SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.13 número2Evolución de la concentración de sólidos útiles en leche de tambos del NE de la Provincia de Santa Fe: Período 2003-2013Bienestar en sistemas de engorde de corderos: indicadores de fisiológicos y de comportamiento índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Fave. Sección ciencias agrarias

versión impresa ISSN 1666-7719

FAVE. Secc. Cienc. agrar. vol.13 no.2 Santa Fe dic. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

El turismo rural como alternativa para el desarrollo en el norte de la provincia de córdoba.

Ferrer G.1, Barrientos M.1, Saal G.1 y Mir A. B.2

 

1 Departamento de Desarrollo Rural, Facultad de Ciencias Agropecuarias, UNC
Ing. Agr. Félix Aldo Marrone 746 / Ciudad Universitaria / CC 509 (5000) Córdoba. Tel.: (0351) 4334103 / 05 / 16 / 17
2Maestría en Políticas y Gestión del Desarrollo Local. CEA – UNC.
Correo electrónico de contacto: guillermoferre@gmail.com


 

RESUMEN

El Turismo rural constituye para los productores de tipo familiar una estrategia alternativa de desarrollo territorial orientada a la diversificación de actividades sustentables en el territorio. En el Norte de la provincia de Córdoba se llevan a cabo tres experiencias de este tipo promovidas por organismos estatales. Debido a que el turismo es una actividad que implica numerosas dimensiones de análisis  este trabajo desarrolla un marco conceptual específico basado en la teoría de sistema. La pregunta que orienta el estudio de caso se refiere a establecer las dificultades que limitan estos procesos. Se concluye que las iniciativas se encuentran en una etapa inicial que concentra el esfuerzo en consolidar internamente al grupo que la va a gestionar (en aspectos organizativos y formativos), preparar los servicios que serán ofrecidos a la hipotética demanda y generar medios adecuados de difusión para atraer a los turistas. La simultaneidad de estas actividades genera una importante tensión que el grupo debe administrar.

Palabras clave: Turismo rural; Desarrollo territorial; Cambio Rural; Extensión Universitaria.

 

SUMMARY

To family farmers, rural tourism is an alternative for local-development, aiming at diversifying sustainable activities in the territory. In Northern Córdoba (Argentina) three experiences of this kind are carried out by peasants with the support of governmental organisms. Due to tourism is an activity that calls for the conisderation of different analytical dimensions, this paper draws upon a conceptual framework based on systems theory. To identify and discuss the main constraints faced by rural tourism is the main research question followed in this case study. We conclude that these experiences are still at an early development stage where the main efforts are addressed to (a) foster the consolidation of the group who is running the initiatives (i.e., aspects related to organization and specific training); (b) set up and adjust the kind of services that will be offered to tourists; and (c) generate suitable diffusion strategies aiming at interesting tourist in the kind of activities they will offer. The management group has to handle all these issues simultaneously, which is causing significant tensions among them.

Key words: Rural tourism; Local development; Rural change; Rural extension.


 

INTRODUCCIÓN

Este trabajo analiza en forma comparativa el proceso organizativo de tres experiencias de turismo rural apoyadas por el Estado Nacional en el Norte de la provincia de Córdoba. El objetivo es evaluar, desde un enfoque sistémico-relacional, los recursos que los grupos involucrados efectivamente movilizan en un marco territorial e histórico y los obstáculos que enfrentan en el desarrollo de sus propuestas.
El turismo rural constituye una de las nuevas actividades que proponen las instituciones estatales vinculadas al desarrollo rural en la Argentina. Para los productores agropecuarios, esta actividad se erige como una alternativa económica, complemento de su producción, que permite el uso de la capacidad instalada ociosa de los establecimientos, así como también la inclusión de la mano de obra familiar no ocupada en la producción tradicional, principalmente la de mujeres y jóvenes.
Dado el mercado en expansión que tiene el turismo rural, los expertos en el tema indican que quienes desarrollan esta actividad deben aprovechar la “tendencia contraurbana” de los últimos años que evidencia una revalorización, por parte de los habitantes de las grandes ciudades, de los espacios rurales como destino turístico (11).
Los espacios rurales comenzaron a ser re-visitados conceptualmente, se los revalorizó; se los presentó como un repositorio de valores que la sociedad industrial olvidó o destruyó. Lo natural, lo auténtico, lo puro o lo personal serían algunos factores que sólo podrían hallarse en dichos espacios (11).
Por otro lado, el proceso de concentración económica ocurrido en Argentina durante los años 90 llevó a una crítica situación a una gran cantidad de productores agropecuarios y la búsqueda de alternativas impulsó al turismo rural, configurándose, en algunos casos, como la única manera viable de mantener sus establecimientos. La modificación de la función productiva tradicional que incluye la incorporación de actividades no agrícolas y servicios, en muchos casos, surge debido a la necesidad de diversificación del riesgo y generación de ingresos adicionales (9). Se produce con ello un aumento de los encadenamientos de la agricultura con otros sectores y el aumento de las ocupaciones no agrícolas de los habitantes rurales, incrementando los niveles de pluriactividad del sector (7).
Dado que el turismo rural involucra una amplia y heterogénea gama de actividades, y que una forma particular de implementarlo es a partir de un colectivo de actores que aúnan sus potencialidades, es necesario precisar las distintas modalidades de turismo rural.            Un criterio para la clasificación del turismo rural es la identificación del ámbito donde se acumula la renta generada por la actividad (11). De esta manera se reconocen las siguientes modalidades:
A) Agroturismo: la unidad de producción organiza y ejecuta las actividades de consumo y ocio, y en ella queda la renta generada.
B) Turismo en espacios rurales: la organización y ejecución de las actividades se diseñan desde fuera del espacio rural, por lo que la renta se acumula en el ámbito urbano.
C) Turismo rural: el núcleo organizador y ejecutor se localiza en el espacio rural y no solamente en la unidad productiva, por lo tanto las rentas se distribuyen acorde a la estructura societal del emprendimiento
En este sentido, la importancia del turismo rural para el desarrollo territorial (1), propicia:

  1. La creación de empleo porque la oferta de servicios turísticos en el medio rural genera una mayor demanda de mano de obra y reduce en consecuencial la emigración de las zonas rurales, especialmente de los jóvenes.

  2. Las actividades propias de este tipo de servicios son propicias para incorporar al mercado del trabajo a las mujeres y los jóvenes.

  3. La revalorización del patrimonio cultural a través de una puesta en valor del patrimonio arqueológico-histórico y las capacidades artesanales-artísticas de la población del territorio.

  4. La creación de un mercado para la producción, ya que no sólo se vende a los turistas productos primarios sin elaborar sino que estimula a los productores a desarrollar alimentos y otros productos artesanalmente elaborados, recogiendo las tradiciones regionales de procesamiento.

  5. El asociativismo, ya que la necesidad de lograr suficiente escala, obtener capacitación, resolver dificultades y satisfacer necesidades, promueve que los productores se organicen y asocien.

  6. La mejora de la calidad de alimentos y artesanías, pues promueve que los propietarios de las unidades de producción presten atención a las demandas de calidad que expresan los consumidores.

Además, es necesario precisar que existe una forma particular denominada turismo rural comunitario, al que podemos conceptualizar como una forma de gestión del turismo que aúna tres perspectivas fundamentales: i) una sensibilidad especial con el entorno natural y las particularidades culturales; ii) la búsqueda de la sostenibilidad integral (social y natural) y; iii) el control efectivo del negocio turístico por parte de la comunidad (14).
La realidad actual muestra que el turismo rural en sus diversas modalidades es un fenómeno en expansión en América Latina. Ya existen en la región numerosos “paquetes turísticos” que ofrecen al visitante la posibilidad de permanecer en fincas donde no sólo descansan y disfrutan del paisaje rural, sino que se involucran con la forma de vida del productor y de su familia (13). Asimismo, en toda latinoamericana, existen diversas asociaciones que abordan el turismo rural bajo distintas modalidades, entre ellas, el turismo de base comunitaria, una de las cuales es la RATURC1 en Argentina.

Las experiencias de turismo rural en el norte de Córdoba
Desde la década de los ´90, el norte de la provincia de Córdoba está dominado por un proceso de agriculturización que concentra los bienes naturales en los agentes más capitalizados y presiona a los agricultores familiares tensionando sus estrategias tradicionales de producción (6).
En este marco, se destacan  dos instituciones estatales que promueven el turismo rural como una forma de apoyar la resistencia de los actores más débiles al proceso de concentración: por un lado, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que a través del programa Cambio Rural apoya dos experiencias: “Vivencias, vinos y sabores” (VVS) en la localidad de Colonia Caroya y “Tinoco, una experiencia rural” (TER) en la localidad de Tinoco. Por otro lado, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), con financiamiento de la Secretaría de Extensión, promociona el turismo rural comunitario en la localidad de Copacabana en el marco de la “Asociación de Artesanos Campesinos de Copacabana” (AACC).

Red Argentina de Turismo Rural Comunitario. Ministerio de Turismo de Argentina.

ABORDAJE TEÓRICO METODOLÓGICO

La experiencia turística de un grupo o asociación de productores agropecuarios constituye un fenómeno que tiene muchas aristas explicativas. Para elaborar un esquema de análisis de un objeto de estudio sumamente complejo como el mencionado, tomamos a la teoría de sistemas como organizador general, ya que esta teoría posibilita analizar un aspecto sin perder de vista los distintos ámbitos y dimensiones de la realidad que lo están influyendo.
Un primer punto es determinar la estructura mediante las distintas jerarquías que considera el modelo construido para analizar las experiencias de turismo rural. Mencionando desde lo general a lo particular, tenemos: a) el macro sistema: la ubicación del territorio en relación a otras regiones turísticas y los centros urbanos donde residen los potenciales visitantes. b) el sistema territorial: constituido por la comunidad y su territorio próximo. c) el sistema: constituido por la experiencia analizada, es decir, el grupo o asociación. d) los subsistemas: las unidades de servicio que componen el sistema. Cada estamento jerárquico es analizado considerando sus diferentes dimensiones (4).
En segundo lugar se considera la trayectoria del sistema, es decir, la historia del grupo o asociación. Se enfatizan dos momentos en la trayectoria, el inicio del proceso y el momento actual.
El tercer elemento considera la dinámica del sistema mediante las entradas y salidas, que permiten considerar la relación y comunicación (información, bienes físicos y financieros, turistas, etcétera) entre los distintos niveles de jerarquía del modelo.
La investigación se inscribe como estudio de casos. El tipo de preguntas formuladas y la consideración de las diversas percepciones de los actores, demanda construir el objeto desde la comprensión de la realidad a partir de las diversas posiciones sociales, inscribiendo el proceso en el paradigma cualitativo (16).
Se asume una estrategia que combina distintas técnicas y genera una integración objetiva y subjetiva en el proceso de análisis (15). Desde este planteo metodológico se prevé incluir a los actores, no como objeto de análisis, sino, principalmente, como sujetos de auto-evaluación (10).
En primer lugar se realiza la descripción de cada una de las experiencias y sus contextos territoriales. Para esto, se realizaron entrevistas a informantes seleccionados de cada una de ellas y se participó como observador en actividades que las experiencias posibilitaron. Luego se sistematizó cada una, en base a criterios comunes que ayudaron a establecer un análisis comprensivo y comparativo considerando las distintas jerarquías de la realidad que considera el marco sistémico.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El macro sistema y el sistema territorial
La presentación considera conjuntamente las dos jerarquías más generales, distinguiendo el equipamiento del territorio, las instalaciones y el patrimonio como un bien compartido (4).
Equipamiento. Se consideran aquí los establecimientos administrativos de la actividad pública o privada que se dedican a prestar los servicios básicos generales para la población y que aprovecha circunstancialmente el turismo.
En las localidades de Copacabana y Tinoco, prácticamente, no existen establecimientos administrativos para el desarrollo de la actividad pública. En la primera, sólo existe un Centro de Integración Comunal (CIC) que en la práctica no cobija acciones hacia la comunidad, más allá de alguna práctica de atención médica esporádica. En la segunda, existe la sede de la comuna y un club social. En ambas existen establecimientos educacionales de nivel primario y CBU y un templo religioso de culto católico. Existen también, establecimientos privados del rubro gastronómico, que ofrecen servicios de bar.
Tinoco está en el grupo de los pueblos considerados en vías de desaparecer por la cantidad de población existente y su baja tasa de crecimiento. La planta urbana, de dimensiones muy reducidas, cuenta con luz eléctrica en toda su extensión, servicio de agua corriente y telefonía domiciliaria y con alumbrado público. Administrativamente, está organizada como comuna.
Diferente es el caso de Colonia Caroya, ciudad en la que existe una amplia variedad de establecimientos administrativos públicos -de diferentes niveles- y privados. Es la única que cuenta con una secretaría de turismo dentro de la estructura municipal. Cuenta, además, con establecimientos de elaboración de vinos (bodegas), chacinados y encurtidos que procesan productos de la actividad agropecuaria. Es parte del cinturón de localidades que constituyen el Gran Córdoba y cuenta con servicios de transporte público de pasajeros. Su planta urbana cuenta con energía eléctrica, agua corriente, alumbrado público, telefonía domiciliaria y servicio de recolección de residuos.
Copacabana es una localidad rural serrana ubicada en el departamento Ischilín. La localidad cuenta con provisión de energía eléctrica en forma parcial y no cuenta con servicio de agua corriente, de alumbrado público, ni de transporte de pasajeros. Existe solamente un teléfono público en una casilla comunal y al lugar no llega señal de telefonía celular.
Instalaciones. Si consideramos todas las construcciones especiales cuya función es facilitar la práctica de actividades netamente turísticas, (4) en las localidades de Copacabana y Tinoco, no existe ningún tipo de instalaciones destinadas específicamente a facilitar y/o promover las actividades turísticas.
Al igual que en el rubro equipamiento, Colonia Caroya se diferencia de las localidades anteriores ya que cuenta, por ejemplo, con una amplia gama de establecimientos gastronómicos -muchos de ellos integrados a un circuito gastronómico organizado localmente- y hoteleros, además de centros comerciales.
Patrimonios natural y cultural. Se entiende por patrimonio, a los atributos -tangibles e intangibles- que tiene el territorio y que pueden transformarse en productos turísticos.
Para los grupos “VVS” y TER, el territorio es en gran medida común. Ambas localidades están relacionadas con la región turística de Sierras Chicas por su cercanía a Ascochinga. En forma más directa se relacionan con la ciudad de Jesús María (limítrofe con Colonia Caroya) donde la actividad turística es principalmente de fines de semana y circuitos cercanos como los de las Sierras del Norte o de la región Norte de las Sierras Chicas.
Este territorio tiene un rico patrimonio cultural y ambiental, donde se destacan las estancias jesuíticas, la historia de la colonización friuliana, los sistemas productivos intensivos como la producción de vid y las actividades agroindustriales como la elaboración de vino y el salame de Caroya que son reconocidos y valorados en la región y en el resto del país.
A nivel patrimonial, Tinoco no presenta una oferta destacada a diferencia de los territorios de los grupos de Colonia Caroya y Copacabana. La historia del pueblo, al igual que muchos poblados de la región está ligada al desarrollo de las vías férreas del ferrocarril, hoy en desuso. La permanencia del pueblo en el tiempo y su relativo aislamiento han permitido que la población rural haya conservado su forma de vida y actividades de producción que le dan al lugar características atractivas.
En Copacabana la propuesta promueve el turismo en un territorio que presenta una gran riqueza y diversidad. En su historia (2, 3) hay elementos destacados en el territorio y en el conocimiento local que pueden considerarse parte del patrimonio intangible. Entre los momentos históricos se destaca la ocupación territorial hace más de 7.000 años por grupos de cazadores recolectores que, en un proceso de siglos, fueron modificando el territorio y sus estructuras de organización social y sus sistemas productivos. De este período precolonial se encuentran pinturas rupestres, grabados en piedra, sitios de ocupación donde subsisten las bases de las viviendas e incontables objetos y herramientas de piedra y cerámica que atesoran los pobladores. Del período colonial se destaca la estancia de Copacabana, la iglesia y el “cementerio viejo de los indios”. En el patrimonio intangible se cita el conocimiento local en uso medicinal de hierbas, cocina criolla y un gran número de historias o leyendas como “la piedra que llora” o “la salamanca” que son incluidas en los recorridos que los guías locales ofrecen entre sus productos para las caminatas. Otro elemento de valor patrimonial son los sistemas de producción de los campesinos donde realizan actividades de producción pecuaria como capricultura y el trabajo en cestería, realizado con la fibra de la palma criolla o caranday -que es una planta nativa del territorio-, principal elemento cultural que distingue a Copacabana. Además del patrimonio cultural, la región cuenta con valiosos elementos ambientales que se busca poner en valor a través del desarrollo del turismo.
Producción rural. Esta dimensión destaca las actividades de interés turístico, tanto productivas como de servicios que se realizan en el territorio y lo caracterizan.
En Copacabana, la principal actividad productiva, además de la artesanal, es la ganadera caprina y bovina en forma extensiva. Los cabritos  son muy valorados gastronómicamente.
En Colonia Caroya, hay una importante producción agropecuaria entre cuyos principales productos se encuentran los provenientes de la horticultura y la fruticultura.
El territorio de Tinoco está dominado por la agricultura extensiva y algo de producción bovina asociado a la elaboración artesanal de algunos sub productos como quesos y cueros.

Los sistemas de turismo rural.
Se consideran aquí, los sistemas turísticos y su estructura, conformada por las unidades productivas que constituyen los subsistemas, los servicios o productos turísticos generados y sus trayectorias organizativas.
Subsistemas que conforman la oferta. Describen las unidades productivas (establecimientos agropecuarios), principalmente los rubros vinculados con el turismo y con énfasis en las modificaciones generadas para recibir a los turistas.
En el caso VVS, se observa que se combinaron unidades que ya estaban preparadas para recibir turistas o clientes de sus productos, con otros que comienzan a diversificarse en este rubro. En relación a los cambios físicos generados en cada unidad, la opinión es negativa, o al menos no objetivada, salvo en los aspectos conceptuales, en relación a los aprendizajes sobre cómo tratar con el visitante.
En la experiencia de TER se ha buscado rescatar las capacidades artesanales de algunas personas miembros del grupo, principalmente en cuero y en tejidos, pero por ahora, el grupo sólo ha realizado acciones de exposición y venta en ferias de otras comunas.
La actividad artesanal es compartida por Copacabana, pero aquí los miembros de la AACC poseen varias décadas de especialización y muchos de ellos dependen económicamente de esta actividad. Un grupo de subsistema lo conforman las familias cuyos integrantes ofician de guías. La modificación más importante ha sido en el ámbito conceptual, la capacitación para cumplir con este rol, aspecto que comparte con la experiencia de Caroya.
Las tres experiencias se pueden considerar como turismo rural, ya que tanto el núcleo organizador como el ejecutor se localizan en el espacio rural y los beneficios se distribuyen en varias familias (11). El caso de Copacabana, correspondería a un subtipo particular denominado turismo rural comunitario (14).
Productos turísticos. Un concepto central, aquí, es el de producto turístico, entendido como el resultado de una serie de combinaciones de servicios, efectuadas por las empresas especializadas en la atención de las necesidades de los viajeros desde que éstos salen hasta que regresan a sus casas. Estos servicios se transforman en producto en el momento en que son efectivamente consumidos (4).
Pondremos especial interés en el proceso organizativo responsable de relacionar distintos bienes naturales y culturales con determinados servicios, a los fines de elaborar una propuesta turística.
El grupo VVS comenzó a reunirse en el año 2008 (12). En cuanto a los servicios que ofrece en la actualidad, se destacan recorridas que incluyen la visita al museo de la estancia jesuítica, a un viñedo con bodega, almuerzo, visita a una fábrica de chacinados y a una granja con producción de duraznos y vivero, donde se disfruta de una merienda.
La experiencia TER, que es la más reciente, ya que comenzó en el año 2012, se encuentra una pequeña comunidad, compuesta por unas 40 familias de origen criollo. El grupo, conformado por 13 miembros, de los cuales 11 son familias y dos, instituciones, la escuela y la comuna (12), todavía no logra generar una oferta de servicios turísticos.
En Copacabana, una de las propuestas básicas para visitantes es: recepción con desayuno campesino, visita a maestros artesanos y familias con corrales de cabras, almuerzo elaborado por la AACC, recorrido (en vehículo o a caballo) de los sitios de interés cultural y merienda campesina.
Dado que ninguna de las experiencias ofrece pernocte, se las califica como excursionismo.
Estructura organizativa del grupo. La organización se puede definir como la coordinación racional de actividades, entre un cierto número de personas, que poseen en común un propósito definido, y para llevarlo a cabo se dividen el trabajo y las funciones, distribuyendo la responsabilidad y la autoridad dándole diferentes jerarquías a cada miembro. Por lo tanto, los distintos tipos de organizaciones se definen por los criterios que se utilicen para distribuir esta responsabilidad y autoridad (5).
Como las experiencias son recientes, la organización se puede analizar desde cuatro variables que priorizan los roles y el desarrollo grupal considerando especialmente los puntos de inicio y situación presente para destacar su trayectoria:
VVS presenta mucha movilidad de integrantes; muchos que iniciaron el grupo lo abandonaron e ingresó gente nueva. Aparecen muchos roles pasivos por falta de compromiso con la tarea.
En TER, el proceso organizativo se generó sin dificultades. Por ejemplo, cuando armaron un puesto en la primera feria, todos colaboraron solidariamente.
En Copacabana, la propuesta surge en el seno de una organización mayor, que es la Asociación de Artesanos, que es resultado de varias experiencias organizativas previas (8). En las reuniones se fueron determinando funciones específicas para la recepción de visitantes.
La comunicación y la relación entre los miembros del grupo. En VVS la comunicación está centrada en la reunión, si bien poseen varios medios para una comunicación fluida. En cambio, en Copacabana no hay señal telefónica, existe sólo un teléfono fijo que depende de la comuna, por lo tanto la comunicación interpersonal es prácticamente la única posible. La comunicación dentro del grupo presenta el problema de poca participación de algunos miembros y que no se expresan los distintos intereses en juego. Diferencias que suelen aparecer en las actividades concretas, como olvidos indeseados.
Participación y esquema de toma de decisiones: En VVS, después de la circulación de varios integrantes, el grupo parece haberse estabilizado con poca discusión para la toma de decisiones. En TER, tampoco aparecen conflictos en la toma de decisiones y, según su asesora, existe un buen “clima” grupal. En cambio, la AACC, manifiesta que no se ha logrado una participación igualitaria en sus miembros, aspecto que preocupa a los extensionistas.
Consolidación del grupo: Esta dimensión es la que muestra aspectos menos logrados por parte de los tres procesos analizados. En VVS y AACC, con una trayectoria que permitiría haber alcanzado un objetivo grupal, aparece como una tarea pendiente. Resulta evidente que la construcción de un objetivo grupal resulta difícil en un proceso con mucha rotación de participantes como es el caso de Caroya. En TER con una trayectoria más corta, su asesora destaca que está asumida una pertinencia al grupo, al menos en algunos de sus miembros. En AACC, los extensionistas evalúan que existe pertenencia a la Asociación; la conformación de funciones grupales votadas y acordadas y la proyección de alcanzar una figura jurídica, muestran un proceso grupal más maduro que las otras experiencias. Los pocos visitantes recibidos es tema central para explicar la poca evolución de los servicios y la consolidación del grupo como tal.
En las tres experiencias es notoria la falencia en conseguir visitantes. El grupo de Tinoco todavía no lo intenta, está centrado en su proceso interno, pero las otras experiencias, que tienen una oferta relativamente clara, no tienen una frecuencia turística sostenida. Las visitas constituyen, en promedio, un evento semestral. Existe una mayor atención a los procesos internos organizativos y de capacitación para atender a los visitantes, en detrimento del esfuerzo que demanda la publicidad y la búsqueda de visitantes. Se destaca una sobrevalorización de las posibilidades de difusión de una página web.

Dinámica de Intercambio del Sistema.
Bienes y servicios que el sistema recibe del macro sistema. Las tres experiencias reciben como aporte el servicio de asesoramiento y la capacitación por parte de dos instituciones nacionales, el INTA y la UNC. Ninguna ha contado con un financiamiento específico que colabore con el mejoramiento de los servicios de cada unidad ni con servicios territoriales como sería la señalética específica.
Estrategia de comunicación de la propuesta turística. La comunicación hacia el territorio y otras ciudades donde vivan potenciales visitantes se realiza en cada uno de los casos con el objetivo de hacer conocer los productos ofrecidos. El grupo TER no ha realizado acciones en esta dimensión. En el caso AACC se diseñan dos instrumentos, uno para el ámbito interpersonal como son los folletos de divulgación y otro electrónico, como es una página web. Los folletos, que son repartidos cuando los artesanos participan de ferias, contienen información básica de los servicios ofrecidos y promueven la visita a la página web que posee mucha más información y permite llegar potencialmente al gran público. El grupo VVS decide dar a conocer la oferta a través de un blog que organiza el grupo. Todos colaboran con la idea, la elección de las fotos, los textos y uno de los integrantes es el encargado de realizarlo, mantenerlo actualizado y responder a las consultas de los interesados; además participan de congresos, jornadas específicas de turismo rural y fiestas locales con folletería propia, a través de la cual se dan a conocer a nivel provincial y nacional con otros emprendedores de turismo rural. Otra manera de comunicarse, es por medio de cartas enviadas -vía e-mail- a directivos de escuelas primarias y centros de jubilados, invitando a participar de la propuesta y a visitar el blog.

CONCLUSIONES

Las tres experiencias se pueden considerar como turismo rural, ya que tanto el núcleo organizador como el ejecutor se localizan en el espacio rural y los beneficios se distribuyen en varias familias; pero el caso de Copacabana, correspondería a un subtipo particular denominado turismo rural comunitario.
Las tres experiencias presentan un estadio inicial, concentrándose en los subsistemas, es decir, en las unidades de servicios que componen el sistema y que las propuestas de comunicación con el macro sistema a los fines de captación de visitantes son muy limitadas.
En los casos con más trayectoria se hace evidente la dificultad de conseguir visitantes. Existe una tensión entre, por un lado, atender el proceso interno del grupo, tanto en los aspectos psicosociales que permitan consolidarlo, como para la preparación de servicios adecuados a la hipotética demanda, y por otro, desarrollar el frente externo; esto es, elaborar instrumentos adecuados y gestionarlos de modo que permitan el conocimiento de la propuesta y facilitar el viaje por parte de posibles visitantes.
Desde la lógica técnica de los profesionales actuantes, se supone que primero es necesario organizar y preparar los servicios turísticos antes que publicitarlos, pero la consolidación del proceso interno, depende de los estímulos de visitantes que abonen la idea y permitan ganar en credibilidad.
En el caso VVS, las dificultades en la consolidación del grupo se expresan en la rotación de sus miembros y en AACC, en que sus integrantes orientan más sus energías a organizar ventas directas de sus productos que a capacitarse en aspectos vinculados a mejorar los servicios turísticos.
En relación a captar la atención de posibles visitantes, se observa una subvaloración de esta tarea. Se realiza una página web, se reparten folletos y se envían cartas de invitación a algunas instituciones, suponiendo que con estas acciones se puede establecer una demanda de los servicios ofrecidos. Esto es claramente insuficiente y el resultado es la poca cantidad de visitas que ocurren, con la consecuente desilusión y desinterés que provoca en los miembros del grupo.
El desarrollo de experiencias de turismo demanda trabajar en paralelo tanto el desarrollo del proceso de cooperación grupal como el de promoción de la demanda externa de visitantes, ya que una depende de la otra. Cuando la experiencia agrupa unidades que están brindando algún servicio turístico, el grupo se puede concentrar en promover la demanda lo que posibilita cierta posibilidad de éxito. Pero cuando estos servicios no existen o son muy incipientes, la tarea se divide en dos frentes que requieren conocimientos y actividades específicas que dificulta concretar la iniciativa con éxito en los tiempos que imponen los proyectos financiados.

BIBLIOGRAFÍA

1 BARRERA, E. 2006. Turismo rural: nueva regularidad y empleo rural no agrícola.         [ Links ]

2 BONNIN, M. Y LAGUENS, A. 2009.  Sociedades indígenas de las sierras centrales. Arqueología de Córdoba y San Luis. Universidad Nacional de Córdoba.         [ Links ]

3 BONNIN, M. Y LAGUENS, A. 2000. Entre esteros y algarrobales. Sociedades indígenas de las Sierras Centrales. Ed. Sudamericana Bs. As        [ Links ]

4 BOULLÓN, R. 2002. Proyectos turísticos. Metodologías para acertar sin errores. Ediciones Turísticas, Bs. As.         [ Links ]

5 BURIN, D. Y OTROS. 1995. Hacia una gestión participativa y eficaz. Ediciones CICCUS, Buenos Aires.         [ Links ]

6 CÁCERES, D.; SILVETTI, F.; FERRER, G.; SOTO, G. Y BISIO, C. 2009. Agriculturización y Estrategias Campesinas en el Norte de la Provincia de Córdoba. VI Jornadas Interdisciplinario de Estudios Agroindustriales. Buenos Aires.         [ Links ]

7 CRAVIOTTI, C. 2002. Actividades turísticas y nueva ruralidad: análisis de experiencias en la cuenca del abasto a Buenos Aires, en Revista de desarrollo rural y cooperativismo agrario, Nº 6,  pp. 89-106. España.         [ Links ]

8 FERRER, G.; BARRIENTOS, M. Y SAAL, G. 2011. “Organización campesina para el desarrollo. El caso de Copacabana en la provincia de Córdoba”. Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales. Buenos Aires.         [ Links ]

9 NEIMAN, G. Y CRAVIOTTI, C. (comp) 2006. Entre el Campo y la Ciudad. Desafíos y Estrategias de la Pluriactividad en el Agro. Ed. CICCUS, Buenos Aires. Pp. 185-212.         [ Links ]

10 Nirenberg, O.; Brawerman, J. y Ruiz, V. 2003. Programación y evaluación de proyectos sociales. Paidos. Bs As. 224pp.         [ Links ]

11 NOGAR, A. Y CAPRISTO, V. (2010). “El turismo rural como proceso emergente”. En: Nogar A. y Jacinto G. (Comps.). Los espacios rurales. Aproximaciones teóricas y procesos de intervención en turismo rural. Editorial La Colmena, Bs As. pp.105-126.         [ Links ]

12 NORIEGA, N. (2012). El desafío de abrir nuevos caminos. Revista cambio Rural. Año 7 N° 16        [ Links ]

13 RIVEROS, H. Y BLANCO, M. 2003. El agroturismo, una altenativa para revalorizar la agroindustria rural como mecanismo de desarrollo local. IICA-PRODAR. Lima.         [ Links ]

14 RUIZ BALLESTEROS, E.Y SOLIS CARRION, D. 2007. Turismo Comunitario en Ecuador. Desarrollo y sostenibilidad Social. Editorial Abya Yala. Quito.         [ Links ]

15 SOUZA MINAYO, M. C.-, GONCALVES DE ASSIS, S. Y RAMOS DE SOUZA, E. 2005 Evaluación por triangulación de métodos. Abordaje de Programas Sociales. Editorial Lugar, Bs. As. 248 pp.         [ Links ]

16 VALLES, M. S. 1997. Técnicas Cualitativas de Investigación Social. Editorial Síntesis. Madrid        [ Links ]