SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 número31Expansión hidroeléctrica, Estado y economías campesinas: el caso de la represa del Quimbo, Huila-Colombia índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Mundo agrario

versión On-line ISSN 1515-5994

Mundo agrar. vol.16 no.31 La Plata abr. 2015

 

RESEÑA

Agro y política en Argentina. El modelo agrario en cuestión, 1930-1943.
Javier Balsa y Silvia Lázzaro (coordinadores) Tomo I, Buenos Aires, CICCUS, 2014, 456 pp.

 

Florencia Rodríguez Vázquez

Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Argentina
frodriguezv@mendoza-conicet.gov.ar

La heterogeneidad del agro argentino, las problemáticas inherentes a un modelo que hacia la década de 1920 comenzó a mostrar sus fisuras, y frente a ello, las respuestas del Estado ante las demandas sectoriales han ocupado especial centralidad en la historiografía agraria. Ello da cuenta, así, de la existencia de un corpus de interrogantes y problemáticas que marcan la agenda de investigación en ciencias sociales. El libro ahora reseñado se inscribe en esa línea para intentar dilucidar el rol del Estado –sus agencias, las políticas públicas, los actores- y su relación con los partidos políticos y asociaciones gremiales, cooperativas, entre otras, en un complejo momento histórico de la Argentina, y de la región pampeana en particular.
En el primer capítulo, "Crisis, intervención del Estado, agro e industrialización. Condicionantes internacionales e internos: Argentina, 1930-1943", Silvia Lázzaro aporta una necesaria contextualización del marco económico y político en el que se encontraban los actores clave del período –una oligarquía agraria tradicional pero también nuevos sujetos que cobraron voz pública- y que impulsó las respuestas estatales –intervención, regulación, políticas públicas para el agro, propuestas industrializadoras- que son abordadas a lo largo del libro, como también los límites de tal proyecto.
Seguidamente, en "Formaciones discursivas y disputas por la hegemonía en torno a los modelos de desarrollo agrario", Javier Balsa, a partir de un sólido abordaje conceptual y metodológico, analiza la construcción de un discurso agrarista crítico del latifundio, las interpelaciones –y también matices y significantes opuestos- que encarnaban o emergen de esa discursividad y el consecuente reclamo de cambio. Destaca el autor que "es necesario también poner énfasis en los consensos, en la generación de reglas de decisión, sin soslayar el proceso concreto de las políticas con sus consecuentes juegos de poder". Asimismo, vale remarcar la clave explicativa que aporta Balsa para este período: "(…) es preciso pensar a las políticas públicas como ciclos complejos que reclaman eficiencia tanto en su elaboración técnica como en su legitimación ante los diversos sujetos sociales y aun en su inclusión en los procesos decisorios".
En el trabajo titulado "Las izquierdas ante las crisis del capitalismo agrario. Producción del saber para la acción política", Osvaldo Graciano recupera y estudia los diagnósticos que realizaron los partidos socialista, comunista y anarquista sobre las economías mundial y argentina, y particularmente sobre el agro pampeano en el período. Este corpus de conocimientos –que cristalizó en numerosas publicaciones- sirvió de fundamento para las estrategias y propuestas políticas de esas fuerzas. Graciano analiza en qué medida estas propuestas alcanzaron concreción programática. Asimismo, se detiene en la inserción del Partido Socialista en el gobierno de Justo a través del seguimiento de la gestión de Antonio De Tomaso y Federico Pinedo en áreas clave: el Ministerio de Agricultura y de Hacienda, respectivamente.
A continuación, Silvia Lázzaro se detiene, en "Políticas públicas en torno a la propiedad de la tierra. Procesos de arrendamientos y de colonización", para demostrar que la intervención estatal en materia agraria implicó, a su vez, una decisiva atención a la cuestión social en el ámbito de la sociedad rural, y el rol diferenciado que les cupo a las corporaciones agrarias en cada período. Así, expresa la autora: "Las corporaciones que, en 1930, se habían dirigido al Poder Ejecutivo Nacional solicitando se tomaran medidas cortoplacistas ante el impacto de la crisis (…) lo reiteran durante la década del 40, sobre la base de una crítica y cuestionamiento en torno a la intervención estatal, en el contexto de nuevas estrategias de acumulación" (p. 228) y, que a su vez, se mostraron "intolerantes ante cualquier forma de intervención del Estado en la celebración de contratos libremente convenidos entre propietarios y arrendatarios" (p. 255). El texto da cuenta de una nueva fisonomía estatal, con la sanción de leyes innovadoras sobre la materia que marcan rupturas con sus precedentes, pero que en la práctica no implicaron cambios significativos.
En "Cooperativismo agrario y gremialismo chacarero en tiempos de crisis", Gabriela Olivera analiza la interacción entre el Estado y las organizaciones cooperativas agrarias (demandas, estrategias para el ejercicio de la presión corporativa, proyectos y concreciones) en el marco del gremialismo rural, las cuales eran por demás relevantes en el movimiento cooperativo nacional. Para ello se detiene, en primer lugar, en la defensa de los intereses de los chacareros que asumió el cooperativismo durante el período, y en segundo lugar, la centralidad de las demandas referidas a la comercialización agrícola y el acceso al crédito estatal, como respuesta al contexto crítico. Para finalizar, compara las tres vertientes del cooperativismo agrario, a partir de lo cual detecta un común denominador pero también sus principales diferencias, expresadas en "las representaciones en torno a cómo se articulaban los objetivos gremiales con los cooperativos, los que, a su vez, cobraron expresión en diferentes perfiles institucionales" (p. 308); así como también sólidas alianzas entre los distintos sectores. La investigación, a su vez, demuestra el dinamismo del movimiento cooperativo en el período –"un proceso de crecimiento y construcción institucional" (p. 316) -, no sólo por la visibilidad de sus demandas sino también por el diseño de proyectos para responder a las problemáticas propias, las concreciones alcanzadas y su injerencia o vinculación con distintas estamentos gubernamentales y legislativos
Talía V. Gutiérrez titula su trabajo "Familia o familias rurales en la región pampeana. Representaciones y condiciones de vida" y se ocupa de los pequeños productores, arrendatarios o pequeños propietarios, colonos o chacareros a través de la reconstrucción y estudio de sus condiciones de vida, de la reproducción social, las concepciones sobre la familia y de las representaciones –por ejemplo, "familias dispersas", "la valoración positiva de la vida rural" (p. 331)- que se elaboraron sobre ellos para aportar un balance sobre el tema. El capítulo aporta un diálogo concluyente sobre las representaciones idealizadas de las condiciones de vida en las zonas rurales y el rol de la familia, desde el discurso oficial, los círculos académicos y revistas especializadas y textos de las corporaciones. Como contrapartida a esas representaciones, la autora antepone la problemática realidad que les tocaba atravesar (desalojos, carestía de la vida, condiciones adversas de trabajo, precariedad de la vivienda, insuficiencia de escuelas).
El capítulo de Adrián Ascolani, "Agrarismo plebeyo y sindicalismo rural: acciones gremiales y relaciones con el Estado en el agro pampeano", desentraña la controvertida e inestable relación entre obreros rurales, chacareros y Estado. El estudio apunta al proceso por el cual la cuestión agraria se convirtió en cuestión social y el Estado transformó su política represiva en preventiva, intervencionista y asistencial. Centra su atención en las políticas públicas que implementaron los gobiernos nacionales y provinciales para resolver la conflictividad del período, en la conformación de la Federación Agraria Argentina y en el proceso de sindicalización rural en la región, y detecta el enfrentamiento intrasectorial que diluyó las posibilidades de presión en la búsqueda de soluciones a sus demandas frente al Estado.
En conjunto, estos aportes reconstruyen la dinámica entre los partidos políticos, los intelectuales y técnicos –a través de sus diagnósticos y propuestas que, eventualmente, incidieron en la formulación de normativas y políticas públicas-, el Poder Ejecutivo y las corporaciones rurales de distinto grado, en el proceso de diseño y aplicación de políticas agrarias. Para ello, el análisis de las representaciones discursivas como marco interpretativo ha sido una valiosa herramienta metodológica. La sucesión de figuras clave, de los análisis y propuestas de intelectuales, y de las normativas entre cada uno de los distintos capítulos aporta una interpretación cohesionada e integral del tema del agro pampeano en este período. A su vez, es posible pensar la crisis de 1930 como punto de partida en la búsqueda de soluciones desde los sectores políticos, intelectuales, cooperativos, y cómo incidió en la complejidad del agro pampeano y en el rol que asumió desde entonces el Estado y con sus agencias.
Por fin, es altamente valorable la nutrida y variada documentación que respalda cada uno de los sustanciosos análisis. Parte de esas bases documentales pueden contrastarse en el Anexo digital que acompaña al libro.

Fecha de recibido: 1 de marzo de 2015
Fecha de aceptado: 29 de abril de 2015
Fecha de publicado: 1 de abril de 2015

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons