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Espacios en blanco. Serie indagaciones

Print version ISSN 1515-9485

Espac. blanco, Ser. indagaciones vol.23 no.1 Tandil June 2013

 

DOSSIER N° 23

El trabajo en la Universidad
Pequeña introducción a un texto para dar batalla...

Work at the University. A brief introduction to a text for a fighting chance

 

Deolidia Martinez Funes*

* Psicóloga del Trabajo. Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba. Secretaría de Trabajo. Asesora. E-mail: deolidia@gmail.com

 


Resumen

De lo no-pensado a lo no-dicho al término de la era del salario y la previsibilidad, acercamos un pensamiento sin pesimismos filosóficos, en una búsqueda de nuevos sentidos al mundo del trabajo universitario, en el que nos incluimos, no hablamos desde fuera del sujeto que constituimos, abrimos debate, vamos a dar batalla... Sobrevivientes del fin de siglo XX y de la caída civilizatoria del capital, dentro del monstruo del capitalismo tardío. Construimos una pequeña historia de 40 años de estudios sobre el trabajo docente en educación básica y ahora nos animamos a seguir la brecha con el trabajo en las universidades, del docente y del otro... llamado de muchas formas: de los funcionarios, de los técnicos, de los administrativos o de los "no-docentes' como se ha impuesto en Argentina (sin interpretar la negación). En un paralelo cada vez más visible, la misma hipótesis que sostenemos en estudios del trabajo docente (desde mitad del siglo XX), la puerta de entrada a visibilizarlo es un estallido de sufrimiento, la salud laboral da cuenta de ello. Hoy algunos registros estadísticos nos revelan enfermedades cardiológicas y vasculares (acv) en docentes jóvenes de universidades de nuestro continente. Son cuadros clínicos silenciosos que estallan sin aviso y clausuran al sujeto en sus tiempos y movimientos. Más de 20 años hace que describimos el "malestar docente", una forma de expresar desamparo en el sistema educativo. hoy el tema tiene una forma más grave y como siempre... el cuerpo habla.... hay que saber escucharlo.

Palabras clave: Universidad; Trabajo precario invisible; Inmaterial-afectivo; Procesos de trabajo; Trabajador colectivo.

Abstract

From the un-thought to the un-said at the end of the salary and foreseeability era, we pose a non-pessimistic philosophical thinking, in a search of new senses for the world of university's work. It includes ourselves, speaking from within the subject that we are constituting, opening a debate, willing to fight. As survivors of the end of the Twentieth Century and the fall of the Capital civilization purposes, from within the monster of the delayed Capitalism. We constructed a 40-year brief history of studies on teacher's work at primary schools. Now we dare to follow this breach researching about the work of professors at the universities, and also that of the "othier"who is named in many ways: the public clerk, the technicians, the administrative workers, or just the "non-teachers" (no-docentes) as the term that has prevailed in Argentina -without interpreting of the negative prefix. In a more and more visible parallel, the hypothesis sustained for those studies on teacher's work (since the second half of 20th century) is kept, that is, the access is the suffering outbreak, for labor health accounts for it. At present, some statistics reveal cardiological and vascular (CVA) diseases in young professors at the universities of our continent. They are silent clinical pictures that blow up without warning and finish with the time and the movements of the subject. For more than 20 years we have described the "teacher's malaise" (malestar docente) as a form to express neglect in the educative system; today the issue presents a more serious form and, as always, the body speaks... It is necessary to get it listened to.

Key words: University; Precarious, Invisible, Immaterial-affective work; Work processes; Collective worker.


 

 

Pequeña introducción a un texto para dar batalla...

"La discrepancia entre /as izquierdas europeas y ias izquierdas latinoamericanas reside en el hecho de que sólo las primeras suscribieron incondicionaimente el 'pacto colonial' según el cual los avances del capitalismo valen por sí mismos, aunque hayan sido (y continúen siendo) obtenidos a costa de aa opresión cooonial de los pueblos extra europeos. Así, nada nuevo se presenta en el frente occidental en tanto sea posible externaiizar la miseria humana y aa destrucción de aa naturaleza."

Boaventura de Souza Santos, 2011

"Lo que no pudo ser procesado psíquicamente en una generación se transmite en cualidad de vacío a la siguiente." Gomel, 2009

De lo no-pensado a lo no-dicho al término de la era del salario y la pre-visibilidad. Acercamos un pensamiento sin pesimismos filosóficos, en una búsqueda de nuevos sentidos al mundo del trabajo universitario, en el que nos incluimos, no hablamos desde fuera del sujeto que constituimos, abrimos debate, vamos a dar batalla...

Sobrevivientes del fin de siglo XX y de la cadda dvilizatoria del capital, dentro del monstruo del capitalismo tardío (Frigotto, 1999). Construimos una pequeña historia de 40 años de estudios sobre el trabajo docente en educación básica y ahora nos animamos a seguir la brecha con el trabajo en las universidades, del docente y del otro., llamado de muchas formas: de los funcionarios, de los técnicos, de los administrativos o de los "no-docentes' como se ha impuesto en Argentina (sin interpretar la negación).

En un paralelo cada vez más visible, la misma hipótesis que sostenemos en estudios del trabajo docente (desde mitad del siglo XX), la puerta de entrada a visibilizarlo es un estallido de sufrimiento, la salud laboral da cuenta de ello. Hoy algunos registros estadísticos nos revelan enfermedades cardiológicas y vasculares (ACV) en docentes jóvenes1 de universidades de nuestro continente. Son cuadros clínicos silenciosos que estallan sin aviso y clausuran al sujeto en sus tiempos y movimientos. Más de 20 años hace que describimos el "malestar docente", una forma de expresar desamparo en el sistema educativo... hoy el tema tiene una forma más grave y como siempre... el cuerpo habla... hay que saber escucharlo.

Caminando la universidad

Una observación introductoria, respecto del estilo del texto. He optado por el ensayo como forma. Es un compromiso con lo fragmentario, tal vez ocasional o para el caso... evito obras terminadas. Tampoco es un proyecto de investigación, aunque tenga problemas, interrogantes e hipótesis.

Es una memoria del sentir y del pensar personal, singular y colectivo, luego de más de una década de transitar con el tema, en el intercambio y difusión de tareas y resultados de investigaciones del trabajo docente en la Red ESTRADO de Estudios del Trabajo Docente, que agrupa investigadores del tema en Latinoamérica y por cursos de capacitación y postgrados organizados por sindicatos universitarios argentinos. En los últimos años (2011-2013) colaborando en el proyecto de la Corriente "Por una nueva universidad" y Colectivo de Conducción de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (Córdoba, Argentina).

En el texto circularán voces diversas, algunos relatos colectivos inéditos. inventándonos desde adentro de cada uno y con todos adentro. Una construcción vivencial y conceptual del trabajador colectivo que entre todos componemos/con -formamos.

Tomo un comentario de un profesor interino:

"...entramar ideas, estrategias pensando en políticas, proyectos que posibiliten cambiar las condiciones de malestar, de precarización, de vulnerabilidad del trabajo docente en la Universidad [...] la carrera docente, aunque la nuestra sea unas de las pocas experiencias que existe en las universidades nacionales, lo cierto que dista mucho de lo que uno pretende que sea: problemáticas en el ingreso, meritocracia por delante, clientelismo académico, mano de obra barata, o gratis, caminos que se constituyen en parte obligatoria de la trayectoria a seguir para ser parte del cuerpo docente universitario. También las problemáticas en la promoción, años con el mismo cargo sin posibilidad de promocionar a otros superiores, por relaciones y posicio-namientos políticos, por des-financiamiento, por clientelismo académico, que termina disciplinando a un sujeto, despolitizado y con miedo silencioso que espera en el letargo un tiempo de promoción" (profesor interino contratado de UNRC).

El trabajo, trabajar en la universidad, pensarnos como trabajadores... se constituye en un difícil acceso al tema y a la reflexión singular y grupal. Las relaciones intra o inter-grupos fueron y son objeto de análisis en contextos docente-estudiantes y docente-docentes. En ocasiones, docentes-administración y/o autoridades: Rectorado o Consejos. En forma directa con sindicatos en las asambleas y las agendas de propuestas paritarias... El trabajo como tal ha sido y aún es, escaso tema de análisis y reflexión en la vida universitaria.

Una práctica muy interesante que abrió problemas y debates fueron los seminarios - postgrados gratuitos de CONADU. Acerco de este seminario construido y realizado al interior del sindicalismo universitario, textos con los que tratamos de abrir el conocimiento del tema (Martínez, 2008: 10).

"Momento político propicio para abrir este debate ya que nuevas regulaciones están en un horizonte próximo (Ley de Educación Superior-Convenio Colectivo Universitario). La urgencia del tiempo histórico nos estimula en el compromiso de constituir un nuevo sujeto y buscar formas que "desde adentro" y a contracorriente, nos afirme en una tarea diferente de la que ha tomado a la Universidad como "objeto de estudio". El trabajo docente es desconocido en la Universidad. Como desconoce un Juez una causa o un tema que no es de su fuero. No le pertenece, es de otro lugar, otra responsabilidad, otras definiciones..."

"Acceder a ese núcleo temático fue difícil y la decisión de hacerlo desde la subjetividad, abrió un campo de conocimiento ya transitado con otros grupos de docentes del sistema educativo en educación básica. Personalmente me llevó a un tema conocido, que no imaginaba tenía tantos puntos en común con los desarrollos del trabajo docente en los niveles primarios y secundarios. Pude re-visitar un texto escrito para esa línea de reflexión y estudio. Pensarlo para y con ustedes, ya que es pertinente y los accesos -nudos problemáticos- similares"

A partir de la lectura de Sobre el estilo tardío de Edward W. Said (2009) he pensado que los estudios sobre el trabajo docente son de estilo tardío, en particular los que son a contracorriente, como los define Said. Llegamos cuando ya todo está casi hecho y el problema principal es deshacerlo y pensar de nuevo. El análisis tardío de la actividad docente como trabajo asalariado, uno más en el mundo del trabajo, revela una realidad oculta. Regulaciones y definiciones laborales sancionadas fuera del proceso real, persisten en un tiempo a-histórico. Desocultar el trabajo real, como dice Dejours (1998) es una tarea difícil, llena de obstáculos. Hay razones históricas que encubren construcciones sociales de diverso orden y lógicas distintas: la relación entre lo público, la escuela (o la Universidad) y el trabajo es compleja y se resiste a los análisis ligeros y simples. Cada palabra-concepto expresa una forma de lo moderno (o de la modernidad) en tránsito hacia nuevas definiciones que aún no tienen nombre (post-moderno es transitorio).

El estilo tardío de su estudio debe superar obstáculos epistemológicos para acceder a un conocimiento obturado por anacronismos y linealidades que dificultan un análisis dialéctico. El investigador de estilo tardío actúa con una serenidad que ha zanjado toda disputa con el tiempo, actúa fuera del tiempo, a veces es inexpresable, incomunicable casi inimputable... nada lo apura.

Es interesante retomar el concepto que Adorno señala en el estilo tardío, citado por Said sobre el modo refractado.

Refracción: un haz de luz que se propaga en un medio e ingresa a otro distinto, una parte se refleja y la otra sufre una refracción. Variación de dirección al pasar de un medio a otro.

Un paisaje fracturado como objeto de estilo sería, siguiendo a Adorno en el comentario de Saíd, el paso del análisis tardío del trabajo docente en general al universitario. Expresión -muy ajustada como es el estilo de Adorno- que va más allá de las palabras y de la situación. Ausente de presiones y preocupaciones diarias. No requiere una conciliación con el statu-quo o el régimen dominante.

El tono es i-rreconciliado por encima de todo. Es una aproximación a una deconstrucción del yo del autor de estilo tardío. Accede a temas y situaciones sobre las que en su contexto, hay imposibilidad de pensar sobre la dificultad y la diferencia (por ejemplo Oriente próximo, Israel-Palestina, para Said... para nosotros la docencia y la administración en la Universidad... dos mundos, intereses y rutinas i-irreconciliables). En este sentido nos aventuramos a sostener que el trabajo docente, dentro del mundo del trabajo, está fracturado como paisaje refractado. Hay que hacer un esfuerzo o forzar los instrumentos de análisis disponibles para describirlo como trabajo (hay investigadores que descartan ese modo). Es una dificultad encontrar las diferencias del trabajo docente con otros trabajos, tanto del sector servicios como del área industrial. La variación de dirección al pasar de un medio a otro es difícil de observar. La diferencia del medio es determinante para describir proceso y asignar valor. Los sujetos ofrecen resistencia: "Elhaz de luz se opaca al tomar otra dirección'.

Hasta aquí siento que debo anticipar que estoy hablando del acceso al tema con un estilo tardío, de autores jóvenes y maduros, sin que estén al final de sus vidas (como Said) ni que sean obras póstumas como Beethoven ya sordo con la novena sinfonía...

Eisenman arquitecto al que identifico de estilo tardío, dice que no tiene ideas nuevas cada día: "repetimos algo que ya hayamos hecho antes. Mi proceso de trabajo actual consiste en revisar ideas antiguas y re-visitarlas. Yo soy contrario a la idea de lo nuevo. No considero por eso a La Ciudad de la Cultura (en Santiago de Compostela) un nuevo proyecto, ya que para cuando esté construido (2010), representará una idea antigua, pero no será viejo, sino que mantendrá una cierta cualidad más allá del tiempo" (Eisenman, 2010).

La conversión del tiempo en espacio, es una cuestión de estilo para Saíd. Es la capacidad del autor de hacer visible lo invisible-ocultado. Algunas/os investigadores/as de diferentes edades, que conozco en estos 40 años dedicados al tema, desarrollan estas capacidades -aún sin saberlo- y luchan con los mismos obstáculos epistémicos para re-visitar el trabajo docente desde un ángulo de mira, que apunta con una dirección diferente un espacio concreto.

Trabajos y convivencia

Las rutinas y regularidades en el trabajo en la universidad tienen ritmos desiguales, fracturas y escisiones. Observaciones y prácticas por horas del día y de la tarde o noche, en el campus, jardines, patios, edificios de aulas, gimnasios, instalaciones de cocinas y comedores, talleres de mantenimiento y automotores, tienen un particular modo de vida interna que caracteriza su estar: ruidos, olores, personas, instrumentos y una forma de mirar y recibir o no-ver al observador o visitante externo que se acerca (hay recurrencias en diferentes sedes que he recorrido, con más frecuencia en provincias).

La escisión más visible es la de docentes y "no-docentes' forma coloquial que ha tomado en Argentina la auto-denominación de los trabajadores de la administración central, de las tareas de comunicación, técnicas y profesionales, mantenimiento, transporte, etc. Una forma irónica de revelar esta situación es decir: "en la universidad los que trabajan son los no-docentes."

Fluir con/en este pensamiento de hacer visible el trabajo que en forma colectiva -aunque parezca y se estimule lo individual- realizamos cotidianamente, nos lleva a la ruptura de viejos equilibrios, a representaciones internas e imágenes des-estabilizadoras, a tropezar con alternativas a una lograda estabilidad, cómoda e inalienable. El diálogo inter-claustros es/será una nueva arquitectura de saberes. Abrir los procesos de trabajo colectivos (desconocidos pero reales) al interior de la estructura de los departamentos, cátedras, laboratorios, administración, etc. revelará un mundo de intercambios, algunos visibles y otros totalmente ocultados/as por sus protagonistas.

En este plano, la participación estudiantil es clara y explícita. Su organización y representación interna e institucional ha legitimado su opinión y sus propuestas son parte integrante de las decisiones de gobierno de la Universidad, esta situación tiene historia y es objeto de análisis desde un lugar por el que -por ahora- no transitaremos.

Conocimiento crítico

El obstáculo epistemológico pasa por la relación laboral constitutiva de la identidad como trabajador en la Universidad y por acceder a la escisión o punto ciego del carácter colectivo de los procesos de trabajo, en especial la relación de colaboración -visible o in-visible- entre docentes y "no-docentes". La clara participación de los estudiantes en la producción de conocimientos en las cátedras y laboratorios (u otras formas de organización del trabajo académico), no está totalmente legitimada por el conjunto de la docencia universitaria, pero no se discute (aunque es soslayada con frecuencia). El acceso al conocimiento del trabajo y a la producción de conocimientos en la universidad plantea problemas epistemológicos. Abordarlos es una tarea compleja, tanto por sus protagonistas necesarios como por la índole del campo y sus especificidades técnicas y metodológicas.

La etapa histórica que transitamos lleva en su mochila tanto el mayo francés, como la Reforma Universitaria de Córdoba. En ambas, no es el trabajo y sus condiciones de realización lo central, sino la legitimidad y pertinencia del estudiante en las decisiones, como sujeto de derecho. La universidad es cuestionada e interpelada en lo específico docente, en su carácter autoritario de ejercicio del poder en la "cátedra" y de ahí en toda la institución.

Pensemos en "Homo Academicus" de Bourdieu (2009) lo considero uno de los textos centrales para el tema. Luego de escribirlo en pleno "mayo del 68" tardó muchos años en publicarlo.... tal vez temía el enojo de sus colegas...

Bourdieu relaciona los acontecimientos que conmocionaron París en aquellas semanas, con las condiciones estructurales del mundo académico: crecimiento acelerado de la población estudiantil, devaluación correlativa de la enseñanza y de los diplomas, cambios morfológicos y sociales del público escolar. La crisis explica, tuvo su intensidad mayor en los lugares y categorías sociales donde se agudizaba el desajuste entre las aspiraciones y las oportunidades. Al correlacionar la extracción social de los movimientos estudiantiles y los líderes con las facultades y disciplinas, encuentra que una de las bases de esos movimientos fue "la afinidad estructural entre los estudiantes y los docentes subalternos de las disciplinas nuevas". Pero, además encuentra que la crisis tuvo la amplitud conocida porque no fue sólo una crisis del campo universitario, sino "sincronizada" con las de otros campos sociales. Esta convergencia y su aceleración recíproca es lo que generó un acontecimiento histórico (Bourdieu, 1984).

La lectura de múltiples textos sobre "la universidad como objeto de estudio" nos muestra una epistemología muchas veces trabada, que paraliza otros análisis al interior de lo que se reaiiza realmente en "inter-claustros", lo que sucede en el cotidiano de la vida universitaria. El trabajo no es objeto de análisis. El interés está en lo histórico institucional y el rol social de la universidad en la etapa. Predomina una mirada desde afuera, con alguna distancia al objeto de estudio y por ello la construcción de conocimiento está obstruida. No hay un sujeto involucrado en el discurso. En otras oportunidades, trabajos empíricos estadísticos con análisis de flujos poblacionales universitarios de la relación docentes-alumnos-carreras en análisis de oferta y demanda hay juegos de escalas complejos ¿construir lo macro por lo micro? ¿con qué contenido? son algunas de las formas de adentrarse a la investigación. Hay problemas de escala entre lo local y lo global, entre lo micro y lo macro. Cuando no está articulado, el conocimiento nuevo no aparece. Lo descriptivo impersonal prevalece y sólo cuestiona políticas y resultados ajenos al sujeto protagonista.

Generalmente interesan docentes precarizados y aumento de matrícula sin control, no incluyen otros trabajadores del sector universitario sujetos activos del fenómeno descripto... ¡cómo si no existieran! Los alumnos están registrados, controlada su salud, atendidos con becas... los salarios están facturados, ordenados en escalas y registros, las aulas están aseadas, reparadas, controladas por seguridad y distribución horaria... etc.... Cada laboratorio tiene sus operadores de instrumental y reactivos, animales de prueba y materiales de trabajo... etc. Archivos, centros de cómputos, automotores, campos y jardines... están atendidos por trabajadores que están más cerca o más lejos espacialmente de los docentes y los estudiantes... pero están a la vista y generalmente trabajan para ellos o con ellos... es muy revelador que hayan transcurrido tantos años de estudios e investigaciones sobre la universidad como objeto, sin que se hayan visibiiizado a la mirada de analistas investigadores, sociólogos, pedagogos, economistas, psicólogos, historiadores.

Los puntos ciegos pasan como "ideología dominante" y no hay -muchas veces- fuerza para abrir un curso crítico en el pensar y un cuestionar individual y colectivo; cuando sucede y lo dejamos fluir, se supera la constante forma acrítica que nos deja ciegos a lo más visible, lo que tenemos muy cerca y hacemos cotidiano... mecánica y repetitivamente sin pensar ni pensarlo.

Esto hace ver o reconocer que el intelectual orgánico que somos y fue constituyéndose sostén del sistema universitario en varios siglos (400 años, la Universidad de Córdoba-Argentina), ha decaído en su carácter de soporte social (piso ideológico); en este cambio de época, la universidad pública ya está poco a poco reemplazada corporativamente, por la empresa privada y el mercado en esa función de piso poblacional calificado u horizonte de vida cotidiana necesaria en la conservación y refuerzo hegemónico. Es fácil ver esta situación en la competitividad creciente para mantener el nivel logrado y crecer en créditos, valor académico, tanto en estudiantes como en profesores e investigadores. Exigencias del mercado de trabajo que espera a la salida, al egresado y al docente que desea ampliar o variar sus dedicaciones y especialidad ¡qué desafío poder ver y tolerar esta realidad! Sin embargo hay movimientos sociales en un horizonte próximo. Es muy estimulante pensar que podemos abrir -construir- una fuerza social que vaya constituyendo un nuevo intelectual, orgánico a otra hegemonía. esto lo digo en forma muy fácil y rápida... pero el desafío es realizarlo. Un sujeto colectivo en el que ya nos vamos encontrando...

Trabajando hace ya muchos años con docentes de la educación básica (primaria y secundaria) esta situación de pérdida de credibilidad por el sistema, dejaba al descubierto que el poder hegemónico había "soltado al maestro/profesor a su suerte"... descalificándolo y devaluando su trabajo... ya no lo necesitaba para una construcción social hegemónica. Esta situación histórica fue extendiéndose y hoy la universidad pública también la padece aunque sin un abandono similar.

Hace unos años en la Red Estrado hablamos del destino de las universidades públicas de convertirse en una pobre empresa o dejar que las empresas (en serio, poderosas y privadas) hagan sus negocios con la mano de obra barata de estudiantes, docentes e investigadores. Ya no intelectuales orgánicos al sistema (Martínez, 2008).

El cambio de época es abismal. Rápido y controversial nos deja en el borde de nuestro límite frente a la ruptura de equilibrios que sostenían prácticas y posicionamientos acerca de la vida, el trabajo y una forma de subsistencia que puede tambalear, que necesita como soporte otros valores y otras alternativas a futuro. El presente manda, es un presente continuo... para imaginar futuro hay que sentirse uno de los últimos modernos. y pensar que la fuerza social que podemos constituir tiene futuro porque lo construye.

La sensación desestabilizadora está alimentada en una falta de alianzas y articulaciones al interior de las universidades, en la cotidianeidad de un reducido intercambio personal-grupal y con las organizaciones sindicales de docentes y "no-docentes". En la distancia con los estudiantes y sus Centros, como masa crítica indispensable y con otras bases orgánicas socio-comunitarias, locales y nacionales, todavía lejanas a las universidades. La escena es: profesor, aula-clase, oficina-laboratorio, computadora, "cañon-power-point" o tiza- pizarrón... estudiantes.

Aquí Boaventura de Souza Santos tiene mucho para aportar. En su análisis identifica tres crisis -de la última década del siglo XX al presente- la primera es una crisis de hegemonía relacionada con la incapacidad para cumplir por sí sola funciones en sí mismas contradictorias: la formación de las élites culturales y científicas al tiempo que la formación de mano de obra cualificada exigida por el capitalismo industrial. La segunda es una crisis de legitimidad en la que la universidad deja de ser una institución consensual tanto en la selección y ordenamiento jerárquico del saber producido, de su reconocimiento y certificación, además de la creciente reivindicación social de democratización e igualdad de oportunidades. La tercera es una crisis institucional, como consecuencia de la contradicción entre la tradicional autonomía en la definición del sentido, valores y objetivos de la universidad y la presión y demanda creciente de eficiencia y productividad de naturaleza empresarial. Las tres crisis se precipitan en la historia reciente, una con otra van a concentrarse en falsas resoluciones, por vía negativa. La creciente des-caracterización intelectual de las universidades, la segmentación del sistema universitario y la desvalorización de los diplomas, abren una brecha por la que penetra la mercantilización de oferta y demanda extendida a nivel mundial, expresión de ello son los títulos-certificados online, grandes competidores de los campus y las aulas virtuales y en especial del vínculo real entre sujetos que construyen y conviven (Boaventura de Souza Santos, 2011; 2012).

Parte de esa encrucijada está dada por la permanente tensión entre las universidades europeas, desde hace varios siglos y en la actualidad a través del llamado "modelo Bolonia" y su influencia en Latinoamérica (Buenos Aires tiene una sede de la Universidad de Bolonia). Desde la Universidad de Coímbra (Portugal), Boaventura es muy crítico del modelo y nos alienta descolonizar como única puerta para abrirnos a lo propio, nuevo.

"Para superar este contraste y avanzar en la construcción de alianzas transcontinentales son necesarias dos condiciones. Por una parte, las izquierdas europeas deberían objetar el consenso del crecimiento que, o es falso, o significa la complicidad repugnante con una larguísima injusticia histórica. Asimismo, deberían discutir la cuestión de la insostenibilidad y poner en causa tanto el mito del crecimiento infinito como la idea de la inagotable disponibilidad de la naturaleza en que se asienta, asumiendo que los crecientes costes socio ambientales del capitalismo no son superables con imaginarias economías verdes. Por último, deberían defender que la prosperidad y la felicidad de la sociedad dependen menos del crecimiento que de la justicia social y de la racionalidad ambiental y tener el coraje de afirmar que: la lucha por la reducción de la pobreza es una burla para disfrazar una lucha, que no se quiere entablar, contra la concentración de la riqueza" (Boaventura de Souza Santos, 2012).

Trabajo: Inmaterial, invisible y precario. También afectivo

El tema lleva a abrir una indagación más profunda -más no exhaustiva- desde el desarrollo de trabajo como categoría central. En los últimos años, fin de siglo y primera década del actual, las definiciones de trabajo inmaterial, invisible y en especial precario, se acercan a calificar lo laboral en la universidad y a la docencia en todo el sistema educativo. Es uno de los desarrollos nodales para comprender este cambio de época. La larga crisis del capitalismo central y su impacto en la subjetividad de trabajadores de todos los sectores, es tan importante como el valor del trabajo y de los productos que se realizan.

Como invisibles, pueden ser caracterizadas tareas que se realizan dentro de procesos de trabajos colectivos y complejos. Señalarlo es hacer visible el trabajo realmente existente. Volver a Ch. Dejours (1998) para distinguir entre lo real y lo prescripto en el trabajo, es siempre necesario. Lo real como concepto y como sustantivo ".es lo que, en el mundo del trabajo, se hace conocer por su resistencia al dominio técnico y al conocimiento científico (...) es lo que se nos escapa y se convierte a su vez en un enigma a descifrar" (p.41).

Lo real del trabajo es lo que se realiza más allá de lo prescripto o a pesar de él. Habitualmente visible en el error. Se resiste a la descripción y a la simbolización.

Entre lo prescripto y lo real hay mucho de invisible

Visibilizar lo no-remunerado (o invisible) dentro del trabajo asalariado en cualquier puesto, en especial los menos pautados de la administración y/o mantenimiento, es tarea de re-conocimiento necesario. También en la docencia cuando se ocupan -con o sin alumnos- más horas que las reglamentarias sin reclamo de pago. Hay tiempos extra, voluntarios, individuales y grupales, en horas y días laborables o feriados: informes de investigación, revisiones de tesis de grado o trabajos para publicar, consultas pre-examen, no siempre obligatorios (tanto para estudiantes como docentes). Son de tipo invisible en la Universidad algunos trabajos voluntarios políticos, sociales o culturales (aunque sus protagonistas no los consideren como tal, según cargo o jerarquía).

El calificativo de invisible esta señalando con frecuencia para el trabajo de la mujer, lo doméstico y la crianza de hijos, aunque esas tareas ya están más vinculados a la pareja, como socio-reproductivas. También es invisible muchas veces, el trabajo emocional de carga específica en atención al público o en trabajos de apoyo a otras oficinas o cátedras, en épocas del año con sobrecarga de demanda y sin remuneración extra, se hacen por afecto/compromiso con el grupo de convivencia laboral o por quien lo solicita.

Lo más pertinente para definir invisibles son las tareas que pasan desapercibidas o no reconocidas por implícitas, de naturaleza difusa o situada en zonas de incertidumbre entre lo formal prescripto y lo que surge por el margen. Es trabajo real. La autonomía e innovación grupal o individual en la creación de una técnica, una prueba de materiales, etc. tiene algo o mucho de carga invisible.. ¡Pero es feizz!

Trabajo precario

Precario es un atributo más amplio que el significado que se asigna como caracterización común a formas del trabajo asalariado, con restricción de derechos.

Informalidad, fíexibilización, precarización se sucedieron temporalmente en el "mundo del trabajo" en general. Variados análisis lo signaron como modos del fin del salariado (Castel, 1997) y otros describieron sucesivamente las crisis del aumento de la demanda y/o del aumento de la oferta de trabajo en la etapa post-fordista, como explicaciones a los cambios rápidos causales del deterioro de la condición de trabajador. En especial en la industria, luego en los servicios, de allí al sistema educativo y más recientemente al nivel superior, en especial los postgrados (Sguisardi y Silva Junior, 2009).

En el post-fordismo el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo, sesgaron y/o redujeron seguridades y garantías en el mundo del trabajo asalariado. Las formas de la crisis difieren en el trabajo de servicios (sector terciario) en especial las formas en que Europa trasladó su crisis al "tercer mundo" y las diferencias Norte-Sur o post-colonialismo. Podemos enumerarlas en un orden aleatorio, ninguna es más crítica que otra como cualidad de trabajo precario en docencia universitaria:

1. Inseguridad sobre la continuidad de la relación laboral. Contrato por horas/cátedra. La indefinible "obra terminada" y los interinatos.

2. Degradación y vulnerabilidad de la situación de trabajo, falta de control sobre las condiciones de trabajo y/o de partes del proceso (riesgos, tareas asignadas y tiempos reales, sistema de seguridad y salud, aporte jubilatorio y obra social, ART para titulares, etc.).

3. Incertidumbre por bajos ingresos o insuficientes razones del valor del trabajo. Falta de anticipación de tiempos y montos reales.

4. Reducción de la protección social por jubilación, contratos parciales o cambio de locación del servicio.

5. Crisis de la norma de empleo, nuevas regulaciones sin participación ni consulta.

En general el sujeto no existe, la ocupación del puesto de trabajo es casi anónima. En lo real muchas veces no hay forma institucional estable prescripta. Género y sexo como variables transversales es un factor de riesgo para este análisis. Hay más riesgo en mujeres, la informalidad e inestabilidad tiene consecuencias no previsibles. La vieja división sexual del trabajo se mantiene con alguna diferencia pero subsiste. En los cargos con responsabilidad en la docencia, la masculinización del ejercicio de la función directiva es corriente... También es frecuente la responsabilización de las mujeres por parte de varones con poder, al tener que justificar errores y responsabilidades del cargo (reglamentarias) sobre riesgos de trabajo en caso de siniestros o conflictos laborales.

Finalmente también es precario o precariza sujetos del trabajo, el criterio acerca del voto en las elecciones universitarias. Solo pueden ser candidatos y votar los docentes titulares en la mayoría de las universidades. Hay reducción de ciudadanía en la norma. La mayoría queda al margen de la política universitaria y la participación concreta. Abrir el concepto precario/precariedad en todas sus formas y significados nos lleva a temas más allá de la falta de derechos laborales o del incumplimiento de éstos. Cuando nos referimos a precarización/precarizar, lo inmediato es preguntarse por los sujetos: ¿quién precariza? ¿Qué o quién es objeto de precarización?

La acción desde afuera de los procesos de trabajo reales es lo más significativo. Es frecuente no identificarlo. No siempre son personas concretas con poder real, más bien son políticas financiero-contables del sistema educativo, ejecutadas anónimamente desde el ejercicio de un poder burocrático estatal; aunque algunas veces tienen nombre. Así, sin identidad, parece que se habla de un fenómeno natural (tan natural como el cambio climático). Esta naturalización, como tantas formas del deterioro creciente de las relaciones laborales, efecto de la sacudida histórica de la relación central: capital-trabajo, avanza en falso sin pena y pasa por sobre el sufrimiento y la subjetividad de los trabajadores, de todas las categorías y sectores (desde los servicios a la extracción minera).

Lo precario desde la subjetividad nos remite a buscar significados que tocan afectos, estimas y amor -odio con uno mismo y con el otro de la relación de trabajo. En este salto al interior del sujeto, tratamos de mirar significados desde otro lugar para indagar en lo- que -se-ha-naturalizado-precario.

¿Qué es lo no-instalado, corto, escaso, transitorio, que puede prescindirse de él, sin historia, no estable y flexible?

Así se naturalizan en el mundo del trabajo, tanto las relaciones personales como la oferta y demanda de no ya puestos de trabajo, con frecuencia eliminados, destruidos, sino contratos por tiempos cortos de escaso valor o de alta cotización de mercado (todo según oferta-demanda de personas-objeto). Esto ocurre tanto para un peón albañil, como para un analista de bolsa de valores o un profesor de post-grado en una universidad.

Sandra Guimenez (2012), investigadora del Instituto Germani, hace un análisis exhaustivo del tema y elabora una definición acertada. El eje de la precariedad está en la incertidumbre del vínculo laboral, tanto en su continuidad como en las condiciones concretas de realización.

Fragilidad central de la época, modos de supervivencia para los que no todos estamos preparados, la edad y el sexo cuentan mucho en una resistencia posible. Los contratos y plazos de trabajo hablan de "obra terminada", objeto que no siempre es visible para el que la realiza como para el que la solicita y financia. ¿Pura ficción? Tanto cuando son horas/cátedra, como cuando es un proyecto a diseñar que realizaran otros y ocuparan los espacios/hombre generados por un plan de trabajo abstracto, impersonal, sin identidad y cuyas señales de obra original y autor -frecuentemente- desaparecen.

Un pasado reciente. Lo precario tiene otros rostros

En una rápida mirada a nuestra historia más cercana contemporánea de universidades, vamos desde una política nueva de los 70's, con creaciones según plan de regionalización y desarrollo de las Fuerzas Armadas (Plan Taquini), buena oferta de trabajo docente, contratos a tiempo completo la mayoría y salario aceptable. en un ambiente de control militar ideológico estricto, aunque poco visible hasta que llegó el golpe de estado (1976); y con él desapariciones, asesinatos, tortura y exilio (así nos mostraron el proyecto completo).

Hoy (ultima década), con la expansión que responde a una demanda creciente de educación superior en zonas con alta densidad de población: el Conurbano Bonaerense tiene 15 universidades nuevas... todos los contratos son en su mayoría "precarios". Aunque el contexto general del trabajo docente en la zona les da valor pese a su informalidad. Muchos docentes jóvenes lo prefieren como mejor opción a tareas más precarias o "ad-honorem" en las grandes universidades (UBA). Vemos que sorprende a muchos y es muy reciente, el análisis de mercado de oferta-demanda en la educación pública y privada. La democratización del ingreso -aumento de matrícula- lleva a cambios de planes y surgimiento de carreras "vedettes" que saturan y cambian las condiciones de enseñar y aprender: los cambios estructurales socio-pedagógicos van a la zaga.

El desborde lleva a improvisación constante, las construcciones edilicias sólo soportan el tránsito pesado y se deterioran; las ampliaciones de Planta son cada vez más precarias desde paredes, techos y cloacas, hasta contratos de obra terminada. Así, lo precario toma su forma material más contundente... los riesgos de trabajo están apoyados en factores materiales concretos y organizativos casi siempre transitorios... para la etapa... para la contingencia... ¡luego vendrán los definitivos!

Entonces, hay que acumular poder político para hacer algo de valor y seguro para los trabajadores docentes y "no-docentes", aunque no será definitivo. Otra batal/a.

Trabajo inmaterial

Un tema para el debate, no es este un espacio para desarrollarlo en amplitud pero es necesario abrirlo y analizarlo.

"Uno de los enfoques analíticos que intenta comprender las transformaciones en el mundo del trabajo actual es el estudio de los llamados procesos de trabajo inmaterial. Se trata de una corriente que surge en Italia en los años 70, en pleno proceso de transformación de los patrones de producción y acumulación y que justamente intenta dar cuenta de ellos (Negri & Hardt, 2000).

En este sentido Carlos Altamira (2011) nos lleva a afirmar que hay un cambio en la naturaleza del trabajo que tiende a convertirse en "inmaterial", intelectual o tecno-científico. "Hay mutaciones significativas, en formatos 'cyborg' como le llama A. Negri, o hacia un "intelecto general" según Marx. Está referido a tecnologías para la producción de un nuevo tipo de red de cooperación productiva, que tiene o influye en la reproducción social. Es inmaterial porque produce contenido informativo y cultural mercantil que circula en redes informáticas (cyberespacio). Produce transformaciones provocadas por el tratamiento de la información y la capacidad para realizarlo y recrearlo. Es la producción de contenidos culturales de la mercancía y su circulación en la opinión pública. En realidad genera opinión pública. Este tipo de trabajo es una tendencia en crecimiento sobre una plataforma imaginaria y real mundial. Sólo tendencia, ya que el taylorismo aún predomina en el mundo del trabajo asalariado e informal (tercerizado). En el sector servicios va ocupando un lugar preponderante en las comunicaciones de todo tipo, en un mundo globalizado e inter-dependiente.

Conociendo algunas experiencias, "la programación como arte" en la telefonía inteligente, las "tablets" y computadoras personales, en el mundo-Internet y el software libre a la vez, son redes y redes sin territorio fijo. Todo es trabajo colaborativo, puede ser no-comercial, aunque en otro rango las patentes son de alto precio en cotizaciones mundiales. Muestra que se puede producir de otra forma, el acceso está, en esencia es trabajo de conectividad tecnológica y humana.

Dado a la variada forma en que se presentan los procesos de trabajo en las universidades, el trabajo inmaterial aparece en algunos sectores de alta tecnología informática y convive con el mundo de la computación más simple en uso de profesores y estudiantes. Seguramente su avance dejará obsoleto el espacio fabril tanto como los grandes edificios universitarios, en la validación social y cultural de la relación capital-trabajo.

Comentando a Altamira (2011) podemos pensar que el capitalismo tardío, no sólo ha creado relaciones monstruosas de convivencia, sino que podemos ser testigos de cambios e incremento en la cooperación social-productiva. Una fuerza de trabajo cada vez más abstracta, inmaterial e intelectual nos lleva a imaginar que la producción de riquezas depende cada vez más de la energía-salud, la formación y desarrollo de fuerzas psicosociales-afectivas y de la capacidad de comunicación de cada uno de los sujetos que participan en procesos de trabajo. Y aquí la mirada desde un realismo poco optimista y desconfiado:

"en el circuito productivo del valor, el conocimiento constituye un mediador muy poco dócil, ya que la valorización de los conocimientos responde a leyes muy particulares y desconocidas. Por consiguiente, el capitalismo cognitivo funciona de manera distinta al capitalismo a secas [...] los procesos de virtualización separan el conocimiento de su soporte material [...] el post-fordismo, que utiliza frecuentemente el conocimiento virtualizado, se vuelve completamente incomprensible a falta de una teoría del capitalismo cognitivo" (Rullani, 2004: 100,101).

El trabajo postfordista se transforma, cada vez más, en trabajo de control, de gestión de la información, de capacidades de decisión, no solamente para los trabajadores más calificados.

Este análisis nos remite a las evaluaciones para Carrera Docente en las universidades o a las asignaciones de subsidios para investigación, criterios de CONEAU (Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) mediante. El tema del valor de la producción universitaria tanto en docencia como en investigación, su visualización, utilidad, aplicación y originalidad son muchas veces inmateriales, con frecuencia invisibles para el evaluador externo al proceso real. El producto de este tipo de trabajos, se vuelve "intangible", ya que no puede almacenarse o transportarse. Los objetos, a pesar de presentar un sustrato material, son productos más bien simbólicos encontrándose aquí su valor, de manera que estos objetos satisfacen necesidades humanas, pero cada vez con menor importancia de la naturaleza material de su realización (De la Garza, 2001).

Lo inmaterial afectivo. En el sentido que le da Paolo Virno (2003), la esencia del proceso de producción inmaterial afectiva es una compleja red lingüística, comunicativa y vincular difícil de mirar mientras está ocurriendo, lo vivimos y sentimos a través de nuestro cuerpo. Para ser visible a una mirada que le dé valor hay un obstáculo inmediato. El autor-productor está frecuentemente lejos de asignarle a su realización un valor real, ya que no hay mercado para cotizarlo.

La materialización del afecto y los sentimientos en las relaciones de trabajo, en términos de producto realizado, es un atributo de calidad pocas veces visible para el observador externo al proceso. El vínculo sólo es rescatado por sus protagonistas, el valor del trabajo en términos afectivos permanece en la historia y el recuerdo.

En procesos de trabajo docente -en toda la extensión del sistema educativo- se construye con frecuencia (aunque no siempre) un núcleo vincular central de trabajo afectivo, es lo humano como relación esencial. Contiene lo permanente e intransferible de la relación de trabajo entre un maestro y un alumno desde el artesanado del fin de la edad media hasta nuestros días. Este vínculo puede no ser conciente para los protagonistas y es errática su historicidad.

Historia social, trabajo y sujetos construyendo...

"La sociedad precede al sujeto " F. Jameson (2010) comenta a Adorno en "Marxismo tardío"

Las categorías de pensamiento y análisis son colectivas y sociales, la identidad no es una opción sino una fatalidad, la razón y sus categorías son una con el ascenso de la civilización o del capitalismo y pueden apenas transformarse a menos que sea transformado este último. Su construcción es de tiempo histórico lento, atravesado por el vértigo situacional del presente continuo -abierto- sin alternativas históricas visibles, solo transitorias, precarias: para hoy. Mañana... ya veremos... ¿lo veremos?

Un sujeto se está constituyendo, avanza y supera in-certidumbres, certezas que caen ruidosamente o desaparecen casi sin darnos cuenta, no tienen reemplazo inmediato. En ese fluir hay que emplazar, trabajar, decidir, cambiar y no-repetir. Superar las contradicciones con nuevo pensamiento colectivo, intergeneracional e intersectorial. No hay de dónde copiar, como en siglos anteriores. Los vestigios coloniales, europeos, patriarcales, con privilegios naturalizados (tanto como la precarización que introdujeron) de género y sexo, clase y raza, no se repetirán. Hay que recordarlos y conocerlos en profundidad... para de-velarlos y hallarlos en cada uno y en el otro hasta donde hayan penetrado. Los límites y fracasos de la razón occidental (no-dialéctica) caen de hecho sobre nosotros, sus efectos destructivos son bien conocidos (Jameson, 2010).

El tránsito de época no tiene equilibrio estático, es como el tirabuzón del tornado ¡espiral sin ñn...I en ese vértigo sólo nos pueden sostener profundos afectos y tradiciones sumergidas en el inconciente.

La investigación del trabajo docente es de tipo tardía (como ya hemos afirmado). Llega luego de más de un siglo de análisis fordista y post-fordista de industria y manufactura, los servicios vienen detrás con el Estado de Bienestar europeo, que nunca llega claramente a nuestra América sumergida. Podemos afirmar que el trabajo en las universidades está aún lejos de ese análisis.

Volvamos a la pregunta: ¿hay trabajo? Cuando ya se creía saber todo en fábricas... cae la cadena de montaje y surge el grupo japonés toyotista buscando calidad-total, en relaciones humanas casi recién descubiertas para el control infaltable y estricto. El estilo tardío apoyado en Adorno, que califica y describe al capitalismo tardío, es una forma de análisis y acción a contracorriente del viejo orden pre-existente. A veces es un proceso de contra-poder para generar nueva hegemonía, con conciencia de constituir un nuevo sujeto entre y con otros iguales y diferentes.

La investigación de temas tardíos -como el trabajo docente- son objeto de tensión entre grupos y/o personas, para y en su apropiación. Tendencias opuestas que disputan autoría, muchas veces son precedidas de un despojo de saberes, caso de la investigación participativa cuando los participantes terminan siendo objeto y no autores: recordemos que se ha abusado del atributo "actores" cuando en realidad son "autores".

No siempre hay registro de la importancia de la apropiación del conocimiento en/del trabajo por los sujetos que lo realizan. Cuando sucede es como una centella que ilumina la memoria y el sentir del trabajador/a. El valor de lo realizado actualiza la vida cotidiana en el trabajo desde lo singular y lo colectivo de la ampliación de conciencia (conocimiento).

El sujeto ilumina de golpe su memoria, inundado de emoción registra un estallido interno: "¡si, lo vi, ahora entiendo!" (Benjamin ya había encontrado la centella).

Proceso de Trabajo

Los procesos de trabajos colectivos, tan ocultos y tan visibles a la vez por su carácter múltiple de realización cotidiana o cercana en tiempo y espacio, son hallazgos de gran valor cuando abren su carácter colectivo, es decir toda su gama de lazos de acciones y realizaciones encadenadas, que de tan obvias están invisibilizadas por la costumbre, el prejuicio y la sinrazón. Tema central en toda investigación sobre trabajo. Para este estudio nos centraremos en los avances del grupo GtirT de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Los cambios en los procesos de trabajo, son de dos órdenes. El primero, afecta a sus características en tanto actividad, como son los niveles de interacción entre personas y de ellas con los instrumentos, las implicaciones cognitivas, la contextualización y la complejidad. El segundo cambio, como consecuencia del primero, influye sobre las características de connotación mas social como son la coordinación y organización espacio-temporal, la construcción social del proceso de trabajo, la cooperación y la comunidad de prácticas, las competencias y calificaciones y "el trabajo invisible" (con trabajo inmaterial, lo veremos más adelante).

En el mundo del trabajo actual:

"la producción de bienes y servicios se acerca cada vez más a una producción continuada de 24hs. al día, los siete días de la semana. Durand (2001) utiliza el concepto de flujo tenso a partir del cual pone de manifiesto que las tareas ejercidas por cada trabajador/a dependen mucho más del flujo y del conjunto del proceso que del puesto de trabajo específico que ocupa. Otro de los fenómenos que pone de relieve, dada su importancia, es el que Castillo y otros (2000) han definido como el trabajador colectivo, concepto a partir del cual se identifica una unidad de diversidad de procesos de producción, de modo que dicha unidad representa el conjunto de puestos de trabajo que llevan a cabo una tarea en común. Por un lado, de la diversidad resultan las necesidades de formación y calificación diferenciadas para tareas más específicas. Por otro lado, de la comunalidad de dicho trabajador colectivo surge la idea de homogeneidad como grupo que comparte la misma experiencia laboral (Lozarez, Verd, Moreno, Barranco y Massó, 2004: 67, 87).

Estos procesos de trabajo colectivos están ubicados, situados, en espacios de poder, producto de relaciones sociales, laborales, afectivas y territoriales (más preciso). El hallazgo o la llegada al trabajador colectivo es una cuasi hazaña en medio del individualismo y la competencia feroz por/en espacios de poder encrip-tados. El trabajo en la Universidad, realizado mediante procesos colectivos reales, habitualmente no visibles, pasan en forma virtual, se pueden informatizar las relaciones, no son visibles todas las personas, pero si sus productos. Muchos espacios y tiempos con personas, animales, máquinas, herramientas, instrumental quirúrgico, etc. Por otro lado, estudiantes, técnicos, peones, docentes, administrativos, trabajan juntos en una facultad de veterinaria para realizar inseminación artificial en vacunos. Puede ser una rutina o un hallazgo de procedimiento nuevo, más rápido y económico.

No siempre se tienen en cuenta los procesos de trabajo colectivos que realizaron sus protagonistas. Son factores tecnológicos, modelos culturales dominantes, políticas públicas universitarias, vínculos académicos y afectivos, mercados específicos según egresados "producto", oferta-demanda y fuerza contractual del profesional nuevo, etc. Todos ellos elementos aislados en la conciencia colectiva que juegan juntos en procesos de trabajo colectivos de una universidad.

Es una dinámica de juego de fuerzas importante en esta particular historia del trabajo, casi invisible. Todos estos factores que determinan la organización del trabajo en una universidad, se van visibilizando según carreras y sincronía interna de docentes y "no-docentes", técnicos y profesionales en el terreno concreto de la práctica.

Los cambios en los procesos productivos entre los '70 y el año 2000 han significado una avalancha tecnológica de marcha acelerada ¿cómo llegan estos cambios a la Universidad? Lentamente y por fragmentos más o menos sensibles o permeables a ellos. En el tiempo denso del trabajo real puede seguirse en forma fragmentaria dentro de cátedras, carreras y facultades.

En locales de trabajo de servicios, cocinas y comedores para estudiantes y personal pueden ser muy visibles los procesos colectivos y sus resultados cotidianos e inmediatos, simples y cerrados (se inician y terminan, rutinas que repiten). La tecnología suele ser atrasada y precaria (con alguna frecuencia). En algunas universidades permanece atendida por personal de planta y en otras está terceri-zado por empresas de servicios. Es muy sensible como lugar social y de encuentro: trabajadores y estudiantes, los comedores universitarios son espacios político-culturales de larga tradición universitaria. Sus procesos de trabajo colectivos tienen historia, es un lugar de trabajo ligado a rituales. Su venta como servicio es una irrupción comercial que rompe con ellas (las tradiciones y sus procesos históricos constitutivos).

Otros lugares más complejos: laboratorios, departamentos, cátedras, docentes investigadores, estudiantes y becarios, técnicos y profesionales cumplen rutinas diarias y procesos complejos con programas pautados en tiempos y fases de evaluación por etapas. Productos reales, esperados y otros resultados de innovación científica, tienen un protagonismo colectivo no siempre visible al conjunto, tanto de los que lo realizan como de los que lo evalúan o sólo conocen como información de etapas o final.

Pasemos al proceso de trabajo y producto: conocimiento socialmente distribuido. Siguiendo a nuestros autores seleccionados (Carlos Lozarez y equipo UAB-QUrT), abordamos el tema del control del proceso y del producto a partir de una definición original (2004: 78) que toma en cuenta tanto las calificaciones y competencias de los sujetos, como los instrumentos y las interacciones concretas (acciones y conocimientos) que realizan, con explicitación de sus representaciones internas del sí mismo y de los grupos.

Podemos tener en cuenta que desde mediados del siglo XX (los años '50) afirmamos que la docencia ha perdido el control de su proceso de trabajo. Situación no siempre conciente en el sujeto que lo realiza. En forma más explícita en la educación básica (primaria-secundaria) ha ido extendiéndose a la universidad.

Este tema dio lugar a debates acerca de la "proletarización de la docencia", contemporánea a formas precarias de contratación cada vez más extendidas a todo el sistema educativo. No entraremos -ahora- en ese debate, con referencia al trabajo en la universidad. El carácter precario del trabajo ya lo hemos tratado y asociamos "proletario" a clase social referida a una etapa histórica del capitalismo. El propietario del capital controla el proceso de trabajo y se apropia del producto total: tanto del conocimiento para su reproducción y como la venta en mercado.

Nos situamos entonces, en una perspectiva que, primero observa el trabajo como proceso de acción y cognitivo que modifica una realidad por la interacción de trabajadores/as e instrumentos, segundo, considera como parte inherente del proceso la manera en que se representa, organiza y reparte el trabajo, cómo se controla, qué tecnología se utiliza, cómo se distribuye el tiempo y el espacio de trabajo, cómo se coordinan las tareas y cómo todo ello repercute sobre (y/o intervienen) las cualificaciones y las competencias.

Algunos autores toman a las competencias como un conocimiento en acción (Mandon, 1990) de manera que pasan a ser mucho más relevantes los procesos que los puestos de trabajo (Castillo y otros, 2000).

Una consecuencia, podemos adelantar, es que la apropiación posible de ambos (producto y proceso) es conocimiento socialmente distribuido con valor. Al ser más relevante que los puestos de trabajo, se mezclan jerarquías y escalas salariales... y aquí la diferencia: es decir que el proceso no depende de una lógica estrictamente empresarial sino de una lógica interna del grupo de trabajo (Acción Situada) original, no siempre repetible en otras situaciones y localizaciones. Es decir que cada proceso de trabajo es una realidad material, social y simbólica inédita, diferente a otras. Esto supone, para la investigación, que de lo micro a lo macro social hay un tránsito no explorado, así como al trabajo inmaterial e invisi-b/e.

El primer orden diferencia cuatro componentes: 1. Autonomía de gestión e instrumentos. 2. Información y conocimientos compartidos. 3. Contextos, técnicos u organizativos-productivos o culturales o de mercado laboral. 4. Complejidad, resultado de los tres precedentes y de cómo se relacionan entre sí en el mismo proceso de trabajo.

En un segundo orden inseparable de los componentes primeros, están las características sociales, referidas a las regulaciones, negociaciones, acuerdos y normas sobre los tiempos (velocidad, pausas y cadencias) y el espacio de interacción social: construcción colectiva y vivencial de la organización y el poder-institucional sobre las cualificaciones y la naturaleza del producto realizado.

Es decir, pensamos en una cultura creada históricamente en una comunidad de prácticas compartidas con acuerdos tácitos y/o explícitos, representaciones y justificaciones de la profesión y las competencias específicas para un proceso de trabajo realizado colectivamente.

Cada proceso está negociado en su práctica y en sus representaciones simbólicas, tanto del valor del producto como del trabajo realizado.

Para cerrar las referencias y los avances de este equipo de investigación, señalamos algunos vacíos de la propuesta teórica por los autores señalados: el carácter casi exclusivamente micro-social y cierta descontextualización de la organización económica del país en un momento histórico real (hoy 2012 en España-Cataluña) y la empresa concreta (o local de trabajo). Creemos que son factores económicos vinculados a la internacionalización de los mercados los que dan contexto real (Crisis financiera y debacle de mercados globalizados en la Unión Europea).

Es importante el señalamiento que relaciona el proceso de trabajo con la vida cotidiana de los sujetos. La centralidad del trabajo remunerado en la organización de la sociedad, provoca que las modificaciones en el orden productivo impliquen modificaciones para el resto de los ámbitos de la vida. El proceso de trabajo tiene una implicación práctica en la vida social cotidiana, por ello es necesario captar -antes o simultáneamente a plantear cambios laborales- los aspectos subjetivos, el sentido y el significado que los sujetos dan a su vida cotidiana y a la distribución del tiempo social-familiar en relación al trabajo.

Puedo dar fe de la necesidad señalada. Llevamos algo más de un año de gestión en la UNRC, el colectivo de conducción (rector, vice-rector y secretarías) tiene un tiempo extenso e intenso de trabajo diario/semanal. Excede largamente el histórico de las últimas conducciones, pero a la vez constituye lo que más señalan -sus protagonistas- como causa de fatiga, falta de tiempo social para la vida cotidiana personal y familiar, o como invasión de la intimidad por los temas de trabajo.

Respecto a lo económico-financiero en la universidad pública, el gasto y/o inversión en instalaciones, instrumentos tecnológicos e insumos específicos, renovación edilicia (capital fijo en la empresa), seguridad y control de riesgos, es menor en general al pago de salarios. La justificación para buscar a la empresa privada como apoyo o colaboración para proyectos de rutina y/o con innovación tecnológica, está cuestionada. Parece imposible en esta etapa del capitalismo pensar en una relación tan desigual sin pérdida para el socio menor.

La mirada teórica expuesta es de interés para aplicar en el re-diseño de procesos de trabajo, en la mirada colectiva para la transformación organizativa del trabajo cooperativo: docentes/estudiantes/no-docentes.

Finalmente para salir al encuentro del trabajador colectivo en la universidad pública. Ese es el problema de investigación que vale la pena abrir en un futuro cercano...

Notas_

1 "Docentes de pos-graduaCao. Grupo de risco de doenCas cardiovasculares.O. Antunes Santana. Universidad Federal de Pernambuco. Brasil 2011.

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Fecha de recepción: 18/11/12 Fecha de aceptación: 21/12/12

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