OBITUARIO

En memoria de Imanuel Noy-Meir

El 6 de octubre de 2009 falleció Imanuel Noy-Meir a los 68 años de edad, en Haifa (Israel), durante una operación del corazón.

Imanuel fue un científico brillante, "la persona más inteligente que he conocido", según las acertadas palabras de un antiguo discípulo suyo.

Hijo de alemanes refugiados del nazismo, nació en Argentina (Colonia Avigdor, Entre Rios) el 2 de febrero de 1941, y emigró a Israel en 1950 a la edad de 8 años. Obtuvo su licenciatura en biología y maestría en fisiología de plantas en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y un doctorado en ecología y biogeografía en la Universidad Nacional de Australia.

Imanuel era un naturalista de alma, y dedicó su vida a entender cómo son y cómo funcionan los ecosistemas que nos sustentan, y también cómo deben manejarse. Sus trabajos científicos fueron mucho más que mediciones y experimentos orientados a confirmar teorías o agregar detalles a las teorías ya establecidas. Muchos de sus escritos expresan ideas innovadoras y desencadenaron cambios de paradigma en el campo de la ecología. Por las características de los lugares donde vivió, se transformó en un experto en ecología vegetal de ecosistemas áridos y semi-áridos, y experto también en la ecología de las interacciones planta-herbívoro en sistemas bajo uso ganadero.

Desde el año 1997 empezó a venir con frecuencia a la Argentina por razones familiares, y se interesó fuertemente por nuestros ecosistemas. En el año 2007 se retiró del Departamento de Botánica Agrícola de la Universidad Hebrea de Jerusalén y se radicó definitivamente en Córdoba.

Trabajar con él era un lujo, siempre aportaba algún razonamiento impecable que nos ayudaba a aclarar nuestras propias ideas, o a darnos cuenta de porqué no eran buenas. Cuando disentía con alguien era tenaz; sus argumentos siempre eran bien pensados y científicos. Con sencillez y humildad, insistía con una idea cuando estaba convencido de ella. Pero también sabía escuchar los argumentos del otro, y se daba cuenta muy rápido cuando era él quien se equivocaba. Era curioso y se interesaba por todo, eso lo llevó a trabajar en colaboración con ecólogos de todo el mundo.

En estos últimos años de su vida, se enamoró de los bosques cordobeses. En particular del bosque serrano de los faldeos más bajos de las Sierras de Córdoba. Observó que poco se había escrito sobre estos bosques, pero supo reconocer y valorar el conocimiento de años de observación de los naturalistas y científicos que lo habitaban. Por esa razón organizó encuestas y talleres con todos los conocedores con el propósito de reunir todo este "conocimiento de expertos" en un modelo de la dinámica sucesional del bosque, que nos sirviera como base para ser afinado luego con investigaciones más detalladas.

Durante sus años en la Argentina se comprometió fuertemente con la conservación de nuestros ecosistemas. Fue un miembro activo e indispensable de la organización no gubernamental "Ecosistemas Argentinos". Guió caminatas destinadas a todo tipo de público en las cuales transmitía sus conocimientos y su entusiasmo por las plantas nativas y por la naturaleza del bosque serrano. Una de sus últimas grandes acciones fue la colaboración con la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Córdoba, encargada de elaborar un proyecto de ley acorde a los lineamientos de la Ley Nacional de Bosques. Allí aportó su enorme experiencia y conocimiento científico. Se concentró en fundamentar la importancia de preservar las áreas de bosque degradado y permitir su recuperación mediante técnicas de restauración ecológica.

Imanuel Noy-Meir
1941 - 2009

Además de la profunda tristeza por su inesperado fallecimiento, quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo como ser humano y como científico nos quedamos con su recuerdo y ejemplo a seguir. Nos mostró que es posible ser un ecólogo de alta rigurosidad científica y al mismo tiempo, estar profundamente comprometido con la sociedad, en vistas a buscar soluciones ante la crisis ambiental actual.

Ana M. Cingolani

Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, CONICET- Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, y Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, UNC. Argentina. Email: acingola@com.uncor.edu