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Mundo agrario

versión On-line ISSN 1515-5994

Mundo agr. v.9 n.17 La Plata jun./dic. 2008

 

Noemí M. Girbal-Blacha; Sonia Mendonça (coord.) 2007 . Cuestiones agrarias en Argentina y Brasil . Buenos Aires: Prometeo. 380 p.

Maria Veronica Secreto (1)

Universidade Federal Fluminense
CPDA/Universidade Federal Rural do Rio De Janeiro
mvsecreto@yahoo.com

   Noemí Girbal-Blacha y Sonia Regina Mendonça esta vez nos ofrecen un libro fruto de una preocupación que las acompaña hace años: la de estimular la investigación de la historia agraria argentina y brasilera. La relación y el intercambio académico ente los dos países viene recibiendo un gran estímulo, inclusive de las agencias de investigación a través de convenios de cooperación binacionales. Estas investigadoras son pioneras en la cooperación, su "sociedad" comenzó mucho antes de la existencia de estos convenios.
   Ambas historiadoras reunieron un conjunto de trabajos presentados en el Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural y los organizaron en tres ejes temáticos que componen las tres partes del libro: una sobre los conflictos sociales agrarios, otra sobre educación y representaciones agrarias y por último una sobre medio ambiente. El libro aborda esos problemas en periodos diferentes, abarcando la segunda mitad del siglo XIX, el siglo XX y los primeros siete años del actual.
   El artículo de Luciano Barandarián aborda un tema clásico de la historia social agraria de la Argentina , el de las prácticas de oferta de mano de obra en el mercado de trabajo rural en el período 1850-1950. Toma como eje de análisis las permanencias y rupturas entre el momento en que predomina el "gaucho" y otro en que predomina el "croto". Para el autor las posibilidades de entrar y salir de la economía monetaria con cierta libertad estaba determinada por la posibilidad de acceder a una economía de subsistencia o informal. El equilibrio y autonomía entre ambas se vio transformada en las primeras décadas del siglo XX.
   Tarcísio Motta de Carvalho analiza la revuelta protagonizada por ocupantes de tierras en Santa Catarina entre 1912 y 1916 denominada de "Contestado". Se opone a los abordajes que consideran este conflicto como protagonizado por sujetos sin conciencia de clase, y por eso, dentro de esos abordajes se imprime un mayor énfasis a los aspectos religiosos y mesiánicos de este tipo de conflicto frecuente en el Brasil del siglo XIX. El "Contestado" fue fruto de la expansión del capitalismo hasta los lugares más recónditos, inclusive aquel de los olvidados "caboclos". Los caboclos se rebelaron contra la instalación del ferrocarril porque este destruía toda la economía basada en los antiguos caminos de arrieros que transportaban ganado y mercancías. Mientras los grandes aserraderos destruían la base de sustento de un sector más o menos numeroso. La expulsión de los caboclos de las tierras que ocupaban a título precario también quebró las estrategias de reproducción social.
   Oscar Ernesto Mari aborda la cuestión de la (in)seguridad rural en el Territorio Nacional del Chaco. Si bien todos los Territorios Nacionales tenían una serie de problemas comunes como la carencia de infraestructura edilicia de comunicación, transporte, educación, justicia, salud y administrativa; Chaco también tenía otros problemas como la sanguinaria lucha contra el indio, la conflictividad social fruto del sistema de explotación y el badolerismo. El caso del Territorio Nacional del Chaco, según el autor, es paradigmático porque su abandono institucional en materia de seguridad no se debió a una carencia económica sino política. Su producción económica, dice Mari, podía amortizar una mejor estructura de seguridad rural. El Estado Nacional se hizo presente solamente en los casos en que la gobernabilidad se veía amenazada. Recién el 1938 se dotó a los territorios de una fuerza especial, la gendarmería y se comenzó a vislumbrar la posibilidad de provincialización.
   A través de las voces de obreros rurales, líderes sindicales y empresarios Adrián Ascolani analiza los argumentos a favor y contrarios al uso creciente de tecnología en la región pampeana, que se caracteriza por el uso temprano de máquinas de última generación. El período analizado es 1920-1930. El sistema de cosecha y almacenaje, fueron los que recibieron mayores transformaciones. Por este motivo el artículo se ocupa sobre la recepción de cosechadoras y elevadores de granos. Los elevadores de granos tuvieron menos impacto en el mundo del trabajo porque su implementación no fue inmediata, ya que implicaba una gran inversión. Por otra parte la adopción de cosechadoras generó un traumatismo laboral y social mayor. Las cosechadoras modificaron los roles de trabajo y redujeron los puestos de trabajo sin estar todavía claro en qué proporción y si generó desempleo. Ascolani nota el silencio sobre los efectos sociales de la modernización por parte de los agraristas y cooperativistas, silencio interpretado como una naturalización de que los efectos no deseados de la modernización debían caer sobre el proletariado.
   Vanderlei Vazelesk Ribeiro, se une al esfuerzo de acercamiento entre Brasil y Argentina de las compiladoras al escribir un artículo de historia comparada en que discute la tesis bastante difundida de que los regímenes populistas en ambos países no consideraron en sus proyectos de desarrollo capitalista a los trabajadores rurales. Vanderlei nos recuerda que tanto en Argentina como en Brasil la sindicalización rural no se restringe al período posterior a los gobiernos de Perón y Vargas, sino que aparecen antes. El autor demuestra que los trabajadores rurales estuvieron movilizados para defender sus intereses y esta movilización podría revestir formas diferentes, desde la participación sindical a la práctica más personalista de dirigir cartas al presidente, muestra como el trabajador a través de esta práctica se apropiaba muchas veces del discurso oficial.
   Adelmir Leonidio nos brinda una reflexión sobre violencia y esfera pública en el Brasil. Ante la violencia en el medio urbano y sobre todo en el rural, nos dice, la prensa habla de "ola" o "explosión" de violencia, como si en algún momento el Brasil hubiera sido menos violento y desigual. Leonidio se propone demostrar la ausencia de una esfera pública en Brasil tal como la define Habermas. Destaca como una de las causas de la violencia y de la falencia de justicia la contaminación de lo público por lo privado. Ese mundo privado al invadir lo público establece reglas desiguales.
   Para analizar las disputas hegemónicas en torno de la cuestión agraria pampeana, sin descuidar las posibilidades teórico metodológicas del concepto de hegemonía, Javier Balsa confrontó el discurso público -manifestado en la prensa y otros medios-de los productores rurales y el discurso "particular" a través de encuestas aplicadas en Ayacucho y Pehuajó. Detectó la existencia de tres formaciones discursivas en el discurso público del sector: una liberal conservadora, una tecnologizante y otra agrarista. Este discurso público no coincide integralmente con lo manifestado por los productores en las entrevistas. Así llega a la conclusión de que, a pesar de existir una preponderancia liberal conservador y tecnologizante en el discurso público, los entrevistados no reflejaron lo mismo, sin llegar a constituir una posición contra-hegemónica, dichos productores representan un sustrato de dicha hegemonía con algunos cuestionamientos dados por la experiencia y por la existencia de resabios agraristas.
   La segunda parte del libro se abre con el trabajo de María Sílvia Ospital que nos propone una relectura de las fuentes y de los temas a partir del estudio de la vitivinicultura. Invita a dar una nueva mirada a las fuentes tradicionales como periódicos, material gráfico y estadísticas; pero haciéndoles nuevas preguntas. Las fuentes judiciales también son plausibles de nuevos abordajes, por ejemplo, las testamentarias que durante mucho tiempo fueron utilizadas por los historiadores económicos permiten analizar las estrategias familiares, en una visión más antropológica de la economía y de las prácticas de transmisión del patrimonio. Las fotografías vinculadas a la actividad vitivinícola permiten hacer una historia del paisaje. Por último señala los nuevos temas vinculados a un también reciente nuevo interés en otros periodos de la actividad no vinculado al clásico 1870-1930, dando énfasis a la vitivinicultura en el periodo colonial y en el período pos 1980.
   Talia Gutierrez llama la atención sobre la preocupación por la mujer rural en el período 1920-1945 como agente que posibilitaría el asentamiento de la familia en la campaña y por lo tanto un freno al "peligroso" flujo migratorio hacia los centros urbanos. Si bien la preocupación fundamental de las clases dominantes era la mujer urbana proveniente de los sectores populares, las mujeres rurales también fueron objeto de una serie de "prédicas". Estas fueron bastante dispersas en las primeras décadas del siglo XX y se hicieron más orgánicas cuando fue creada la Asociación Femenina de Acción Rural, vinculada al Museo Social Argentino.
   Las alternativas que la izquierda presentó y defendió entre la Gran Depresión y los primeros años de la Segunda Guerra Mundial para el agro argentino son abordadas por Osvaldo Graciano. Periodo en el cual el Partido Socialista y el Partido Comunista elaboraron y dieron a conocer sus propuestas en congresos y publicaciones sobre los problemas del desarrollo de la economía agraria. Para ambos programas agrarios de izquierda el latifundio se encontraba en el centro del análisis. Liquidar el latifundio significaba terminar con la base material de la clase dominante neoconservadora. Graciano afirma que para esas izquierdas era a partir de esa base que la clase dominante se aliaba al imperialismo británico. El fin del latifundio permitiría el desarrollo de las fuerzas productivas. Tanto para comunistas como para socialistas era fundamental a reforma agraria y las nacionalizaciones. El Partido Socialista se caracterizó por la defensa de la pequeña propiedad y por una política reformista y parlamentaria.
   Noemí Girbal-Blacha analiza a través del concepto de representación el discurso estatal y el que se expresaba en las revistas de gran circulación y en libros escolares sobre el agro, buscando aproximarse de la representación ideal, la imagen y función del campo en la década de 1930 y en la Nueva Argentina de Perón. Si bien es un lugar común decir que la memoria es selectiva, Girbal-Blacha nos muestra cuales son los lugares de silencio de la memoria argentina a respecto de las políticas de estado. Las Juntas Reguladoras de Producción, la Nacional para Combatir la Desocupación de los años 1930 forman parte de las medidas tomadas por un Estado interventor que no siempre recordó así el imaginario colectivo. El oficialismo vehicula una imagen del campo próspero como aquel dominado por el pequeño productor, representando el atraso aparece en este discurso el latifundio y los que monopolizan el comercio exterior. Las representaciones peronistas están sintonizadas con las que vienen de 1930, en esto Girbal-Blacha ve más continuidad que ruptura, la diferencia es señalada al destacar la complejidad del discurso peronista sobre un mundo agrario también diverso.
   Sônia Mendonça problematiza a periodización habitual utilizada para analizar la enseñanza agrícola en el Brasil. Frecuentemente se toma el año 1930, cuando Getúlio Vargas llega al poder, como un divisor de aguas en el tema. La autora destaca que hay muchas más continuidades con la política de enseñanza agraria del Ministerio de Agricultura desde 1910. La década de 1920 fue marcada por la polémica que enfrentó dos modelos de enseñanza agrícola: uno el de alfabetización de la población rural por medio de la escuela regular ligada al Ministerio de Educación y otro modelo que proponía la educación agrícola como educación para el trabajo en escuelas técnicas dependientes del Ministerio de Agricultura. Este último modelo fue finalmente impuesto. Recordemos que la autora nos informa que la precoz intervención del Estado en la agricultura se relaciona con la abolición de la esclavitud mediante la redefinición de formas de trabajo compulsorio.
   La tercera parte del libro reúne una serie de trabajos que tienen por eje el medio ambiente.
   Valeria D'Agostino aborda un tema poco explorado, el de los orígenes de la agrimensura en la provincia de Buenos Aires. El traspaso de la tierra pública a manos privadas implicó la necesidad de contar con elementos técnicos que permitieran brindar información sobre los territorios y dar garantías a la propiedad privada. D'Agostino afirma que los saberes topográficos estuvieron entre las prioridades de las autoridades dada su centralidad para la ocupación territorial y la política de cesión de tierra pública. La realización de los mapas catastrales, a partir de las informaciones de las delimitaciones de tierras, permitió al Estado tener injerencia en estos dos aspectos.
   La reducción de los bosques nativos como consecuencia de la explotación capitalista en el siglo XX es analizada por Adrián Gustavo Zarrilli. Quien es ajeno al tema tal vez se sorprenda con los datos presentados por este investigador. Hacia finales del siglo XIX e inicio del XX Argentina tenía 30% de su superficie continental cubierta de bosques. Si incluyéramos además de las especies maderables las formaciones leñosas esta superficie ascendía a 38%. La demanda de leña y carbón vegetal durante la Segunda Guerra Mundial cuando no se podía contar con los suministros extranjeros, implicó la tala anual de 1 millón de hectáreas. También la explotación de quebracho colorado para la producción de tanino y el ferrocarril fue responsable por la deforestación. Cada localidad o estación ferroviaria consumía grandes cantidades de monte. A partir de la década de 1950 Zarrilli destaca otra fuente de deforestación: la demanda de tierras del sector agropecuario. Este tipo de avance sobre los bosques conocerá una nueva etapa con la expansión de la soja en el período 1998-2002. En este marco destaca las fallas administrativas y de mercado como responsables por la insustentabilidad de los bosques.
   Paulo Ricardo Bavaresco aborda la colonización del extremos oeste catarinense. Presentando un cuadro conflictivo desde la delimitación de las fronteras entre Portugal y España con los tratados de Madrid (1750), San Idefonso (1777) y el arbitraje de los Estados Unidos durante la presidencia de Cleveland (1895). Solucionado el problema internacional la tensión se mantuvo interna a la región, indicando la disputa entre Paraná y Santa Catarina sobre el territorio como un conflicto por sus recursos naturales: bosques de araucaria, yerbatales y tierras para ganado. El autor destaca los siguientes ciclos en la ocupación del oeste catarinense: ganado, yerba mate, madera y agro-industrial.
   Adilson Antonio de Souza presenta un rápido panorama sobre las políticas públicas del gobierno federal para la ocupación del Amazonas a partir de los grandes proyectos agropecuarios y de colonización de la década de 1970. El recorte espacial es el norte de Mato Grosso, estado que forma parte da Amazonia Legal.
   Dilma Andrade de Paula y Elder Andrade de Paula analizan las relaciones entre agronegocio y ambientalismo teniendo como marco la ley 11284/2006 que es interpretada como una erosión de la soberanía del Estado, ya que el reordenamiento de la gestión de florestas públicas implica en la concesión de áreas de floresta para empresas privadas por el lapso de 40 años. La pregunta que los autores se hacen es cómo esta ley ha conseguido el consentimiento entre expresivas representaciones de movimientos sociales en la Amazonia. La respuesta se dirige a señalar la complicidad de agencias y organizaciones no gubernamentales que han creado un consentimiento sobre la "explotación sostenible" de madera. Señalan el crecimiento del número de ONGs actuando en Amazonas a partir de 1990. Del análisis realizado concluyen que las ANGs y las ONGs ambientalistas tienen mucha más influencia en la reconstrucción de la hegemonía del agronegocio que la comúnmente imaginada.
   Este libro compuesto de 17 artículos es una lectura obligatoria para quien quiera informarse sobre qué es lo que se está produciendo en Historia Agraria en Argentina y Brasil, sin bien no agota los temas vigentes, el lector puede hacerse una buena idea de las diversas visiones de un también diverso mundo rural.

Notas

(1) El presente trabajo fue realizado con el apoyo de CAPES, entidad del gobierno brasileño dedicada a la formación de recursos humanos.

Fecha de recibido: 18 de noviembre de 2008.
Fecha de publicado: 16 de diciembre de 2008.

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