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Mundo agrario

On-line version ISSN 1515-5994

Mundo agrar. vol.17 no.36 La Plata Dec. 2016

 

ARTÍCULOS

Políticas de desarrollo rural en la provincia de Alicante (España)

Claudinei da Silva Pereira(*); José Daniel Gómez López(**); Antonio Nivaldo Hespanhol(***)

(*) Facultad de Ciencias y Tecnología, Universidad Estadual Paulista, Brasil.
claudinei.kau@gmail.com

(**) Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Alicante, España.
jd.gomez@ua.es

(***) Facultad de Ciencias y Tecnología, Universidad Estadual Paulista, Brasil.
nivaldo@fct.unesp.br


Resumen

El artículo aborda las características de la Política Agrícola Común (PAC) en la Unión Europea y sus consecuencias en la agricultura de la zona mediterránea, principalmente en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana-España) También caracterizamos el Programa Relaciones entre las Actividades de Desarrollo de la Economía Rural (LEADER) en la zona de montaña en la provincia de Alicante, sus especificidades y las posibles mejoras en la diversificación de las actividades económicas en los municipios que fueron beneficiados por la financiación del programa. Y debido a la diversidad de la agricultura, abordamos la actuación de las cooperativas agrícolas por sector de actividad productiva que reflejan las estructuras productivas y la presencia de diferentes tipos de agricultores en la provincia de Alicante. La agricultura mediterránea en función de las características climáticas y de cultivo es fundamental para la economía de los municipios y su inserción en el mercado europeo.

Palabras clave: Alicante; LEADER; PAC; Cooperativismo agrícola; Unión Europea.

Rural development policies in the Province of Alicante (Spain)

Abstract

This article discusses the characteristics of the Common Agricultural Policy (CAP) in the European Union and its consequences for agriculture in the Mediterranean area, mainly in the Province of Alicante (Valencian Community – Spain). We also characterize the Relations Program between the Rural Economy Development Activities (LEADER) in the mountain area in the Province of Alicante, its specificities and possible improvements in the diversification of economic activities in the municipalities that have benefited from the program's funding. In addition, due to the diversity of agriculture, we approached the performance of agricultural cooperatives by sector of production activity, which reflect the production structures and the presence of different kinds of farmers in the Province of Alicante. Mediterranean agriculture, based on the climatic and farming characteristics, is crucial to the economy of the municipalities and their integration into the European market.

Key words: Alicante; LEADER; PAC; Agricultural Cooperatives; European Union.


Introducción

En este artículo pretendemos caracterizar las particularidades geográficas en la provincia de Alicante y abordar de qué manera las políticas públicas en la perspectiva del desarrollo rural han incorporado el enfoque territorial para ejecución de las acciones. Para eso, utilizamos metodología que llevó en consideración aspectos físicos, políticos, demográficos y, además, buscamos evidenciar cuáles especificidades locales fueron consideradas para la ejecución de algunas acciones. Así, el uso de la cartografía temática permitió evidenciar cómo la geografía es fundamental para la comprensión de los fenómenos y su distribución en el territorio. La utilización de datos fue posibilitada por los gestores e investigadores del programa LEADER I, II y Plus, mientras los datos de subsidios a la agricultura fueron cedidos por la PAC y los restringimos a la década de 2000, hasta el año 2012, ya que eran los últimos disponibles durante la realización de la investigación de campo, ejecutada en la segunda mitad de 2014 en la provincia de Alicante, siendo como parte de los estudios comparativos entre los programas de desarrollo rural en España y en el estado de Minas Gerais, Brasil. Todavía no abordaremos el caso brasileño.

Utilizamos a lo largo del texto el concepto de desarrollo rural como un proceso de articulación social y económica en un territorio eminentemente rural, que incorpora la agricultura, el medio ambiente, la calidad de vida, la capacidad de mejorar las infraestructuras y equipamientos de uso colectivo, y que fomenta la diversificación de las fuentes de ingresos. Así, los desequilibrios territoriales dentro de la perspectiva del desarrollo rural deben ser enfrentados a través de políticas públicas y con soluciones impulsadas en el interior de los territorios con participación de los sujetos actuantes (Frades, 2008; González, 2000; Pérez, Noguera y Garrido, 2000; Romero, 2002).

Del mismo modo, el uso del concepto de territorio en el presente trabajo está relacionado con las delimitaciones del espacio geográfico, en el cual agencias de la Unión Europea, del Gobierno Español y de las Comunidades Autónomas definieron limites basados en factores socioeconómicos, densidad demográfica relativamente baja, recursos naturales e históricos que sirvan para implementar las políticas públicas, con objetivo de reducir las desigualdades socioeconómicas en estas áreas con relación a aquellas consideradas dinámicas desde el punto de vista económico y de las infraestructuras existentes. Todavía no dejamos de considerar las relaciones de poder, conflictos e intereses divergentes de las clases sociales – que producen estas contradicciones –, como tampoco las posibilidades de cooperación para la construcción de nuevas opciones de organización social (Abramovay, 2006; Frades, 2008; González, 2000; Pérez, Noguera y Garrido, 2000; Romero, 2002).

Así, para el entendimiento de la perspectiva sobre el desarrollo rural y el enfoque en el territorio como recorte para las políticas públicas, tenemos que comprender los objetivos y la propia evolución de la Política Agrícola Común (PAC) y sus especificidades en la provincia de Alicante. El artículo está dividido en tres tópicos: en el primero abordaremos el surgimiento de la PAC y sus consecuencias para el espacio rural; en el segundo caracterizaremos la provincia de Alicante en sus atributos físicos, demográficos y, por fin, en la tercera parte, analizaremos el espacio rural confrontando las acciones ejecutadas en el ámbito del programa LEADER para el territorio desfavorecido de montaña, y la actuación de las cooperativas agrarias que permiten diferenciar las dinámicas agrícolas en la provincia de Alicante y su participación en el mercado europeo.

1. Origen y Evolución de la Política Agrícola Común (PAC) en la Unión Europea

En 1951 fue fundada la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) por Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Luxemburgo y Alemania Occidental y su objetivo fue eliminar los impuestos sobre productos industriales comercializados entre los países firmantes. Ese acuerdo buscaba asegurar la recuperación de las actividades industriales y garantizar la oferta de productos, que fueron gravemente afectadas durante la Segunda Guerra Mundial.

Según Romero (2002) la idea de constituir este bloque económico en Europa (CECA) estuvo muy vinculada a la búsqueda de condiciones políticas y sociales para reducir el nacionalismo – que fue, en parte, responsable por los conflictos armados – y así convertirse en una estrategia para garantizar la paz. La CECA se constituyó como Unión Aduanera al eliminar los impuestos entre los asociados e imponer tasas y barreras a países terceros. Ese mecanismo tenía como objetivo dar las condiciones necesarias a la expansión de las infraestructuras productivas y reducir la escasez de alimentos que había en estos países. Con el transcurrir de los años, la CECA ganó estabilidad permitiendo a los países fundadores incorporar nuevas perspectivas, lo que desembocó en la fundación del Mercado Común, oficializado en 1958, cuando se firma el Tratado de Roma.

El Tratado de Roma es la base política y jurídica que dio condiciones para la implantación de diferentes políticas económicas, sociales y de infraestructura en los seis países signatarios: Alemania (RFA), Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo. En este tratado, el sector agropecuario aparece como una de las metas constantes. Así, en el artículo 39 se definieron los objetivos que irían a prevalecer en la Política Agrícola Común (PAC). Según Vila y Álvarez (1987) y Romero (2002) la PAC tenía como objetivo:

a) Incrementar la productividad agrícola, fomentando el progreso técnico, asegurando el desarrollo racional de la producción agrícola, así como el empleo eficiente de los factores de producción.

b) Garantizar un nivel de vida equitativo a la población agrícola, en especial, mediante el aumento de la renta individual de los que trabajan en la agricultura.

c) Estabilizar los mercados.

d) Garantizar la seguridad de los abastecimientos.

e) Asegurar al consumidor alimentos a precios razonables.

Estos grandes objetivos de la PAC, sin embargo, sólo fueron aplicados a partir de 1962, cuando fue realizada la Conferencia de Stressa, en la cual se creó el Fondo Europeo de Garantía y Orientación Agrícola (FEOGA), que es el responsable por subsidiar la producción y sustentación de los precios agrícolas de los países miembros. En ese momento surgieron las primeras organizaciones comunes de mercado (OCM), principalmente de cereales, y se definieron los principios de la PAC, que con el tiempo se convertirían en importantes instrumentos de proteccionismo (Romero, 2002). Los principios de la PAC son:

a) Unidad de mercado – Libertad de circulación de los productos agrarios entre los países miembros;

b) Preferencia Comunitaria – Prioridad para los productos de los países miembros y de protección de fronteras con elevadas tasas para países terceros;

c) Solidaridad financiera – Gastos de la PAC por sufragio igual de todos los países, siendo todos los recursos con protección de precios y mercados provenientes del FEOGA;

d) No discriminación en la aplicación de diferentes medidas – Subvenciones y ayudas entre productores o consumidores según las regiones.

Los resultados de la política de proteccionismo y de sostenimiento de precios de la PAC permitieron un aumento extraordinario de la producción, de los niveles de abastecimiento y, en algunos productos, los excedentes estructurales, especialmente de aquellos productos denominados continentales (azúcar, cereales, leche y carne de vacuno). Sin embargo, la PAC fue incapaz de evitar el declive en las áreas rurales, con las cuales sufrieron un paulatino abandono del campo, desequilibrios sociales, y la distribución desigual de las subvenciones, que priorizaba a los grandes terratenientes, lo cual favorecía a los sectores agropecuarios de los países y regiones más desarrolladas, y a las propiedades de mayor dimensión económica y de superficie.

Según Gómez (2004) la PAC, al imponer diversas normas y directrices, tendió a favorecer la consolidación de un modelo agropecuario excluyente en el plan interno, y selectivo en el externo. En la década de 1980, la situación agropecuaria en Europa había cambiado completamente en relación al periodo de creación de la PAC. Por lo tanto, los mecanismos iniciales de estímulo al aumento de la producción e incorporación de las tecnologías modernas llevaron a constantes incrementos de excedentes y a un aumento de los gastos del FEOGA para garantizar la estabilidad de los precios agrícolas en el mercado interno. Así, la PAC – por medio de subsidios a las exportaciones y, por extensión, a los exportadores – logró competir en el mercado internacional con precios por debajo de los costes de producción. De hecho, estos subsidios vienen a compensar la diferencia existente entre los precios de producción internos (más elevados), y los del mercado externo (más bajos). Esta situación (competencia desleal), genera inestabilidad en los mercados internacionales y destrucción de sistemas productivos en diversos países subdesarrollados que no pueden competir con los productos comunitarios europeos subsidiados.

Romero (2002), al analizar los beneficios y consecuencias que la PAC produjo entre las décadas de 1960 a 1980, presenta el cuadro siguiente:

Cuadro 1 – Beneficios y consecuencias de la Política Agrícola Común

Logros de la PAC en el interior de la Unión Europea

En general

- Las diversas políticas nacionales se han fundido en una política común;
- El comercio agrario ha experimentado una expansión notable;
- Se han producido cambios estructurales substantivos (número de agricultores, tamaño de explotaciones, incremento de la producción);
- Modernización e incremento de la productividad;
- Auge del sector de abastecimiento de inputs y de transformación y comercialización de productos;

Estados miembros

- Por ejemplo: Francia, Alemania, con dotaciones de recursos muy dispares, han logrado expandir su producción agrícola;
- Otros países menos dotados se especializaron en ciertas producciones, sean propias, sean importadas y transformadas;
- Las sucesivas ampliaciones de la Comunidad Europea han desafiado y puesto a prueba la solidez del sistema;

Agricultores

-Se ha logrado una cierta equiparación de la renta agrícola con el resto de la economía;
- Se ha erradicado la pobreza rural;

Consumidores

-Se han beneficiado de un abastecimiento alimentario seguro;
-Se ha avanzado, no sin problemas, en materia de protección del consumidor.

Los efectos internos de la PAC

1 - La producción crece más que la demanda;
2 - En consecuencia, se provoca una costosa acumulación de existencias y se tiende a exportar más, lo que provoca tensiones en los mercados mundiales;
3 - Se favorece la intensificación, con la consiguiente degradación del entorno o el abandono de las tierras baldías;
4 - Al garantizarse los precios se concentran las ayudas en las explotaciones más grandes: el 80% de las ayudas se destinaban al 20% de las explotaciones;
5 - El poder adquisitivo de los agricultores ha mejorado muy poco;
6 - El gasto agrario aumenta sin cesar a un ritmo importante;
7 - De hecho, la PAC, en su funcionamiento actual, ya no cumple los objetivos del art. 39 del Tratado de Roma;
8 - Características socioeconómicas poco satisfactorias de la agricultura comunitaria.

Fuente: Adaptado de Romero (2002, p.56).

Estas consecuencias de la PAC llevaron a la Comisión Europea a finales de la década de 1980 a proponer modificaciones en la política agrícola. Así, en 1992, la Comisión inicia una profunda reforma de la PAC con la cual busca reducir los subsidios para la agricultura en un intento por disminuir los excedentes de producción; incorpora el concepto de territorio para ejecución de programas para el desarrollo rural, protección del medio ambiente, buenas prácticas agrícolas y diversificación de las actividades económicas en el campo (Frades, 2008; Masot y Alonso, 2015).

Así, en la década de 1990 se introdujeron en España los primeros programas que llevaron a cabo la perspectiva de desarrollo rural, los cuales no estuvieron vinculados solamente a producción agrícola. En la provincia de Alicante se introdujo el enfoque territorial para las políticas – en el ámbito del LEADER – en los espacios rurales desfavorecidos de la zona de montaña, tratando de corregir sus desequilibrios socioeconómicos, con la participación de organizaciones e instituciones presentes en los territorios y apoyo financiero comunitario. Por otro lado, en las áreas de agricultura intensiva tuvo curso la modernización centrada en la rentabilidad de los cultivos y actuación de las cooperativas agrarias de orientación estrictamente sectorial, relacionada con los mercados internacionales (Gómez, 2004; Martínez y Serrano, 2010).

2. Caracterización de la provincia de Alicante

La provincia de Alicante es una de las tres provincias que componen la Comunidad Valenciana, junto con las provincias de Valencia y Castellón. La provincia de Alicante está en la porción sudeste de España y en el sur de la Comunidad Valenciana, es bañada por el Mar Mediterráneo y está compuesta por 141 municipios, siendo la ciudad de Alicante su capital, y la ciudad de mayor población.

A lo largo de las últimas tres décadas la provincia viene pasando por significativos cambios en el aspecto demográfico. Los factores físicos como el relieve y la zona litoral son elementos fundamentales para la comprensión de la distribución urbana de la población, puesto que están asociados con presencia de actividades industriales, de servicios y de agricultura modernizada y otras actividades tradicionales. Así, las mayores ciudades están próximas a la zona costera – a excepción de aquellas situadas en el pasillo de la comarca del Alto Vinalopó –, mientras que las menores se sitúan principalmente en las áreas de montaña. La progresiva concentración de las actividades económicas en la costa y en algunas ciudades del interior (por ejemplo, Alcoy) generó una demanda de mano de obra, lo que intensificó flujos migratorios y pérdidas demográficas de los municipios de la zona de montaña en beneficio de los municipios costeros. Este proceso migratorio fue producto de la decadencia de la agricultura tradicional, el distanciamiento de los niveles de renta en relación con las áreas urbanas, y además se dirigió hacia las ciudades costeras en expansión (Samper, 2009).

La zona de Montaña está formada por aquellos municipios que están en la parte interior de la provincia donde el relieve ultrapasa, en muchos lugares, la cota de 1.000 metros de altitud. En la figura 1 se indica la distribución de las áreas urbanas y núcleos poblacionales en relación a la topografía y proximidades con el mar Mediterráneo.

Figura 1– Localización de las áreas urbanas y residenciales en relación a la topografía en la provinciade Alicante

Fuente: Elaboración propia.

Según Burriel y Salom (2001), el crecimiento de la población en la provincia se concentra en las áreas costeras y está motivado por factores como: aumento del empleo industrial y comercial, mejores medios de transporte, y áreas planas con una cantidad de agua que permite desarrollar una agricultura muy rentable. Ya en el interior, las condiciones del relieve y las reducidas fuentes de renta fueron elementos que impulsaron la disminución de la población.

Diversos municipios localizados en las áreas de topografía suave y plana vienen aumentando su población. Ello ocurre por la presencia de actividades agrícolas dinámicas y de alta productividad, y se da con mayor intensidad en las áreas con uso de riego por goteo y las cultivadas en invernaderos (estufas). Ésta es la denominada agricultura de jardinería. En términos poblacionales estos municipios son clasificados como intermedios y algunos urbanos, y presentan dinámicas de espacios periurbanos debido a la mejora en las infraestructuras de transporte, comunicación y el menor coste del suelo residencial que impulsó la especulación inmobiliaria con el crecimiento de la segunda residencia para el turismo (Pérez y Nogueira, 2001; Martínez y Serrano, 2010). Destacamos aquellos territorios situados al suroeste de la provincia de Alicante en los que – además de la proximidad con las áreas urbanas – vienen siendo incrustados diversos barrios residenciales en medio a los cultivos agrícolas, lo que genera nuevas disputas por el uso del suelo, principalmente en estas localidades donde la topografía y la presencia de agua transportada a través de canales son favorables para la agricultura intensiva.

Para Pérez y Nogueira (2001), Masot y Alonso (2015) la dificultad para definir y caracterizar conceptualmente lo que se considera rural, así como la estrecha vinculación con las dinámicas de expansión urbana, impone a la delimitación de los espacios rurales cierta complejidad y subjetividad, pues no hace mucho, lo rural era visto como soporte y fuente de recursos físicos y humanos (alimentos y mano de obra), en función de las necesidades del medio urbano.

El Instituto Nacional de Estadística de España (INE), a partir de criterios estadísticos de población y poblamiento, definió tres grupos de municipios:

- Municipios rurales: todos aquellos por debajo de 2.000 habitantes;

- Municipios intermedios: los que sitúan entre 2.000 a 10.000 habitantes;

- Municipios urbanos: los que están por encima de 10.000 residentes;

Los municipios presentan enormes discrepancias en el aspecto poblacional, con predominio de aquellos considerados rurales (con menos de dos mil habitantes) y tan sólo dos por encima de los cien mil habitantes. Cabe destacar que el incremento de la población urbana sufrió un importante impulso a partir del proceso de modernización y aumento de la renta en España, que ocurrió después de su entrada en la Unión Europea. El crecimiento de muchas ciudades pequeñas y la dinamización de las áreas rurales son consecuencia del cambio ocurrido en la mentalidad de la población urbana y de la mejora del nivel de vida. De esta forma:

Sin duda, lo más importante de este proceso de modernización social de cara a los espacios rurales valencianos no se deriva de la propia sociedad rural, sino de las clases medias urbanas. Éstas han sido las que, como consecuencia de la mejora de ingresos y, sobre todo, de los cambios experimentados en las mentalidades, han dado lugar a toda una serie de demandas sobre los espacios rurales. Estas demandas, principalmente del propio espacio rural, pero también de servicios de ocio y esparcimiento, de equipamientos y de infraestructuras, son los que están contribuyendo a las transformaciones territoriales, sociales y de la base económica de muchos espacios rurales, sobre todo periurbanos e intermediarios (Pérez y Nogueira, 2001, p. 348-9).

El análisis temporal entre 1991 y 2011 para la población de la provincia de Alicante evidencia que hay predominio de los municipios rurales, seguidos por los intermedios y urbanos.

Tabla 1 – Distribución de la población según el tipo de municipio en la provincia de Alicante (1991 y 2011)

Tipo de municipio

Grupo de

habitantes

Nº municipios

1991

2011

Rurales

40 - 500

38

32

500 - 1.000

20

18

1.001 - 2.000

22

16

Intermediarios

2.001 - 5.000

11

18

5.001 -10.000

21

20

Urbanos

10.001 - 20.000

13

12

20.001 - 50.000

11

16

50.001 - 100.000

2

6

100.001 a más

2

2

Población total

1.292.563

1.852.166

Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España (INE).

La distribución de los municipios por grupo poblacional nos muestra que aquellos definidos como rurales están, sobre todo, en el área de la montaña de Alicante. Ya los municipios urbanos predominan en la zona costera, dado que en algunos hubo gran crecimiento en este periodo, que fue impulsado por la expansión de residencias para los "turistas de sol y playa", entre los que se destacan Torrevieja y Benidorm. En la figura 2 la distribución de los municipios según los grupos de población.

Figura 2– Distribución de los municipios por grupo de población en la provincia de Alicante (1991 y 2011)

Fuente: Elaboración propia.

Solamente los municipios de Alicante y Elche poseen más de cien mil habitantes y desempeñan importantes funciones en el sector de servicios. En el interior, la ciudad de Alcoy ejerce influencia en los municipios de la zona de montaña en función de su tamaño demográfico (por encima de los 50 mil habitantes) y por su sector comercio y servicios de carácter diversificado (Samper, 2009).

Pérez y Nogueira (2001) consideran territorio rural dinámico aquellos municipios en que el crecimiento de las áreas urbanas se hace junto con las de la agricultura intensiva, no siendo posible distinguir el límite entre las mismas. De hecho, en muchos lugares los cultivos se adentran en las áreas urbanas. De ahí, la importancia y el poder económico generado por la agricultura. Así, afirman que el concepto de continuo rural-urbano es más pertinente, o más específicamente, el de espacios rurales periurbanos en los que los cambios territoriales, económicos y sociales son rápidos e intensos. Estos territorios dinámicos están en las áreas próximas a las zonas costeras que presentan relieve plano y cantidad de agua relativamente suficiente para los cultivos de riego u realizados en invernadero.

En contraposición a las áreas dinámicas de la agricultura, los espacios rurales desfavorecidos situados en la zona de montaña vienen reduciendo la población debido a las dificultades en la estructura socioeconómica – basada en la agricultura tradicional con cultivos de baja rentabilidad y establecimientos rurales muy pequeños –, que inviabilizan la generación de renta suficiente. En razón de la topografía muy accidentada, fueron construidas terrazas para aplanar el relieve y retener mayor cantidad de agua en el suelo. La pérdida demográfica se acentuó a partir de la década de 1960 con el éxodo rural y con la reducción de las tasas de natalidad. En la actualidad, la población anciana predomina en los municipios de la zona de montaña de Alicante.

A partir de las características expuestas, analizaremos los espacios rurales de la provincia de Alicante – poniendo énfasis en aquellos situados en las áreas de montaña y en las áreas de agricultura dinámica –, a través del estudio de la organización productiva y comercial de las cooperativas agrícolas.

3. Perspectivas de las políticas en el desarrollo rural

La Unión Europea a partir de la década de 1990 constituyó un abordaje específico de políticas públicas para las regiones consideradas desfavorecidas y buscó por medio de proyectos innovadores, incentivos financieros y participación de la población e instituciones locales, revertir el cuadro de reducción poblacional y de decadencia de las actividades económicas. Según Pérez y Nogueira (2001, p. 352) en estas áreas

En general lo que ha ocurrido es que muchos de los núcleos rurales han quedado por debajo de lo que es un mínimo de población necesario para mantener una estructura básica de servicios y equipamientos. Y es precisamente la pérdida de estos servicios y equipamientos básicos (comerciales, educativos, sanitarios, e incluso religiosos) la que cierra un ciclo de despoblamiento y desvitalización socioeconómica, con graves consecuencias para la necesaria vertebración territorial y para el desarrollo armónico y sostenible de todo el territorio.

Para estos autores, el enfoque en el sistema territorial comprende las relaciones económicas, sociales y demográficas que afectan a determinado territorio. La comprensión de los procesos es fundamental para la proposición de políticas públicas que tengan como objetivo modificar o minimizar ciertos mecanismos que causan la reducción poblacional. En la figura 3 se ilustran las llaves del sistema territorial.

Figura 3 – Impacto sobre el sistema territorial rural

Fuente: Adaptado de Pérez y Nogueira (2001).

Según Frades (2008) los espacios rurales requieren verdaderas políticas de desarrollo rural – con pertinente proyección para el futuro –, en las cuales deben involucrar medidas de aumento de la competitividad agraria y contenidos territoriales. Asimismo, son necesarias tres líneas para articular territorio y dinámicas socioeconómicas: a) aumentar la competitividad de la agricultura con la mejora de la calidad de los productos; b) conservación de los recursos naturales; y c) fomentar la diversificación productiva por medio de nuevas actividades y mejorar la calidad de vida de la población rural mediante el acceso a equipamientos colectivos y servicios públicos.

Para Pérez (2000) y Durán (2004), el concepto de desarrollo, por su misma naturaleza, admite varias concepciones pues está relacionado con las características regionales de cada época o momento determinado. Gonzáles (2000) afirma que las nuevas concepciones de desarrollo rural buscan diversificar las fuentes de renta de la población, no solamente vinculadas a las actividades agrícolas, pues:

Ahora el desarrollo no pasa por un aumento de la producción agrícola. Al contrario, su objetivo se centra en el estímulo de la diversificación económica del espacio rural, buscando nuevas fuentes de empleo que permitan mantener la población en el territorio, pero fuera de una actividad de producción que cada vez más utiliza menos recursos humanos. (…) Por otra se vuelve necesario mantener un estándar de nivel de vida en los lugares rurales, al que las acciones de desarrollo contribuyen, a fin de evitar la aparición de conflictos sociopolíticos (Gonzáles, 2000, p.59).

Para implementación del enfoque territorial y de la nueva perspectiva de desarrollo rural, se creó el Programa de Iniciativa Comunitaria: Relaciones entre las Actividades de Desarrollo de la Economía Rural (LEADER) que fue propuesto a finales de la década de 1980 para las regiones rurales de la Unión Europea consideradas desfavorecidas. El programa tuvo tres periodos de ejecución: LEADER I (1991 - 1993), LEADER II (1994 – 1999) y LEADER + o Plus (2000 – 2006).

Según Frades (2008), el LEADER es una estrategia de desarrollo rural que intervino en los espacios rurales desfavorecidos y con problemas de desarticulación territorial (regiones de objetivo 1 y 2). Trató de corregir los desequilibrios socioeconómicos y pretendió ser un proceso local, integrado, multisectorial, innovador y participativo. Fue una experiencia que permitió a la Unión Europea buscar soluciones para los problemas específicos de cada territorio.

Para Masot y Alonso (2015), el programa apostó a la diversificación de la economía rural, por medio del apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) para la comercialización de productos agropecuarios, difusión del turismo rural y la recuperación del patrimonio arquitectónico además de la preservación del medio ambiente. La forma de financiación del Programa LEADER fue ejecutada por los diferentes niveles administrativos, siendo que para cada periodo del programa fueron estipuladas dotaciones presupuestarias que los entes administrativos deberían aportar. En España, en razón de la estructura política interna, el programa envuelve cuatro niveles de financiación: Unión Europea, Gobierno Nacional, Comunidades Autónomas y provincias. Además de la financiación pública, el interesado en el proyecto (pequeñas empresas, ayuntamientos, asociaciones, cooperativas y trabajador autónomo) debe aportar parte de los gastos. En relación con el tipo de proyecto, se aporta un porcentaje de la inversión pública, y varía la cantidad aportada por el programa LEADER (Prieto y Garrido, 2004).

Cada Grupo de Acción Local (GAL) define las prioridades a ser ejecutadas en cada período del LEADER. Sin embargo, se utilizó una metodología semejante en los criterios de selección de los proyectos que buscaba compatibilizar las estrategias de desarrollo territorial con aquellas preconizadas en el plan Nacional y en el de la Unión Europea. En la metodología, la puntuación se hace para cada ítem específico en relación con el proyecto financiero, valorando la creación de puestos de trabajo, la gestión realizada por mujeres y la innovación, además se tiene en cuenta la pequeña dimensión poblacional del municipio. Todos ellos son factores positivos en el análisis. Al financiar las microempresas (PYMES), el LEADER entiende que ellas desempeñan un importante papel de generación de empleos y de diversificación de las actividades económicas y sociales en los territorios y, así se convierten en motores del desarrollo socioeconómico.

El LEADER tiene enfoque en el territorio y es financiado por las diversas administraciones, y dada la peculiaridad del Estado español, las transferencias hechas por la Unión Europea y por el Gobierno central de España son divididas entre las Comunidades Autónomas (CA). Sin embargo, no tienen un parámetro específico de distribución de los fondos. Cada CA también debe aportar recursos para el LEADER, juntamente con las provincias en el área de actuación de los respectivos Grupos de Acción Local (GAL). Así, los municipios que componen los GAL están, en su mayoría, situados dentro de cada CA y en las respectivas provincias.

Los Grupos de Acción Local son ocho en la Comunidad Valenciana, divididos entre las provincias en función de las características específicas de cada territorio. Estos GAL están situados en las áreas de montaña, dado que la Ley 25/1982 del Estado Español ya había definido lo que era una Zona de Agricultura de Montaña (ZAM). La ZAM se caracteriza como aquella en que la altitud, las condiciones climáticas y sus vertientes escarpadas condicionan la posibilidad de explotación agrícola y la dificultan. La ZAM de la provincia de Alicante está compuesta por 44 municipios (SAMPER, 2009).

En la figura 4 se indican los Grupos de Acción Local en la Comunidad Valenciana, divididos en las respectivas provincias, además de representar las demás áreas de actuación de los GAL en el territorio español.

Figura 4 - Grupos de Acción Local por provincia en la Comunidad Valenciana (2010)

Fuente: Elaboración propia.

En la provincia de Alicante los municipios situados en el área de montaña se caracterizan como zona de alta ruralidad por presentar baja densidad demográfica, disminución de la población, gran incidencia de población envejecida y alto grado de dependencia de las actividades primarias, en particular de los cultivos de olivo, almendras y uvas. La estructura económica y demográfica presenta un acentuado declive en razón de las dificultades de permanencia de la población joven en la zona.

El LEADER I (1991-1993) fue gestionado por el GAL denominado Centro de Desarrollo Rural Montañas de Alicante (CEDER La Montaña); el LEADER II (1994 - 1999) y el LEADER + (2000 - 2006) fueron coordinados por el Centro de Desarrollo Rural de Aitana (CEDER Aitana).

Según Samper (2009), los constantes cambios entre los CEDER en la actuación del programa están relacionados con el cambio en las direcciones y con las disputas políticas en torno a la gestión de los programas de desarrollo rural en la provincia de Alicante. Para el periodo posterior a 2006, hubo otro cambio del CEDER que transformó el Centro de Desarrollo Rural de Alicante (CEDA Alicante), responsable por la continuidad de las acciones que tiene el enfoque LEADER. En la figura 5 constan los municipios de actuación del CEDER Aitana (LEADER II y LEADER +) y los nuevos municipios agregados a las políticas de desarrollo rural con enfoque LEADER (CEDA Alicante).

Figura 5 - Municipios Integrantes del CEDER AITANA y posteriormente del CEDER ALICANTE en la provincia de Alicante

Fuente: Elaboración propia.

Para cada periodo del programa LEADER perteneciente al CEDER Montañas de Alicante y después al CEDER Aitana, indicamos las medidas que fueron financiadas y su origen en el sector público y privado (Tabla 2).

Desde el LEADER I los montos financieros invertidos por la Unión Europea y por las administraciones nacionales aumentaron. El sector privado también aportó más recursos a pesar de que el número de proyectos se había reducido entre el LEADER II y LEADER +, tal como indica el cuadro 2.

A partir de los proyectos financiados por el LEADER, destacamos tres medidas en el ámbito del turismo rural, que fue el ámbito que obtuvo más inversiones y proyectos aprobados durante la vigencia del programa.

En el ámbito del turismo rural fue creada la Asociación de Alojamientos Rurales de la Montaña de Alicante durante el LEADER II, ya que la mayoría de los socios iniciales constituyeron sus negocios debido a las inversiones del programa y a partir de los cursos de formación ofrecidos para estos nuevos emprendedores del turismo rural (Prieto y Garrido, 2004). El Albergue del Serpis y el recorrido de la ruta ciclística fueron financiados por el LEADER, con el objetivo de incentivar el turismo rural. El emprendimiento integra una red virtual con otros establecimientos turísticos de la región que ofertan paquetes de turismo de aventura hasta actividades recreativas de contacto con la naturaleza.

Tabla 2 - Medidas financiadas por el Programa LEADER I, II y + en la provincia de Alicante

LEADER I

Euros

LEADER II

Euros

LEADER +

Euros

Inversiones públicas

3.410.000

Inversiones públicas

5.045.190

Inversiones públicas

6.690.000

Inversiones privadas

7.430.000

Inversiones privadas

7.854.810

Inversiones privadas

8.500.000

Inversiones por medidas

%

Inversiones por medidas

%

Inversiones por medidas

%

Turismo rural

75,13

Turismo rural

25

Valorización de productos agrarios

31

Apoyo a la realización de proyectos y gastos de estructura técnica

12,69

PYMES, artesanías y servicios

22

Turismo rural

23

Formación e ayudas al empleo

4,4

Valorización y comercialización de la producción agraria

20

Servicios a la población

19

PYMES y artesanía

3,31

Conservación y mejora de medio ambiente y el entorno

18

otros proyectos

27

Valorización y comercialización de productos agrícolas

1,47

otros proyectos

15

 

Otros proyectos

2,99


Fuente: Elaborado a partir de Santo, 2008.

Cuadro 2- Proyectos aprobados por tipo de medidas en el LEADER I, II y +

LEADER I

Nº Proyectos

LEADER II

Nº Proyectos

LEADER +

Nº Proyectos

Inversiones en turismo rural

Inversiones por tipo de medidas

Inversiones por tipo de medidas

Rehabilitación y restaurantes

21

Apoyo técnico

15

Servicios a la población

8

Pensiones y hostales

10

Formación

41

Patrimonio natural

1

Albergues

7

Turismo rural

41

Valorización productos agrarios

16

Acondicionamiento de zonas naturales

8

PYMES

65

PYMES y servicios

2

Rehabilitación patrimonio

3

Valorización agraria

28

Turismo

13

Proyectos culturales

6

Conservación naturaleza y patrimonio

34

Formación, estudios y ocupación

4

Museos

6

Cooperación Transnacional

17

Cooperación interterritorial

1

Rehabilitación casas rurales

2

Total proyectos

241

Total proyectos

45

Promoción turística

6



Señalización senderos

2

Total proyectos

71

Fuente: Elaborado a partir de Samper, 2009.

En Callosa d'en Sarrià el ayuntamiento aprobó a través del LEADER, un proyecto de señalización de senderos para el desarrollo turístico del municipio Fuente del Algar que consiste en diversas infraestructuras para atender a los turistas. Cuenta con áreas de baño y diversos restaurantes. Este atractivo turístico busca atraer turistas internacionales que vienen a la ciudad de Benidorm. Es decir, aprovechar el turismo de "sol y playa", pues debido a que las dos ciudades están próximas (20 km), el ayuntamiento invirtió en la diversificación del turismo rural como medio para dinamizar el sector comercial en este periodo y recoger más recursos para el municipio.

En el municipio de Castell de Guadalest, el turismo rural es impulsado por la existencia de ruinas de un antiguo castillo del siglo XIV y también por el bello paisaje de montañas en los alrededores. Como el municipio es visitado por muchos turistas de la Unión Europea, el LEADER financió emprendimientos particulares (hoteles y tiendas) para atender a este público.

Así, las medidas en el sector de turismo rural están muy restrictas a aquellas localidades que poseen algún atractivo a ofrecer, principalmente relacionado con el turismo histórico y de naturaleza. Las demás acciones propuestas por pequeñas y medianas empresas (PYMES) tienen un alcance restricto en el que concierne la generación de empleos y el alcance efectivo para retener a la población en el área rural. Cuando analizamos los montos financieros aplicado por el LEADER, observamos que es diferente según el municipio, dado que algunos tuvieron sólo uno o dos proyectos financiados a lo largo de la vigencia del programa. Además, el valor es pequeño si se compara con otros programas financiados por los fondos de la Unión Europea.

Cabe destacar que el LEADER es un enfoque de las políticas de recorte territorial que procuraba generar la diversificación de las rentas y fomentar la implantación de infraestructura, que todavía poco se concretó en la provincia de Alicante. Sin embargo, el espacio rural tiene un vínculo fundamental con las actividades agropecuarias, y por esto en seguidamente analizaremos de qué manera la Política Agrícola Común (PAC) actúa en el sector agrícola.

4. Sector agrícola de la provincia de Alicante – Actuación de las Cooperativas Agrícolas

Las primeras cooperativas agrícolas de la provincia de Alicante surgieron al inicio del siglo XX cuando los agricultores se unieron para comprar a precios más bajos aquellos productos necesarios para sus cultivos. Posteriormente, algunas de estas cooperativas pasaron a gestionar la venta de los productos agrícolas, aumentando los ingresos de sus cooperativistas mediante la reducción de los intermediarios, comerciantes e industriales. Cuando eran los agricultores que comercializaban de manera individual su producción, los intermediarios que dominaban el mercado en régimen de oligopolio e imponían el precio a los productores agrícolas. En esta situación empezaron a crearse las primeras cooperativas en la provincia de Alicante que, en términos jurídicos, son empresas dentro de la economía social que constituyen un instrumento idóneo para la permanencia del productor familiar en la agricultura y tienen capacidad de desarrollar las zonas rurales (Gómez, 2004).

Para Durán (2004), debido a sus características, las cooperativas agrarias son protagonistas en los procesos de desarrollo territorial por posibilitar a los socios inversiones en tecnología de producción, organización y conquista de mercados. La evolución social de las cooperativas fue alterada a lo largo del siglo XX por causa de los cambios económicos y políticos que España enfrentó. A partir de 1986, cuando el país entró en la Unión Europea, las exigencias impuestas por el Tratado de Adhesión hicieron que las cooperativas y los agricultores pasaran por trascendentales transformaciones para cumplir con las nuevas exigencias de la PAC.

En el contexto económico, se ha asistido al proceso de concentración de la distribución alimentaria en manos de unas pocas empresas y el aumento de la demanda de productos industrializados, factores que determinan nuevos retos para el sector, junto con una creciente preocupación por la seguridad alimentaria y la adopción de sistemas que certifiquen todo el proceso alimentario de un producto. Para hacer frente a todos estos retos, las cooperativas se planten, por una parte, aumentar el peso en el mercado para mejorar su posición negociadora y, por otro, mejorar sus estructuras productivas y de manipulación (Gómez, 2004, p.12).

Con el aumento de la especialización productiva y de las exigencias de los consumidores por productos de mejor calidad, las cooperativas actúan con la perspectiva de que, además de comercializar los productos, invierten en la asistencia técnica y en la cualificación de los agricultores cooperativistas, introduciendo nuevas variedades de productos y lógicas productivas. En muchos municipios las cooperativas agrarias son las únicas empresas que actúan, con estructuras imprescindibles para el desempeño de las actividades agrícolas y como instrumento de mantenimiento de la población en el área rural.

En términos de estructura y organización, las cooperativas son clasificadas como de primer grado (actuación en ámbito más local), de segundo grado cuando agrupan a las de primer grado y se dedican a la comercialización y/o adquisición de productos, y cooperativas de tercer y ulterior grado cuando son conformadas por varias de segundo o tercer grado y se dedican fundamentalmente a la transformación agroindustrial a gran escala.

La Política Agrícola Común (PAC), hace muy poco, incentivó el aumento de la productividad a través de las ayudas directas al productor, preservación del mercado y sostén de precios en el mercado europeo. Todavía las dotaciones para los diversos productos son diferenciadas, y reflejan tanto las disputas políticas en el interior de la Comisión Europea como las de las respectivas Organizaciones Comunes de Mercado (OCM), en las que, los productos denominados continentales (cereales, lácteos y carne vacuna) son los principales beneficiados, en perjuicio de los productos mediterráneos (frutas, hortalizas y oliva).

Los criterios usados por Bruselas (sede de la Unión Europea) para la distribución de las ayudas (subvenciones), hace muy poco se basaban preferentemente en la superficie de los establecimientos agropecuarios o en la cantidad de producción, de modo que aquellos que más tenían, más recibían (González, 2012). Además de que las subvenciones se otorgan a aquellos con más capacidad productiva, en vez de beneficiar a los pequeños agricultores que tienen mayor dificultad para producir y comercializar sus productos. Con la PAC en vigor hasta su última reforma, cualquier propietario (no es necesario ser agricultor pero sí gestionar un establecimiento) puede tener derecho a las ayudas de la PAC (Gómez, 2004; González, 2012).

Para la provincia de Alicante y la Comunidad Valenciana recopilamos la información sobre las ayudas directas al productor concedidas por la PAC entre 2002 a 2012 para el sector de frutas y hortalizas, y entre 2002 a 2011 para el sector del olivo. En la figura 6 se indica que las subvenciones para el sector hortalizas y frutas presentó una oscilación en relación con el total de beneficiarios y una reducción del total de euros pagados a los productores.

Figura 6– Ayudas de la PAC para el sector de frutas y hortalizas en la provincia de Alicante y en la Comunidad Valenciana (2002 - 2012)

Fuente: FEGA – Fondo Español de Garantía Agraria.

Para el sector del olivo las cuantías pagadas son más bajas en relación con las hortalizas y los frutales, y desde 2006 viene en constante caída el número de beneficiarios y los valores totales pagados para al sector (figura 7).

Figura 7– Ayudas de la PAC para el sector de oliva en la provincia de Alicante y en la Comunidad Valenciana (2002 - 2011)

Fuente: FEGA – Fondo Español de Garantía Agraria.

Además de las subvenciones de la PAC, es importante comprender cómo el sector agrícola en la provincia de Alicante está repartido entre las localidades, pues en función de las características climáticas, del relieve y de las lluvias está el factor de la disponibilidad hídrica que interfiere con los tipos de cultivo practicados en cada área de la provincia (Martínez y Serrano, 2010). Para Mateu (2001), las características del relieve asociado a la circulación de las masas de aire en el continente europeo son responsables por las dinámicas climáticas de la Comunidad Valenciana, lo que produce diversos tipos de climas en áreas muy pequeñas y próximas unas de las otras.

El factor climático asociado con grandes inversiones en la mejora de las técnicas productivas de las plantas y con un mercado europeo asegurado para los productos mediterráneos permitió, entre otros factores, el desarrollo de la agricultura intensiva en la provincia de Alicante.

Según Gil, Cantos y Amorós (2001), el desarrollo del riego intensivo en la Comunidad Valenciana se hace debido a las condiciones climáticas óptimas y al número elevado de horas de sol durante el año, así como a la inexistencia de heladas en el invierno. Eso permite a la Comunidad Valenciana ser competitiva en la producción de hortalizas y frutas dado que produce fuera de la estación europea, es decir, que sus productos llegan al mercado consumidor muy temprano, lo que potencia la producción y conquista de nuevos mercados. Los cultivos agrícolas de regadíos y aquellos de invernaderos han propiciado cambios significativos en el área costera de la provincia, con profundas transformaciones en las técnicas de producción que van materializándose en los paisajes rurales y en las estructuras socioeconómicas a partir de la generación de empleos.

De esta forma, la presencia de condiciones físicas diferenciales y la participación de las cooperativas agrícolas forman la unión entre el agricultor y los mercados consumidores, pues a través de ellas hay incorporación de innovaciones tecnológicas y se construyen las estructuras necesarias para el perfeccionamiento de cultivos y adaptaciones climáticas de las plantas para ser rentables en la región del Mediterráneo. Así, el territorio provincial está en parte dividido por cultivos agrícolas en razón de las características climáticas, de la topografía y de la adaptación de las técnicas de cultivo por parte de los agricultores cooperativistas.

Gómez (2004) al investigar sobre las cooperativas agrícolas de la provincia de Alicante, las dividió en tres grupos en función de su actividad principal y la localización de su sede. A partir de estas informaciones, elaboramos la figura 8 que indica dónde están las sedes de las cooperativas por los respectivos sectores principales de comercialización que realizan. Las localizaciones están vinculadas al tipo de cultivos realizados por los agricultores y las especificidades climáticas presentes en la provincia a lo largo del año.

Las cooperativas oleaginosas componen el ramo del olivo en el cual hay una agrupación de agricultores para la comercialización y otras para procesamiento y producción del aceite. Estas cooperativas son de diverso tamaño y acción, algunas de actuación restricta al municipio de origen, mientras otras engloban varios municipios y a aquellas cooperativas de segundo grado. En términos de provincia son cooperativas que se localizan predominantemente en los municipios del área de montaña, donde la calidad del suelo es de baja fertilidad y elevado declive.

Las cooperativas de frutos secos (almendras) y de vino predominan en los municipios de topografía plana, principalmente en el Bajo Vinalopó y Bajo Segura. En las pequeñas explotaciones se practica la agricultura a tiempo parcial, pues demanda poca mano de obra a lo largo del año, excepto en los periodos de cosecha, eso obliga a los agricultores a buscar otras actividades laborales fuera de la agricultura, para complemento de la renta familiar.

Figura 8– Localización de las cooperativas agrícolas en la provincia de Alicante por sector agrícola (2004)

Fuente: Elaboración propia.

Los cultivos de frutas y olivo requieren poca dedicación. Para los cultivos de hortalizas se exige mano de obra abundante. En el caso de aquellos practicados en invernaderos, la necesidad de trabajadores es elevada por hectárea cultivada, pues las labores de manejo son todas realizadas manualmente. Si se trata de los demás cultivos de riego o de recolección, se usan maquinarias en las diversas etapas del proceso productivo.

Según Espín (2009), Martínez y Serrano (2010) en la provincia de Alicante debido al clima semiárido en la mayor porción del territorio, se crearon diversos sistemas de transporte de agua entre cuencas hidrográficas para utilizarlas en los cultivos de regadíos y generar mayor productividad.

Los cultivos de cereza y níspero – con amplia demanda externa – están restrictos a las localidades que tienen condiciones microclimáticas específicas para el desarrollo de la planta. De esa forma, los municipios de Planes de la Baronía, Vall de Gallinera y Vall d'Alcalá son especializados en la producción de cerezas, los municipios de Callosa d'en Sarrià, Polop y Villajoyosa, entre otros, lo son en el cultivo de níspero. Además de las especificidades climáticas locales para el cultivo de níspero, los productores utilizan sistemas de riego en sus explotaciones agrícolas, para lo cual constituyeron la comunidad de regantes "Font mayor Sacos". Según Gómez (2004), la producción de nísperos es muy rentable y en ello tiene un especial protagonismo el sistema cooperativo. Gracias a la Cooperativa Callosa d`en Sarrià, los productores han logrado diversificar sus fuentes de renta, invirtiendo – por ejemplo – sus excedentes en establecimientos comerciales (restaurantes) localizados en la ciudad de Benidorm, que es la principal urbe del arco mediterráneo y de la Unión Europea, en términos de capacidad hotelera y atracción de turistas comunitarios europeos de la Comunidad Valenciana. Para comercializar los nísperos transformados, la Cooperativa de Callosa d`en Sarrià creó la marca Ruchey que los distingue en el mercado internacional. Además de este producto, la cooperativa también se dedica a la producción de cítricos (naranja y limón) y la mayor parte de la producción se dirige a los países de la Unión Europea, principalmente al Reino Unido, Italia y Francia.

Las cooperativas hortofrutícolas en la provincia de Alicante predominan en el área de topografía plana y con oferta de agua, la que a partir de un sistema de canales y ductos se pone a disposición de las comunidades de riego. Debido a la gran cantidad de agua consumida por estas variedades agrícolas, España invirtió en la innovación y desarrollo de sistemas de riego por goteo, que además de economizar agua tienen una mayor eficiencia, pues humedecen sólo la base del árbol de la planta.

Las aguas del canal del Bajo Segura que atiende la demanda de las comunidades de regadíos localizadas en el área proceden del trasvase Tajo-Segura, dado que el río Segura es intermitente al atravesar áreas de baja pluviosidad en la zona del Mediterráneo. Se utilizan sistemas informatizados para supervisar y facturar la respectiva cantidad de agua usada por cada productor a la vez que se controla la retirada de agua del canal.

Además de los cultivos de hortalizas y cítricos en regadío, en la misma zona existe la mayor concentración de invernaderos de la provincia de Alicante dedicados a la producción de hortalizas y algunos para al cultivo de flores. La producción en invernaderos – denominada de agricultura de jardinería – genera el doble de la rentabilidad que los cultivos convencionales en regadío. Además, se demanda elevada mano de obra para atender las necesidades de cultivo y cosecha. En este sentido, en un invernadero es posible realizar hasta tres cosechas al año.

Las diferentes reformas que la PAC ha sufrido desde 1992 apuntan preferiblemente a invertir en una agricultura de alta productividad y a valorar los productos con mejor calidad. Para eso creó, en el ámbito del sector agropecuario, sellos de calidad que certifican las especificidades de la producción de ciertas localidades, lo que garantiza al consumidor de la Unión Europea la procedencia del producto, y genera mayor valor añadido para el productor. En la provincia de Alicante, en razón de sus condiciones climáticas específicas, hay diversos productos con Denominación de Origen y otros con Indicación Geográfica Protegida (figura 9) que refuerzan la importancia de los atributos físicos e históricos en la agricultura como un atributo diferencial de la zona mediterránea Valenciana.

Figura 9– Productos de Denominación de Origen en la provincia de Alicante y en la Comunidad Valenciana

Fuente: Elaboración propia.

Para la provincia de Alicante los productos frutícolas con Denominación de Origen (níspero), asociados a otros con Indicación Geográfica Protegida (aceites, cerezas, naranjas y vino) han impulsado una mejora tanto en los productos como en las nuevas estrategias comerciales. Todo ello contando con el soporte de las cooperativas agrícolas. La facilidad logística (transportes) permite que estos productos lleguen a los principales mercados consumidores (Alemania, Francia y otros países de Europa) y den un alto margen de logros para los productores en función de la adición de valor vinculado a los sellos de calidad y procedencia. Por lo tanto, las áreas con agricultura dinámica y de alta rentabilidad son medios de suma importancia para el mantenimiento de la población en estos municipios, generan empleos y se configuran como un instrumento que propicia el desarrollo rural de la provincia de Alicante.

Consideraciones finales

Las políticas públicas en España y, sobre todo, en la provincia de Alicante están vinculadas al desarrollo rural y tienen un enfoque sobre el territorio que, por la bibliografía consultada, se relaciona con la idea de innovación, incorporación de nuevas tecnologías, de inversión en estructuras modernas y articulación entre economía, medio ambiente y calidad de vida.

Los dos abordajes sobre desarrollo rural que referimos en este trabajo fueron, uno enfocado en el establecimiento de políticas públicas para fomentar la producción y diversificación económica – especialmente a través de los proyectos financiados por el LEADER (segmento mayoritario fue el turismo) para atraer inversiones de capital y público consumidor a los espacios naturales e históricos – en las áreas de montaña con rápida disminución de la población; otro enfocado en el desarrollo entendido a partir de la expansión de la producción agrícola con la modernización de la tecnología – especialmente en los cultivos de hortalizas y frutales – y de los sistemas de transporte de la producción – principalmente hacia los mercados en la Unión Europea – en las áreas con condiciones naturales favorables (clima, suelo, agua, topografía). Estas dos formas de actuación de las políticas públicas, en cierto modo, acentúan las diferencias entre los espacios desfavorecidos y los espacios dinámicos, porque las inversiones del programa LEADER no fueron suficientes para superar las formas precarias de producción de las zonas desfavorecidas, donde continua la migración hacia las ciudades costeras. Por lo tanto, entendemos que hay dos perspectivas para comprender el espacio rural a partir de la adopción e implementación de políticas públicas, específicamente en la provincia de Alicante.

Así, cuando analizamos la propuesta del programa LEADER que tenía el objetivo mantener la población en el área rural y diversificar las fuentes de renta (aquellas que no estuvieran estrictamente relacionadas a agricultura), pudimos observar que eso reflejaba un modelo de sociedad rural que tenía como base a aquella existente en países como Francia y Alemania, que están en un nivel superior de producción de riquezas, distribución de renta y existencia de infraestructuras que el existente en España, y muy superior al encontrado en la zona de montaña de la provincia de Alicante. Con eso, entendemos que el LEADER trajo poco cambio en la estructura social y productiva de los municipios en su área de actuación. Esto se debe en mayor medida a que los individuos no se beneficiaron de los recursos y aun en el caso de aquellos que invirtieron, sus emprendimientos son de tamaño y alcance reducido para generar modificaciones en las localidades que viven de la agricultura a tiempo parcial (además de la baja dinámica económica de estos municipios). De algún modo son excepción aquellos municipios que poseen algún atractivo turístico significativo y que están próximos a las principales ciudades, lo cual pueden aprovechar para impulsar el turismo de temporada, principalmente en el verano, que es cuando la zona costera de Alicante recibe millones de turistas extranjeros.

En lo que concierne a las áreas de agricultura dinámica (regadío e invernadero) tienen fundamental importancia las cooperativas agrícolas, pues ellas son las estructuras base para la organización de los agricultores y constituyen un medio idóneo de acceso al competitivo mercado europeo. También es relevante para las mismas, la prestación de asistencia técnica, innovación, capacitación y formación de los agricultores. La distribución de las cooperativas en la provincia de Alicante refleja la importancia que tienen en la organización social de muchos municipios, al mismo tiempo que se constituyen en un instrumento que garantiza la renta y el mantenimiento de la población en estas localidades. Esto implica un modelo de organización social y productivo que, de cierta manera, es uno de los instrumentos del desarrollo rural.

Por consiguiente, con la crisis económica que España viene enfrentando desde 2008 – y que ha provocado una sustancial elevación de los niveles de desempleo con la consecuente existencia de personas que pasaron a vivir en condiciones precarias, expulsadas de sus viviendas por carecer de medios financieros para hacer frente al pago de los alquileres –, se observan en la actualidad, nuevas interpretaciones en relación a lo que se considera como desarrollo. En este sentido, la interpretación del desarrollo pasa consecuentemente por su caracterización como medio de propiciar a los individuos mínimas condiciones de vida digna (acceso al empleo, a la vivienda, a la alimentación y a la salud) y no estaría, por lo tanto, tan vinculada a noción de modernización tecnológica que estuvo presente en muchos estudios en décadas anteriores.

Agradecimientos

La Fundación de Amparo la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) por el apoyo financiero, proceso 2014/16122-0.

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Fecha de recibido: 18 de mayo de 2015
Fecha de publicado:
10 de mayo de 2016
Fecha de aceptado:
15 de diciembre de 2016

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