aluminio con lo restante, y paga los salarios de todo su personal con menos del 1% del valor de su producción.

Los primeros indicios de organización obrera

Aluar seleccionó la mayoría de su personal originario entre trabajadores rurales, a los cuales les aseguraban la vivienda, escuela para sus hijos, mudanza hasta Puerto Madryn, y un trabajo que, para entonces, era bien remunerado. Los trabajadores de Aluar entrevistados reflexionan que así se pretendía asegurar la "fidelidad" de esos "nuevos" obreros, que en general no traían experiencias significativas de organización gremial.

Solari Yrigoyen resalta esa praxis empresarial, sosteniendo que la misma también tenía relación con los altos costos en la salud de los obreros, especialmente durante los primeros años de funcionamiento. La empresa traía gente de otras provincias y los despedía cuando empezaban a tener síntomas. Esos obreros regresaban a sus regiones de origen, y así se diluía el impacto humano generado: "Esta gente volvía a sus provincias y recién ahí sentían los efectos en su salud, pero ya dispersos y lejos de Madryn"} 1

Había secciones de la fábrica, en especial "molienda", donde el trabajo era casi artesanal y la fuerza física del obrero jugaba un papel central en el proceso productivo. Esto fue reemplazado con la posterior maquinización. Pese a que Aluar había buscado construir un plantel laboral de escasa experiencia sindical, pretendiendo así que el mismo fuese maleable17 18, poco a poco los obreros fueron conformando una experiencia colectiva de resistencia, personificada en comisiones internas clandestinas que se empezaron a organizar durante la dictadura. De allí surgieron los primeros procesos de lucha, aún ante la amenaza de represión.

En 1979 se registraron algunos reclamos, solicitando que las horas extras no se impusieran como obligatorias. Los delegados impulsaron la negativa a realizar jornadas más extensas de manera obligatoria, reclamando se incorporase más personal y se abonasen mejores salarios. Gerardo cuenta:"en eso baja uno de los directivos mayores, un hombre que había sido de Fate, y en esa reunión nos dice sutilmente "¿ustedes no saben que esta empresa la manejan las Fuerzas Armadas por intermedio de la Aeronáutica?"(Puerto Madryn, 2/5/2008, entrevistado por el autor. Fue integrante de la agrupación "Rafael Uribe"19, y despedido en 1994).

Así la "humanista" Aluar enfrentaba la organización obrera. Del seno de esas comisiones internas surgió la iniciativa de conformar una lista alternativa a la conducción sindical de la UOM local, que representaba la línea nacional de Lorenzo Miguel (Senén González y Bosoer, 1993; Callelo y Parcero, 1984). Esos trabajadores, que conformaban un grupo heterogéneo, sin tradiciones en común, y que en muchos casos eran la primera generación que pasaba a la vida urbana, desarrollaron experiencias compartidas (en especial la común explotación laboral), que les permitió avanzar en conciencia y organización.

Régimen constitucional y la liberación que no pudo ser

Desde inicios de 1984 comenzó la disputa por la normalización sindical, tras el regreso al régimen constitucional. En febrero se constituyó la agrupación metalúrgica del Chubut, corriente interna de la UOM que respondía a la dirección tradicional del sindicato. Reclamaban una ley de reordenamiento sindical que garantizase la participación de los trabajadores, la vigencia de la ley 14.250 de convenios colectivos de trabajo y recuperar su obra social. Esas, y otras demandas similares, serán comunes a las diferentes líneas internas (Massano, 2012).

En marzo se produjo un reclamo por aumento salarial, donde los obreros ejecutaron un "trabajo a reglamento" provocando una relevante merma productiva y la intimación del gobierno de la provincia ante lo que consideraba una acción de fuerza no declarada legalmente.20 21 El delegado normalizador de la UOM, Vicente Jara, rechazó la acción gubernamental, denunciando que la delegación laboral tomó la medida basándose en las acusaciones de la empresa y sin hacer ninguna inspección en la fábrica.

Los obreros exigían la recuperación del nivel salarial deteriorado desde 1976, que calculaban en torno a un 40%. En el diario Jornada de esos años se publicaba una columna titulada "Panorama Gremial", destacando las novedades del ámbito sindical, que era redactada por un periodista vinculado a la tendencia peronista, Oscar "Cachín" Romero. Allí afirmaba que los trabajadores de Aluar tenían"larga tradición combativa" 21 Esa expresión, en 1984, parece significativa, ante la posteriormente construida imagen, que presentaba a los obreros de Aluar como un colectivo laboral que prácticamente nunca habría provocado conflictos de relevancia.

El 8 de agosto se publicó en tapa de los diarios regionales el acto en conmemoración por el décimo aniversario de la primer colada de aluminio. Manuel Madanes, por entonces dueño de la compañía, destacó que las grandes empresas habían sobrevivido, y hasta salieron fortalecidas, de la dictadura.El problema, para él, lo tuvieron las pequeñas fábricas, que no pudieron competir en el libre mercado por su escasa eficiencia.22 Por su parte el brigadier Garro, representante de la Fuerza Aérea y de Copedesmel23, anunció que se produciría un nuevo avión de entrenamiento y combate, gracias al aluminio fabricado por la compañía.

La lista opositora de la UOM convocó, como agrupación "Rafael Uribe", a una asamblea a realizarse el 12 de agosto con la finalidad de conformar una nómina de candidatos alternativos. Destacaban que adherían a los paros nacionales convocados "porque somos conscientes de las necesidades de nuestros compañeros", aunque también matizaban que"no es justo que estemos presionando tanto como para que demos cabida a muchos gorilas que agazapados en la oscuridad esperan que fracase el actual gobierno"24

El 23 y 24 de agosto se produjo una huelga nacional de la UOM.La adhesión regional, como en los anteriores paros metalúrgicos, fue total, manteniéndose sólo los "servicios esenciales". Fue más débil el acompañamiento al primer paro nacional convocado por la CGT (Confederación General del Trabajo) para el 3 de septiembre, donde la adhesión apenas se expresó con acciones parciales, de una hora de huelga por turno.

La columna "Panorama Gremial" del 12 de octubre destacó la preocupación de la línea "tradicional" del sindicalismo por las elecciones en la UOM local, donde parecía difícil la victoria oficialista. La oposición tenía un peso clave en Aluar, caracterizándola como una "coalición de izquierda" con integrantes del Partido Comunista (PC), el Partido Socialista Auténtico (PSA) y el Partido Socialista Democrático.

Días después la "Rafael Uribe" expresó públicamente que su sector no era "izquierdista": "La composición de nuestra agrupación en forma mayoritaria es peronista, como es normal en el movimiento obrero, pero se permite la participación de compañeros de distinta ideología en base a los objetivos comunes". Destacaban que la lista era encabezada por un "peronista independiente", Carlos Rodríguez, proponiendo elegir delegados por secciones en las fábricas grandes y en todos los talleres. Expresaron su oposición al modelo de lista completa de la "burocracia sindical", llamando a construir una CGT combativa "donde tengan participación directa los compañeros elegidos por las bases"25 26 27

En las elecciones lograron derrotar ampliamente al oficialismo, por 501 votos a 222.La victoria fue arrasadora en Aluar, por 458 votos contra apenas 95 de la lista tradicional. Desde inicios de 1985 comenzaron las elecciones de delegados por sección o taller, aún ante las denuncias de "fraude" del oficialismo nacional (ahora opositor en lo regional).La conducción de la UOM local tuvo un rol clave en la renovación de la CGT del noreste de Chubut. Además el 30 de agosto de ese año se produjo otro paro nacional de la CGT, que tuvo a la UOM como protagonista central de la movilización callejera.

Desde septiembre se realizaron diversas asambleas en Aluar, planteando la oposición a la política salarial de la empresa. Allí se decidió una huelga específica de la planta, la primera de la que tenemos registro (hasta allí eran adhesiones a medidas nacionales).Nuevos hechos de conflicto se sucedieron, entre ellos el 15 de octubre y el 29 de noviembre, adhiriendo aparos generales de la UOM.

En diciembre, y en el marco de esa serie de huelgas y movilizaciones por aumento salarial, tuvo lugar una acción realmente singular y relevante. La nueva conducción sindical planteó en asamblea su preocupación por las condiciones ambientales de Aluar: "una vieja reivindicación que anhelan los metalúrgicos de la zona desde el inicio de las actividades de la única fábrica de aluminio primario del país". 26 La asamblea concluyó con una gran movilización por las calles de Puerto Madryn, con diversas reivindicaciones en materia de higiene y salubridad en el trabajo. Se destacaba que:"Después de tener dos expedientes del Departamento de Higiene y Salubridad del Ministerio de Trabajo desfavorables, ahora confiados en esta incipiente democracia esperan conseguir una justa inspección (,..)que participen trabajadores, directivos del gremio, la empresa, técnicos del Ministerio de Trabajo y técnicos de nuestro gremio para que todas las partes puedan opinar como es normal en un sistema democrático", dice un comunicado firmado por Rodríguez. "21

La acumulación de fuerzas había hecho posible la impugnación al modelo por elcual la empresa transformaba la vida de "sus obreros" en mercancía descartable, y donde el sindicato debía limitarse a reclamarmejores salarios, sin cuestionar el derecho de la patronal a gestionar el uso de los cuerpos obreros como si fuesen cosas. Sin embargo, esta acción quedó aislada, y luego se sucedieron algunas derrotas que parecieron sacar esas preocupaciones del centro de la actividad sindical. Los cuerpos obreros, ya lo veremos una y otra vez, volvieron a considerarse material de descarte. La vida era otra mercancía, un insumo más de los que procesaba Aluar para fabricar el preciado aluminio.

Durante 1986 se vivió una situación de crisis laboral enPuerto Madryn, con permanentes despidos en la construcción.La UOM apoyó el reclamo de los obreros despedidos, y adhirió a una huelga generalsolidariaen la ciudad. También ese tipo de acciones luego quedaron en el olvido, aunque el conflicto se extendió por varios días, con marchas y asambleas. Enel acto obrero se remarcó que las condiciones de insalubridad eran permanentes en pesqueras y metalúrgicas.

En mayo de 1987 la "Rafael Uribe" realizo un balance de lo que era su tercer año de existencia y su segundo dirigiendo la UOM local. Remarcaron la importancia de sostener una conducción "pluralista", que no estaba al servicio de un partido político, planteando la necesidad de la unidad de los trabajadores y la democracia sindical. Reconocían que estaban atravesando algunas discusiones internas y ciertos problemas dentro de la UOM por defender estas posturas.

Justamente durante ese año, uno antes dela renovación sindical, empezaron a profundizarse las internas en la conducción local, por las posturas más negociadoras de Carlos Rodríguez yalgunos integrantes dela lista (ligados al Partido Justicialista, PJ, y el PSA). En agosto visitó la zona el dirigente nacional de la UOM, Lorenzo Miguel, quien calificó como "un amigo" al secretario general local.

En noviembre se produjo otra huelga nacional de la CGT. postura más conciliadora de la UOM local quedó en evidencia al ser uno de los sindicatos que repudió los ataques a firmas que no quisieron cerrar sus puertas (Rodríguez calificó como "desbordes" a esas acciones).En Puerto Madrynla huelga registró una marchaque no superó las cien personas, mucho menor a lo que antes reunía sólo la UOM.

Durante 1988 todo el accionar de los obreros de Aluar se dirigió hacia la nueva elección sindical. La intención de Rodríguez por transformarse enel candidato apoyado por la conducción nacional, pareció encaminarse cuando seenvió a Vicente Jara como delegado normalizador de la seccional Ushuaia, en Tierra del Fuego.La lucha interna en la "Rafael Uribe" se profundizó, ya queen una elección interna los dirigentes Rodríguez y Giussi (vinculados al PJ y el PSA, respectivamente)fueron derrotados. Ambos desconocieron ese mandato, afirmando que ellos eran los legítimos representantes de la lista. El otro sector los acusó de "fracturistas", yen ese marco la conducción nacional decidió sostenera Jara como candidato, haciéndolo regresar de Ushuaia. Con la "Uribe" fragmentada y en abierta pelea fraccional, las elecciones fueron ganadas por el oficialismo "miguelista".

El 31 de diciembre de 1988 se produjo un accidente en Aluar, en el cual un trabajador murió (Ricardo Hlywy), otro sufrió heridas graves y hubo ocho heridos leves. No se conocieron las causas del hecho, uno de tantos que costaron vidas obreras en Aluar. La UOM local no expresó ninguna postura, ni ante estehecho ni durante todo 1989.Sólo registramos un comunicado de la "Rafael Uribe", planteando la necesidad de un cambio económico que pusiese en manos del Estado y los trabajadores a las grandes empresas.

Se cerraba así un ciclo de importante movilización política y social en la UOM, que luego no se tradujo en la transformación del sindicato. Si bien en los primeros años plantearon cambios hacia una mayor democracia interna y presencia en las calles, de a poco la nueva direcciónse fue apartando de ese modelo.La experiencia de ganar la regional no se consolidó como un proyecto sindical alternativo. Por sobre las cuestiones organizativas, el límite mayor fue el nivel de conciencia que seguía expresando la base, del cual las direcciones, aun las que intentaban generar un programa sindical alternativo, eran expresión. No se trascendió la perspectiva corporativa de los reclamos, y eso impidió articular un proyecto superador, que diera sustento a otra estrategia.

La derrota que retorna. Los años '90

El sistema de gestión de la fuerza de trabajo que hemos definidocomo "paternalista", fue abruptamente modificado durante los ‘90. Hasta esos años la empresa se presentaba como protectora del obrero y articuladora de todos los ámbitos de su vida: el trabajo, la escuela de sus hijos, la vivienda, los clubes, la asistencia en salud.28Se buscaba la identificación con los intereses de la compañía, cuyo crecimiento no debería ser alterado por los obreros, ya que de hacerlo se perjudicarían a sí mismos y al conjunto de la comunidad. Esto se hacía especialmente evidente en Aluar, por la incidencia que la empresa siempre tuvo en la vida económica, política y social de Puerto Madryn.

Desde 1989-1990 en Argentina se profundizó la imposición del dominio del capital financiero (Bonnet, 2015, 2008; Cotarelo, 2016).Sin embargo los trabajadores de Aluar no sufrieron de manera significativa el proceso de pauperización que atravesó la mayoría del proletariado a inicios de los '90. Si bien los afectó un descenso de su capacidad adquisitiva, la empresa todavía adoptaba una estrategia que apuntaba a la identificación del interés del obrero con la firma. Por ejemplo, durante losmeses de hiperinflación se pagaba por semana, buscando evitar una excesiva pérdida de su salario real.

En ese marco se realizaron algunas medidas de fuerza, pero sin contundencia. Hubo paros nacionales convocados por la UOM, por ejemplo uno de importante adhesión en julio de 1990 pidiendo aumento salarial. Ese conflicto siguió con medidas parciales, mientras se producían despidos masivos en varias fábricas metalúrgicas del país sin que se produjesen medidas nacionales contra esos hechos.

La empresa tuvo la capacidad de presentarse como un ámbito aislado, donde aparentemente no impactaba la crisis social que atravesó la región y el país desde 1990. Recién en octubre de 1991 los obreros de Aluarse movilizaron, reclamando un aumento por rentabilidad. Durante 1992 la UOM convocó nuevas huelgas nacionales, tratándose de medidas que buscaban obtener un mayor precio por su fuerza de trabajo, sin impugnar las políticas del gobierno nacional ni articular respuestas ante los masivos despidos de metalúrgicos en otras partes del país. Durante la primera huelga general contra el gobierno de Menem, ennoviembre de 1992, la CGT regional criticó la flexibilización laboral, la represión a los jubilados y el cierre de industrias. La UOM local adhirió a la medida, pero no acompañó la movilización.

Hacia fines de 1993 todo lo que parecía transparente se hará visible para estos trabajadores. La imagen de Aluar como ámbito supuestamente privilegiado, apartado de la caída general del nivel de vida, empezaba a derrumbarse.En noviembre la empresa intimó a sus empleados a que aceptasen una rebaja salarial del 25%, amenazando que esa propuesta era la única posibilidad de resolución sin que hubiese despidos, debido a la depreciación del aluminio a nivel mundial. Ya expresamos que ese problema era coyuntural, y que se aprovechó esa circunstancia para generar una reconversión productiva en el marcodela transferencia dela mayoría del capital accionario hacia la familia Madanes Quintanilla, parientes de los anteriores dueños.

Se dejaba en el gestión"paternalista". En el marco dela hegemonía del capital financiero, para Aluar ya no era relevante asegurarse fuerza de trabajo estable y disponible, sino conseguir el mayor nivel de explotación de la fuerza de trabajo ocupada. La desocupación estructural garantizaba la provisión de cuerpos obreros dispuestos a ser usados por un precio menor, y eso permitía presionar con la rebaja salarial. La antigua escasez de la mercancía fuerza de trabajo, tradicional en una región de escaso poblamiento como la Patagonia, había sido superado. El “paternalismo” ya no era necesario.

La UOM realizó una protesta frente a la planta fabril. Allí Jara fue interpelado por los obreros, teniendo que negar las versiones de un pre-acuerdo de la UOM nacional con Aluar. Se expresaron en apoyo al descuento salarial el ministro de economía Domingo Cavallo, el presidente de la UIA (Unión Industrial Argentina) y hasta la conocida conductora televisiva Mirtha Legrand que, en su programa, reclamó un "gesto" a "los sindicalistas".

En diciembre se realizó una movilización que tuvo importante repercusión social, tras la cual los obreros fueron recibidos por el gobernador de Chubut y el intendente de Puerto Madryn. Se abrió una larga pausa durante la cual el sindicato negoció, sin medidas de protesta. Fue un período atravesado por debates internos en el colectivo laboral, hasta que el 12 de enero los trabajadores informaron que la asamblea rechazaba el descuento. La empresa anunció el despido de 24 trabajadores, y los obreros convocaron al quite de colaboración. El 19 de enero el número de despidos ascendió a 41, y más de 500 trabajadores se movilizaron hasta la plaza central de Puerto Madryn, en una medida que tuvo repercusión nacional, y a la que asistió el secretario de organización de la UOM nacional, Gregorio Minguito.

Eran significativas las declaraciones de los dirigentes sindicales, quienes daban por hecho el despido de los trabajadores, afirmando "...se le dijo no a la rebaja salarial del 25% aunque vengan los despidos"29 30 Se mantuvo el quite de colaboración, pero sin huelga total.El 28 se produjeron 32 nuevos despidos. Para la UOM representaban el final del ajuste, volviendo a reivindicar que lograron frenar la rebaja salarial. El intendente de la ciudad afirmó que él se "hubiera quedado piola" 30 si le descontaban susueldo.

En un pequeño recuadro del Diario Jornada del 20 de enero, un despedido, que se presentaba como opositor a la conducción de la UOM, afirmaba que:"el gremio no hizo absolutamente nada".El militante sostenía: "Aluar no está en crisis, está diseñada para elaborar 140.000 toneladas anuales y actualmente está sacando 180.000". Asimismo consideraba “inaudita” la decisión de limitar las acciones a una movilización, mientras había obreros despedidos.31

Nuestros entrevistados destacaron que, para ellos, el objetivo central del conflicto no fue solucionar una crisis de la empresa, sino concretar la derrota de los obreros que representaban una estrategia que pudiera poner trabas al proceso de reformas.La conducción sindical acordó con la empresa el despido de los militantes del sector más combativo, integrantes de la antigua "Rafael Uribe".

El descabezamiento de la dirección alternativa golpeó a los trabajadores de Aluar. La debilidad colectiva, provocada por la ausencia de aquellos obreros que expresaban lo más decidido de la resistencia a la quita de sus derechos, se reforzaba por el papel cómplice del sindicato. Así aparece el miedo, ya que la situación de los que "quedaron afuera" reforzaba el temor de los que, todavía, estaban "adentro".

En Aluar comenzaba un proceso de reestructuración productiva, que imponía una mayor explotación de los trabajadores ocupados y la quita de derechos fijados por convenio. Algunos entrevistados conectaron el cambio vivenciado en la gestión empresarial de Aluarcon una privatización. La relación laboral pasó de un estilo "paternal", similar a algunas empresas estatales, a una gestión "dura".

Para 1995 el proceso de reconversión ya rendía frutos. Aluar informó que en ese año logró una ganancia superior a 100 millones de dólares, exportando el 70% de su producción. Además anunciaba que ampliaría un 40% su capacidad productiva. En junio de 1996 se firmó un acuerdo con la UOM, avanzando en la precarización y la quita de derechos, imponiendo la multiplicidad de tareas, eliminando puestos de supervisión y mando directo,e incluyendo nociones de equipos autocontrolados propios del toyotismo. Además se unificaron gerencias, disolviendo el área de Investigación y Desarrollo, y se implementó un ritmo de trabajo mucho más intensivo que generó una mayor recurrencia de los accidentes de trabajo.

Del silencio al estruendo. De la derrota a las luchas del 2005-2007

Hasta las huelgas de 2005 y 2007 era poco lo que pasaba en términos de protestas y organización. Se desarrollaron algunos conflictos, siempre moderados, por despidos de personal o reclamos salariales. La situación de retroceso no lograba modificarse, y si bien durante casi doce años los obreros de Aluar no recibieron ningún aumento de sueldo, esto, que implicaba una rebaja salarial, era vivido como un factor de estabilidad ante la caída de casi todas las industrias de la región.32

Durante marzo del '97 se produjeron algunos conflictos por la reestructuración tecnológica que realizaba la patronal. La UOM reconoció que tuvo que intervenir ante los reclamos del personal, remarcando que se debían aceptar los avances tecnológicos, manifestando"una voluntad conciliadora" en el marco de las negociaciones.

Para marzo del 2001 Aluar publicitó su proyecto de ampliación, aclarando que para realizarlo era imprescindible el interconectado Choele Choel-Puerto Madryn. Para esa obra el grupo empresarial aportaría sólo el 20,5% de la inversión necesaria, mientras el 79,5% se construiría con fondos estatales. Se trataba de un nuevo subsidio público para una gran industria de capital privado.

A fines de 2002, tras años sin reclamos contundentes por aumento salarial y condiciones de trabajo, la situación empezó a cambiar. El proceso de luchas que atravesó la sociedad argentina impactó entre los trabajadores de Aluar (Varela, 2016; Klachko, 2006). Junto a ello ingresó una nueva camada de obreros, que no cargaban con la identificación entre sus intereses y los de la empresa, imaginario que sí seguía apareciendo en muchos trabajadores más antiguos (Svampa, 2000).

En abril del 2005 comenzó una huelga general de la planta, reclamando un aumento salarial del 50%. La medida respetaba las "guardias mínimas" reglamentadas por Aluar, ya que por tratarse de un sistema de producción continua la no asistencia podía provocar la inutilización de las cubas. Tras cuatro días de huelga, el 2 de mayo se levantó la medida y la UOM acordó un aumento del 28%. Sin embargo este aumento no se tradujo en el salario real de los obreros, debido a diversas maniobras patronales.

En esos años la ampliación de la fábrica estaba en curso y los trabajadores de Aluar compartían diariamente sus lugares de labor con obreros de la construcción, junto a quienes nunca realizaron acciones de protesta en común. A inicios de 2006, por ejemplo, los obreros de la construcción impusieron un piquete frente a Aluar por reivindicaciones salariales, pero no hubo solidaridad entre ambos colectivos laborales.

La obra, que ampliaba la capacidad instalada en más del 30%, implicaba un monto de inversión de alrededor de 300 millones de dólares, con grandes subsidios estatales. En mayo de 2007 el balance empresarial mostraba ganancias netas por 150 millones de dólares (469,3 millones de pesos): o sea, Aluar, con apenas dos años de sus ganancias, financiaba la ampliación integralmente. Pese a no necesitarlos, Aluar concentró los mayores subsidios recibidos por una empresa privada durante la presidencia kirchnerista.La promoción estatal absorbida alcanzó beneficios por 690 millones de pesos, más del 35% del total invertido, y más de la mitad de los subsidios aportados por el Estado a emprendimientos industriales.33

El 6de setiembre la UOM local, junto a la comisión interna de Aluar, convocaron un paro de actividades. La medida se vinculaba a dos puntos centrales: los accidentes de trabajo y la atención del servicio médico de la planta. Según el dirigente Vicente Jara "nos tienen muy preocupados por un lado los accidentes de trabajo y el otro tema es la de enfermedades".34 Luego de 21 años (desde 1984) volvía a emerger una medida que hacía eje en la forma de gestión de los cuerpos humanos por parte de la patronal. Era una expresión del proceso de organización obrera, que se manifestaba en la nueva comisión interna elegida pocos meses atrás, y del cual hasta el tradicional referente Vicente Jara debía hacerse cargo.Sin embargo, nuevamente no hubo continuidad sobre estos reclamos.

En noviembre las demandas se centraron en la oposición al impacto del impuesto a las ganancias.La UOM anuncióun paro de actividades de 48 horas, invitando a otros gremios a sumarse a la medida. La CGT y la CTA (Central de los Trabajadores de Argentina)cortaron la ruta nacional N° 3 los días 9 y 10 de noviembre,con acompañamiento de varios gremios.

El 5 de diciembre se sufrió una nueva tragedia en la planta de Aluar, cuando murió el joven obrero Sebastián Velázquez, por un accidente enla construcción. No hubo ninguna expresión pública dela UOM o la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción).

La comisión interna de Aluar había avanzado en una línea de auto organización y enfrentamiento con la dirección sindical. El 8 de junio de 2007 la asamblea resolvió un paro general, con el reclamo de una recomposición salarial del 45% ante el ofrecimiento de un 12% por parte de la empresa. Los trabajadores 33 34 realizaron piquetes en los cinco portones de acceso y a Transpa, la distribuidora de energía que tenía su sede operacional dentro del predio de la planta fabril.

Para el día 9 la medida continuaba con mucha fuerza y una adhesión total. Los dirigentes de la acción eran los delegados, mientras Vicente Jara sufría abucheos en cada intervención. Aun así el representante de la conducción nacional seguía dirigiendo a una porción de los trabajadores, en especial a los más antiguos de la planta.

La asamblea tomó, durante este conflicto, una decisión histórica: por primera vez en la historia de Aluar se votó que la huelga fuese total, sin mantener las guardias de los servicios "esenciales". Fue la respuesta a la recepción de 50 telegramas de despido y a la agresión que los metalúrgicos sufrieron a las 5 de la mañana por parte de integrantes de la UOCRA, encabezados por su dirigente Mateo Suárez, quienes exigían ingresar a realizar sus tareas en la obra de ampliación. Como consecuencia de ese enfrentamiento, dos obreros metalúrgicos terminaron internados con lesiones.

Al siguiente día, el 10, la clave del conflicto se había trasladado a los despedidos. "Ahora primero queremos la reincorporación de los compañeros despedidos y después seguiremos nuestro reclamo por la recomposición salarial”, afirmó el dirigente de la comisión interna, Eduardo Badaloni. A su vez sostenía que”nuestra lucha es por tener mejores salarios, no pretendemos nada más”35

Ese día Aluar comenzó a ejercer una práctica que ya había tenido lugar en otros hechos de protesta, realizando llamadas intimidatorias a las parejas de los operarios, recordándoles todo lo que la empresa habría hecho por sus familias y los riesgos que generaba la huelga para la “fuente de trabajo”. Se instaló mediáticamente, y a través de rumores, la absurda amenaza de que Aluar podría irse de Puerto Madryn (cuando, en verdad, estaba cerca de inaugurar su nueva ampliación), dejando a todos los obreros sin empleo, incluidos los de construcción. Esto generó un clima difícil para la huelga, cuyos impulsores comenzaban a sufrircada vez más presiones.

El Estado intervino, dictando la conciliación obligatoria pero sin asegurar la discusión de la recomposición salarial. Por ello los trabajadores rechazaron esa resolución, mientras la conducción de la UOM local alertaba que se había tomado una decisión "ilegal".La dirección nacional terminó de cerrar el cerco, acatando la conciliación, intimando a los obreros a volver al trabajo, y amenazando a los delegados con la quita de sus fueros sindicales. La conciliación llevaría las negociaciones a Capital Federal, donde no habría representación de la comisión interna de fábrica. Así, en este conflicto, se hace observable esa tensión registrada en otros procesos similares a nivel nacional entre comisiones internas y conducciones nacionales (Cotarelo, 2007; Varela, 2015).

El 12 los obreros todavía decidieron sostener la medida, pero las dudas empezaban a hacer mella. Aluar sostenía que la falta de guardias mínimas llevaría a la inutilización de las cubas electrolíticas pormeses, generando despidos y suspensiones. La asamblea del miércoles 13 ya expresó más divisiones.

En el diario del 14, se publicóla "postura oficial" de la empresa, que expresaba "asistimos en los últimos días a un desborde sindical que sin causa justificada alguna lleva a una multitud de familias a la incertidumbre y la angustia",afirmaba el directivo Eduardo Ricci. Es importante destacar el uso del término "familias", para evidenciar donde pretendía golpear la patronal, quienes reclamaban, además, que la decisión no se tome en la asamblea: "es el momento de reflexión individual, responsable, medida, para que la cordura vuelva a traer la tranquilidad que merecen todas las familias de Aluar y de la comunidad en general"36

Ese día por la noche,la asamblea obrera decidió acatar la conciliación. Tras seis días de una desigual batalla, finalmente cedieron parte de sus reclamos. El diario reflejó que "La incertidumbre laboral y económica sumada al cansancio y el desgaste de los seis días de huelga comenzaron a sentirse entre los trabajadores de la empresa Aluar. A estos puntos se agregaron algunas maniobras psicológicas que la propia firma lleva adelante, según lo denunciado por los operarios, al comunicarse vía telefónica con los familiares para solicitarles que persuadan a sus maridos e hijos de deponer la actitud"31

La huelga no fue victoriosa pero tampoco derrotada. Si bien se regresó al trabajo con cierta sensación de desánimo, la empresa no pudo avanzar con los despidos contra los obreros más combativos. En lo salarial se consiguió un aumento del 20%, que por primera vez se acordó en Buenos Aires y no en Puerto Madryn. Se destacan tres elementos como los rasgos claves de esta importante huelga: la decisión en asamblea, el asumir medidas contundentes y la aparición de una nueva camada de activistas obreros. A su vez se presentaron los mismos límites que hemos registrado en otros procesos de lucha de este colectivo laboral a lo largo de su historia, en especial la dificultad para articular lazos con otras fracciones obreras.

Durante la huelga se evidenció la división entre dos grupos de obreros. Por un lado estaban los "viejos", anclados a la relación paternalista, que sentían a la empresa como un elemento estructurante de sus vidas y tenían mejor salario por su mayor antigüedad. Por otro lado los “jóvenes”, sin ninguna identificación afectiva con Aluar. Para ellos sólo se trataba de "un trabajo", donde no recibían un sueldo tan superior al de otras actividades y, además, sufrían altos niveles de insalubridad.

Estos jóvenes son quienes votaron el rechazo a las actas esenciales y la no aceptación de la conciliación. Sin embargo, quizás no dimensionaron que los más antiguos no coincidían con estas posturas, y que eso dividía la huelga. De todas maneras,es evidente que el hecho fundamental que restó fuerza a la huelga fue la abierta oposición de la UOM nacional a los reclamos obreros.

Apenas unos días después, el 20 de junio, se produjo una terrible tragedia en las obras de ampliación, muriendo diez trabajadores por la caída desde 40 metros de altura del techo de un silo.37 38Habían quedadotres heridos graves, y unode ellos murió al poco tiempo. Nueve de las víctimas eran extranjeros, todos de nacionalidad boliviana.

El hecho ocurrió por fallas en el cálculo estructural, ya que para utilizar materiales más baratos se trabajó con productos livianos, no adecuados para una región de fuertes vientos. Sólo fue condenado un ingeniero de obra, de la empresa contratista Cadel, por homicidio culposo. No registramos siquiera un comunicado, de la UOM, de la UOCRA o de la comisión interna. NiAluar, ni sus directivos, sufrieron algún castigo por estos hechos.

Los obreros eran personal precarizado, y sólo uno de ellos residía en Puerto Madryn. Algunos trabajadores denunciaron que la firma no permitió auxiliar a los heridos:"Cuando intentamos ayudarlos a salir, el personal de seguridad de la empresa nos retiró en forma inmediata"39

El 30 de agosto se publicitó, a todo color, la inauguración de "la inversión privada más grande de la gestión del presidente de la Nación, Néstor Kirchner". Asistieron el gobernador Das Neves, el presidente Kirchner y la por entonces candidata a presidenta, Cristina Fernández. En un brutal ejercicio de cinismo se destacaba que "será un acto con gran protagonismo de los trabajadores que laboraron en el proyecto"40; como mínimo faltaron once de ellos.

El proyecto incluyó la construcción de dos salas de electrólisis con 336 nuevas cubas, para una producción adicional de 105 mil toneladas. Se lograba una capacidad de 410 mil toneladas, incorporando 250 empleos a los 1937 ya ocupados. La firma anunció que ya tenía en estudio una nueva ampliación, para sumar otras 105 mil toneladas, elevando el personal en otros 180 obreros. Los datos evidencian que son necesarios cada vez menos obreros por tonelada producida, demostrando que se intensificaba la explotación de la fuerza de trabajo ocupada.

El acto de inauguración tuvo discursos de Kirchner y Das Neves. Nadie recordó a los 11 obreros fallecidos y tampoco se habló de la huelga de junio. Todo fueron loas a la gran empresa, que daba trabajo y dinamizaba la región. Se festejaba, en definitiva, que un gran empresario privado residente en Madrid, el señor Madanes Quintanilla, incrementase sus exportaciones en 400 millones de dólares al año, mejorando su balanza comercial en unos 270 millones por ejercicio.

Los años recientes. La lucha por salarios, el silencio ante las muertes

Durante el período más reciente, los trabajadores de Aluar protagonizaron diversas luchas por salarios y contra el impuesto a las ganancias. Avanzaron en su organización de base, con delegados que reivindican posturas combativas y de izquierda. Sin embargo, la cuestión ambiental o de condiciones de trabajo siguió sin aparecer.

Esa ausencia de posicionamientos críticos fue quizás más emblemática en un contexto donde las denuncias por la insalubridad de Aluar ganaron, por primera vez en más de 40 años, una importante visibilidad en algunos medios de comunicación. Además, desde la tragedia de 2007, los accidentes de trabajo, siempre frecuentes pero que antes eran ocultados, empezaron a ser noticia en ciertos portales.

El doctor Hugo Trovant 41 denunció que los obreros de Aluar durante años fueron sometidos a sustancias peligrosas, sin la capacitación ni los elementos de seguridad pertinentes. Según el profesional, la patronal conocía perfectamente los riesgos de su sistema productivo, pero evitaba invertir en condiciones de seguridad e higiene. Al no contar con ropa de trabajo que se resguardase al finalizar la jornada laboral, la empresa generaba que la contaminación se trasladase a la población, en especial a las familias obreras.

El sector con más riesgo era molienda, donde los obreros estaban en permanente contacto con sustancias cancerígenas como la brea, sin capacitación sobre los costos de salud que enfrentaban o la manera de minimizarlos. Un alto porcentaje de los trabajadores que se desempeñaron en ese sector ha muerto por cáncer u otras enfermedades vinculadas. Trovanthabía sido despedido tras reclamar medidas preventivas, como la construcción de un vestuario y un lavadero donde los operarios dejasen su ropa. Tampoco se convocó, como su informe había requerido, a los trabajadores jubilados para analizar su actual estado de salud.

El fiscal Báez inició una causa penal contra los directivos de la empresa, en la cual todos fueron rápidamente sobreseídos, argumentando que si bien fallaban algunas prácticas de seguridad no podía sostenerse que hubiese delito. La misma empresa había reconocido en los hechos varias de las acusaciones, ya que durante la breve tramitación judicial se construyó el lavadero, entregaron ropa de trabajo con prohibición de llevarla a las casas, y realizaron un nuevo vestuario y comedor. Se modificó el transporte de brea, pasando a ser descargada en bolsones cerrados con inscripciones que alertaban sobre su extrema peligrosidad.

Apenas un medio de comunicación relevante de la zona difundió estas noticias.El resto calló, o sólo dio voz a la empresa, mientrasel sindicato tampoco emitió opiniones. El periodista Esteban Gallo denunció que el silencio mediático se debía a que "Aluar paga pautas para que los medios no hablen mal"42

Un nuevo accidente ocurrió el 1° de agosto de 2012. Luis Roberts, de 23 años, trabajador de la construcción, cayó desde 8 metros en la zona de hornos. Según el diario que cubrió el hecho:"la hipótesis más firme refiere a un descuido que pudo quitarle la vida". La culpa, así, parece del obrero. Sin embargo la misma crónica devela la precariedad en la que se trabajaba, al relatar que el operario caminaba sobre unas maderas colocadas para tapar un hueco, y en ese momentouna de ellas"habría cedido" 4 Tras un mes de agonía Luis murió, sin mediar ningún pronunciamiento sindical, aunque nuevamente se demostraba que Aluar y sus contratistas no invertían en condiciones básicas de seguridad.

En 2015 se sufrió otra trágica situación, cuando un obrero de la UOM, en el sector de electrolisis, sufrió la caída de tres losetas de hormigón desde 5 metros. Una golpeó a Jorge Cayo, de 35 años, quien sufrió graves heridas que lo dejaron con secuelas para toda la vida.En esta ocasión un delegado del sector, integrante deun partido de izquierda, denunció las condiciones que sufrían los trabajadores:"no fue un caso fortuito, un accidente se puede evitar, pero hay que hacer inversión para que estas cosas no sucedan" 4 Sin embargo no se realizaron medidas de fuerza. Ni siquiera esta vez, que el accidentado era parte del colectivo metalúrgico y se hacía evidente que se trataba de falta de inversión básica (se desprendió una parte del techo de un sector de avanzada tecnología), hubo acciones colectivas de protesta.

Durante la primera mitad del 2016 la comisión interna reclamó una recomposición salarial del 40%, con paros parciales por sector. El 1° de diciembre se produjo una huelga total en la planta de Aluar, exigiendo la reincorporación de un empleado cesanteado. Al mismo tiempo era noticia en toda la provincia la emanación de una columna de humo por una chimenea de la planta, que provocó problemas respiratorios a la población cercana debido a que la firma tenía inactivo un equipo para tratar sus residuos. El ministro de ambiente de Chubut, en lugar de cuestionar a la empresa, declaró "recomendamos al vecino que no circule por la calle" 4

Este hecho vuelve a evidenciar lo demostrado a lo largo del trabajo. Se trata de un colectivo obrero con tradición combativa en lo salarial y el reclamo de sostener fuentes de trabajo, que realizan una huelga total contra el despido de un obrero (en un contexto de cesantías generalizadas en el país), pero que ni siquiera emitieron un comunicado ante situaciones de contaminación ambiental o salubridad en el trabajo. Reclamar por esas cuestiones no parecía algo propio del ámbito sindical.Los obreros, implícitamente, aceptaban esos riesgos, pero exigían a cambio un salario "adecuado". Por ello se reproduce esta situación llamativa, donde la pérdida de una vida humana no amerita una huelga, pero la de un puesto de trabajo sí.

Reflexiones finales

A lo largo del trabajo hemos descripto las características centrales del colectivo laboral conformado en la planta fabril Aluar, así como los principales hitos de su actividad. Atravesamos diversas fases de su historia, abordando sus intentos de organización autónoma y las prácticas de la patronal para desestructurar o derrotar esos proyectos. El artículo permite profundizar el conocimiento sobre este colectivo obrero en un largo recorrido, que abarca desde su inicial conformación como colectivo laboral “para el capital”, sus primeras acciones aun durante la dictadura militar, sus intentos de disputar la conducción sindical con un proyecto obrero que se suponía alternativo, hasta las más recientes búsquedas de construir una comisión interna que reflejase sus intereses y reivindicaciones, en muchos casos debiendo sostener una línea de enfrentamiento conjunto contra la patronal y la dirección nacional de su sindicato.

En ese proceso de reconstrucción de su historia, nos encontramos con aspectos que somos conscientes no hemos desarrollado en todas sus necesarias y complejas aristas, pero que entendemos valioso dejar aquí planteados, a fines de profundizar en futuras exploraciones. En ese sentido entendemos que fue clave, para comprender parte de las características de este colectivo laboral, el rol generizado que Aluar asignó a sus obreros, desde la imposición de un modelo familiar dependiente del "padre proveedor" que debía asegurar el sostén de los suyos. Este formato proviene de la propia personificación que adoptó Aluar en sus primeros años de historia, con prácticas de gestión de la fuerza de trabajo "paternalistas", a fines de asegurarse la provisión estable y comprometida de cuerpos obreros. La compañía buscaba presentarse 43 44 45 como el gran padre de la "familia del aluminio".Por eso, mientras asegurase el sustento de todos, no podían ser cuestionadas sus formas de manipular los cuerpos por los que pagaba un buen salario.

Esto cambia durante los años '90, cuando la desocupación estructural y los nuevos métodos productivos ya no hacían necesaria esa forma de gestión. La oferta de fuerza de trabajo ahora era excedentaria, aún en una región caracterizada por la baja densidad poblacional. Se abandonó la praxis paternalista, pero el modelo siguió actuando en parte de las conciencias obreras.

Por ello los directivos de Aluar recurrieron a poner en praxis ese rol generizado para atacar la lucha obrera, como sucedió durante la huelga de 2007. Pero, aún más relevante, entendemos que ese rol dificulta que las demandas por salubridad, accidentes de trabajo, o contaminación, sean asumidas como parte clave de las reivindicaciones del colectivo laboral.No es de “hombres” temer por lo que pase con su cuerpo, y si la paga es acorde a los riesgos, los peligros se asumen.

Por eso se exigen mejores salarios y se enfrentan los despidos considerados injustos, pero casi no hay acciones contra enfermedades, accidentes o ante tragedias que deberían conmocionar a todo el colectivo laboral. Esos “peligros” se asumen como los riesgos propios de trabajar en Aluar y, por ello, no se los considera "injustos". El modelo sólo entra en crisis, y los riesgos de salubridad pueden entonces asumirse como una "injusticia", cuando se evalúa que el pago recibido no es suficiente. O sea, cuando no se paga lo que se considera que realmente vale la mercancía. Desde esa matriz, nunca se consigue poner en cuestión que la vida sea asimilada a una mercancía más, y que, por lo tanto, los cuerpos obreros puedan ser administrados como cosas por la patronal.46

El conflicto de 1993-94 fue un indicador del proceso de transformaciones que hacían a la hegemonía del capital financiero. La ofensiva patronal consiguió reconvertir el proceso productivo, asegurándose un largo ciclo de expansión y altas ganancias hasta la actualidad. Aluar profundizó su capacidad para recibir privilegios del Estado, mientras aumentabasu rentabilidad en base a un permanente incremento de la tasa de explotación de sus operarios.Esos cambios implicaron una precarización de la relación laboral y la intensificación de los ritmos de trabajo.

Aún en ese marco, los obreros metalúrgicos fueron desarrollando una nueva experiencia, que hizo eclosión durantelas huelgas del 2005 y 2007. Allí se expresó una mayor voluntad por enfrentarse a la patronal, reclamando mejores salarios y animándose a desafiar los límites que Aluar siempre había impuesto. Sin embargo, la falta de reacción ante la tragedia del 2007, a pocos días de finalizada la huelga, evidenció que los reclamos seguían siendo fundamentalmente corporativos, más allá de la radicalidad con la que fueron planteados. La matriz economicista, y que sólo ve cómo sujetos de sus reivindicaciones a la “comunidad ocupacional” (Horowitz, 1985) de la que son parte, no parece haber sido puesta en cuestión ni siquiera por esos significativos procesos de debate y movilización.

Parte de las respuestas para seguir elaborando y avanzando en sus procesos de auto organización reside en recuperar su larga historia de luchas como colectivo laboral, analizando y comprendiendo sus límites y potencialidades. La experiencia realizada durante los primeros años de régimen constitucional fuequizás el momento más fértil en términos de experiencias, enseñanzas y proyecciones, junto a algunos brotes que durante el siglo XXI parecen emerger.

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Entrevistas radiales emitidas por el programa "Esta boca es mía", por Radio FM 96.7 Vinilo de la ciudad de Puerto Madryn, realizadas por el periodista Esteban Gallo. [ Links ]

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Entrevistas a militantes obreros metalúrgicos y a militantes de partidos políticos de izquierda. Especialmente aportaron para este trabajo los siguientes entrevistados: [ Links ]

DanielRoterio, entrevista realizada el 4 de abril de 2012. Militante del MAS (Movimiento Al Socialismo) y de la agrupación textil 1° de Mayo. [ Links ]

Fernando Rodríguez, entrevista realizada el 2 de Mayo de 2008. Obrero de Aluar. [ Links ]

Gerardo Capone, entrevista realizada el 2 de Mayo de 2008. Ligado al Partido Comunista, fue activo militante de la Rafael Uribe. [ Links ]

HéctorRolón, entrevista realizada el 9 de Mayo de 2008. Obrero de Aluar, integró la "Rafael Uribe". [ Links ]

José Luis Giussi, entrevista realizada el 6 de agosto de 2016. Fue obrero de Aluar y activo dirigente de la Rafael Uribe. [ Links ]

Miguel Zalazar, entrevista realizada el 15 de junio de 2007. Militante del PI (Partido Intransigente, de izquierda moderada) y de la agrupación textil 1° de Mayo. [ Links ]

René Pérez, entrevista realizada el 4 de julio de 2009 y el 23 de septiembre de 2016. René es chileno, militante textil ligado al Partido Comunista y uno de los dirigentes de la agrupación 1° de Mayo. [ Links ]

1Rodrigo Pérez Artica describe que: “Sus actividades abarcan desde la obtención de aluminio en estado líquido hasta la fabricación de productos elaborados que se utilizan en distintas industrias. Su integración vertical se prolonga asimismo aguas arriba, mediante la producción y transporte de energía eléctrica, y la producción de ánodos” (2009: 113)

2Puerto Madryn tenía 6189 habitantes en 1960, 6945 en 1970 y, tras la instalación de Aluar, llegó 21689 en 1980 (INDEC, Instituto de Estadísticas y Censos, datos censales).

3Para una aplicación al ámbito laboral de la idea de roles generizados, ver Yansen y Zukerfeld (2013).

4También hay elementos en Ibarra y Hernández, 2016; Beinstein, 1993; y Gatica; López; Monedero y Pérez Álvarez, 2005; trabajos que, al realizar una mirada de síntesis del proceso histórico de la región, desarrollan aspectos que aportan al conocimiento de la dinámica del colectivo obrero conformado en Aluar.

5Esa historia tradicional no se construye desde libros o artículos específicos, sino desde multitud de notas periodísticas, discursos políticos y pronunciamientos oficiales. Por eso hablamos de la conformación de un “sentido común”, en el sentido que le da Gramsci (1997) de ser la manifestación inconsciente de la hegemonía burguesa. Es una concepción del mundo que opera de forma invisible y, por ello, no cuestionada. En este caso se trata de velar el carácter explotador de esta gran empresa.

6Como la denominó Victoriano Salazar, intendente de Puerto Madryn durante el conflicto de 1994. Diario Jornada, 19 de enero de 1994, p. 15: “ALUAR es una empresa humanitaria, ha dado muestras muy evidentes en nuestra zona y en el resto del país y, por el alcance que tiene, es una empresa muy humanista ”.

7No citamos aquí los trabajos centrados en los acontecimientos de Villa Constitución en 1975, por tratarse de otro ciclo de la lucha de la clase obrera argentina.

8Allí destaca como un desafío su interés de estudiar la historia de los trabajadores de Somisa: “El desafío fue enfrentarnos a un objeto de análisis que expresa bajos niveles de conflictividad abierta o de radicalización y que, sin embargo es una de las concentraciones obreras más importantes del cordón Zárate — Puerto San Martín ” (Soul, 2009. p. 1).

9Para este autor es clave la relación que se da entre la dirección de la UOM y las seccionales poderosas, que suelen tensar los grados de autonomía que una conducción sindical muy centralizada y autoritaria busca reducir al mínimo. En el caso de ALUAR se produjo un intento de conducción alternativa al de la dirigencia nacional, aunque no logró resultados favorables. No consiguieron generar espacios de autonomía financiera y/u organizativa, como sí pudieron, al menos por momentos, las seccionales de Villa Constitución y San Nicolás.

10Entrevistas realizadas en el marco del programa "Esta boca es mía", por Radio FM 96.7 Vinilo, de la ciudad de Puerto Madryn, durante el año 2011. El periodista nos permitió utilizar las grabaciones de las mismas.

11Productora de neumáticos, cámaras de aire, telas impermeables y otros productos de caucho. FATE inicia sus actividades hacia 1940 en la ciudad de Buenos Aires. Su página web institucional sostiene: "Forma parte de un importante grupo empresario argentino junto con Aluar, el único productor de aluminio primario del país y principal empresa manufacturera de ese metal", en https://www.fate.com.ar/paginas/37empresa.

12Daré varios datos al respecto a lo largo del artículo. Un registro reciente del poder de Aluar para presionar al Estado argentino, y exigirle que defienda sus intereses empresariales, puede observarse en las recientes discusiones sobre la limitación a la importación de aluminio impuesta por el gobierno de EEUU, que afecta una parte de sus ganancias. Ver https://www.clarin.com/politica/mauricio-macri-llamo-donald-trump-pedirle-argentina-quede-aranceles-acero- aluminio_0_BycvlLxtM.html.

13Publicado por la editorial Rafael Cedeño, a inicios de 1976. Su edición fue casi totalmente secuestrada por la dictadura militar y hasta el día de hoy no fue reeditado.

14Testimonio de Hipólito Solari Yrigoyen, en http://diariojornada.com.ar/16325/Pol%C3%ADtica/Solari_el_cancer_la_teta_del_Estado_y_la_dictadura.

15Al punto que el especialista Samuel Murgel Branco (1992) afirma que la producción de aluminio primario constituye "uma forma de energiaem barras, por causa das grandes quantidades de energía elétrica que sao consumidas" (p. 85). Una reciente gacetilla institucional de Aluar, reproducida en el Diario de Madryn, llamativamente reconocía dicha característica: "a decir verdad Aluar es casi una "envasadora de energía", ya que la electrolisis casi alquímica se trata de un proceso que requiere un consumo muy grande de energía eléctrica" (http://www.eldiariodemadryn.com/2017/08/aluar-con-43-anos-joven-sano-y-pura- ganancia/).

16Sobre el actual accionista principal del grupo empresarial que controla Aluar, Javier Madanes Quintanilla, ver, entre otras, las siguientes noticias: https://www.lanacion.com.ar/1575876-la-familia-madanes-millonarios-con-un-imperio-offshore y http://www.diariojornada.com.ar/60467/politica/El_dueo_de_la_empersa_Aluar_entre_las_14_personas_mas_ricos_de_la_Argent ina.

17Testimonio de Hipólito Solari Yrigoyen en el programa "Esta boca es mía", por Radio FM 96.7 Vinilo, de la ciudad de Puerto Madryn. Entrevista realizada por el periodista Esteban Gallo, en el año 2011.

18Escobedo y Prospitti (2006) desarrollan una interesante comparación entre las experiencias de los trabajadores petroquímicos y metalúrgicos del sur santafesino. Prestan especial atención a la conformación de esos grupos obreros en tanto colectivos laborales. Siguiendo trabajos pioneros de Juan Carlos Torre (1983), indican que: El objetivo de las filiales de las compañías multinacionales fue desde el comienzo, sostiene Torre, “La creación rápida de una fuerza de trabajo en consonancia con las demandas de los nuevos sectores industriales en desarrollo, para ello, procuraron sustraerse a las condiciones generales del mercado de trabajo nacional ofreciendo, mediante la concertación de convenios por empresa, salarios más altos y mayores beneficios sociales ". La mano de obra empleada combinaba juventud, ausencia de tradición sindical, altos ingresos y estabilidad en el trabajo (2006, p.55). Aluar buscó ejecutar un programa similar.

19Nombre de un militante obrero de Aluar, que había fallecido, en un accidente doméstico vinculado a problemas de calefacción, pocos meses antes de hacerse pública la agrupación.

20Diario Jornada, edición del 27/3/1984; p. 2.

21Diario Jornada, edición del 30/3/1984; p. 3.

22Este es un dato relevante para los debates sobre la supuesta “desindustrialización” que se habría producido en Argentina. Ver Basualdo (2006) y Azpiazu y Schorr (2010), entre otros. Discutiendo parte de sus aportes, Grigera (2013) y Pérez Álvarez (2013b).

23Comisión Permanente de Planeamiento del Desarrollo de los Metales Livianos, impulsora del proyecto de instalación de Aluar en la parte técnica, organismo dependiente de la Fuerza Aérea.

24Diario Jornada, edición del 27/7/1984; p. 2.

25Diario Jornada, edición del 18/10/1984; p. 8.

26Diario Jornada, edición del 3/12/1985; p. 2.

27Diario Jornada, edición del 3/12/1985; p. 2.

28Un modelo similar al de YPF y otras empresas estatales, aunque Aluar siempre fue privada. Retomamos aportes clásicos sobre las relaciones entre estas compañías y sus colectivos laborales, como los de Leite Lopes, 1979 y Neiburg, 1988. Luego se observa un quiebre en la política laboral de la empresa.

29Diario Jornada, edición del 19/1/1994, declaración de Vicente Jara, secretario general UOM local, p. 15.

30Diario Jornada, edición del 19/1/1994; p. 15, declaración del intendente Victoriano Salazar.

31Diario Jornada, edición del 20/1/1994; p. 9, declaraciones del dirigente sindical opositor Oscar Castro.

32Durante esos años se derrumbó el parque industrial textil y tenía graves problemas el parque pesquero (Pérez Álvarez, 2013a).

33Al respecto se produjeron críticas del diputado nacional por el PRO, Federico Pinedo: "Nos preocupa el perfil productivo que se impuso desde el Gobierno, porque el año pasado votamos esta ley de desgravaciones para fomentar la producción y el empleo, pero la forma en que la aplicó el Poder Ejecutivo no nos satisface. Por ejemplo, vemos que de $ 1.200 millones, se le dieron seiscientos noventa millones a una sola empresa, pagándosele el 35% de su proyecto de inversión con desgravaciones impositivas, para que generara 204 puestos de trabajo, lo que implica un costo fiscal de $ 3.381.451 por puesto de trabajo. Me estoy refiriendo a la empresa Aluar", en http://www.urgente24.com/135033-kirchner-beneficia-a-aluar-con-un-subsidio-de-690- millones.

34Diario Jornada, edición del 6/9/2006; p. 20.

35Diario Jornada, edición del 11/6/2007; p. 16.

36Diario Jornada, edición del 14/6/2007; p. 14.

37Diario Jornada, edición del 15/6/2007; p. 14.

38Es necesario, al menos aquí, recordar sus nombres: Wilder Orellana Borda, Braulio Coca Martina, Ariel Antonio Areco, Lucio Buendía Flores, Obdulio Jorge Escobar, Julio Alberto Deslinder, Luciano Mamaní, Agao Mejía Vidal, Fidel TorricoFerrufino y Osvaldo SuritaMontaldo. Varios días después murió Jorge Suárez. Los heridos fueron identificados como Baltazar Ponce Fructuoso y William Méndez Torrico.

39Diario Jornada, edición del 21/6/2007; p. 35.

40Diario Jornada, edición del 30/8/2007; p. 4.

41Trovant trabajó como médico de Aluar durante 21 años, donde habría destacado los riesgos a los que estaban sometiendo a los trabajadores e intimado a los directivos, en repetidas oportunidades, sobre la necesidad de tomar medidas. Al ser despedido efectuó denuncias públicas sobre las situaciones vividas, en entrevistas en el programa "Esta boca es mía", por Radio FM 96.7 Vinilo de Puerto Madryn, conducido por el periodista Esteban Gallo. Las denuncias fueron expresadas en mayo de 2011.

42En http://www.diariojornada.com.ar/50579/Politica/Sobre_la_causa_de_Aluar.

43En http://diariojornada.com.ar/49369/Policiales/Cayo_desde_8_metros_en_la_planta_de_Aluar.

44En http://www.diariojornada.com.ar/116555/politica/Los trabajadores de Aluar no estamos seguros.

45Declaraciones de Ignacio Agulleiro, Ministro de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable de Chubut, en http://prensanetnoticias.com.ar/wp/gracias-aluar/.

46Sobre las desiguales percepciones acerca de qué es lo justo y, por tanto, cuáles características de su vida eran consideradas injustas y debían (o podían) exigirse que fuesen corregidas, ver los artículos publicados en Andújar et al., 2016.

Recibido: 13 de Marzo de 2019; Revisado: 03 de Junio de 2019; Aprobado: 02 de Agosto de 2019

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