Revisiones de Libros

AVANCES RECIENTES DE LA BIOARQUEOLOGÍA LATINOAMERICANA
Leandro H. Luna, Claudia M. Aranda y Jorge A. Suby, editores. Buenos Aires: Grupo de Investigación en Bioarqueología. 2014. 435 págs. ISBN 978-987-27997-1-7 (rústica).

 

En América Latina la investigación local en bioarqueología, se remonta a los años 50 y 60, no obstante la existencia de algunos esfuerzos aislados en épocas anteriores. Estos estudios, fundamentalmente paleopatológicos, fueron publicados, en la mayoría de los casos, en revistas locales de limitada circulación o quedaron en informes internos que no fueron divulgados. A partir de la fundación de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica (ALAB) en 1989, en Latinoamérica se produce un incremento en el interés por investigadores jóvenes del ámbito arqueológico por dedicarse al estudio sistemático de los restos humanos provenientes de sitios arqueológicos. Este interés se traducirá en un aumento creciente en el número de publicaciones en revistas indizadas, en la creación de programas universitarios de pregrado en bioantropología, especialmente en Sudamérica, como también en el número de investigadores que seguirán programas de postgrado en el ámbito bioarqueológico en centros de estudio de Norteamérica y Europa. Así, en años recientes se ha alcanzado una masa crítica de investigadores jóvenes dedicados a la investigación bioarqueológica la que de alguna manera se refleja en el libro en comento. Este volumen es un aporte importante para la consolidación de la investigación bioarqueológica en nuestros países, como también para estimular la exploración de nuevas áreas de estudio bioarqueológico.

El libro está dividido en cuatro secciones principales: Revisiones Regionales de Estudios Bioarqueológicos y Paleopatológicos; Estudios Bioarqueológicos Regionales; Análisis de Aspectos Específicos. Aportes teóricos y Metodológicos; e Interpretaciones Bioarqueológicas de las Prácticas Culturales. La sección (1) Revisiones Regionales de Estudios Bioarqueoló-

gicos y Paleopatológicos comprende 4 trabajos muy dispares entre sí en cuanto a enfoque. Dos de los trabajos son narraciones esencialmente históricas sobre el desarrollo de la investigación bioarqueológica en sus respectivos países mientras los otros 2 son revisiones del estado del conocimiento actual de la biología y salud de las poblaciones antiguas de Ecuador y Patagonia, respectivamente. La sección (2) Estudios Bioarqueológicos Regionales, la más larga de todas por número de trabajos, comprende 7 investigaciones, 5 de las cuales corresponden a estudios en poblaciones arqueológicas argentinas, mientras los 2 trabajos restantes abordan problemas de poblaciones arqueológicas de Chile y Colombia. Esta sección es tal vez la más homogénea de todas por el enfoque estandarizado de las investigaciones. La sección (3) Análisis de Aspectos Específicos. Aportes teóricos y Metodológicos, incluye 5 trabajos donde hay aportes novedosos mientras otros son trabajos de revisión. Aquí, cabe destacar el trabajo de Aranda y Luna referido al manejo de las colecciones de restos humanos depositadas en museos e instituciones universitarias proponiendo un modelo de trabajo centrado en la ética y dignidad de los restos humanos que estudiamos. La última sección (4) Interpretaciones Bioarqueológicas de las Prácticas Culturales comprende 3 trabajos centrados en la comprensión de prácticas culturales como el sacrificio humanos, los patrones mortuorios como reflejo del comportamiento social, y la relación entre violencia, cosmología y aspectos sociopolíticos.

Este libro contribuirá al afianzamiento de la disciplina bioarqueológica latinoamericana, por cuanto entrega nuevos datos e interpretaciones sobre la biología de las poblaciones originarias de la región. Si bien hay una gran variabilidad en la calidad, enfoque y contenido de los capítulos, ello puede ser reflejo de diferencias en tradiciones de investigación entre los autores. No debe olvidarse, que en algunos países de América Latina la bioarqueolo-gía está todavía en una fase de desarrollo muy preliminar mientras que en otros hay una larga tradición de estudio por parte de investigadores locales. Una deficiencia menor del libro son sus dimensiones, lo que se advierte en el reducido tamaño de las fotografías y tamaño de letra de las referencias bibliográficas. A pesar de esta crítica, "Avances recientes de la bioarqueolo-gía latinoamericana" debe servir de estímulo para nuevas iniciativas de difusión del conocimiento bioarqueológico latinoamericano, tal vez focalizadas en problemas más específicos, como también para incentivar la investigación en países donde su desarrollo es escaso o nulo. Por tanto, me es grato recomendar este libro a todos aquellos bioarqueólogos interesados en actualizar su conocimiento de la biología de nuestras poblaciones ancestrales.

Mario M. Castro

Departamento de Morfología. Facultad de Medicina
Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo Santiago. Chile