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Salud(i)Ciencia

versão impressa ISSN 1667-8682versão On-line ISSN 1667-8990

Salud(i)ciencia vol.23 no.2 Ciudad autonoma de Buenos Aires ago. 2018

 

CRÒNICAS DE AUTORES

Tumores del estroma gastrointestinal

 

Belén García 1

1 Centro Oncológico De Integración Regional (COIR), San Juan, Argentina

Belén García describe para SIIC su artículo editado en Medicina Buenos Aires 77(5):370-372, septiembre 2017

 

 

San Juan, Argentina (especial para SIIC)
Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST, por sus siglas en inglés) son poco frecuentes, representan menos del 3% de los tumores digestivos, pero son las neoplasias mesenquimáticas más comunes del aparato digestivo. Afectan principalmente el estómago y el intestino delgado y, en menor porcentaje, colon, esófago, retroperitoneo y pelvis.

Para su diagnóstico se requieren técnicas de imágenes como la endoscopia digestiva, principalmente, pero también complementan el diagnóstico y estadificación la ecoendoscopia, la tomografía computarizada y la resonancia magnética. El informe anatomopatológico e inmunoistoquímico es fundamental debido a que uno de los principales marcadores es la proteína CD117, la cual se expresa en el 95% de estos tumores. Sin embargo, existen otros marcadores que podrían orientar el diagnostico como CD34 y la positividad para actina alfa del musculo liso (SMA), cuando el CD117 es negativo.

Ciertas características de los tumores del estroma gastrointestinal, como el índice mitótico, el tamaño, la localización, la ruptura capsular y los márgenes de resección se utilizan como factores pronósticos que permiten clasificar el riesgo de recurrencia posquirúrgica y, por lo tanto, definir las estrategias de tratamiento.

La resección quirúrgica continúa siendo el tratamiento fundamental para los GIST.

En el caso de aquellos tumores cuyos factores pronósticos indican alto riesgo de recaída luego de la cirugía, al igual que en tumores irresecables o metastásicos al momento del diagnóstico, se indica un inhibidor de tirosina kinasa, el imatinib, el cual demostró prolongar la supervivencia sin alterar la calidad de vida. En aquellos pacientes que no responden a dicho fármaco, hay evidencia del uso de sunitinib como segunda línea de tratamiento.

De una población de 61 casos reconocidos con tumores del estroma gastrointestinal por el Registro Provincial de Tumores de Mendoza, se analizaron las historias clínicas de 40 casos que fueron registrados en el Centro Oncológico de Integración Regional (COIR), entre los años 2000 y 2015.

Del análisis de las historias clínicas surge que la edad media de presentación fue 58 años, y que si bien el GIST es más frecuente entre los varones, en nuestra serie cerca del 70% fueron mujeres. En cuanto a la localización, más de la mitad de los pacientes tenían afección gástrica como sitio tumoral primario, siguiendo en orden de frecuencia colon y recto.

Con respecto al tratamiento quirúrgico, en los casos de lesiones gástricas localizadas menores de 2 centímetros, la observación es una opción. Sin embargo, casi la totalidad de los pacientes valorados en el COIR recibieron tratamiento quirúrgico, aun con lesiones menores de 2 centímetros de diámetro. En el 67% de los casos estas resecciones fueron completas. A la mitad de estos pacientes se le indicó tratamiento adyuvante con imatinib por sus características de alto riesgo.

El intervalo libre de recaída entre los pacientes con patología localizada fue de 55 meses.

El 25% de los pacientes presentaron enfermedad metastásica al momento del diagnóstico, los órganos más comprometidos fueron el hígado, el peritoneo y los ganglios linfáticos. Con el uso del imatinib se alcanzó un intervalo libre de progresión de 30 meses, superior al publicado en la bibliografía, el cual es de 18 a 24 meses. Esto probablemente se deba a la elevada tasa de resección tumoral y la prevalencia del sexo femenino en la muestra, ambos factores han demostrado estar asociados con un mejor pronóstico.

Según datos publicados en la bibliografía, la estimación de supervivencia global a cinco años en los Estados Unidos para la enfermedad localizada, extendida locorregionalmente y diseminada a distancia es del 77%, el 64% y el 41%, respectivamente. Nuestro análisis retrospectivo no permite sacar conclusiones estadísticas a largo plazo, debido a que el mayor porcentaje de pacientes de la muestra no supera los cinco años de seguimiento. Esto es, de los 40 pacientes solo 13 tuvieron un seguimiento de al menos cinco años. La media de supervivencia en ellos fue de 30.5%.

Los datos obtenidos del estudio de los pacientes analizados cobran relevancia porque los tumores del estroma gastrointestinal son una enfermedad poco frecuente, y por ende, con pocos registros estadísticos. El abordaje de la temática ha permitido obtener mayor información de las características de la enfermedad y de los resultados de los tratamientos adoptados.

 

 

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