SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.9 número17Producciones identitarias y relaciones interculturales en el periurbano platenseEl contexto cultural en la implementación de proyectos de desarrollo rural: El caso del Parque Pereyra Iraola índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Mundo agrario

versión On-line ISSN 1515-5994

Mundo agr. v.9 n.17 La Plata jun./dic. 2008

 

Lazos sociales y estrategias: ¿una opción para las familias hortícolas empobrecidas?

Silvia Attademo

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Facultad de Psicología
Universidad Nacional de La Plata
sattadem@netverk.com.ar

Social bonds and strategies: ¿Is it an option for the horticultural impoverishment families?

Resumen
La problemática central de este artículo es mostrar las particularidades que asumen los lazos sociales de algunos sectores de la población rururbana platense, particularmente en aquellos grupos familiares vinculados a la producción hortícola en situaciones de empobrecimiento y/o desventaja social. En este sentido es dable destacar que este estudio se enmarca en los procesos de cambio socio-económicos que, en las últimas décadas del siglo XX, implicaron una multiplicidad de transformaciones sociales en nuestro país; por tanto, el presente análisis se ubica en una realidad compleja de cambios sociales y desigualdades que, durante la década del '90, configuraron un escenario que repercutió en las condiciones de vida y de reproducción social de los sujetos a los que se hace referencia.
Se presentarán las aproximaciones logradas en torno a los cambios o permanencias de los vínculos que estas familias despliegan (como colectivo o individualmente); de las estrategias que se elaboran cuando transitan situaciones económico-sociales críticas; de cómo repercuten estas situaciones en la organización familiar, en sus condiciones de vida y por ende en su reproducción social. Pero teniendo presente que el foco del análisis está en los lazos sociales y las formas de sociabilidad de estos grupos sociales.
En este marco, se presentará un conjunto de interrogantes y problematizaciones que me permitieron profundizar en estas cuestiones; por tanto, no es mi pretensión mostrar resultados concluyentes, sino explicitar el abordaje de dicha problemática a partir de algunas reflexiones teóricas y de los datos obtenidos durante el trabajo de campo.

Palabras claves: Lazos sociales; Formas de sociabilidad; Estrategias; Reproducción social.

Abstract
This article focuses on to show de particularities that asumes the social bonds of some sectors of La Plata's peripheral population, particularly in those familiar groups related to the horticultural production in situations of impoverishment and/or social disadvantage. In this sense is feasible emphasize that the context of this study is the process of social and economic change that, in the last decades of XX century, imply a multiplicity of social transformations in our country; thus, the present analysis is situated in a complex reality of social changes and inequalities that, during the 1990's decade, configured a scenery that had repercussions in the individual's conditions of living and social reproduction.
It'll be present the approximations obtained about the changes or permanencies of the bonds that this families spread out (as collective or individually); of the strategies that are elaborated during critical economic and social situations; of how this situations had repercussions in the familiar organization, in his conditions of living and therefore in his social reproduction. But having present that the focus of the analysis is over social bonds and the forms of sociability in this social groups.
In this context, it'll be present a whole of questions and problems that allows me to delve deeply in those subjects; therefore, I don't claim to show conclusive results, but give an explicit idea of the approach of those problems as of some theoretical reflexions and the dates obtained during the work of field.

Keywords: Social bonds; Forms of sociability; Strategies; Social reproduction.

1. Reflexiones acerca de los lazos sociales y las estrategias

   La problemática en torno a la incidencia de los procesos socio-económicos sobre los lazos sociales ha vuelto a estar en los debates teóricos y ha generado numerosos trabajos,(1) que desde distintas perspectivas de las ciencias sociales sostienen la ruptura, el debilitamiento o la disolución de los mismos.
   Reconocer, por tanto, que los efectos de estos procesos han repercutido en la vida social de las familias hortícolas, nos lleva a suponer que también han incidido en la conformación de los lazos que despliegan. En este sentido, me estoy refiriendo al entramado de vínculos que se establecen, no sólo los que ponen en contacto a los individuos -esto es los lazos interpersonales- sino también los que se generan desde el grupo al cual pertenecen.
   En este marco y desde un enfoque antropológico, en el presente trabajo se aborda la problemática de los lazos en el contexto socio-histórico de los procesos ocurridos durante los ‘90s, lo cual nos está marcando un tiempo en la sociabilidad de estas familias.(2) En este sentido me planteo, en principio, que los lazos sociales podrían ser una herramienta importante que les permitiría sobrellevar tales situaciones críticas. Esto me llevó a explorar las continuidades y discontinuidades de estos lazos, teniendo en cuenta la circulación de los sujetos, la movilidad respecto a las posiciones sociales en las que se ubican y, por ende, las posibles reestructuraciones de sus relaciones.(3)
   Otra cuestión que rescato es si se privilegian ciertos vínculos en el entramado de los lazos que se van configurando y si estas acciones tienen alguna correlación en función de su reproducción social. Es por esto que considero a la familia como una unidad en cuya organización se construye el mundo de vida más inmediato; esta estructuración se da sobre la base de valores que organizan los vínculos sociales, me refiero a la importancia que los mismos sujetos le dan a ciertos vínculos o la relevancia que pueden tener para ellos (como por ejemplo las relaciones que se construyen en base a las cuestiones étnicas).
   Por tanto, al focalizar en el conjunto de relaciones que estos sujetos construyen, estoy reconociendo no sólo el vínculo concreto, sino también la representación que ellos tienen sobre el mismo; es decir, el mundo de valoraciones y significaciones que tienen frente a su propia situación y a sus comportamientos para enfrentarla.(4)
   Estas consideraciones me orientaron a indagar en el papel que juegan los lazos sociales, qué correlación existe con la elección de tales o cuales vínculos en situaciones en las que la reproducción social se ve amenazada o al menos se dificulta, si se configuran como parte de las estrategias que se ponen en juego cuando estas familias se enfrentan ante estas situaciones y deben decidir por diversas alternativas posibles; entendiendo, por tanto, que esto conduce a la conformación de sus formas de sociabilidad.
   A partir de aquí, presentaré algunas cuestiones teórico-conceptuales referentes a la problemática central de este artículo, vinculándolas con la complejidad de los procesos sociales que se analizan a nivel empírico.
   En primer lugar, es dable aclarar que los conceptos que en general se utilizan (lazos sociales, capital social, redes sociales) tienen, por un lado, diferentes niveles de abstracción pero también tienen sentidos diversos; por tanto es necesario señalar sus alcances y limitaciones en las distintas instancias del análisis; ya que ninguno permite de manera particular y aisladamente, entender la problemática que me planteo. Por otro lado debo señalar que en esta presentación sólo se retoma parte de la bibliografía donde se reflejan las discusiones en torno a estas conceptualizaciones que se ha ido trabajando para ahondar esta problemática. La elección ha estado orientada a los fines de contextualizar teóricamente el análisis empírico que se presenta.
   Pensar estos vínculos desde el término de redes sociales , nos conduce al conjunto de relaciones en las que se encuentran los individuos según el lugar que ocupan en la estructura social, posibilitándoles el acceso a ciertos recursos. Radcliffe-Brown (1986:215-232) , desde la escuela británica de antropología, al momento de su análisis de la estructura social plantea que

'la observación directa nos revela que estos seres humanos [refiriéndose por ejemplo a los "habitantes aborígenes de una parte de Australia'] están conectados por una compleja red de relaciones que tienen una existencia real. Uso el término ‘estructura social' para indicar esta red".

   Asimismo planteaba que al considerar la estructura social incluía una variedad de relaciones, no sólo las "de persona a persona", sino también una "diferenciación de individuos y de clases", destacando la importancia que tenía tomar en cuenta las "diferentes posiciones sociales" de éstos. Es de resaltar, por tanto, las ideas que ya se planteaban en 1940 por este autor, quien distinguía la estructura social como una "realidad concreta", "directamente observada", de la "forma estructural tal como el investigador de campo describe", por lo cual era importante tener en cuenta la continuidad de esta estructura, los cambios posibles de tales relaciones sociales, que conducía, según este autor, a conocer las "diversidades de los sistemas estructurales"; cuestión que llevaría "al estudio de los intereses o valores como determinantes de estas relaciones. Una relación social (…) proviene del interés mutuo de varias personas entre sí, o bien de uno o más intereses comunes, o de la combinación de ambas cosas", donde los modelos de conducta permitirían la existencia de esa red de relaciones sociales [la estructura social para Radcliffe-Brown].
   Desde esta mirada -sin olvidar que Radcliffe-Brown se refería a las sociedades simples- y pensando las relaciones desde la categoría de redes, si bien me acerca a una descripción en la configuración de las relaciones constituidas (considerando incluso las particularidades y variedades en las posiciones sociales y la divergencia de intereses), creo que no estaría incluyendo otro conjunto de situaciones y comportamientos existentes que tienen que ver con la diversidad de intereses que cada vez más entran en juego en un momento como el actual donde las desigualdades se acrecientan y que, por lo tanto, habría que reflexionar acerca de los alcances que tienen hoy esos "intereses mutuos o comunes" .
   Son varios los investigadores (entre los que se encuentran también otros antropólogos) quienes han profundizado con distintas perspectivas de análisis estas discusiones. Aunque no es el objetivo del artículo hacer un rastreo teórico comprensivo de estas categorías, se destaca el texto de Baranger (2000) quien a partir de las ideas teóricas de P. Bourdieu en torno a las redes sociales y su noción de capital social pueden encontrarse, a su vez, otras referencias que permiten ahondar sobre otros enfoques. Baranger (2000:45) señala que desde el individualismo metodológico, las redes serían un "elemento que integra el contexto de condiciones dentro del cual el individuo adopta libremente y con plena conciencia sus decisiones racionales, esto es, tendientes a la maximización de su interés"; planteos que se discuten, por ejemplo desde la óptica de Bourdieu.
   Desde la perspectiva de Bourdieu (1995:64) -sin pretender analizar acá el desarrollo de sus obras-

"pensar en términos de campo significa pensar en términos de relaciones (…) en términos analíticos, un campo puede definirse como una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de poder (o de capital) -cuya posesión implica el acceso a las ganancias específicas que están en juego dentro del campo- y, de paso por sus relaciones objetivas con las demás posiciones (dominación, subordinación, homología, etc.)".

   Estos planteos me llevan a pensar que si por un lado los individuos pueden decidir "libremente" para "maximizar sus intereses", no se estarían considerando todos los condicionamientos de tales elecciones, como están marcando Bourdieu y Wacquant (1995). También creo que desde al análisis de la redes sociales, muchas veces éste aparece asociado a las relaciones de "ayuda", esto es a aquellas que tienden más a la integración social y de ser así quedan opacados los vínculos que generan conflictos. Por otro lado, tal como rescata Baranger (2000:54-55; 59) de las ideas de Bourdieu, la red la concibe "como un elemento estratégico, con el cual el actor puede jugar, y que por lo tanto no es reducible enteramente a su situación en la estructura, aún cuando dependa en gran medida de ésta", por lo tanto desde este concepto se podrían entender las interacciones de los individuos ya que la red sería el "modo en que se estructura la interacción como el resultado de las estrategias de los agentes, que son a su vez el resultado de los habitus de éstos". Si bien todos estos factores que se están considerando son importantes, al no abordar el análisis de manera conjunta y ver cómo se estructuran ciertas relaciones y qué estrategias se están incluyendo en función de los recursos disponibles o posibles, a mi entender podrían quedar situaciones sin contemplar que podemos encontrar a nivel empírico; en cuyo caso habría que esclarecerlas.
   En este sentido, me parece interesante presentar lo que señala González de la Rocha (1999:20) al respecto, cuando al analizar la realidad urbana de México en los '90s, plantea que

   "la participación en las redes sociales tiene costos (…) porque requiere tiempo y dedicación para ‘estar disponible' cuando uno es requerido"; por otro lado "esa participación conlleva una serie de costos materiales que no podemos ignorar. El intercambio social que fluye por esas redes incluye bienes y servicios que son las piedras que sostienen al puente y requieren inversión de recursos".

   Por tanto, a partir de los planteos que se desarrollaron hasta el momento y considerando los casos particulares de los horticultores en situaciones de empobrecimiento que hemos ubicado en un contexto de transformaciones sociales, estamos en condiciones de decir que los recursos también cambian por las diferentes situaciones y/o dificultades que van surgiendo (laborales, familiares, o de otro tipo), lo cual hace que se dificulte también el acceso a posibles beneficios que puedan obtenerse en los espacios de interacción social. Estas cuestiones se desarrollarán en los apartados 3 y 4 a partir de la información relevada en el trabajo de campo.
   Otra categoría para ahondar en el análisis de los lazos es desde la noción de capital social . No se trata aquí de introducir nuevas conceptualizaciones referidas al capital social, sino de indagar si este concepto me permite ampliar el estudio de las relaciones sociales para explicar los reacomodamientos que se han generado durante la década de los ‘90s en las familias hortícolas empobrecidas.
   Más allá de las diferencias que podemos encontrar en la literatura que trata esta problemática, hay un creciente consenso en cuanto a que el capital social representa la aptitud de los actores para asegurarse beneficios en virtud de la pertenencia a redes u otras estructuras sociales.
   Coleman (1990:300, extraído de Trigilia, 2003:129) manifiesta así que el capital social sería "el conjunto de las relaciones sociales de las que en un determinado momento dispone un sujeto individual (por ejemplo, un empresario o un trabajador) o un sujeto colectivo (privado o público)"; y que desde estas relaciones se podría acceder a "los recursos cognitivos, como la información, o normativos, como la confianza, que permiten a los actores realizar objetivos que de otro modo no serían alcanzables, o lo serían pero con costos mucho más altos". Por tanto se podría afirmar, que "un determinado contexto territorial resulta más o menos rico de capital social, según los sujetos individuales o colectivos que residen allí, estén implicados en redes relacionales más o menos difundidas".
   Pierre Bourdieu (1985:248; 2000:148) , lo definió como el "agregado de los recursos reales o potenciales que se vinculan con la posesión de una red duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de conocimiento o reconocimiento mutuo" . Según este autor, desde este concepto el interés está puesto en los beneficios que reciben los individuos en virtud de su participación en grupos y en la construcción deliberada de la sociabilidad con el objetivo de crear ese recurso. Las redes sociales no son un dato natural y deben construirse mediante estrategias de inversión orientadas hacia la institucionalización de relaciones grupales, utilizables como una fuente confiable de otros beneficios. La definición de Bourdieu aclara que el capital social puede descomponerse en dos elementos: primero, la relación social misma que permite a los individuos reclamar acceso a los recursos poseídos por sus asociados, y segundo, el monto y la calidad de esos recursos.
   Por tanto, desde el concepto de capital social, se estaría hablando de un tipo de relaciones sociales que pueden acumularse e incrementarse según los recursos que se tengan, lo cual permitiría obtener ciertos beneficios sociales. En los apartados 3 y 4, en los casos específicos con los que se trabajó, se expone cómo se obtienen estos beneficios tanto a nivel colectivo como individual y cómo construyen esa sociabilidad para la obtención de recursos.
   Baranger plantea que Bourdieu maneja cierta noción de capital social, que dentro de su sistema teórico contiene tanto a las relaciones concretas como a la representación de éstas y a su papel en la estructuración del espacio social. Desde mi punto de vista, acuerdo con esta apreciación de Bourdieu, ya que -como aclaré inicialmente- entiendo que las representaciones no son sólo una forma de conocimiento sino también s istemas de valores, ideas y un instrumento para la acción práctica, elaboradas y compartidas socialmente que permiten la comunicación y la construcción de espacios sociales en común. Por tanto, vuelvo a remarcar que es importante no sólo indagar acerca de las relaciones concretas que se establecen, sino cómo son interiorizadas por los actores, ya que esto permitíría comprender mejor sus comportamientos en la cotidianeidad, sus formas de organización y comunicación no sólo desde sus lazos interpersonales, sino también en sus vínculos con los grupos sociales con los que interactúan.
   Según lo rastreado hasta aquí, se podría decir que a diferencia de las redes sociales que pueden constituir limitaciones y recursos para la acción, el capital social siempre es fuente de beneficios; apunta más específicamente a los recursos de los que se apropia el individuo, a través del apoyo y la activación de las relaciones, para realizar su objetivo o fin, cualquiera sea.
   La utilidad del capital social no depende de las características de las redes o de los lazos, sino de los recursos específicos que se hacen necesarios en cada caso particular. En otras palabras, particulares recursos relacionales son importantes sólo en particulares contextos y en referencia a objetivos específicos; son ineficaces o dañinos respecto de otros. Ahora, conseguir esos recursos tiene que ver, a su vez, con las estrategias que puedan implementarse. Desde mi punto de vista, en el análisis del capital social desde algunas opiniones parecería que quedan por fuera las relaciones de intercambio que expresen relaciones de conflicto; o al menos más allá que se consideren relaciones de poder, no queda claramente explicitado.
   El otro concepto que señalé para analizar los lazos sociales es el de estrategias ; en general, al hablar de estrategias, según Murmis y Feldman (2002), se privilegia más la cuestión de las formas en que estos individuos comparten sus recursos. Si bien el debate al respecto es amplio, a los fines de este trabajo me interesan rescatar los planteos de Borsotti (1981) y de Torrado (1998), quienes al plantear la idea de estrategias familiares de vida ponen el acento en la conducta de las unidades familiares en su conjunto, según su situación de clase, movilizando y organizando sus recursos para el logro de ciertos objetivos no necesariamente explícitos, constituyendo un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida familiar y permitiendo la reconstitución de la lógica subyacente de los comportamientos familiares. Considero que llegar a conocer la lógica que está por debajo de los comportamientos de los grupos sobre los que centro el análisis es fundamental en el curso de mi investigación. Borsotti (1981:21) señala que "las estrategias familiares son la reconstitución de la lógica subyacente en todos estos hechos " . Y Torrado (1998:212) plantea que

"la lógica de una estrategia de vida puede no ser deliberada o conciente, pero subyace a la trayectoria de las unidades familiares y puede ser detectada a través del conocimiento de los comportamientos familiares, independientemente del hecho de que sus actores sean conscientes de la prosecución de determinados fines" .

   Cabe preguntarse entonces, ¿cómo resuelven sus necesidades aquellas familias que no logran lo suficiente para su completa reproducción social? Una manera posible, según Saenz y Di Paula (1981:150),

"es que el individuo busca aumentar los ingresos en el sentido amplio de sus satisfactores. Este aumento será consecuencia de la inserción del individuo en agregados sociales de distinto grado de amplitud desde la familia nuclear hasta la sociedad en su conjunto".

   Pero teniendo en cuenta las redes de relaciones que establecen las familias ¿qué relaciones se incluyen en sus estrategias de vida como para alcanzar su reproducción? Estos son algunos de los interrogantes que se desarrollan en los siguientes apartados al analizar de manera particular qué ocurre entre los horticultores; ya que , al hablar de las estrategias que despliegan las familias, entiendo que hay detrás decisiones que se deben tomar.
   Habiendo presentado de manera suscinta las reflexiones conceptuales más significativas a los fines del presente artículo, quiero resaltar que no estoy considerando que estas conceptualizaciones no son útiles para aplicar al análisis de las relaciones familiares. Pero sí me interesa remarcar que, al tomar uno u otro de estos conceptos de manera separada, implicaría dejar de lado ciertas situaciones posibles en las que se pueden encontrar los individuos y/o los grupos familiares; como tampoco se estarían contemplando una multiplicidad de lazos sociales que se van constituyendo en cada situación en particular que les permitirían afrontar situaciones críticas y reproducirse como grupo. Se trata pues, según mi parecer y acordando con lo que plantean Murmis y Feldman (2002:23), de ver si es posible rescatar ese conjunto de situaciones para comprender la diversidad de formas de sociabilidad, sin apuntar a la

"dualidad entre existencia e inexistencia de vínculos y superar el debate entre quienes afirman la persistencia de lazos y quienes, por el contrario, postulan el crecimiento y predominio del aislamiento. Lo fructífero es tratar de captar tipos de situaciones y, con ello, identificar contactos o aislamientos en áreas específicas de interacción en distintos contextos de sociabilidad y la diversidad de tipos de contacto"

2. Consideraciones metodológicas y reflexiones empíricas

   En primer término, a partir de las cuestiones explicitadas en el apartado anterior y tratando de aplicarlas a los casos particulares de las familias de horticultores, los primeros interrogantes que me planteo apuntan a ¿cómo dar cuenta del devenir de los lazos sociales que se establecen en estas situaciones críticas? ¿Qué importancia tienen y con qué fines se establecen? ¿Cómo se expresan las interacciones y cómo se van constituyendo las diversas formas de sociabilidad? Esto me llevó a identificar las diferentes situaciones en las que intervienen estas familias como colectivo y sus integrantes como individuos; ya que al hablar de lazos sociales estoy remarcando una relación, un vínculo, por tanto su carácter relacional me llevó a abrir dimensiones que tienen que ver con las partes que pone en relación, entre las que destaco el factor étnico; la condición migratoria; la forma social del trabajo y las relaciones laborales; las que tienen que ver con lo parental; con las formas en que se organiza la familia no sólo para el trabajo sino también para otras actividades sociales que se irán planteando en los siguientes apartados.
   Una segunda cuestión que me parece importante aclarar -si bien no es el eje de esta presentación- y que permitiría comprender mejor la perspectiva de análisis considerada, es que cuando hablo de situaciones de empobrecimiento me refiero a la repercusión que ha tenido, en el conjunto de los trabajadores y pequeños productores familiares, los cambios socio-económicos mencionados, a quienes se les ha ido dificultando resolver su reproducción social, el acceso a ciertos servicios y necesidades básicas; pero también en tanto no pueden participar de las prácticas sociales aceptadas socialmente en determinado momento. Así mismo debo resaltar, que estas situaciones donde se dificultan sus condiciones de vida, reflejan una heterogeneidad de situaciones de empobrecimiento y una profundización en cuanto a la desigualdad entre los distintos productores y trabajadores. En este sentido, las familias hortícolas a las que hago referencia en este artículo son aquellas con condiciones de vida más desfavorables o en situaciones de desventaja social en relación a otros sectores sociales. Por ende, los principales actores sociales que se están considerando en la investigación en general conforman un amplio y heterogéneo espectro: los medieros, los trabajadores asalariados tanto permanentes como transitorios y/o estacionales (peones, tanteros, embaladores, entre otros) y los pequeños productores propietarios y/o arrendatarios.
   Particularmente en este artículo el análisis se circunscribe al conjunto de los trabajadores, incluyendo también de manera especial a los medieros.(5) Esta elección se debe a una decisión del investigador de presentar un primer análisis en profundidad hecho sobre el material de campo acerca de estos actores en relación a esta problemática, y por ende no se incluye la información con la que se está trabajando y aún no está elaborada en su totalidad sobre los pequeños productores.
   Un tercer punto que hace a lo metodológico es que, tal como mencioné en el primer apartado rescato para el análisis las referencias de los propios sujetos; esto es, cómo aparece en sus relatos la manera en que organizan sus acciones en relación con su entorno, las decisiones que van tomando en las distintas instancias a las que aludimos y qué explicaciones se desprenden, por ende, en cuanto a sus vínculos sociales y estrategias. Considero que es importante retomarlo en esta instancia de consideraciones metodológicas, ya que son la base sobre las que centro mis reflexiones en torno a la diversidad de vínculos que se han ido estructurando en la trayectoria de vida de estas familias, y las ideas que vengo elaborando en base a las observaciones de campo: que no todos los lazos tienen la misma significación ni importancia, no sólo desde mi visión como investigadora, sino también desde los propios actores sociales.
   Mi interés, en este sentido, tiende a no ignorar las diferencias que pueda encontrar en el conjunto de actores que voy a considerar y que señalo a continuación; la idea es, al decir de Menéndez, no tratar de "homogeneizar la realidad", tratando de "ver la diferencia en el interior de la cantidad de actores que están en juego"; por tanto, no se trata sólo de "darles la voz a los actores (…) sino de ver realmente en profundidad cuáles son las contradicciones y conflictos al interior" (Menéndez, 1997:255-258). De esta manera, las herramientas consideradas me permitirían rescatar la visión de los actores sobre su propia experiencia y reconstruir en algunos casos los procesos de continuidad, ruptura, adaptación y/o reelaboración de los lazos sociales en situaciones diversas.
   Para adentrarnos a indagar los objetivos propuestos, l a unidad de análisis que considero como más apropiada para esta investigación es la unidad familiar por ser la organización social en la que confluyen actividades que apuntan al mantenimiento y reproducción social de sus miembros que, a su vez, están ligadas a una producción particular: la horticultura. Cabe aclarar aquí que me estoy manejando no sólo con la categoría de familia nuclear, sino que estoy incluyendo a todos los miembros de la familia teniendo en cuenta que generalmente en los espacios rurales y particularmente en los grupos que estoy presentando nos encontramos con familias extensas o ampliadas.
   Las entrevistas sobre las que se centra el presente análisis fueron realizadas por el equipo de investigación del que formo parte durante la década del '90, y son fundamentalmente de las localidades de Los Hornos y Olmos (región del Gran La Plata). A partir de estas entrevistas logramos un registro de información que nos permitió construir un diagnóstico de situación de la región pudiendo identificar diferentes tipos de unidades productivas, los diferentes actores sociales involucrados y también registros sobre las condiciones de vida de estas familias. Pero me interesa resaltar acá que de tal registro, la elaboración en base a los datos existentes para comprender la problemática de los cambios en los lazos sociales en su articulación con la reproducción social y las estrategias de estos grupos en situaciones de empobrecimiento es propia. Por último, cabe mencionar que del conjunto de trabajadores, la mayor cantidad de entrevistas logradas son las realizadas a integrantes de familias de medieros.
   En este artículo -como se explicitó en la presentación de este dossier- retomo el análisis de dos aspectos centrales que, a mi entender, ocupan un lugar relevante en las formas de sociabilidad de estos grupos familiares: las cuestiones de orden étnico y de trabajo, que son las que se van a presentar en los siguientes apartados.

3. Relaciones familiares y relaciones laborales

   Al considerar la reproducción social de los grupos familiares sobre los que se hizo el análisis, se han observado ciertas dificultades para resolver su situación de subsistencia y desde su economía doméstica, es decir del conjunto de labores que desarrollan a partir del trabajo en las quintas, no logran alcanzar el ingreso suficiente para mantenerse cotidianamente.
   Estas dificultades se rescatan de las valoraciones de los propios trabajadores cuando en la mayoría de los casos expresan que en este trabajo "no se gana nada...", que "no alcanza ni para comer o apenas alcanza para sobrevivir..."; y por tanto comentan que lo que se puede comprar para comer es poco; que "apenas podemos cubrir la comida de los chicos y la ropa"; que apenas alcanza "bueno...para mantener a la familia ... para mantener la casa.... ropa, útiles a los hijos cuando están estudiando, ..." [extraído de las entrevistas a medieros, asalariados, esposa de mediero]; explicando siempre que depende de las diversas circunstancias que entran en juego: mucha oferta de mano de obra disponible para trabajar en las quintas, los precios de venta del momento de la verdura, las menciones en referencia a todos los que intervienen al momento de considerar los pagos, el tamaño de la familia, entre otras que ellos mencionan y que se detallan en otros trabajos (cfr. Attademo, 2005).
   Desde ya no todas estas circunstancias dependen de manera directa de la decisión de estos grupos, tal como lo hemos explicitado en otros trabajos (Waisman, Ríspoli y Attademo, 2008), pero lo que me interesa rescatar acá es ¿cómo enfrentan entonces estas situaciones? ¿de qué manera los vínculos que tienen les permiten sobrellevar estas dificultades?
   Lo que se observa y también se rescata de los relatos de los mismos entrevistados, es que aparecen distintas vinculaciones o conexiones para enfrentar tales situaciones. Comencemos por las que van surgiendo por fuera del entorno familiar en relación a su propio trabajo (con el patrón, otros trabajadores, etc.), con otras familias de su entorno (vecinos, amigos, etc.) y también con instituciones formales o informales (Estado, escuela, iglesia, etc.) y que de hecho les permiten obtener ciertos recursos (tanto en dinero como en bienes y servicios) de los cuales carecen o si los tienen no son suficientes para su mantenimiento cotidiano.
   Aunque no todos los casos son iguales, en cuanto a las relaciones con los "patrones" (propietarios de las quintas), varias de las familias medieras nos han expresado que reciben adelanto en dinero o en mercadería o en remedios o para solventar lo que no les alcanza: "me prestó para la operación de mi padre (...) y me adelanta para pagar tanteros";(6) "por ahí nos falta plata...por ahí no tenemos y nos tiene que ayudar el patrón hasta entregar la producción". Pero esto también significa como aducen varios que si bien "el patrón nos espera" y puede ser una ayuda para ellos porque le pueden ir devolviendo de a poco, esto no deja de significar que "siempre con el patrón estamos en deuda".
   Esta situación hace que muchos se resistan a pedirle ‘adelantos' o ‘ayudas' a los patrones y por tanto terminan pidiendo fiado a los comercios del barrio o lo resuelven con las conexiones que se establecen con grupos familiares afines. ¿De qué manera? Muchas veces, las elecciones que toman es utilizar los vínculos que tienen con sus parientes quienes pasan a trabajar como asalariados pero con otros compromisos y también con otros tiempos y formas de pago: con dinero, comida, ropa, etc.
   Los adelantos para sobrellevar estas situaciones no se registran sólo entre las familias de los medieros, entre los asalariados también ocurre lo mismo, ya sea que estén contratados por productores propietarios o por medieros; así nos comentaban algunos peones o familiares de tanteros contratados por medieros quienes recibían por adelantado parte de sus ingresos para solventar los gastos cotidianos (sea que se encuentren trabajando solos o con el grupo familiar). Al igual que en los casos de medieros también se registraron las vinculaciones familiares a partir de las ayudas proporcionadas (sea por circulación de dinero o labores realizadas en la quinta).
   Otro tipo de relaciones que se registraron entre los hortícolas son las ayudas que circulan entre vecinos o entre medieros de las mismas quintas, ‘ayudas' que las referían a utilizar la verdura o a colaborar en el trabajo de la quinta: "se trae...o se saca verdura para comer cuando hace falta"; "ni nos pedimos... como sabemos que es para comer.."; o cuando alguno de ellos lo necesitaba "...porque le agarró la piedra, por ejemplo..."; "....cuando hay que plantar....y si está apurado nos ayudamos nosotros" [discursos de entrevistas a medieros]; o en situaciones que llegaban a asociarse entre los medieros de la misma quinta para comprar los insumos que necesitaban (veneno, abono, por ejemplo). Considero que en principio es importante destacar acá que asociado a estas manifestaciones aparecieron expresiones de algunos trabajadores diciendo que "a veces se dan una mano con los de la misma quinta", pero también aludían que no tenían ningún trato con otros medieros. Estos contactos que se van conformando entre trabajadores vecinos o de la misma quinta no pueden analizarse sólo desde las ayudas que se reciben que de por sí son importantes para paliar estas situaciones críticas, ya que en la mayoría de los casos analizados aparecían asociados a las cuestiones parentales y/o étnicas que entran en juego y que ampliaré en el siguiente apartado.
   Así mismo, retomando las palabras de algunos medieros y también de algunos peones y pensando si estos contactos más cercanos les posibilita evitar desacuerdos, parecería que en el trabajo de la quinta no todo transcurre de manera armoniosa, ya que varios plantean que "cada cual trabaja para cada cual" y que entre los medieros también "se lleva la contra" o "se pelean entre ellos" al momento de tener que repartir los insumos existentes para el trabajo (semillas, por ejemplo) o por el tamaño de la parcela a trabajar, lo que daría cuenta de situaciones de conflicto.
   ¿Qué nos están reflejando estas situaciones? Que la problemática de los lazos no son tan simples de analizar por la diversidad de vínculos que se van conformando y de formas en las que se presentan. En una primera aproximación podría afirmarse que las que van apareciendo como más valoradas y por ende las que se van afianzando con más fuerza son aquellas en las que entra en juego la familia, lo étnico y lo afectivo de manera conjunta.
   Otros contactos que se van entretejiendo y que también incluyen relaciones afectivas son las vinculaciones con amigos y vecinos que mencionamos más arriba y que, según los mismos entrevistados, muchas veces implica obtener otros beneficios: "... amigas que por ahí ellas siempre me traen ropa para la quinta, zapatillas, que en el centro por ahí las usan un poco y las dan aunque ahora ya casi nadie da nada..."; o las que refieren los propios trabajadores cuando se juntan ocasionalmente para distraerse (football); u otras que también hemos mencionado en otros trabajos, que si bien son importantes porque constituyen, como señalo, relaciones que les permiten obtener diversos recursos, también forman parte de las necesarias formas de sociabilidad que hacen a la conformación de las personas como individuos y a la integración de estos grupos familiares con el contexto de su propia comunidad. Pero a mi entender no tienen la misma intensidad, entre otras cosas porque a veces suelen ser relaciones ocasionales o más puntuales.
   Otro conjunto de contactos que aparecen, aunque nuevamente nos encontramos con situaciones disímiles, son los que se entablan con las diversas instituciones, de las cuales también se obtienen recursos pero que no siempre implican salidas rápidas y fáciles. Esto no significa que se descarte lo que se pueda conseguir cuando permite paliar las situaciones momentáneas. Los recursos que generalmente se privilegian son las que se encuentran cerca de las quintas (esto es, los que se obtienen desde las instituciones locales); por ejemplo las iglesias que generalmente les ofrecen leche o ropa; los comedores escolares, ya que varias familias acceden a la comida para los hijos más pequeños; pero tal como nos comentaban algunas mujeres "no siempre les soluciona mucho" –se referían sobre todo a lo que les ofrece la iglesia- por tanto aparecen como ‘ayudas' que se tienen en cuenta pero no se muestran como lugares que puedan contribuir considerablemente al mejoramiento de sus condiciones de vida.
   Cuando indagamos para interiorizarnos acerca de los beneficios que se obtenían desde otro tipo de instituciones públicas estatales o también desde las ONG,(7) los datos que recabamos reflejaban cierta dificultad para acceder a los mismos. En principio podemos decir que se trata generalmente de instituciones no barriales, lo cual implicaba tener que trasladarse a la ciudad de La Plata para obtener estos recursos o hacer los trámites necesarios para acceder a ciertos beneficios. Por ende podemos afirmar que la participación en estos espacios institucionales implica implementar estrategias de inserción diferentes –según se traslucía en los relatos- cuando los o las entrevistadas lo asociaban al sacrificio que insume acceder a estos organismos. Una de las razones que esgrimían, por ejemplo, era que a veces no contaban con el dinero suficiente para viajar. Otros motivos aparecían asociados a las exigencias pedidas desde los programas estatales; en estos casos, en las explicaciones se traslucía que los trámites para obtener algo eran muchos y los beneficios pocos; aunque cuando se logra obtener sin demasiado sacrificio obviamente se las utiliza.
   Esto nos muestra un vínculo que se limita en gran parte a la simple recepción del recurso, donde no se generan demasiadas motivaciones para fomentar tal participación, o al menos no siempre ameritaba considerarlas, lo que los llevaba a dejar de asistir. En resumen, a veces implicaba no utilizar tales recursos; esto nos lleva a reflexionar en los elementos que se ponen en juego y en las significaciones atribuidas a este tipo de asociaciones.
   En este sentido, podemos ejemplificar con ciertas políticas que se fueron implementando, como las que actualmente se ofrecen desde el Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Salud u otras (como el PAN, el Plan PAIS, el Plan Materno Infantil, entre otros). Cabe aclarar que actualmente no todas están en vigencia, pero fueron parte de los recursos a los que algunas familias accedían hasta fines de 1989, momento en el que se iniciaron las entrevistas (cfr. Attademo, 2000; Ametrano y Attademo, 2004).
   En cuanto a las organizaciones orientadas hacia la producción, tal como hemos planteado en los trabajos que estoy mencionando, no se han desarrollado en la región hortícola platense, al mismo nivel que alcanzaron en las producciones pampeanas centrales. En la región, por ejemplo, la promoción asociativa del Programa Cambio Rural tiene una presencia destacable pero restringida.
   Por otra parte, no son muy frecuentadas por medieros sino, particularmente, por los productores propietarios o arrendatarios. Según los medieros ellos no participan, según han manifestado en las entrevistas, por "estar poco tiempo en cada lugar" o "porque no tienen tiempo para participar", quienes participan "son los trompas". Cabe aclarar que algunos propietarios rescatan que si bien es beneficioso para el desarrollo de la producción hortícola, especialmente en situación de crisis, no hay una verdadera concientización y aparece poca participación en forma directa.(8)
   Lo que se puede apreciar hasta aquí es que las relaciones se van constituyendo con una importancia e intensidad diferencial: ocasionales en algunos casos; con posibilidad de ser más afines unas que otras, otras se consideran más por ser parte de la comunidad en la cual participan estos grupos familiares (la escuela, por ejemplo), y otras tienen menor peso en cuanto a lo que significan para estos sujetos. Y tal como se ha mostrado en esta presentación, esto también tiene que ver con el hecho que los beneficios que pueden obtenerse no siempre les permiten resolver las dificultades por las que atraviesan. En relación a esto los registros de la década del '90 reflejan lo siguiente:

   "la quinta es una lotería...porque depende de varios factores" (tales como la de orden climático, así como de las posibilidades de venta de lo que producen, entre otras tantas mencionadas en los trabajos citados), "...por tanto no tiene seguridad"; porque "antes se podía ahorrar... ahora me queda deuda..., entonces uno va rasguñando..."; "... uno va cinchando"; porque "estos son momentos que no se tiene seguridad...antes se podía comprar un terreno"; porque "acá no hay posibilidades de progresar... es difícil porque no hay sueldo..." [entrevistas a medieros o familiares de medieros]

   Creo que es importante detenernos acá un poco más sobre la especificidad de los medieros,(9) ya que como señalamos anteriormente se trata de un tipo de trabajadores que por su particularidad también complejiza el análisis respecto al entretejido de las relaciones que se van constituyendo en las zonas de producción hortícola. Estas vinculaciones aparecen como las más frecuentes especialmente desde la década de los ‘90s, aunque son relaciones que ya existían con anterioridad. Se trata de relaciones desiguales, porque si bien entra en calidad de "socio" con los productores propietarios y con participación del producto, no dejan de ser relaciones asimétricas porque varía la proporción en el reparto final y en el aporte de bienes y trabajo (la base de reparto del producto y ciertos gastos es aproximadamente entre el 30 y el 50%); pero hay que considerar que no se trata de un solo "socio", ya que al ser un tipo de trabajo familiar, no se está considerando el aporte del trabajo de la familia o parientes que pueden o no vivir con la familia del mediero, o eventualmente la contratación de otros trabajadores temporarios en momentos en que la fuerza de trabajo familiar no alcanza a cubrir las necesidades del proceso productivo. Es decir, la mediería tiene aspectos equivalentes tal como ciertos acuerdos en la administración de las quintas y el reparto del producto, pero en el proceso real se traslucen relaciones de subordinación y de disciplinamiento en cuanto a los aportes y en cuanto al control de gestión.
   A partir de lo explicitado, no podemos dejar de reconocer que estas consideraciones son relevantes a la hora de comprender y reflexionar acerca de cómo pensar la cuestión de los lazos y las estrategias que se presentan durante el período que se ha considerado en estos espacios y en las condiciones de estos grupos. En este sentido, lo que hemos constatado es que las conexiones que se privilegian parecen ser nuevamente las que tienen que ver con las relaciones familiares (intra-domésticas y extra-domésticas); por tanto el parentesco es una variable importante que se considera ya que está muy presente al momento de privilegiar o de reforzar vínculos. Por un lado, porque aparecen como más confiables; pero a su vez, porque al reforzar las relaciones familiares les permitiría enfrentar de mejor manera estas situaciones, dado que al no tener un "sueldo" como ellos manifiestan, les es difícil afrontar, por ejemplo, la contratación de mano de obra, dado que eso significaría tener que repartir lo que les entra de la venta de la producción con otra gente y les disminuye la entrada de dinero para mantener los gastos de la casa, para los gastos cotidianos y también las posibilidades de ahorro a futuro.
   Hay que ver también con qué recursos se cuenta y a su vez ante esto qué estrategias se despliegan; transcribimos algunas expresiones de varios entrevistados [extraídas de entrevistas a medieros y esposas de medieros] , para retomar luego estas valoraciones en el análisis:

"Contrato mano de obra por día y por tanto... porque no me cubre el gasto la verdura para mandar al mercado"; "... a veces viene un muchacho y el primo que nos ayuda... cuando tenemos mucho apuro"; "tomo peones según como venga el trabajo"; "si no ayudo yo [comenta esposa de mediero] en la quinta estamos mal porque es poco lo que hay y si ponemos peones... no queda nada"; "contrato peones en el verano para el tomate o la chaucha... pero muy poco"; "en este momento poner peones no conviene. Si está el peón le tengo que pagar yo solo. Nos arreglamos nosotros... plantamos nosotros lo que podemos atender..."; "y el que tiene familia lo hace como nosotros... que así de afuera no tenemos porque cobran mucho y no se saca plata... no se puede trabajar con gente"

   Estas apreciaciones que surgen de los trabajadores y de los familiares que intervienen en el trabajo de la quinta, enfatizan lo que vengo desarrollando, esto es, las dificultades laborales que se les van presentando; pero a su vez nos permite enfatizar esta idea acerca de que los vínculos que parecen reforzarse para el trabajo de la quinta son los que tienen que ver con las relaciones familiares. Esta idea se reitera constantemente: que es preferible trabajar con los miembros de la familia o con parientes que aunque trabajan y viven en otras quintas, permite el ‘ahorro' en la contratación de peones o tanteros; aunque los momentos ‘límites', cuando no se pueden cubrir las labores necesarias (como en el caso de la cosecha del tomate cuando hay que embalar, por ejemplo) igualmente deben contratar mano de obra, porque a veces también se requiere cierta especialización en la tarea.
   Otras salidas posibles que aparecen es poder conseguir changas u otros trabajos que complementen los ingresos no obtenidos a partir de lo que se produce en la quinta. Pero esto tampoco tiene una resolución simple, porque asociado a esto surgen los posibles conflictos que pueden tener con los productores propietarios; así como también los reordenamientos en la organización familiar al tener que distribuir las tareas del grupo familiar (tanto las que se hacen en la quinta como las que corresponden a las que se distribuyen dentro del grupo familiar).
   Casi todos los miembros de la familia acuerdan que

"con la quinta no se puede hacer nada más (...) que en el gremio de la quinta hay muchas cosas que hacer (regar, limpiar, plantar, sacar la verdura) y no se puede salir" (mediero); "El hombre no tiene que salir... porque si sale, viene el patrón y ve que no trabaja, que sale y no hace lo otro..." (esposa de mediero).

   Por tanto acá aparecen distintas opciones: los que salen en busca de otros trabajos son los otros miembros del grupo familiar, no quien hizo el contrato con el patrón (sea el mediero o a veces también los peones). En general si el mediero hace changas lo hace para el patrón. De esta manera, los resultados de las entrevistas nos muestran que en muchos casos las que salen son las mujeres (las esposas o las hijas mayores) quienes trabajan, generalmente, en servicio doméstico, aunque también se ocupan de las tareas de la quinta; y, en algunos casos, los hijos varones más grandes, quienes ocasionalmente además de trabajar en la propia quinta hacen changas en otras quintas. Estas cuestiones fueron desarrolladas en otro trabajo cuando analizaba de manera especial la situación de género en el trabajo hortícola en relación a la categoría de ‘ayuda' y su participación en el trabajo. Lo que pude observar en el caso de las mujeres esta categoría de ‘ayudas' no era tan sencillo de analizar; ya que al tener que dividir el tiempo entre las tareas domésticas dentro del grupo familiar y el trabajo extradoméstico, tanto el de la quinta como el que se realiza por fuera de la quinta, muchos de estos vínculos laborales quedan oscurecidos bajo la forma de ‘ayuda'; que muchas veces aparece asociada a un aporte de trabajo parcial. Lo mismo se reflejaba en los hijos/hijas, donde el trabajo que ellos realizaban aparecía subordinado al tiempo que deben dedicarle a sus estudios (Attademo, 1999).
   Por tanto, este es otro elemento que nos llevó a afirmar que el ingreso del mediero se sitúa así en los límites de la remuneración a su "trabajo necesario", límites que habitualmente no son alcanzados si entendemos que tal ingreso debería cubrir las necesidades mínimas de subsistencia del mediero y de su familia, a partir del trabajo directo del primero; lo cual lleva a su vez a dificultar aún más su reproducción ampliada; de tal manera que el mediero en realidad no tiene otra salida más que incorporar a su familia al trabajo para poder cubrir sus necesidades básicas. Esta realidad, a mi entender, no es privativa de los trabajadores medieros, sino que se extiende al conjunto de los trabajadores asalariados, aunque la mediería presente particularidades específicas.

4. Etnicidad, parentesco y redes sociales

   Las cuestiones de orden étnico son relevantes en el análisis de los casos considerados para entender la dinámica de estas familias al momento de ahondar en la configuración de sus formas de sociabilidad y las estrategias que se van generando en el tejido social en el que se mueven. Acá encontramos nuevamente vínculos diversos que nos remiten a las sociabilidades que se generan a partir de sus propias historias de vida, de sus especificidades culturales y por ende de cómo fueron construyendo y re-construyendo sus propias identidades.
   A su vez, no podemos dejar de considerar que estas vinculaciones se recrean a partir de los nuevos contactos que estas familias entablan en la comunidad a que estamos haciendo referencia y que -como lo señala Archenti en uno de sus trabajos (2005)- nos remite a nuevas "relaciones de interculturalidad".(10)
   De esta manera, teniendo en cuenta a los grupos familiares entrevistados, podemos decir en primer término que la presencia de trabajadores migrantes es significativa, donde cada grupo se reconoce diferente entre sí, constituyéndose un espacio donde se evidencian procesos socioculturales de diversas etnicidades. La migración aparece, entonces, como un elemento de consideración importante donde no sólo se expresan las otredades, sino también un despliegue de lazos sociales que se suman a las que ya fui señalando en el apartado anterior; y que son otro condicionante a tener en cuenta en los procesos de inserción social en general y laboral en particular.
   Cabe aclarar que según nuestros datos estos trabajadores (sea como individuos, con el grupo familiar o parte de él) provienen en gran parte de las provincias del NO argentino (la mayoría de Santiago del Estero, Jujuy, Salta); algunos de Corrientes y la mayoría que se trasladan de países limítrofes vienen de Bolivia.
   Tal como nos han manifestado van surgiendo diversas cuestiones que los impulsa a trasladarse desde sus lugares de origen para mejorar sus condiciones de vida. Así, entre los motivos a los que aluden y que en realidad me interesan para mostrar cómo inciden en la configuración de los vínculos aparecen diversas explicaciones: porque no hay mucho trabajo; por cuestiones de seguridad; porque dicen que el tipo de trabajo que realizan acá parecería ser mejor, menos sacrificado, ya que de donde vienen es muy duro (como en el caso de la caña de azúcar en Jujuy, en Tucumán o la hachada de quebracho en Santiago del Estero); por tanto se dificultan sus proyectos de vida y su reproducción social. Estas cuestiones se reflejan en los discursos de algunos entrevistados, quienes nos comentaban que

"...mejor es acá, el trabajo es más seguro (...) porque quizás allá en Salta de repente que hace calor o es más cómo le puedo decir,...más duro..." [esposa de mediero]; "...porque tenía hijos grandes y no los podía mantener" [mediero santiagueño]; "...porque la situación en Bolivia está mal" [mediero boliviano].

   ¿De qué manera se fueron entonces contactando con la región a los fines de buscar nuevos recursos para su subsistencia? Ni las explicaciones ni las relaciones para dar cuenta de esto son simples porque las conexiones que aparecen tienen que ver en parte con sus trayectorias de vida como grupo o individuales. Como señalamos en el apartado anterior, acá también es importante considerar las cuestiones de parentesco como significativas para ubicarse en este contexto local; y tampoco hay que desestimar el hecho que si bien se privilegian las relaciones familiares, esto no implica que sean armoniosas y que no aparezcan situaciones conflictivas.
   En este sentido, tal como hemos constatado en la región rururbana de La Plata y como ellos mismos aluden, sus trayectorias laborales parecerían ser semejantes, los trabajadores asalariados al igual que las familias de medieros, quienes según sus relatos la mayoría comenzó trabajando como peones o tanteros, fueron trabajando generalmente haciendo la ruta del tomate; pero estas situaciones que pueden aparecer como homologables, nos están marcando lo que señalamos más arriba respecto a que comienzan a entremezclarse sus diferencias en el trayecto de inserción de sus labores cotidianas. Por tanto, estas expresiones que denotan la existencia de "conexiones" y "ayudas" en situaciones de necesidad aparecen asociadas a las referencias donde se privilegian los vínculos que apuntan a las identificaciones culturales de cada grupo étnico: "con los bolivianos no, porque ya son...otro tipo de gente" (mediero santiagueño); "no se respetan las costumbres de Bolivia" (peón boliviano).
   Muchos entrevistados santiagueños nos comentaban también que "entre los paisanos" se ayudan mucho por ejemplo cuando están enfermos, o cuando muere un familiar porque "...hay uno o dos personas que recorren los domicilios para dar lo que uno pueda (...) unidos como nosotros no creo que haya...". También planteaban que entre ellos se "ayudan" para las labores de la quinta, pero dejaban en claro que no se tratan con los bolivianos. Con los grupos familiares bolivianos constatamos también la misma situación en referencia a cómo se conectaban entre ellos para ciertas prácticas sociales y en relación a la producción, remarcando que con otras familias o trabajadores que no pertenecían a su grupo étnico no se daba de la misma manera.
   Esto nos muestra cómo se van afianzando en el lugar, y cómo van enfrentando las criticidades del contexto más macro, me refiero a cuando plantean los motivos de por qué se van de sus lugares de origen. Los vínculos desde lo étnico juegan un papel no sólo de necesidad en situaciones críticas, sino de identificación con el colectivo, pero aquel con el que pueden lograr mayor identificación, y que pasan a tener mayor significación en cuanto a la conformación de sus propias identidades. Esto no significa descartar la posibilidad de grupos con identificaciones más fuertes que otras, tal como se ve a través de los relatos de los entrevistados. Tampoco significa que estas identificaciones no sean conflictivas, de hecho aparecen tensiones entre los grupos -por lo que pudimos apreciar- por el proceso mismo de afianzarse frente a los otros diferentes, tratar de posicionarse dentro de la comunidad local y lograr ciertos beneficios, ciertos recursos, etc.
   Profundizando acerca de cómo se van configurando estas relaciones a partir de ver no sólo cómo llegaron sino quiénes entran a jugar un rol importante para conectarse con el lugar, la mayoría de los entrevistados nos comentaban que los contactos fueron a partir de sus parientes; en ocasiones hicieron mención a "conocidos" y no aparecen demasiadas referencias a que las elecciones hayan sido al azar, incluso en el caso de los asalariados. Por ello, es que enfatizo el parentesco como una variable importante a considerar.
   El siguiente relato (hermana de un mediero boliviano) me parece significativo para ilustrar lo que planteo en el párrafo anterior, quien nos contaba que ella vino a trabajar en la quinta de Los Hornos "porque conocía a alguien...a un tío...que venía acá, desde Salta, Tucumán y Jujuy ... y también por otros conocidos...", luego se vino de Bolivia para trabajar con su hermano, porque "...yo tengo a mi hermano que es mediero y vine a cocinar acá para él..." . A su vez en la misma quinta donde trabajan está el otro hermano con su familia y su cuñado (esposo de su hermana) quienes trabajan como peones de otros medieros y que vienen por temporada. Todos son bolivianos.
   Sólo a modo de ejemplo transcribo parte de otros de sus discursos: "antes venía a desbrotar y atar... venía en el verano... con mi papá" (mediero santiagueño); "vinimos acá porque estaba el hermano de mi padre" (mediero jujeño); afirmaciones que se repiten en la mayoría de los casos.
   En realidad, el conjunto de valoraciones y relatos, me permitieron pensar no sólo en el entretejido de relaciones y la manera en que se ubicaron en la región como mencioné; sino que estas vinculaciones, precisamente, están fuertemente permeadas por el parentesco en relación a sus etnicidades, y por tanto pasa a ser nuevamente otro aspecto significativo en sus elecciones en varios sentidos: porque al insertarse en los espacios periurbanos platenses por el conocimiento que se transmite del lugar, les brinda información importante para conocer la situación local, elemento que permite, a su vez, más seguridad, más confianza al provenir del propio grupo de pertenencia y además, de su entorno más cercano desde lo familiar. Por otro lado, porque también les facilita a estos grupos familiares sostener ciertos vínculos con sus lugares de origen, no separarse de los suyos (al menos no siempre) por las razones que acabo de exponer. Desde ya esto no significa que siempre se presente de manera igual; que eventualmente surjan situaciones que se traducen en "complicadas" para estos grupos familiares o para algunos de sus miembros -según los diferentes casos-, difíciles de resolver o donde deben tomar decisiones no simples, donde se pone en la balanza aquello que se considera más importante para resolver su reproducción social. Es aquí donde aparecen situaciones en las que se debe optar: el estar lejos de la familia, por cortos o largos períodos de tiempo según los casos; pensar en las distintas circunstancias que se les van presentando, como son la falta de dinero para regresar a sus lugares de origen, según se trate de un trabajo permanente o temporario, entre otras posibles.
   Por último, podemos agregar que en estas trayectorias (tanto en los casos de familias de medieros y de trabajadores asalariados) vemos un constante ir y volver a sus lugares de origen, sean del Norte de nuestro país o no. Por eso cuando aparecen expresiones tales como "los bolivianos se están volviendo a su país", me parece que los resultados de las entrevistas muestran que algunos vuelven aduciendo que ahora la situación está mejor allá, pero también regresan, presentándose situaciones disímiles que a mi entender tiene que ver con la búsqueda de alternativas para enfrentar los vaivenes de los procesos socio-económico-productivos. Por otro lado no se puede dejar de considerar que estos procesos a lo largo de la década han tenido fluctuaciones y cambios y por ende también han incidido en los movimientos de estas familias.  

5. Reflexiones finales

   Las reflexiones desarrolladas hasta aquí me acercan a la perspectiva que planteo inicialmente: mostrar, por un lado, la diversidad de lazos y formas de sociabilidad de los grupos familiares hortícolas empobrecidos del rururbano platense en el contexto señalado; considerando, a su vez, los modos en que se expresan para posibilitar la reproducción de estas familias en estos procesos de transformaciones socioeconómicas y culturales.
   En primer lugar, tal como fui presentando a lo largo del texto, estas familias desarrollan relaciones intrafamiliares particulares derivadas en principio de su composición interna; configurando también un conjunto de relaciones extrafamiliares que se entablan en el contexto local, Esto denota una "sociabilidad endogámica", que involucra al ámbito doméstico propiamente dicho, y una "sociabilidad exogámica" en la que van interviniendo diversos condicionantes tales como los fui desarrollando en esta presentación.
   En segundo término, estas formas de sociabilidad que se expresan a partir de diversos tipos de lazos, no se valoran todos por igual; por ende aparece una variedad significativa desde la óptica de estos sujetos. De este modo podríamos decir que algunos vínculos aparecen como "más fuertes" o "intensos" que otros; y que no todos tienden a la cooperación, o no serían posibles "ayudas"; que no todos se despliegan en términos de "armonía", dado que se generan "tensiones" como se ha señalado al considerar los casos que se examinaron.
   Como aclaré al incicio, más que resultados me interesa complejizar el análisis, lo cual me lleva a reflexionar más detenidamente acerca de los planteos que desde los estudios sobre las oportunidades y la movilidad ocupacional ponen el acento en la importancia de los llamados "lazos débiles" o "lazos fuertes"; aunque mi propósito en el curso de mi investigación no se detiene sólo en lo laboral.
   En este sentido, el sociólogo estadounidense, Mark Granovetter (1973:2 de la traducción al español), señala cómo juegan las redes en las posibilidades de encontrar trabajo, planteando que las redes que se establecen con individuos conocidos son las que permiten más ampliamente la posibilidad de que los sujetos encuentren mejores posiciones laborales. Al hablar sobre la fuerza de los vínculos interpersonales afirma que "la fuerza de un vínculo es una combinación del tiempo, la intensidad emocional, intimidad (confianza mutua) y los servicios recíprocos que caracterizan a dicho vínculo". El autor aclara que los lazos que está considerando en este trabajo "son asumidos como positivos y simétricos" y que "una teoría comprensiva debe necesitar una discusión de lazos negativos y/o simétricos, pero esto añadiría una innecesaria complejidad a los comentarios presentes y exploratorios". Considerando las explicaciones que en los últimos años aparecieron sobre el impacto de las redes sociales sobre el comportamiento de los individuos, la propuesta del autor es que "los vínculos fuertes de alguien forman una red densa y los débiles una red menos densa".
   En los casos que he presentado en este artículo fui detallando de manera particular estas cuestiones y mostrando cómo los lazos que se van afianzando con más fuerza son los que se establecen con sus familiares directos, aquellos que integran la unidad familiar o con relaciones parentales; considerando no sólo los que se encuentran en la región, sino también con los que han quedado en sus lugares de origen; los referentes a sus identidades étnicas y también los que representan un carácter afectivo importante. Por tanto, analizando los lazos sociales de estos sujetos, coincido con Granovetter cuando él autor afirma que se constituyen relaciones y que algunas pueden tener mayor densidad que otras.
   Pero por otro lado, según mi parecer, no se si se puede hablar de "debilidad o fuerza" de los vínculos; sí puedo afirmar, a partir de lo expuesto, que los lazos con menor significación para estas familias son las que se estructuran en torno a las instituciones del Estado, las organizaciones barriales o de la comunidad en la que viven (aunque no se puede desconocer que entre estas conexiones también se expresan variaciones). Y en parte sí creo que aquí juega la poca confianza que tienen hacia las mismas, ya que muchas veces no logran obtener lo que buscan, no logran recursos suficientes y/o les demandan esfuerzo, costos y tiempo para lo poco que les brindan. Por esto mismo -y volviendo a la idea de Granovetter- considero que en estos casos sí podría decirse que se visualiza una ‘menor densidad' en estos lazos sociales.
   Por tanto, a mi entender me parece que no se puede presentar una división tan tajante entre lazos fuertes o débiles; por tal motivo fui explicitando las cuestiones y/o aspectos que me parecen relevantes considerar para comprender la complejidad en que se presentan los casos que fui presentando de los grupos familiares de horticultores.
   Si enfocamos el análisis más detenidamente en lo que hace a la sociabilidad de estos grupos habría que considerar también las tradiciones que al respecto refieren Murmis y Feldman (2002) en cuanto a la visualización de los lazos sociales y cómo llevan a la disolución o ruptura de la sociabilidad en momentos de cambio social.
   En este otro sentido -a partir de lo que expuse en las reflexiones empíricas- creo que es posible plantear que las múltiples interacciones que estas familias de trabajadores van configurando dan lugar a una diversidad de situaciones de ruptura, de reelaboración, de reemplazo y de creación de nuevos lazos sociales que sería lo que les permite enfrentarse a estos procesos de cambio que se han ido presentando y les permite resolver sus situaciones de subsistencia aunque no sean siempre de la misma manera, para lo cual se torna imprescindible considerar las combinaciones que fui presentando entre los procesos generados por las especificidades étnicas, sus diversas relaciones laborales, sus relaciones familiares dentro y fuera de la comunidad local.

Notas

(1) cfr. Mauss (1972); Granovetter (1973); Wolf (1980); Coleman (1990); Wilson (1996); Castel (1997); de Ipaola, et. al. (1998); Espinoza (1996); Feldman y Murmis (2001, 2002); Bourdieu (1985, 1993); Lomnitz (1998), entre otros.

(2) No es el propósito de este trabajo un análisis pormenorizado de los procesos socioeconómicos que se mencionan, ni tampoco de los más específicos de la región periurbana platense. Sólo se harán algunas referencias con el fin de enmarcar las reflexiones que se van presentando. En otros trabajos se señalan estas cuestiones y en los mismos también pueden encontrarse otras referencias bibliográficas relevantes, cfr. Attademo (2005); Attademo (2004); Ringuelet (2000); Selis (2000).

(3) Las ideas que se desarrollan en este trabajo reflejan parte de la línea de investigación que se centra en Estrategias y vínculos sociales construidos en el proceso de empobrecimiento de las familias rurales (co-dirigido por Silvia Attademo) en el marco del Proyecto "Estudio social regional y desarrollo local en la región rural periurbana de La Plata " (dirigido por Roberto Ringuelet); y del Proyecto "Continuidades y discontinuidades en la configuración del espacio social rururbano platense. Reproducción social y estrategias de las familias hortícolas empobrecidas" (dirigido por Silvia Attademo). Así mismo, son parte de la tesis de doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP , en proceso de elaboración bajo la dirección de Guillermo Neiman.

(4) Teniendo presente esto, no podemos desconocer la relevancia del concepto de representación social, el cual "hace referencia a un conjunto de creencias, actitudes, imágenes que condensan un conjunto de significados, sistemas de referencias, clasificaciones y explicaciones que son interiorizadas y reelaboradas por los sujetos y permiten interpretar las relaciones con el mundo y con los otros y, al mismo tiempo, orientan, organizan y legitiman relaciones sociales. Dicho concepto incluye los procesos interrelacionados de percepción, categorización y significación" (Weingast, 2005). En otros trabajos hemos desarrollado más detenidamente esta conceptualización y también en referencia a los trabajadores hortícolas (Waisman, Ríspoli, Attademo, 2008).

(5) En el apartado 3. "Relaciones familiares y relaciones laborales" explicitaré más en detalle la caracterización del mediero y la particularidad de las relaciones sociales que se establecen. Igualmente, es necesario señalar que no se trata en este estudio de hacer una diferenciación detallada de trabajadores y productores. A tal fin pueden revisarse los trabajos del Equipo de Ringuelet (1991) y los textos de Benencia (1997), los de Cloquell (1992), Archenti, et. al. (1993), sólo para mencionar algunos referentes. Pero no se puede dejar de reconocer que el caso de los medieros presenta una complejidad particular para se caracterización por el hecho de fluctuar entre el trabajador que aporta mano de obra familiar y una rara condición de "socio" en condiciones precarias cumpliendo tareas como "patrón al contratar él también mano de obra. A esto hay que añadirle su tiempo de permanencia en las quintas.

(6) Cuando se refieren a los "tanteros", aluden a los trabajadores asalariados transitorios y/o estacionales que se contratan para determinadas labores que son pagadas según lo trabajado: sea por cantidad de plantas desbrotadas, por cantidad de surcos encañados, por surcos desmalezados, por cantidad de cajones que embalan u otra tarea por la cual se lo necesite en la producción de la quinta. (cfr. Ringuelet, Attademo, Salva, Archenti, 1992).

(7) Si bien no se ahondará aquí en la participación de estas instituciones ni se hará un desarrollo de las políticas sociales que se implementan en la región se pueden consultar otros trabajos en los que se trabajó (Attademo, 2000; Ametrano y Attademo, 2004).

(8) En el artículo que Ringuelet presenta en este Dossier se pueden encontrar mayores referencias al respecto. Así mismo, otro trabajo a destacar es el de Carolina Feito (2005) quien desde la Antropología analiza las particularidades de tales programas.

(9) Cabe aclarar que no se trata de hacer un desarrollo exhaustivo acerca de la caracterización de la mediería, dado que no es el objetivo central de este artículo. De todos modos para aquellos interesados en profundizar más las particularidades de los "medieros" se señalan algunas de las referencias bibliográficas posibles de consultar, sin desconocer otros tantos trabajos al respecto. Para ampliar esta información referirse a los trabajos del equipo de investigación publicados por Ringuelet en 1991 y 2000. Así como aquellos publicados por el equipo de Benencia (1997), Benencia y Quaranta (2001), o los estudios de Cloquell (1992) sobre el área hortícola de Rosario, entre otros.

(10) Según Adriana Archenti (2005) "el concepto de interculturalidad nos permite pensar los modos y las formas en que diversos grupos sociales elaboran intercambios, transacciones y negociaciones de sus diferencias en un marco de desigualdad".

Bibliografía

AMETRANO, Lucrecia; Silvia ATTADEMO. 2004. "La políticas sociales del sector hortícola y su participación en la otredad". En: VII Congreso Argentino de Antropología Social (VII CAAS): ‘Oficio antropológico y compromiso social en las crisis'. Villa Giardino. Córdoba. Editado por la Universidad Nacional de Córdoba. CD-ROM        [ Links ]

ARCHENTI, Adriana. 2005. "Migración, identidades étnico-nacionales y relaciones inter-culturales en el sector rural". En: 4tas. Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales. Buenos Aires, Argentina. Facultad de Ciencias Económicas-UBA         [ Links ]

ARCHENTI, Adriana; Roberto RINGUELET; María Cristina SALVA. 1993. "Los procesos de diferenciación de los productores hortícolas de La Plata". ETNIA. Número 38/39.         [ Links ]

ATTADEMO, Silvia. 1999. "El trabajo hortícola y la situación de la mujer en el Gran La Plata". En: SAUTU, Ruth; Mercedes DI VIRGILIO; Gimena OJEDA (comps.) Mujer, trabajo y pobreza en la Argentina. La Plata: Editorial de la Universidad Nacional de La Plata. p.163-170.         [ Links ]

ATTADEMO, Silvia. 2000. "Aproximaciones a las políticas sociales en el sector hortícola de La Plata". En: RINGUELET, Roberto, et. al. Espacio tecnológico, población y reproducción social en el sector hortícola de La Plata. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Serie Estudios e Investigaciones. Número 39. p. 125-143.         [ Links ]

ATTADEMO, Silvia. 2004. "Las familias empobrecidas del Gran La Plata ¿Rupturas, reelaboraciones o construcción de nuevos vínculos sociales". En: Tercer Congreso Argentino y Latinoamericano de Antropología Rural (III CALAAR): "Antropología y ruralidad: un reencuentro". Tilcara. Instituto Interdisciplinario Tilcara / Facultad de Filosofía y Letras de la UBA / Núcleo Argentino de Antropología Rural (NADAR). CD-ROM.         [ Links ]

ATTADEMO, Silvia. 2005. "Cambios en las condiciones de vida de los horticultores en la región subrural del Gran La Plata a fines de siglo". En: BARONE, Myriam; Lidia SCHIAVONI (comp.) Efecto de las políticas de ajuste en la década del '90. Posadas: Editorial Universitaria de Misiones. p. 302-318.         [ Links ]

BARANGER, Denis. 2000. "Sobre estructuras y capitales: Bourdieu, el análisis de redes y la noción de capital social". Revista de Antropología Avá . Número 2. p. 41-63.         [ Links ]

BENENCIA, Roberto; et al. 1997. Area Hortícola Bonaerense. Cambios en la producción y su incidencia en los sectores sociales. Buenos: La Colmena.         [ Links ]

BENENCIA, Roberto; Germán QUARANTA. 2005. "Producción, trabajo y nacionalidad". Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios . Número 23. Segundo semestre.         [ Links ]

BORSOTTI, Carlos. 1981. "La organización social de la reproducción de los agentes sociales, las unidades familiares y sus estrategias". Cuadernos del CENEP. Número 23 . p. 1-26.         [ Links ]

BOURDIEU, Pierre. 1985. "Las formas de capital". En: Richardson, John G. (comp.) Handbook of Theory and Research for the Sociology of Education. Nueva York, Greenwood, p. 241-258         [ Links ]

BOURDIEU, Pierre. 1993. Cosas Dichas. Barcelona: Gedisa.         [ Links ]

BOURDIEU, Pierre. 2000. Poder, derecho y clases sociales. Bilbao: Desclée de Brouwer.         [ Links ]

BOURDIEU, Pierre; Loïc J. D. WACQUANT. 1995. Respuestas: por una antropología reflexiva. México: Grijalbo.         [ Links ]

CASTEL, Robert. 1997. La metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado. Buenos Aires, Barcelona, México: Paidós.         [ Links ]

CLOQUELL, Silvia; M. TROSSERO. 1992. "Diagnóstico de la estructura productiva del área hortícola de Rosario". En: Explotaciones familiares en el agro pampeano. Buenos Aires: CEAL. Biblioteca Política.         [ Links ]

COLEMAN, James S. 1990. Foundations of Social Theory . Cambridge. Londres: The Belknap Press Of Harvard University Press.         [ Links ]

de IPO LA, Emilio; et al. 1998. La crisis del lazo social. Durkheim, cien años después. Buenos Aires: EUDEBA.         [ Links ]

de OLIVEIRA, Orlandina; Vania SALLES. 2000. "Reflexiones teóricas para el estudio de la reproducción de la fuerza de trabajo". En: Enrique de la GARZA TOLEDO (coord.) Tratado latinoamericano de sociología del trabajo. México: El Colegio de México, Flacso, UAM, FCE.         [ Links ]

ESPINOZA, Vicente. 1996. "Social networks among the urban poor: Inequality and integration in a Latin American city". En: Barry WELLMAN (editor) Networking in the global village. Boulder: Westview press.         [ Links ]

FEITO, Carolina. 2005. Antropología y Desarrollo. Buenos Aires: La Colmena .         [ Links ]

FELDMAN, Silvio; Miguel MURMIS. 2001. "Ocupación en sectores populares y lazos sociales. Preocupaciones teóricas y análisis de casos". Documento nº 2. Buenos Aires: SIEMPRO.         [ Links ]

FELDMAN, Silvio; Miguel MURMIS. 2002. "Las ocupaciones informales y sus formas de sociabilidad: apicultores, albañiles y feriantes". En: AA.VV. Sociedad y sociabilidad en la Argentina de los '90. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento; Biblos. p. 171-221.         [ Links ]

GONZÁLEZ DE LA ROCHA , Mercedes. 1999. "La reciprocidad amenazada: un costo más de la pobreza urbana". En: ENRÍQUEZ ROSAS, Rocío (coord.) Hogar, pobreza y bienestar en México. México: ITESO. p. 13-35.         [ Links ]

GRANOVETTER, Mark S. 1973. "La fuerza de los vínculos débiles". American Journal of Sociology . Volumen 78. Número 6. p. 1360-1380 [Traducción de: Ma. Angeles García Verdasco]         [ Links ]

GUTIÉRREZ, Alicia. 2004. Pobre', como siempre... Estrategias de reproducción social en la pobreza. Córdoba: Ferreyra Editor.         [ Links ]

LOMNITZ, Larissa. 1998. Cómo sobreviven los marginados. Madrid: Siglo XXI.         [ Links ]

MAUSS, Marcel. 1972. "Ensayo sobre los dones, razón y forma de cambio en las sociedades primitivas". En: Sociología y Antropología. Madrid: Tecnos.         [ Links ]

MENENDEZ, Eduardo. 1997. "El punto de vista del actor. Homogeneidad, diferencia e historicidad". Relaciones. Número 69. p. 237- 272.         [ Links ]

MURMIS, Miguel; Silvio FELDMAN. 2002. "Formas de sociabilidad y lazos sociales". En: AA.VV. Sociedad y sociabilidad en la Argentina de los '90. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento; Biblos. p. 13-26.         [ Links ]

PORTES, Alejandro. 1999. "Capital social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología moderna". En: CARPIO, Jorge; Irene NOVACOVSKY (comp.) De igual a igual. El desafío del Estado ante los nuevos problemas sociales. Buenos Aires. SIEMPRO; F.C.E.; FLACSO.         [ Links ]

RADCLIFFE-BROWN, Alfred Reginald. 1986 (1ra. edición original,1940). Estructura y función en la sociedad primitiva. Barcelona: Planeta.         [ Links ]

RINGUELET, Roberto; et. al. 1991. Cuestiones agrarias regionales . La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Serie Estudios / Investigaciones. Número 6.         [ Links ]

RINGUELET, Roberto; Silvia ATTADEMO; Ma. Cristina SALVA; Adriana ARCHENTI. 1992. "Tiempo de medianero". Revista Argentina de Estudios Agrarios. RURALIA. Número 3. p. 79-93.         [ Links ]

RINGUELET, Roberto; Adriana ARCHENTI; Silvia ATTADEMO; Ma. Cristina SALVA. 2000. "Espacio tecnológico, población y reproducción social en el sector hortícola de La Plata". Serie Estudios / Investigaciones. Número 39. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

RINGUELET, Roberto; Adriana ARCHENTI; Silvia ATTADEMO; Ma. Cristina SALVA. 2000. "Espacio tecnológico, población y reproducción social en el sector hortícola de La Plata". En: Serie Estudios / Investigaciones. Número 39. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.         [ Links ]

RINGUELET, Roberto. 2000. "Introducción: El sector hortícola de La Plata en proceso de transformación". En: RINGUELET, Roberto; Adriana ARCHENTI; Silvia ATTADEMO; Ma. Cristina SALVA. 2000. Espacio tecnológico, población y reproducción social en el sector hortícola de La Plata. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Serie Estudios / Investigaciones. Número 39. p. 13-21.        [ Links ]

SAENZ, Alvaro; Jorge DI PAULA. 1981. "Precisiones teórico-metodológicas sobre la noción de estrategias de existencia". Demografía y Economía. Volúmen XV. Número 2 (46). p. 149-163.         [ Links ]

SELIS, Dardo. 2000. "Efectos del cambio tecnológico sobre las condiciones de producción y reproducción del sector hortícola de La Plata ". En: RINGUELET, Roberto; Adriana ARCHENTI; Silvia ATTADEMO; Ma. Cristina SALVA. 2000. Espacio tecnológico, población y reproducción social en el sector hortícola de La Plata. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Serie Estudios / Investigaciones. Número 39. p. 31-56.         [ Links ]

TORRADO, Susana. 1998. Familia y diferenciación social. Cuestiones de Método. Buenos Aires: EUDEBA.         [ Links ]

TRIGILIA, Carlo. 2003. "Capital social y desarrollo local". En: AA.VV. El capital social. Instrucciones de uso. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina. p. 123-155.         [ Links ]

WAISMAN, Alejandra; Florencia RISPOLI; Silvia ATTADEMO. 2008. "Expectativas, opciones y proyectos: la dimensión subjetiva en la eleccion laboral de horticultores platenses". En: IX Congreso Argentino de Antropología Social: ‘Fronteras de la Antropología '. Posadas. Dto. de Antropología. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Misiones. CD.         [ Links ]

WEINGAST, Diana. 2005. "Prácticas de auto-atención implementadas por un grupo de mujeres pobres urbanos en la localidad de Punta Lara, Partido de Ensenada. Pcia. de Buenos Aires". En: BARONE, Myriam; Lidia SCHIAVONI (comp.) Efecto de las políticas de ajuste en la década del '90. Posadas: Editorial Universitaria de Misiones. p. 25-38.         [ Links ]

WILSON, William J. 1996. When Work Disappears. The World of de New Urban Poor. Nueva York: Alfred Knopf.         [ Links ]

WOLF, Eric. 1980. "Relaciones de parentesco, de amistad y de patronazgo en las sociedades primitivas complejas". En: Michael BANTON (comp.) Antropología social de las sociedades complejas. Madrid: Alianza.         [ Links ]

Fecha de recibido: 27 de julio de 2008.
Fecha de publicado: 21 de enero de 2009.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons