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Salud(i)Ciencia

versión impresa ISSN 1667-8682versión On-line ISSN 1667-8990

Salud(i)ciencia vol.22 no.8 Ciudad autonoma de Buenos Aires mar. 2018

 

CRÒNICAS DE AUTORES

La dinámica sociocultural influye en las vías de atención de los niños con trastorno del desarrollo

Socio-cultural dynamics influence care pathways in children with developmental disorder

 

Suhash Chakraborty 1

1 Hindustan Aeronautics Limited Hospital, Banagalore, Bangalore, India

Chakraborty describe para SIIC su artículo editado en Indian Journal of Psychological Medicine 36(1):27-32, enero 2014

 

 

Bangalore, India (especial para SIIC)
El trastorno específico del aprendizaje (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultad o discapacidad en áreas de lectura (dislexia), expresión escrita, ortografía o habilidades matemáticas. El TEA no es lo mismo que el retardo mental (RM). De hecho, los niños con TEA tienen un cociente intelectual (CI) normal. Sin embargo, debido a las deficiencias en las habilidades en la lectura y la escritura, estos niños experimentan traumas emocionales, que provocan trastornos de conducta graves y otras comorbilidades. La identificación de los obstáculos en las vías de atención es, por ende, necesaria.

Este estudio se realizó en el National Institute of Mental Health and Neurosciences (NIMHANS), Bangalore, India. Este es el primer instituto neuropsiquiátrico del Sudeste Asiático con establecimientos de atención terciaria. El instituto tiene una unidad separada para niños y adolescentes con servicios de internación y ambulatorios. A los fines de este estudio, los investigadores constituyeron dos grupos con 50 niños cado uno con los diagnósticos de TEA y RM. Se incluyeron los niños con una edad cronológica entre 8 y 16 años, ya que el diagnóstico de TEA no puede realizarse antes de los 8 años. Se recabó información acerca de los antecedentes (perfil socidemográfico y vías de atención) de los cuidadores inmediatos, principalmente los padres. Para tal fin, se utilizó el instrumento de vías de atención de Goldberg (modificado). Se excluyeron otras alteraciones neurológicas como la epilepsia y el autismo en ambos grupos para reducir el sesgo. Ambos grupos se compararon estadísticamente sobre la base del contacto temprano (menor o igual a 3 contactos) o tardío (más de 3 contactos). Para los niños con TEA, se realizó una comparación dentro del grupo entre el contacto temprano y el tardío en correlación con el perfil sociodemográfico.

Los autores encontraron que los “otros”, que consisten principalmente en maestros además de los padres de otros niños, parientes, vecinos cumplen el papel principal en la derivación de estos niños a un centro de atención terciaria. Mientras que los niños con TEA ven a los “otros” como el primer contacto, aquellos con RM se acercan a los médicos alopáticos en primer lugar. Los curanderos tradicionales (religiosos y curadores espituales) y los practicantes tradicionales (seguidores del sistema de homeopatía, ayurvédica y unani) tienen una presencia significativa en las vías de atención tanto como contactos iniciales o subsecuentes en ambos grupos. Hay niños en ambos grupos que los consultaron después de haberlo hecho con los médicos alopáticos. De modo similar, hay niños que consultaron con los “otros” después de haberlo hecho con los médicos de los sistemas alopáticos o tradicionales de la medicina.

La mayoría de los niños con TEA se encontraban en cuarto o quinto grado cuando acudieron al centro. La demora promedio en llegar al centro de atención terciaria fue de 3.39 años para este grupo. El tiempo promedio para acudir al primer contacto fue, sin embargo, de 1.08 años. Esto demuestra una demora de aproximadamente dos años en llegar al centro adecuado a pesar de la identificación de algún problema en el niño. El escaso rendimiento académico fue la manifestación principal en dos tercios de los niños en el grupo de TEA; mientras que un sexto se presentó con comorbilidades. Los padres de la mitad de los niños con TEA desconocían la existencia del servicio en el centro de atención terciaria; mientras que un tercio esperaba una resolución espontánea. Unos pocos no tenían confianza en el sistema alopático y algunos mencionaron al estigma como la razón para no haber consultado tempranamente en un hospital terciario. En el grupo de RM, el 86% tiene retardo mental leve. Los padres de un tercio de los niños del grupo de RM fueron citaron a la menor inteligencia como la razón para buscar ayuda. Aproximadamente un cuarto se acercaron a un proveedor de atención cuando se hicieron presentes síntomas de comorbilidades.

En el grupo de TEA, la comparación dentro del grupo entre el contacto temprano y el tardío encontró solo un hallazgo significativo. Los niños en el grupo de edades comprendido entre los 8 y 10 años fueron llevados tempranamente al centro de atención terciaria en comparación con aquellos entre 14 a 16 años, que concurrieron tardíamente. Posteriormente, los autores compararon los contactos tempranos de ambos grupos (TEA y RM). Fue interesante descubrir que la educación de las madres constituyó un determinante significativo en el contacto temprano con el centro en los niños con TEA. De modo similar, cuando se compararon ambos grupos sobre la base del contacto tardío, la comorbilidad fue el factor significativo. Más probablemente, los padres de los niños con RM buscaron ayuda por los síntomas comórbidos secundarios y no por la discapacidad intelectual principal.

Los autores analizaron los resultados y encontraron algunos factores sociodemográficos o “modelos culturales de la enfermedad” interesantes como responsables de dichos obstáculos en las vías de atención. Demostraron que cuando se trata de la atención en salud mental, el ambiente social cumple un papel significativo. Los padres de los niños de ambos grupos les prestaron atención a los “otros” en la búsqueda de las vías de atención. Afortunadamente, la mayoría de ellos derivaron a los niños a un centro de atención terciaria. Este estudio también destaca la influencia de las creencias religiosas y sobrenaturales acerca de la causa del trastorno del desarrollo en la región.

El nivel de educación de la madres es un factor significativo en la búsqueda de atención temprana y destaca la importancia de la educación de los padres en las vías de atención. Los autores sugirieron aumentar la concientización acerca de las “bases biológicas” de estos trastornos del desarrollo. Esto permitirá asegurar la búsqueda temprana de atención profesional. El fortalecimiento de la coordinación entre los profesionales de diversos sistemas médicos es otra forma de reducir los obstáculos.

 

 

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