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Mundo agrario

versión On-line ISSN 1515-5994

Mundo agr. vol.12 no.23 La Plata jul./dic. 2011

 

ARTÍCULOS

La estructura social agraria en el partido de Pehuajó (2010)

 

Manuela Moreno

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP
manuelalp@yahoo.com.ar

 

The agrarian social structure of Pehuajo's party (2010)

 


Resumen
Producto de las transformaciones recientes en el sector agropecuario argentino, en las ciencias sociales se han ampliado los debates en torno a las nuevas características que asume en comparación con las formas de desarrollo del pasado. Dentro de este campo de debates, la cuestión de los sujetos agrarios en la actualidad ha cobrado una especial relevancia.
Si bien existen una gran cantidad de trabajos que abordan la problemática de los sujetos, pocos análisis refieren a las vinculaciones que entre estos se establecen para llevar a cabo la producción. En el presente artículo, a partir de un estudio de caso en el partido de Pehuajó, se describirá la estructura social agraria focalizando en las formas en que se desarrolla la producción a partir de la combinación de vínculos entre distintos sujetos y estableciendo los puntos de "ruptura" con respecto a las formas de desenvolvimiento del pasado.

Palabras claves: Agro; Capitalismo; Transformaciones recientes; Vínculos socio-productivos; Sujetos sociales.

Abstract
As a product of the ongoing transformations in the Agricultural sector in Argentina, recent debates in the social sciences have compared the new characteristics of development with older forms. Inside this field of debates, the question of the agrarian actors at present has been particularly relevant. Though their exists a great quantity of works that approach the problems of the actors, few analyses make reference to their productive roles.
The present article presents a case study of Pehuajó's party. It provides a description of the social agrarian structure, focusing on the forms in which production develops as a result of the links between different actors, and establishing "rupture" points that caracterize the older forms of development.

Keywords: Agro; Capitalism; Recent transformations; Socio-productive links; Social actors.


 

Introducción

En las últimas décadas, en el sector agropecuario mundial se han generado importantes transformaciones, algunas relacionadas con tendencias que operan desde hace varias décadas y otras vinculadas a fenómenos y cambios más recientes. En el caso de la Argentina, a los profundos cambios tecnológicos y productivos, se le suma la notoriedad que adquirió el agro después de la devaluación en el año 2002. En este contexto, se han ampliado los debates académicos sobre las transformaciones dentro del sector.

En el ámbito específico de la sociología rural, las investigaciones y discusiones en torno a cuáles son y qué características asumen los sujetos agrarios actuales han adquirido centralidad. Al respecto cabe señalar que, en general, la problemática sobre los sujetos agrarios suele abordase desde una consideración individual de cada uno de éstos, o bien desde de la vinculación con algún otro actor dentro del sector. Por otro lado, frente a las transformaciones de las últimas décadas, y como consecuencia del quiebre que significaron para la forma de producción "chacarera", se han generado nuevos debates en torno a cómo caracterizar la estructura social agraria pampeana. A la par que actualmente existe una diversidad de sujetos, lógicas y formas de producción, se da una intensificación del proceso de concentración, y la consolidación de un modelo de producción agraria que involucra formas predominantes de organización de la producción así como la construcción de una discursividad sobre cómo pensar al sector y a los sujetos que lo constituyen. Por ello cabe preguntarse hasta qué punto persisten formas de producción y sujetos vinculados al modelo anterior, o bien, en qué medida un modelo dominante no involucra cierta homogeneidad en las formas en que se desarrolla la producción, y la pérdida de importancia de la forma de producción que había sido característica en las décadas anteriores.

Teniendo en cuenta estos interrogantes, en este contexto se planteará una perspectiva que contribuya a pensar las formas en se desarrolla la producción a partir de los vínculos socio-productivos entre los diferentes sujetos involucrados.

Para desarrollar este objetivo comenzaremos, en primer lugar, planteando algunas consideraciones sobre la relación entre agro y capitalismo en la región pampeana, principalmente atendiendo a la forma social en que se ha desarrollado la producción en el sector en las últimas cuatro décadas. Esto resulta de suma importancia para pensar las características y la constitución de los sujetos agrarios.

En segundo lugar, se considerarán las principales características de las explotaciones agropecuarias analizadas en el Partido de Pehuajó (Provincia de Buenos Aires), teniendo en cuenta la existencia (o ausencia) de vínculos entre los distintos sujetos involucrados en la producción. Por último, se intentará brindar una imagen sobre las vinculaciones socio-productivas, teniendo como punto de comparación la imagen "tradicional" respecto al desenvolvimiento social del sector en la región pampeana.

1. Agro y capitalismo en la región pampeana

Para comprender la cuestión de la existencia de las vinculaciones entre los sujetos para llevar adelante la producción agropecuaria se parte de algunas de las conceptualizaciones sobre el agro pampeano referidas a "los modelos de desarrollo agrario" (Ansaldi, 1998). Esto nos permitirá tener un marco para pensar la producción agropecuaria en el presente, y analizar las formas en que se articulan, tanto en el pasado como en la actualidad, los sujetos agrarios.

Desde la inserción de la producción agropecuaria argentina en el mercado mundial a mediados del siglo XIX, el desarrollo de la actividad tuvo como uno de sus componentes fundamentales (y que en parte explica la expansión de entonces) la producción basada en unidades familiares bajo la forma de arriendo o aparcería (Barsky y Gelman, 2009). En este periodo se da en Argentina aquello que Ansaldi (1998) caracteriza como una "vía argentina", como forma de distinción de la conceptualización de las "vías" planteadas por Lenin (1899).

En términos de los vínculos entre sujetos, como se puede observar en el esquema Nº1, esta forma de desarrollo de la producción se basaba en que el productor aportaba la gestión, el trabajo (familiar) y en muchos casos el capital, relacionándose sólo con el dueño de la tierra. Sin embargo, en las décadas posteriores esta forma perderá peso dentro de la estructura agraria debido al proceso de "farmerización" de los chacareros por el acceso a la propiedad de la tierra.

Moreno. Esquema 1

ESQUEMA Nº 1 "Chacarero arrendatario"

En la década de 1940 la intervención estatal en el mercado de tierras promovió el acceso a la propiedad de muchos aparceros y arrendatarios (aunque también provocó que otros productores fueran expulsados). Con estas transformaciones hacia la década de 1960 el agro pampeano se componía principalmente de pequeños y medianos productores, asemejándose al Corn Belt norteamericano (Balsa, 2006). Esta forma de producción implicó un bajo nivel de vinculación con otros sujetos. Como se puede observar en el esquema Nº 2, en el caso más típico, el "chacarero" aportaba el capital, el trabajo (familiar), la gestión y, a partir del acceso a la propiedad, el factor tierra.

Moreno. Esquema 2

ESQUEMA Nº 2 Chacareros que accedieron a la propiedad de la tierra

Si bien en algunos casos los chacareros se vinculaban con sujetos que poseían el capital (contratistas de labores) o contrataban eventualmente a algún trabajador asalariado, el modelo de desarrollo implicaba que el sujeto poseía y aportaba todos o la mayoría de los elementos necesarios para el desarrollo de la producción. Esto significó, a nivel del análisis, una distancia respecto al modelo "clásico" basado en la experiencia inglesa planteado por Marx, que involucraba una mayor cantidad de sujetos y vínculos entre estos (como se puede observar en el esquema Nº 3)

Moreno. Esquema 3

ESQUEMA Nº 3 Modelo planteado por Marx

Consideramos que esta forma social de producción, que podríamos denominar "chacarera", ha contribuido a crear la imagen de un agro en el que pierde sentido detenerse a analizar las vinculaciones con otros actores y sí tiene una especial relevancia reparar en detalle respecto de las características de las explotaciones, generando de este modo una suerte de "ceguera teórica".

Desde la década de 1970 se inició un proceso signado por la expansión productiva (sobre todo agrícola) (Barsky y Gelman, 2009), el aumento de las economías de escala y del tamaño mínimo requerido para el uso de la maquinaria propia, la implementación de políticas de corte neoliberal contrarias a la pequeña y mediana producción y, en términos generales, la generación de un nuevo orden social que impuso nuevas formas ideológicas que fueron borrando un discurso más de tipo "agrarista", que había caracterizado a parte del agro desde la década de 1930 (Balsa, 2006). Este proceso generó que la pequeña y mediana explotación característica de la producción de los años anteriores se desarticulara.

A partir de estas transformaciones generadas en las últimas décadas del siglo XX, y consolidadas en lo que va del Siglo XXI, existe hoy un agro marcadamente diferente, donde las formas capitalistas tienen una mayor relevancia en la producción agropecuaria. Este avance de las relaciones capitalistas ha traído aparejada la desaparición de gran cantidad de explotaciones pequeñas y medianas, la expansión de grandes y medianas (principalmente a partir de arrendamientos) y la transformación de los sujetos agrarios.

En este nuevo contexto, la producción basada en el modo "chacarero" ha entrado en crisis. La desaparición de la agricultura familiar y el proceso de "aburguesamiento" de los chacareros (Balsa, 2006) ha provocado que esta forma de producción se desarticule, perdiendo la exclusividad que tenía y dando lugar al surgimiento de nuevos vínculos entre sujetos, necesarios para poder llevar a cabo la producción. Como se puede observar en la comparación entre el esquema Nº2 y el Nº4, frente al modelo "chacarero" que presenta una escasa o nula existencia de relaciones, en el actual contexto se evidencia la multiplicidad de vínculos (necesarios) para el desarrollo de la producción.

Moreno. Esquema 4

ESQUEMA Nº 4 Vínculos entre productores y otros sujetos

Sin embargo, se considera que el modelo "chacarero" es fundamental como punto de comparación para analizar las transformaciones en el sector. En este sentido el modelo ha sido destacado por la literatura especializada como la forma característica de la producción en la región pampeana (Barsky y Gelman, 2009; Muzlera, 2009). De hecho, en la actualidad persiste como una suerte de representación de los productores, aún cuando la forma en que se desarrolla la producción poco tiene que ver con aquella (Azcuy Ameghino y Martinez Dougnac, 2011; Balsa y López Castro, 2011, Azcuy Ameghino, 2006). Indudablemente tanto a nivel del análisis como de los sujetos implicados, la imagen de la producción agraria vinculada a un" mundo chacarero" ha sido o sigue siendo, en algunos casos, muy fuerte.

Por otra parte, existen estudios que analizan el cambio de "paradigma productivo" en las últimas décadas y la multiplicación de sujetos y vinculaciones para el desarrollo del mismo (Bisang y Kosacoff, 2006). En este sentido refieren a la transformación de un "modelo de integración vertical" hacia uno de "organización en "red" (Bisang, Anlló y Campi, 2008), en el cual la actividad productiva está en manos de una serie de agentes especializados, coordinados entre sí. Sin embargo, este tipo de análisis no incorpora las trayectorias de las explotaciones y los sujetos, no da cuenta de las posiciones asimétricas y tensiones en este entramado de relaciones y de otras formas de producción que no sea aquella "más dinámica" o dominante.

Se considera que tanto la existencia de numerosas investigaciones que se basan en las fuentes censales, las escasas investigaciones referidas a los sujetos agrarios de modo vincular, así como los estudios sobre las formas de organización en "red" que dejan de lado cuestiones como las mencionadas anteriormente, impulsan a avanzar en otra clave para analizar las transformaciones recientes a partir de las vinculaciones entre los sujetos agrarios.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, en este artículo se tratará de dar cuenta de la/s formas en que se desenvuelve la producción agropecuaria desde la perspectiva de los vínculos entre los sujetos en la esfera productiva, centrándonos en un estudio de caso en el partido de Pehuajó.

2. Espacio de análisis y metodología

2.1. Espacio de análisis

El partido de Pehuajó se encuentra ubicado en la zona noroeste de la provincia de Buenos Aires y comprende una extensión de alrededor de 496.000 ha. Está conformado por la ciudad cabecera (Pehuajó) y varias localidades de menor extensión y densidad poblacional. Limita con los partidos de Carlos Tejedor, Trenque Lauquen, H. Yrigoyen, Carlos Casares, Lincoln y Daireaux. La principal actividad económica es la agrícola-ganadera, que significa el 36.6% (1) del PBI del partido.

Pertenece a la Zona mixta del Noroeste de Buenos Aires y Sur de Córdoba de la región pampeana (2) (Magrín, Travasso, López, Rodríguez y Lloveras, 2005). Esta zona presenta una alta proporción de suelos con capacidad de uso agrícola-ganadero, que admiten labranzas periódicas. No tiene tierras con aptitud para agricultura continua y aproximadamente un tercio de sus suelos tienen aptitud agrícola ganadera (Magrín, et al., 2005). En el caso particular de Pehuajó, su característica más destacada es poseer un territorio de muy escasa pendiente y, consecuentemente, ser una zona propensa al anegamiento superficial por los excedentes hídricos en los períodos de inundaciones como por tener épocas de fuertes sequías fruto de los ciclos climáticos propios de la región. Los suelos desarrollados en estas condiciones presentan índices de productividad, en general, regulares o bajos, con capacidades limitadas para el desarrollo de actividades agrícolas, y mejor adaptados para la ganadería. Por ello históricamente se caracterizó esta región como agrícola-ganadera.

Sin embargo, el incremento ocurrido durante los últimos años en la práctica de actividades agrícolas continuas sobre los mejores suelos del Oeste de la Provincia de Buenos Aires y el avance de cultivos, básicamente de soja, sobre suelos de mediana aptitud agrícola, restaron superficie y dedicación a la ganadería, marginándola a suelos menos productivos.

Moreno. Mapa 1

MAPA Nº 1 localización del partido de Pehuajó dentro de la provincia de Buenos Aires

Como se observa en el gráfico Nº 1, durante la campaña de cosecha gruesa 2009-2010, la superficie sembrada de soja representó alrededor del 38% del territorio del partido, algo más de 170.000 hectáreas, superando ampliamente los otros cultivos ,como maíz y girasol, que no superaron el 13% de la superficie (Landa, 2010).

Moreno. gráfico 1

GRAFICO Nº 1 Distribución de las producciones agropecuarias. Pehuajó 2010
*
*Gráfico extraído de Landa (2010)

Un dato llamativo al respecto es que el cultivo de soja se realiza tanto sobre suelos que presentan capacidades de uso aptas para actividades agrícolas, pero con moderadas a severas limitaciones, con deficiencias en el drenaje y problemas de erosión (el 73.2 % de la superficie sojera), como en suelos sin aptitud agrícola (en el 26.8 % restante). Evidentemente, el avance del cultivo sobre suelos aptos y no aptos es cada vez mayor, mientras que año a año la superficie destinada a la actividad pecuaria se reduce. En este sentido, en lo que va del periodo 2004 al 2009, se redujo un 25 % el stock ganadero en el partido (3) (Zaniboni, 2010).

Teniendo en cuenta los datos mencionados se considera que este espacio de análisis resulta de interés ya que, a diferencia de otros partidos relevantes en términos de producción para la Provincia de Buenos Aires (como por ejemplo la Zona Agrícola del Norte), en las zonas tradicionalmente mixtas se pueden observar claramente los procesos de transformación recientes, tal como el aumento de la superficie sembrada frente al retroceso de la producción ganadera.

2.2 Lineamientos metodológicos y producción de datos.

En este partido se llevó a cabo durante el año 2010 el trabajo de campo a partir de una muestra del mismo. La misma se confeccionó mediante un muestreo aleatorio de las unidades productivas que permitiera, por un lado, evitar el sesgo que podría introducir seleccionarlos por medio de redes de contacto. Por otro lado, se procuró que la muestra fuera representativa del peso territorial de las explotaciones. La muestra se realizó sobre el mapa rural del partido, a través de coordenadas obtenidas por medio de dos números al azar.

Esta muestra resultó proporcional al tamaño en hectáreas del partido, ya que cada hectárea tuvo igual probabilidad de entrar en la muestra (4).

Se seleccionó este tipo de muestreo ya que, frente a otros tipos de muestreo por explotaciones (cuyo principal déficit es sobre-representar a las explotaciones pequeñas ante las medianas y grandes), respeta la importancia productiva de las unidades (Balsa, 2007).

Una vez que se obtuvo la muestra de 21 explotaciones se procedió a contactar a los responsables de las mismas. Para ello se utilizó una red de contactos en la zona con los que se contaba previamente al inicio del trabajo de campo. Se entrevistó a un total de 56 personas pero se obtuvo información, con mayor o menor grado de precisión, sobre un total de 241 sujetos y sobre los vínculos entre ellos. A partir de estos lineamientos metodológicos se abordaron las vinculaciones socio-productivas en el partido de Pehuajó.

3. Estructura social en el partido de Pehuajó

Frente a la clásica conceptualización de los actores del desarrollo agropecuario, y en el marco de las transformaciones estructurales que han tenido lugar en el agro pampeano, encontramos cuatro posibles combinaciones en la muestra del Partido de Pehuajó. En conjunto no se encuentran situaciones, desde el punto de vista de la existencia de vínculos, que sean asimilables al modelo "chacarero". En todos los casos se desarrollan varias vinculaciones con otros sujetos que hacen posible la producción.

A continuación, se presentan las diferentes combinaciones de las 21 explotaciones relevadas y los sujetos involucrados en cada una de ellas. Estas combinaciones se realizaron teniendo en cuenta la existencia o no de vínculos entre productores y rentistas (forma de tenencia de la tierra), entre productores y trabajadores (contratación de mano de obra o aporte de trabajo de los mismos productores), entre productores y contratistas (tercerización de labores) y entre productores entre sí (cantidad de personas a cargo de la explotación) en torno a cada una de las explotaciones.

Combinación I: Explotaciones unipersonales (o socios) con forma de tenencia en propiedad y tercerización de las labores (103 ha, 136 ha, 230 ha y 306 ha). En este tipo de combinación, en torno a las explotaciones se dan vinculaciones de productores entre si, y con contratistas de labores. Como se observa en el esquema Nº 5, que se presenta a continuación, los productores (5) involucrados tienen tierra y aportan ellos mismos trabajo, pero no cuentan con maquinaria para realizar todas las labores. Este es el único grupo de explotaciones que, si bien no se corresponden exactamente, se asemejan a la forma social chacarera, ya que el/los productores a cargo de la explotación aportan la mayoría de los factores, desarrollando, de este modo, escasas vinculaciones con otros.

Moreno. Esquema 5

ESQUEMA Nº 5 Combinación I: vínculos entre sujetos

Si bien son las explotaciones que despliegan escasas relaciones, en algunos casos mantienen, de forma esporádica o temporaria, algún tipo de vínculo productivo. En el caso de la explotación de 103 ha realizan agricultura, ganadería y tambo. Aunque cuentan con una sembradora (que tiene alrededor de 15 años) deben contratar a otros para realizar la cosecha. En las otras explotaciones de este grupo se trabaja casi exclusivamente ganadería, por ello es que no cuentan con maquinaria y sólo contratan eventualmente cuando producen el alimento para el ganado.

En todos los casos, los tipos de contratistas con los que se vinculan son "contratistas productores" (6) o "productores contratistas" (7), que trabajan para varios productores pequeños y medianos.

Al tratarse de pequeños productores, la vinculación con los contratistas tiene una significación especial, ya que dependen de estos para realizar las labores a tiempo y a un precio accesible. En este punto, las relaciones de amistad, familiaridad, y mercantiles pero personales (por ejemplo vecinos), cumplen un papel fundamental para que estos productores puedan acceder a la prestación de servicios.

En todas estas explotaciones los productores aportan la mano de obra manual y las tareas de gestión de la empresa. En este sentido, cabe resaltar que existe más de una persona a cargo de la unidad. Se trata de personas vinculadas por ser familiares directos y que trabajan en calidad de asociados, es decir, todos son propietarios, aportan trabajo (aunque cumplen distintos roles) y dividen las ganancias.

En relación a esto último, y según las trayectorias relatadas por estos sujetos, en general el fenómeno de "asociación" en la producción reside, por una lado, en el caso de sociedades de padres e hijos, de una mayor expectativa y posibilidades laborales de los hijos, y de modo independiente de los padres. Por ejemplo, en el caso de la explotación 103ha a cargo se encuentran el padre y los dos hijos. Estos últimos accedieron a estudios universitarios (no vinculados con el sector), desarrollaron sus actividades profesionales independientes, pero como el padre necesitaba colaboración en la explotación y ellos no tenían un ingreso muy alto, decidieron hacerse cargo de la explotación, pero en calidad de socios del padre. En este sentido, como afirma Melina Neiman (2008), con las transformaciones en las últimas décadas las dinámicas familiares se han modificado,

Las familias han venido cambiando en los últimos años tanto en lo que se refiere a su tamaño y composición como a la relación entre los miembros y las modalidades de herencia. En lo vinculado a la organización interna, se puede observar que se trata de familias nucleares con pocos hijos donde es altamente valorada la educación superior de los hijos, que también forman su propia familia mucho más tarde que en el pasado. Estos cambios llevan a que se desarrollen nuevos conflictos y nuevos arreglos entre padres e hijos en lo que tiene que ver con el momento de la herencia o el relevo generacional. Los mayores conflictos surgen cuando el hijo se vuelve adulto y el padre continúa en la dirección de la explotación y se vuelve necesario encontrar maneras de compartir los espacios de toma de decisión tanto a nivel productivo como en la distribución de las ganancias (Neiman, M., 2008, p.80).

Por otro lado, en el caso de asociaciones entre hermanos, cuñados o tíos significa una forma de evitar la fragmentación de la propiedad, teniendo en cuenta la importancia de asegurar un tamaño en el que les sea posible continuar produciendo. Esta es una problemática que afecta a los pequeños productores, pero que también aparece como preocupación en explotaciones de mayor tamaño, cuyos productores intentan asegurar la continuidad tal como la vienen desarrollando o pretenden ampliar la producción.

Si bien no se vinculan actualmente con sujetos rentistas, en un periodo reciente tomaban tierras en alquiler pero, debido a que no pueden competir con los precios que pagan otros tipos de empresarios, debieron dejar de hacerlo (esta es la situación que las explotaciones de 103 ha. y 230 ha). Asimismo, existen situaciones en los que los productores son al mismo tiempo "rentistas", como en el caso de la explotación de 136 ha que en total tienen 206 ha pero ceden en alquiler 70 ha a una empresa agropecuaria que trabaja allí solo agricultura. Esto implica, para los productores, la generación de un ingreso extra para sostener la producción ganadera que ellos desarrollan.

Existe en esta forma de combinación un caso (explotación de 306 ha) que se diferencia del resto en tanto toman en alquiler la mitad de la tierra que trabajan. Sin embargo, se prefirió incluirlos en este grupo ya que le alquilan a familiares, con dos de los cuales no tienen una relación económica, es decir, no existe una retribución en términos de dinero o especies por el alquiler del campo.

Por último, cabe destacar que, como se mencionó anteriormente, este tipo de explotaciones son las que se asemejan a lo que ha sido la forma de producción "chacarera". Sin embargo, llama la atención por un lado, las poca cantidad de explotaciones que se encuentran bajo esta forma, y por el otro, la existencia de vínculos familiares pero en asociaciones entre productores.

En el cuadro Nº1 se presenta una síntesis de las principales características de las explotaciones que integran esta combinación.

CUADRO Nº 1 Combinación I de explotaciones según vínculos en el Partido de Pehuajó (2010*)

Tamaño explot. (has)

Tipo de producción

Cantidad de productores a cargo

trabajadores

rentistas

contratistas

Explotaciones propiedad y tercerización de labores

103

G, A, T

3 (padre y 2 hijos)

No

No

cosecha

136

G (90%) A (10%)

5 (madre, 2 hijos y 2 cuñados)

1 temporario

Ceden a otros

a veces siembra y cosecha

230

G (60%) A (40%)

3: padres e hijo

No

No

siembra y cosecha

306

G (50%) y A (50%)

4: padre, madre y 2 hijos

No

4*

cosecha y siembra

Referencias: G: ganadería; A: agricultura; T: tambo.
*Elaboración propia a partir de los datos de la muestra.

Combinación II: Explotaciones con forma de tenencia mixta que se expanden por medio del arriendo y contratan mano de obra (1500 ha, 3000 ha, 3700 ha y 4000 ha). Como se observa en el esquema Nº 6 en este tipo de explotaciones se dan vinculaciones entre productores (o empresarios) entre si, con trabajadores asalariados y con rentistas. El primer tipo de sujetos se trata de empresarios terratenientes (8) capitalistas, es decir que tienen capital y tierra. Si bien poseen la propiedad de una parte de la tierra que explotan (variando la proporción según el caso), trata de productores que han expandido sus empresas a partir de la incorporación de más hectáreas a través del arriendo.

Moreno. Esquema 6

ESQUEMA Nº 6 Combinación II de vínculos entre sujetos

En todos los casos existe más de un productor a cargo de la explotación. Se trata de familiares directos, padres e hijos o hermanos, teniendo todos los involucrados la misma participación en las responsabilidades y en las ganancias. Como en el tipo de explotaciones mencionadas anteriormente, aquí también se encuentra el fenómeno de la existencia de vínculos familiares en las asociaciones.

En todos los casos se trata de empresas agropecuarias constituidas bajo la forma de sociedades anónimas, con excepción de una explotación de 1.500 ha cuya forma es "persona física".

Con respecto a los trabajadores, se trata de personal especializado (en su mayoría contratados de forma permanente) y no especializado, y en menor medida, trabajadores de dirección profesionales. Las explotaciones de 1.500, 3000 y 3.700 ha. emplean entre cinco y nueve trabajadores cada una. En su mayoría son trabajadores especializados, y en menor medida no especializados, temporales o transitorios. En el caso de la explotación de 4.000 ha emplea diecinueve trabajadores de los cuales sólo cinco son temporales. Asimismo este es el único caso que emplea dos trabajadores no manuales profesionales. Todos estos trabajadores vinculados a las explotaciones mencionadas viven en la ciudad de Pehuajó o en alguno de los pueblos del partido.

En general, en este grupo existe una tendencia hacia la incorporación de personal con mayor calificación que esté en "sintonía" con los cambios tecnológicos crecientes, situación que afecta tanto a los puestos de dirección y planificación, como a los trabajadores manuales (Foti y Obschatko, 2009).

Por otro lado, respecto a la organización y modalidades de inserción, existe una redefinición de los roles y a la par que en algunos casos se busca la especialización en tareas particulares (Villulla, 2010), en otros los roles se "flexibilizan" para favorecer una inserción más "polivalente" (Neiman y Quaranta, 2000). En este sentido, como forma de mantener empleados a los trabajadores durante todo el año, en muchos casos, después del ciclo de trabajo especifico realizan otras actividades. Cuando se preguntaba sobre las actividades concretas que realizaban los trabajadores no especializados la respuesta de los responsables de las explotaciones era "de todo un poco".

Con respecto a la vinculación con rentistas, como se ha señalado, en todos los casos los productores se vinculan con este tipo de sujetos, ya que el arriendo ha sido la forma en que han expandido la producción. Las hectáreas arrendadas tienen como finalidad desarrollar producción agrícola. Sin bien en todos los casos se trabaja en las dos actividades, en este tipo de explotaciones es donde se evidencia el avance de la agricultura sobre la ganadería. Estos empresarios toman en alquiler entre el 33% y el 46 % de las tierras que explotan a más de un rentista. Los sujetos que ceden en alquiler en muchos casos con anterioridad a ceder desarrollaban ganadería o tenían una explotación mixta. Hoy en el mismo espacio solo se trabaja agricultura.

La situación de los sujetos rentistas es variada. Algunos son personas mayores, otros han heredado la propiedad y no tienen intenciones de dedicarse a la producción, y otros son productores en actividad que ceden una fracción de su propiedad. En estos últimos casos, es la situación en que los rentistas cobran en especie (también algunos ex-productores lo hacen), y de los productores que ceden una fracción para el desarrollo de agricultura, siendo ellos productores ganaderos.

Por último, cabe resaltar que en estas explotaciones se encuentran aquellos sujetos que Carla Gras menciona como "empresarios familiares": tienen un pasado chacarero en su mayoría, pero se han expandido en las últimas décadas incorporando tecnología, ampliando la escala a partir del arriendo y aplicando una gestión empresarial (Gras, 2008), pero continúan desarrollando la empresa con base en la asociación familiar. Incluso ellos mismos se definen como "productores que tienen una empresa familiar".

A continuación, en el cuadro Nº2 se presenta una síntesis que permite observar las principales características y sujetos involucrados en las explotaciones de esta combinación.

CUADRO Nº 2 Combinación II de explotaciones según vínculos en el Partido de Pehuajó (2010*)

Tamaño explot. (has)

Tipo de producción

Cantidad de productores a cargo

trabajadores

rentistas

contratistas

Explotaciones tenencia mixta y contratan mano de obra

1.500

A (70%) y G (30%)

2: padre e hijo

5

4

No

3.000

A (70%) y G (30%)

2: hermanos

7

2

No

3.700

A (70%) y G (30%)

3: padre, madre e hijo

9

varios

No

4.000

A (70%) y G (30%)

2: hermanos

19

5

No

Referencias: G: ganadería; A: agricultura; T: tambo
*Elaboración propia a partir de los datos de la muestra

Combinación III: Explotaciones con forma de tenencia en propiedad, con tercerización de las labores y contratación de mano de obra asalariada (240ha, 370 ha, 5900 ha, 11000 ha, 15000 ha). Como se observa en el esquema Nº 7, en esta forma existen productores que se vinculan con contratistas y con trabajadores asalariados pero no así con los rentistas. Dentro de este grupo de explotaciones existen situaciones diferentes. Por un lado, están los productores pequeños (240 ha, 370 ha). Estos se vinculan con contratistas puros o contratistas y productores. En el primer caso el productor contrata, sólo en algunas ocasiones, a un contratista de labores que trabaja para un "pool" de siembra casi exclusivamente, al cual conocen porque el mismo productor le cede en alquiler al "pool" parte de su explotación. En el otro caso, contrata a un contratista y productor, que trabajan alrededor de 6.000 ha. pero pertenecientes a varios pequeños y medianos productores. En ambos casos, contratan a dos trabajadores, uno de forma permanente y otro transitorio. En la explotación de 370 ha uno de los trabajadores es capataz, y se ocupa casi de la totalidad de las cuestiones productivas, siendo el propietario del campo quien lleva solo la contabilidad y aspectos administrativos.

Moreno. Esquema 7

ESQUEMA Nº 7 combinación III de vínculos entre sujetos

En estas explotaciones desde hace varias décadas que contratan mano de obra, pero la tercerización de las labores es más reciente. Asimismo según lo relatado han podido continuar, en un caso (explotación de 240 ha) cediendo más de la mitad de la su explotación en alquiler, y en el otro (explotación de 370), porque la actividad es secundaria (el propietario es odontólogo) y no tiene la centralidad ni en términos de la dedicación de su tiempo ni de su ingreso total.

Por otro lado, encontramos a un grupo a grandes terratenientes (5900 ha., 11000 ha., 15000 ha.) que trabajan la totalidad de la explotación en propiedad, contratan mano de obra y tercerizan las labores. Se vinculan con contratistas que trabajan para ellos y para algunos otros clientes, pero entre el 50 y el 70% de lo que trabajan anualmente lo cubren con una o dos empresas agropecuarias.

En este punto, cabe resaltar que rever a los contratistas en virtud de las vinculaciones, nos permite avanzar en pensar algunas cuestiones más generales sobre estos sujetos. En este sentido una cuestión a resaltar sobre los contratistas que trabajan la mayoría de las hectáreas para pocas empresas está relacionado con repensar hasta qué punto esta actividad que se desarrolla "por cuenta propia" y no implica una suerte de "relación de dependencia" con un empleador. Esta es una de las cuestiones que invisibiliza la prestación de servicios. En el caso de los contratistas implica no sólo depender de las condiciones remunerativas que imponen las empresas sino también de los requerimientos tecnológicos.

Más aún, en la explotación de alrededor de 11.000 ha quien se encarga de la siembra, monitoreo de los cultivos y cosecha, es un contratista que anteriormente era empleado de esta empresa y que continuó trabajando bajo la modalidad de "prestación de servicios". El mismo contratista señalaba su vinculación con la empresa y el lazo hasta "afectivo" que lo une a esta: "nosotros crecimos con ellos (…) la empresa que tenemos también es gracias a ellos…" (Jorge, 59 años).Este fenómeno no es exclusivo del sector, y tiene que ver con la organización del trabajo a través de la tercerización. Además de las ventajas que implica en términos de costos y responsabilidades laborales, impone ciertas lógicas y justificaciones discursivas y simbólicas, como la de no contar con un jefe. En este sentido, en lo que refiere a los sujetos agrarios esto se ve claramente en la figura del contratista que es un trabajador rural sin "jefe", según lo expresado por los mismos entrevistados. Sin embargo, se considera que a la luz de lo expuesto anteriormente esto debería ser matizado.

Por otro lado, con respecto a los trabajadores involucrados en este tipo de explotaciones, la particularidad que presentan es que en su mayoría son especializados y viven en las estancias en las que trabajan. Estas empresas cuentan con una infraestructura y organización preparada para ello. Asimismo se encuentran trabajadores no manuales, y en los casos de los puestos de dirección de la producción se ubican los no profesionales. En general se trata de personas que comenzaron muy jóvenes a trabajar en la empresa y que, producto de la "carrera laboral" que realizaron allí, han ascendido hasta los puestos más elevados.

Por último, cabe resaltar que en estas empresas se evidencia un proceso de transformación en las formas de organización de la producción y el trabajo (por lo tanto también en los vínculos). En este sentido, sin bien mantienen una estructura permanente, principalmente en relación a la tenencia de la tierra, existe una ampliación de los vínculos en cuanto a la incorporación de profesionales al control de la producción (aunque aún el encargado general de la producción no es profesional, sino es quien tiene una trayectoria laboral dentro de la empresa). Respecto a la forma en que se desarrolla la producción por un lado, hay una mayor ampliación de la agricultura, y por el otro, la tercerización de todas o una de las dos labores. Por ejemplo, en la empresa de 11.000 ha desde al año 1997 aproximadamente comenzaron a tercerizar las labores. Antes hacían todo con maquinaria propia. Si bien una parte sigue trabajando con equipo propio (alrededor de 30%), todo lo que la empresa incorporó (ya sea adquiriendo más hectáreas como disminuyendo el área ganadera) se realiza a partir de la contratación de empresas prestadoras de servicios. En el cuadro Nº3 se pueden observar los datos para cada una de las explotaciones que integran esta combinación.

CUADRO Nº 3 Combinación III de explotaciones según vínculos en el Partido de Pehuajó (2010*)

Tamaño explot. (has)

Tipo de producción

Cantidad de productores a cargo

trabajadores

rentistas

contratistas

Explot. en propiedad, con tercerizan de labores y contratación de mano de obra

240

G

1

3

cede a un pool

a veces siembra y cosecha

370.

A (70%) y G (30%)

1

2

No

cosecha

5.900

A (50%) y G (50%)

2: matrimonio

19

No

cosecha

11.000

A (80%) y G (20%)

empresa

12

No

siembra y cosecha

15.000

A (70%) y G (30%)

empresa

S/D

No

siembra y cosecha

Combinación IV: Explotaciones con forma de tenencia mixta, que tercerizan y contratan mano de obra (234 ha., 350 ha. 400 ha. 730 ha. 1080 ha., 1400 ha., 5000ha. y 10.000 ha.). Como se puede observar en el esquema Nº 8 en estas explotaciones existen vinculaciones entre productores, contratistas y trabajadores. Se trata de tanto de explotaciones pequeñas, medianas y grandes. Son aquellos que mantienen la mayor cantidad de vinculaciones, ya que toman en alquiler una parte importante de la explotación, contratan mano de obra y tercerizan las labores.

Moreno. Esquema 8

ESQUEMA Nº 8 Combinación IV de vínculos entre sujetos

Dentro de este grupo se diferencian aquellos que solo tercerizan cosecha (350 ha y 1400 ha.) y aquellos que trabajan la totalidad de la explotación arrendando campos ajenos (1080 ha y 5000ha). Sin embargo, la situación que presenta una marcada diferencia con el resto es la explotación de 350 ha, que los productores involucrados aportan mano de obra, contratan un trabajador no especializado para poder realizar distintas tareas, toman hectáreas en alquiler a un joven que heredó y es amigo de los productores, y contratan para la cosecha a un prestador de servicios que trabaja que es conocido del pueblo donde viven.

En las restantes situaciones estos productores o empresarios se vinculan contratistas puros o contratistas-productores, trabajadores manuales especializados y, en menor medida, no especializados, y en algunos casos (5.000 ha. y 10.000 ha.) trabajadores de dirección profesionales.

Respecto a los trabajadores, cabe señalar como aquí operan claramente las tendencias, señaladas por algunos autores, respecto a la situación del trabajo en este nuevo contexto del sector (Neiman, Bardomás y Jiménez, 2001). En este sentido, la tendencia es a incorporar una menor cantidad de trabajadores manuales, pero que en su mayoría son especializados. Si bien en este tipo de empresas se emplean trabajadores no especializados, en general tienen una relación laboral más inestable. Asimismo, en las unidades existen algunos elementos que si bien no se midieron específicamente, se pudieron observar en el trascurso del trabajo de campo, respecto a la escasa sindicalización y empleo no registrado. Situaciones que son no nuevas sino que vienen de larga data, y que se han acentuado notablemente en las últimas décadas (Lattuada y Neiman, 2005).

Por otro lado, respecto a los contratistas, se trata de sujetos que trabajan para grandes empresas, o para algunas empresas grandes y medianas y varias pequeñas. Tal como se apuntó anteriormente, en algunos casos cabe pensar hasta que punto estos sujetos no se encuentran en una relación de "dependencia" respecto a estas empresas, que afecta fundamentalmente las condiciones de producción. En este sentido, la cuestión de la tecnología es un aspecto conflictivo. Los cambios constantes que se introducen en el sector implican que estos sujetos deben incorporar nuevos elementos o cambiar los que poseen. Pero esto además es "exigido" por parte de las empresas para las que trabajan. Por ejemplo, en la explotación de 10.000 ha a los contratistas que trabajan para ellos desde hace algunos años les otorgan préstamos para renovar la maquinaria (que la misma empresa le exige), y estos se los devuelven, en parte, con trabajo, generándose una obligación laboral de varios años.

En este sentido uno de los contratistas que trabaja para un pool de siembra relataba: "[…] no te podes quedar [se refiere al recambio de maquinarias] porque sino quedas afuera, este año nos exigieron incluir maquinarias con sistemas satelital, porque te van controlando la velocidad en que lo haces, y el tiempo." (Alberto, 29 años).

En todas las explotaciones en las que existen vinculaciones con rentistas, se trata de sujetos que han sido productores y abandonaron la actividad o que nunca fueron productores y heredaron la explotación. Se trata de porciones variables de tierra pero que no superan las 500 ha. En este sentido se evidencia como muchos pequeños y medianos productores no han podido continuar con la actividad, o bien como ha sido abandonada en las generaciones siguientes. Indudablemente los "modos de vida" que implicaba la producción con anterioridad no han sido adoptados o compartidos por los hijos o familiares de estos productores. Los problemas asociados, en el actual contexto, a la pequeña producción probablemente también influyen en la decisión de ceder en alquiler el campo heredado.

Por último, cabe resaltar que en este grupo (que denominamos combinación IV) existe la mayor cantidad de explotaciones relevadas. En este sentido coincide con lo planteado por Bisang, Anlló y Campi (2008) sobre la forma predominante de organización, que denominan en "red". Al respecto es importante marcar que sin dejar de tener en cuenta las diferencias que imponen que sean explotaciones de distintos tamaños, lo cual afecta, por ejemplo, a la impersonalidad de los vínculos entre los sujetos y en la estabilidad de los mismos, en lo que respecta a la forma social en que se desarrolla la producción (en el sentido de los tipos de sujetos involucrados) son similares.

En el cuadro Nº4 se muestran los principales características de cada una de las explotaciones la combinación que se desarrolló.

CUADRO Nº 4 Combinación IV de explotaciones según vínculos en el Partido de Pehuajó (2010*)

Tamaño explot. (has)

Tipo de producción

Cantidad de productores a cargo

trabajadores

rentistas

contratistas

Explotaciones tenencia mixta, que tercerizan y contratan mano de obra

234

G (90%), A (10%)

2: mujer y esposo

2

2 y ceden a vecino

a veces siembra y cosecha

350

G (50%) y A (50%)

2: padre e hijo

1

1

cosecha

400

G (60%) y A (40%)

3: padre y dos hijos

1

1

siembra y cosecha

730

G (70%) y A (30%)

2: padre e hijo

2

3

siembra y cosecha

1.080

G (50%) y A (50%)

2: hermanos

2

3

siembra y cosecha

1.400

A (60%) y G (40%)

2: hermanos

4

1

cosecha

5.000

A (50%), G (30%), T (20%)

1

5

varios

siembra y cosecha

10.000

A (80%) y G (20%)

empresa

5

varios

cosecha y siembra

Referencias: G: ganadería; A: agricultura; T: tambo.
*Elaboración propia a partir de los datos de la muestra

En el otro extremo encontramos la combinación I que presenta la menor cantidad de vinculaciones. Sin embargo, como se adelantó al comienzo del apartado, no se encontraron formas sociales que coincidan exactamente con el modelo "chacarero", en tanto todas las explotaciones despliegan relaciones con otros sujetos para llevar adelante la producción. Como se puede observar en la combinación mencionada, los productores tercerizan una o las dos principales labores, en un caso contratan trabajadores de forma temporaria (ya que los productores tienen otras actividades no vinculadas con el sector y no se dedican a tiempo completo al trabajo en el campo) y en algún caso incluso ceden una parte de su explotación para generar ingresos "extras". Asimismo, a diferencia de la situación tradicional, no se encuentran trabajadores familiares, y si personas vinculadas por relaciones de parentesco asociadas en torno a una explotación.

Entre estas dos combinaciones (I y IV) encontramos las situaciones, por un lado, de aquellos que organizan el trabajo a partir de la tenencia en propiedad de la tierra y la contratación de servicios (combinación III), que en términos generales han modificado su estrategia en la última década adquiriendo nuevas extensiones de tierra sin incorporar o renovar la maquinaria y vinculándose a empresas contratistas. Por el otro, empresas que se han expandido por medio del arriendo (y en algunos casos también por la adquisición de tierra), incorporando maquinarias y mayor cantidad de trabajadores asalariados (en gran medida especializados), sin necesidad de recurrir a la contratación de servicios (combinación II)

Conclusiones

Teniendo en cuenta el análisis desarrollado en el presente artículo se puede señalar cierta tendencia a que explotaciones diversas se asemejen en cuanto a las formas sociales en que desarrollan la producción. Consideramos que lo que más se ajusta al actual contexto es un panorama que ha sido claramente transformado, implicando una profunda complejización y que las conceptualizaciones con que se ha analizado históricamente al sector no terminan de dar cuenta de dicha realidad.

En esta línea, cabe agregar que queda en evidencia la transformación de la estructura del agro desde el punto de vista de las vinculaciones. Se puede observar cómo se ha multiplicado la existencia de vínculos entre los diferentes sujetos. Si comparamos los esquemas Nº 5, 6, 7 y 8, con el esquema de la producción chacarera (esquema Nº1), se observan claramente las diferencias. Frente a un modelo de producción basado en uno o varios productores familiares, que poseían maquinaria, aportaban ellos mismos la mano de obra y la tierra, o bien, se relacionaban con un terrateniente a quién le alquilaban el campo, encontramos hoy una situación distinta. En la mayoría de los casos analizados en la muestra la producción se desarrolla arrendando otros campos a rentistas, trabajando con contratistas una o las dos labores principales y empleando mano de obra asalariada manual y en algunos casos de dirección.

Profundizando los puntos de transformación con el modo de producción "chacarero", cabe destacar la escasa existencia de trabajadores familiares, siendo un porcentaje muy reducido del total de los trabajadores relevados. En todos los casos se trata de formas de trabajo familiar remunerado. Los trabajadores familiares obtienen una remuneración según los parámetros fijados por el mercado. Esto claramente marca la extensión de las relaciones mercantiles en el ámbito de las familias involucradas en la producción. Paralelamente se encuentra la situación de relaciones familiares entre aquellos vinculados a la dirección de las explotaciones en calidad de socios.

Por otro lado, cabe mencionar como desde el punto de vista de los vínculos se puede observar por un lado, la escasa incidencia que tiene el tamaño de las explotaciones para explicar los "tipos" de productores o empresarios, ya que la mayoría de los grupos establecidos tienen diferentes extensiones. Si bien generan diferencias respecto a la impersonalidad, transitoriedad y cantidad de vínculos, desde el punto de vista de la existencia general estas explotaciones diferentes se asemejan. Esto queda aún más claro al incorporar la dimensión de las trayectorias productivas de una misma unidad y las discursividades de los sujetos. En este sentido, por un lado, se pueden observar los cambios en el tipo y forma en que se desarrolla la producción en una explotación a cargo de la misma persona o por sus sucesores. Incluso entre los pequeños y medianos productores (que tienen características similares al modo chacarero o un pasado como tales) cuando se indaga sobre su propia organización o sus perspectivas hacia el futuro, no difieren del paradigma o lógica que rige en aquel tipo de empresas ni apuestan a un modelo distinto. Indudablemente entre este tipo de productores se ha dado una transformación en "los modos de vida", ya sea en su propio pasado o a través de las distintas generaciones, y no han podido recrear una modalidad de producción vinculada con el "mundo chacarero". Por otro lado, se puede observar como existen ciertos aspectos discursivos (que refieren fundamentalmente a cómo pensar el sector, las transformaciones y la relación con el Estado) que son comunes entre sujetos diversos.

Por último, es necesario destacar que la existencia de una multiplicación de los vínculos entre los sujetos que llevan adelante la producción agropecuaria involucra una transformación del posicionamiento de ellos mismos en la esfera productiva. Sin embargo, el hecho de que exista una suerte de expansión de los vínculos y el surgimiento de otros actores, no involucra necesariamente un proceso de mayor inclusión productiva, y para ello resulta de suma importancia reparar en las características de estos vínculos. La existencia de una mayor presencia de la organización en "red" no equivale a una situación de simetría en las posiciones y "armonía" en los vínculos entre los sujetos.

Si bien existen posicionamientos que redefinen las "clásicas" conceptualizaciones, sujetos "híbridos" y nuevas situaciones, se considera que existe una similitud de formas sociales en que se desenvuelve la producción. Si a esto se le agregan elementos relacionados con aspectos ideológicos, posicionamientos políticos y "modos de ser", los productores y empresarios (y en algunos casos trabajadores asalariados) se aproximan cada vez más, sosteniendo en conjunto un mismo modelo social y productivo.

Agradecimientos

Se agradece a Natalia López Castro, Guillermo de Martinelli, Evangelina Máspoli, Guido Prividera, Carolina Sarobe, María Eugenia Comerci y Javier Balsa, por los comentarios y aportes que permitieron mejorar el artículo.

Notas

(1) Fuente Dirección de Estadística de la Provincia de Buenos Aires, 2003.

(2) Los otros partidos que componen la zona son Río Cuarto, Juárez Celman, P. R. S. Peña, L. N. Alem, Gral. Pinto, Gral. Villegas, F. Ameghino, Lincoln, Carlos Tejedor, Rivadavia, Trenque Lauquen, Dairaux, H. Yrigoyen, Pellegrini, Salliqueló, Tres Lomas, Maracó, Quemú Quemú y Gral. Roca.

(3) Asimismo, según datos proporcionados por la SRA de Pehuajó, para el año de la realización del trabajo de campo (2010) se produjo una reducción de un 15 % respecto al año anterior.

(4) Teniendo en cuenta que el partido tiene una superficie de 496.000 ha., una explotación de 46.900 ha. tiene una probabilidad de ingresar en la muestra de 1/10, una explotación de 4.690 ha. tiene una probabilidad de 1/100, una de 469, una probabilidad de 1/1000, una de 46,9 ha. , 1/10.000, y por último una de 4, 69 ha. tienen una probabilidad de 1/100.000.

(5) Cabe mencionar que el concepto de "productor" tiene una fuerte carga ideológica, vinculada a lo que

Bourdieu denomina "halo semántico" que traen las palabras (Bourdieu, 2008 [1975]). En este sentido, apunta a "homogeneizar" las situaciones, y resaltar la presencia en la producción de los sujetos, cuando en muchos casos están completamente desvinculados.

(6) Se trata de aquellos sujetos que por una cuestión de inversión o por herencia poseen una explotación agropecuaria, que trabajan ellos mismos o ceden en alquiler. Sin embargo, su actividad central y principal fuente de ingresos proviene del contratismo.

(7) Se trata de contratistas que han heredado o comprado una explotación y, producto de la propia expansión productiva dentro de esta, están abandonando paulatinamente el trabajo extra-predial. Por ello cada año reducen la cantidad de hectáreas trabajadas fuera de su explotación

(8) Teniendo en cuenta el "halo semántico" en el sentido de Bourdieu (Bourdieu, Passeron y Chamboredon, 2008 [1973]) que trae consigo el término "terrateniente", cabe aclarar que se lo utiliza sólo en el sentido de considerar a aquel sujeto que es dueño del factor tierra.

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Fecha de recibido: 7 de junio de 2011
Fecha de aceptado: 6 de octubre de 2011
Fecha de publicado:2 de noviembre de 2011.

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