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Fave. Sección ciencias agrarias

versión impresa ISSN 1666-7719

FAVE. Secc. Cienc. agrar. vol.15 no.1 Santa Fe jul. 2016

 

ARTICULO ORIGINAL

Mutaciones de las políticas ante las nuevas problemáticas sociales.
Un estudio de caso de una agencia de extensión rural en la provincia de santa fe

CARDOZO, LUCAS GABRIEL

Nacional de Sarmiento.- Programa de Economía Social y Solidaria de la Secretaria de Extensión, Universidad Nacional del Litoral.- Suipacha 2820. Santa Fe- Tel: 0342 – 4575138- Celular: 0342 155-427762- lcardozo@fce.unl.edu.ar


 

RESUMEN

Desde la reestructuración del capitalismo a partir de los años 70s del siglo pasado se llevaron cabo modificaciones no solo en el aspecto económico sino también en otras esferas de alcance de lo político, social y cultural. En el presente artículo se hace hincapié eLicenciado en Geografía.  Maestrando en Economía Social, Universidad n las nuevas formas que asumen las políticas sociales a partir de la configuración del capitalismo y la relación que adquieren con la nueva cuestión social. Diversos autores caracterizan a las políticas de workfare, inmersas en un proyecto global en constante mutación y reconversión para dar soluciones a las problemáticas locales. A partir de un caso de estudio de la Provincia de Santa Fe, analizaremos el rol de una agencia de Extensión Rural encargada de llevar a cabo políticas que sufren ciertas modificaciones en el contexto de las problemáticas sociales contemporáneas .

Palabras claves: Política social; Workfare; Agencia de extensión rural; Santa Fe; Argentina

ABSTRACT
Since the restructuring of capitalism from the 70s of last century modifications were carried out not only in economic terms but also in other areas of scope of the political, social and cultural. The present article emphasizes the new forms taken by social policies from the configuration of capitalism and the relationship acquired with the new social issue. Several authors characterize workfare policies, immersed in a constantly changing global project and conversion to provide solutions to local problems. From a case study of the Province of Santa Fe, we analyze the role of rural extension agency in charge of implementing policies that have certain amendments in the context of contemporary social problems.

Key words: Pocial policy rural; Agency extension; Workfare; Santa Fe; Argentina

 

INTRODUCCIÓN

Desde la reestructuración del capitalismo y el advenimiento de un modo de producción conocido como posfordismo se presentaron nuevos cambios en los patrones culturales, económicos, sociales y políticos a partir de la segunda mitad del Siglo XX (Harvey, 2007). En este sentido, los cambios morfológicos que asume el Estado en relación a la manera de diseñar, gestionar e implementar las políticas sociales cobra un giro que algunos autores lo han denominada como el giro workfaristas (Peck & Theodore, 2010). Este giro corresponde a un proceso global de modificaciones de formas de llevar adelante las políticas sociales en el territorio, en diferentes partes del globo, teniendo en cuenta las especificidades que puedan asumir en los diferentes lugares de aplicación de las mismas.

Como mencionamos, el papel del Estado ha cambiado en coordenadas temporo-espaciales sobre el rol de las políticas sociales y el lugar asignado en cuento a una estrategia de desarrollo en términos económicos, políticos y culturales. En este sentido, las consideraciones oportunas sobre las políticas sociales se deben considerar en el marco de los enfoques regulacionistas  que suelen describir las diferentes etapas y transformaciones del capitalismo (o del proceso de acumulación) a partir de un proceso caracterizado por la relación entre un régimen de acumulación y un modo de regulación.

 Se entiende por régimen de acumulación a la estabilización en un período de tiempo determinado en el cual la asignación del producto neto entre el consumo y la acumulación implica cierta correspondencia entre la transformación de las condiciones de producción y las condiciones de reproducción de los asalariados. Dicha materialización del régimen tiene su correspondencia en el modo de regulación, o sea, en las normas, hábitos y leyes, redes de regulación que aseguren la unidad al interior del proceso, estableciendo los parámetros correspondiente a nivel individual y social de los esquemas de reproducción (Harvey, 2008).

De esta manera a partir de lo que conocemos como fordismo keynesiano, las condiciones que establecía el Estado para la conformación del campo de las políticas sociales es muy diferente a lo que sucederá a partir de una nueva etapa posfordista que caracteriza al capitalismo atlántico. Por lo tanto, los sujetos/población objeto será diferente en ambos modos del desarrollo del capitalismo.

En este marco de cambios sociales en sus diferentes niveles de implicancias y mutaciones de las políticas sociales, inscribimos el presente artículo que se encuentra organizado de la siguiente manera. En la primera parte, daremos cuenta de acuerdo a una serie de autores los cambios que acontecieron en la nueva cuestión social y por ende el rol que asumen las políticas sociales y la caracterización a la cual adscribimos del giro workfarista. Presentamos y analizamos el workfare y las principales tendencias que asume. En la segunda parte, presentamos el caso de estudio, la Agencia de Extensión Rural de la localidad de Las Rosas, departamento Belgrano, provincia de Santa Fe. A partir del análisis del Programa Pro-Huerta, una política social que muta a medida que se implementa a través de las problemáticas locales  y en la última parte, las consideraciones finales a manera de reflexión del presente trabajo.  

MARCO TEORICO
La eclosión del Estado de Bienestar Keynesiano
Teniendo en cuenta los aportes de Alonso (1999), las formas que caracterizaron al fordismo y al Estado de Bienestar Keynesiano, las políticas sociales se encontraban vinculadas estrechamente con la condición salarial. El trabajo permitía el acceso a la universalización de las políticas, por lo tanto, la pertenencia a un mercado de trabajo regulado que garantizaba  las condiciones de reproducción de los sujetos y de la familia que se imponía como modelo de la sociedad salarial . Continuando con el autor, es necesario destacar que las condiciones laborales, en términos generales, bajo el formato de la lógica nacional-keynesiana se destaca un orden productivo que se caracteriza por mantener un "relativo consenso y sobre una relación moderadamente aconflictiva (...) el trabajo se constituía, así en el elemento central de esta ciudadanía social, y por tanto, como forma de reconocimiento social servía como primer regulador de derechos y deberes de los individuos dentro de la sociedad del bienestar" (Alonso, 1999:216).

Por lo tanto, la relación de la fuerza laboral ordenada en el trabajo y por ende, siendo parte de resoluciones más amplias ejercía una fuerza centrípeta que organizaba la vida social en función de un fin productivo planificado, centralizado y con ciertas formas de reproducción social en la recepción de los servicios públicos  que se encontraba garantizado por el Estado. De esta manera la desmercantilización, operaba para la adscripción de las relaciones sociales a la esfera estatal (Esping-Ardensen, 1993).

De esta manera la fuerza de trabajo lleva a que los sujetos se encuentren supeditados a las formas impuestas por las empresas y el Estado en sus formas de producción y reproducción. De esta manera la sujeción a estas pautas presentan las condiciones para que la sociedad salarial se cree un mercado  homogéneo de consumo de bienes y servicios en el que todos puedan acceder.

Lo expresado en párrafos anteriores se pone en crisis. Las premisas presentadas raudamente del Estado de Bienestar Keynesiano cambian a partir del derrumbe o deterioro de este modelo, o sea  del cambio hacia otra forma de acumulación capitalista, conocido como posfordismo.

En el posfordismo, la sociedad salarial también eclosiona presentando diversas formas devenidas por la no-pertenencia a la otrora clase trabajadora nacionalizada y universalizada. En este sentido, la desmercantilizacion disminuye en cuento en algunos casos desaparece.  Estamos en presencia de una mercantilización de la fuerza de trabajo al mercado, donde acontece el nuevo régimen de acumulación flexible (Harvey, 2008) y el Estado se reconfigura para acompañar a los nuevos procesos.

El giro workfarista de las políticas sociales: del welfare al workfare
Como describimos en párrafos anteriores,  en este proceso de cambios  las políticas sociales no estuvieron al margen. Se produjo una activación de las políticas sociales en contraposición con las políticas sociales welfaristas. La seguridad social de los beneficiarios de las políticas en el fordismo estaba vinculada a las estrategias del proceso de colaboración con las técnicas de producción fordista, y las estrategias corporativas del Estado y la empresa, a fin de incrementar la productividad garantizando el crecimiento y la elevación de los estándares de vida de los trabajadores (Harvey, 2008).

Con la nueva forma del capitalismo, caracterizada por el modelo de acumulación flexible, en el cual se destacan la búsqueda de nuevos mercados especializados, la descentralización unida a la dispersión espacial de la producción, la retirada del Estado-nación de las políticas intervencionistas, unida a la liberalización y la privatización (Harvey, 2007), las políticas sociales tomaron un nuevo giro conocido como el workfarist turn (Peck y Theodore, 2010).  En dicho giro, las políticas sociales se encuentran orientadas por y hacia el mercado y, por lo tanto, condicionadas por medio de la aplicación y prestación de trabajo, modificando el comportamiento y la individualización a través de la reconversión o (re)adecuación de la formación laboral de los sujetos.

Esta estrategia programática de workfare es accionada por los organismos multilaterales que encontraron las formas de efectivizar los ajustes post-estructurales de programación de la ''red de seguridad social"  que busca fortalecer los incentivos del mercado capitalista, promoviendo la independencia y construyendo un capital humano mercantilizado según de las necesidades del modelo neoliberal que reduce al mínimo las fuentes potenciales de dependencia o el derecho institucionalizado por parte del Estado Nacional (Peck, 2010).

De esta manera, el giro workfarista está íntimamente asociado a la reconfiguración de los estados nacionales. Según Peck, el workfare puede ser definido como "una tendencia de política económica, asociada con una variedad de representaciones discursivas, estrategias de reestructuración y nuevas formas institucionales" (2001:11). Más aún, el geógrafo considera al workfare como un proyecto amplio y neoliberal en el contexto del Estado Shumpenteriano postwelfarista en el cual: 

"La esencia de este proyecto es prestar beneficios residuales a los ingresos no asalariados estrictamente contingentes con las condiciones del mercado trabajo en un sentido general y con empleabilidad individual en un sentido específico: el workfare busca maximizar la tasa de empleo mediante la erosión de los paquetes de beneficios y la activación de las transiciones en el trabajo; siendo un objetivo clave fomentar el experimento institucional localizado en torno a estos objetivos generales. (Peck, 2010b: 94).

De esta manera, el problema de la política y el cambio de "sustancia" de la política social -en particular- está inscripto en una nueva enunciación de los objetivos y propuestas de los planes y programas de carácter social. Estas nuevas perspectivas son llevadas a cabo por los Estados nacionales donde existe una mayor importancia en la escala sub-nacional para la formulación de las policías sociales.

En este sentido, podemos mencionar  algunos puntos para caracterizar a  la nueva forma de las políticas sociales  en esta nueva etapa del capitalismo global:

  1. Pérdida aparente de la centralidad del estado nacional y adecuación y funcionamiento de un dispositivo institucional a nivel multiescalar en el cual distintas instituciones intervienen para la (re)cualificación de la fuerza de trabajo en la emergencia de los mercados de trabajo a nivel local (Peck, 2001).

  2. Presencia de los organismos multilaterales en los fundamentos y el armado de las políticas sociales: Los Organismos Internaciones asumen la "responsabilidad" de la creación del corpus conceptual y del financiamiento de las nuevas políticas sociales y su posterior monitoreo como la difusión de los resultados exitosos (Peck & Theodore, 2010; Peck, 2011).

  3. Subordinación de las políticas sociales: los beneficiarios de las políticas sociales son activados, es decir, comienzan un proceso de capacitación por parte de las instancias locales, con programas nacionales o internacionales para una recualificación de su fuerza de trabajo. Esta nueva formación que reciben los sujetos permite aumentar sus capacidades de acuerdo a las condiciones del mercado a nivel local (Laville & Nyssens, 2004; Micheoud, 2004).

  4. Creación de un mercado de trabajo secundario: sin las retribuciones correspondientes y sin inserción profesional, en cuanto los que se insertan en la prestación de los servicios no gozan de los derechos como todos los trabajadores regulares (Moreno Márquez, 2008).

  5. Las políticas sociales son utilizadas como medidas que funcionan como un trampolín entre la  exclusión y la inserción laboral. En la inserción los sujetos, objetos de políticas,  tienden a naturalizar  el empleo contingente (Peck, 2010; Moser, 2011).

  6. Fomento de la Economía Social: creación de programas con financiamientos internacionales con presencia de ONGs y estados locales para organizar a las personas pobres y desempleadas y también a los que comparten una misma etnia y género en las propuestas de la Economía Social (Amin, 1999; Michaud, 2006; Community Economies Collective;  Gibson, 2009).

  7. Nuevas formas de financiamiento: la política social encuentra una forma novedosa de financiar a personas con el fin de promocionar el emprendimiento y el empoderamiento a través de los microcréditos.  De esta manera, los microcréditos se transforman en una opción para la generación de políticas workafarianas vinculadas, en algunos casos, a la Economía Social  promocionadas  por diferentes programas y escalas (Young, 2010).

  8. Muchas de las políticas tienen una fuerte impronta direccionada al género femenino (Maclean, 2010 y 2013): el cambio del rol de la mujer en el contexto posfordista, combina en diferentes formas, tiempos y lugares las actividades de producción y reproducción, de trabajo y hogar;  asimismo es partícipe y sujeta a las políticas workfarianas contrariamente al rol que ocupaba en el Estado de Bienestar -replegadas al espacio doméstico- (McDowell, 2004; Michaud, J.; 2004a y 2004b).

Como hemos visto hasta aquí, el giro workfarista se encuentra en ejecución, las políticas sociales acompañan subordinadamente a los cambios económicos y refuerzan la promoción de la mano de obra flexible y residual. En este nuevo giro de las políticas sociales se evidencian dos características: la rapidez y su portabilidad, que ayudan a naturalizar la contingencia de las políticas sociales.

En ese marco, diversos autores (Peck, 2011; Peck & Theodore, 2010;  Prince, 2012) han destacado que las políticas de workfare se consideran políticas rápidas (fast policy) y políticas portátiles, características –entre otras- que permiten su docilidad en las transferencias e implementación de estrategias programáticas en formas de políticas públicas para solucionar las problemáticas y demandas temporales a nivel local. Ampliemos un poco más estas particularidades:

La política rápida workfarista tiene el carácter de contingencia. Las mismas brindan soluciones rápidas en espacios locales que deben adecuar los diferentes programas -muchas veces formulados a escala nacional- de acuerdo a las propias demandas laborales de las localidades. Esta manera de adecuarse a los requerimientos locales crea diferentes paisajes de políticas, enarboladas bajo el signo de la innovación y la adecuada aplicabilidad de las mismas permitiendo soluciones esporádicas a las situaciones de emergencia de las diferentes localidades. De esta manera, se produce una respuesta de corto plazo y estrategias institucionalmente débiles llevadas a cabo por las administraciones locales y avaladas por las instancias nacionales (Peck & Theodore, 2001). 
 
Como afirma Peck, las fast policies son un discurso que coloniza las mentes de las personas y crea conciencias de que solo existen soluciones personales para los problemas macros, que exigen una escala más amplia de análisis: "Los regímenes de políticas rápidas ayudan a asegurar una forma torpe de desplazamiento de la crisis a través del espacio y de las escalas, mientras que los problemas del nivel macro del sub-desempleo y de la pobreza se reprograman no como problemas de resolución institucional local, sino como un fracaso personal, mientras los fracasos de políticas locales se gerencian a través de una combinación de competición interlocal, traducción tecnócrata y emulación en serie" (Peck, 2010: 106).

Sumado a su capacidad de abastecer respuestas rápidas a los problemas locales, también se destaca su portatibilidad. Esta característica permite que las mismas se puedan desplegar en un tiempo y espacio determinado bajo los intereses de una problemática que demanda una solución rápida en función de beneficiar a ciertos actores que se circulan en el mercado.

La portabilidad de las políticas se manifiesta en la movilidad  transnacional que adquieren los paquetes de soluciones rápidas con que  traspasan las fronteras de los diferentes Estados nacionales. Dicho traspaso conlleva un gran flujo de discursos y programas de políticas que son aplicables a cualquier latitud sin una crítica previa y una vez implementados se descentraliza a las esferas subnacionales y se las responsabiliza del funcionamiento (Peck, 2012).

Como hemos presentado, las políticas sociales se encuentran en mutación, no se han perdido sino que se encuentran en constante regeneración para adaptarse a las problemáticas locales y a hacer transportada de un lugar a otro. En este nuevo viraje que emprende las políticas sociales, los Estados nacionales y los subnacionales son los encargados de diseñar, gestionar e implementar las políticas en los terrotirios. Teniendo lo expuesto, cabe hacerse unas preguntas: ¿Qué sucede cuando las políticas mutan y se tienen que adecuar a las problemáticas sociales de un territorio sin tener en cuenta que los organismos y el personal que llevan adelante ciertas políticas no están preparados para su ejecución? A continuación analizaremos esta pregunta en el caso de estudio.

El programa Pro-Huerta y la Agencia de Extensión Rural: Un estudio de caso en la provincia de Santa Fe ¿Una política amigable al workfare?

En el presente apartado describimos el programa Pro-Huerta, una política argentina que se desarrolla en todo el territorio nacional. A su vez presentamos como se implemente en una localidad del Sur de la provincia de Santa Fe y los principales desafíos que afronta. Por último, a luz del marco teórico presentado analizamos si podríamos incorporarla a esta caracterización de políticas de workfare. El período que analizamos es del año 2008 a 2010, en el cual realizamos el trabajo de campo, entrevistas semiestructuradas a informantes clave y relevamiento de información documental.

Desde hace 20 años se desarrolla el Programa Pro-Huerta a través de la vinculación del Instituto  Nacional  de  Tecnología  Agropecuaria  (INTA)  junto  al  Ministerio  de Desarrollo Social de la Nación (MDS) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA). El Pro-Huerta está dirigido a la población en situación de  vulnerabilidad social, atendiendo familias urbanas y rurales situadas bajo la denominada  "línea de pobreza" o con altos niveles de NBI; donde quedan comprendidas situaciones  de pobreza estructural, así como sectores pauperizados por caída de sus  ingresos o por desocupación.

El  espectro  de  cobertura,  del  mencionado  programa,  incluye  a  la  población  desempleada,  subocupada, minifundistas, asalariados  rurales, comunidades aborígenes,  familias  pauperizadas  y  población  vulnerable.  Por  lo  tanto,  el  programa  abarca  un  universo amplio y actúa  tanto en  los espacios  rurales como urbanos,  tal es así que en los últimos años comenzó a trabajar con la creación de huertas urbanas  considerando  la  producción  para  el  autoconsumo.

El  programa  Pro-Huerta  es  de  nivel  nacional  pero  tiene  alcance  local  donde  diversas  instituciones co-participan en el desempeño del mismo, operatoria que permite a través de sus técnicos y en  conjunto con  los promotores del programa,  la  tarea de  identificar a  la  población  vulnerable  en  términos  de  seguridad  alimentaria.  Una  vez  detectada  la  población, accede al programa y el  trabajo continúa con  la capacitación progresiva, las  enseñanzas  en  la  participación  solidaria  y  el  acompañamiento  sistemático  de  las acciones  en  terreno  de  las  personas  involucradas  como  de  las  organizaciones  de  la sociedad civil.

Con  los  cambios  políticos  culturales  y  económicos  heredados  del  neoliberalismo,  el  programa se implementó en otros ámbitos de la esfera pública, principalmente aquellas  problemáticas vinculadas a las situaciones sociales relevantes, en donde se encontraba la  población con problemas no solo de pobreza, sino también, con problemáticas derivadas  de cuestiones socio-culturales. En este sentido Manzanal et al. (2008) señala los nuevos focos de atención del Programa Pro-Huerta: 

"El programa también se dirige a niños de escuelas en áreas críticas para lo cual éstas deben responder a alguno de los dos criterios siguientes: a) contar con  comedor  escolar  y  que  la  relación  entre  los  que  concurren  a  éste  y  el total de alumnos que asisten sea elevada ó b) encontrarse situada en un área deprimida, marginal  o  rural  dispersa.  Las  excepciones  para  estos  criterios están explicitadas y se refieren a entidades de bien público que trabajan con discapacitados  mentales  y  físicos,  rehabilitación  de  droga  dependientes, hospitales,  cárceles,  geriátricos  -en  los  que  la  huerta  además  de  recurso alimentario cumple una función terapéutica"(2008: 5).

A partir del año 2003, el Programa Pro Huerta comienza a trabajar en coordinación con el Ministerio de Educación, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el  MDS  de la Nación a fin de colaborar y desarrollar  políticas de autogestión y cooperación entre las personas vulnerables con la finalidad de promover políticas socio-productivas. Este trabajo colaborativo inter-ministerial  es funcional a las redefiniciones en el programa que se realizan a partir del año 2003 (Manzanal, et al.,  2008).  En el contexto de cambios sociales, el programa no sólo se encarga de realizar tareas de desarrollo rural (Neiman, 2010) sino que también se encarga de atender algunas cuestiones vinculadas a las problemáticas de las juventudes y de la inclusión social en ámbitos urbanos.

En el caso de estudio que nos atañe, específicamente en La Agencia de Extensión Rural (AER) ubicada en la localidad de Las Rosas del Departamento Belgrano de la Provincia de Santa Fe, estos cambios se visibilizan y se operacionalizan en el territorio.  La AER en estudio depende de la Estación Experimental Agropecuaria de Oliveros de la Provincia de Santa Fe. Desde hace 20 años la AER se encuentra trabajando en la región atendiendo a las localidades del Departamento Belgrano, específicamente articulando actividades con instituciones públicas, principalmente educativas; y asesorando a la concreción de algunos programas sociales cuando se solicita a los agentes de la AER.

La AER en Las Rosas lleva adelante proyectos conjuntamente con el Municipio, específicamente con la Secretaria de Acción Social. Tiene varias actividades en su accionar que podemos establecer una distinción de acuerdo a la problemática que se encuentra atendiendo. Dichas actividades son: (1) El Programa Pro-Huerta propiamente dicho y (2) Trabajo en las escuelas atendiendo a la problemática de la deserción escolar.

  1. El Programa ProHuerta propiamente dicho: como hemos anticipado una de las actividades del programa es el desarrollo del cultivo de verduras y plantas aromáticas para la autoproducción de alimentos a través de la realización de huertas comunitarias como individuales (en este último caso en el interior de la casa). En este sentido, el programa se destina a sujetos en vulnerabilidad social como a todos aquellos interesados en la realización de una huerta hogareña . En este sentido podemos destacar que la huerta se encuentra en lo que se entendería como una pluriactividad (una actividad paralela que realizan los sujetos a fin de aumentar sus ingresos pero que no es la principal fuente de ingreso).
  2. Trabajo en las escuelas: En los últimos años, se detectaron en las escuelas de Las Rosas una deserción en la matrícula. Debido a esta situación, la Secretaría de Acción Social de la mencionada localidad convocó a los integrantes de la AER preocupados por dicha problemática y en busca de un trabajo en conjunto para mermar la situación. Se comenzó a trabajar en talleres áulicos con los alumnos, los mismos se trataban temas relacionados con el medioambiente, alimentación y seguridad alimentaria. Estos talleres sirvieron como disparadores para acercarse a los alumnos que se encontraban en situaciones de riesgo y que en el transcurso del año tenían mayores posibilidades de abandonar el cursado (AER Las Rosas,  2008).

A continuación describiremos como el trabajo en la localidad a partir de la problemática que excede la deserción escolar y se transforma en una problemática más amplia que debe ser atendida.

Una vez que los alumnos abandonaron el período escolar muchos de los mismos continuaron asistiendo a los talleres de la AER, con una estrategia programada entre la AER y Acción Social emprendieron actividades de recuperación de los adolescentes (muchos de los mismos abandonaban por cuestiones de adicción y otros para ir a trabajar al sector industrial). En este sentido, las actividades programáticas se fueron implementando a través de la concreción de un equipo interdisciplinario compuesto por los profesionales que dispuso la Secretaria de Acción Social: médicos, psicólogos, asistentes sociales ginecólogos y docentes.

En el término de 1 año, en el año 2009, los sujetos que no se encontraban en el sistema educativo fueron atendidos de manera integral por el equipo de especialista con la intensión –y que en algunos casos se logró- de reinserción en el sistema escolar. El programa estuvo acompañado por el municipio, incluso dispusieron de un terreno o lote para el desarrollo de este proyecto. Además en el año 2010 junto con otras instituciones, entre ellas Caritas, expusieron en la plaza de la localidad los alimentos producidos por los jóvenes y otras personas que participan del programa "tradicional" del  ProHuerta.

En entrevistas realizadas al personal de la AER, se presentaron algunas dificultades en el transcurso de la experiencia. En contrapartida a lo anteriormente señalado se pudieron detectar dos problemáticas: por un lado, muchos de los jóvenes abandonaron el programa o sea que desertaron de la escuela y del ProHuerta; y por otro lado y vinculado a lo anterior, los jóvenes se insertaron en el mercado informal laboral, especialmente en la industria de la maquinaría agrícola no solo de la localidad de Las Rosas sino que también fueron a trabajar a la localidad vecina de Las Parejas, como trabajadores temporales en épocas de mucha producción como obreros rasos debido que no tenían calificación para ocupar otros puestos. Esta situación desmotivo al grupo de jóvenes que estaba trabajando conjuntamente y también al equipo de profesionales, lo cual llevo al desmembramiento de los grupos de trabajos en las huertas y en la producción de alimentos y al alejamiento de los profesionales o visitas cada vez más distanciadas en el tiempo.

Otra cuestión a destacar es que uno de los objetivos que persigue el programa es la cohesión y fortalecimiento de los grupos vulnerables para el trabajo mancomunado y el fomento de relaciones de solidaridad y ayuda mutua en líneas similares de la propuesta de la Economía Social . Al abandonar muchos de los jóvenes, especialmente los varones para incorporarse al trabajo informal en las empresas de la región, las mujeres que continuaron reconvirtieron el programa y, por ende, los objetivos. El trabajo colectivo no fue una de las tareas primordiales sino que se dividieron las parcelas de tierra y comenzaron a producir de manera individual. La quiebra del trabajo comunitario y el abandono de los profesionales en términos de contención social se presentaron como una problemática a asumir por los integrantes de la AER que no se encontraban preparados para la situación descripta pero que tuvieron que reconfigurar sus tareas debido a las demandas sociales.

Teniendo en cuenta lo presentado en el modo de accionar de una AER, se visualiza como las características del workfare aparecen en función de la atención a las nuevas demandas sociales. De esta forma el programa sufre un cambio  hacia un tipo de política que no era para la cual se había diseñado. En este sentido, es parte de la mutación y se transforma en una respuesta rápida a las problemáticas de una localidad, una solución local, focalizada en una población vulnerable. Además, las características de las políticas sociales que desarrollamos comienzan a tomar forma, especialmente a partir de las formas vinculantes a la Economía Social para la conformación de pequeños grupos comunitarios de trabajo, la redirección a la población femenina y también, podemos destacar, que existe una  conformación de un micro mercado laboral latente para las actividades predominantes de la localidad y de otras localidades vecinas.

CONSIDERACIONES FINALES
En el presente artículo presentamos una problemática novedosa a partir de un marco teórico poco discutido en Argentina como lo es el giro workfarista de las políticas sociales. La propuesta que se puso en discusión es intentar poner en debate la consideración de un grupo de autores provenientes de diferentes campos (geografía, antropología, sociología, ciencias políticas, economía, etc.) para la construcción y caracterización del workfare.

 Los viajes y geografías que se producen a través de la territorialización, rapidez y transferencia, de las políticas sociales, ejecutadas por instancias nacionales y subnacionales también se mencionaron para dar cuenta de la importancia del proyecto workfarista en construcción.

La excusa a partir de un caso de estudio, la Agencia de Extensión Rural de Las Rosas, dio  cuenta como se (re)construye la política social, cómo muta en los contextos sociales con problemáticas que necesitan una solución rápida y efectiva. En esa búsqueda de respuesta se encuentra la novedad, instituciones que no estaban encargadas de llevar adelante las políticas sociales se tiene que (re)adecuar para prestar soluciones o al menos intertarlo.

La mutación de las políticas sociales se encuentra en marcha, es dinámica y multidimensional, con interacciones de diversas escalas gubernamentales que se encuentran formulando una estrategia workfarista. En este sentido, nuevos interrogantes y nuevas preguntas nos interpelan en los territorios en el desarrollo de las políticas en el contexto de problemáticas sociales.

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29 YOUNG, STEPHEN (2010) "The "Moral Hazards" of Microfinance: Restructuring Rural Credit in India".  Antipode, 42 (1), pp. 201–223.

Documentos
AGENCIA DE EXTENSIÓN  RURAL, LAS ROSAS (2008) Actividades con las escuelas del Departamento Belgrano. Documento AER Las Rosas – Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Entrevistas
Entrevistas a informantes claves de la Localidad de Las Rosas. Instituto de Investigación Estado, Economía y Territorio. Universidad Nacional del Litoral, 2008, 2009 y 2010.
Sitios web
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación – PROHUERTA http://www.desarrollosocial.gob.ar/prohuerta/149
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria http://inta.gob.ar/unidades/999777/biblioteca-prohuerta


Es dable destacar los aportes de Appleton (2002) complementariamente a lo que se señala, la sociedad fordista se organiza no solo en el mundo del trabajo sino también en la esfera domestica, donde la mujer es subordinada a los procesos de acumulación capitalista  en el cual su rol de cuidadora del hogar se presenta como fundamental, por lo tanto el mercado de trabajo fordokeynesiano se transforma en un mercado masculino, con escasa presencia del género femenino.

Aquí no se presenta la discusión del paso del Estado de Bienestar Welfarista al Estado Nacional Posnacional Shumpeteriano de Trabajo Shumpeteriano de acuerdos a los aportes de Jessop (1993 y 2007) (ver Cardozo, 2015).

Para mayor información del programa Pro-Huerta y las diversas formas de implementación en el territorio nacional visitar la siguiente dirección http://inta.gob.ar/unidades/999777/biblioteca-prohuerta

Para mayor desarrollo de las diversas líneas que se llevan adelante en el ProHuerta se puede consultar la página web del MDS: http://www.desarrollosocial.gob.ar/prohuerta/149 (consultado 14/11/1013)

Las vinculaciones con la temática de la Economía social se puede ver en el trabajo de Cittadini et al. (2010).

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