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Ecología austral

versión On-line ISSN 1667-782X

Ecol. austral v.12 n.2 Córdoba jul./dic. 2002

 

TRABAJOS ORIGINALES

Una revisión de los trabajos sobre categorizaciones y prioridades de conservación de los vertebrados de Argentina

Dora Grigera* & Carmen Úbeda

Centro Regional Universitario Bariloche, Universidad Nacional del Comahue, Río Negro, Argentina

* Depto.de Ecología, Univ. Nacional del Comahue; Unidad Postal Universidad; R8400FRF Bariloche; Río Negro, Argentina. Email: dgrigera@crub.uncoma.edu.ar

Recibido: 3 abril 2002;
Revisado: 8 junio 2002;
Aceptado: 24 junio 2002;
Versión final: 25 agosto 2002

RESUMEN. Se efectuó una revisión de los trabajos realizados entre 1960 y 2001 sobre categorizaciones y establecimiento de prioridades de conservación de vertebrados de Argentina. En cinco de los trabajos inventariados no se explicita cómo se arribó a los resultados, siete son compilaciones, dos se basan en la opinión de especialistas y en 46 se utilizan diversos métodos. Suman 11 los métodos creados por autores argentinos y basados en criterios explícitos. Los criterios más utilizados son el tamaño de las poblaciones y los relativos a características biológicas. Entre los métodos analizados hay disparidad en el tipo y calidad de información que requieren para su aplicación. Con una excepción, la evaluación o ponderación de los criterios se lleva a cabo en una sola instancia, arribando a un resultado final que puede ser una categoría o un ordenamiento jerárquico resultante del valor de un índice. Los resultados obtenidos evidencian la preocupación creciente por la conservación y por el uso de métodos objetivos de evaluación en Argentina, pero también revelan que todavía no están dadas las condiciones para la adopción de un único método.

Palabras clave: Conservación; Vertebrados; Prioridades; Métodos de evaluación.

ABSTRACT. A revision of studies on classification and conservation priorities of vertebrates in Argentina: A revision of the studies on classification and conservation priorities of vertebrates of Argentina performed between 1960 and 2001 is reported. In five of the studies surveyed details on how the evaluation was made were not provided, seven of these studies are compilations, two were based on the opinion of specialists and 46 used diverse evaluation methods. Eleven of these methods were developed by Argentinean authors and based on explicit criteria. In some of these methods the criteria are subject to a quantitative evaluation and in others these criteria are qualitatively or quantitatively weighted. The criteria most utilised are population size and biological features; less frequently used criteria are distribution area, taxonomic or evolutionary singularity and the extraction of individuals. The methods analysed are uneven with respect to the kind and quality of the information required for their application. Except in one of these methods, the evaluation and appraisal of the criteria is performed in a single procedure, arriving at a final result which may be a category or a hierarchical ordination resulting from an index value. The results evidence an increasing concern about conservation and the use of objective methods for conservation evaluation in Argentina, but also reveal that the requirements for the adoption of a single method for conservation are yet to be met.

Keywords: Conservation; Vertebrates; Priorities; Evaluation methods.

INTRODUCCIÓN

En las últimas tres décadas se ha intensificado a escala mundial, tanto en ámbitos académicos como gubernamentales y no gubernamentales, la toma de conciencia sobre la importancia de la conservación. En un principio la atención se centró en las especies, hasta que se comprendió la necesidad de conservar todos los niveles de la biodiversidad. Aproximadamente a partir de los años 90, comenzaron a ser formulados métodos objetivos para priorizar especies según su necesidad de conservación, en reemplazo de las apreciaciones subjetivas, a menudo carentes de fundamentos explícitos, utilizadas hasta entonces. En este sentido se destacan los esfuerzos a escala global de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), la cual mediante un proceso continuado de consultas, validación y enmiendas de los criterios utilizados, elaboró sucesivas versiones metodológicas para categorizar a las especies (Mace & Lande 1991; Mace & Stuart 1994; IUCN 2001). Los criterios adoptados por la UICN a partir de 1994 no solo pretenden que el proceso de categorización de las especies amenazadas sea más objetivo, sino además que la categoría asignada indique el riesgo o probabilidad de extinción.

Con el objeto de brindar un panorama de la producción científica en Argentina sobre este tema, en particular sobre las herramientas metodológicas que han sido propuestas para categorizar o priorizar, realizamos la revisión cuyos resultados presentamos en este artículo.

MÉTODOS

Se realizó una revisión de los trabajos publicados o presentados en reuniones científicas en los que se realizaron categorizaciones o se establecieron prioridades de conservación de taxa de vertebrados de Argentina. Fueron objeto de atención las metodologías de evaluación para asignar categorías o establecer prioridades, y se analizaron particularmente los métodos basados en criterios explícitos creados por autores del país.

RESULTADOS

La revisión realizada comprende el periodo entre 1960 y 2001, aunque se encontró una sola referencia anterior a 1980 (Tabla 1). Se pudieron inventariar 60 trabajos, incluyendo el listado que constituye la categorización oficial de la fauna argentina vigente en la actualidad (Secretaría de Agricultura y Ganadería 1983) y el Reglamento para la Protección y Manejo de la Fauna Silvestre de la Administración de Parques Nacionales (APN 1991). En 1993, EH Bucher (com. pública) propuso algunos criterios para decidir cuándo una especie está amenazada, pero este aporte no figura en la Tabla 1 debido a que los criterios no estaban estructurados en una metodología ni fueron aplicados a un caso concreto.

Tabla 1. Publicaciones o comunicaciones en reuniones científicas referidas a evaluaciones del estado de conservación de vertebrados en Argentina. En las evaluaciones que asignaron categorías de conservación, se indica la fuente y, entre paréntesis, el número de las categorías utilizadas. El Decreto 691/81 corresponde a la Ley Nacional 22421/ 81. El Decreto 666/97 es modificatorio del Decreto 691/81.
Table 1. Publications or communications in scientific meetings referred to the evaluation of the conservation status of vertebrates in Argentina. In those evaluations that assigned conservation categories, the source and number of categories utilised (in brackets) are indicated. Decreto (decree) 691/81 follows National Law 22421/81. Decreto (decree) 666/97 is a modification of the Decree 691/81.

En 41 de estos trabajos se menciona el estatus de los mamíferos, ya sea con exclusividad o entre otros vertebrados. Los peces son los menos frecuentes (13 trabajos incluyen a este grupo), mientras que las aves, los reptiles y los anfibios han merecido más o menos la misma atención (se ocupan de ellos 28, 30 y 28 trabajos, respectivamente). Las evaluaciones son casi en su totalidad al nivel de especie; unas pocas abarcan subespecies y en un único caso familias. El área de distribución de los taxa evaluados corresponde al territorio nacional, provincias, áreas protegidas e, incluso, ambientes particulares.

En cinco de los trabajos inventariados no se explicita en qué forma se realizó la evaluación, seis son compilaciones de otras evaluaciones, dos se basan en la opinión de especialistas y en el resto se utilizan métodos creados por los mismos autores de la publicación o por otros autores. Las fuentes más comunes de las compilaciones son las listas rojas de la UICN, el listado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (1983), los Apéndices de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Plantas y Animales Silvestres) y las listas del CIPA (Consejo Internacional para la Preservación de las Aves).

Algunos autores no asignan categorías de conservación a los taxa, determinando su estatus por la posesión de atributos predeterminados (Martín et al. 1987; APN 1991) o por el lugar que ocupan en una lista jerárquica (el resto). Los autores que adjudican categorías pueden clasificarse en tres grupos: 1) los que utilizan las categorías definidas por otros autores o instituciones; 2) los que asignan categorías con vocablos clásicos pero en diferente número y significación [e.g., la categoría Vulnerable indica distinta prioridad según la utilicen Crespo (1982); Vides Almonacid (1989); Capozzo & Junín (1991); Di Tada et al. (1996) o Vides Almonacid et al. (1998)]; y 3) los que clasifican a los taxa en conjuntos denominados con terminología propia (Reca et al. 1994).

En la Figura 1 puede observarse la tendencia creciente a lo largo del tiempo en el número de trabajos objeto de esta revisión. Los métodos o procedimientos de evaluación creados por autores argentinos y basados en criterios (también llamados variables) explícitos suman 11 y en su mayoría fueron generados durante los últimos trece años (Figura 1). Aunque Martin et al. (1980–1981) no están comprendidos en esta suma, merecen una mención ya que fueron los primeros en confeccionar una lista de especies priorizada de acuerdo a valores numéricos. Obtuvieron estos valores cuantificando la opinión de conocedores de fauna sobre cuáles especies de aves y de mamíferos silvestres consideraban en peligro de extinción.


Figura 1
. Número de trabajos (barras blancas) y de métodos (barras negras) referidos a la evaluación del estado de conservación de vertebrados en Argentina publicados o comunicados entre 1980 y 2001.
Figure 1. Number of studies (open bars) and methods (filled bars) referred to the evaluation of the conservation status of vertebrates in Argentina published or communicated between 1980 and 2001.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS MÉTODOS

Los métodos se presentan clasificados según el tratamiento que reciben los criterios que los componen. Para respetar la precedencia de los aportes, en esta descripción y en la Tabla 1 se indica la fecha de la comunicación pública de los métodos que no fueron publicados y la de aquellos en que medió más de un año entre la comunicación y su publicación.

Los criterios o variables comprendidos en los métodos descriptos se presentan en la Tabla 2, tal cual fueron enunciados por sus autores, pero agrupados por similitudes bajo la denominación que mejor los define. Un análisis de la frecuencia con que los distintos criterios se encuentran en el conjunto de métodos analizados muestra que los más utilizados son el tamaño de las poblaciones y los relacionados con características biológicas inherentes. Les siguen el área de distribución, la singularidad taxonómica o evolutiva y la extracción de ejemplares del medio natural por parte del hombre (Figura 2). Entre las características biológicas la más frecuente es el grado de especialización en el uso del hábitat.

Tabla 2. Criterios que componen los métodos para evaluar aspectos relacionados con la conservación de vertebrados, creados por autores argentinos. Los criterios se presentan agrupados por similitud; las cruces indican en cuáles métodos son utilizados. A: Crespo (1982); B: Chani et al. (1989a); C: Reca et al. (1994); D: A Balabusic et al., APN, com. pública, 1989; E: Vides Almonacid (1989); F: APN (1991); G: Bertonatti & González (1992); H: Galliari & Goin (1993); I: Navarro et al., IADIZA, com. pública, 1994; J: Ojeda et al. (en prensa); K: Dellafiore & Maceira (1998).
Table 2. Criteria of the methods for the evaluation of aspects related with the conservation of vertebrates designed by Argentinean authors. The criteria are grouped by their similarities; crosses indicate in which method each criterion is utilised. See letter codes in the legend above.

 


Figura 2
. Frecuencia de ocurrencia de distintos grupos de criterios para evaluar el estado de conservación de vertebrados en Argentina en el conjunto de los métodos de evaluación listados en la Tabla 2.
Figure 2. Frequency of use of different groups of criteria for the evaluation of the conservation status of vertebrates in Argentina in the methods listed in Table 2.

Métodos sin ponderación de criterios

Crespo (1982).– Determina el grado de vulnerabilidad de los mamíferos del Parque Nacional Iguazú. Combinando el tamaño corporal de las especies y los estratos de vegetación que frecuentan, construye una curva que delimita un área de vulnerabilidad potencial. Completa la evaluación teniendo en cuenta el nivel trófico y el tipo de locomoción de cada especie.

Martín et al. (1987).– Formulan un procedimiento para la selección de especies dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Si una especie posee uno o más de seis atributos preestablecidos la consideran de valor especial. Posteriormente, con el agregado de cinco atributos más a los seis originales, este procedimiento fue adoptado por la Administración de Parques Nacionales para ser aplicado en todas las áreas protegidas bajo su jurisdicción (APN 1991).

Métodos con ponderación cualitativa de criterios

Bertonatti & González (1992).– Asignan categorías de conservación mediante una apreciación cualitativa y una interpretación global de la situación de cada especie con respecto a cinco criterios.

Métodos con ponderación cuantitativa de criterios

J Chani et al., com. pública, 1987 (Chani et al. 1989a).– La propuesta es primariamente para manejo de fauna silvestre. Diseñan una matriz para identificar especies que necesitan protección y especies que requieren regulación. Se puede calcular un índice y obtener una lista priorizada de especies.

A Balabusic et al. (com. pública, 1989).– Evalúan prioridades de conservación de la fauna silvestre en Parques Nacionales. Sobre la base de cinco criterios ponderados generan tres índices que permiten un ordenamiento jerárquico y la detección de especies críticas.

Vides Almonacid (1989).– Pondera cinco variables para calcular un índice por especie, el que determina el valor de conservación de cada especie evaluada. Ordenando las especies por su valor de conservación se pueden detectar las prioritarias.

Galliari & Goin (1993).– Califican el valor intrínseco de la evolución in situ de la mastofauna de América del Sur. Crean un índice de autoctonía o de endemismo temporal que permite realizar un ordenamiento. Por la calidad de información necesaria para calcular el índice sólo lo aplican al nivel de familia.

A Reca et al., com. pública, 1988 (Reca et al. 1994).– Crearon un índice que resulta de la suma de los valores de 12 variables. El valor del índice para cada especie determina su ubicación en un listado jerárquico. Mediante un criterio estadístico establecido por el método se pueden identificar en dicho listado tres grupos de especies de acuerdo a la prioridad que se les debe asignar para atender a su conservación. El método prevé la incorporación de variables ad hoc para situaciones particulares.

Navarro et al. (com. pública, 1994).– Determinan el grado de vulnerabilidad de las especies mediante un índice ordenador que se calcula según las condiciones de las especies con relación a tres criterios.

Dellafiore & Maceira (1998).– Confeccionan una planilla o matriz semi-cuantitativa para identificar problemas de conservación. La planilla se compone de la lista de especies objeto de interés, evaluaciones del estado de conservación de estas especies hechas por otros autores, número poblacional y nueve variables que deben ser ponderadas. Se obtienen algunos resultados numéricos y otros cualitativos.

R Ojeda, com. pública, 1997 (Ojeda et al., en prensa).– Propone utilizar el método de Reca et al. (1994) reemplazando una de sus variables, la singularidad taxonómica, por el índice de autoctonía de Galliari & Goin (1993). Lo aplicaron para priorizar biomas según su mastofauna.

Cabe señalar que uno de los métodos descriptos, el de Galliari & Goin (1993), prioriza a los taxa con independencia de su vulnerabilidad inherente o de las amenazas para su conservación, ya que evalúa la antigüedad del linaje. Aunque el procedimiento de la Administración de Parques Nacionales (APN 1991) para la selección de especies incluye criterios relacionados con la vulnerabilidad o la existencia de amenazas, también comprende dos criterios que pueden ser independientes de estos aspectos (la posesión de valor cultural o de alguna singularidad), por los cuales una especie merece ser calificada de "valor especial".

OBSERVACIONES GENERALES

Entre los métodos analizados hay disparidad en cuanto al tipo y calidad de información que requieren para su aplicación. Para algunos se necesitan datos actuales, mientras que para otros (los menos) hay que disponer además de registros históricos para detectar tendencias. Difieren la disponibilidad de la información, el grado de dificultad para obtenerla y el nivel de certeza exigida para ponderar los criterios que componen cada método.

A pesar de que el deterioro, disminución o fragmentación del hábitat constituyen el principal factor de amenaza para la supervivencia de las especies, solo un tercio de los métodos analizados incluyen criterios relacionados con la conservación del hábitat, criterio que es muy importante puesto que aun la especie en mejor situación corre peligro si su hábitat se ve amenazado. Un poco más de atención se le dispensa a la especialización de las especies en el uso del hábitat, que se encuentra en el 50% de estos métodos.

El criterio "otras evaluaciones", utilizado en algunos de los métodos, tiene efectos distintos en cada caso. En la metodología de la Administración de Parques Nacionales (APN 1991), el estatus de conservación a escala nacional o internacional de una especie puede determinar que sea calificada de valor especial. Para Dellafiore & Maceira (1998), la categorización en el ámbito nacional de las especies es un elemento más para detectar si existen problemas para su conservación. En los métodos de Balabusic et al. (com. pública) y de Vides Almonacid (1989), la categoría de conservación de una especie a escala internacional, nacional y local es una variable más del índice por medio del cual realizan la priorización y la ponderan asignándole valores crecientes a medida que la categoría indica una situación de mayor riesgo. Esto significa que a las variables que utilizan para efectuar la evaluación agregan una que es en sí misma el resultado de una evaluación previa, incurriendo así en una redundancia. Desde otro punto de vista, el resultado de otras evaluaciones podría interpretarse en un sentido opuesto, pensando que los taxa clasificados en categorías de riesgo por organismos nacionales o internacionales están protegidos por leyes o convenios (e.g., CITES), por lo tanto su riesgo disminuye cuando la categoría de amenaza es mayor.

Otro caso de apreciaciones diferentes, esta vez sobre una característica biológica, lo encontramos al comparar el significado de los criterios "tipo de locomoción" y "habilidad de escape" que utilizan Crespo (1982) y Ávila & Acosta (1996), respectivamente. En ambos casos el criterio está referido a la capacidad de desplazamiento y al grado de movilidad de las especies. Para Crespo (1982), que evaluó la vulnerabilidad de especies en un Parque Nacional, la posesión de un tipo de locomoción que permita amplios desplazamientos posibilita a los individuos salir del área protegida, aumentando así los riesgos de depredación natural y humana y, por ende, la vulnerabilidad. Por el contrario, Ávila & Acosta (1996), quienes utilizaron el método de Reca et al. (1994) para evaluar el estado de conservación de un grupo de Saurios y Anfibios de la provincia de Córdoba incorporando la "habilidad de escape" a los criterios preestablecidos por el método, interpretaron que una mayor movilidad confiere mejor capacidad para alejarse de peligros potenciales y, por consiguiente, las especies más móviles son menos vulnerables. Interpretamos que esta discrepancia en los puntos de vista sobre un mismo atributo se debe a las características del área donde se realizó la evaluación.

Con una salvedad que se comenta más adelante, en los métodos analizados la evaluación o ponderación de los criterios se lleva a cabo en una sola instancia, arribando a un resultado final único, que puede ser una categoría o un ordenamiento jerárquico resultante del valor de un índice. Al contrastar este procedimiento con la metodología de Millsap et al. (1990), con las consideraciones de Margules & Usher (1981) y con las recomendaciones de un taller de especialistas (Grigera & Rau 2000), advertimos que los criterios utilizados podrían ser agrupados y evaluados en sucesivas etapas. Serían tres conjuntos según Millsap et al. (1990), o dos según los restantes autores mencionados:
1) El primer conjunto estaría formado por los criterios referidos a las características biológicas, la distribución y la abundancia, que corresponden a las variables "biológicas" de Millsap et al. (1990), "científicas" de Margules & Usher (1981) o de "conservación" del taller coordinado por Grigera & Rau (2000).
2) Según Millsap et al. (1990) el grado de protección se ubicaría en un segundo grupo de variables llamadas de "acción".
3) Las acciones extractivas, la singularidad taxonómica y variables locales forman parte para estos últimos autores de un tercer grupo de "variables suplementarias". Estas variables son afines a los "criterios políticos" de Margules & Usher (1981), quienes incorporan el valor cultural a este conjunto y justifican llamarlos "políticos" porque no están basados en principios biológicos, ecológicos o biogeográficos.

El segundo y tercer grupo de criterios conformarían el conjunto de criterios de "priorización" descriptos en Grigera & Rau (2000).

Millsap et al. (1990) establecen que las variables suplementarias deben ser utilizadas con posterioridad a los otros grupos de variables, puesto que sirven para destacar las especies detectadas como vulnerables por medio de la ponderación de las variables biológicas. Coincidentemente, Margules & Usher (1981) sostienen que este tipo de criterios no debería ser usado en una primera evaluación, porque, sobre todo las acciones extractivas, adquieren significancia en casos de rareza o vulnerabilidad.

Entre los trabajos analizados, los únicos autores que efectuaron una evaluación en dos etapas son Úbeda et al. (1994a, 1994b) y Grigera et al. (1996), para evaluar la fauna del Parque Nacional Nahuel Huapi. Con posterioridad a la obtención de una lista priorizada de especies de acuerdo a su estado de conservación a escala nacional, hicieron una segunda priorización agregando la abundancia y el grado de protección en el Parque en carácter de "variables locales".

Entre los métodos analizados en este trabajo, solo el de Chani et al. (1989a) y el de Bertonatti & González (1992) tienen en cuenta criterios indicadores de riesgo, pero sin una intención explícita o clara de que el objetivo de su inclusión sea evaluar la probabilidad de extinción. Estos criterios son la tendencia del área de distribución ("retroceso" para Chani et al. 1989a) y la tendencia del tamaño poblacional. Sin embargo, en ambos métodos su peso en el resutado es poco significativo, ya que representan entre el 15 y el 20% del total de las variables. Al describir su método, Reca et al. (1994) señalan que los resultados que permite obtener son indicadores de vulnerabilidad relativa y que pueden tener valor predictivo si persistieran las condiciones bajo las que fueron calculados, incrementándose este valor cuando se conoce la dirección en que actuarán las fuerzas selectivas. Por esta característica fue sugerida la aplicación de este método en monitoreos de calidad ambiental (Grigera 2000), pero ni éste ni los dos anteriormente mencionados pueden ser considerados, en rigor, aptos para evaluar probabilidad de extinción.

Puede concluirse que aunque en algunos de los métodos que hemos analizado se incorporen algunas variables de riesgo a las variables de prioridad, el resultado final, ya sea la asignación de categorías o un ordenamiento jerárquico, responde al objetivo de establecer prioridades de conservación. Gärdenfors et al. (2001) destacan la importancia de distinguir entre riesgo de extinción y prioridad de conservación, señalando que lo primero se estima mediante un proceso científico, mientras que lo segundo forma parte de un proceso político.

CONSIDERACIONES FINALES

De la revisión efectuada surgen evidencias de la preocupación creciente por la conservación de la fauna silvestre en nuestro país, así como el uso o la creación durante los últimos años de métodos objetivos de evaluación, en concordancia con la tendencia mundial al respecto.

Las metodologías propuestas y los tiempos y formas en que fueron aplicadas son diversos. Si bien existiría una cierta aceptación de la conveniencia de adoptar un único método, todavía no existe consenso sobre cuál sería el más apropiado. El intento de categorizar a los tetrápodos argentinos mediante el método de Mace & Stuart (1994), adoptado por la UICN a partir de 1994 para la confección de sus listas rojas, demostró que la información que tenemos en nuestro país es actualmente insuficiente para su utilización generalizada (Grigera & Úbeda 2000). Varias experiencias de aplicación de este método en otros sitios del mundo revelaron incongruencias pendientes de resolución al comparar los resultados obtenidos en los niveles global, regional y nacional, debido a que la información en el ámbito nacional no siempre es tomada en cuenta a niveles internacionales (Rodríguez et al. 2000, Gärdenfors 2001). En la línea de razonamiento de Ojeda & Borghi (1996), "esto no debiera significar la negativa de adoptar sistemas de clasificación vigentes, sino de discutir y elaborar propuestas alternativas y complementarias". Como ya lo expresamos anteriormente (Grigera & Úbeda 2000), en nuestro país, al menos en el corto plazo, deberíamos aceptar el desafío de buscar nuestras propias soluciones. Proponemos el camino del acuerdo, de la aceptación de que quizás sean necesarios diversos métodos para los distintos grupos faunísticos, y de la comprensión de la urgencia con que debemos resolver los problemas de la conservación de los recursos naturales en Argentina.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a los autores que nos facilitaron sus trabajos y respondieron a nuestras consultas, en particular al Dr. H. López por su contribución bibliográfica y a los árbitros del manuscrito por sus valiosos comentarios.

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