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Fave. Sección ciencias agrarias

versión impresa ISSN 1666-7719

FAVE. Secc. Cienc. agrar. vol.15 no.1 Santa Fe jul. 2016

 

ARTICULO ORIGINAL

Bienestar en vacas en el preparto durante el verano 2014 en el departamento castellanos. Estudio de caso

LEVA, P. E.1; TONEATTI, I. E.1 ; STEGMAYER, M. I.1 GHIANO, J.2;TOFFOLI, G. D.1 ; FERNANDEZ, G.1,31,3 ; GARCIA, M. S.1 & SOSA, J. L.3

1.- Facultad de Ciencias Agrarias (UNL). Kreder 2805. (3080) Esperanza, provincia de Santa Fe. Email:
pleva@fca.unl.edu.ar
2.- EEA Inta Rafaela. Ruta 34 - Km 227. (2300) Rafaela, provincia de Santa Fe.
3.- Facultad de Ciencias Veterinarias (UNL). Kreder 2805. (3080) Esperanza, provincia de Santa Fe.

RESUMEN

Durante el  verano del 2014 se llevó a cabo un estudio de caso con el objetivo de evaluar algunas respuestas fisiológicas y conductuales preparto y productivas postparto, en vacas lecheras de alto merito genético con acceso a sombras artificiales. Se utilizaron 24 vacas en  preparto que se alojaron en un corral seco. Las sombras estaban ubicadas en el área de descanso y en el patio de comida. El peso corporal y la condición corporal fueron evaluadas al inicio y a los 30 días de comenzado el ensayo. La frecuencia respiratoria se midió dos veces por semana en tres momentos del día. El registro de comportamiento una vez a la semana. El peso corporal y condición corporal aumentaron durante este periodo indicando que la combinacion de dieta adecuada con la provisión de sombra fue favorable. La frecuencia respiratoria en promedio fue de 60 rpm, indicando un estrés medio alto. La conducta de parado a la sombra fue la de mayor prevalencia. La conducta de comer se mantuvo dentro de los valores considerados normales: 92 minutos. La producción lechera fue de entre 30 y 35 l/d, normal para el establecimiento. El índice de temperatura y humedad se mantuvo por encima de 72. Además, durante febrero las lluvias fueron superiores a las normales de la zona, ocasionado problemas de piso en los corrales.

Palabras claves: Respuestas fisiologicas; Produccion lechera; Comportamiento; Ïndice de temperatura y humedad.

ABSTRACT

During the summer of 2014 it was carried out a case study in order to evaluate some physiological and behavioral prepartum and postpartum production in dairy cows of high genetic merit responses with access to artificial shades were used.. 24 cows in prepartum they stayed in a dry pen. The shadows were located in the rest area and food court. Body weight and body condition were evaluated at start and 30 days into the trial. The respiratory rate was held twice a week in three times a day. The behavior log once a week. Body weight and body condition gain during this period indicating adequate diet was combined with the provision of shade. The average respiratory rate was 60 rpm, indicating a high middle stress. The conduct of standing in the shadow was the most prevalent. Eating behavior are kept within normal values: 92 minutes. Milk production was between 30 and 35 l / d, normal setting. The temperature and humidity index remained above 72. In addition, during february the rains were above normal in the area, caused problems in floor pens.

Key words: Physiological responses; Milk production; Behavior; Temperature and humidity index.


INTRODUCCIÓN

La producción animal en general debe considerar el bienestar como uno de los aspectos importantes,. El concepto de bienestar animal (BA) es complejo. No existe una definición universal, sino varias desde distintas aproximaciones. Una de las más aceptadas es la de Broom (1996), que define al BA como el estado en el cual el animal es capaz de enfrentar y adaptarse al ambiente y a los cambios que en él se producen. De la definición anterior, se deduce que el BA es un estado propio del animal y puede ser estimado por la medición de los esfuerzos que realiza el animal para alcanzar el estado ideal. Si un animal no puede satisfacer una necesidad determinada tendrá poco bienestar.
Dentro del sistema productivo existe un período del ciclo evolutivo de las vacas lecheras durante el cual es poca la importancia que se le da al bienestar animal: la etapa de vaca en preparto. Esta categoría es bastante relegada en relación con el manejo ambiental durante la época estival por considerarse una categoría improductiva. Sin embargo, este período de transición a la lactancia (pre y pos-parto inmediatos) es crítico para la salud del ganado lechero (Drackley, 1999). El estrés calórico puede reducir los niveles de hormonas tiroideas y estrógenos placentales, mientras que incrementa los niveles en sangre de ácidos grasos no esterificados (NEFA) lo cual puede alterar el desarrollo de la ubre y la placenta y la producción de leche entregada al ternero (Avendaño-Reyes et al, 2006). Considerando que el período seco es la etapa de preparación de la vaca para su próxima lactancia y que el pico de producción se alcanza a las 8 semanas postparto, la etapa previa al parto toma gran importancia.
Además, es bien sabido que durante la época estival hay una disminución del consumo voluntario (West, 1994, 1999, 2003). Pero por otro lado, aumentan los requerimientos nutricionales de mantenimiento como mecanismo para mantener el balance térmico y la homeostasis. Fox et al., (1988) indicaron que los requerimientos de mantención del ganado fluctúan entre los valores recomendados por el NRC (1981) sin estrés y cuatro veces dicho valor bajo condiciones ambientales extremas. Así, dentro de la zona de termoneutralidad, la energía de la dieta es utilizada para mantención, crecimiento, producción de leche y actividad física; mientras que bajo o sobre la zona de termoneutralidad la energía es reorientada a funciones tendientes a mantener la condición homeotérmica y en algunos casos puede existir un aumento en la demanda de energía para estos procesos (Collin et al., 2001).
Por lo tanto, la introducción de manejos estratégicos que permitan mejorar las condiciones ambientales podrían disminuir el impacto del estrés calórico mejorando el BA. Trabajos realizados por Amaral et al.( 2009) demostraron que la mitigación del estrés calórico en vacas secas incrementan su posterior producción en comparación con animales no tratados. En nuestras condiciones de manejo, está probado que la utilización de sombras mejora la producción de vacas en lactancia (Valtorta et al., 1996). Un manejo similar podría favorecer también el BA de la categoría de vacas secas.
Durante el verano del 2014  se llevó a cabo un  estudio de caso  para  evaluar el bienestar de las vacas en transición a las cuales se les proveyó un manejo ambiental (sombra) para mitigar el efecto del estrés calórico. Para evaluar el bienestar se utilizaron parámetros comportamentales, biológicos y fisiológicos.

MATERIALES Y MÉTODOS

Lugar de realización y animales.
El presente estudio presentó las características de un estudio de casos múltiples y se enmarcó bajo el enfoque cuantitativo.
El estudio se llevó a cabo en el tambo experimental de EEA INTA Rafaela (-31º 11`, -61º 33`). El período de estudio se extendió desde el 6 de enero del 2014 hasta finalizar el primer tercio de la lactancia de todos los animales incluidos en el estudio.
  Se  utilizaron 24 vacas Holando Argentino en transición (merito genético +9000 l/v) cuyo peso promedio al inicio del ensayo  fue de 703 kg ± 79 y con un condición corporal de 3,0 ± 0,4. Los animales fueron alojados en un corral, de diseño rectangular cuyo eje longitudinal fue E-O,  próximo al tambo. Este corral estuvo provisto con dos estructuras de media sombra, con eje longitudinal N-S. Una de las estructuras, ubicadas en la parte E, en la zona de comederos, y la otra en la parte O del corral, donde se ubicaron los bebederos. La superficie disponible por animal fue de 50 m2 totales y de 4 m2 de sombra (Figura 1). Durante 10, debido a las precipitaciones abundantes, intensas y frecuentes, los animales fueron trasladados a un corral con sombra natural, bebedero de alta reposición y comedero. El comedero no estuvo protegido de la radiación solar, si el bebedero. (Figura 2)

Fig. 1: Corral de estabilización donde fueron alojadas las vacas secas durante el verano 2014

Fig. 2: Corral donde fueron alojadas las vacas secas, transitoriamente, para permitir el secado
de los corrales después de las copiosas lluvias

 

Alimentación
 En cuanto al estrés por calor, ha sido estimado un incremento de mantenimiento entre 7 a 25%. Para una vaca de 600 kg de PV equivale a 0,7 y 2,4 Mcal /día (NRC, 2001)
Las dietas se formularon de acuerdo a los requerimientos de las vacas según el NRC (2001). Se distinguieron durante este estudio 2 dietas: 1) vacas secas entre 60 a 30 días de la fecha probable de parto la composición de la dieta se muestra en la Tabla 1;  2) vacas preparto, a 30 días de la fecha probable de parto se muestra en la  Tabla 2.

Tabla 1: Composición de la dieta, expresada en kg de materia seca por vaca seca por día (kg MS /VS/d) para animales entre 60 a 30 días de la fecha probable de parto. Composición química de los alimentos de la dieta de Vacas Secas. Los valores están expresados en base seca. materia seca ( MS), proteína bruta(PB), fi bra detergente neutra (FDN), fi bra detergente acida (FDA), lignina detergente ácida (LDA), extracto etéreo(EE), cenizas(CZ).

La ración totalmente mezclada (TMR) se suministró una sola vez al día a las 09:00 hs. La misma era distribuía con un mixer.
Información meteorológica
La información meteorológica, temperatura media diaria (Tm, ºC), humedad relativa media diaria (HR, %) y precipitacion diaria (Pp, mm) fueron suministrados por la Estación Agrometeorológica de EEA INTA Rafaela. Con los datos diarios de Tm y HR se calculó los índices de temperatura y humedad (ITH) de acuerdo a la siguiente formula propuesta por Thom (1959):

donde:

tm: temperatura diaria, (°C)
hr: humedad relativa media  diaria, en base decimal.

 En el sector comedero de los corrales se colocaron termómetros de globo negro (TGN) o esferas de Vernon (Berbigier, 1988) que permite integrar en un registro de temperatura los aportes de calor por convección y radiación. La temperatura registrada dentro del espacio cerrado "negro" expresa las ganancias o pérdidas de calor del ambiente medido (Hogan et al., 1990). La lectura en el TGN se efectuaron cada dos horas (08:00 hasta 20:00).

Mediciones
Peso (PC) y condición corporal (CC)
Durante el desarrollo del estudio se realizaron dos pesadas con una báscula individual. El primer PC se obtuvo cuando los animales fueron alojados en el corral de estabilización y el segundo a los 30 días.
La escala de CC utilizada clasifica a las vacas de  uno a cinco; siendo uno (1) para vaca flaca y cinco (5) para vaca gorda.
También se llevó un registro de los pesos de los terneros. El pesaje de los terneros se realizó después del calostrado, y antes de ser trasladados al lugar de crianza artificial.

Frecuencia respiratoria
La frecuencia respiratoria se realizó dos veces por semana y en tres momentos del día: 11:00, 13:00 y 16:00 hs. Para ello se seleccionaron 10 animales y la metodología aplicada fue la de conteo del movimiento de los flancos por minuto (rpm).

Medidas de producción
Se obtuvo la producción de leche diaria durante el primer tercio de lactancia de todos los animales mediante el sistema Alpro™ - DeLaval.
Para analizar la producción de leche se agruparon los animales en dos grupos de acuerdo a su fecha de parto.

Comportamiento
Para las observaciones de las conductas se utilizó un muestreo por barrido con registro temporal a intervalo de 30 minutos, sugerido por Martín y Batenson (1991). Los registros se efectuaron semanalmente desde las 9:00 hs hasta 16:00 hs. Las conductas a observar fueron parado (P), parado rumiando (PR) o jadeando (PJ), echado (E), echado rumiando (ER) o jadeando (EJ), indicando si se ubicaban en la sombra o al sol. Además se registraron las conductas de beber (B) y comer (C). Para las observaciones de conducta se utilizó el siguiente etograma (Tabla 3).

Tabla 3: Descripción de las conductas a observar (etograma).

Durante las horas de observación, se determinó el tiempo (min.) dedicado a cada actividad, mediante la aplicación de la fórmula descrita por Petit (1972):
(ai * n) / N
donde:
ai: número de animales que realiza una actividad en cada observación.
n: tiempo entre dos observaciones.
N: número total de animales

Análisis estadístico
Los resultados, excepto para comportamiento, se presentaron como los cuadrados mínimos de cada tratamiento y la variabilidad de los datos se expresó como error estándar de la media.. Los resultados de comportamiento se presentaron como la suma total del tiempo, expresado en minutos, destinado a cada actividad.

RESULTADOS  Y DISCUSION.
Mediciones en el ambiente
Datos meteorológicos.
En el  desarrollo de este trabajo se presentaron condiciones meteorológicas desfavorables para las vacas lecheras. Se registraron muy altas temperaturas durante el mes de enero y luego abundantes precipitaciones (Tabla 4). La combinación de altas temperaturas y las excesivas precipitaciones son elementos meteorológicos que generan estrés en los animales (Valtorta y Leva, 1998).

Tabla 4: Temperatura media(Tm), humedad relativa media (HR), precipitación (Pp) e índices de temperatura y humedad (ITH) registrados durante los meses de enero y febrero 2014.

La temperatura media mensual del mes de enero fue de 28,1ºC (± 4ºC), superior a los registros de la serie histórica (1971-2013). La temperatura máxima absoluta (40,1ºC) estuvo entre las seis más elevadas de la serie 1971-2013. Las precipitaciones de enero se presentaron en un nivel inferior a las de la serie de referencia (1930-2013) que es de 118,6mm. La humedad relativa media fue 7 %  inferior a la serie de referencia.
La temperatura media mensual de febrero fue de 24,6ºC, muy cercana al valor de referencia de la serie histórica (1971-2013), con máximas diarias inferiores a las esperadas para la época, pero con mínimas superiores. Las lluvias fueron la anomalía principal luego de dos meses consecutivos de precipitaciones muy escasas, constituyéndose en la tercera marca más importante para febrero considerando los registros desde 1930. La cantidad de agua caída casi triplicó al valor normal (312,8 vs 111,8 mm), con numerosos días con lluvia a lo largo del mes (14 días). La humedad relativa fue superior a la serie de referencia (1971-2013) en un 10%. 
En lo referente al índice de confort (ITH) en los meses que duró el estudio el  67% de los días el ITH fue ≥ 72, y el 59% de los días el ITH fue superior a 74. La mayor parte del tiempo fue superior a 72, valor que es considerado como punto crítico en el cual el estrés calórico afecta a la vaca, por lo que el grado de estrés calórico se clasificó como moderado (Armstrong, 1994). De acuerdo con este indicador, durante el período en estudio las vacas tuvieron mayor ganancia de calor del ambiente de lo que pudieron perder. El promedio de HR (%),  registrado durante el estudio fue de 70,5%, lo que no puede haber facilitado la pérdida de calor por vias evaporativos en los animales (Avendaño-Reyes  et al., 2006).
El exceso de agua provocó inconvenientes en el manejo del lote. Durante 10 dias los animales fueron trasladados a otros potreros para el oreo de los corrales (Figura 2).

Datos meteorológicos in sitú
En la figura 3 muestra la marcha de la temperatura media del globo negro registrado debajo de la sombra natural, media sombra y a la intemperie.
La temperatura registrada en el  globo negro (TGN) expresa las ganancias o pérdidas de calor .

Fig. 3: Marcha diaria de la temperatura efectiva diaria media en el Temperatura de globo negro (TGN) debajo de sombra natural, red plástica y al sol.

La utilización de sombras disminuye la carga radiativa por intercepción de la radiación solar. La sombra de los arboles es una de las más efectivas, ya que no solo disminuye la incidencia de radiación, sino también produce una diminución de la temperatura del aire por la evaporación desde las hojas (Valtorta et al, 1996). En este estudio la TGN presentó una diferencia de aproximadamente 7 ºC entre el sol y la sombra natural. En cambio la diferencia entre las sombras artificiales y la del sol fue de 5ºC no coincidiendo con lo informado por Valtorta et al. (1996), quienes  reportaron diferencias de 10ºC.
Mediciones en el animal
Peso (PC) y condición corporal (CC)
En la tabla 5 se presentan los PC y CC promedios al inicio y a los 30 días de comenzado el estudio.

Tabla 5: Peso corporal (PC) y condición corporal (CC) de las vacas al inicio del estudio y a los 30 días

Según Gornsworthy y Topps (1982) los animales deben presentar en este periodo una CC no menor a 3,2. Como se puede apreciar las vacas presentan una CC inferior a 3,2 al inicio del período de 60 días al parto y a los 30 días alcanzaron una CC de 3,5. En investigaciones realizadas se nforma que el efecto combinado de bajas reservas corporales y un bajo consumo de alimento en condiciones de estrés calórico las vacas presentaron una CC al parto menor de 2,5 (Flamenbaum et al., 1995). Sin embargo, la CC ideal para una vaca al parto es entre 3,5 y 3,75 (Wildman et al., 1982). En este estudio las vacas alcanzaron la CC, considerada buena.
Peso de los terneros
En la tabla 6 se presentan los pesos máximos y mininos registrados de los terneros al nacer. Durante este estudio el porcentaje de terneros nacidos muertos fue del 12,5%.

Tabla 6: Peso mínimo, máximo y promedio de los terneros nacidos durante el estudio de caso.

La diferencia entre los peso de los terneros puede explicarse, en parte, por la ocurrencia de partos antes de la fecha probable. Los animales que llegaron al final de la gestación presentaron peso dentro del rango normal para la especie sin diferenciar por sexo, que está comprendido entre 38 y 42 kg (Lagger, 2010; Toledo, 1994). Cabe recordar que aproximadamente 60 % del crecimiento fetal del bovino se presenta en los últimos 90 días de gestación, por lo que la exposición a altas temperaturas en este periodo puede tener efectos negativos importantes en el crecimiento de la placenta y del feto, así como en la viabilidad del feto y el ternero recién nacido (Hansen et al., 1993). Esto implica que vacas en condiciones de estrés calórico tienden a parir terneros con menor peso al nacimiento. Diferentes investigaciones se han llevado a cabo para mitigar el estrés calórico en el último tercio de la gestación utilizando diferentes modificaciones ambientales (Avendaño-Reyes, 1999, Collier et al., 1982, Flamenbaun y Galon, 2010). En todas ellas se encontraron resultados satisfactorios relacionadas con el peso del ternero al nacer. En este estudio la provisión sombra combinado con una adecuada alimentación influyo positivamente en el peso final de los terneros.

Frecuencia respiratoria
En la tabla 7 se presenta la FR promedio registrada en los días de observación. Se clasificaron los días de toma de datos de acuerdo al ITH medio: ITH < 72; ITH 72,1-77 y ITH > 77.

Tabla 7: Frecuencia respiratoria de acuerdo los indice de temperatura y humedad (ITH)

ª Diferencia no significativa (p≤0,05)

Un incremento en la frecuencia respiratoria es esperado cuando los animales son expuestos a temperatura ambientales sobre su zona de termoneutralidad (Kamal, 1975). Esta respuesta es, en parte, debida a la estimulación directa de los receptores periféricos de temperatura que transmiten impulsos nerviosos al centro de calor en el hipotálamo (Habeeb et al., 1992). La FR de las vacas en este estudio se presentó muy por encima de la FR considerada normal en bovinos que es de 20 respiraciones por minuto. Trabajos realizados en bovinos por Silanikove (2000) caracterizaron el estrés calórico en base a la FR de la siguiente manera: bajo, 40-60; medio alto, 60-80; alto, 80-120 y severo superiores a 150 movimientos por minutos. En base a lo anterior, podría decirse que durante la mayor parte de la experiencia las vacas se encontraron en condiciones de estrés medio-alto (60-80 resp/min).  El aumento de la FR es un intento del animal de aumentar la respiración evaporativa (Al-Haidary, 2004).
Producción lechera
 Las pariciones se concentraron mayormente en dos fechas: el 21 de febrero (grupo 1) y el 7 de marzo (grupo 2). En la tabla 8 se presentan las producciones según fecha de parición. Como se puede apreciar el grupo que comenzó su lactancia en marzo presentó el 28% más producción que los de la primera fecha de parición. Por otro lado la producción media de este establecimiento es de 30-35 l/v/d.

Tabla 8: Producción lechera del primer tercio de la lactancia de las vacas discriminadas de acuerdo a su fecha de parición: Grupo 1 fecha de parto 21 de febrero y grupo 2 fecha de parto 7 de marzo

En trabajos realizados en la zona (Valtorta et al., 1997) informan de un efecto negativo entre las altas temperaturas y la producción lechera. Además, los animales de más alta producción (>25l/d, Johnson, 1987), son más sensibles al estrés por calor. Cabe recordar que los animales de este estudio presentan un merito genético de +9000 l/lactancia /v.
El estrés por calor durante el periodo seco puede provocar cambios endocrinos importantes. Entre ellos pueden mencionarse la disminución en las concentraciones plasmáticas de triodotironina y tiroxina (Johnson et al., 1988) que pueden tener un impacto negativo en la producción láctea del siguiente parto (Avendaño Reyes, 1999, Hansen et al., 1993, Maust et al., 1972) y también en la hormona de crecimiento bovina (HCB). Estas respuestas pueden representar un intento fisiológico para disminuir la producción de calor metabólico. En relación a la hormona de crecimiento bovina, su tasa de secreción y niveles plasmáticos disminuyen con temperaturas cálidas (>35°) (Mitra et al., 1972). Además, las concentraciones de HCB disminuyen en vacas de diferentes niveles de producción cuando el ITH supera el valor de 70 (Igono et al., 1988).

Reproducción
Producir un ternero a intervalos regulares es un requisito para obtener una desempeño rentable de la lactación (Royal et al., 2002) y el intervalo parto concepción (IPC) es el factor limitante. (Valtorta y Maciel, 1998), para lo cual es de esperar un  intervalo parto–primer servicio (IPS) que  no supere los 60 días. En este estudio los animales se inseminaron a los 60 días, siendo la taza de preñez al primer servicio de 8,33%. Las fechas en que se realizó la primera inseminación fue en el mes de mayo, otoño,  donde los animales no estaban en estrés calórico. Sin embargo la tasa de concepción se mantuvo baja, con relación a los meses más frescos (primavera). Según  Valtorta y Maciel, (1998) en otoño la tasa de preñez es 10% menos que en primavera donde la tasa de preñez es de 55%. Se ha sugerido que esto podría deberse a un efecto residual del estrés térmico durante los meses más cálidos del año sobre los folículos que se desarrollan para transformarse en dominantes 40-50 días más tarde (Roth et al., 2001a, b).
 Velez Marin & Uribe-Velásquez (2010) han reportado en rodeos que las elevadas temperaturas, la humedad relativa del aire y la radiación solar son los principales elementos climáticos estresantes que causan disminución en la tasa de crecimiento, producción de leche y fallas en la reproducción, incluyendo estros cortos, ciclos estrales anormales y aumento en la mortalidad embrionaria y fetal temprana, con disminución de la fertilidad.

Comportamiento
En la tabla 9 se presentan las conductas, expresadas en minutos,  discriminadas de acuerdo al ITH medio diario.

 Tabla 9: Tiempo destinado (en minutos) a las distintas conductas registradas en vacas discriminadas por el índice de temperatura y humedad (ITH): parado al sol (PS), parado a la sombra (PSOM), echado a la sombra (ESOM), comiendo (C) y bebiendo (B).

 Las vacas destinaron 210 minutos diarios a la conducta P, de las 7 horas de observación. Esto coincide con lo informado por von Keyserlingk et al. (2013). Los animales a partir de las 10 hs se ubicaron bajo la sombra. El tiempo destinado a R fue de 65 minutos por día. Por otro lado, el tiempo destinado a J  por día no superó los 35 minutos y sólo se observo en los días con ITH mayor a 76,7. Sólo se observó la conducta E en animales bajo la sombra
  Por otra parte el tiempo destinado a la conducta alimenticia (C) fue de 92 minutos por día. Otros autores (von Keyserlingk  y Weary, 2013), reportaron tiempo destinado a comer de 86,5 minutos/día.

 Conclusiones

Los parámetros evaluados en este estudio nos permite inferir que las vacas manejadas con sombras y dietas balanceadas alcanzaron una  condición corporal adecuado para el parto  lo que les permitó un buen comienzo de  la lactancia. Los pesos de los terneros se mantuvo dentro de los valores considerados normales para la especie. La tasa de preñez fue baja  aunque las inseminaciones se realizaron en otoño, indicando que sólo la provisión de sombra no sería suficiente para disminuir el estrés por calor en las condiciones del verano de la cuenca lechera.
La producción lechera varió de acuerdo a la fecha de parición. Las vacas paridas en marzo presentaron mejor desempeño que las que parieron en febrero.
En cuanto a las conductas se observó que en  general el tiempo destinado a alimentación es lo normal para las vacas en este periodo. Además se puede apreciar que los animales, cuando las condiciones ambientales son estresantes, se ubicaron a la sombra. No se observo jadeos, a pesar de las elevadas  temperaturas.

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