SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.28 número2La educación secundaria obligatoria en el marco de las reformas educativas nacionales. Regulaciones federales y políticas jurisdiccionales.Praxis política y educación popular. Apuntes en torno a una pedagogía emancipatoria en las aulas del Bachillerato IMPA. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Espacios en blanco. Serie indagaciones

versión impresa ISSN 1515-9485versión On-line ISSN 2313-9927

Espac. blanco, Ser. indagaciones vol.28 no.2 Tandil dic. 2018

 

RESEÑA DE LIBRO

Bourdieu en el campo educativo argentino (1971-1989).
Hernán Amar. Buenos Aires: Editorial Biblos. 2016.

 

Sebastián Gómez*

*Doctor en Educación por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Docente de posgrado en la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Tecnológica Nacional y la Universidad de Flores. Docente del Departamento de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras – UBA. Becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IICE) de la UBA. E-mail: sebastianjorgegomez@gmail.com

 

"Hemos     escuchado     muchas     frases     que comienzan    con    'para Foucault'    o 'según Foucault', 'como dijo Foucault': ¿Por qué y para quién se pronuncian tales expresiones? Para responder a ello habría que tomar las citas, analizar su forma y su función, llevándolas al contexto textual y al contexto social, y sobre todo a la posición del autor de la cita. Quizás se comprendería mejor de este modo lo que se hace cuando se cita a un autor. ¿Se le sirve a él o nos servimos de él? ¿No sucumbimos a una forma de fetichismo, a un foucaultismo no muy foucaultiano? Recordemos que Marx decía 'yo no soy marxista'. Creo que Foucault habría dicho contento: 'yo no soy foucaultiano'. Sin duda lo dijo (lo que no quiere decir que no quería que hubiese foucaultianos. Él hizo cosas que permiten ver que quería que hubiera foucaultianos)" Pierre Bourdieu (1997, p. 11-12)

Corolario de una tesis de maestría, Las apropiaciones y usos intelectuales de la obra de Pierre Bourdieu en el campo educativo argentino (1971-1981) (FLACSO, Argentina), el primer libro de Hernán Amar aborda empleos del reconocido e influyente sociólogo francés efectuados por intelectuales argentinos/as de la educación en los años 70 y 80. La lúcida reflexión de Amar es parte de los esfuerzos que hace algunos años una pléyade de intelectuales desarrollan sobre distintos objetos y autores/as, particularmente de la década del 60, 70 y 80, arrojando un renovado aire en torno a la historia intelectual de nuestro país. Sin ser exhaustivo, el trabajo de Amar se enmarca en recientes estudios que han reparado en la recepción de autores como Michel Foucault (Canavese, 2015), en el itinerario y pensamiento de intelectuales argentinos como José Aricó (Cortés, 2015), Juan Carlos Portantiero (Casco, 2016) o influyentes en el ámbito de la comunicación como Armand Mattelart (Zarowsky, 2013), en revistas como Los Libros (Celentano, 2016), Ciudad Futura (Montaña, 2015), entra tantas. A pesar de esta prolífera producción, la historia intelectual educativa es embrionaria, por lo que los trabajos de Suasnábar (2004; 2013) constituyen algunos de los pocos antecedentes. En este marco, Amar le añade a los estudios en torno a la recepción de Bourdieu en Argentina un costado pedagógico, contribuyendo así a la historia intelectual educativa de nuestro país.

El libro de Amar se sitúa en los contornos de una nueva generación intelectual surgida en los últimos diez años que comparte un abanico de ideas y sensibilidades conceptuales (Acha, 2012). Entre la madeja siempre heterogénea de publicaciones, se entrevé hace un tiempo una estela de manuscritos definidos por la estructuración de un registro que excede a las modulaciones de la historiografía progresista. Estructurada bajo la problemática modernizadora y configurada en los años 80 en el exilio o a partir del retorno de la democracia, esta historiografía progresista pretendió rastrear a fines de los 60 y principios de los 70 los "excesos" o "desvíos" que fraguaron el camino modernizante de Argentina al resultar subsumido el campo cultural en las urgencias políticas (ver Sarlo, 1985; Sigal, 1991; entre otros/as). Una nueva generación intelectual, surgida al calor de los levantamientos populares del bienio 2001-2 (con sus múltiples derivas y filiaciones políticas), se plantea un horizonte de preguntas que escapan al problema de la fallida modernización de nuestro campo cultural e introduce una disparidad de cuestiones que atañen a la transformación radical de nuestras desiguales sociedades.

En las páginas de la obra de Amar se percibe que la pregunta por (la recepción de) Bourdieu no sólo se funda en la palmaria presencia del sociólogo francés en la escena contemporánea de las ciencias sociales y de la educación sino también en las incomodidades político-educativas del ahora. La historia escrita por Amar se sostiene y parte de una crítica socio-educativa al presente que hilvanando un pasado pretende agrietar la cotidianidad de nuestro sistema educativo. En los años 90, Bourdieu constituía en Europa prácticamente una solitaria y relevante figura que desde las entrañas del terreno intelectual se comprometía políticamente en el enfrentamiento al neoliberalismo. Su respetada trayectoria y sofisticado corpus teórico con base empírica constituía un polo de irrefrenable atracción en nuestro país para nuevas camadas intelectuales que transitaban sus estudios entre las resistencias al neoliberalismo social y educativo.

Sintomático de los trazos de esta nueva generación intelectual es el empleo del concepto bourdiano de campo propuesto por Amar. Concepto omnipresente en las modulaciones historiográficas progresistas, suele oficiar como deseo de una autonomía cultural institucionalizada. Se reifica así el concepto del sociólogo francés que pasa de operar como matriz para el análisis crítico de las prácticas culturales e intelectuales en las sociedades capitalistas, a configurarse, con las adaptaciones propias del tercermundismo, como patrón axiológico de la modernización cultural. Avezado lector de la obra bourdiana, Amar fuga de este corte historiográfico, asumiendo al campo en los términos esgrimidos por el sociólogo francés: sistemas de posiciones objetivas desiguales en las que los agentes pujan por objetos (materiales o simbólicos) asumidos como significativos y estructuran habitus acordes a la disputa. Precisamente, los empleos de Bourdieu analizados por Amar se despliegan en clave no de avances y retrocesos en la modernización del campo educativo sino en develar las estrategias de aquellos intelectuales de la educación que recurrieron a la obra bourdiana contra otros agentes e instituciones del campo. Esta agudeza en el manejo del acervo del sociólogo francés le permite a Amar una compleja operación: analizar el derrotero educativo de Bourdieu a través del prisma teórico de este autor.

El libro ofrece un recorrido capaz de articular virtuosamente dos dimensiones que resultaban indivisibles para aquel venerado intelectual francés: historia y sociología. Lejos un vínculo rutinario o canónico con las categorías teóricas bourdianas, el autor arroja luz sobre los entretelones de los usos conceptuales y abona a la reflexividad de la práctica científica en materia educativa. En la porosa frontera entre las operaciones textuales con los conceptos bourdianos y los contextos, Amar establece un derrotero cronológico con tres estaciones. La primera que comienza con los iniciales empleos de Bourdieu en el ámbito pedagógico a mediados de 1971 y finaliza en 1976 con la irrupción del último golpe cívico-militar, se centra en las apropiaciones del sociólogo francés en las páginas de la Revista de Ciencias de la Educación (RCE) (1970-1975) comandada por Juan Carlos Tedesco. El acervo bourdiano les permitió a agentes recién llegados al campo educativo (es decir, a los miembros de la RCE que eran jóvenes graduados en Ciencias de la Educación con escaso arraigo en las intervenidas universidades), disputar el capital científico detentado por la dominante tecnocracia educativa de orientación cristiana y por los liberales modernizadores (refugiados en el Instituto Di Tella). A su vez, el arsenal bourdiano posibilitó a la dirección de la RCE estructurar una posición específica dentro del abanico de los herejes del campo educativo al tomar distancia de posturas educativas populistas, escolanovistas o desescolarizantes. La segunda estación comprende la producción educativa realizada en el exilio, ya sea interno o externo (1976-1983). Amar repara en la producción educativa durante una experiencia exiliar signada por inserciones institucionales en universidades extranjeras u organismos internacionales que servían de cobijo. En esta suerte de destierro, intelectuales continuaron la impugnación a las posiciones dominantes del campo educativo, pero también comenzaron un reexamen de las propias categorías críticas en el marco de la crisis del marxismo que se expandió hacia fines de los 70. En el medio de la incertidumbre, Bourdieu se constituyó en una fuente teórica, ya no sólo para distanciarse del marxismo vulgar (como había ocurrido con anterioridad) sino también, aunque con matices, del andamiaje marxista estructuralista. En la tercera estación que acontece con el retorno de la democracia (1983) y se extiende hasta el ocaso del gobierno alfonsinista (1989), intelectuales de la educación regresaron al país y ocuparon importantes posiciones en el campo educativo que les permitió fundamentar políticas educativas. Las elaboraciones y debates conceptuales desplegados alrededor del corpus bourdiano durante el exilio continuaron pero bajo una responsabilidad institucional urgida por la necesidad de erigir un estable sistema (social, político y educativo) democrático.

En este profuso recorrido, Amar realiza atractivos ejercicios hermenéuticos como sugerir que el apego de intelectuales de la educación al libro La Reproducción de Bourdieu y Passeron (1970) junto con la disponibilidad irregular de otros textos (que fundamentaban ya en los años 50 y 60 al estructuralismo constructivista bourdiano), terminaron por encerrar al sociólogo francés en los confines de una corriente pedagógica que él mismo autor abjuró: el crítico-reproductivismo. De este modo, en los años 80, algunos intelectuales de la educación adolecieron de otras herramientas conceptuales bourdianas para abordar el fenómeno educativo y sucumbieron a una crítica al legado del sociólogo francés que, parafraseando a Bourdieu, resultaba un mal entendido, propio del hiato entre campo de producción y campo de recepción.

Bajo el copioso recorrido cronológico construido por Amar es posible vislumbrar dos vectores constantes en las apropiaciones pedagógicas de Bourdieu a manos de intelectuales de la educación que viajan por los años 70 y 80: asumir la condición específica (latinoamericana o nacional) de nuestros sistemas educativos y vertebrar propuestas político-educativas desde un enfoque crítico sólidamente fundamentado. El libro de Amar dibuja así trazos pedagógicos indispensables para una nueva generación intelectual dispuesta a encontrar ecos en el pasado ante la tarea de dirimir los problemas socioeducativos del presente.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons