Alfredo Campos describe para SIIC su artículo editado en Revista Mexicana de Investigación en Psicología 9(2):113-119, julio 2017

Lugo, España (especial para SIIC)
Las imágenes mentales desempeñan un papel importante en todos los procesos cognitivos de las personas y, por lo tanto, tienen una fuerte repercusión en su comportamiento, tanto en la salud como en la enfermedad.

Las imágenes mentales pueden ser visuales, auditivas, olfativas, gustativas, táctiles y cinestésicas, si bien las más habituales son las imágenes mentales visuales.

Si, como hemos dicho anteriormente, las imágenes mentales tienen un papel importante en todos los procesos cognitivos, desempeñan entonces un papel primordial en el pensamiento.

Existen distintas formas de pensamiento, por lo tanto, como norma general, cuanto más concreto sea el razonamiento, más probabilidades existen de que se utilicen las imágenes mentales. Así, cuanto más se acerquen los conceptos que utilizamos en el razonamiento a algo concreto, más probabilidades existen de que se utilicen las imágenes mentales. Por ejemplo, en los silogismos es muy probable que se utilicen las imágenes mentales.

En el artículo no se analiza la forma de guardar la información en el cerebro, si es en forma de imagen o en forma de proposición, sino cómo funcionan las imágenes mentales en los distintos modos de razonar.

Existen muchas teorías que intentan explicar la formación de las imágenes, sin embargo, la que sigue contando con más adeptos es la teoría de la codificación dual, de Paivio. La teoría afirma que existen dos formas de procesar la información, en forma de imágenes y en forma de lenguaje. Estos dos sistemas están relacionados entre sí. Si la información es concreta se guarda, fundamentalmente, en forma de imagen, y si el material es abstracto, se guarda en forma de lenguaje.

El pensamiento, cuando efectúa tareas cognitivas concretas, como puede ser el silogismo, utiliza, normalmente, imágenes mentales. Por ejemplo, el silogismo A = B, y B = C, entonces A = C, es más fácil resolverlo utilizando imágenes mentales que si no se utilizan.

En una investigación efectuada por Wood y por Wood, Shotter y Godden en la que preguntaban: "¿Quién es más alto, X o Y?", y entre X e Y se incluían distintas alturas que fuesen fáciles de imaginar, encontraron que las personas, generalmente, utilizaban las imágenes mentales, les resultaba más fácil de resolver y tenían mayor seguridad y rapidez.

Como afirma Pardos, casi todas las investigaciones sobre las imágenes mentales se han centrado en el estudio de las imágenes mentales visuales y casi no hay trabajos que analicen la importancia de los demás tipos de imágenes mentales en el pensamiento y en los demás procesos cognitivos. Kaufmann demostró que las imágenes visuales eran importantes en la resolución práctica de problemas de construcción que requieren un pensamiento productivo, es decir, una combinación de experiencias pasadas para llegar a la solución correcta.

Adeyemo analizó la importancia de las imágenes mentales en el pensamiento y en la resolución de problemas. La tarea consistió, lo mismo que la de Kaufmann, en un test de construcción. Encontró que los individuos que resolvieron el test utilizaron imágenes de imaginación, en cambio, quienes no resolvieron el test emplearon imágenes de memoria.

No todas las investigaciones que analizaron la relación entre las imágenes mentales y el pensamiento hallaron relaciones positivas, no encontraron que las imágenes mentales fuesen eficaces en el pensamiento. Algunos estudios, como, por ejemplo, el de Sternberg, no registraron diferencia en la exactitud en resolver problemas entre los que eran fáciles o difíciles de visualizar. Otras investigaciones, como las de Richardson, encontraron que el razonamiento con problemas visualmente concretos no era mejor que el razonamiento con problemas visualmente abstractos. Finalmente, otros estudios observaron efectos negativos de las imágenes mentales sobre el pensamiento, ya que comprobaron que las imágenes mentales visuales podían interrumpir, e incluso impedir, el razonamiento. Quizá sea cierta la afirmación de Paivio acerca de que, si el razonamiento es concreto, las imágenes mentales ayudan y el procesamiento mediante lenguaje lo dificulta, y si el razonamiento es abstracto, las imágenes mentales lo dificultan y el lenguaje lo favorece.