SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.24 número41“É uma família, a gente briga, odeia, ama”. Sociabilidades na perspectiva das trabalhadoras das ferrovias metropolitanas de Buenos Aires (Argentina)Sociología del arte y de las políticas públicas, en plural índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Trabajo y sociedad

versão On-line ISSN 1514-6871

Trab. soc. vol.24 no.41 Santiago del Estero jul. 2023  Epub 01-Jul-2023

 

Articulos

Trabajar en Plataformas en Argentina: usos y valoraciones de esta nueva modalidad de trabajo

Work on Platforms in Argentina uses and valuations of this new work modality

Trabalhar em Plataformas na Argentina: usos e avaliações desta nova modalidade de trabalho

Julieta LONGO*  , Investigadora Asistente

Mariana BUSSO**  , Investigadora Independiente

Mariana FERNÁNDEZ MASSI***  , Investigadora Asistente

* Socióloga, Dra. en Ciencias Sociales, Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Laboratorio de Estudios en Sociología y Economía del Trabajo del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (LESET, IdIHCS, CONICET-UNLP); longojulieta@gmail.com

** Socióloga, Dra. en Ciencias Sociales, Investigadora Independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Laboratorio de Estudios en Sociología y Economía del Trabajo del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (LESET, IdIHCS, CONICET-UNLP); mbusso@fahce.unlp.edu.ar; marianabusso@yahoo.com

*** Economista, Dra. en Ciencias Sociales, Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Laboratorio de Estudios en Sociología y Economía del Trabajo del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (LESET, IdIHCS, CONICET-UNLP); marianafmassi@gmail.com

RESUMEN

El objetivo de este artículo es analizar el trabajo en plataforma en Argentina como alternativa escogida por un segmento de la fuerza de trabajo. Para ello se indagarán los usos y valoraciones que quienes allí se desempeñan hacen de este tipo de trabajo. Con el objetivo de visibilizar situaciones antagónicas que están detrás del fenómeno de la economía de plataformas, seleccionamos dos casos que responden a distintos tipos de servicios: de reparto (entrega a domicilio) y de diseño gráfico. Asimismo, la fuerza de trabajo que congregan presenta características diversas en función a la complejidad de la tarea desempeñada. Mientras que las plataformas de reparto ofrecen servicios físicos de complejidad baja, las de diseño brindan servicios virtuales de media y alta calificación. El análisis se basa en datos primarios, que responden a una estrategia metodológica cualitativa. Se realizaron entrevistas en profundidad a trabajadores y trabajadoras de ambos tipos de plataforma en dos ciudades (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y La Plata). El principal aporte radica en identificar y sistematizar distintos usos y valoraciones del trabajo de plataformas en Argentina, lo cual permite echar luz sobre los motivos por los que se escoge desempeñar esta actividad laboral.

Palabras clave: Economía de Plataformas; Trabajo de plataformas; Reparto; Diseño gráfico; Latinoamérica; Argentina

ABSTRACT

The aim of this article is to analyse platform work in Argentina as an alternative chosen by a segment of the workforce. To this end, we explore the uses and valuations that those who work there make of this type of work. With the aim of making visible antagonistic situations that lie behind the phenomenon of the platform economy, we select two cases related to different types of services: delivery (home delivery) and graphic design. Likewise, the workforce they bring together has different characteristics depending on the complexity of the task performed. While delivery platforms offer physical services of low complexity, design platforms offer virtual services of medium and high qualification. The analysis is based on primary data, which respond to a qualitative methodological strategy. We conducted in-depth interviews with workers from both types of platforms in two cities (Buenos Aires City and La Plata). The main contribution lies in identifying and systematising different uses and valuations of platform work in Argentina, which allows us to shed light on the reasons for choosing to carry out this work activity.

Keywords: Platform Economy; Platform work; Delivery; Graphic design; Latin America; Argentina

RESUMO

O objetivo do artigo é analisar o trabalho em plataformas digitais na Argentina como alternativa escolhida por um segmento da força de trabalho. Com esse fim, serão pesquisados os usos e as valorações que as pessoas que ali trabalham fazem dessa modalidade de trabalho. Com o objetivo de tornar visíveis situações antagônicas que estão por trás do fenômeno da economia de plataformas até no mesmo território, selecionamos dois casos que oferecem diferentes tipos de serviços: delivery e design gráfico. Da mesma forma, a força de trabalho que eles congregam tem características diversas dependendo da complexidade da tarefa desempenhada. Enquanto as plataformas de entrega oferecem serviços físicos de baixa complexidade, as plataformas de design oferecem serviços virtuais de média e alta qualificação. Metodologicamente a análise baseia-se em dados primários, que respondem a uma estratégia qualitativa de investigação. Foram realizadas entrevistas em profundidade com trabalhadores de ambos tipos de plataformas em duas cidades (Cidade de Buenos Aires e La Plata). A principal contribuição está em identificar e sistematizar diferentes usos e valorizações do trabalho em plataformas digitais na Argentina, o que contribui para a compreensão das motivações que os trabalhadores têm ao escolher essa atividade laboral.

Palavras chave: Economia de Plataforma; Trabalho em Plataformas; Delivery; Design Gráfico; América latina; Argentina

SUMARIO:

1. Introducción; 2. El contexto de arribo y expansión de la economía de plataformas en Argentina; 3. Trabajar en las plataformas: usos y valoraciones del trabajo; 3.1. El trabajo de reparto a través de plataformas; 3.2. El trabajo de diseño a través de plataformas; 4. Consideraciones finales; 5. Referencias bibliográficas.

*****

1. Introducción

La economía de plataforma emerge como gran novedad del mercado laboral a inicios del siglo XXI, a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, a pesar de tratarse de las mismas empresas que operan a escala internacional, el fenómeno parece presentar características distintivas en cada región del mundo.

En este artículo nos proponemos presentar algunas de las particularidades que el trabajo en las plataformas asumió en Argentina. El interés de analizar el desarrollo de estas empresas en un país latinoamericano radica en la especificidad que adquieren en mercados de trabajo con altos índices de informalidad y precariedad laboral. Sin embargo, al interior de esta región la situación argentina es particular ya que históricamente ha presentado altas tasas de asalarización y sindicalización (Marshall, 2006). Este texto propone pensar la realidad de empresas de plataformas en un escenario donde el trabajo informal y el empleo precario han incrementado su presencia, pero donde aún se encuentra presente el recuerdo de la relación asalariada formal como norma y no como excepción (Busso, 2013).

Las diferencias en el trabajo de plataformas no sólo se explican por las particularidades regionales sino que al interior de cada país encontramos también heterogeneidades. Si bien la mayoría de los estudios que analizaron el empleo en plataformas en Argentina se centran en el trabajo de reparto (Battistini, 2021; Del Bono, 2019; Haidar, 2020; Haidar y otros, 2021; Lopez Mourelo y Pereyra, 2020), estas empresas ofrecen distintos tipos de servicios y congregan a personas con diferentes trayectorias educativo-laborales y orígenes sociales. Siguiendo la distinción establecida por De Groen, Maselli & Fabo (2016), por un lado encontramos las que brindan servicios físicos, también conocidas como trabajo offline o trabajo local, y por el otro las que ofrecen servicios virtuales, denominadas trabajo remoto, en línea o crowdwork. Mientras que las primeras son utilizadas por trabajadores que inevitablemente deben trasladarse físicamente para ejecutar la tarea, las segundas tienen la particularidad de poder realizar el trabajo desde cualquier parte del mundo, definiendo sus ingresos monetarios a partir de valores internacionales. Por el tipo de servicio y localización que suponen las primeras, tienen que adaptarse a marcos normativos y aprovechar vacíos legales de los países; mientras que en las segundas esto no resulta necesario dada la deslocalización y la virtualización de las tareas y los pagos.

El objetivo de este artículo es identificar distintos usos y valoraciones que quienes se desempeñan allí hacen de este tipo de trabajo. Estudios previos enfatizan las condiciones de trabajo precarias en las que se asienta esta modalidad de trabajo debido a la ausencia de contrato y derechos laborales (aguinaldo, licencias, etc) y a la consecuente inestabilidad laboral que ello genera (Del Bono y Bulloni, 2021; Hidalgo Cordero y Salazar Daza, 2020). Sin embargo, y tal como señalan distintos estudios, se trata de una actividad valorada positivamente por personas que la eligen como inserción laboral (Haidar, 2020; Ros et. al, 2021). A partir de un abordaje cualitativo, en este artículo nos proponemos indagar las razones que se encuentran detrás de dicha valoración a partir de la comparación de dos casos que responden a distintos tipos de servicios: de reparto (servicios físicos) y de diseño gráfico (servicios virtuales). La fuerza de trabajo que congregan ambas plataformas presenta características diversas en función a la complejidad de la tarea desempeñada. Mientras que las de reparto ofrecen servicios físicos de complejidad baja, las de diseño brindan servicios virtuales de media y alta calificación.

El artículo se divide en tres secciones. A continuación presentamos las características centrales para comprender la especificidad del mercado laboral argentino y el contexto en el que estas empresas arribaron al país. En la siguiente sección, luego de ofrecer precisiones metodológicas sobre el abordaje empírico, nos adentramos en el análisis de los dos casos de estudio. Finalizamos el texto con reflexiones sobre las similitudes y diferencias entre ambos tipos de plataformas, en relación a los usos y valoraciones asociadas a este tipo de inserción laboral en Argentina.

2. El contexto de arribo y expansión de la economía de plataformas en Argentina.

La economía de plataformas se expande en Argentina en un contexto sumamente propicio para su desarrollo, donde se combinan aspectos histórico-estructurales de la economía, la política y el mercado de trabajo local, junto a un proceso amplio de transformación de la racionalidad capitalista a escala global y a aspectos coyunturales asociados al momento histórico, tanto a nivel nacional como mundial.

El mercado de trabajo argentino, al igual que el de otros países latinoamericanos, se caracteriza por su profunda heterogeneidad estructural, la cual remite a “condiciones económicas estructurales de sistemas productivos sometidos a modelos de desarrollo desiguales, combinados y dependientes” (Salvia y Vera, 2009: 353). Se identifican, por un lado, sectores concentrados, con tecnología de punta y altamente productivos y por otro, una amplia mayoría de sectores con escaso nivel de desarrollo y producción. Esta dualidad del mercado laboral latinoamericano, donde Argentina no ha sido la excepción, fue descrita y analizada desde mediados del siglo XX por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), siendo pioneros los estudios de Prebisch (1962) y Pinto (1973).

Sin embargo, a diferencia de otros países latinoamericanos, en Argentina hasta la década de 1970 el empleo asalariado formal alcanzó niveles excepcionales para la región y era considerado “la norma”. Paralelamente, las organizaciones sindicales, con altos índices de afiliación y representatividad, ejercían un rol central en el escenario político y económico. Fue a partir del año 1975 que se evidenció un proceso de deterioro del mercado de trabajo, en general, y del sector asalariado formal y de su movimiento obrero organizado en particular. El modelo económico liberal implementado por la última dictadura cívico-militar (1976-1983) propició una desindustrialización selectiva, el incremento del cuentapropismo informal y la exacerbación de los niveles de desigualdad y pobreza.

La degradación de las condiciones laborales no es un fenómeno particular de Argentina: a escala internacional desde finales de la década del ‘70 se constata un proceso de corrosión de la relación asalariada capitalista clásica (Sennet, 1998). En el país este punto de inflexión fue central y algunos autores señalan este momento como el inicio del “proceso de latinoamericanización del mercado de trabajo argentino” (Bayón, 2003). A partir de entonces, se multiplicaron las ocupaciones precarias (incluye asalariados no registrados en el sistema de seguridad social, trabajadores familiares sin remuneración y cuentapropistas en puestos sin calificación o calificación operativa), donde predominan bajos salarios e inestabilidad laboral. En 2019, antes del inicio de la pandemia, el 42,3% de la población ocupada se encontraba desempeñando este tipo de actividades según datos del INDEC, alcanzando el 60,5% en el caso de jóvenes (18 a 29 años). Son las personas jóvenes, migrantes, mujeres y aquellas con bajo nivel educativo quienes se encuentran sobrerrepresentadas en este grupo más vulnerable. En el año 2019 en todos estos colectivos la tasa de ocupados precarios superaba el 50% de los puestos de trabajo. A su vez son quienes vieron más afectado su nivel de ingresos. Entre 2018 y 2021 la caída del poder adquisitivo de las y los trabajadores no registrados fue del 25,9%, mientras que para quienes se desempeñaban en el sector privado con contratos registrados fue del 15,6%. Paralelamente los precios de la Canasta Básica Total (CBT) subieron 230%, lo cual impactó en el índice de pobreza que pasó de 26% a 40% según datos oficiales.

La segunda característica a señalar es la constante volatilidad macroeconómica, con recurrentes crisis que generan una constante imprevisibilidad económica y procesos inflacionarios crónicos. Durante los últimos 5 años la inflación anual promedio fue del 40,6%, el tipo de cambio oficial pasó de $15,9 por dólar en diciembre de 2016 a $102,7 en diciembre de 2021, y desde 2012 el país no experimenta dos años seguidos de crecimiento, con una recesión sostenida desde 2018 hasta 2020. La aceleración de la inflación y la devaluación de la moneda local depreciaron fuertemente los salarios en términos internacionales. Mientras que en noviembre de 2017 el salario promedio de trabajadores del sector formal llegó a u$s14571, dos años después descendió a u$s639 y en el marco de la pandemia (octubre de 2020) llegó al valor más bajo de la última década: u$s332. En noviembre de 2021 comenzó a recuperarse, arribando a u$s 461, al mismo valor que en 2003. La depreciación de la moneda local fue acompañada en los últimos años por políticas cambiarias sumamente restrictivas, que tienen como objetivo evitar una devaluación mayor de la moneda. Estas medidas implican límites mensuales en la compra de monedas extranjeras y trabas administrativo-burocráticas para comprar y retirar dólares del sistema financiero2.

La inestabilidad económica es acompañada por cambios cíclicos en los discursos gubernamentales y en los marcos normativos, resultado de la oscilación entre gobiernos con adscripciones político-ideológicas distantes. Es así como después de 10 años de gobierno «social desarrollista» (2002-2015), donde primó un período de crecimiento económico y mejoramiento de las principales variables del mercado de trabajo (caída de la desocupación y crecimiento del empleo registrado), en diciembre de 2015 arribó al poder una alianza de partidos de centro-derecha que aplicó nuevamente políticas de corte neoliberal internacionalizado (2015-2019), con fuerte apoyo de los empresarios y del sistema financiero.

En este período se facilitó administrativa y políticamente el asiento de empresas extranjeras en el territorio nacional. Ello se dio en el marco de cambios normativos como también de la difusión y legitimación de un discurso de época enarbolado por referentes del gobierno nacional, que fagocitaba el emprendedurismo propio de la “racionalidad neoliberal” (Laval y Dardot, 2013). Luego de años de gobiernos posneoliberales (Nercesian, 2017), que priorizaron políticas en pos de la inclusión social junto a un fuerte énfasis en el discurso de “los derechos”3, el paradigma que propugna la exacerbación de lo individual se hizo entonces nuevamente explícito en algunos gobiernos latinoamericanos, y en particular, en el argentino. Hacia fines de la década de 1970 Michael Foucault ya alertaba de la existencia de una nueva racionalidad capitalista denominada “racionalidad neoliberal” que delineaba un proceso de transformación de la condición del yo-trabajador, motorizado por la figura del “homo economicus empresario de sí mismo”, y donde cada individuo es “su propio capital, su propio productor, la fuente de sus ingresos” (Foucault, 2007:265). El auge que cobró este discurso desde el aparato estatal (Pérez y Busso, 2020) y las políticas desplegadas durante el período 2015-2019 permiten comprender el crecimiento de las empresas de plataformas en el país.

En el caso de las de servicios físicos, si bien en el año 2011 arriba al país la primera empresa de plataforma de envíos -PedidosYa, de origen uruguayo-, es recién a comienzos de 2018 que este tipo de emprendimientos de reparto irrumpen fuertemente, aprovechando el contexto político-económico propicio para su despliegue y consolidación. La sanción de la denominada “Ley de Apoyo al Capital Emprendedor (ley 27349/2017), instauró la figura jurídica de Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), la cual facilitó los trámites de creación e inscripción de una empresa, fue clave para la radicación de estas empresas en el país. Ello permitió acortar plazos, reducir el capital inicial necesario y eliminar la obligación de presentar balances contables ante la Inspección General de Justicia (IGJ). Las empresas de envíos como Glovo, Rappi y UberEats utilizaron esta figura jurídica para radicarse en el país. Por su parte, PedidosYa, que ya venía operando con repartidoras/es contratadas/os, modificó la modalidad de gestión de su fuerza de trabajo, aprovechando las “ventajas” del contexto, por lo que despidió a sus trabajadores e incorporó repartidoras/es monotributistas (sin relación formal de dependencia). A pesar que estas cuatro empresas multinacionales se radicaron en el país en los últimos años con presencia en los mayores centros urbanos, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires, en 2022 se encuentran en actividad solo dos: Rappi y PedidosYa4.

Durante estos años también se propició el desarrollo de plataformas de servicios virtuales. En un contexto de depreciación de la moneda nacional, el cobro en divisa extranjera se ha convertido en un gran atractivo para trabajar en estas plataformas, más aún con la generalización de nuevos medios de pago (como Pay Pal o la difusión de criptomonedas) que permiten eludir restricciones e impuestos aplicados al cobro de servicios al extranjero. Hasta 2016, las empresas que operaban en este segmento en el país eran principalmente Workana y Freelancer. En los años posteriores, se multiplicaron las alternativas y el trabajo freelance comenzó a canalizarse a través de Fiverr y Upwork entre otras.

Sin embargo, fue el advenimiento de la pandemia, y el consecuente confinamiento iniciado en marzo de 2020, lo que constituyó sin dudas el punto de inflexión en el desarrollo de estas empresas tanto a nivel nacional como internacional. La pandemia generó un contexto donde se combinaron la pérdida de numerosos puestos de trabajo y la eliminación de las formas tradicionales de buscar y encontrar empleo, con una alta demanda de los servicios ofrecidos a través de plataformas (Battistini y Carmona, 2021).

En el caso de las plataformas de reparto, el parate económico afectó muy especialmente a las ocupaciones no registradas, siendo el sector que perdió mayor cantidad de puestos de trabajo5, pasando a engrosar no solo las filas de la desocupación sino especialmente de la inactividad. Ello implicó la pérdida total o parcial de ingresos para la amplia mayoría de la población. Las transferencias de ingresos por parte de organismos del Estado fueron focalizadas y limitadas, haciendo visible al amplio conjunto de la población económicamente activa que encontraba se desocupada o se desempeñaban en actividades no registradas o por cuenta propia con bajos ingresos6. Por otro lado, por el miedo al contagio y las restricciones a la circulación, creció la demanda de este tipo de servicios: las apps de reparto fueron consideradas “trabajo esencial” y por tanto no estaban alcanzadas por las restricciones de circulación y actividad impuestas por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), el cual fue extenso en el tiempo y generó un impacto devastador para la economía en su conjunto y para la vida social en general.

Tal como indican distintos relevamientos desarrollados en el marco de la pandemia, las empresas de plataformas dejaron de ser un espacio privilegiado para la inserción laboral de varones jóvenes migrantes y multiplicaron la participación de argentinos al interior de su fuerza de trabajo. Los relevamientos realizados en la etapa prepandemia indican que hasta ese momento 3 de cada 4 trabajadores de plataformas de repartos eran migrantes, principalmente venezolanos (Madariaga et al, 2019; López Mourelo, 2020). En tiempos de pandemia, aunque la población venezolana siguió siendo mayoritaria, alcanzando a un 50% del total, la presencia de repartidores/as de nacionalidad argentina trepó al 40%, según datos de la encuesta realizada por el CITRA (Haidar, 2020). Asimismo, según la misma fuente, se observó un incremento en la presencia de mujeres que, aunque siguió siendo minoritaria (14%), empezó a cambiar la clara masculinización de la actividad relevada en los primeros relevamientos: solo el 3% en Rappi y el 4,5% en Glovo eran trabajadoras mujeres (Madariaga et al, 2019).

Por su parte, las plataformas de servicios virtuales también crecieron en el marco de una situación donde el teletrabajo se convertía en la manera más efectiva de trabajar para gran parte de la población, minimizando el riesgo sanitario. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, en el segundo trimestre de 2020 el 13,6% de las y los trabajadores asalariados en Argentina, es decir, 1,43 millones de personas, realizaron sus tareas de forma remota. La oportunidad de continuar trabajando, pero de manera virtual, fue mayor para quienes contaban con título universitario o terciario y entre quienes estaban ocupados en el sector servicios (Schteingart, Kejsefman y Pesce, 2021). De esta manera, la pandemia naturalizó esta forma de trabajar en especial para algunos segmentos de la población. Por otra parte, las restricciones a la movilidad, propiciaron que las empresas deslocalicen internacionalmente cada vez más partes del proceso de trabajo. Argentina, como consecuencia de la depreciación de la moneda nacional y de la existencia de trabajadores y trabajadoras con altos niveles educativos, se convirtió en un país rentable para ofrecer servicios a escala global. En este contexto crecieron los usuarios argentinos en las plataformas de servicios virtuales. Según datos del Online Labour Observatory, en el año 2022 Argentina por primera vez se ubicó entre los principales 15 países donde se realiza el trabajo remoto: aportando el 1,2% de la fuerza de trabajo freelance online. Según la misma base de datos, el 35% de las personas que trabajan allí son mujeres y los principales servicios ofrecidos desde el país son los que las plataformas denominan trabajos creativos y de diseño (entre los que se encuentran proyectos de diseño gráfico, dirección de arte, animación, ilustración, diseño multimedial, entre otros), segmento en el que el 2% de las personas ocupadas a nivel mundial son argentinas7.

3. Trabajar en las plataformas: usos y valoraciones del trabajo

Luego de analizar brevemente las principales condiciones estructurales que permitieron la expansión del trabajo mediado y organizado por plataformas en Argentina, en este apartado nos preguntaremos por los usos y valoraciones que realizan quienes cotidianamente llevan adelante esta actividad. El trabajo en las plataformas de servicios físicos ¿es para las y los trabajadores un refugio ante la ausencia de posibilidades laborales? Para quienes trabajan en servicios virtuales, la posibilidad de cobrar su trabajo en dólares ¿es la razón que explica su trabajo allí?, y por último su inserción en las plataformas ¿influye en sus perspectivas de trabajo a futuro? ¿modifica la idea de “trabajo estable” como empleo deseado? Estas son algunas de las preguntas que guían nuestro análisis y que buscaremos problematizar a partir de la voz de las y los trabajadores.

Como adelantamos en la introducción, el abordaje empírico de esta investigación es de tipo cualitativo y se basa en el análisis de dos casos: empresas de reparto y de servicios de diseño gráfico e ilustración. En el primer caso se realizaron 25 entrevistas entre noviembre de 2020 y noviembre de 2021 a trabajadores de reparto de las dos plataformas de servicios físicos más utilizadas en la Argentina: Rappi, de origen colombiano, y PedidosYa, perteneciente al grupo DeliveryHero. En el segundo caso se realizaron 14 entrevistas a diseñadores y diseñadoras gráficas que trabajaban de forma freelance a través de plataformas entre abril de 2021 y junio de 2022.

La comparación entre ambos casos nos permite reflexionar acerca de distintos usos y sentidos del trabajo mediado u organizado a través de plataformas en trabajadores con calificaciones y niveles educativos muy diferentes. Asimismo, la comparación resulta de interés ya que, si bien en ninguno de los dos casos se exigen títulos o saberes específicos para crear sus perfiles y comenzar a trabajar, en el caso de las plataformas de crowdwork las y los diseñadores ponen en juego sus conocimientos y su experiencia previa, mientras que la relación de las y los trabajadores de envíos con su actividad es más bien instrumental.

Las entrevistas se realizaron con guiones estructurados a partir de los mismos ejes de preguntas y en ambos casos se entrevistaron trabajadores radicados en Buenos Aires, la ciudad más grande de Argentina, y La Plata, una ciudad intermedia con un perfil estudiantil dado que allí se ubica una de las principales universidades del país. El corpus de datos analizado incorpora diferentes publicaciones de medios de comunicación y redes sociales -posteos en grupos de redes sociales, tutoriales, podcast, entradas de blogs-, las bases y condiciones de las plataformas y los perfiles públicos de las y los trabajadores, en el caso de las plataformas de servicios virtuales.

3.1. El trabajo de reparto a través de plataformas

Las plataformas de reparto presentan algunos rasgos que resultan centrales para comprender la difusión que han tenido en el mercado de trabajo argentino: el fácil acceso, la promesa de flexibilidad horaria y la posibilidad de generar mejores ingresos respecto a otras alternativas8. Estos rasgos se combinan para dar lugar a diferentes usos de la plataforma por parte de las y los trabajadores. A partir de las entrevistas realizadas y de la información secundaria disponible es posible identificar tres perfiles distintos en función del uso que hacen estos trabajadores y trabajadoras de la plataforma.

En primer lugar, entre quienes son más jóvenes y sin responsabilidades de cuidado de otras personas, el trabajo de reparto aparece como una opción que permite articular trabajo y estudio, y generar un ingreso suficiente para cubrir gastos personales. Se trata fundamentalmente de jóvenes que viven con su familia o que viajaron desde otras ciudades a estudiar en la universidad. En las entrevistas mencionan como una ventaja de esta actividad el poder trabajar en jornadas reducidas y no hacerlo cuando están cerca de fechas de exámenes, dando cuenta además de la dificultad de encontrar trabajos de medio tiempo y/o en los cuales se respeten los días de estudio establecidos como un derecho por ley.

Este año estuve buscando trabajo y no encontré ninguna otra opción. Las opciones que tenía eran muchas horas y muy poco la paga o directamente no quedaba dentro del perfil” (Facundo, 26 años, PeYA, La Plata, bici, estudia informática).

Un aspecto crítico para sostener jornadas reducidas en las plataformas es no depender del ingreso generado para cubrir todas las necesidades propias y de la familia. En esos casos, la flexibilidad de la plataforma es utilizada para conectarse en franjas horarias más reducidas, y no hacerlo cuando surgen otros compromisos personales.

Mis expectativas eran medio “de ingenuo”, que pensé que me iba a alcanzar para independizarme absolutamente yo solo. Que me iba a poder ir a vivir solo. Sí es verdad que es plata rápida y que también te sirve si te querés comprar un pantalón o una remera, zapatillas, o una camiseta de tu club. Te estoy hablando de lo más terrenal. O salir a tomar algo con tus amistades. O jugar un partido de fútbol y tenés para poner” (Matías, 24 años, varón, argentino, Buenos Aires, PeYa, bici).

Para estas y estos jóvenes, las plataformas de reparto ofrecen la posibilidad de generar un ingreso adicional en tiempos que, de otro modo, serían de ocio. En particular, esto se hizo muy evidente en la pandemia y varias de las personas entrevistadas comenzaron a utilizar la plataforma para aprovechar los tiempos libres que les dejaba tener menos tiempos de transporte o menos actividades sociales.

Sin embargo, este uso de la plataforma y la posibilidad de conciliar los tiempos de trabajo y estudio dependen del grado de dependencia económica que la persona tiene de esos ingresos. Varias de las personas entrevistadas explicaron que, si bien la motivación inicial al incorporarse a las plataformas era mantener los tiempos de estudio, luego, la necesidad de trabajar más horas o en ciertos horarios pico los llevó a abandonarlo.

“...la aplicación me requería tiempo para ganar dinero, porque yo no podía decir ‘bueno, hoy laburo tanto y me voy a la facultad 6 horas’, (porque) no me generaba dinero. Y yo necesitaba ese dinero para fotocopias. Era laburaba o estudiaba” (Alejandro, 36 años, varón, argentino, Peya, La Plata, moto).

Un segundo uso de la plataforma está asociado al que hacen las personas que tienen un empleo y buscan complementar ingresos. Encontramos este uso tanto entre quienes tienen un empleo formal, pero que no es de tiempo completo, como entre quienes tienen empleos informales o un oficio o emprendimiento en el que ocupan 4-6 horas diarias o tiene una estacionalidad muy marcada, con más demanda en ciertos momentos del mes. La principal motivación para ingresar a la plataforma es que permite complementar los ingresos bajos del trabajo principal y pueden hacerlo algunas horas diarias adaptando los horarios a ese otro trabajo.

Yo tengo dos trabajos. Soy preceptor en un colegio. Y de noche reparto. Porque los salarios son bastante bajos y, bueno, hay que pagar el alquiler. Y trabajaré tres o cuatro días por semana. Depende como venga de plata y de energía. (…) Y entonces yo laburo en blanco, tengo obra social, y trabajo 5 horas de lunes a viernes. Es un golazo estar en la aplicación porque lo complementás con un par de horas más” (Franco, 23 años, varón, CABA, argentino, PeYa, moto.

Ahora bien, los bajos salarios del mercado de trabajo explican que muchos trabajadores y trabajadoras recurran a las plataformas para generar ingresos adicionales y, en algunos casos, a partir de la posibilidad de extender la jornada laboral, terminen por convertirse en el ingreso principal. Así, al igual que ocurre con jóvenes que terminan dejando sus estudios para trabajar más horas en las plataformas, cuando el otro trabajo ofrece un salario muy bajo o resulta más inestable, para estos trabajadores la plataforma se convierte en su empleo principal.

Yo cuando empecé con esto seguía haciendo shows de Magia y la idea era sumar a los días que yo no tenía fiesta sumarle a la aplicación. Y ahora se dio vuelta. Dependo de la aplicación. Antes era secundario, ahora pasó a ser primordial” (Charly, 49 años, varón, argentino, La Plata, PeYa, moto).

Finalmente, el tercer uso de las plataformas se corresponde con quienes trabajan en las mismas entre 6 y 7 días a la semana y una gran cantidad de horas, ya que se trata de su única o principal fuente de ingresos. Este es el uso más extendido de las plataformas en la Argentina y representaba en el 2020 a un 71% de las personas que trabajaban allí. Este porcentaje era más alto para trabajadores migrantes respecto a argentinos y decreciente con la edad (Haidar, 2020). Tal como hemos mencionado, si bien cuando las plataformas arribaron a suelo argentino este uso era muy difundido especialmente entre trabajadores migrantes en su llegada al país, a partir de la pandemia de COVID-19 es cada vez más relevante entre trabajadores argentinos que han perdido su empleo recientemente y utilizan la plataforma mientras buscan otra inserción laboral. En un contexto en el cual el seguro por desempleo tiene muy baja cobertura y ofrece un monto insuficiente para reemplazar completamente los ingresos, el fácil acceso al trabajo a través de plataformas aparece como una buena forma de continuar generando ingresos durante esos períodos.

Estos trabajadores, que dependen de las plataformas como principal o único ingreso, al consultarles por los aspectos que les gustaría cambiar, son quienes encuentran más problemas: tanto el monto pagado por envío, los criterios de asignación de zona o franja horaria, las reglas poco claras respecto a cómo se asignan y pagan los pedidos, la inseguridad a la que están expuestos y la falta de cobertura ante accidentes o robos.

¿Qué esperan del trabajo las y los repartidores de plataforma?

En quienes trabajan en plataformas de reparto resulta generalizado el deseo de conseguir un empleo en blanco; por lo que esta inserción se presenta como una actividad refugio, de carácter transitorio. Este deseo aparece en relación a ciertas garantías asociadas al empleo asalariado. En las últimas décadas, con la universalización de algunas prestaciones de la seguridad social y la extensión de políticas específicas para la población en condiciones de informalidad, ha habido un corrimiento del sujeto de derecho en la protección social. Sin embargo, el empleo estable y formal sigue siendo la llave de acceso a ciertos derechos básicos: como las licencias por enfermedad y vacaciones pagas, el derecho a seguro por desempleo e indemnización en caso de despido, la cobertura de salud a través de una obra social, así como también del ejercicio de derechos colectivos.

Y lo que veo de bueno de ellos es que era trabajo en blanco, vos tenías una relación empleado-jefe ante la ley. Si te despedían te tenían que indemnizar. Uno no se tenía que pagar sus propios aportes como hacemos los monotributistas, que está carísimo. Y bueno, básicamente te dan vacaciones… porque nosotros si queremos vacaciones tenemos que ahorrar plata y dejar de trabajar unos días y después cuando volvemos tenemos la cuenta inactiva, te bajan todos los niveles” (Alan, 25 años, varón, La Plata-Ensenada, PeYa, moto).

En efecto, la mayoría de las personas entrevistadas manifestaron la preocupación por la imposibilidad de generar ingresos ante un accidente, enfermedad o el robo o rotura de sus medios de trabajo (teléfono celular, bicicleta o moto). Así, la aspiración a conseguir un empleo formal está asociada tanto a estas garantías mínimas que asegura como también a la falta de otras redes de contención a las que recurrir en una situación de desempleo.

Para algunos trabajadores las plataformas de reparto brindan una oportunidad de ingresos hasta tanto mejoren las condiciones generales del mercado laboral. Para otros, el refugio se asocia con un mejoramiento de sus “condiciones de empleabilidad”, considerando que, al finalizar estudios, capacitaciones o adquirir algún oficio, pueden generar mejores posibilidades en el restringido mercado laboral formal.

Sí, de hecho, sigo mandando cv, he laburado en un montón de otras cosas y apunto a trabajar en otras cosas (…). Me gustaría estar laburando en algo que me aporte a mí. Hoy este trabajo me aporta solo ingresos, y limitados” (Alejandra, 28 años, mujer, CABA, Rappi, bici).

Con todo, la reciente llegada de estas plataformas no permite evaluar cuán transitoria es esta inserción. Si bien la exigencia física es muy alta, en particular para quienes utilizan bicicleta, y la rotación es alta, aproximadamente 1/3 de las y los trabajadores lleva ya más de un año trabajando en la plataforma (Haidar, 2020). A la vez, ya desde 2018 ha habido un proceso relevante de organización colectiva en el sector demandando que algunas de estas garantías básicas del empleo formal asalariado les sean reconocidas, en particular, aquellas vinculadas a los riesgos físicos que entraña la actividad y la calle como espacio de trabajo.

3.2. El trabajo de diseño a través de plataformas

Las empresas de plataformas también han ganado espacio en trabajos que requieren calificación técnica y/o profesional y que pueden realizarse de forma remota. Actividades de diseño, desarrollo de software, traducción, entre otras, pueden desarrollarse ahora desde cualquier parte del mundo. En el caso del trabajo creativo la estandarización de partes del proceso de trabajo a través de la utilización de distintos softwares construyó un lenguaje gráfico universal que facilita el diálogo y también permite la subdivisión de las profesiones creativas, que se realizan con reglas específicas de cada programa.

Podemos resumir brevemente los rasgos que resultan centrales para comprender por qué diseñadoras y diseñadores argentinos eligen ofrecer su trabajo a través de las plataformas: el pago en dólares, el rol de intermediación de las plataformas que les asegura cobrar a término9 y la flexibilidad horaria. Además, si bien muchos de los proyectos publicados son muy sencillos y requieren pocos conocimientos profesionales, existe una suerte de “carrera laboral” en las plataformas. Tal como señalan las y los entrevistados, en los primeros momentos es necesario realizar proyectos simples, por precios bajos, para construir una reputación que les permitirá acceder luego a ofertas laborales mejor pagas y también más interesantes para sus perfiles profesionales.

Aunque los rasgos mencionados son valorados por todas las personas entrevistadas, es posible distinguir tres usos distintos de esta modalidad de trabajo.

Un primer uso se relaciona con la construcción de sus primeras redes de clientes. Para quienes están terminando sus estudios y se encuentran en los inicios de su carrera profesional, trabajar en las plataformas les permite tener experiencias laborales, hacer un portfolio mostrando sus habilidades y construir una primera red de clientes. Habitualmente, diseñadores y diseñadoras hacían los primeros pasos de su carrera laboral o bien cobrando muy poco (haciendo pasantías, trabajando gratis para amigos/as o pasando presupuestos muy bajos para lograr tener los primeros trabajos) o bien trabajando en agencias. La plataforma es una manera más de generar estas redes que luego permiten tener trabajo sin buscarlo activamente.

“...está bueno para conseguir contactos y hacer trabajos que te interesen e ir armándote tu base de clientes y el portfolio” (Fiorella, 26 años, diseñadora gráfica e ilustradora, trabajadora freelance y en relación de dependencia).

“... quería llevar mis estudios a la práctica (...) iba a una facultad que tenía una carga horaria bastante importante y sabía que no podía trabajar un full time por muchas razones. También en ese momento surgió la necesidad de independizarme. Entonces quería un trabajo que me permitiese ganar bien y que no sean muchas horas. Y encontré que en el trabajo remoto sería más fácil” (Teodoro, 22 años, diseñador, trabajador freelance)

En este sentido, las plataformas están cambiando la forma en que las y los jóvenes se insertan en el mercado laboral (Sutherland y otros, 2020), complementando y en ocasiones reemplazando a las formas más clásicas de búsqueda de trabajo (como, por ejemplo, contactos de sus experiencias laborales, de la universidad y de redes familiares y amicales).

Un segundo uso se relaciona con los momentos de desempleo y/o reorientación de la carrera profesional. Cuando disminuye el trabajo, y el tiempo abunda, las y los diseñadores suelen dedicarse a hacer cursos o desarrollar proyectos personales para actualizar su portfolio y así conseguir nuevos clientes. Crear un perfil en la plataforma y “probar suerte” se convirtió para algunas de las personas entrevistadas en otra de las ocupaciones que pueden realizarse en momentos de desempleo para conseguir trabajo futuro:

“...en una época cuando por ahí no tenía tantos laburos de diseño y tampoco quería trabajar en cualquier cosa porque no me convocaba, me metí en una plataforma, que son concursos de diseño, y gané dos” (Amanda, 31 años, diseñadora gráfica y encuadernadora, trabajadora freelance, en relación de dependencia y autónoma)

En algunos casos esta inversión les permite construir perfiles activos en las plataformas que permanecen en el tiempo. En otros, luego de realizar algunas postulaciones y pequeños proyectos abandonan sus perfiles al conseguir mejores trabajos fuera de la plataforma.

El tercer uso, lo encontramos entre diseñadores y diseñadoras con más experiencia, que tienen redes de contactos sólidas, pero la utilizan como una manera de ampliar sus redes fuera del país, y así tener un complemento, en dólares, de trabajos freelance o en relación de dependencia. En estos casos, el trabajo en las plataformas constituye un ahorro o un complemento al sueldo.

“(Lo bueno de trabajar en plataformas es) el pago internacional, en euros o dólares. Eso está buenísimo, obvio. En general buscan cosas muy específicas entonces no te dan mucha vuelta con las correcciones” (Mariana, 35 años, diseñadora gráfica e ilustradora, trabajadora freelance).

Y en esta plataforma empecé el año anterior a la pandemia, habré empezado en octubre, noviembre. Pero empecé así, muy tranqui, porque tenía trabajos freelance en Argentina, míos, y eso lo tenía como un carril aparte, no era mi único modo de trabajar. Era más bien un plus, para tener contacto con otra gente, con otros idiomas” (Carla, 31 años, diseñadora gráfica, trabajadora freelance).

Complementar sus ingresos a través de algunos proyectos en dólares, les permite también dedicar más tiempo a sus proyectos personales o a actividades mal remuneradas pero vinculadas con lo que quieren hacer en sus carreras laborales. En algunos casos, el trabajo en las plataformas comienza a tener cada vez más relevancia y a competir con sus ingresos fuera de las plataformas.

En síntesis, usar la plataforma responde a distintas estrategias relacionadas con la forma en que las y los trabajadores construyen sus trayectorias profesionales. En los tres casos, sin embargo, la utilización de la plataforma constituye un medio para construir una carrera y no un fin en sí mismo. El trabajo en las plataformas aparece como una opción más en lo que construyen como una compleja red de contactos y de empleos, combinando distintos tipos de trabajos: freelance dentro y fuera de las plataformas, en relación de dependencia y trabajos autónomos vinculados a proyectos personales.

¿Qué esperan del trabajo las y los diseñadores que trabajan en plataformas?

Existe un gran consenso entre las y los diseñadores freelance: quieren continuar trabajando con esa modalidad. Incluso aquellos que al momento de la entrevista trabajaban complementariamente de esta forma, y dependían de sus trabajos en relación de dependencia, esperaban poder trabajar cada vez más de manera freelance.

“...sé que quiero ser súper freelance. Me gustaría hacer un mes trabajo y el mes siguiente no, y que los trabajos sean lo suficientemente buenos. Buenos en calidad de trabajo para no tener que buscar otros por afuera (…) Y lo suficientemente buenos de pago, como para poder costear ese mes y vivir solo de eso” (Ana, 27 años, diseñadora gráfica e ilustradora, trabajadora en relación de dependencia y freelance)

La valoración de esta modalidad de trabajo surge como una ambivalencia: lo mejor del trabajo es también lo más difícil. La ausencia de estabilidad laboral genera incertidumbre, sobre todo en relación a los ingresos, pero también es lo que permite que varíe, que no sea monótono y, de esta manera, que sea creativo.

Antes uno estaba en la misma empresa toda la vida. Y es como casarte también, ¿no? (...) Y me ponía a pensar, que yo desde muy chica sé que no me quiero casar, y no quiero estar para siempre con alguien… y pensaba ¿por qué si lo tenés tan claro con la pareja, no lo pensás de la misma manera para el trabajo?, ¿por qué te querés casar con un trabajo para siempre?, ¿por qué no podés ir coqueteando con diferentes cosas y disfrutar de lo que cada cosa te da?” (Florencia, 27 años, diseñadora gráfica e ilustradora, trabajadora freelance)

Esta valoración del trabajo freelance se explica fundamentalmente por dos motivos: uno tiene que ver con las características del mercado de trabajo en Argentina, y otro con las posibilidades que tienen las y los diseñadores de elegir empleos con más autonomía y libertad.

En primer lugar, quienes no trabajan de forma freelance lo hacen en agencias de publicidad o en estudios de diseño. La mayoría de estas agencias tienen pocas personas empleadas y son acotadas las posibilidades de ascender y proyectar allí una carrera laboral, el horario de trabajo es extenso y fijo, y en momentos de entregas se extiende sin control por parte de las trabajadoras, además los salarios son bajos, en particular en comparación con lo que pueden cobrar de forma independiente. Los estudios de diseño, por su parte, a veces permiten a las y los diseñadores trabajar en proyectos interesantes con profesionales reconocidos, pero generalmente trabajar allí implica ser pasante o tener salarios bajos. De alguna manera, como señalan Murgia y Pulignano (2019), las condiciones precarias en el mercado de trabajo formal y el retroceso de las regulaciones del Estado, explican la adaptación a una “cultura de la inseguridad”. En las experiencias laborales de las y los trabajadores de países dependientes, como Argentina, esta cultura está exacerbada, porque el empleo en relación de dependencia que ven como opción no aparece como sinónimo de un “buen trabajo”:

Previamente a mi carrera freelance, la realidad es que llegaba a mi casa a las 9 de la noche, con hambre, terminaba de comer con sueño y me iba a dormir. Es como que hay un agotamiento mental, creo, muy grande. Y está bueno poder salir de ahí” (Celeste, 29 años, diseñadora gráfica, trabajadora freelance)

Sin embargo, la valoración de esta modalidad de trabajo no sólo se entiende sólo como una adaptación: este trabajo les ofrece grados de autonomía y libertad que no encuentran en el trabajo en relación de dependencia.

“… (me gustaría trabajar) más de ilustración y por ahí más por proyectos. No tanto con un cliente fijo, sino por proyectos que me gusten (...) en general los procesos más creativos tienden a ser más por proyecto y no tanto clientes fijos (…) Igual ahora estoy en una etapa intermedia. (...) Como que sólo lo uno y sólo lo otro no (me convence), justamente por esto de la estabilidad” (Mariana, 35 años, diseñadora gráfica e ilustradora, trabajadora freelance)

De esta manera, en la valoración de esta modalidad de trabajo se combinan la crítica a las condiciones en las que se desarrollan los trabajos en relación de dependencia con la intención de lograr, a través de esta modalidad, que su trabajo sea más creativo, menos monótono y que les permita desarrollar proyectos propios. Así, en las entrevistas aparece la idea de elección de esta modalidad de trabajo, la cual no buscan modificar sino perfeccionar en el futuro. Perfeccionar esta modalidad significa fundamentalmente dedicarle más tiempo a proyectos personales y disminuir la inestabilidad de ingresos. Para eso, las y los diseñadores generalmente tienen más de un trabajo y combinan algunos proyectos esporádicos, otros también freelance pero más estables con clientes fijos, e incluso a veces tienen empleos part time en relación de dependencia. En este marco la posibilidad de conseguir trabajos a través de las plataformas, se transforma en una posibilidad más de lograr estabilidad en los ingresos. Por tanto, más que freelance, las y los entrevistados pueden definirse como trabajadoras y trabajadores que combinan distintos tipos y modalidades laborales, para trabajar de lo que les gusta, para lo que estudiaron, con autonomía, libertad y con (cierta) estabilidad en sus ingresos.

4. Consideraciones finales

La economía de plataforma, a pesar de haber extendido las formas de inserción precarias e inestables a lo largo y ancho del planeta, parece haber generado nichos diferenciados al interior de un mismo territorio, actuando como espejo de las desigualdades estructurales e históricas que aquejan al mercado de trabajo latinoamericano. Señalamos al comienzo del artículo que las plataformas tienden a aprovechar las desigualdades geográficas y a reproducir las desigualdades presentes en los mercados de trabajo nacionales.

En el marco de un mercado laboral como el argentino, donde se multiplican las ocupaciones precarias, asociadas a situaciones de inestabilidad y con bajos salarios, las y los trabajadores utilizan las plataformas para lograr cierta estabilidad en su trabajo, para aumentar sus ingresos (a veces monetizando tiempos de ocio, a veces aprovechando las brechas cambiarias) y como seguro en momentos de desocupación. Sin embargo, al adentrarnos en el estudio cualitativo y micro para conocer las percepciones de quienes trabajan allí encontramos contrapuntos entre ambos casos de estudio que, esperamos, contribuyan a comprender la complejidad del fenómeno.

La primera diferencia se relaciona con la manera en que las plataformas transforman el trabajo en cada sector específico y generan ciertas condiciones que son valoradas por las y los trabajadores, en pos de mejorar sus inserciones laborales. Las plataformas de crowdwork, que ofrecen servicios virtuales, permiten la deslocalización de las tareas: los y las diseñadoras acceden a través de ellas al mercado de trabajo mundial, pudiendo establecer sus ingresos en dólares. Estas plataformas permiten así ampliar sus redes de contactos y trabajar para clientes de otras partes del mundo. Esta posibilidad es valorada en un contexto de depreciación de los salarios y de alta volatilidad de la moneda nacional. En este caso, el respaldo que ofrece la plataforma remite al rol de intermediación que ejercen, lo cual asegura ciertas condiciones vinculadas, por ejemplo, al cobro, ya que obligan al cliente a depositar antes de empezar el trabajo y retienen la entrega hasta que este se efectiviza.

En el caso de las plataformas de reparto, éstas permiten un flujo continuo de trabajo, gracias a la centralización de pedidos que asegura una demanda constante, y por ende, las y los trabajadores no dependen de cuánta demanda tenga un negocio específico, y pueden aumentar el horario de sus jornadas laborales incrementando así sus ingresos. Sin embargo, en estas plataformas que ofrecen servicios físicos, las condiciones de trabajo están regidas por lo que prima en el mercado de trabajo local.

Las empresas de plataformas, por tanto, replican la estructura segmentada del mercado laboral, agregando la complejidad de que ciertos trabajadores acceden a través de ellas al mercado de trabajo mundial. Así ofrecen inserciones muy distintas con realidades antagónicas, permitiendo “aprovechamientos” disímiles por parte de las y los trabajadores.

La segunda diferencia se relaciona con la temporalidad con la que conciben su inserción en este tipo de trabajos. Si bien para las y los diseñadores las plataformas son una manera de comenzar a trabajar, no vemos que en sus trayectorias este tipo de trabajo se piense con una temporalidad limitada a las primeras experiencias laborales. Más bien la utilización de las plataformas cambia y se adapta a medida que avanzan sus carreras profesionales. Aunque muchos de los proyectos que encuentran allí son simples y con precios bajos, no dejan de ser tareas que están relacionadas con su formación profesional. Además tener proyectos finalizados en la plataforma, buenos puntajes y reseñas positivas, les permite acceder a mejores proyectos.

Por el contrario, las y los trabajadores de envíos anhelan que el paso por trabajos de reparto sea provisorio. Si bien esa inserción les permite tener ingresos por encima del salario mínimo, solo es posible trabajando jornadas muy extensas, en tareas que requieren mucho esfuerzo físico. En este punto queda abierta la pregunta de si será posible para ellos mejorar su inserción laboral y si el trabajo de reparto será realmente una inserción temporal.

La tercera diferencia tiene que ver con el lugar que tiene, en sus proyecciones a futuro, el empleo estable. Entre las y los trabajadores con menor calificación, que mayoritariamente desarrollan actividades informales y que pertenecen a los sectores más vulnerables de la población, es significativa la permanencia del anhelo del empleo registrado, al que asocian con un conjunto de derechos básicos (vacaciones, jubilación, acceso a obras sociales, etc). Incluso, pese a que “no tener jefe” suele ser un aspecto valorado positivamente, también se añoran derechos colectivos que otorgan protección ante la discrecionalidad de un jefe.

Las y los diseñadores, en cambio, tienen mayores posibilidades de acceder a empleos registrados en relación de dependencia. Pero la degradación de la calidad de este tipo de empleos en Argentina, los bajos salarios, junto con la asociación del trabajo estable a la monotonía y ausencia de creatividad, explica que elijan trabajar de forma freelance y que el trabajo a través de las plataformas se considere una manera más de buscar y conseguir clientes y proyectos. De esta manera la inquietud e incertidumbre que genera la inestabilidad laboral se resuelve de forma novedosa: no quieren trabajar en un empleo (en singular) estable y protegido, sino que encuentran estabilidad combinando trabajos que les otorgan distintos tipos de retribuciones (materiales y simbólicas).

Es decir, a diferencia de quienes trabajan en plataformas de envíos, donde la estabilidad y la protección social de los empleos registrados se convierte en la principal añoranza a futuro, entre las y los diseñadores encontramos una valoración de su actividad y de la modalidad de trabajo freelance, entendiendo que es la manera de trabajar de lo que les gusta, desarrollando trabajos creativos, con autonomía y libertad y accediendo al mercado internacional. En este caso la valoración de su actividad laboral pone en un segundo lugar la preocupación por la protección que tradicionalmente otorgaba el trabajo (seguridad social, obra social, etc.).

***

El análisis presentado en este artículo busca complejizar las ideas en torno a los impactos que tiene el trabajo a través de plataformas en los mercados laborales en una economía dependiente e inestable como la argentina. La pregunta acerca de si las plataformas precarizan o mejoran la calidad del empleo presenta muchas aristas que varían según el contexto geográfico y según el sector de actividad en el que se insertan. El crecimiento de esta actividad laboral pareciera explicarse por su adaptación a las singularidades de cada país y de cada segmento del mercado de trabajo. En este sentido, las plataformas se valen de la degradación y las potencialidades de los mercados de trabajo locales.

Sin embargo, la pregunta por los impactos no puede contestarse únicamente desde la realidad nacional. Aunque en el caso de las plataformas de servicios físicos es relevante dar respuestas inscriptas en cada territorio, impidiendo un uso abusivo de los vacíos en la normativa laboral, en las de servicios virtuales, en cambio, la creación de un mercado mundial obliga a analizar sus impactos en otra escala: estas mejoran las oportunidades laborales y los ingresos de trabajadores de ciertos países, y paralelamente crean mercados laborales mundiales generando nuevas formas de competencia entre trabajadoras y trabajadores.

Por último, el análisis que realizamos en este artículo nos muestra que la economía de plataformas no solo transforma condiciones de trabajo, sino que también cambia las estrategias de las y los trabajadores para mejorar sus inserciones laborales y sus sentidos acerca del trabajo.

5. Referencias bibliográficas

Battistini, O. (2021). “El reparto a domicilio: un trabajo antiguo con tecnologías modernas”. En Battistini, Osvaldo y Rodrigo Carmona (coords), Plataformas de empleo y transformaciones del mundo del trabajo en un contexto de pandemia. Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento. [ Links ]

Battistini, O. y R. Carmona (coords) (2021). Plataformas de empleo y transformaciones del mundo del trabajo en un contexto de pandemia . Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento . [ Links ]

Bayón, M. C. (2003), “La erosión de las certezas previas: significados, percepciones e impactos del desempleo en la experiencia argentina”. En Revista Perfiles Latinoamericanos, FLACSO, México. [ Links ]

Busso, M. (2013). Precariedad laboral en Democracia (y la persistencia de la estabilidad laboral como norma social, también entre los jóvenes). EnCuestiones de sociología: Revista de estudios sociales(9), 193-196. [ Links ]

De Groen, P.W, Maselli, I. & Fabo, B. (2016). The Digital Market for Local Services: A one-night stand for workers? An example from the on-demand economy. CEPS Special Report No. 132 / April 2016 [ Links ]

Del Bono, A. (2019). “Trabajadores de plataformas digitales: Condiciones laborales en plataformas de reparto a domicilio en Argentina”. En Cuestiones de Sociología, 20, e083. https://doi.org/10.24215/23468904e083 [ Links ]

Del Bono, A. y Bulloni, M. N. (2021). “Tercerización Laboral en la Era Digital: viejos problemas y nuevos desafíos”. En CADERNO CRH; Lugar: Salvador de Bahía; Año: 2021 vol. 34 p. 1 - 12 [ Links ]

Foucault, Michel. (2007). Nacimiento de la biopolítica : curso en el Collège de France : 1978-1979 - 1a ed. - Buenos Aires : Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

Haidar, J. (2020). La configuración del proceso de trabajo en las plataformas de reparto en la Ciudad de Buenos Aires. Un abordaje multidimensional y multi-método (julio/agosto de 2020). Informes de coyuntura, Núm. 11. Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG-UBA). [ Links ]

Haidar, J., Diana Menéndez, N., Bordarampé, G., Pérez, M. A., & Arias, C. (2021). Las plataformas de reparto en Argentina: Entre el cambio de gobierno y la pandemia. Método CITRA, Núm. 8. CITRA. [ Links ]

Hidalgo Cordero, K. y Salazar Daza, C. (eds.) (2020). Precarización laboral en plataformas digitales. Una lectura desde América Latina. Quito: FES-ILDIS Ecuador. [ Links ]

Laval, C. y Dardot, P. (2013) [2010]. La nueva razón del mundo: Ensayo sobre la sociedad neoliberal. Gedisa, Barcelona. [ Links ]

López Mourelo, E. (2020). El trabajo en las plataformas digitales de reparto en Argentina: Análisis y recomendaciones de política. Buenos Aires: Oficina de país de la Organización Internacional del Trabajo para Argentina. [ Links ]

López Mourelo, E., & Pereyra, F. (2020). El trabajo en las plataformas digitales de reparto en la Ciudad de Buenos Aires. En Estudios del Trabajo. Revista de la Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET), (60). [ Links ]

Madariaga, J., Buenadicha, C., Molina, E., & Ernst, C. (2019). Economía de plataformas y empleo. ¿Cómo es trabajar para una app en Argentina? CIPPEC-BID-OIT. [ Links ]

Marshall, A. (2006). “Afiliación syndical e instituciones del trabajo: análisis compartativo”. EnEstudios del Trabajo. Revista de la Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET) , (32). [ Links ]

Murgia, A. & Pulignano, V. (2019). “Neither Precarious Nor Entrepreneur: The Subjective Experience of Hybrid Self-employed Workers”. En Economic and Industrial Democracy. 42. 10.1177/0143831X19873966. [ Links ]

Nercesian, I. (2017). “Debates en torno a los gobiernos posneoliberales: Un estado de la cuestión”. En Revista Pilquen Sección Ciencias Sociales, Vol. 20 No 3, Pp. 1-18 [ Links ]

Pérez, P. y Busso, M. (2020). “Jóvenes y emprendedurismo: discursos, políticas y trabajo independiente en la Argentina de Cambiemos”. Revista Pilquen Sección Ciencias Sociales , Vol. 23 No 3. Pp. 75-88. [ Links ]

Pinto, A. (1973). “Heterogeneidad estructural y modelo de desarrollo reciente de la América Latina”. En Pinto, A. (ed.) Inflación: raíces estructurales, México D.F.: Fonde de Cultura Económica. [ Links ]

Prebisch, R. (1962). “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas”, Boletín económico de América Latina, vol. 71, N' 1, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina (CEPAL) [ Links ]

Ros, C., Linne, J., Monteverde, D. y Lombardi, N. (2021). “Jóvenes trabajadores de empresas digitales de reparto: valoraciones sobre el trabajo en las plataformas, sobre sus derechos y formas de participación”. Ponencia presentada en el 15° Congreso de la Asociación de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET), 1,2 y 3 de diciembre del 2021. Buenos Aires, Argentina. [ Links ]

Salvia, A. y Vera, J. (2009). “Heterogeneidad estructural, segmentación laboral y distribución del ingreso en el Gran Buenos Aires: 1992-2003” en Neffa, JC; De la Garza Toledo, E, y Muñiz Terra, L. (comps.) Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales. Vol. II. Buenos Aires: CLACSO. [ Links ]

Schteingart, D., Kejsefman, I. & Pesce, F. (2021). Evolución del trabajo remoto en Argentina desde la pandemia. Documentos de trabajo del CEP XXI, Núm. 5; Centro de Estudios para la Producción XXI - Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación Argentina. [ Links ]

Sennett, R. (2005) [1998]. La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona: Anagrama. [ Links ]

Sutherland, W., Hossien Jarrahi, M., Dunn, M. and Nelson, S.B. (2020), ‘Work precarity and gig literacies in online freelancing’, Work, Employment and Society, 34 (3), 457-475. [ Links ]

Notas

1Corresponde al valor de la Remuneración imponible promedio de las y los trabajadores estables (RIPTE) en relación al precio del dólar "contado con liqui" (CCL).

2En la actualidad existe un esquema de tipos de cambio múltiples. Por un lado, el tipo de cambio oficial, que rige para el comercio exterior, que a mediados de agosto de 2022 rondó los $141 por dólar. Por otro lado, la compra de dólares para otros fines, como gastos de turismo o atesoramiento, se encuentra restringida con un cupo mensual y gravada con impuestos de forma tal que la cotización para el mismo período fue de $247. Existen alternativas para comprar o vender dólares por fuera del cupo establecido, con cotizaciones más variables y superiores a esta última ($295).

3Aunque es posible señalar la existencia de ciertas controversias entre el discurso y los resultados de las políticas implementadas (Kessler, 2014).

4Glovo fue adquirida en septiembre de 2020 por Delivery Hero, la misma compañía que en 2014 había comprado PedidosYa, y UberEats informó en octubre de 2020 que dejaba de operar en el país.

5Mientras que en 2019 la ocupación precaria rondaba el 42,7% de los puestos de trabajo, en 2020 se redujo al 38,9%, según datos del INDEC. La tasa de desocupación abierta pasó de 9,7% en 2019 a 11,9% en 2020, y la de inactividad de 52,6% a 58,10% en igual período, considerando promedios de segundo a cuarto trimestre de cada año.

6El Ingreso Familiar de Emergencia dispuesto durante la pandemia para garantizar asistencia económica mínima de subsistencia, equivalente a 50U$S mensuales fue destinado a 8.9 millones de personas, sobre una población total de 45.6 millones (Fuentes INDEC y ANSES).

7Datos disponibles en http://onlinelabourobservatory.org/oli-supply/ (Fecha de consulta 25-3-2022)

8Según una encuesta realizada por OIT en 2019 en el trabajo de delivery se ganaban en promedio USD 490,96 al mes, un ingreso 24% superior al salario mínimo legal (López Mourelo, 2020).

9Esta característica es especialmente valorada en un sector donde muy raramente se firman contratos por los trabajos freelance.

Recibido: 23 de Noviembre de 2022; Revisado: 24 de Abril de 2023; Aprobado: 02 de Mayo de 2023

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons