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versión impresa ISSN 1666-485Xversión On-line ISSN 1668-723X

Tópicos  no.32 Santa Fe dic. 2016

 

ARTÍCULOS

Habilidades anómalas. Una defensa de la epistemología anti-suerte

 

Abel Wajnerman Paz*

 


Resumen: Pritchard sostiene que la condición de habilidad y la condición de seguridad le imponen demandas independientes al conocimiento, i.e., que la satisfacción de una no implica la satisfacción de la otra y que, por lo tanto, ninguna de ellas es suficiente por sí misma para ofrecer una caracterización adecuada de esta noción. Argumento, por el contrario, que no hay buenas razones para pensar que la condición de seguridad es insuficiente. Empleando algunos conceptos de Greco y Pritchard y Kallestrup para caracterizar a las habilidades cognitivas y el caso del mentiroso consistente de Lackey, argumento que TEMP, el caso clave de Pritchard para mostrar que puede haber seguridad sin habilidad, no funciona porque el proceso cognitivo relevante constituye una realización legítima, aunque anómala, de una habilidad.

Palabras Clave: Conocimiento, seguridad, habilidades cognitivas, realización.

Abstract: Pritchard maintains that the ability and the safety conditions impose independent demands on knowledge, i.e., that satisfying only one of them is not sufficient to acquire knowledge. I argue that there are no good reasons to suppose that the safety condition is not sufficient. I claim that TEMP, the key case proposed by Pritchard to show that there can be safety without ability, fails because therelevant cognitive process constitutes a legitimate, although anomalous, realization of a cognitive ability.

Key Words: Knowledge, Safety, Cognitive Abilities, Realization.


 

1. Introducción

Desde hace un tiempo, la tarea de ofrecer una elucidación de la noción de conocimiento, una caracterización informativa, no circular y que pueda acomodar nuestras intuiciones epistemológicas más salientes, ha caído en descrédito dados los numerosos intentos fallidos de llevarla a cabo. Recientemente, Pritchard1 se ha propuesto superar este escepticismo respecto de lo que llama "el proyecto analítico" en teoría del conocimiento. Su propuesta parte de un diagnóstico peculiar respecto del fracaso del proyecto analítico. Considera que las dificultades principales derivan de no haber distinguido claramente dos intuiciones sobre el conocimiento.

La primera es la intuición familiar de que cuando uno conoce, el éxito cognitivo (que uno tenga una creencia verdadera) no se da por suerte. Siguiendo a Pritchard, podemos llamar a esta intuición la "intuición anti-suerte". La segunda intuición, que Pritchard llama "la intuición de habilidad", es la de que el conocimiento requiere habilidad cognitiva en el sentido de que cuando uno sabe, el éxito cognitivo se debe a la habilidad cognitiva del sujeto. Comúnmente se considera que estas intuiciones están vinculadas conceptualmente, que un compromiso con una implica un compromiso con otra. El éxito cognitivo no se da por suerte si es el resultado de una habilidad cognitiva y, conversamente, si el éxito cognitivo no se da por suerte, entonces el resultado del ejercicio de una habilidad cognitiva.

Pritchard argumenta que la tesis sobre la relación entre estas dos intuiciones es falsa. Considera que estas imponen demandas epistémicas independientes sobre una teoría del conocimiento y que sólo cuando uno reconoce este hecho puede ofrecer una elucidación adecuada de la noción de conocimiento. Para argumentar a favor de este punto explora dos populares enfoques contemporáneos, cada uno de los cuales se centra en una de las dos intuiciones mencionadas. Por un lado, Pritchard argumenta en contra de la llamada "epistemología anti-suerte" cuyo núcleo es una condición anti-suerte, basada en la intuición anti-suerte. Propone un ejemplo, TEMP, en el que no hay conocimiento aunque se satisface la condición anti-suerte, aparentemente el sujeto no adquiere su creencia por medio del ejercicio de una habilidad cognitiva. Por otro lado, propone una serie de ejemplos en contra de una familia de propuestas, conocidas como "epistemologías de la virtud" que se centran en dar cuenta da la intuición de habilidad proponiendo una condición de habilidad para el conocimiento. En estos ejemplos ocurre que no hay conocimiento porque aunque se satisface la condición habilidad, la creencia del sujeto es verdadera por suerte. Las fallas de estas propuestas pueden ser superadas, según Pritchard, si tomamos a las dos intuiciones como imponiendo demandas independientes, como requiriendo dos condiciones diferentes para el conocimiento. El resultado de satisfacer estas demandas es la posición que Pritchard llama "epistemología anti-suerte de la virtud" y que nos permitiría responder a los problemas que enfrentan los otros dos enfoques.

En este trabajo argumento, en contra de Pritchard, que las intuiciones están efectivamente relacionadas al menos en el sentido que sugiere la epistemología anti-suerte. Considero que no hay buenas razones para pensar que la satisfacción de una condición anti-suerte no implique la satisfacción de una condición de habilidad. En este sentido, una formulación adecuada de la condición anti-suerte sería suficiente para caracterizar el conocimiento. Específicamente, sostengo que si ponemos de relieve algunos rasgos centrales de las habilidades cognitivas podemos a la vez dar un diagnóstico adecuado de nuestra primera impresión sobre el caso central en contra de la epistemología anti-suerte y explicar por qué no funciona.

En la sección 2 considero el caso TEMP, que Pritchard propone en contra de la epistemología anti-suerte. Argumento que las razones por las que Pritchard considera que el sujeto del caso (Temp) no manifiesta habilidad cognitiva no son sostenibles. En la sección 3 desarrollo algunas ideas sobre la naturaleza de las habilidades cognitivas tomando ciertos conceptos de Greco2 y Pritchard y Kallestrup3. En la sección 4 empleo estas ideas para mostrar de dónde surge la impresión de que Temp no cumple la condición de habilidad y por qué debemos sostener que sí lo hace. Sostengo que la característica relevante del caso (responsable de la impresión de que no hay conocimiento) es que las condiciones ambientales que hacen que la habilidad del sujeto sea confiable no son las que normalmente contribuyen a dicha confiabilidad. Argumento que, sin embargo, esta característica no impide que la habilidad se manifieste (y por lo tanto se cumpla la condición de habilidad). Del mismo modo que un mismo proceso cognitivo puede ser realizado por diferentes bases físicas (diferentes tipos de estructuras neuronales o no neuronales), una misma habilidad cognitiva puede manifestarse por medio de diferentes condiciones ambientales. En particular, argumento que un caso proveniente de la epistemología del testimonio, el caso del mentiroso consistente de Lackey,4 implica que un sujeto puede adquirir conocimiento aunque los factores relevantes del entorno sean muy diferentes a los usuales. Considero que esto implica que Temp sí manifiesta habilidad. Por estos motivos creo que podemos desestimar el tipo de caso que Pritchard toma como crucial para mostrar que la epistemología anti-suerte no puede, por sí misma, caracterizar al conocimiento.

2. Seguridad sin habilidad

Pritchard defiende una versión particular de la condición anti-suerte: la condición de seguridad. Considera que la seguridad permite lidiar mejor que su rival más saliente, la condición de sensibilidad, con una serie de casos clave de suerte epistémica.5 Más recientemente, Pritchard propone una defensa peculiar de la condición de seguridad basándose no en la consideración de casos específicamente epistémicos sino en una noción modal de suerte en general.6 Brevemente, una creencia es segura si y sólo si la base que la produce en el mundo actual no produce creencias falsas en mundos cercanos.7 En lo que resta del trabajo no discutiré esta caracterización de la noción anti-suerte sino que, dándola por sentado, consideraré la tesis de Pritchard de que la satisfacción de la condición de habilidad que proponen las epistemologías de la virtud no implica ni es implicada por la satisfacción de la condición de seguridad.

En "Anti-Luck Virtue Epistemology", Pritchard propone un caso en el que se satisface la condición de seguridad, pero esto presuntamente no se debe al funcionamiento de una facultad cognitiva. El caso TEMP, consiste en un sujeto, Temp, que forma sus creencias sobre la temperatura de un cuarto consultando un termómetro. Sus creencias son confiables en tanto cualquier creencia formada sobre esta base será verdadera. Más aún, Temp no tiene razón alguna para pensar que algo funciona mal con el termómetro. Pero ocurre que el termómetro está en realidad roto y que fluctúa arbitrariamente dentro de un rango. Sin que Temp lo sepa, hay un agente escondido en el cuarto que controla el termostato y cuyo trabajo es asegurarse de que cada vez que Temp consulte el termómetro, la temperatura que éste indique se corresponda con la temperatura en el cuarto.

Intuitivamente, según Pritchard, Temp no puede saber la temperatura del cuarto consultando un termómetro roto, incluso si tenemos la garantía de que sus creencias serán verdaderas. Lo el autor cree que subyace a la intuición de que Temp carece de conocimiento es, que aunque sus creencias satisfacen la condición de seguridad, no son adquiridas por medio de una habilidad cognitiva. En particular, Pritchard considera que la falla epistémica de las creencias de Temp es que exhiben una dirección incorrecta de adecuación respecto de los hechos, pues aunque sus creencias formadas sobre esta base serán correctas, su corrección no tiene nada que ver con las habilidades de Temp y dependen enteramente de alguna característica externa a su agencia cognitiva.8

Examinando las consideraciones de Pritchard recién mencionadas, podemos explicitar tres razones diferentes para explicar por qué el proceso de Temp no implica el ejercicio de una habilidad cognitiva. Considero que ninguna de estas razones funciona. En primer lugar, Pritchard afirma que el hecho de que la creencia de Temp sea verdadera depende muy fuertemente de factores del entorno que el sujeto no controla. Ahora bien, la dependencia respecto de factores del entorno es algo que se aplica a cualquier habilidad cognitiva. Como veremos en la próxima sección, tanto la posesión como la manifestación de las habilidades cognitivas son relativas a ciertas condiciones externas. Que la visión, por ejemplo, constituya una habilidad cognitiva depende de que se den en el entorno ciertas condiciones (cierta iluminación, distancia, orientación, etc.) que hacen que esta produzca mayormente creencias verdaderas.

En segundo lugar, la impresión de que el éxito cognitivo no depende de la habilidad de Temp puede surgir, como afirma Pritchard, de que "se invierte la relación de adecuación".9 Esta expresión parece aludir al hecho de que se invierte la dirección causal entre lo que Temp toma como evidencia, i.e., las lecturas del termómetro, y los hechos que esa evidencia indica, i.e., la temperatura del ambiente. En los contextos usuales, las diferentes temperaturas causan diferentes lecturas en un termómetro, pero en TEMP las diferentes lecturas causan, por medio del agente oculto, diferentes temperaturas. Nuevamente, no creo que esta inversión implique una irregularidad problemática para el proceso cognitivo de Temp. En muchos casos la evidencia respecto de un hecho p es la causa y no el efecto de p. Comúnmente podemos rastrear una propiedad no sólo por medio de sus efectos sino también por medio de sus causas. Por ejemplo, podemos rastrear confiablemente instancias de la propiedad de estar hirviendo de una muestra de agua a, tomando como evidencia información sobre la temperatura de a, la causa de la instanciación de dicha propiedad. Este tipo de razonamiento de causa a efecto parece ser una instancia legítima de nuestra habilidad de razonar. Por este motivo, la inversión causal entre hechos y evidencia no implica que Temp no cumpla una condición de habilidad.

Por último, tal vez el problema que ve Pritchard no es tanto que la habilidad de Temp dependa de condiciones externas sino el hecho de que lo externo sea un agente cognitivo diferente de Temp y que, de este modo, la verdad no depende de la "agencia cognitiva"10 de Temp mismo sino de la de alguien más. Considero que Pritchard tampoco puede sostener que éste sea un factor que impida la adquisición de conocimiento. La razón es que en muchos casos de conocimiento testimonial sucede precisamente esto: adquirimos conocimiento aun cuando la verdad de nuestra creencia depende mayormente de los procesos cognitivos de otro sujeto (en este caso, el que ofrece testimonio). Pritchard mismo considera que no debemos ser escépticos respecto del conocimiento testimonial. Más aún, los casos de conocimiento testimonial son una pieza clave en su argumentación en contra de la epistemología de la virtud (ver caso JENNY)11. Esto quiere decir que la agencia cognitiva externa tampoco implica la ausencia de habilidad en TEMP. El hecho de que la verdad de la creencia de Temp dependa mayormente de un agente externo no implica que no se satisfaga la condición de habilidad.

Por estos motivos creo que la impresión de que la seguridad de la creencia de Temp no depende de sus habilidades no surge del hecho de que dicha seguridad dependa fuertemente de factores del entorno, de otro agente cognitivo o de un orden causal "inverso" entre hechos y evidencia. Considero que la fuente de dicha impresión es otra. En la próxima sección discutiré algunos conceptos relevantes para caracterizar a las habilidades que considero que serán relevantes, en la sección 4, para ofrecer un diagnóstico más adecuado respecto de TEMP.

3. Habilidades y entornos

Como señalé previamente, la idea de que las habilidades son relevantes para caracterizar al conocimiento ha sido desarrollada por una familia de propuestas que se conocen comúnmente como epistemologías de la virtud.

En esta sección, me interesa señalar aspectos de las habilidades que han sido enfatizadas por algunas de estas propuestas.

La versión de Greco12 de la epistemología de la virtud relativiza las habilidades a entornos y condiciones. Donde R es un resultado que la habilidad nos permite alcanzar exitosamente y C es un rango de condiciones relevantes para la manifestación de una habilidad, un sujeto S tiene una habilidad H (R/C) relativa a un entorno E si y sólo si, S tiene una alta tasa de éxito en conseguir R a lo largo del conjunto de mundos cercanos W donde S está en C y en E. El caso que propone Greco para ilustrar la relevancia de este requisito13 deja ver que éste apunta a un rasgo bastante obvio de las habilidades. Cuando decimos que un jugador de baseball tiene la habilidad de batear bolas rápidas, claramente no consideramos que puede manifestarla en cualquier situación, sino que puede hacerlo (tiene una alta tasa de éxitos en batear bolas rápidas) sólo relativamente a un conjunto de condiciones relevantes (por ejemplo, que no tenga arena en los ojos) y en un entorno adecuado (es decir, en entornos normales para jugar al baseball, por ejemplo, no debajo del agua o en medio de una tormenta).

Pritchard y Kallestrup proponen un conjunto de categorías que considero útiles para refinar la caracterización de los entornos de Greco. Los autores hacen estas distinciones en el contexto de su ataque a una versión robusta de la epistemología de la virtud, que sostiene que satisfacer una condición de habilidad es suficiente para el conocimiento. Pritchard y Kallestrup consideran que dicha condición es sólo necesaria. Usan las categorías que describo a continuación para (entre otros objetivos) desestimar la posibilidad de que una propuesta como la de Greco mine la efectividad del caso que proponen en contra de la epistemología de la virtud robusta. Aquí no determinaré si la estrategia es efectiva respecto de este fin. Sólo describiré las categorías relevantes y mostraré, retomando el ejemplo de Greco, su relevancia para la caracterización de las habilidades.

Pritchard y Kallestrup proponen dividir el entorno del sujeto que manifiesta una habilidad en tres regiones caracterizadas por la relación modal que el sujeto guarda con ellas.14 El entorno local del sujeto es donde el sujeto se encuentra actualmente. Si la habilidad relevante del sujeto es, por ejemplo, la visión, el entorno local contiene los objetos y propiedades que son las causas próximas de sus experiencias visuales actuales. Si el sujeto percibe visualmente que p, entonces el hecho de que p es parte de su entorno local, es un hecho local. Otras características locales tienen que ver con las diferentes condiciones de trasfondo para el ejercicio de la habilidad (en el caso de la visión, éstas serían la iluminación, distancia, orientación, etc.). Este punto es importante, dado que implica que Pritchard y Kallestrup no separan entre entorno ("E" en el requisito de Greco) y condiciones normales ("C"). El entorno incluye dichas condiciones. En la caracterización que propongo al final de esta sección sigo a los autores en esta simplificación conceptual.

El entorno regional del sujeto no es donde el sujeto está actualmente situado ni donde típicamente forma sus creencias. Contiene los objetos y propiedades con los que fácilmente hubiese estado conectado causalmente. Si un hecho q es tal que el si el sujeto no hubiese percibido p entonces hubiese percibido q, entonces q pertenece al entorno regional, es un hecho regional. Los hechos regionales son posibilidades cercanas, pero no despeñan un rol causal en producir la experiencia actual del sujeto, en la que basa su creencia de que p. Finalmente, el entorno global del sujeto es donde está normalmente localizada, aunque no en el momento presente. Contiene los objetos y propiedades con los que normalmente interactúa causalmente. Según Pritchard y Kallestrup, los hechos globales son todos los hechos que se extienden espacio-temporalmente más allá de los hechos regionales. Asumiendo que S gemela percibe el hecho local de que p, según los autores, el hecho de que r es un hecho global sólo si S no hubiese percibido que r si no hubiese percibido que p. Dada la localización actual de S gemela, los hechos globales no son sólo causalmente ineficaces respecto de sus experiencias perceptuales actuales, sino que son posibilidades perceptuales (modalmente) distantes.

Considero que hay una inconsistencia en la caracterización de los entornos globales que es relevante considerar (y corregir) para lo que sigue. Pritchard y Kallestrup afirman por un lado que el entorno global es donde normalmente está localizado un sujeto, los hechos o condiciones con los que normalmente interactúa. Por otro lado, afirman que se trata de un entorno que está modalmente más allá del entorno regional, en el sentido de que está constituido por hechos con los que no interactuaría fácilmente (con los que no interactúa en mundos cercanos). Considero que el primer rasgo es incompatible con el segundo. Es claro que los hechos con los que un sujeto interactúa normalmente pueden ser (y de hecho frecuentemente son) hechos con los que interactúa actualmente o en mundos cercanos. En lo que sigue consideraré que sólo el primer rasgo es constitutivo del entorno global (lo cual, como veremos, coincide con el uso que Pritchard y Kallestrup hacen de la noción). De esta manera, sostengo que entorno global puede incluir hechos regionales o locales (aunque no lo hace necesariamente). Cuando retomemos el caos de Greco podremos ver este punto más claramente.

Pritchard y Kallestrup consideran que no todos los entornos son relevantes para decir que un sujeto satisface una condición de habilidad. En particular, consideran que no hace falta que la habilidad sea confiable en el entorno regional, sino sólo en el global, en el entorno en el que el sujeto ejercita normalmente dicha habilidad. Para que una función constituya una habilidad basta con que sea confiable en las circunstancias normales en las que es adquirida mediante aprendizaje y sostenida con la práctica. Entornos anormales cercanos (es decir, regionales) no pueden quitarle una habilidad que puede manifestar en condiciones normales. Como señalan los autores, el caso de Greco sobre el jugador de baseball confirma este punto. Supongamos que hay un jugador de baseball que está en condiciones normales (buena iluminación, no mucho viento, sin arena en sus ojos, etc.), pero que está en circunstancias tales que malas condiciones son modalmente cercanas (por ejemplo, hay una tormenta muy fuerte cerca de donde está jugando y esta tormenta podría fácilmente haber ocurrido en el campo de juego). Es decir, hay malas condiciones en el entorno regional. En este caso, parece obvio que puede exhibir o manifestar su habilidad sin problema, a pesar de lo que sucede a nivel regional.15

Ahora bien, considero que el caso descripto muestra que la satisfacción de la condición de habilidad requiere que las condiciones favorables se den no sólo en el entorno global sino también en el local. Es decir, no sólo hace falta que la presunta habilidad sea confiable en los entornos en los que se ejercita normalmente, sino que tiene que ser confiable en el entorno actual del sujeto. El jugador de baseball manifiesta una habilidad tanto porque en condiciones normales tiene una alta tasa de éxitos en batear bolas rápidas, como porque actualmente se dan dichas condiciones favorables. Si el jugador tuviese los ojos completamente cubiertos de arena, por ejemplo, claramente diríamos (asumiendo que batea usando sólo información visual) que su éxito actual se debe a la suerte y no a su habilidad. Hay que señalar que esta restricción adicional no afecta a posición de Pritchard y Kallestrup, dado que para responder a Greco sólo necesitan excluir al entorno regional como relevante para la condición de habilidad.

Es importante notar, además, que la relevancia del entorno local para la condición de habilidad implica que ésta requiere que el sujeto no sólo posea una habilidad sino que también la manifieste. Considero que esta distinción es necesaria para una caracterización plausible de nuestras atribuciones de habilidades. Si el jugador de baseball tiene actualmente arena en los ojos entonces no diríamos que carece de la habilidad de batear bolas rápidas, i.e., que deja de ser un buen bateador de bolas rápidas, sino sólo que no puede manifestar o ejercer dicha habilidad en las condiciones actuales. Sin embargo, esto basta para que digamos que su éxito (haber bateado una la bola rápida) no se debe a su habilidad sino a la suerte, i.e., que no se cumple la condición de habilidad. Podemos decir que las condiciones que se dan en el entorno global son necesarias para poseer una habilidad mientras que las que se dan en el local son necesarias para ejercerla o manifestarla. Tanto la posesión como la manifestación son necesarias para cumplir con la condición de habilidad. Si bien Pritchard y Kallestrup no consideran la idea de manifestación en su tratamiento de la propuesta de Greco, ella aparece en su consideración de la propuesta de Sosa. Sosa16 sostiene que el conocimiento requiere de la manifestación de las habilidades cognitivas (habilidades que éste construye como disposiciones). Pritchard y Kallestrup parecen coincidir con la idea de que la manifestación de habilidades se da sólo en el entorno local.17

Es importante también resaltar que las condiciones del entorno local que hacen posible la manifestación de una habilidad son frecuentemente las mismas condiciones que constituyen el entorno global (las que normalmente hacen confiable nuestra habilidad). La ausencia de arena en los ojos del jugador de baseball, por ejemplo, es una condición que hace normalmente confiable su habilidad pero que también permite que se manifieste actualmente. Como señalé más arriba, el entorno global y el local pueden solaparse. Siguiendo ahora las consideraciones desarrolladas en esta sección podemos ahora dar una caracterización de la condición de habilidad.

Hab: Un sujeto S tiene éxito cognitivo R (creencia verdadera) a causa de su habilidad cognitiva H relativa a un entorno E si y sólo sí (i) S obtiene confiablemente R en E, (ii) E constituye el entorno global de S y (iii) E constituye el entorno local de S

En la siguiente sección emplearé esta caracterización de la condición de habilidad para explicar qué subyace a la impresión de que Temp no cumple con la condición de habilidad. Argumentaré además a favor de una pequeña modificación de la misma que implica, por el contrario, que Temp sí cumple con dicha condición.

4. Habilidades y condiciones anómalas

Considero que Temp tiene una habilidad relevante, i.e. cumple con las condiciones i y ii descriptas más arriba, pero que sin embargo parece no poder manifestarla, dado que no cumple con iii. Temp posee habilidad porque adquirir una creencia sobre la temperatura del entorno sobre la base de la percepción de las lecturas de un termómetro es, después de todo, un proceso que resulta confiable en los entornos normales en los que lo empleamos (el entorno global). Sin embargo, parece que Temp no manifiesta su habilidad y esto puede explicarse por el hecho de que no se dan en el entorno local las condiciones que normalmente hacen confiable al proceso, i.e., las condiciones que constituyen el entorno global. En particular, lo que en los entornos normales hace que la percepción de las lecturas de un termómetro indique confiablemente la temperatura del ambiente es el funcionamiento normal del mecanismo del termómetro, que es lo que está fallando en TEMP. Podemos pensar que al no darse actualmente las condiciones normales para la manifestación de esta habilidad, la habilidad no se manifiesta.

Ahora bien, hay que notar que el proceso de Temp sí es confiable, que produce mayormente creencias verdaderas. Esto es posible por la presencia de condiciones ambientales diferentes de las que operan normalmente. En particular, la confiabilidad depende de la presencia del agente que controla el termostato. Sin embargo, considero que este hecho no impide que se manifieste la habilidad. La impresión inicial sobre TEMP está sesgada por la tesis implausible de que la manifestación de una habilidad requiere de la presencia, en el entorno local, de las mismas condiciones que operan en el entorno global. Sostendré que el caso del mentiroso consistente de Lackey nos muestra que, del mismo modo que una misma función psicológica puede ser realizada por diferentes bases físicas, una misma habilidad puede manifestarse por medio de diferentes condiciones ambientales. Es decir, aunque la manifestación de una habilidad requiere que se den condiciones que la hacen confiable, éstas no deben ser necesariamente las que normalmente la hacen confiable. De un modo un poco más formal, argumentaré que la condición de habilidad debería tener la siguiente forma:

H: Un sujeto S tiene éxito cognitivo R (creencia verdadera) a causa de su habilidad cognitiva H relativa a un entorno E1 si y sólo sí: (i) S obtiene confiablemente R en E1, (ii) S obtiene confiablemente R en E2, (iii) E1 constituye el entorno global de S (iv) E2 constituye el entorno local de S y (v) E1 y E2 no son necesariamente idénticos

Esta versión de la condición de habilidad se caracteriza por dejar abierta la posibilidad de la realizabilidad múltiple de las habilidades cognitivas. Antes de llegar a este punto, diré algo sobre la noción de realizabilidad múltiple. Como es sabido, Putnam18 propuso originalmente la idea de que las capacidades y propiedades psicológicas no se identifican con propiedades físicas del cerebro sino con perfiles funcionales abstractos, los cuales plausiblemente puedan estar realizados en múltiples estados cerebrales de distinto tipo. En otro de los trabajos fundacionales de la discusión en torno a la noción de realización, Block y Fodor19 fundamentaron un poco más profundamente la idea en algunos casos concretos (por ejemplo, casos de plasticidad neuronal y de inteligencia artificial). El debate en torno a realizabilidad múltiple se ha revitalizado recientemente. En los últimos años, varios filósofos de la mente y de las ciencias cognitivas se volcaron a la tarea de elucidar la noción de realización, que hasta ahora se había mantenido relativamente ambigua.20 Más aún, la tesis de que hay realización múltiple ha sido discutida, por ejemplo, por Bechtel y Mundale21, Bickle22, Shagrir23 y Shapiro24. Sin embargo, hay evidencia reciente que apunta a favor de que haya realización múltiple incluso en funciones de muy bajo nivel (i.e., muy cercanas a un nivel puramente neuronal). Por ejemplo, Se han propuesto recientemente ciertos procesos computacionales llamados "computaciones neuronales canónicas", que son implementados por circuitos neuronales muy diferentes para llevar a cabo ciertas tareas cognitivas.25

Ahora bien, como vimos, las habilidades cognitivas no sólo están constituidas por representaciones y operaciones internas al sujeto (que constituyen casos típicos de entidades múltiplemente realizables) sino también por factores del entorno, que contribuyen a su confiabilidad. La pregunta que debemos hacernos entones (para poder evaluar adecuadamente a TEMP) es si una habilidad puede instanciarse (o "manifestarse") por medio de la presencia de diferentes factores ambientales. Si las habilidades son múltiplemente realizables en este sentido, el hecho de que los factores en entorno local TEMP sean diferentes a los que se dan en el entorno global no impide que Temp manifieste una habilidad.

Creo que la consideración de un caso recientemente discutido en epistemología del testimonio nos muestra que las habilidades pueden ser múltiplemente realizadas de esta manera. Lackey ofrece un caso, llamado "mentiroso consistente" para defender una de sus tesis centrales sobre el conocimiento testimonial: Que la confiabilidad de la creencia no es necesaria para la confiabilidad del testimonio. Veamos de qué se trata. Bertha es una joven que como resultado de una lesión cerebral tiene una disposición a mentir respecto de sus percepciones visuales respecto de animales salvajes. Sus padres deciden llevarla al neurocirujano, quien cree que es necesario operarla pero que se da cuenta al mismo tiempo que la lesión no puede revertirse. Por lo tanto, decide generar una segunda lesión que produce fallas sistemáticas en su adquisición de creencias a partir de experiencias visuales de animales salvajes. Como resultado de esta lesión, Bertha se convierte en una creyente radicalmente no confiable pero consistente, respecto de sus experiencias de animales salvajes y en una testigo radicalmente no sincera pero muy consistente, respecto de esta información. Por ejemplo, cada vez que ve un ciervo cree que vio un caballo y testifica no sinceramente que vio un ciervo. Cuando ve una jirafa cree que ve un elefante y testifica haber visto una jirafa, y así sucesivamente. Por lo tanto, la lesión que produjo el médico, convierte a Bertha en una testigo confiable respecto de su percepción de animales salvajes26.

Ha habido cierta discusión en torno a las implicaciones de este caso. A pesar de estas diferencias, la discusión parte de que podemos efectivamente adquirir conocimiento a partir del testimonio de Bertha. Las diferencias giran en torno a qué explica el conocimiento en este caso27. El punto que nos interesa aquí es que el modo anómalo en que funciona el proceso de Bertha no nos impide adquirir conocimiento. Este caso es semejante a Temp en el siguiente respecto. En Temp tenemos como estímulo una propiedad P del entorno (las lecturas del termómetro) a partir del cual adquirimos cierta creencia sobre otra propiedad Q del entorno (sobre la temperatura del entorno). El mecanismo que vincula comúnmente a P y Q está fallando, pero la correlación es reestablecida por medio de otro mecanismo (en particular, un agente que controla el termostato según las lecturas del termómetro). En caso de Bertha tenemos nuevamente una propiedad P del entorno (la emisión de Bertha de la oración que expresa que hay un Q en el entorno) a partir de la cual adquirimos cierta creencia sobre otra propiedad Q (la propiedad a la que refiere la oración emitida por Bertha). El mecanismo que conecta normalmente a P y Q en los casos usuales de testimonio no funciona (Bertha miente compulsivamente sobre la presencia de Qs), pero la correlación entre P y Q es reestablecida por medio de otro mecanismo (se modifica el funcionamiento normal del sistema perceptual de Bertha de modo tal que mine su intención de mentir).

Habíamos dicho que la única explicación plausible de que Temp no tiene conocimiento es que el mecanismo que hace confiables las lecturas del termómetro es diferente del usual, del que se manifiesta en el entorno global y que esto impide la manifestación de su habilidad. Pero en el caso de Bertha sucede exactamente lo mismo y sin embargo podemos adquirir conocimiento a partir de su testimonio. Si, como piensa Pritchard, las habilidades son necesarias para adquirir conocimiento, tenemos que pensar que el mecanismo anómalo de Bertha no impide la manifestación de la habilidad del sujeto de conocimiento. Esto quiere decir que debemos admitir que las habilidades cognitivas pueden realizarse múltiplemente también respecto de los factores relevantes del entorno. Por lo tanto, Temp manifiesta habilidad. Pero entonces, si la creencia de Temp es segura y resulta de una habilidad, no tenemos razones para sostener que no tiene conocimiento, según la idea de Pritchard de que las dos intuiciones medulares para el conocimiento son la de habilidad y la anti-suerte. Por lo tanto TEMP no nos sirve para mostrar que puede haber seguridad sin habilidad.

Para terminar, quisiera señalar que la noción de realización múltiple se puede aplicar aquí en un sentido literal, y no meramente metafórico o analógico. Creo que afirmar que la habilidad de adquirir conocimiento a partir del testimonio se manifiesta en el caso de Bertha implica que las habilidades pueden realizarse al menos en uno de los sentidos de "realización" discutidos actualmente en la literatura. Uno de los enfoques dominantes en el debate en torno a la noción de realización es el llamado "dimensionado" o "internivel". El enfoque dimensionado es propuesto y defendido principalmente por Gillett y Aizawa.28 Muy brevemente, esta concepción entiende que la realización es una relación que puede darse entre una actividad o capacidad de un objeto y las actividades y organización de los componentes que constituyen el mecanismo subyacente a esta capacidad. Según este enfoque una función puede ser múltiplemente realizada porque puede ser llevada a cabo por diferentes mecanismos, esto es, por estructuras constituidas por diferentes componentes, actividades y organización. Ahora bien, vimos esto es justamente lo que ocurre en los casos de Bertha y Temp. La parte externa de la disposición o función que constituye la habilidad cognitiva de estos sujetos, la correlación externa entre su evidencia y el hecho conocido, se da en diferentes ocasiones en virtud de diferentes mecanismos, es decir, diferentes estructuras de componentes. En el caso de Bertha, el mecanismo que subyace a la correlación entre lo que atestigua y lo que ocurre en el mundo difiere del usual en cómo están organizados sus componentes: las relaciones entre percepción y creencia, y entre creencia y expresión están alteradas. En el caso de Temp, la correlación relevante entre evidencia y hechos es llevada a cabo por un mecanismo que tiene un componente nuevo (el agente externo y el termostato) y varios componentes de menos (los que constituyen el mecanismo normal del termómetro). De esta manera, las instanciaciones anómalas de estas habilidades implican que estas son múltiplemente realizables al menos según una de las nociones dominantes de realización.

4. Conclusión

Presenté razones en contra del ejemplo de Pritchard que pretende mostrar que puede haber seguridad sin habilidad. Argumenté que las razones que sugiere Pritchard a favor de que Temp no manifiesta habilidad no son plausibles. Sostengo que el modo más razonable de explicar la ausencia de habilidad es por medio de la ausencia de las condiciones que usualmente la hacen confiable. Sostuve que, sin embargo, del mismo modo que admitimos que diferentes bases físicas internas al sujeto puedan realizar una misma función psicológica, diferentes condiciones físicas del entorno pueden posibilitar la manifestación de una habilidad cognitiva. Por estos motivos considero que el ejemplo de Pritchard no es concluyente en contra de la idea de que la epistemología anti-suerte puede proporcionar una elucidación adecuada de la noción de conocimiento.

 

Recibido: 05/2016; aceptado: 10/2016

 


* Licenciado y Doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Obtuvo Becas internas de posgrado tipo I y tipo II de CONICET, con el proyecto "Distinción y relación entre conceptos y perceptos en las diferentes formas de conocimiento perceptual". Obtuvo una Beca interna posdoctoral de CONICET, con el proyecto "La teoría computacional de la mente y la realización de los procesos cognitivos". Es miembro del grupo Cognición, Lenguaje y Percepción, que lleva adelante el Proyecto PICT-2014-3422 de ANPCyT. Dirección electrónica: abelwajnerman@gmail.com

Notas

1 Pritchard, D., "Anti-Luck Virtue Epistemology", Journal of Philosophy, 109, 2012, pp. 247-279.         [ Links ]

2 Greco, J., "The Nature of Ability and the Purpose of Knowledge", Philosophical Issues, 17, 2007, pp. 57-69.         [ Links ]

3 Pritchard, D. y Kallestrup, J., "Virtue Epistemology and Epistemic Twin Earth", European Journal of Philosophy, 22, 2014, pp. 335-57.         [ Links ]

4 Lackey, J., Knowing from words, Oxford, Oxford University Press, 2008.         [ Links ]

5 Pritchard, "Anti-Luck Virtue Epistemology", pp. 249-259.

6 La defensa más acabada de su concepción modal de la suerte se encuentra en Pritchard, "Anti-Luck Epistemology and the Gettier Problem", Philosophical Studies, 172, 2014, pp. 93-111.         [ Links ]

7 Ibíd., p. 99.

8 Pritchard, "Anti-Luck Virtue Epistemology", p. 260.

9 Ibíd.

10 Ibíd.

11 Ibíd., p. 269.

12 Greco, J., Achieving Knowledge, Cambridge, Cambridge University Press. 2009,         [ Links ] y Greco, J., "The Nature of Ability and the Purpose of Knowledge", en Philosophical Issues, 17, 2007, pp. 57-69.         [ Links ]

13 Greco, J., "The Nature of Ability and the Purpose of Knowledge", Cap. 5.

14 Pritchard, D. y Kallestrup, J., "Virtue Epistemology and Epistemic Twin Earth", pp. 340 y 341.

15 Ibíd., p. 345.

16 Sosa, E., A Virtue Epistemology: Apt Belief and Reflective Knowledge, Oxford, Clarendon Press, 2007, Cap. 5.         [ Links ]

17 Pritchard, D. y Kallestrup, J., "Virtue Epistemology and Epistemic Twin Earth", p. 347.

18 Putnam, H., "Psychological Predicates", en W.H. Capitan & D.D. Merrill (eds.), Art, Mind, and Religion. Pittsburg, Pittsburgh University Press, 1967, pp. 37-48.         [ Links ]

19 Block, N. y Fodor J., "What Psychological States Are Not", Philosophical Review, 81, 1972, pp. 159-181.         [ Links ]

20 Véase Shapiro, L., "Multiple Realizations", Journal of Philosophy, 97, 2000, pp. 635-654;         [ Links ] Shapiro, L., The Mind Incarnate, Cambridge, MIT Press, 2004;         [ Links ] Gillett, C., "Understanding the New Reductionism: The Metaphysics of Science and Compositional Reduction", Journal of Philosophy, 104, 2007, pp. 193-216;         [ Links ] Polger, T., Natural Minds, Cambridge, MIT Press, 2004;         [ Links ] Polger, T. y Shapiro L., "Understanding the Dimensions of Realization", Journal of Philosophy, 105, 2008, pp. 213-222;         [ Links ] Aizawa, K. & Gillett, C., "The (Multiple) Realization of Psychological and other Properties in the Sciences", Mind & Language, 24, 2009, pp. 181-208;         [ Links ] Aizawa, K. & Gillett, C. "Levels, Individual Variation, and Massive Multiple Realization in Neurobiology", en Bickle (comp.) Oxford Handbook of Philosophy and Neuroscience, Oxford, Oxford University Press, 2009, pp. 529-581;         [ Links ] Endicott, R., "Flat Versus Dimensioned: the What and the How of Functional Realization", Journal of Philosophical Research, 36, 2011, pp. 191-208.         [ Links ]

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24 Shapiro, L., "Multiple Realizations".

25 Véase Chirimuuta, M. "Minimal Models and Canonical Neural Computations: The Distinctness of Computational Explanation in Neuroscience", Synthese, 191, 2014, pp. 127-153.         [ Links ]

26 Lackey, J., Knowing from words, pp. 53 y 54.

27Contrastar, por ejemplo, Lackey, J., Knowing from words, p. 55, y Goldberg, S., Relying on others, An essay in epistemology, Oxford, Oxford University Press, 2010, p. 27.         [ Links ]

28 Aizawa, K. & Gillett, C., "The (Multiple) Realization of Psychological and other Properties in the Sciences" y "Levels, Individual Variation, and Massive Multiple Realization in Neurobiology".

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