SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.22 número37Forma empresa, post‐fordismo y operaciones extractivas en el capitalismo poscolonial. Una exploración situada a partir del caso BenettonPrecariedad y perspectivas de los actores del sector restaurantero turístico de Mazatlán, un destino en el Pacífico mexicano índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Trabajo y sociedad

versión On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc. vol.22 no.37 Santiago del Estero jun. 2021  Epub 01-Jul-2021

 

INDAGACIONES ANALÍTICAS Y ENCUADRES TEÓRICOS

Corrupción, conflictos y crisis de gobernabilidad democrática en Puno, Perú

Corruption, conflicts and crisis of democratic governability in Puno, Peru

Corrupção, conflitos e crise de governança democrática em Puno, Peru.

Edgar Quispe Mamani1 

1 Posdoctorado por la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina. Doctor en Teoría Política, Teoría Democrática y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Madrid, España. Magister en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional del Altiplano Puno (UNAP), Perú. Docente de pregrado y posgrado en la UNAP. E-mail: edgarquispe@unap.edu.pe

RESUMEN

El artículo tiene el propósito de analizar los elementos que dan cuenta sobre la situación del sistema político local en el Perú a partir de una experiencia de gestión local compleja en el marco de un sistema político democrático representativo. La metodología aplicada es triangular o combinada entre lo cuantitativo y lo cualitativo, cuya recolección de datos se basó en un cuestionario y una entrevista semiestructurada que han permitido el análisis de las variables del estudio en complemento con las categorías de análisis emergentes. Los resultados revelaron que la complejidad del funcionamiento del sistema político local está expresada en el comportamiento político de confrontación adoptado por los actores locales en el proceso de gestión de los gobiernos locales, y este fenómeno sociopolítico habría estado condicionado, en buena medida, por la estructura de corrupción y el comportamiento de los actores políticos y económicos a nivel nacional.

Palabras clave: Corrupción; Conflictos sociopolíticos; Democracia; Sistema político local

ABSTRACT

The purpose of the article is to analyze the elements that account for the situation of the local political system in Peru from a complex local management experience within the framework of a representative democratic political system. The applied methodology is triangular or combined between the quantitative and the qualitative, whose data collection was based on a questionnaire and a semistructured interview that have allowed the analysis of the study variables in addition to the emerging analysis categories. The results revealed that the complexity of the functioning of the local political system is expressed in the confrontational political behavior adopted by local actors in the management process of local governments, and this socio-political phenomenon would have been conditioned, largely, by the structure corruption and the behavior of political and economic actors at the national level.

Key words: Corruption; Sociopolitical conflicts; Democracy; Local political system

RESUMO

O objetivo do artigo é analisar os elementos que explicam a situação do sistema político local no Peru a partir de uma complexa experiência de gestão local no marco de um sistema político democrático representativo. A metodologia aplicada é triangular ou combinada entre a quantitativa e a qualitativa, cuja coleta de dados foi baseada em um questionário e uma entrevista semiestruturada que permitiram a análise das variáveis do estudo, além das categorias de análise emergentes. Os resultados revelaram que a complexidade do funcionamento do sistema político local se expressa no comportamento político de confronto adotado pelos atores locais no processo de gestão dos governos locais, e esse fenômeno sociopolítico teria sido condicionado, em grande medida, pela a corrupção da estrutura e o comportamento dos atores políticos e econômicos em nível nacional.

Palavras Chave: Corrupção; Conflitos sociopolíticos; Democracia; Sistema político local

SUMARIO

Introducción; 1. Enfoques de análisis teórico en torno a los conflictos sociales locales; 2. ¿Corrupción, crisis del sistema de partidos y crisis del sistema democrático formal?; 3. Análisis y discusión de resultados; 3.1. Percepciones en torno a los conflictos sociopolíticos en Pilcuyo; 3.2. Percepciones de los actores sociales respecto del alcalde distrital; 3.3. Desafíos y perspectivas políticas de la gestión municipal 4. Conclusiones.

Introducción

Los sistemas políticos democráticos en el mundo desde hace, aproximadamente, tres décadas han experimentado una serie de transformaciones en su dinámica de funcionamiento, esto tras la ruptura del orden establecido por el modelo del Estado de bienestar keynesiano (Farge, 2007). Aquellas transformaciones se han plasmado en el triunfo del liberalismo económico y político, dando lugar a la reducción, al mínimo, del Estado en la planificación y promoción del desarrollo, y el protagonismo del mercado en la determinación del comportamiento de los actores (Boron, 2003). En ese contexto, las sociedades han transitado hacia una mayor complejidad en sus relaciones sociales, económicas, políticas y culturales tras la adopción de roles nuevos. En la dimensión política se ha ampliado la brecha en las relaciones entre Estado y sociedad, que condujo a la crisis de representación política y, a su vez, éste produjo la crisis de legitimidad del Estado y del sistema político ante la ciudadanía (Tanaka, 2002). Este fenómeno sociopolítico se ha experimentado en los diferentes ámbitos y niveles de la sociedad peruana, acompañado por los fenómenos de la transnacionalización de la toma de decisiones políticas y económicas, y la globalización multidimensional. En este contexto, en los ámbitos locales los sistemas políticos, a pesar del impulso de mecanismos democrático-participativos, han mostrado debilidades e ineficiencia en la construcción de consensos, generando, por el contrario, insatisfacción y conflictos entre los actores sociales y políticos.

De esta manera, el estudio busca responder a la interrogante ¿Cómo afecta el fenómeno de la corrupción al sistema democrático formal en el distrito de Pilcuyo, Puno?, con ello se busca analizar los elementos que dan cuenta del sistema político local en el Perú a partir de una experiencia de gestión local en el marco de un sistema político democrático-representativo; cuyo marco de análisis teórico gira en torno a los conflictos sociales.

En la medida que el estudio centra su atención en el análisis e interpretación de los conflictos sociopolíticos generados durante el periodo de gestión municipal 2011-2014, la metodología de análisis está centrada en los actores involucrados en dicho fenómeno sociopolítico, y sobre esa base se identifica las perspectivas y expectativas de los actores políticos y sociales respecto de la nueva gestión municipal que se ha iniciado en enero del año 2015. Así, las técnicas e instrumentos de investigación aplicados para la recolección de datos son de carácter combinado o triangular, es decir, hay una complementariedad entre las técnicas cuantitativas y cualitativas: encuesta, observación participante y entrevista semiestructurada. Estas técnicas de investigación fueron aplicadas durante los meses de enero, febrero y marzo del año 2015, donde participaron los diferentes actores sociales y políticos involucrados en el fenómeno del conflicto sociopolítico producido durante el periodo de estudio.

El distrito de Pilcuyo, ámbito del estudio, está ubicado al sur del departamento de Puno y próximo a la frontera con el vecino Estado Plurinacional de Bolivia; cuenta con una población total de 14,151 habitantes, de los cuales el 50,3% son mujeres y el 90,3% viven en las áreas rurales, y mayoritariamente, son adolescentes, niños y jóvenes. En tanto que el grueso de la población adulta tiende a envejecer (INEI, 2008).

Para efectos del estudio, se ha tomado como población objetivo a la población en edad activa o en edad electoral, cuya muestra probabilística aplicada es de 370 habitantes jefes/as de hogar, quienes radican en las diferentes parcialidades, comunidades, sectores, centros poblados y a nivel urbano del distrito de Pilcuyo. Así, según sexo se observa que mayoritariamente ha participado la población masculina, con el 60,5%; mientras que el 39,5% de participantes en el estudio fue la población femenina. Esta distribución de la población participante en el estudio, donde hay más varones que mujeres se debe a que en las zonas rurales andinas, por lo general, las mujeres se abstienen a expresar su opinión en torno a cuestiones o asuntos públicos, lo que está relacionado con la cultura política local, cuya tendencia es similar por zonas estudiadas.

Ahora bien, los resultados de la investigación dan cuenta de que las relaciones entre gobierno local y sociedad civil local son complejas, frágiles y deficitarias. Esta situación se expresa en la escasa capacidad de los actores políticos y sociales para generar consensos mínimos y construir un proyecto político local, donde la primacía de los conflictos sociopolíticos son considerados como parte de los comportamientos desviados de los actores sociales y no como parte del proceso de cambio y transformación del sistema democrático representativo.

1. Enfoques de análisis teórico en torno a los conflictos sociales locales

Desde la teoría del conflicto social de Dahrendorf (1962) podemos sostener que los conflictos sociales, en principio, constituyen oportunidades de cambio y transformación, bien para la evolución o involución de una determinada sociedad, esto dependiendo cómo sean gestionados dichos conflictos. Sin embargo, desde la perspectiva del funcionalismo-estructural de Parsons, citado en Ritzer (1993) los conflictos sociales constituirían factores que inciden negativamente en el funcionamiento del sistema social. Es decir, los conflictos sociales darían lugar a la inestabilidad sociopolítica y económica, y por ende generarían la ingobernabilidad en un determinado nivel de gobierno. Al respecto, Caballero (2012: 21) sostiene que “gran parte de la actual conflictividad social en el interior del país está basada en la oposición de la población y los grupos sociales organizados contra sus propias autoridades municipales provinciales y distritales, así como contra sus autoridades regionales”.

Para este último autor, uno de los argumentos frecuentemente utilizados en este tipo de conflictos es la permanente sospecha de la población respecto del mal uso de los fondos públicos y los delitos de corrupción, que constituyen el principal argumento para la confrontación política. Pero la población asocia corrupción con prácticas autoritarias, con actitudes de manipulación en procesos electorales y, sobre todo, con la pasividad y confabulación de las instituciones con la práctica corrupta, con lo cual extiende el acto deshonesto del individuo o de la autoridad política. Por ello, cuando las denuncias estallan con inusitada violencia se convierten inevitablemente en conflictos que afectan seriamente la gobernabilidad local y debilitan la credibilidad en las instituciones políticas de alcance regional y nacional. Este tipo de conflictos se han desarrollado en diversas regiones y localidades del país, motivados por la intensa disputa por el poder local entre grupos sociales o líderes locales, cuya expresión máxima de violencia se produjo con el asesinato colectivo del alcalde de Ilave.

Por otro lado, desde la perspectiva de Degregori (2004) los conflictos sociales en los ámbitos locales se producen a raíz de una gran debilidad del Estado, entendida no principalmente como ausencia de “mano dura”, sino como la deficiencia en las capacidades institucionales, especialmente de los organismos de representación, de participación y fiscalización/control. Así, la debilidad y la ineficacia del Estado y la inexistencia de partidos políticos, hacen que los municipios se conviertan en terreno de disputa y última instancia para dirimir la supremacía entre grupos enfrentados por el poder local. Estos pueden acceder a las alcaldías con requisitos mínimos de firmas y de votos, y controlarlas mayoritariamente.

Por tanto, en un contexto de fragmentación y debilidad institucional, la exacerbación de los conflictos locales sin “instancias de apelación” eficientes, favorece un clima de polarización y desconfianza extrema que, una vez desatado un conflicto, hace cada vez más difícil cualquier posibilidad de negociación conforme pasa el tiempo.

Por su parte, Pajuelo (2004 y 2009) sostiene que uno de los factores que condiciona la generación de conflictos sociales en los ámbitos locales es la crisis de representación política expresada en la ausencia e ineficacia de los mecanismos de concertación y participación local. Y la naturaleza de estos mecanismos de diálogo y participación se debe, en buena medida, a la escasa o nula voluntad política de las autoridades locales electas y a la escasa legitimidad o reconocimiento social de los mecanismos de representación y participación ciudadana implantadas desde la lógica de un Estado centralista, sin tomar en cuenta las peculiaridades diversas que poseen las sociedades locales.

Ahora bien, en términos de Remy (2005) el proceso de democratización del sistema político en los ámbitos locales a partir de las elecciones de 1963 y 1966 ha dado lugar a la aparición e inclusión de nuevos sectores y actores sociales, y con ello el recambio de las élites locales; no obstante, la interrupción del militarismo en términos institucionales (1968-1979), la incorporación de nuevos sectores sociales ha continuado, la misma que con la reapertura a la democracia en 1980 se ha profundizado. Así, varias investigaciones citadas por Remy, sostienen que este proceso de cambio se produce en diferentes lugares del país: “Grupos emergentes” (Díez, 1999) un “sector comunero económicamente más alto y con más experiencia” (Guerrero, 2002) acceden a gobiernos locales en espacios de alta ruralidad desde las elecciones de 1980. Como resultado de ese proceso la administración étnica tradicional pasaba a ser paulatinamente reemplazada por aquellos nuevos actores. Asimismo, según Quispe (2003) a partir de las elecciones de 1980, los “campesinos emergentes” son quienes, en mayor medida, acceden y controlan los poderes locales en ámbitos de mayor presencia de poblaciones rurales, donde los “mistis” tenían mayor protagonismo político en el pasado.

De esta manera, los ámbitos locales se convierten en escenarios de disputa por el poder local entre los descendientes de los terratenientes, ahora comerciantes, y los comuneros, que empiezan a presentarse en las listas de candidatos a regidores de los municipios (Diez, 1994); mientras que si bien las relaciones de poder continúan configurándose entre “mistis y campesinos emergentes”, sin embargo, quienes controlan los poderes locales ya no son los mistis, sino los campesinos emergentes. Los mistis o sus herederos desempeñan principalmente cargos en el magisterio -profesores-, quienes en el pasado continuamente tenían el control del poder político local, desde los espacios distritales. Por su parte, los campesinos emergentes, actualmente desempeñan cargos similares al de los mistis y a su vez controlan los poderes políticos locales (Quispe, 2003).

Además, la ruptura y las transformaciones institucionales, producidas con el fujimorismo durante la década de 1990, han generado la crisis del sistema de partidos políticos y la proliferación de movimientos políticos independientes, cuya consecuencia final se tradujo en la fragmentación y desintegración social y política en los ámbitos locales del país (Remy, 2005 y Quispe, 2013). Todo este estado de cosas habría generado las condiciones favorables para el estallido de los conflictos sociales en las sociedades locales.

2. ¿Corrupción, crisis del sistema de partidos y crisis del sistema democrático formal?

Para entender el fenómeno de la corrupción que estaría conduciendo al colapso del sistema democrático formal en el Perú y América Latina, en términos de Della Porta (2001) es necesario la integración de dos perspectivas de análisis: primero, el macro-sistémico en el que se produce la corrupción para la funcionalidad del sistema; y segundo, los individuos implicados en ella, cuyo comportamiento se basa en la racionalidad instrumental.

De acuerdo con lo anterior, el comportamiento de los individuos o de los actores políticos se produce en el marco de determinadas condiciones estructurales, que en un sistema democrático basado en la existencia de un sistema de partidos políticos, la intermediación política se produce en torno a principios ideológicos y programáticos. Sin embargo, como producto de cambios y transformaciones estructurales, los partidos políticos de masas y por consiguiente las ideologías y los programas de acción han colapsado; y como consecuencia surgieron nuevos actores políticos denominados “políticos de negocios”, porque combinan la intermediación política con los negocios (legales o ilegales) y, en general, la participación personal en actividades económicas con la mediación política en el sentido tradicional.

En el caso peruano, este fenómeno sociopolítico de crisis del sistema de partidos y el advenimiento de los movimientos políticos independientes sin base ideológica ni programática a nivel local y nacional se ha desarrollado desde fines de la década del ochenta y durante toda la década del noventa del siglo pasado. Este fenómeno político según Remy (2005) y Quispe (2013) se produjo tras la ruptura y las transformaciones institucionales, con el fujimorismo a inicios de la década de 1990, expresada en la instauración de la nueva Constitución Política del Estado y la serie de leyes que dinamizaron el proceso político durante esa década y en adelante, hasta la actualidad.

Por su parte, Rousseau en Porta (2012) sostiene la destrucción del estado de naturaleza para dar lugar a la desigualdad y la corrupción. Así, con la constitución del derecho a la propiedad el hombre da un salto desde el estado de naturaleza hacia la sociedad civil. De este modo, no sólo se transforma el sistema social, sino que el hombre mismo cambia con él. Este es el principio de la socialización del hombre, y por tanto, el comienzo también de su corrupción.

Para Alesina y Angeletos (2005) la corrupción es un fenómeno que influye en el desempeño del Estado y en el proceso de las políticas públicas; es decir, cuando no hay corrupción, la estabilidad del Estado es único, y cuando hay corrupción se complementan las políticas del pasado y las actuales: a mayor corrupción en el pasado mayor desigualdad e injusticia en el presente. Asimismo, estos autores afirman que los gobiernos pequeños o de nivel menor no corrigen las desigualdades e injusticias del mercado, a su vez, los gobiernos grandes o de mayor nivel incrementan la corrupción y la búsqueda de rentas. En esta misma orientación, en los países en vías de desarrollo, el gasto público hacia los pobres a menudo está mal enfocado y crea focos de corrupción y favoritismo; y a menudo ciertos lobbies salen como grandes ganadores a expensas de los verdaderamente necesitados.

Finalmente, según Panfichi y Alvarado (2011) las causas de la corrupción en el Estado peruano son: la falta de liderazgo político de las autoridades en la lucha contra la corrupción, la debilidad de las instituciones de control, la falta de capacitación de los funcionarios públicos, la falta de transparencia, la débil participación ciudadana y la percepción de una extendida impunidad.

La corrupción es uno de los problemas más serios que enfrenta el Perú. Impide el desarrollo, el crecimiento económico y obstaculiza la lucha contra la desigualdad, así como el funcionamiento y la legitimación de la democracia. Entonces, la corrupción debilita la capacidad y la legitimidad de las instituciones, lo que, acompañado por la sensación de impunidad y la sucesión de escándalos de corrupción, genera desafección ciudadana hacia la democracia.

3. Análisis y discusión de resultados

3.1. Percepciones en torno a los conflictos sociopolíticos en Pilcuyo

De acuerdo con los enfoques teóricos expuestos en los apartados anteriores, sostenemos que los conflictos sociopolíticos producidos durante los años 2013 y 2014, entre las autoridades municipales y la población, en el distrito de Pilcuyo se produjo como respuesta a la insatisfacción social, que terminaría con la vacancia del Alcalde electo para el periodo 2011-2014, situación similar se produjo con el Alcalde reemplazante durante el último año de gestión (2014). Esta situación nos da cuenta de la inestabilidad sociopolítica y por ende de la situación de ingobernabilidad vivida en el distrito de Pilcuyo. No obstante, los actores sociales y políticos no estuvieron en la capacidad de canalizar aquellos conflictos sociopolíticos como mecanismos de transformación de la estructura política local y el comportamiento de los actores políticos en éste ámbito.

La situación de inestabilidad sociopolítica e ingobernabilidad en aquél distrito se habría debido a una serie de factores y hechos producidos durante el periodo en mención. Tales hechos se expresan en: la corrupción de los ex-alcaldes; el mal manejo de los bienes de la Aduana: maquinarias; la malversación de fondos municipales por el Alcalde anterior, referidos por el 26,5%, 21,4% y 14,3% de los entrevistados, respectivamente (ver tabla 1). Si analizamos estos hechos o fenómenos sociopolíticos referidos por nuestros entrevistados, que habrían motivado el surgimiento y desarrollo de los conflictos sociopolíticos están relacionados, directa e indirectamente, con el fenómeno de la corrupción; fenómeno social que se ha venido intensificando durante los últimos años en los diferentes niveles de gobierno y en los diferentes ámbitos de la sociedad. Ésta problemática es la que afecta hoy a las altas esferas de la clase política peruana y latinoamericana, expresada en los escándalos de corrupción producidos por la compañía brasileña Odebrecht. Esta situación es la que daría lugar a la crisis del propio sistema político democrático formal y con ello a la apertura de un nuevo modelo de democracia basada en la revolución y la reconstrucción ciudadana desde los ámbitos locales.

Tabla 1 Distrito de Pilcuyo: Percepciones sobre los Conflictos Sociopolíticos entre la Municipalidad y la Población por Zona, según Causas del Conflicto, 2015. 

Percepciones sobre los conflictos sociopolíticos entre la municipalidad y la población
Causas del Conflicto Sociopolítico Zona Total
Lago Media Alta
Incapacidad y mala gestión de los exalcaldes 13 25 5 43
% 14.1 15.0 4.5 11.6
Corrupción de los ex-alcaldes 21 41 36 98
% 22.8 24.6 32.4 26.5
Mal manejo de los bienes de la Aduana: robo de maquinarias 7 32 40 79
% 7.6 19.2 36.0 21.4
El Alcalde anterior ha robado dinero 4 8 1 13
% 4.3 4.8 0.9 3.5
Incumplimiento de compromisos por parte del ex-alcalde 3 8 2 13
% 3.3 4.8 1.8 3.5
Malversación de fondos 10 19 11 40
% 10.9 11.4 9.9 10.8
Problemas económicos entre ex-alcalde y regidores 6 10 0 16
% 6.5 6.0 0.0 4.3
Conflictos de poder 10 3 1 14
% 10.9 1.8 0.9 3.8
No sabe/No opina 18 21 15 54
% 19.6 12.6 13.5 14.6
Total 92 167 111 370
% 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

De esta manera, en global el 62,8% de nuestros entrevistados sostienen que los actos relacionados con el fenómeno de la corrupción por parte de las autoridades municipales habrían motivado el estallido de los conflictos sociopolíticos en el distrito de Pilcuyo. Estos datos se expresan, aún de manera más marcada en algunos sectores de la población del distrito.

Otros factores adicionales que habrían contribuido en el origen de aquellos conflictos son: la incapacidad y mala gestión de los exalcaldes, y por ende se habría producido el incumplimiento de los compromisos por parte de ellos, referidos por el 11,6 y el 3,5% de nuestros entrevistados, respectivamente. Todos estos argumentos habrían sido utilizados por los grupos opositores a la gestión municipal como estrategias de confrontación política. Así como sostuviera Caballero (2012) la permanente sospecha de la población respecto del mal uso de los fondos públicos y los delitos de corrupción, constituyen los principales argumentos para la confrontación política de los grupos de interés y presión hacia la gestión municipal. Este comportamiento de los actores locales, según Della Porta (2001), se habría producido en respuesta a su racionalidad instrumental, y a su vez, habrían reproducido las estructuras de corrupción desarrolladas en el ámbito nacional. En términos de Panfichi y Alvarado (2011) el desarrollo y profundización del fenómeno de la corrupción se habría debido a una serie de factores, entre ellas, la fragilidad institucional en materia de control estatal y la escasa capacidad y liderazgo de los actores políticos para la lucha contra la corrupción.

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015

Gráfico 1 Causas del Origen de los Conflictos Sociopolíticos entre la Municipalidad y la Población 

Los conflictos sociopolíticos que se han generado y desarrollado en el distrito de Pilcuyo tuvieron su vigencia durante toda la campaña electoral de las Elecciones Municipales y Regionales del año 2014; aunque su origen radica en el primer año de gestión municipal (2011), año en que la Municipalidad distrital de Pilcuyo recibió “formalmente” la transferencia de una serie de bienes muebles y enseres por parte de diferentes instituciones públicas, tales como la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y la Aduana. Los bienes “formalmente” transferidos nunca habrían llegado a la Municipalidad y por tanto nunca habrían prestado servicios a la población:

Las irregularidades tienen origen en el 2011; desde esa época, terceras personas y algunos funcionarios del municipio de Pilcuyo se habrían apropiado indebidamente y sistemáticamente de bienes transferidos, en calidad de donación y sesión de uso, por entidades como la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) además de la Intendencia de Aduanas Puno. Mediante la Resolución Directoral N° 557-2011-MTC del 8 de junio del 2011, el MTC transfiere a la Municipalidad Distrital de Pilcuyo una planta lavadora de materiales. De la misma forma, la PCM hace transferencia de 839 bienes muebles, a través de la Resolución Directoral N° 132-2011-PCM/OG/A, con fecha 19 de agosto del 2011. Ese mismo año el MTC, mediante Resolución Directoral N°1053-2011-MTC/10 del 21 de diciembre, transfirió un semi-remolque cama baja y cocina de asfalto. Asimismo la Resolución Directoral N° 0232012-MTC del 19 de enero del 2012 sustenta la transferencia de una planta chancadora primaria y zaranda vibratoria, donación realizada por el MTC. El 25 de abril del 2012, la Resolución de Intendencia N° 181-3H0000-2012-000290 indica la decisión de Aduanas para adjudicar mercadería por un valor de S/. 9 028.07. Las donaciones en referencia nunca llegaron a la Municipalidad Distrital de Pilcuyo, por ende, jamás prestaron servicio en la entidad y en algunos casos (donación de Aduanas) no fueron distribuidos entre la población. Curiosamente, bienes como la planta lavadora tienen guía de remisión y registro de haber sido recogidos por Gino Echevarría Alberca, allí figura también el acta de entrega y recepción firmada por el alcalde de Pilcuyo, el 15 de marzo del 2012 (Diario Correo, 2013).

Estos hechos son los que dieron lugar al origen de los conflictos sociales, que en este caso se inició desde el primer año de gestión municipal del Alcalde David Quille Gómez, que dicho sea de paso, a nivel provincial tiene su antecedente próximo el conflicto sociopolítico acaecido en el año 2004, que ha desembocado en el ajusticiamiento popular o asesinato del Alcalde provincial: Cirilo F. Robles Callomamani. Esta situación, según Alesina y Angeletos (2005) sería propio de los países en vías de desarrollo, donde los recursos públicos dirigidos a los pobres no llegan a sus destinatarios, creando focos de corrupción y favoritismo, y quienes salen ganando son los lobbies a costa de los más necesitados.

No obstante, además de los actos de corrupción que motivaron o que dieron origen a los conflictos sociopolíticos, estos se producen, también como resultado de los intereses en pugna de los grupos sociales o líderes locales por acceder al poder local: el municipio distrital. Así, en términos de Bourdieu en Ritzer (1993), el municipio como el ámbito de ejercicio del poder local se convierte en el campo de lucha política entre los diferentes actores sociales y políticos en pugna, donde ponen en juego sus habitus expresados en sus diversas modalidades en términos de capital económico, político, social, cultural, intelectual y simbólico. Dicho en términos de Díez (1994) y Quispe (2003) los ámbitos locales se convierten en escenarios de disputa por el poder local -municipal- entre los antiguos y nuevos actores sociales locales. Los grupos o actores sociales opositores a la gestión municipal, muchas veces, son grupos perdedores de las elecciones municipales, quienes buscan generar inestabilidad social y política, con el propósito de ganar protagonismo y rédito político con miras a las próximas elecciones.

De esta manera, el origen de los conflictos sociopolíticos data del año 2011, y el mismo conflicto como “acción colectiva” tuvo su expresión desde la segunda mitad del año 2013 (a diez años del conflicto sociopolítico a nivel provincial) hasta las elecciones del año 2014. Por lo tanto, dicho fenómeno sociopolítico ha influido directa y considerablemente en el proceso electoral y en los resultados electorales, en las que salió electo como nuevo Alcalde el Señor Antonio Ticona Aro para el periodo de gestión municipal 2015-2018.

La arena política electoral como un mecanismo de acceso al poder local se ha convertido a nivel provincial y distrital en un escenario de confrontación y lucha política entre intereses de grupos sociales opuestos, en muchos casos centrados en la concepción del municipio como jugoso botín que constituyen las inversiones o fondos municipales. Así, el municipio es visto como una agencia de empleo de determinados grupos de interés y presión que acceden al poder municipal, cuyo accionar se basa en la lógica del clientelismo político. Tomando en cuenta las características del ámbito de estudio, sostenemos que en las localidades con mayor ruralidad, donde la situación socioeconómica y cultural es poco favorable, el desarrollo de las relaciones informales como el fenómeno del clientelismo político o el intercambio de favores y dádivas, es terreno fértil.

3.2. Percepciones de los actores sociales respecto del alcalde distrital

Como en todo sistema democrático representativo el acceso y la legitimación social del poder se produce a través del mecanismo electoral, este procedimiento democrático en los ámbitos locales como el distrito de Pilcuyo se ha arraigado en los habitantes o electores, quienes cada cierto tiempo (cada 4 años a nivel local y regional, y cada 5 años a nivel nacional) acuden a las urnas para elegir a sus representantes locales, regionales y nacionales. De esta manera, las elecciones han venido a formar parte de la cultura política local como correlato de la cultura política nacional.

Corroborando lo sostenido en el parágrafo anterior, el Señor Antonio Ticona Aro fue electo en las últimas elecciones municipales y regionales por las filas del “Frente Amplio”: una coalición política de partidos, organizaciones políticas, movimientos sociales y ciudadanos activistas del Perú, cuyo objetivo principal es consolidar a los distintos sectores de izquierda, progresistas y ciudadanos que buscan un manejo más democrático y sin corrupción de la cosa pública en el Perú, participar en las elecciones municipales de 2014 y las presidenciales de 2016 con una candidatura y un solo programa de gobierno (Andina, 2013). Este panorama y plataforma política configurada por los diferentes actores con tendencia político-ideológica de izquierdas, da cuenta de la fragilidad de una de las instituciones estructurantes del sistema político en el país: el sistema de partidos1. Porque, tras la crisis de esta institución política, desde fines de los años ochenta e inicios de los noventa, los diferentes actores sociales, políticos y económicos han venido organizándose a través de la proliferación de movimientos u organizaciones políticas independientes para participar en los diversos procesos electorales a nivel nacional, regional y local; dando lugar al surgimiento de los denominados “outsiders” o caudillos en los diferentes niveles territoriales de gobierno. Entre los más destacados podemos mencionar a Ricardo Belmont y Alberto Fujimori en las décadas del ochenta y noventa. Y de manera recurrente, desde inicios de este siglo hasta la actualidad, los gobiernos de turno han sido liderados, en su gran mayoría, por outsiders y caudillos, y a través de movimientos políticos independientes, sin una base ideológica ni programática.

Tabla 2 Distrito de Pilcuyo: Percepciones sobre el Mecanismo de Acceso al Poder Local del Alcalde Actual por Zonas, 2015. 

Percepciones sobre el mecanismo de acceso al poder local
Mecanismo de Acceso al Poder Local Zona (Alcaldía Distrital) Zona Total
Lago Media Alta
Elecciones y voto mayoritario del pueblo 37 56 29 122
% 40.2 33.5 26.1 33.0
Apoyo de las comunidades 6 23 11 40
% 6.5 13.8 9.9 10.8
Buena campaña política y limpia: estrategia de concientización sin mucho gasto 10 11 12 33
% 10.9 6.6 10.8 8.9
Ha ganado irregularmente: se ha comprado votos y votaron los fallecidos 1 6 6 13
% 1.1 3.6 5.4 3.5
Postuló varias veces 5 10 0 15
% 5.4 6.0 0.0 4.1
Es de la comunidad y es bueno 1 4 2 7
% 1.1 2.4 1.8 1.9
Tiene capacidad política y de gestión 3 5 3 11
% 3.3 3.0 2.7 3.0
Por sus promesas electorales. 12 9 9 30
% 13.0 5.4 8.1 8.1
No sabe/No opina 17 43 39 99
% 18.5 25.7 35.1 26.8
Total 92 167 111 370
% 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

Ratificando lo sostenido más arriba, en la tabla 2 observamos que el 33,0% de nuestros entrevistados sostuvieron que el Alcalde Actual accedió al poder local a través de las elecciones y el voto mayoritario del pueblo. Esta afirmación es reforzada por el 10,8% de los entrevistados, quienes refieren que el éxito electoral se debió a que el alcalde recibió el apoyo de las comunidades, y este apoyo se debió a que la campaña política fue buena y limpia mediante la aplicación de la estrategia de concientización de la población, referido por el 8,9% de los entrevistados. Ahora bien, según la tabla en mención, todos estos mecanismos que le permitieron a que el Alcalde actual accediera al poder local son más marcados aun en la zona lago y en la zona media del distrito de Pilcuyo.

Por otro lado, en la tabla anterior observamos que hay un sector importante de la población que, según nuestros entrevistados, el 26,8% de la población no sabe o no opina sobre el mecanismo o la forma cómo el Alcalde actual accedió al poder local. Entre estos datos estarían encubiertos los que no participaron en el proceso electoral y parte de las voces opositoras a la nueva gestión municipal.

Ahora bien, el comportamiento político de la población respecto de los resultados electorales municipales del año 2014 ha sido y es ampliamente favorable para el Alcalde Antonio Ticona Aro, puesto que el 88,9% de la población se muestra de acuerdo con su elección, este grado de acuerdo es aún mayor en las zonas lago y media del distrito (ver tabla 3). Sin embargo, es importante advertir que entre este grupo de población se encontrarían aquellos electores resignados que en la campaña electoral apoyaron a otros movimientos o grupos políticos que perdieron las elecciones, y que ahora se ponen de acuerdo para cederle la oportunidad de asumir los grandes desafíos sociales, económicos y políticos del distrito.

Tabla 3 Distrito de Pilcuyo: comportamiento político de la población sobre el resultado electoral por zonas, 2015. 

Comportamiento político de la población sobre el resultado electoral
Comportamiento Político de la Población respecto de los Resultado Electoral Zona Total
Lago Media Alta
87 154 88 329
% 94.6 92.2 79.3 88.9
No 4 12 20 36
% 4.3 7.2 18.0 9.7
No opina 1 1 3 5
% 1.1 0.6 2.7 1.4
Total 92 167 111 370
% 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

Para dar sentido y explicación al éxito electoral del alcalde actual, es importante hacer referencia a las estrategias político-electorales utilizadas y aplicadas en el proceso de la campaña electoral. Así, en la tabla 4, podemos identificar y corroborar que, una de las primeras estrategias políticas ante la situación del conflicto sociopolítico generado en el distrito, como producto de los diversos actos de corrupción generados por la gestión municipal anterior, utilizó el discurso del cambio con nuevas autoridades, discurso que fue acogido por el 17,6% de la población, seguido por la estrategia de que representa la voz del pueblo, acogido por el 14,9% de la población. Agregado a las estrategias anteriores se valió de sus propuestas políticas y técnicas con la finalidad e interés de desarrollar el distrito, estas estrategias aglutinaron un total de 17,3% de la población que acogió y/o percibió de esa manera las propuestas del alcalde electo. Además, podemos sostener que el apoyo mayoritario ha recibido de las zonas lago y media del distrito, respectivamente.

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015

Gráfico 2 Distrito de Pilcuyo: comportamiento político de la población respecto de los resultados electorales. 

Por otro lado, el comportamiento político de la población del distrito de Pilcuyo se ha venido configurando en el tiempo, y a esto ha contribuido dos factores relevantes: de una parte, el Alcalde electo Señor Antonio Ticona Aro ha realizado el trabajo político en el campo desde hace años atrás, porque previo a su elección en el año 2014, ya había sido candidato por tres veces consecutivas, lo cual ha generado en la población su tenacidad y constancia, y señales de merecimiento. Este último aspecto es lo que comúnmente está arraigado en la cultura política de las poblaciones electorales de las zonas rurales andinas, es decir, otorgarle su voto valorando la constancia y la perseverancia de los candidatos; aunque en algunos casos esa valoración y el voto gira en torno a incentivos materiales o en especie (intercambio de favores, bienes y servicios), lo que en muchos casos degenera el proceso electoral y desnaturaliza el sistema democrático, y finalmente, se traduce en el vaciamiento de la política. Ante éstas prácticas políticas, tanto en los ámbitos locales como en el ámbito nacional, el Congreso de la República ha elaborado e incorporado en la Ley N° 28094, Ley de Organizaciones Políticas, el Artículo 42, el 17 de enero de 2016, según la cual:

Las organizaciones políticas, en el marco de un proceso electoral están prohibidas de efectuar la entrega, promesa u ofrecimiento de dinero, regalos, dádivas u otros obsequios de naturaleza económica, de manera directa o a través de terceros, salvo aquéllos que constituyan propaganda electoral, en cuyo caso no deberán exceder del 0.5% de la UIT por cada bien entregado como propaganda electoral. Esta conducta se entiende como grave y será sancionada con una multa de 100 UIT que será impuesta por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) en un plazo no mayor de 30 días. Dicha prohibición se extiende a los candidatos a cualquier cargo público de origen popular, y será sancionado por el Jurado Nacional de Elecciones con la exclusión del proceso electoral correspondiente.

Este artículo de la citada Ley ha generado y generará cambios en el comportamiento de los actores sociales y políticos en los ámbitos locales, durante las elecciones municipales y regionales, y a nivel nacional. Porque, últimamente durante las elecciones locales se ha proliferado la práctica política basada en las prebendas y dádivas por parte de los candidatos hacia la población electoral, degenerando con ello la cultura cívica y la cultura política de las poblaciones locales; y como consecuencia final se pone en cuestión el funcionamiento de los sistemas políticos democráticos locales y por ende el sistema político democrático nacional.

Tabla 4 Distrito de Pilcuyo: Comportamiento Político de la Población por Zonas, según Razones del Éxito Electoral del Alcalde. 

Comportamiento político de la población
Razones del Éxito Electoral del Alcalde Actual Zona Total
Lago Media Alta
Por las buenas propuestas 6 21 18 45
% 6.5 12.6 16.2 12.2
Por el cambio con nuevas autoridades 13 22 30 65
% 14.1 13.2 27.0 17.6
Porque tiene el interés de desarrollar el Distrito 5 11 3 19
% 5.4 6.6 2.7 5.1
Por la Voluntad de Dios 1 0 0 1
% 1.1 0.0 0.0 0.3
Porque es buena persona, equitativo y buen Alcalde 2 13 3 18
% 2.2 7.8 2.7 4.9
Es mi candidato favorito 3 3 2 8
% 3.3 1.8 1.8 2.2
Es la voz del pueblo 20 22 13 55
% 21.7 13.2 11.7 14.9
Incapacidad e ineficiencia 0 2 1 3
% 0.0 1.2 0.9 0.8
Porque ha pagado, es ladrón 0 1 1 2
% 0.0 0.6 0.9 0.5
No sabe/No opina 42 72 40 154
% 45.7 43.1 36.0 41.6
Total 92 167 111 370
% 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

3.3. Desafíos y perspectivas políticas de la gestión municipal

En todo inicio de gestión gubernamental, ya sea a nivel local, regional o nacional, se generan desafíos y esperanzas para las nuevas autoridades electas que asumen la responsabilidad de gestionar las demandas, necesidades y problemáticas, sobre las que han asumido compromisos ante la población en el proceso de la campaña electoral. Estos desafíos y perspectivas se constituyen, además, en oportunidades para construir cambios y procesos de transformación socioeconómica y política en el territorio.

Tabla 5 Distrito de Pilcuyo: Expectativas de la Población respecto del Alcalde por Zonas, 2015 

Expectativas de la población respecto del alcalde
Expectativas de la Población respecto del Alcalde Actual Zona Total
Lago Media Alta
Gobernará bien porque es talentoso 5 12 1 18
% 5.4 7.2 0.9 4.9
Que trabaje/gobierne bien 25 45 22 92
% 27.2 26.9 19.8 24.9
Que no sea como el ex-alcalde Quille: cumpla sus compromisos y no malverse fondos 0 3 0 3
% 0.0 1.8 0.0 0.8
Su meta es llegar a la Provincia y a la Región 0 1 0 1
% 0.0 0.6 0.0 0.3
Que ejecute obras y proyectos 21 40 37 98
% 22.8 24.0 33.3 26.5
Cambio total en el Municipio: transparencia y coordinación con la población 0 6 2 8
% 0.0 3.6 1.8 2.2
No hay esperanzas positivas 6 10 10 26
% 6.5 6.0 9.0 7.0
Cumplimiento de compromisos 13 14 10 37
% 14.1 8.4 9.0 10.0
Construcción del muelle 1 0 0 1
% 1.1 0.0 0.0 0.3
No sabe/No opina 21 36 29 86
% 22.8 21.6 26.1 23.2
Total 92 167 111 370
% 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: elaborado en base a los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

No obstante, en la medida que no se gestione apropiadamente las demandas, las necesidades y los problemas de la población, planteadas e incorporadas en la agenda política de la nueva gestión política local, se constituirían en factores que originen los nuevos conflictos sociopolíticos. Por ello, es importante tomar en consideración las expectativas y demandas de la población del distrito de Pilcuyo respecto de su Alcalde.

Así, según la tabla 5, el 26,5% de los entrevistados piden que el Alcalde ejecute obras y proyectos, seguido de aquellos quienes piden que el Alcalde trabaje o gobierne bien, referido por el 24,9% de los entrevistados; además, el 10,0% de los entrevistados piden el cumplimiento de los compromisos electorales. Todas estas demandas se constituyen en los desafíos para las autoridades municipales electas.

Frente a lo anterior, de acuerdo con la tabla en mención, sólo el 4,9% de la población tiene esperanza, confianza y la expectativa de que el Alcalde gobernará bien porque cuenta con talento necesario para asumir y desempeñar dicha responsabilidad de gobierno; no obstante, el 7,0% de la población no tiene esperanzas ni expectativas positivas respecto de la gestión del Alcalde electo. Este último dato se convertiría en el cuello de botella y, a su vez, en el desafío político para la gestión municipal en curso y los venideros.

Fuente: elaborado con base en los datos del Diagnóstico Socioeconómico Situacional del Distrito de Pilcuyo, 2015.

Gráfico 3 Distrito de Pilcuyo: Propuestas/Sugerencias de la Población para una Buena Gestión del Alcalde por Zonas, 2015. 

Ahora bien, con la finalidad de afrontar adecuadamente los desafíos y las expectativas de la ciudadanía, la población entrevistada propone y sugiere algunas estrategias para que sean tomadas en cuenta por las autoridades municipales electas y designadas para el proceso de gestión política municipal.

Así, en el gráfico 3, podemos observar que en promedio el 23,2% de los entrevistados sostienen que el Alcalde y su equipo de gobierno deben cumplir con su compromiso electoral; para ello deberán trabajar, en su gestión, coordinadamente con el pueblo y sin conflictos, referido por el 21,6% de los entrevistados en promedio; asimismo, deben brindar apoyo equitativo a todas las comunidades, zonas y familias del distrito, referido por el 11,1% de nuestros entrevistados en promedio; además, el 10,8% de ellos en promedio sostienen que las autoridades municipales deben gestionar proyectos en diferentes sectores, y que trabajen con honestidad, referido por el 7,8% de los entrevistados en promedio.

De lo anterior, podemos sostener que la cultura política de la población del distrito de Pilcuyo está asociada fuertemente al mecanismo democrático de las elecciones, porque a través de ella periódicamente transfieren su soberanía popular a sus representantes políticos locales, legitimando de esa manera, socialmente, el sistema político democrático en los ámbitos locales, al menos de carácter formal.

Sin embargo, en el distrito ámbito de estudio se observa un fenómeno político destacable, y a su vez, alarmante, en el sentido que sectores importantes de la población no se sienten del todo satisfechos con el mencionado sistema político democrático, porque durante el último periodo de gestión municipal han vivido una experiencia negativa, expresado en los conflictos sociopolíticos acaecidos entre las autoridades municipales electas y la población; por ello es que actualmente se mantiene latente el temor a la generación de nuevos conflictos sociopolíticos en la población.

Este panorama de experiencias negativas suscitadas en el distrito de Pilcuyo se presenta como uno de los desafíos más importantes para las autoridades municipales elegidas y designadas para la gestión municipal, porque implica gestionar su cambio y transformación hacia la generación de un escenario de oportunidades y bienestar, mediante la respuesta y superación de las demandas, necesidades y situaciones problemáticas de la población.

La insatisfacción ciudadana respecto de sus autoridades políticas locales electas se ha producido como resultado de una serie de actos de corrupción que tendrían su origen en las elecciones locales, regionales y nacionales que se han mercantilizado durante los últimos 30 años, tras la ruptura del orden institucional y la instauración del autoritarismo de Fujimori. La mercantilización de las elecciones y por ende el vaciamiento de la política se ha expresado en la compra de conciencias y de votos a cambio de dádivas y regalos, problemática que habría estado minando el sistema político democrático en los diferentes ámbitos y niveles del Estado peruano. Fenómeno político y económico que hoy se expresa en los mencionados escándalos de corrupción producidos por la compañía brasileña Odebrecht, y generando como consecuencia la triple crisis sistémica: política, económica y social.

Lo expuesto hasta aquí ya había sido corroborado por Degregori (2004: 50) en el sentido que “los procesos de construcción del Estado de derecho y de ampliación de la ciudadanía son asumidos como un proceso civilizatorio, o más concretamente pedagógico, de educación ciudadana; y no como un proceso de negociación del poder entre diferentes sectores, donde también los pobres, excluidos o étnicos, juegan un rol activo y dejan su huella. En realidad, el modelo de democracia representativa moderna, que se trata de llevar a la práctica en el país, especialmente a partir de la Constitución de 1979, se tiene que construir como por sobre varias capas de tradiciones o culturas políticas, algunas abiertamente autoritarias, otras que corresponderían a lo que Fareed Zakaria llama democracias iliberales”.

Reafirmando estas contradicciones del modelo democrático formal con la realidad sociocultural diversa y excluida del país, Quijano (2004) sostuvo que la experiencia peruana de los últimos años no sólo ilustra la grave contradicción existente entre el anhelo de afirmación democrática y la continuidad del neoliberalismo, en la medida que éste reproduce las desigualdades y exclusiones, así como las fuentes de conflictividad social y de violencia. También permite mirar con más cautela el desarrollo de nuevas formas de protesta y movilización social, en un momento en que el conjunto de América Latina, frente a la evidente bancarrota neoliberal, parece buscar nuevas salidas y alternativas.

Finalmente, todo este estado de cosas producido a niveles macro y micro en el Perú, nos da cuenta de los serios desafíos que enfrenta el sistema democrático formal implantado, con el consiguiente resquebrajamiento de la confianza ciudadana respecto de las diversas instituciones políticas y del propio proceso político; generando a su vez, la apatía respecto del sistema político vigente y la búsqueda de nuevas iniciativas y modelos de mayor proximidad coherentes con las sociedades y culturas locales y regionales.

4. Conclusiones

Primera, las percepciones sociales de la población en torno a los factores que motivaron la situación del conflicto sociopolítico estarían expresados en los diversos actos de corrupción2 de las autoridades municipales y la incapacidad o la mala gestión de los mismos actores políticos de turno, y el aprovechamiento de la situación por parte de los grupos opositores a la gestión municipal, como estrategia de confrontación política en respuesta a su racionalidad instrumental.

Segunda, los conflictos sociopolíticos, en buena medida, han sido motivados por los grupos de interés y presión, quienes entraron en pugna por el acceso al poder local (el municipio), porque habían perdido en las elecciones municipales anteriores. Este comportamiento de los actores sociopolíticos locales nos da cuenta de que el Municipio como la expresión del poder local se convierte en el botín y en el campo de lucha política entre los diversos grupos de interés y presión, organizados de modo informal, frágil y coyuntural.

Tercera, la arena política electoral en el contexto de la crisis de partidos políticos y del propio sistema de partidos a nivel nacional ha generado la fragmentación sociopolítica generalizada en los ámbitos locales, esto como producto de la proliferación de movimientos políticos independientes y el ascenso de los outsiders y los caudillos. Es decir, el acceso al municipio se convierte en el motor de los conflictos sociopolíticos entre los grupos de interés y la desintegración social en los ámbitos locales. De manera que en estos ámbitos se produce insatisfacción social, sub-representación, ruptura de legitimidad e inestabilidad sociopolítica; constituyéndose todo ello en los desafíos al sistema democrático formal en el país.

Cuarta, al producirse las contradicciones o incoherencias entre el sistema democrático formal y la realidad sociocultural diversa y excluida del país, desde los ámbitos locales y regionales, cuestionando aquel sistema, se busca generar nuevos modelos políticos de mayor proximidad que respondan a las peculiaridades de las culturas locales y regionales. Esta situación problemática sería replicable en los diferentes ámbitos locales a nivel nacional.

Bibliografía

Alesina, Alberto y George-Marios Angeletos (2005). “Corruption, inequality, and fairness”. En: Journal of Monetary Economics, vol. 52, N° 7, pp. 1227-1244. [ Links ]

Boron, Atilio (2003). Estado, capitalismo y democracia en América Latina. Buenos Aires: CLACSO. [ Links ]

Caballero, Víctor (2012). Conflictividad social y gobernabilidad en el Perú. La Paz-Bolivia: IDEA Internacional - PNUD. [ Links ]

Chaiña, Fermín Francisco y Edgar Quispe (2015). Diagnóstico socioeconómico situacional del Distrito de Pilcuyo 2015. Informe de Consultoría. Pilcuyo: Municipalidad Distrital de Pilcuyo. [ Links ]

Dahrendorf, Ralph (1962). Las clases sociales y su conflicto en la sociedad industrial. Madrid: Ediciones Rialp. [ Links ]

Degregori, Carlos Iván (2004). Ilave: Desafíos de la gobernabilidad, la democracia participativa y la descentralización. Lima: Grupo Propuesta Ciudadana. [ Links ]

Della Porta, Donatella (2001). “Los actores de la corrupción: políticos de negocios en Italia”. En: Gestión y Análisis de Políticas Públicas, Nº 21, INAP, Madrid, pp. 23-34. [ Links ]

Diez, Alejandro (1994). “Ahora los ponchos son de lana sintética: transformaciones sociales en la sierra de Piura, 1970-1990”. En: Degregori, C. I.; Escobal, J. y Marticorena, B. (eds.). Perú: el problema agrario en debate. SEPIA V. Lima: SEPIA. [ Links ]

Farge, Carlos (2007). “El Estado de bienestar”. En: Enfoques, Vol. XIX, N° 1-2, pp. 45-54. [ Links ]

INEI (2008). Censos nacionales 2007: XI de población y VI de vivienda. Sistema de consulta de resultados censales. Disponible en: http://desa.inei.gob.pe/censos2007/tabulados/Links ]

Pajuelo, Ramón (2009). No hay ley para nosotros…” Gobierno local, sociedad y conflicto en el altiplano: el caso Ilave. Lima: Asociación SER-IEP. [ Links ]

Pajuelo, Ramón (2004). Perú: crisis política permanente y nuevas protestas sociales. Buenos Aires: CLACSO . [ Links ]

Panfichi, Aldo y Mariana Alvarado (2011). “Corrupción y gobernabilidad”. En: Economía y sociedad, N° 77, CIES, pp. 16-20. [ Links ]

Porta, Adrià (2012). Dialéctica del contrato social. Análisis histórico y filosófico del contractualismo. Trabajo de investigación. Aula Escola Europea. [ Links ]

Quijano, Aníbal (2004). “El laberinto de América Latina: ¿hay otras salidas?”. En: Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, Vol. 10, N° 1, enero-abril, Caracas: Universidad Central de Venezuela, pp. 75-97. [ Links ]

Quispe, Edgar (2013). Gobernanza local en red y desarrollo socioeconómico local. Las redes de cooperación intermunicipal en el Perú. Santiago de Chile: ICHEM - UACH. [ Links ]

Quispe, Edgar (2012). El sistema político local en el Perú. Participación y liderazgo político. Saarbrucken, Alemania: EAE. [ Links ]

Quispe, Edgar (2003). Condicionantes de la participación y articulación entre los actores en los espacios de concertación para el desarrollo local. Experiencias de concertación en Moho y Carhuaz. Tesis para optar el grado de Magíster en Sociología. Lima. PUCP. [ Links ]

Remy, María Isabel (2005). “Los gobiernos locales en el Perú: entre el entusiasmo democrático y el deterioro de la representación política”. En: Vich, V. (edit.). El Estado está de vuelta: desigualdad, diversidad y democracia. Lima: IEP. [ Links ]

Ritzer, George (1993). Teoría Sociológica Contemporánea. México: McGraw-Hill [ Links ]

Tanaka, Martín (2002). “Las relaciones entre Estado y sociedad en el Perú: desestructuración sin reestructuración. Un ensayo bibliográfico”. En: América Latina Hoy, N° 31, Ediciones Universidad de Salamanca, pp. 189-218. [ Links ]

1A día de hoy la fragilidad y la crisis de los partidos políticos como el Frente Amplio se hacen más crónicas. Así, El congresista Marco Arana denunció que varios legisladores del Frente Amplio decidieron formar un nuevo grupo denominado Bloque Nuevo Perú, que, según indicó, representaría una ruptura de la bancada. El nuevo bloque está integrado por nueve representantes que simpatizan con los postulados de Verónika Mendoza, lideresa de Nuevo Perú (Perú21, 09 de febrero de 2017).

2Fenómeno político y económico que habría estado minando el sistema político democrático y el modelo de desarrollo económico implantado en los diferentes ámbitos y niveles del Estado. Dicho de otra manera, el propio sistema se habría generado su propia crisis, en la que está sumido hoy.

Recibido: 14 de Julio de 2019; Revisado: 11 de Diciembre de 2020; Aprobado: 07 de Enero de 2021

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons