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versión impresa ISSN 1666-485Xversión On-line ISSN 1668-723X

Tópicos  no.40 Santa Fe jun. 2020

 

Reseñas y comentarios

Reseña de Han, B. C. Hegel y el poder. Un ensayo sobre la amabilidad

Juan David Almeyda Sarmiento1  juanalmeyda96@gmail.com

1Universidad Industrial de Santander, Colombia. Dirección electrónica: juanalmeyda96@gmail.com

Esta obra de Han, traducida hace poco, pero publicada originalmente en alemán en el año 2005, es un ejercicio filosófico que permite reinterpretar a, y dialogar con, un autor siempre vigente como Hegel. La propuesta del filósofo coreano no es justificar la necesidad de volver al autor de la Fenomenología del espíritu o explayarse sobre cómo pensar desde Hegel o a partir de éste (temas sobre los cuales ya existe un estado del arte donde se pueden ubicar multitud de escritos). Han busca que el lector no sólo se cuestione sobre la interpretación que normalmente se hace de esa y otras obras, sino que propende hacia un pensar más allá de Hegel. Es en este sentido, por ejemplo, que el libro quiere que se interpele un concepto víctima de malinterpretaciones al ser analizado, a saber, el concepto de poder: “Este ensayo sobre la amabilidad buscará exhibir otro tipo de esplendor del ser” (p. 10).

El ejercicio filosófico, sin embargo, no se limita a Hegel; por el contrario, la propuesta de pensar desde-y-más-alláde Hegel requiere, para Han, un trabajo híbrido en el que fluyan distintos modos del ser que alimentan y dan identidad a la propuesta hegeliana (Canetti, Heidegger, Foucault, Handke, entre muchos otros). Cada autor compone parte de la estela teórica que propone Han sobre el desarrollo conceptual del poder en Hegel: “El sondeo del espíritu hegeliano con la perspectiva del poder apunta, además, a otro propósito: hará visibles otras formas del ser que no pueden aparecer a contraluz” (p. 9).

Ahora bien, hay que tener presente que este libro de Han constituye una extensión de otros en los que él ya ha venido trabajando. Hegel es un autor que fundamenta la filosofía de Han, sus obras están permeadas en general por el pensamiento alemán; por lo tanto, esta obra sobre Hegel es una continuación de temas que ha mencionados en otros libros y, a su vez, se complementa con lo expuesto en ellos. Por ejemplo, en Filosofía del budismo zen, Muerte y alteridad, Hiperculturalidad y, especialmente, Sobre el poder.

Así, retomando el contenido mismo de la obra, para que estas formas del ser que plantea Han puedan aparecer es necesario un ejercicio de apertura de ventanas que permita dialogar a la teoría hegeliana, que permita que el sentido de los conceptos de Hegel se comunique. El concepto de amabilidad que propone Han es un reflejo de las bases hegelianas que postula a lo largo del texto, pero es necesario recalcar, nuevamente, la cualidad híbrida de este trabajo del filósofo coreano. No es solamente un elogio a Hegel, no es seguir los pasos tal y como los postula el pensador alemán, sino que es un ejercicio donde el mismo Hegel es explicado y criticado para ser complementado desde una mirada abierta que permita entender el paisaje que compone la actualidad desde un panorama completo.

El lector puede encontrar en el libro distintos momentos internos en el estilo filosófico de Han (los cuales se repiten en sus obras de manera constante). Al comienzo, Han describe minuciosamente a Hegel; a continuación, lo contrasta con uno o varios autores que permiten extender, complementar o criticar lo propuesto por aquel. Finalmente, retoma ambos momentos y los sintetiza en su propia interpretación. Ésta, repetimos, es la metodología constante en sus obras y le permite a Han, por un lado, llevar a cabo un trabajo descriptivo profundo, claro y conciso; por el otro, enriquecer el estudio de Hegel con sus ejercicios comparativos.

Así, el valor de este libro radica en su modo de intentar comprender los nuevos modos del mundo desde una mirada híbrida, irrespetuosa, la cual permite apreciar matices del ser que suelen perderse dentro de los procesos “puros” del estudio tradicional de Hegel. Esto sucede, por ejemplo, con el concepto fundamental del libro, el de amabilidad, concepto que queda definido como: “una «participación» completa, es decir, una forma intensiva del espíritu. Únicamente un entrenamiento auditivo para la amabilidad capacita al espíritu para percibir lo diverso, lo adyacente” (p. 154).

Esta delimitación conceptual, que se expande dentro del texto mismo, acarrea todo un ejercicio filosófico que atraviesa la cultura, tanto de Oriente como de Occidente, conduciendo al lector por distintos espacios y tiempos para justificar una teoría desde-y-más-alláde lo escrito por Hegel, y concluye: “La amabilidad es una mediación (...) su medio está vacío. Está libre de la interioridad orgánica. Por causa de este medio vacío es capaz de una especial apertura. El medio no es un cierre, sino apertura” (pp. 153-154).

La conclusión no sería aceptable seguramente para quienes se consideren hegelianos ortodoxos, pero tampoco para los que se sitúen en el lado contrario. En tal sentido decimos que el trabajo de Han es un trabajo filosófico en medio de Hegel que va desde-y-más-allá de él. Es allí donde radica lo particular de este ejercicio. Se trata al mismo tiempo de negar y aceptar a Hegel, con vistas a complementarlo e ir más allá de lo que dice el pensador alemán. Una lectura híbrida de Hegel, pues, en la cercanía de la lejanía, como dice Han recordando a Heidegger.

Se trata, en definitiva, de poner a contraluz poder y amabilidad. Hegel funge de luz que permite dilucidar espacios escondidos dentro de los modos de existencia del Ser. Una vez estos espacios son develados los papeles se invierten, generando así una tensión conceptual, especialmente cuando se ponen en diálogo a partir de los frecuentes entrecruzamientos entre el pensamiento hegeliano y la filosofía budista zen con la que Han constantemente recubre sus textos para generar espacios de otredad epistémica: “La otredad de la religión budista respecto del budismo tal y como lo entiende Hegel se ve particularmente clara en el budismo zen. Para Hegel seria completamente inentendible, por ejemplo, la exhortación del maestro zen Linji a matar al buda” (p. 129).

En este ejercicio filosófico es posible encontrar múltiples modos del ser que Han ha venido trabajando en otras de sus obras, especialmente la que corresponde al budismo zen, y que acá son objeto de expansión y contraste. Aquí, Hegel es el objeto de desde-y-más-allá; en otros libros fueron Foucault, Heidegger, Benjamin, Agamben, etc. El trabajo de Han es el de un demorarse conceptual desde el cual le sea posible cimentar las bases teóricas de su pensamiento para posteriormente, a modo de haiku ensayístico, presentar su visión de mundo, la cual suele ser una hibridación entre las tradiciones de Oriente y Occidente.

Recibido: 01 de Octubre de 2019; Aprobado: 01 de Diciembre de 2019

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