SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 issue13Ecos recientes de un debate inconcluso acerca de la Revolución Agrícola en Inglaterra y de la transformación de su economía agraria entre 1500 y 1850La Reducción que no fue: Santa María de Reyes de Guaycurúes, primeras décadas del siglo XVII author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Mundo agrario

On-line version ISSN 1515-5994

Mundo agr. vol.7 no.13 La Plata July/Dec. 2006

 

Pensar las fronteras

Areces, Nidia1; Mallo, Silvia2

1Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Humanidades y Artes. nidia_areces@ciudad.com.ar.
2Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro de Estudios de Historia Americana Colonial; CONICET. smallo@conicet.gov.ar

   En los últimos tiempos se ha incrementado la producción de estudios sobre la temática de las fronteras desde distintas perspectivas de análisis y concepciones interpretativas. En el amplio campo de las relaciones "espacio-sociedad" se privilegia el de las fronteras que se piensa como imagen del proceso formativo de una sociedad y no como una línea divisoria infranqueable. Así la experiencia histórica norteamericana construyó la idea de frontera como reflejo de todo el proceso según el cual cobró forma esa sociedad y como terreno en cuyo marco se forjó la conciencia nacional. La conjunción de la llegada de los "peregrinos del Mayflower" y de la "conquista del Oeste" recreó esa imagen al mismo tiempo que contribuyó a la fijación del "mito de la frontera". Cabe señalar una comparación entre la experiencia norteamericana y la latinoamericana: la primera se caracterizó por una expansión de tipo acumulativa conformada por olas sucesivas de colonos e inmigrantes, mientras que la segunda mostró un lento proceso de colonización originado a partir de los aislados asentamientos iniciales para después recibir las oleadas de inmigrantes. De todas maneras, sea cual fuere la experiencia de que se trate, la historia de la frontera siempre atañe al relato de los esfuerzos de una sociedad por definir su territorialidad. Es decir, esa frontera construye su espacio, construcción histórica que rescata en su devenir las relaciones que se establecen entre las sociedades que conviven y, al mismo tiempo, compiten por ese espacio. La frontera se origina entonces cuando una comunidad ocupa un territorio siendo a partir de allí que aquélla se conforma y modifica de acuerdo con la actividad y el crecimiento de la comunidad o por el impacto que causa sobre otra.
   Podemos pensar entonces que las fronteras son expresión de la misma dinámica que configuran los asentamientos humanos, dependiendo sus límites materiales y simbólicos de la capacidad que esos grupos tienen de controlar el territorio en cuestión. Pero a su vez, la expansión de una determinada sociedad sobre un espacio -de acuerdo con su propia dinámica interna y con las características físicas, ecológicas, culturales de su entorno- lleva al establecimiento de variadas relaciones con las sociedades circundantes las que han construido sus propios espacios, proceso que conduce a lo que podemos denominar "la configuración de las fronteras" que adquieren sus rasgos identitarios frente a otras.
   ¿Cómo estamos pensando la frontera? Su noción en principio indica algo más que la demarcatoria de un límite territorial. Es un espacio geográfico donde todavía el Estado está incorporando los territorios y configurando los procesos de producción y estructuración institucional y social, procesos que presuponen el choque, la interrelación, en síntesis, la vinculación dinámica de sociedades distintas, es decir se constituye en área de contacto de formaciones sociales diversas. Pero cada sociedad, cada pueblo interpreta su entorno y, por consiguiente sus márgenes y límites de manera diferente y para nada estática.
   Los trabajos de este dossier precisamente abordan estas cuestiones en distintos tiempos y espacios.
   María del Rosario Baravalle y María Florencia Font analizan las estrategias desarrolladas por la Compañía de Jesús para someter y evangelizar a los guaycurúes en el siglo XVII y los resultados obtenidos en el contexto de la experiencia americana de la implantación de reducciones. Resistencia y guerra, interacción y comercio fueron el eje de relaciones que aparecen en la percepción de los jesuitas en las Cartas Anuas configurándose una frontera étnica entre indígenas entre sí, indígenas y españoles y una frontera al interior del imperio español que es además lindero al portugués. Florencia Carlon aborda en el mismo período el impacto del sistema reduccional en las sociedades indígenas en el área pampeana y la resultante de su implantación en la modificación del comportamiento social y/o resistencia de los grupos reducidos.
   Susana Aguirre centra su análisis en un evidente cambio de perspectiva al preocuparse por el destino de los cautivos entre los españoles al interior de la frontera dominada en el período colonial. Colocados los cautivos indígenas frente a un doble proceso de incorporación de nuevas pautas socioculturales y de inclusión en los sectores subalternos en condición de servidumbre, rastrea en las fuentes la suerte corrida por estos cautivos indígenas y las políticas desarrolladas al respecto.
   Eugenia Néspolo y Mariana Canedo coinciden en el estudio de la frontera pampeana en el siglo XVIII sobre el eje del desarrollo de políticas oficiales y particulares para su plena ocupación y control. En el primer caso Eugenia Néspolo señala cómo las sociedades en contacto rediseñaron estrategias para enfrentarse, dominar y coexistir en una "convivencia armónica conflictiva". Observando la sociedad hispano criolla destaca la importancia de las milicias urbanas y rurales que otorgan a los vecinos un papel activo en la consolidación del dominio territorial. Por consiguiente, dicha consolidación no se centra únicamente en la militarización de la frontera en el período a través de la instalación de fuertes y fortines. Mariana Canedo también observa y pone en duda las políticas de consolidación de dominio de la frontera pampeana en tiempos de los Borbones. Se centra en este caso en la consolidación vinculada a la incentivación de políticas de urbanización a través de la concentración de la población dispersa y del establecimiento de pueblos en áreas cercanas a la frontera y vinculados a la presencia en el área de costosos fuertes y fortines.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License