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Mundo agrario

versión On-line ISSN 1515-5994

Mundo agr. v.10 n.19 La Plata ago./dic. 2009

 

COMUNICACIONES

Horacio C. E. Giberti: la pluma como arma (1918-2009)

Carlos A. Makler

Universidad Nacional de Quilmes
Universidad de Buenos Aires
carlosmakler@yahoo.com

Horacio C. E. Giberti: the pen as a weapon (1918-2009)

   Nacido en 1918, Horacio C. E. Giberti se graduó de ingeniero agrónomo en la Universidad de Buenos Aires en 1942. Desde ese momento, y a lo largo de su extensa trayectoria, aunó la investigación académica con una activa participación como funcionario público al frente de distintos organismos, por una parte; y como asesor y consultor en diversas entidades privadas, por la otra. Como funcionario, por mencionar sólo algunos, ocupó los cargos de Inspector de Semilleros y de Jefe de la División de Avena, Cebada, Centeno y Alpiste del Ministerio de Agricultura de la Nación (1942-1946); Presidente del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) (1958-1961); Coordinador del Sector Agropecuario del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) y Consultor del Consejo Federal de Inversiones (CFI) (ambos entre 1963 y 1967); Director del Banco Nación (1971-1973); y Secretario de Estado de Agricultura y Ganadería de la Nación (1973-1974) durante las presidencias de Héctor J. Cámpora, Raúl Lastiri, Juan Domingo Perón y María Isabel Martínez de Perón (esta última parcialmente).
   También realizó una carrera destacada en el ámbito de la docencia universitaria: en el período 1955-1966 fue Profesor de Geografía Económica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cargo al que renunciara luego de la Noche de los Bastones Largos; entre 1970 y 1973, Profesor titular de Geografía Económica Agraria en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE); entre 1972 y 1974, Profesor de Política Agraria en la Facultad de Agronomía de la UBA; entre 1984 y 1997, Profesor Titular Interino del Seminario de Geografía Agraria de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA; y entre 1987 y 1990, Profesor de Geografía Agraria en la Escuela para Graduados INTA-UBA. En 1994 fue distinguido con la designación de Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires. Además fue Consejero de estudios en Tesis de Licenciatura y de Doctorado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y dirigió la formación de becarios del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
   Su inserción en diversas organizaciones privadas también merece subrayarse: de 1948 a 1958 fue Asesor Agrario de la Sociedad Rural Argentina; de 1961 a 1973, Consultor de Latinoconsult S.A.; y de 1966 a 1971, Subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas y Financieras de la Confederación General Económica (CGE), entre otras instituciones. En el terreno académico, fue socio fundador y primer presidente de la Asociación Argentina de Economía Agraria (1971-1972). Por último, actuó como representante nacional en conferencias de la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas) en México y Panamá en 1960 y 1974, respectivamente; y del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) en Ecuador en 1972.
   Su producción intelectual fue abundante: unos 200 artículos firmados y unos 2.000 no firmados. Entre sus principales obras se incluyen: La producción agropecuaria en el decenio 1940-49; su célebre Historia económica de la ganadería argentina (1954) con ediciones revisadas en 1961, 1967 y 1974 y actualizada en 1981 y 1985, de ineludible lectura; El desarrollo agrario argentino (1964 y 1970); Evolución y perspectivas del sector agropecuario argentino (1988); y entre sus últimos aportes "La evolución agraria del partido de Pergamino (Buenos Aires) (De la caza del venado a la exportación de derivados de la soja)".(1)
   Como lo muestra su actividad política, académica y profesional, Giberti no sólo fue un penetrante estudioso de la realidad agropecuaria de nuestro país, sino también un intelectual profundamente comprometido con el tiempo que le tocó vivir. Afirmaba que la evolución del sector agropecuario había originado relaciones de interdependencia cada vez más acentuadas con el resto de la economía, y que la solución de sus problemas requería de su integración en el marco de un plan nacional que compatibilizara y armonizara el desarrollo de todos los sectores. Más aún, debía ser así por tratarse de un país heterogéneo en sus distintas áreas económicas, cuyo crecimiento requería a su juicio de políticas acordes según región o producto, por ejemplo fijando tipos de cambio diferenciales. Estas posiciones y otras, no siempre le granjearon la simpatía de las asociaciones representativas de los productores, que -por citar un caso- en su mayoría se opusieron a la creación del INTA en tiempos en que presidiera el organismo. Similar actitud generó la implementación de las propuestas contenidas en la plataforma agraria del Frente Justicialista de Liberación (FreJuLi) en 1973, cuando Giberti ocupara el cargo de secretario de Agricultura del gabinete del ministro de Economía José B. Gelbard. En ese momento, medidas tales como el impuesto a la renta normal potencial de la tierra y la comercialización estatal de la producción agropecuaria provocaron el rechazo de parte de las organizaciones corporativas sectoriales. Renglón aparte merece el denominado "proyecto de ley agraria", por el cual se propendía a cierta redistribución de la tierra -incluyendo para ello su expropiación entre otras medidas- y que generara a lo largo de 1974 la airada respuesta de algunas de las entidades que integran la actual Comisión de Enlace, tachándola de "contraria a la filosofía y al modo de vida de los argentinos", entre otras acusaciones. El marco político era poco propicio para intentar llevar a cabo ese tipo de medidas: entre 1973 y 1974, el recrudecimiento del enfrentamiento entre la izquierda y la derecha peronista en el gobierno y en la sociedad colocaba al gabinete de Gelbard en una posición paradójica. En efecto, mientras para la izquierda peronista los funcionarios oficiales del área económica eran "tibios reformistas", para la derecha eran "infiltrados comunistas", como nos señalara Giberti en más de una oportunidad.
   Luego de este agitado paso por la actividad pública, desde principios de la década de 1980, Giberti fue Presidente del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) (1982-1993) y Presidente del Comité Editorial de Realidad Económica, publicada por ese Instituto (desde 1994 hasta su fallecimiento). Asimismo, integró el Comité Académico Asesor de Cuadernos del PIEA (Programa Interdisciplinarios de Estudios Agrarios) (1998-2001) y fue Co-Director de la Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios (desde 2001 hasta su fallecimiento), editadas ambas por el Programa (luego Centro) Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Hasta su fallecimiento fue miembro del Comité de Evaluadores Académicos de Mundo Agrario desde la fundación de la revista en 2000. En el año 1997 fundó el Grupo de Estudios Agrarios (GREA), con el cual llevó a cabo en calidad de Director diversos estudios acerca de la historia y actualidad agropecuarias del partido bonaerense de Pergamino.
   No obstante haber perdido a su compañera y esposa, Julieta Menassé en 2006, una delicada situación de salud previa y crecientes dificultades visuales, Horacio continuó su producción intelectual. El inicio del conflicto agrario de marzo de 2008, provocó una renovada convocatoria de su persona para participar en numerosos debates y conferencias (una de ellas, "La cuestión agraria en la Argentina", dictada en la Universidad Nacional de La Plata, fue publicada en el número 16 de Mundo Agrario) y consultado por varias radios acerca de la situación vivida por entonces. En todas esas oportunidades, Giberti demostró su vigencia como intelectual e investigador no sólo a partir del manejo de datos e informaciones de actualidad sino también desde el punto de vista de la proposición de políticas sectoriales concretas. En agosto del año 2008, a propuesta del Diputado Nacional por el Partido Socialista de Entre Ríos Lisandro Viale, Giberti recibió del Congreso Nacional la distinción de "Mayor Notable", como homenaje a su trayectoria. Poco antes había empezado a trabajar con Diego Ramírez, Director Periodístico del portal de noticias agropecuarias El Enfiteuta, en la elaboración de sus memorias, que serán publicadas próximamente. En este clima de intenso trabajo, Giberti sufrió un accidente cerebro vascular el 16 de julio de 2009, falleciendo el 25 del mismo mes en horas del mediodía a los 91 años de edad.
   Creo conveniente cerrar este recordatorio con algunas palabras acerca de mi relación con Horacio Giberti. Muchos años atrás, Horacio había compartido equipos de trabajo con mi padre, Simón Makler, en la preparación de diversos informes técnicos, algunos de ellos elaborados en el marco de la Confederación General Económica. Por mi parte, lo conocí en persona en el verano de 2004. Por ese entonces yo estaba dando los primeros pasos en mi estudio del gremialismo agrario argentino durante la segunda mitad del siglo XX y me interesaba poder conversar del tema con uno de sus principales estudiosos. A poco de iniciado nuestro vínculo, me di cuenta que Horacio era sin duda una de las voces más autorizadas en la problemática del asociativismo agrario, pues sumaba a sus minuciosas investigaciones la vivencia de quien había tratado "desde adentro" las organizaciones sectoriales aportando así una perspectiva esclarecedora y enriquecida de la cuestión. Desde ese momento, Horacio y Julieta me abrieron gentilmente las puertas de su casa para continuar nuestras charlas y permitirme la consulta de sus materiales de archivo. Con el paso de los meses, y a fuerza de reiterar mis visitas, comencé a colaborar más estrechamente con Horacio, en un primer momento supliendo con mis lecturas sus dificultades visuales; y poco después contribuyendo a la discusión de informaciones de actualidad del agro y a la elaboración de diversos trabajos, algunos de ellos conjuntos. De este modo pude palpar de cerca aquellas virtudes de Giberti que Eduardo Sartelli expresara con precisión: su conocimiento del agro y su vocación pedagógica para transmitirlo, que lo convertían en un maestro notable.(2) Siempre me impresionó su capacidad de indagación y penetración intelectual, presta siempre a buscar y mostrar la incidencia mutua de los distintos factores presentes en los procesos socioeconómicos y políticos del agro; así como su paciencia y sencillez para responder sin dudar y sin molestarse en lo más mínimo hasta la más básica y elemental de las preguntas y dudas de todos quienes le consultábamos, fuéramos o no iniciados en la problemática del sector. En sus últimos tiempos, a raíz del conflicto entre el gobierno y las asociaciones gremiales de productores, tuve el privilegio de acompañarlo a algunas de las charlas y debates en que participara. En esas ocasiones pude observar de cerca su perfil de agudo y brillante polemista, expresando su posición y defendiéndola con argumentos a la vez firmes y respetuosos, en los que no siempre coincidíamos. En definitiva, Horacio  C. E. Giberti fue un protagonista de su época preocupado por el conocimiento y la resolución de los problemas de la sociedad que le tocó vivir. Para ello -como me señalara en nuestros primeros contactos-, utilizó junto con quienes compartían su pensamiento "la pluma como arma, aunque del otro lado esgrimieran instrumentos menos intelectuales y más contundentes."

Notas

(1) Publicado en Espacios de Crítica y Producción. Número 37. mayo de 2008. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. pp. 108-125.

(2) Sartelli, Eduardo. 2009. "Adiós al maestro Horacio Giberti". Crítica de la Argentina, 28 de julio. http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=28249 Consultado: 6 de enero de 2010.

Fecha de recibido: 6 de enero de 2010.
Fecha de publicado: 21 de enero de 2010.

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