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Revista argentina de antropología biológica

versão On-line ISSN 1514-7991

Rev Arg Antrop Biol vol.20 no.2 La Plata jun. 2018

http://dx.doi.org/10.17139/raab.2018.0020.02.05 

doi:10.17139/raab.2018.0020.02.05

TRABAJOS ORIGINALES

 

Estrés metabólico y entierros secundarios: nuevas evidencias para el estudio de las poblaciones coloniales del centro-oeste Argentino

Metabolic Stress and secondary burials: new evidence for the study of the colonial populations of central-west Argentina

 

Daniela Alit Mansegosa1,2*, Horacio Chiavazza2,3 y Pablo Sebastián Gianotti 1,2


1 Consejo Nacional Cientíacute;fico y Tecnológico (CONICET). Facultad de Filosofíacute;a y Letras. Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza. Argentina

2 Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco. Mendoza. Argentina

3Instituto de Arqueologíacute;a y Etnologíacute;a, Facultad de Filosofíacute;a y Letras. Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza. Argentina

Financiamiento: área Fundacional de la Municipalidad de Mendoza. ANPCyT. Beca Postdoctoral CONICET (Mansegosa).

* Correspondencia a: Daniela Alit Mansegosa. Facultad de Filosofíacute;a y Letras, Universidad Nacional de Cuyo. Campus universitario s/n, Parque General San Martíacute;n. 5600 Mendoza. Argentina. E-mail: alitmansegosa@gmail.com

Recibido: 25 Julio 2017
Aceptado: 22 Diciembre 2017

 


RESUMEN

En este trabajo se presentan los resultados del análisis de indicadores estrés metabólico en una muestra de cráneos, mandíacute;bulas y dientes recuperados en entierros secundarios de las Ruinas Jesuíacute;ticas de San Francisco (RSF), ubicadas en el Sitio área Fundacional (Ciudad de Mendoza). La muestra analizada corresponde a poblaciones coloniales (siglos XVII-XVIII y XIX) y proceden de un sector de la Nave Central de las RSF. Se analizaron indicadores de estrés metabólico: hiperostosis porótica (HP), cribra orbitalia (CO) e hipoplasias de esmalte dental lineal (HEDL) en una muestra compuesta por un MNI de 22 individuos. Se calcularon las prevalencias de estos indicadores de estrés por sexo, edad, cronologíacute;a y sector de entierro. Se identificaron altos porcentajes de HP-CO e HEDL en forma generalizada, aunque con mayores valores en individuos masculinos, entre los juveniles y adultos de edad media, como asíacute; también en el periodo Colonial Temprano (siglos XVII-XVIII) y entre los individuos que se infieren con menor estatus socioeconómico. Los resultados se comparan y discuten en relación con las tendencias registradas en entierros primarios y secundarios de otros templos del norte de Mendoza, lo que contribuye a caracterizar el estado de salud y condiciones de vida de las poblaciones coloniales. Rev Arg Antrop Biol 20(2), 2018. doi:10.17139/raab.2018.0020.02.05

PALABRAS CLAVE: Salud; Condiciones de vida; Hiperostosis porótica; Hipoplasias de esmalte dental; Siglos XVII-XVIII-XIX

ABSTRACT

This paper presents the results of the analysis of metabolic stress indicators in a sample of skulls, jaws, and teeth recovered from secondary burials in the ruins of the Jesuit Temple in the city of Mendoza (San Francisco Ruins, RSF). The sample analyzed corresponds to the 17th-18th, and 19th centuries, and comes from an area of the Central Nave of the temple (in the Foundational Area of Mendoza, Argentina). Metabolic stress indicators: porotic hyperostosis (PH), cribra orbitalia (CO), and linear dental enamel hypoplasia (LEH) were analyzed in a sample composed by a minimum number of individuals of 22. We analyzed the prevalence of these stress indicators by sex, age, chronology, and burial sector. High percentages of PH-CO and LEH were generally found, although with higher values in male individuals, among juveniles and middle-aged adults, as well as in the Early Colonial Period (17th-18th centuries) and among individuals of inferred lower socioeconomic status. The results are compared and discussed in relation to the trends recorded in primary and secondary burials of other temples in the north of Mendoza, thus contributing to the description of the state of health and living conditions of colonial populations. RevArg Antrop Biol 20(2), 2018. doi:10.17139/raab.2018.0020.02.05

KEYWORDS: Health; Living conditions; Porotic hyperostosis; Dental enamel hypoplasia; 17th-18th-19th centuries


 

 

Las poblaciones humanas pueden estar expuestas a diversos entornos bioculturales adversos, tales como desnutrición, exposición a infecciones, pobreza, trabajo forzado, racismo, condición de clase, entre otras. Tales situaciones de estrés pueden generar en el organismo una disminución del desarrollo cognitivo, de la capacidad de trabajo, del nivel de defensas, disrupción del crecimiento normal del esqueleto y de la dentición, hasta una disminución en la capacidad de la población para sobrevivir (Goodman y Rose, 1990; Larsen, 2015). La hiperostosis porótica (HP), cribra orbitalia (CO) e hipoplasia del esmalte dental lineal (HEDL) son lesiones que proporcionan información vinculada con el estrés de las poblaciones y sus consecuencias en las etapas de crecimiento, desarrollo y adultez (Grauer, 2012; MC Ilvaine, 2014; Oxenham y Cavill, 2010; Stuart-Macadam, 1985).

La HP y la CO se producen por situaciones de estrés sistémico derivado de procesos de anemia y se manifiestan como lesiones cribiformes simétricas en la bóveda craneana y en el techo de las órbitas, respectivamente (ángel, 1966). Si bien la HP y la CO tienen distinta frecuencia y distribución en las poblaciones, la mayoríacute;a de los investigadores, en base a evidencia paleopatológica y clíacute;nica, concuerdan en que se producen debido a la hipertrofia e hiperplasia de la médula como respuesta a un estíacute;mulo anémico subyacente (Stuart Macadam, 1989; Walker, Bathurst, Richman, Gjerdrum y Andrushko, 2009; Larsen, 2015;). Su etiologíacute;a es variada, aunque mayoritariamente se indica su condición ferropénica -deficiencia de hierro (Larsen, 2015; Stuart Macadam, 1989)- o megaloblástica -por carencia de vitamina B12, anemias hemolíacute;ticas o enfermedades parasitarias(Rothschild, 2000; Walker et al., 2009)-. La anemia por deficiencia de hierro y/o vitamina B12 puede co-ocurrir y ser el resultado de una dieta inadecuada, enfermedades diarreicas, parasitarias o infecciosas (McIlvaine, 2014; Oxenhain y Cavill, 2010). También se ha mencionado que la reducción de los niveles normales de hemoglobina y hematocrito también puede deberse a la pérdida de sangre (hemorragias), al aumento en las demandas fisiológicas durante el períacute;odo de crecimiento y desarrollo o embarazo, como asíacute; también por la inadecuada absorción de hierro (El-Najjar, Lozoff y Ryan, 1975; Steinbock, 1976). En comparación con sociedades cazadoras recolectoras, las poblaciones con alimentación basada en la agricultura, con mayor densidad de población y condiciones sanitarias deficientes muestran mayores frecuencias de HP (e.g. Blom et al., 2005; Buzon, 2006; Kent, 1986; Obertová y Thurzo, 2008; Palkovich, 1987; Stuart-Macadam y Kent, 1992).

Por su parte, las hipoplasias de esmalte dental lineal (HEDL) son buenos indicadores de situaciones de estrés sistémico. Se producen como consecuencia de perturbaciones fisiológicas y de la alteración de la actividad ameloblástica durante el proceso de formación dental (Goodman y Rose, 1990; Hillson, 1996; Huss-Ashmore, Goodman y Armelagos, 1982). Al igual que la HP y CO, se ha demostrado que los defectos del esmalte son más frecuentes en poblaciones con mayor exposición a enfermedades y disminución del acceso a los alimentos (Goodman, Martíacute;nez y Chavez, 1991; Larsen y Hutchinson 1992). Goodman y Rose (1990) sostienen que para que se deteriore la función ameloblástica existe un umbral de estrés fisiológico individual establecido por la combinación en proporciones variables de factores constitucionales individuales, la salud y la dieta. Dado que intervienen distintos factores en su formación, las HEDL se consideran un indicador no especíacute;fico de estrés ambiental (Goodman, 1993).

En el norte de Mendoza, los estudios bioantropológicos de las poblaciones coloniales orientados a investigar las condiciones de salud, nutrición y estilo de vida han crecido durante la última década. A partir de estas investigaciones se conoce que dichas poblaciones teníacute;an una alta mortalidad infantil, donde el 40% de la población murió antes de los 20 años, principalmente durante los primeros 4 años de vida (Chiavazza, Mansegosa, Gámez Mendoza y Giannotti, 2015b; Giannotti, 2016; Mansegosa, Gámez Mendoza y Giannotti, 2015), por lo que el estrés biológico durante la etapa de crecimiento y desarrollo fue alto. Estas tendencias paleodemográficas se vieron apoyadas por recientes estudios de estrés metabólico. Los resultados obtenidos marcan altos porcentajes de HEDL y de HP-CO, principalmente en individuos jóvenes y de menor estatus socioeconómico (Giannotti, 2016; Mansegosa y Chiavazza, 2015; Mansegosa 2016, 2017). Tales investigaciones se desarrollaron a partir de muestras de entierros primarios y secundarios del sitio que ocupó el templo de San Francisco-La Caridad (SF-LC) y de entierros primarios de las Ruinas Jesuíacute;ticas de San Francisco (RSF), todos excavados en la ciudad de Mendoza. En este trabajo continuamos explorando indicadores de estrés metabólico a partir de la incorporación de materiales recuperados en entierros secundarios de RSF. Generalmente, los entierros secundarios son dejados de lado por la complejidad que representan (e.g. baja resolución, escasa integridad y conservación). Sin embargo, en contextos funerarios de alta concentración y reutilización del espacio, estos materiales se transforman en claves para entender procesos poblacionales. En este trabajo el desafíacute;o consiste en estudiarlos para proporcionar nuevas evidencias y datos comparativos para el estudio de la salud de estas poblaciones en relación con el sexo, la edad, cronologíacute;a y estatus socioeconómico.

 

MATERIAL Y MéTODOS

La muestra estudiada está compuesta por cráneos completos y semi-completos, mandíacute;bulas aisladas y dientes tanto en oclusión como sueltos, que forman parte de los entierros secundarios del sector de la Nave Central del templo Jesuita-Franciscano (RSF), excavados durante los años 1995 y 2001 por el Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco. El punto arqueológico RSF se ubica en el área Fundacional entre las calles Alberdi e Ituzaingó de la ciudad de Mendoza (Argentina) (Fig. 1).

Fig. 1. A) Ubicación de RSF. B) Vista del templo en ruinas actualmente. C) Plano del templo con detalle de las cuadríacute;culas excavadas (cuadriculado) y Sector Nave Central del cual procede la muestra analizada (punteado discontinuo).

 

En el predio funcionaron dos templos consecutivos de origen jesuita. El primero funcionó entre los años 1608 y 1715. Los entierros humanos asignados a este templo se encuentran por debajo de los 150 centíacute;metros de profundidad a partir del nivel de piso actual. El segundo templo era de mayores dimensiones y funcionó entre los años 1731 y 1861, cuando fue destruido por un terremoto. Los entierros de este segundo templo se ubican por encima y mezclados dentro del nivel de piso del primer templo, a menos de 150cm de profundidad. Las cronologíacute;as relativas asignadas a los entierros fueron realizadas por Chiavazza (2005), a partir de los pisos de los templos (baldosas), ajuar mortuorio y clavazones de ataúd.

Se relevó el grado de completitud de los cráneos y mandíacute;bulas analizados, siguiendo la escala creciente de Buikstra y Ubelaker (1994): grado 1 (0-25%), grado 2 (25-50%), grado 3 (50 al 75%) y grado 4 (75-100%). Para evaluar la alteración de la superficie ósea se analizaron algunas modificaciones tafonómicas tales como la presencia de manchas de manganeso, depósitos de carbonato de calcio, marcas de roedor e improntas de raíacute;ces (Barrientos et al., 2007).

Dado que se trata de elementos aislados y desarticulados, el sexo y la edad se establecieron considerando únicamente el cráneo y la mandíacute;bula. Para la asignación sexual en adultos se analizó la proyección de la cresta nucal, el tamaño del proceso mastoides, el espesor del margen supraorbital y la proyección de la eminencia mentoniana (Buikstra y Ubelaker, 1994). En subadultos se consideró la prominencia mentoniana (Loth y Henneberg, 2001; Schutkowski, 1993). La estimación de la edad en adultos fue realizada considerando el cierre de las suturas craneales (Meindl y Lovejoy, 1985); en subadultos se consideró el grado de formación dental (Scheuer y Black, 2004). El número míacute;nimo de individuos (MNI) se calculó teniendo en cuenta la completitud de los cráneos (se consideraron sólo aquellos con grado 3 y 4) asíacute; como la edad y el sexo. En la mayoríacute;a de los casos la mandíacute;bula se encontraba articulada con él cráneo, por lo que se consideró de un mismo individuo; sin embargo, algunas estaban aisladas por lo que se intentó establecer remontajes.

Para evaluar el estrés metabólico se relevó la HP-CO y las HEDL. Para el análisis de HP-CO se relevaron los fragmentos de cráneo en forma macroscópica detallando la ubicación, severidad y estado de las lesiones. La ubicación se clasificó según Buikstra y Ubelaker (1994) discriminando entre lesiones en las órbitas, en la bóveda craneana (frontal, occipital, parietales) adyacente a suturas, en el centro del hueso o en ambos sectores. El grado de severidad se relevó según la metodologíacute;a de Stuart-Macadam (1985): a) leve: lesiones poróticas pequeñas, dispersas y aisladas; b) moderado: lesiones tipo cribra, más grandes, más cercanos unos de otros que tienden a un conglomerado y puede haber una coalescencia de las cribras, aunque no de manera expansiva; c) grave: lesiones tipo trabecular con cambios expansivos, con forámenes que confluyen, las trabéculas óseas forman una red de espesor variable y se disponen irregularmente en dirección paralela, pueden irradiar desde uno o varios centros. Y por último, el estado de las lesiones se clasificó según Buikstra y Ubelaker (1994) en activo, remodelado y mixto según la textura del hueso.

Para el relevamiento de las HEDL se observaron a ojo desnudo y con luz contrastante oblicua las coronas que presentaban buen estado de conservación, libres de depósitos de sarro y con un desgaste inferior a 6 (Molnar, 1971; Smith, 1984). Se cuantificaron como HEDL las manifestaciones en forma de líacute;nea (Hillson, 1996; Hillson y Bond, 1997). En los dientes homólogos que se encontraban asociados a hueso se evaluó el íacute;ndice de simetríacute;a (IS) de las HEDL, el cual indica si las lesiones fueron causadas por eventos de estrés sistémicos (Barrientos, 1999). Para el cálculo del IS se fija como líacute;mite de tolerancia una diferencia menor o igual a 0,05mm en la variación métrica entre líacute;neas de HEDL simétricas de dientes opuestos de cada maxilar inferior o superior. Los valores de IS obtenidos cercanos a 100 indicaríacute;an una alta confiabilidad en la determinación de las líacute;neas de hipoplasia y, a su vez, una baja probabilidad de registro de hipoplasia debida a causas no sistémicas (Barrientos, 1999). En los dientes sueltos no pudo evaluarse este íacute;ndice, por lo que sólo se cuantificaron las líacute;neas. Para determinar qué clases de dientes registran los mayores promedios de indicadores de estrés, se aplicó el íacute;ndice de Sensibilidad (Isen= Ni/Nd) para cada tipo de diente (Barrientos, 1999). Este íacute;ndice se obtiene de la razón entre la cantidad de líacute;neas de hipoplasia por diente (Ni) y la cantidad de piezas relevadas (Nd). Se determinó también el Número Míacute;nimo de Eventos de Detención del Crecimiento Dental (NMEDC) (Barrientos, 1999), definido a partir del número máximo de eventos distintos identificados en la clase de diente con mayor número de líacute;neas de hipoplasia contabilizadas, con el fin de comparar cantidad de eventos de estrés entre individuos.

Para calcular la edad de formación de la líacute;nea de hipoplasia se utilizaron las fórmulas de Goodman y Rose (1990). Para comparar las edades de formación de las HEDL en cada subgrupo se utilizaron medidas de tendencia central y una prueba de T para muestras independientes (Miszkiewicz, 2012). Si bien existen métodos más especíacute;ficos para estimar la edad de formación de las hipoplasias, como los de Reid y Dean (2006), estos han sido construidos para poblaciones especíacute;ficas (i.e. africanas, europeas) y la muestra aquíacute; estudiada está compuesta por una gran diversidad de poblaciones (amerindias locales, europeas, africanas) y sus respectivas mezclas originadas por el proceso de mestizaje (Mansegosa, 2015; Prieto, 2000). Por esta razón decidimos utilizar fórmulas más generales como las de Goodman y Rose (1990), aunque reconocemos que este método tiene como desventaja que considera la tasa de crecimiento dental como constante, cuando sabemos que la tasa de crecimiento se ralentiza progresivamente desde el principio hasta el final de la formación de corona, dando como resultado curvas de crecimiento curvilíacute;neas y no lineales (e.g. Hillson, 1996; Reid y Dean, 2006).

Las frecuencias de HP-CO y de HEDL se analizaron por individuo en ambos indicadores y también por diente en las HEDL. Se aplicó el test de Chi cuadrado para determinar si las diferencias de las prevalencias de HP-CO y de HEDL entre sexo, edad, sector de entierro (estatus) y cronologíacute;a son significativas. Para ello, se empleó una significancia estadíacute;stica definida por una probabilidad de p<0,05. Cuando alguna de las frecuencias esperadas fueron iguales o menores a 5 se utilizó el Test exacto de Fisher. Para el análisis de los datos se utilizó el software estadíacute;stico SPSS 15.0.

Composición de la muestra

La muestra estudiada está compuesta por 24 cráneos (completos y semi-completos), 8 mandíacute;bulas aisladas, 193 dientes asociados a hueso y 7 dientes sueltos (Tabla 1). Los cráneos en su mayoríacute;a tienen un grado de completitud 3 (n=13; 65%), es decir que tienen más del 50% los restos óseos que lo componen presentes. Le siguen los que tienen grado de completitud 4 (n=4; 20%), y en menor frecuencia los que presentan grado 1 (n=2; 10%) y grado 2 (n=1; 5%), es decir menos del 50% de los huesos que componen el cráneo. Las mandíacute;bulas están más completas; presentan grados 4 (n=4; 50%) y 3 (n=4; 50%) únicamente. El NMI se estableció en 22 individuos, sobre la base de los cráneos con mayor completitud (grados 3 y 4) y considerando la edad y el sexo. Es importante aclarar que dos de los cráneos (códigos 247 y 249) que figuran en la Tabla 1 no se consideraron para el cálculo de NMI, debido a que sólo eran maxilares incompletos y podíacute;an pertenecer a algunos de los otros cráneos semi-completos que sólo estaban representados por el neurocráneo.

 

TABLA 1. Composición de la muestra de cráneos, mandíacute;bulas y dientes de los entierros secundarios de la Nave Central del punto arqueológico RSF

RSF: Ruinas Jesuíacute;ticas de San Francisco; Compl.: completitud; Frag.: fragmentos; Mang.: manganeso; F: femenino; M: masculino; I: indeterminado; A. indeter: Adulto indeterminado; CT: Colonial temprano; CMT.: Colonial medio-tardíacute;o; Inter: interior; Exter: exterior.

 

Los cráneos tienen una alta fragmentación (893 fragmentos), mientras que las mandíacute;bulas están menos fragmentadas (10 fragmentos). Hay baja presencia de manganeso, ya que sólo el 9,4% de los elementos presentan estos depósitos; no hay evidencia de depósitos de carbonato ni improntas de raíacute;ces, por lo que las superficies del cráneo son adecuadas para la observación de lesiones patológicas. El 79,2% de los cráneos son adecuados para el análisis de HP, ya que pueden observarse los huesos con posibilidad de afectación (frontal, parietal y occipital), mientras que la CO sólo se puede analizar en el 37,5% ya que los techos de órbita se encontraban poco preservados. Teniendo en cuenta este criterio, en la Tabla 1se detallan aquellos cráneos aptos y no aptos para el análisis de HP-CO. Los dientes fueron analizados de dos formas, por individuo y por diente. A nivel de individuo, las HEDL sólo se pudieron observar en 9 individuos (cráneos con más de 3 dientes), mientras que a nivel de la pieza dentaria, se tuvo en cuenta el tipo de diente y si pertenecíacute;a a la mandíacute;bula o al maxilar.

Los cráneos y dientes fueron clasificados de acuerdo al sexo, edad, cronologíacute;a y sector de entierro con el objetivo de comparar las prevalencias de los distintos indicadores de estrés metabólico y de salud oral. Según el sexo, 6 (27,2%) resultaron masculinos, 8 (36,4%) femeninos y 8 (36,4%) indeterminados. Respecto de la edad 2 (9,1%) son infantiles (0 a 3 años), 1 juvenil (12 a 20 años), 10 (45,4%) adultos medio (35-50 años), 4 (18,2%) adultos mayores (>50 años), y 5 (22,7%) adultos indeterminados en los que no se pudo precisar la edad por mal estado de conservación de las suturas craneales y ausencia del tercer molar, sin embargo por el grado de desgaste pudo establecerse como adulto. Según la cronologíacute;a y el sector de entierro, 8 individuos son del períacute;odo Colonial temprano (CT) inhumados en el sector externo del primer templo, 11 individuos son del Colonial medio-tardíacute;o (CMT) del sector interno del segundo templo y por último, 3 individuos no pudieron ser asignados a una cronologíacute;a ni sector de entierro ya que no teníacute;an referencia de profundidad de hallazgo porque fueron recuperados en excavaciones anteriores realizadas por R. Bárcena a mediados de la década de 1990 (ver Chiavazza, 2005). Los sectores de entierro en los templos católicos están diferenciados de acuerdo con el estatus socioeconómico del difunto y su familia, es decir, en el interior se enterraban a las personas de mayores recursos y en el exterior a las de bajos recursos (Galvão, 1995), aspecto que se ha venido corroborando en el caso de la ciudad de Mendoza (Chiavazza, 2005; Chiavazza et al., 2015b).

RESULTADOS

Los resultados del análisis de las lesiones de HP-CO mostraron que 8 (42%) de los 19 individuos analizados presentaban el indicador (Fig. 2, Tabla 2). De los cuales 7 (87,5%) registraron lesiones leves, un solo caso (12, 5%) lesiones moderadas y en ningún caso se observaron lesiones graves. En 2 individuos (25%) las lesiones estaban activas al momento de la muerte, en 4 (50%) se encontraban remodeladas y en 2 casos (25%) se identificaron estados activos y remodelados combinados. Los huesos más afectados fueron los parietales (n= 62,5%), en el 25% afectaron tanto parietales como occipitales, y en un solo caso (12,5%) se vieron comprometidos los techos de las órbitas.

 

Fig. 2. Ejemplos de casos de hiperostosis porótica identificados en la muestra estudiada. A: lesiones leves tipo porótica, en estado mixto que afectan a los parietales en el sector adyacente a la sutura sagital. B: lesiones moderadas en estado mixto que comprometen gran parte de los parietales. C: lesiones leves en estado remodelado que afectan gran superficie de los parietales. D: Tomografíacute;a Computada de uno de los cráneos de la muestra, a nivel de los parietales se observa un engrosamiento del diploe que triplica el grosor de la tabla externa resultado de la hipertrofia de la médula ósea (Stuart-Macadam 1987)

 

TABLA 2. Individuos afectados por hiperostosis porótica - cribra orbitalia

F: femenino; M: masculino; I: indeterminado; A. indeter: Adulto indeterminado; CT: Colonial temprano; CMT: Colonial medio-tardíacute;o; Inter: interior; Exter: exterior.

 

En la Tabla 3 se muestra la distribución y porcentajes de individuos con HP-CO por sexo, edad y según cronologíacute;a-sector de inhumación, además se muestran los resultados del test estadíacute;stico (valor p) para evaluar diferencias significativas entre subgrupos. Se observa que los cráneos afectados representan el 66,7% (n=4/6) de los individuos masculinos, el 20% (n=2/8) de los individuos femeninos y el 40% (n=2/5) de los individuos con sexo indeterminado. Respecto de la edad, entre los subadultos, el único individuo observable no presentaba lesiones. Entre los adultos, los individuos adultos medios (entre 35 y 50 años) se encontraban afectados en un 60% (n=6/10), los adultos mayores (más de 50 años) no teníacute;an lesiones y los adultos de edad indeterminada presentaron el 50% (n=2/4) de cráneos afectados con HP. En la muestra estudiada, no habíacute;a individuos adultos menores de 35 años disponibles para este tipo análisis. Desde el punto de vista estadíacute;stico, las diferencias halladas en la frecuencia de HP-CO según el sexo, la edad y cronologíacute;a no es significativa (Tabla 3).

 

TABLA 3. Distribución de los individuos observados, con hiperostosis porótica - cribra orbitalia según el sexo, la edad y cronologíacute;a-sector

A.: Adulto; CT: Colonial temprano; CMT: Colonial medio-tardíacute;o; IO: individuos observados; ICHP: individuos con hiperostosis porótica; ICCO: individuos con cribra orbitalia; ICHP-CO: individuos con hiperostosis porótica y cribra orbitalia.

 

Cuando comparamos los porcentajes de individuos con HP-CO por períacute;odo cronológico y sector de entierro, observamos que el 60% (n=4/8) de los individuos del períacute;odo CT inhumados en el sector externo del templo están afectados, mientras que los del CMT del sector interno el 40% (n=4/10). El individuo con cronologíacute;a y sector de entierro indeterminado no presentaba lesiones.

A continuación se presentan los resultados del análisis de las HEDL. La Tabla 4 muestra los resultados del Isen por tipo de diente. Se destaca un mayor número de HEDL en la dentición anterior respecto de la posterior y en los dientes superiores respecto de los inferiores. Los resultados coinciden con los observados en otras muestras coloniales de la región (Giannotti, 2017; Mansegosa, 2017) y en otras poblaciones (Goodman y Armelagos, 1985; Goodman y Rose, 1990; Hillson y Bond, 1997).

 

TABLA 4. íacute;ndice de sensibilidad (Isen) por tipo de diente

Nd:cantidad de dientes observados; Ni:cantidad de líacute;neas de HED.

 

A partir de los dientes asociados a cráneos, se observó que el 77,8% (n=7/9) de los individuos teníacute;a al menos un diente con HEDL (Tabla 5). Las mujeres estaban afectadas en un 50% (n=2/4), mientras que los hombres y los individuos de sexo indeterminado en un 100% (n=2/2; n=3/3, respectivamente). El único individuo juvenil observado y el 100% de los adultos medio estaban afectados (n=5/5). Entre los adultos mayores el 50% (n=1/2) mostró HEDL mientras que el individuo adulto de edad indeterminada no registró este bioindicador. Respecto de la distribución por cronologíacute;a, el 100% (n=4/4) de los individuos del CT inhumados en el sector externo del templo presentaba HEDL, mientras que los del CMT del interior del templo el 60% (n=3/5). Por otra parte, el IS calculado fue igual a 82,1 lo que indica una alta confiabilidad en la determinación y una alta probabilidad de registro de hipoplasias debidas a procesos sistémicos.

 

TABLA 5. Distribución de HEDL en dientes asociados a cráneo (individuos)

HEDL: hipoplasia del esmalte dental lineal; F: femenino; M: masculino; I: indeterminado; A. indeter.: Adulto indeterminado; CT: Colonial temprano; CMT: Colonial medio-tardíacute;o; Inter.: Interior; Exter.: exterior.

 

En la Tabla 6 se muestra la distribución de HEDL en la muestra total de dientes en función del sexo, edad y cronologíacute;a-sector, se discrimina por dentición anterior (DA) y posterior (DP), además se muestran los resultados del test estadíacute;stico (valor p) para evaluar diferencias significativas entre subgrupos. De total de dientes analizados el 30,1% presentó HEDL (n=57/189), el 50% de los dientes de la dentición anterior y el 20,8% de la dentición posterior presentaban marcas de detención del crecimiento (Fig. 3). Respecto del sexo, los dientes de las mujeres estaban menos afectados (25%) que los de los hombres (42,9%), mientras que los indeterminados muestran valores intermedios (28,1%). Estas diferencias no son estadíacute;sticamente significativas. Es importante mencionar que las prevalencias de HEDL en las mujeres pueden estar sesgadas por la baja cantidad de piezas de la dentición anterior observada (sólo 2 dientes). Al considerar la edad, las diferencias registradas resultaron estadíacute;sticamente significativas. La dentición de los individuos juveniles estaba comprometida en un 54,8% (84,6% la DA y 33,3% la DP), en los adultos medio el 40% (66,6% la DA y 26,3% DP), mientras que en los adultos mayores el 37,5%. En este último caso también puede haber alguna subrepresentación de HEDL ya que no se observaron dientes anteriores. Los individuos adultos de edad indeterminada también presentan dientes con HEDL (13,6%).

 

TABLA 6. Distribución de los dientes observados y con presencia de HEDL según dentición anterior, posterior y total por sexo, edad, cronologíacute;a y sector de entierro

CT: Colonial temprano; CMT: Colonial medio-tardíacute;o; DO: dientes observados; DCHEDL: dientes con hipoplasia del esmalte dental lineal.

 

Fig. 3. Dientes con hipoplasias de esmalte dental lineal. A: dientes asociados a cráneo. B: dientes asociados a mandíacute;bula suelta. C: dientes aislados no asociados a hueso.

 

La distribución cronológico-espacial de los porcentajes de dientes con HEDL presenta diferencias significativas desde el punto de vista estadíacute;stico. En el períacute;odo CT y sector externo del templo se observa una prevalencia de 24,6% (50% en la DA y 13,9% de la DP), mientras que en el períacute;odo CMT correspondiente al interior el 24,3% (47,8% en la DA y 13,7% en la DP). Sin embargo, las diferencias más marcadas se observan en los dientes con HEDL de cronologíacute;a y espacialidad indeterminada ya que el 44,4% de la dentición total estaba afectado (55,5% de la DA y 38,9% de la DP).

A continuación, dentro del conjunto de dientes con presencia de HEDL, se analiza la cantidad de eventos de estrés a partir de la cantidad de líacute;neas de hipoplasias observadas en cada diente (Fig.4). En términos generales, la mayoríacute;a de los dientes presenta entre una (n=32/57; 56%) y dos (n=21/57; 37%) líacute;neas de HEDL, y en menor porcentaje tres (n=3/57; 5%) y cuatro líacute;neas (n=1/57; 2%). Las mujeres sólo registran una líacute;nea de HED en los dientes afectados mientras que los hombres presentan entre uno y dos eventos de estrés. En los individuos de sexo indeterminado se registran además casos de tres y cuatro líacute;neas. Respecto de la edad los juveniles son los que muestran mayor cantidad de eventos de estrés seguido por los adultos medios. Los mayores son los que presentan sólo una única líacute;nea en todos los dientes afectados mientras que los adultos de edad indeterminada muestran entre uno y tres eventos. En relación con la cronologíacute;a y sector de entierro se observa que los del CMT-interior tienen entre uno y dos eventos de estrés, mientras que los del CT-exterior tienen mayor cantidad ya que marcan hasta tres líacute;neas de HEDL. Por su parte, los dientes de los individuos de cronologíacute;a y sector indeterminados registran un mayor número de eventos de estrés.

 

Fig. 4. Cantidad de hipoplasias de esmalte dental lineal por diente según sexo, edad, cronologíacute;a y sector de entierro. Referencias: CT, Colonial temprano; CMT, Colonial medio-tardíacute;o.

 

Finalmente, en la Tabla 7 se observan las edades de formación de las HEDL. En la muestra total, los registros dentales de episodios de estrés comienzan alrededor del primer año de vida (1,23 años) y terminan hacia los 6 años (6,61 años), la media se centra entre los tres y cuatro años (3,82 años). La prueba T para muestras independientes sólo mostró diferencias significativas en la formación de las bandas según los grupos de edad, concretamente entre los juveniles y los adultos medios (p= 0.030). En el resto de las comparaciones las diferencias no son significativas.

 

TABLA 7. Edades (en años) de formación de las HEDL por sexo, edad y distribución cronológico-espacial

A.: Adulto; CT: Colonial temprano; CMT: Colonial medio-tardíacute;o; HEDL: hipoplasia del esmalte dental lineal; DO: dientes observados; DCHEDL: dientes con hipoplasia del esmalte dental lineal.

 

DISCUSIóN Y CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio aportan información comparativa sobre procesos de estrés metabólico experimentado por las poblaciones coloniales que habitaron el norte de Mendoza. La muestra aquíacute; trabajada está compuesta por un NMI calculado en 22 individuos. Si bien es pequeña, las prevalencias de HP-CO e HEDL ofrecen nuevos datos que pueden integrarse a los estudios previos realizados entierros primarios (Mansegosa, 2016, 2017) y secundarios (Giannotti, 2016, 2017). En términos generales, los resultados alcanzados refuerzan las tendencias obtenidas en investigaciones anteriores, y en consecuencia, la hipótesis de que las condiciones de vida coloniales afectaron de modo creciente y negativamente la salud de las poblaciones del norte de Mendoza, tanto en la infancia como en la vida adulta. Aspecto que podríacute;a vincularse con la consolidación del modo de vida urbano.

En la muestra estudiada el 42% de los individuos registró HP-CO. Este valor resulta similar a los hallados en individuos del templo LC-SF, donde se observó una prevalencia de 40% en entierros primarios de adultos (Mansegosa, 2016) y de 46,87% en entierros secundarios que incluíacute;an adultos y subadultos (Giannotti, 2016, 2017). En este estudio no se encontraron diferencias significativas en la presencia de HP-CO entre los sexos, entre los grupos de edad ni a nivel cronológico-espacial. Sin embargo, los hombres estaban más afectados que las mujeres, principalmente los adultos medio. Por otra parte, se observó un leve aumento a lo largo del tiempo y más individuos afectados en el exterior en relación con el interior. Las causas de estas lesiones se asocian con la anemia, que resulta de una dieta con bajos niveles de hierro y ácido fólico, asíacute; como también puede ser resultado de enfermedades infecto-contagiosas que alteran el funcionamiento metabólico, infestación parasitaria (fundamentalmente en menores a 4 años), anemias heredadas, el aumento de las demandas nutricionales durante el períacute;odo de crecimiento, embarazo y lactancia (Grauer, 2012; Stuart-Macadam, 1985, 1989; Walker et al., 2009; Wrigth y Yoder, 2003).

En la muestra general, las HEDL afectaban el 77,8% de los individuos y el 30% del total de dientes. En las muestras de entierros primarios se observó que el 76,3% de los individuos teníacute;a HEDL (Mansegosa, 2017), lo que indica patrones regulares de estrés metabólico. Mientras que en entierros secundarios, se registró para el templo SF-LC un porcentaje similar de 30,97% de dientes con HEDL (Giannotti, 2016, 2017). De acuerdo con Goodman y Rose (1990) interpretamos estas lesiones como resultado de la acción combinada de procesos infecciosos, malnutrición y/o absorción deficiente de nutrientes. Históricamente para las poblaciones estudiadas se han documentado reiteradas epidemias de viruela, gripe, fiebre tifoidea, enfermedades respiratorias y gastrointestinales (Semorile et al., 1988). En este sentido, las caracteríacute;sticas del entorno urbano propias de ciudades preindustriales como el saneamiento deficiente, aguas contaminadas, residencias estables en hacinamiento, espacios domésticos y productivos asociados, dinamismo económico y poblacional, entre otros (e.g. Chiavazza, 2010; Prieto, 2000; Ponte, 2010) facilitaron y promovieron el contagio de enfermedades. A nivel óseo, se han detectado numerosos casos de procesos infecciosos sistémicos que daríacute;an cuenta de estas situaciones insalubres (Mansegosa, 2016; Mansegosa y Chiavazza, 2010, 2015). El tipo de dieta basada en el consumo de productos agríacute;colas, con un alto componente de carbohidratos, como son los cereales, registrado por los análisis isotópicos (Chiavazza, Mansegosa y Gil, 2015a), y por los patrones de caries dental (Giannotti et al., 2017), pueden haber causado una nutrición inadecuada que haya desencadenado o promovido problemas metabólicos que contribuyeron a la formación de HP-CO e HEDL.

La edad de formación de las HEDL en la muestra analizada indica edades que abarcan un rango entre 1,23 y 6,61 años, cuya mayoríacute;a de los episodios de estrés se concentra en 3,82 años (DS=1,22). Estos resultados coinciden con los obtenidos en entierros secundarios del área Fundacional (Giannotti, 2016, 2017). En numerosas investigaciones se ha propuesto que el períacute;odo de destete y post-destete generan cambios en la dieta y desequilibrios nutricionales en los primeros años de la infancia (Blakey, Leslie y Reidy, 1994; Goodman y Rose, 1990; Griffiths et al., 2007; Kennedy, 2005). Esto podríacute;a haber contribuido a la formación de HEDL durante los primeros años de vida. En las colonias hispanoamericanas el proceso del destete generalmente se prolongaba hasta los dos o tres años de edad (Guerra Araya 2012:72), mientras que en áreas rurales de la ciudad de Mendoza para principios del S. XIX hasta los tres años (Caldcleugh 1943 [1821] en Giannotti, 2017). Si bien, el cese de la lactancia es un proceso muy variable en las sociedades humanas, asíacute; como la incorporación de otros líacute;quidos y sólidos se efectúan a diferentes edades (Griffiths et al., 2007; Stuart-Macadam y Dettwyler, 1995), en la muestra estudiada los registros de estrés continúan hasta edades avanzadas (6,61 años), lo que podemos interpretar como resultado de otros factores distintos a la nutrición como pueden ser las enfermedades infecto-contagiosas mencionadas.

Las mujeres están menos afectadas por HEDL que los hombres tanto a nivel individual como en cantidad de dientes afectados, sin embargo esta interpretación puede estar sesgada por dos factores. El primero es que las mujeres sólo teníacute;an disponible dos dientes anteriores, por lo tanto las HEDL pueden estar sub-representadas. Y por otro, hay una gran cantidad de dientes que no pudieron ser asignados a ninguno de los sexos. En el caso de los entierros primarios las diferencias entre los sexos no fueron estadíacute;sticamente significativas (Mansegosa, 2017).

Se observó una disminución de la presencia de HEDL en relación con el aumento de la edad, tanto a nivel individual como por diente. Los individuos juveniles y adultos medio estaban más afectados que los mayores, estos resultados apoyan la tendencia observada en las investigaciones anteriores. Lo cual se relaciona con la hipótesis de que aquellas personas con mayor cantidad de eventos de estrés tienen edades de muerte más tempranas debido a que su salud queda debilitada por eventos de estrés sistémico sufridos en la infancia (Armelagos,Goodman, Harper y Blakey, 2009; Paneth, Ahmed y Stein, 1996). En este sentido, algunos estudios han registrado una fuerte asociación entre la presencia de HEDL e HP-CO y la reducción de la esperanza de vida y el aumento de la mortalidad (Obertová y Thurz, 2008; Stuart-Macadam, 1985).

La cantidad de individuos con HEDL aumenta a lo largo del tiempo y se diferencia de acuerdo con el lugar de entierro. En el periodo CT y en el exterior del templo todos los individuos observados muestran eventos de estrés, mientras que en el CMT y en el sector interno del templo estaban afectados poco más de la mitad de los individuos, lo que sugiere experiencias de estrés sistémico diferentes (Goodman y Rose, 1990; Hillson, 1996) entre diferentes sectores de la sociedad. Sin embargo, las prevalencias de HEDL por diente, mostraron porcentajes similares (CT-exterior= 24,6%; CMT-interior=24,3%). Estos valores deben tomarse con cautela debido a la gran cantidad de dientes con presencia de HEDL que no pudieron ser asignados a una cronologíacute;a ni sector de entierro (44,4%). En los entierros primarios las tendencias observadas a nivel individual de acuerdo con la cronologíacute;a y el sector de entierro son similares a las registradas en este trabajo (Mansegosa, 2017). El aumento de la cantidad de individuos afectados por episodios de estrés a lo largo del tiempo se puede vincular con el hecho de que la sociedad colonial experimentó profundas transformaciones, donde se instala un modo de vida urbano que se mantiene a costa de la calidad de vida de los ciudadanos.

En base a la distribución de individuos con y sin HEDL entre los sectores de entierro, se ha propuesto la presencia de condiciones de salud diferentes entre las personas de distinto estatus socioeconómico que habitaron el norte de Mendoza durante el períacute;odo colonial. Es decir, que las personas de menores recursos estuvieron más afectadas por situaciones de estrés metabólico durante la etapa de crecimiento que aquellas con mayores recursos socioeconómicos (Mansegosa, 2017). Los resultados obtenidos en este trabajo apoyan dichas interpretaciones. Esto sugiere para la población de estudio, que probablemente, las personas de menores recursos tuvieron menor acceso a alimentos de calidad y una mayor exposición a agentes patógenos que deterioraron su salud. Esta hipótesis deberá ser explorada mediante nuevos datos y otras líacute;neas de evidencia como son los estudios isotópicos y paleoparasitológicos.

Si se tienen en cuenta los resultados aquíacute; discutidos por sexo, edad, cronologíacute;a y estatus socioeconómico de los individuos (en relación con las investigaciones previas), se puede comenzar a reflexionar sobre otras dimensiones del desarrollo histórico de la población colonial. Inicialmente, la direccionalidad políacute;tica que orientó los modos de agregación poblacional fue mantenida como estrategia aún a costa de la salud de la población. Esto permitió un proceso de consolidación en cuanto a la dominación del territorio, ya que la ciudad operó como centralidad del mismo. No obstante, la contradicción reside en el costo del mismo que habríacute;a implicado a la salubridad, en mayor medida de hombres y sobre todo con más intensidad sobre la población juvenil conforme la ciudad fue creciendo y consolidándose como tal. Consideramos importante entonces, comenzar a discutir tópicos vinculados a la significación políacute;tica y el alcance real que tuvo la instauración de una civilidad de raíacute;z ideológica eurocéntrica sobre la salud de la población, es decir, mantenida más allá de la eficiencia en el sostenimiento de mejor calidad de vida. En definitiva, con el transcurso del tiempo, la contradicción giró de las deficiencias generadas por el mantenimiento de la ciudad, al traslado del costo de tal sostenimiento hacia sectores menos pudientes. Esto entendemos que puede comenzar a discutirse con las evidencias que ponemos en consideración.

CONCLUSIONES

La muestra aquíacute; analizada permitió aportar información sobre indicadores esqueléticos de estrés metabólico (HP-CO e HEDL) para caracterizar la salud de las poblaciones coloniales del norte de Mendoza. A pesar de ser una muestra pequeña compuesta por elementos aislados y mezclados, propios de entierros secundarios, se pudieron integrar los nuevos datos obtenidos con los resultados de investigaciones previas.

En este trabajo se encontraron frecuencias altas de problemas metabólicos. En términos generales, los hombres estaban más afectados que las mujeres. En cuanto a la edad, los individuos más jóvenes estaban más afectados lo que probablemente influyó negativamente en la salud y lo que los llevó a una muerte temprana. El equilibrio fisiológico probablemente fue perturbado a partir de la interacción de patógenos y una nutrición inadecuada, lo cual comprometió el metabolismo y el sistema inmune haciendo que los individuos sean más susceptibles a nuevas infecciones y, en última instancia, incapaces de sobrevivir a eventos de estrés adicionales.

A lo largo del tiempo las condiciones de vida parecen haber empeorado ya que se encontró un aumento de la cantidad de individuos afectados por HP-CO e HEDL a lo largo del tiempo, tendencia que se vinculó con las condiciones de vida de la ciudad. Asimismo, el estatus socioeconómico y el acceso diferencial a los recursos y cuidados terapéuticos tuvieron efectos diferenciales en la salud de los individuos, dando como resultado mayor cantidad de problemas metabólicos a aquellos individuos con menor estatus.

AGRADECIMIENTOS

Al equipo del CIRSF por la realización de las excavaciones y recuperación de las muestras utilizadas en este trabajo. A la Fundación Imagen Diagnóstica por la donación de las tomografíacute;as computadas y a la FFyL por mediar en esta donación. A los evaluadores por proporcionar comentarios útiles para mejorar este trabajo.

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