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InVet

On-line version ISSN 1668-3498

InVet vol.14 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires June 2012

 

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Propuestas vacunales para el tratamiento de la fasciolosis en rumiantes, un desafío aún no resuelto

 

Fernández, V.1,3; Solana, M.V.1; Estein, S M.2,4; Solana, H.1,3

Centro de Investigaciones Veterinarias de Tandil (CIVETAN -CONICET), Facultad de Ciencias Veterinarias, UNCPBA. Campus Universitario, 7000 Tandil, Argentina.
1Laboratorio de Biología Celular y Molecular, Departamento de Cs. Biológicas.
2Laboratorio de Inmunología, Departamento de Sanidad Animal y Medicina Preventiva.
3CICBA, Argentina,
4CONICET, Argentina

Correspondencia e-mail: Vanesa Fernández vanesaf@vet.unicen.edu.ar

Recibido: 21/05/2012
Aceptado: 23/11/2012


Resumen

La fasciolosis producida por el trematodo Fasciola hepatica es una enfermedad que provoca importantes pérdidas económicas en la producción ganadera siendo además una preocupante enfermedad zoonótica. Actualmente, la única herramienta disponible para el control de dicha enfermedad es la utilización de fármacos antiparasitarios. Hoy, la aparición de fenómenos de resistencia antiparasitaria llevan a la búsqueda de nuevas opciones terapéuticas. La búsqueda de antígenos vacunales para el desarrollo de una vacuna eficaz es una de las herramientas más investigadas. En el presente artículo se expone una revisión de los principales resultados obtenidos hasta el momento en la búsqueda de diversos candidatos vacunales. Se comparan diferentes intentos de vacunas experimentales: desde vacunas irradiadas atenuadas, hasta las nuevas estrategias que involucran el desarrollo de vacunas recombinantes y de ADN en el modelo ratón y en el huésped susceptible.

Palabras claves: Vacunas; Fasciolosis; Ratones; Rumiantes.

Vaccines for the prevention of fasciolasis in ruminants a challenge yet unresolved

Summary

The use of an effective vaccine against fasciolosis is currently and due to advances in the field, an achievable goal. This article is a review of recent data and the main results about the search for vaccine candidates against fasciolosis. In the present work it presents the search done and results from the use of attenuated vaccines irradiated to new strategies that involve the development of recombinant vaccines and DNA.

Key words: Vaccines; Fasciolosis; Mice; Ruminants.


 

Introducción

La fasciolosis es una enfermedad zoonótica causada por parásitos del género Fasciola, que parasitan a diferentes especies de mamíferos incluido el hombre, aunque es en los rumiantes donde cobra mayor importancia46. El agente causal de esta enfermedad es un trematode que se localiza en los canalículos biliares del hígado del hospedador, ocasionando no solo la falla hepática sino que además puede llegar a provocar la muerte repentina por el daño hepático producido, o como consecuencia de la invasión secundaria de bacterias del género Clostridium spp. Si el hospedador sobrevive a las lesiones, la regeneración del hígado se produce con producción de tejido fibroso nuevo, con la consecuente distorsión del órgano originada por las múltiples cicatrices generadas. En este estado pueden aparecer: anemia, debilidad, emaciación y edemas (submandibular, cuello, pecho y abdomen) con la consecuente reducción en el potencial productivo de los rumiantes afectados y el decomiso de los hígados en los frigorificos46. El género Fasciola está distribuido mundialmente y presenta dos especies: F. hepatica y F. gigantica, la primera presenta menor tamaño respecto de la segunda y se encuentra en áreas templadas, la segunda en zonas tropicales46.
Al presente se han desarrollado diferentes estrategias de control. Sin embargo, el control químico sigue constituyendo la principal herramienta en la lucha contra este parásito46. Actualmente, el antihelmíntico más empleado es el triclabendazole (TC BZ). A pesar de que el tratamiento antihelmíntico es efectivo a corto plazo, la emergente resistencia a estas drogas ha generado la necesidad de desarrollar nuevas estrategias. Hoy, la aparición de resistencia a los fasciolicidas, y la presencia de residuos de los mismos en los alimentos y en el ambiente han determinado que en los últimos años se investiguen nuevas alternativas de lucha contra la fasciolosis, tales como la selección genética de animales naturalmente resistentes, y el control inmunológico a través del desarrollo de vacunas, las cuales surgen como una alternativa muy prometedora pero aún sin resultados plenos46. Varias décadas de investigación se han invertido, sin embargo aún no existe una vacuna eficaz en el mercado. A pesar de ello, diferentes estudios sugieren que la vacunación puede ser un medio eficaz para el control de la fasciolosis. El punto de partida está en el hecho de que F. hepatica puede inducir, en determinados hospedadores, respuestas inmunitarias eficaces para la destrucción del parásito24,25,64, y por lo tanto la adquisición de resistencia frente a la enfermedad parasitaria, lo que podría permitir desarrollar protocolos de inmunización con antígenos protectores16,29,37,39. A partir de esta constatación se han realizado numerosos ensayos de vacunación, inicialmente con diversos extractos del parásito46, posteriormente con antígenos definidos de Fasciola hepatica54,57,58, y más recientemente, con antígenos recombinantes2,13,44,49,60 así como formulaciones antigénicas de ADN cíclico (cADN)35,62.

plazo, la emergente resistencia a estas drogas ha generado la necesidad de desarrollar nuevas estrategias. Hoy, la aparición de resistencia a los fasciolicidas, y la presencia de residuos de los mismos en los alimentos y en el ambiente han determinado que en los últimos años se investiguen nuevas alternativas de lucha contra la fasciolosis, tales como la selección genética de animales naturalmente resistentes, y el control inmunológico a través del desarrollo de vacunas, las cuales surgen como una alternativa muy prometedora pero aún sin resultados plenos46. Varias décadas de investigación se han invertido, sin embargo aún no existe una vacuna eficaz en el mercado. A pesar de ello, diferentes estudios sugieren que la vacunación puede ser un medio eficaz para el control de la fasciolosis. El punto de partida está en el hecho de que F. hepatica puede inducir, en determinados hospedadores, respuestas inmunitarias eficaces para la destrucción del parásito24,25,64, y por lo tanto la adquisición de resistencia frente a la enfermedad parasitaria, lo que podría permitir desarrollar protocolos de inmunización con antígenos protectores16,29,37,39. A partir de esta constatación se han realizado numerosos ensayos de vacunación, inicialmente con diversos extractos del parásito46, posteriormente con antígenos definidos de Fasciola hepatica54,57,58, y más recientemente, con antígenos recombinantes2,13,44,49,60 así como formulaciones antigénicas de ADN cíclico (cADN)35,62.
Los cambios que se han producido actualmente en las prácticas agrícolas, el aumento del transporte de animales, y el calentamiento global han creado ambientes que facilitan la diseminación rápida y generalizada de los parásitos que se transmiten por el alimento y el agua. Es por esto que se prevé que F. hepatica aumente su área de distribución debido a los cambios climáticos. Recientemente, se analizó mediante un modelo de predicción a largo plazo el efecto del cambio climático y su relación con la diseminación de este parásito en el Reino Unido demostrándose que ambos fenómenos están íntimamente ligados previéndose el aumento de la distribución geográfica y la severidad de los casos.
La aparición de resistencia hacia las drogas existentes en el mercado hace que el desarrollo de una vacuna sea una aspiración con amplio consenso en la comunidad científica. Las vacunas tienen a su favor que no dejan residuos químicos, eliminando así el período de retención del animal, no dañan el medioambiente y serían aceptadas por los consumidores quienes ya están familiarizados con el concepto de vacunación frente a otros patógenos en medicina humana y veterinaria14.
Las vacunas contra F. hepatica han sido desarrolladas utilizando un rango amplio de estrategias que incluyen desde extractos crudos de todo el organismo hasta antígenos peptídicos sintéticos. Dichos esfuerzos se encuentran resumidos en varias revisiones57,58,62. Actualmente, se experimentan nuevas estrategias basadas en la biología molecular (vacunas de ADN)53, 56.
La presente revisión bibliográfica tiene como objetivo recopilar la información sobre los principales ensayos de vacunación desarrollados hasta la actualidad, en los cuales se han empleado desde metacercarias atenuadas, diferentes productos de excreción y secreción del parásito y enzimas excretadas relacionadas con el metabolismo del parásito obtenidas a partir del parásito o en forma recombinante, tales como Glutatión-S-Transferasas (GST), Proteínas transportadoras de ácidos grasos (FA BP) y las catepsinas-L1 (Cat-L) entre otras. En general, los diferentes abordajes para el desarrollo de vacunas contra la infección de F. hepatica examinaron en sus comienzos el uso de cuatro tipos de antígenos trematodos vivos, atenuados por irradiación, extractos somáticos del parásito y antígenos metabólicos o de excreción/secreción.

Ensayos vacunales con metacercarias irradiadas atenuadas

La inmunización de las especies hospedadoras susceptibles utilizando metacercarias de Fasciola spp atenuadas fue una de las primeras estrategias ensayadas en un intento por identificar antígenos protectores del trematodo y experimentar la respuesta inmunitaria en el hospedador. La protección obtenida con estas vacunas en bovinos ha tenido una eficacia relativa de acuerdo al protocolo vacunal utilizado, obteniéndose niveles de protección que oscilaron entre el 30 y el 85,5% en la reducción de la carga parasitaria1,15,45. Las ovejas y vacas pueden ser protegidas frente a F. gigantica mediante la inmunización con metacercarias irradiadas, obteniéndose porcentajes de hasta el 98% y del 80% de reducción en la carga parasitaria en bovinos y ovinos, respectivamente3, 4. Sin embargo, otros intentos similares con el fin de promover niveles de resistencia significativos frente a F. hepatica en ovejas no han tenido similar éxito5,10,15, no adquiriendo resistencia ante una reinfección después de una infección con metacercarias ya sean irradiadas o no6. Sumado al hecho de que en ratas, ratones y conejos generalmente no han tenido similares respuestas64. Por otro lado, los estudios realizados indican que la protección en bovinos y ratas dependería del intervalo entre la vacunación y el desafío con el trematodo64. Los ensayos en ovejas llevados a cabo por Creaney y cols., 1995 empleando tanto Fasciola spp. como Schistosoma spp., (trematodo, parásito de los seres humanos, agente causal de la esquistosomiasis), revelaron que una dosis de irradiación de alrededor de 3 krad podría representar el umbral por encima del cual se imposibilitaría el desarrollo de las formas juveniles, impidiendo, de este modo, completar el ciclo biológico de la enfermedad. Los sueros de ovejas vacunadas con metacercarias irradiadas se ensayaron en técnicas de ELISA así como en inmunotransferencias con el objetivo de compararlos con los provenientes de animales que recibían una infestación sin haber sido vacunados. La irradiación produjo alteraciones en los carbohidratos así como en la expresión de ciertas proteasas11, las cuales contribuyeron a la generación de la respuesta inmunitaria en los ovinos hospedadores, a pesar que existen especulaciones en referencia al mecanismo de la respuesta protectora contra Fasciola tanto en bovinos como en ratas. Algunos autores sugieren que una pequeña población de metacercarias irradiadas que llegan al hígado podría producir una fibrosis hepática y la resistencia, en este caso, estaría determinada por una barrera de tipo fisiológico más que por un mecanismo inmunitario6, 30, 31, 51. Sin embargo, otros autores demostraron, en experimentos realizados con F. gigantica, que la población de metacercarias se redujo en un 98% en bovinos y que no existía daño hepático ni se recuperaban formas adultas del parásito cuando se administraban metacercarias irradiadas con 3 krad4.
A pesar de que las ovejas han sido vacunadas con éxito contra F. gigantica y Schistosoma mattheei usando metacercarias irradiadas y con 80% y 56-78%, respectivamente de reducción en la carga parasitaria3,59, parece poco probable que éstas desarrollen protección eficaz frente a F. hepatica usando este tipo de vacuna, ya que varios estudios parecen sugerir que la supervivencia de F. hepatica en ovejas es la suma de dos variables: por un lado la variación en la falta de respuesta del hospedador, y por otro lado, la resistencia del parásito a ser destruido por el sistema inmune57.

Ensayos vacunales con antígenos definidos

Uno de los requisitos que deben cumplir las vacunas frente a F. hepatica es presentar, necesariamente, un bajo costo para que pueda generalizarse su uso en rumiantes. Por este motivo durante los últimos años se ha trabajado con varios antígenos definidos que permiten su producción recombinante a gran escala13,14. La mayoría de los intentos realizados hasta el presente fueron dirigidos a desarrollar una vacuna eficaz contra la fasciolosis a partir de la identificación de ciertos antígenos protectores, principalmente proteínas (enzimas) que participan activamente en el metabolismo del parásito. Entre ellos se han realizado ensayos vacunales utilizando como antígeno a ciertas proteínas transportadoras de ácidos grasos (FA BP), enzimas del metabolismo detoxificativo como las Glutation S-Transferasa (GST ), catepsinas, hemoglobina, Leucin Amino Peptidasas (LA P), entre otras.

Proteínas transportadoras de ácidos grasos (FABP).

Las proteínas transportadoras de ácidos grasos (FA BP) integran una gran familia de moléculas que participan en la unión y transporte de una amplia gama de ligandos hidrofóbicos tales como el ácido oleico, palmítico, ácidos grasos de cadena larga y de sus ésteres acil-CoA, así como de los ácidos biliares61. Existe una gran variedad de FA BPs descritas tanto en vertebrados como en invertebrados y cuya característica más significativa es la conservación del tamaño (14 a 16 kDa) y de la longitud (127 a 133 AA)61. De toda esta familia de proteínas la mejor caracterizada es la familia de las FA BP citoplasmáticas61.
El uso potencial de las FA BP como vacunas fue descubierto a mediados de los años 70 por el Dr. G. Hillyer, quien identificó un grupo de proteínas de Fasciola denominadas FhSmIII. Estas proteínas formuladas en Adyuvante de Freund Completo (AFC) fueron administradas en ratones BALB/c y CD-127 y en vacas28. En dichos estudios se detectaron reducciones en la carga parasitaria del 69% al 78% en ratones y del 55% en vacas. Asimismo, esta vacuna experimental protegió más del 81% de los ratones infestados con cercarias de S. mansoni27. Todos estos resultados demostraron que Fasciola y Schistosoma comparten epitopes protectores responsables de la protección cruzada. Además, esta identidad antigénica se observó cuando se examinaron muestras de ADNc correspondientes a la familia de FA BP citoplasmáticas de F. hepatica y de S. mansoni, y se descubrió una proteína identificada como Fh15, la cual comparte un tamaño similar (14,7 kDa) y un 44% de su secuencia de aminoácidos con la Sm14 de S. mansoni42. Sin embargo, el candidato más idóneo de las proteínas FA BP de S. mansoni, es la proteína Sm14, como demuestra el estudio llevado a cabo por Tendler y cols.60, donde se utilizó una proteína recombinante de Sm14 en conejos y ratones. Los resultados en conejos revelaron una reducción de la carga parasitaria del 89% tras infectar con 1000 cercarias de S. mansoni. En ratones, los resultados arrojaron niveles de protección del 37% al 66% frente a S. mansoni, aunque el dato más interesante fue que la Sm14 recombinante mostró un porcentaje de protección del 100% frente a la infección por F. hepatica60. En ese mismo año, Bozas y Spithill7 identificaron una tercera proteína denominada FA BP3, la cual fue emulsionada en AFC y administrada en ratones, aunque la protección obtenida no fue significativa60. Sin embargo, cuando la FA BP3 se administró en corderos, provocando la infestación con 80 metacercarias de F. hepatica, se obtuvo un porcentaje de reducción de la carga parasitaria cercano al 100%2.
En resumen, las proteínas de la familia de FA BP se muestran como los candidatos vacunales más prometedores frente a la fasciolosis y schistosomiasis y, probablemente también, frente a otras enfermedades provocadas por trematodos, siendo necesario un estudio más profundo del rol protector de las proteínas Sm14 y Fh15.

Glutatión S-Transferasa

Las Glutatión S-Transferasas (GST, EC 2.5.1.18) abarcan una familia de isoenzimas implicadas en la detoxificación celular de una amplia gama de sustratos químicos a través de la conjugación con el glutatión, de manera que el xenobiótico se vuelve generalmente menos tóxico y más soluble en agua siendo así más fácil su excreción. En mamíferos se conocen al menos seis clases de GSTs diméricas (alfa, mu, pi, theta, sigma y kappa) compuestas por subunidades de 24 a 29 kDa que comparten un alto porcentaje en sus secuencias de aminoácidos (aproximadamente 70%) diferenciándose dentro de las de una misma clase en pequeñas secuencias (aproximadamente el 30%)38,40,48. En el caso de F. hepatica se identifica como FhGST y desempeña al menos tres funciones conocidas: I) está involucrada en la desintoxicación de aldehídos citotóxicos producidos durante la peroxidación lipídica8, II ) está implicada en la función absortiva del intestino del parásito adulto9, y III) interactúa con la hematina previniendo el bloqueo del intestino del parásito por cristalización de la misma8.
La proteína GST de F. hepatica fue seleccionada como un candidato inmunógeno para la constitución de una vacuna subcelular teniendo en cuenta que ya se había demostrado que las GSTs homólogas de S. mansoni (Sm28) y de S. japonicum (Sj26)9 confieren protección contra la infestación con metacercarias en animales de laboratorio (ratones y conejos)56.
El primer ensayo de vacunación en ratas con la proteína GST formulada en AFC no confirió protección significativa32, sin embargo, las ovejas que recibieron múltiples vacunaciones con la GST nativa emulsionada en AFC , mostraron una reducción de la carga parasitaria del 57%, constituyéndose en la primera vacuna experimental utilizando GST como antígeno vacunal54. En los años 90 varios investigadores realizaron un extenso grupo de ensayos que involucraron el empleo de GST dirigidos a desarrollar una vacuna eficaz pero no fue posible reproducir una respuesta protectora a pesar que se usó el mismo protocolo de inmunización41,56. Más recientemente, De Bont y col. (2003)17 en el Institut Pasteur de Lille intentaron la inmunización con GST recombinante de S. bovis en bovinos, utilizando hidróxido de aluminio, saponinas (Quil A), o con AFC como adyuvantes, sin embargo, ninguna de las formulaciones utilizadas confirió protección contra F. hepatica en el ganado estudiado17.

Cisteíno proteasas (catepsinas)

Las cisteíno proteasas pertenecen a una gran familia en las que se incluyen las catepsinas L y B (CatB y CatL). Estas proteasas se han estudiado como postulantes a ser antígenos vacunales debido a que cumplen un rol importante no solo en la nutrición del parásito sino que además participan activamente en la actividad invasiva y en la evasión de la respuesta inmunitaria34,43. Estas enzimas se encuentran mayoritariamente en los productos de excreción-secreción de F. hepatica y pueden ser fácilmente colectadas in vitro54, 57. Las secuencias que codifican para CatL y CatB ya han sido aisladas a partir de librerías de cADN de F. hepatica adultas13, 14, 32. Por electroforesis bidimensional se ha demostrado que la CatL tiene una naturaleza heterogénea caracterizándose al menos dos formas relevantes: CatL1 y CatL254. Estas dos enzimas tienen distintas características fisicoquímicas (tamaño molecular, pH óptimo) y especificidad de sustrato18 lo que seguramente las postula como dos candidatos diferentes a generar una respuesta vacunal determinada.
Las proteínas secretadas por F. hepatica han sido caracterizadas en diferentes trabajos de investigación y todos los estudios concuerdan en que las catepsinas que predominan en los estadios adultos del trematodo son enzimas cisteíno proteasas homólogas a la CatL lisosomal de los mamíferos26, mientras que la CatB se encuentra principalmente en los estadios juveniles36. Por ser mayoritarias y estar involucradas en funciones biológicas esenciales del parásito ambas son consideradas promisorios candidatos vacunales y terapéuticos.
Wijffels en 199463 demostró por primera vez en ovejas la eficacia vacunal de la CatL purificada. La CatL formulada en AFC se administró en dos oportunidades con un intervalo de cuatro semanas, en la primera administración con una dosis de 120 μg y en la segunda administración con una dosis de 90 μg. La carga parasitaria no varió significativamente en relación a la determinada en los animales control no vacunados; sin embargo, hubo una reducción del 70% en la eliminación de huevos y la viabilidad de los huevos maduros obtenidos se redujo en un 80%. En un segundo experimento, el mismo autor utilizando el mismo protocolo obtuvo solo el 52% de reducción de huevos en las heces63 confirmándose la baja reproducibilidad de la respuesta vacunal.
La eficacia de la CatL1 como candidato vacunal fue analizada en el ganado bovino12. En este ensayo, los animales recibieron tres inmunizaciones con distintas dosis de CatL1 purificada y formulada con AFC. Las diferentes dosis utilizadas solo confirieron una protección significativa promedio del 57,7% respecto del grupo control no vacunado. En un segundo ensayo, empleando un protocolo similar, se obtuvo un 42,5% de la protección y un 50% de la reducción en la viabilidad de los huevos12. Dalton evaluó además la eficacia de CatL1 y CatL2 empleadas en forma individual o asociadas a la hemoglobina de F. hepatica en el ganado vacuno12. En combinación con hemoglobina ambas catepsinas produjeron la reducción de la carga parasitaria con el valor más alto de 72% para la CatL2. Por otra parte, la CatL1 indujo reducción en la fecundación de los huevos. Posteriormente, una serie de ensayos en ovejas y bovinos con CatL1 y CatL2 nativas purificadas55, demostraron que estas enzimas solo protegían entre el 33% y el 79% frente al desafío con metacercarias13,14. Es importante aclarar que estas catepsinas mostraron un potente efecto inhibitorio sobre la embriogénesis y la fecundación, mecanismos que afectan el ciclo biológico del parásito.

Hemoglobina

El mecanismo mediante el cual la hemoglobina de F. hepatica estimula al sistema inmune todavía es incierto, aunque las propiedades relativas al almacenamiento de oxígeno que tiene la hemoglobina podrían jugar un papel vital13. Experiencias previas llevadas a cabo con catepsina L112,14 y catepsina L2 combinada con hemoglobina de F. hepatica se desarrollaron para determinar su eficacia como vacuna. Inoculando conjuntamente con hemoglobina, los resultados de estas experiencias en bovinos arrojaron unos porcentajes de reducción en la carga parasitaria de hasta el 69% con catepsina L1 y del 72% con catepsina L233. La reducción en la fertilidad en los huevos encontrados en heces también fue elevada, al encontrarse unos porcentajes de viabilidad de entre 40% y 65% con catepsina L1 aislada y del 0-80% cuando se inoculaba en conjunto con hemoglobina. La catepsina L2, junto con la hemoglobina, provocó un porcentaje de viabilidad en los huevos del 0-7%.
En resumen, los resultados observados más significativos se obtuvieron cuando se usó como vacuna una mezcla de hemoglobina y catepsina L2 ya que no solo se consiguió una reducción en la viabilidad de los huevos, sino también en la carga parasitaria, convirtiéndose en un candidato idóneo para una vacuna comercial si sus resultados fueran reproducibles.

Paramiosina

En el estudio de las proteínas tegumentales, se ha prestado especial atención a la paramiosina debido a los éxitos obtenidos en experiencias realizadas con paramiosina de Schistosoma en ratones23,47,50. En virtud de los fenómenos de reacción cruzada descriptos entre Fasciola y Schistosoma, se han llevado a cabo algunas experiencias de vacunación con la paramiosina (94 kDa) de Schistosoma en ovinos y en bovinos, sin embargo los resultados fueron dispares incluso usando paramiosina procedente de F. gigantica22,53. Por lo tanto, el potencial de la paramiosina como candidato vacunal aún no ha sido demostrado.

Leucin aminopeptidasa.

La leucin aminopeptidasa (LA P) es una metaloproteasa de F. hepatica. Esta proteína es capaz de inducir anticuerpos neutralizantes y una protección del 89% contra F. hepatica en ovinos49. Aunque la protección más significativa fue obtenida con la LA P sola, también se emplearon en conjunto con CatL1, CatL2 y LA P. Los porcentajes de protección obtenidos al inmunizar con LA P fueron superiores a los conferidos por CatL1 o CatL2 administradas en forma individual. En todos los grupos vacunados se midieron los niveles de la enzima hepática gamma glutamil transferasa que se mantuvo en un margen normal sin aumento de su actividad lo que indica una actividad hepática normal, sin lesiones severas. El potencial de LA P se comprobó en conejos con un 81% de protección. Una vacuna elaborada con dicha enzima recombinante ya ha sido patentada y se están comenzando los ensayos clínicos en rumiantes49.

Proteínas del tipo saponinas

Espino y Hillyer (2003)19 aislaron un producto de expresión de 436 pb procedente de una librería cADN de F. hepatica adulta reconocido por el suero de un conejo infectado con Fasciola durante 4 semanas. El marco de lectura codificó para un polipéptido de 101 aminoácidos, 11.5 kDa de peso molecular y un punto isoeléctrico de 4.63. La secuencia de aminoácidos resultante reveló una homología significativa con una lisina-NK, proteína del tipo saponina de F. hepatica denominada FhSAP152. Esta proteína nuevamente descripta se identificó como FhSA P-2. Los conejos vacunados con FhSAP-2 desarrollaron 81,2% menos adultos que los controles21. Por otra parte, en los animales vacunados hubo una disminución de la cantidad de huevos presentes en las heces y en la bilis, del 83,8% y del 73%, respectivamente. La evaluación de las lesiones macroscópicas del hígado reveló que los conejos vacunados con FhSAP-2 presentaron lesiones menos severas. Estos resultados indican que esta proteína de Fasciola tiene un potencial inmunoprofiláctico contra la fasciolosis en conejos20 aunque no se han analizado aún sus efectos en hospedadores de interés.

Conclusiones

El uso de fármacos antihelmínticos es la única herramienta que se dispone al presente frente a una Fasciolasis, aunque el fenómeno de resistencia ya es un hecho frecuente en varios lugares del mundo. Al presente, el desarrollo de una vacuna eficaz para la prevención de dicha enfermedad parasitaria es una necesidad indiscutible. Las actuales formulaciones vacunales descriptas en el presente trabajo son productos potencialmente viables y los adyuvantes utilizados colaboran con los diferentes antígenos analizados en la optimización de su capacidad como inmunógenos, por lo que su selección debe contemplar las características del antígeno y los mecanismos de protección contra la enfermedad en cuestión. Varios intentos se han desarrollado utilizando diferentes candidatos vacunales pero hasta el presente no se han obtenido resultados plenamente satisfactorios. No puede ignorarse que el huésped es crucial en los experimentos de vacunación, por ello los experimentos en animales de laboratorio solo pueden considerarse como pruebas piloto. Los resultados insatisfactorios hasta el presente son debidos, fundamentalmente, a la baja reproducibilidad que tienen las diferentes opciones postuladas sumado al hecho de que para lograr una verdadera eficacia inmunológica se requieren, en la mayoría de los experimentos descriptos en la presente revisión, más de una inmunización con la consecuente dificultad que la misma conlleva en referencia al manejo de los diferentes rodeos a ser vacunados. Sumado a esto, las mayores eficacias obtenidas hasta el presente se han logrado solo a partir de combinaciones de al menos dos candidatos vacunales en simultáneo. Una opción a tener en cuenta para futuros ensayos estaría dada por la detección y prueba de nuevos candidatos vacunales y/o nuevas combinaciones incluyendo más de dos candidatos en simultáneo y modificaciones a nivel del adyuvante utilizado.
Lo imprescindible en lo inmediato es seguir optimizando los resultados con una correcta utilización de los probables antígenos y adyuvantes, eligiendo una vía de administración en función de los resultados de eficacia y seguridad que deberán ser obtenidos en los ensayos clínicos y estudios previos antes de su autorización y comercialización. A la hora de generar una nueva vacuna hay que abordar ciertos aspectos adicionales que incluyen el uso de varios adyuvantes como potenciadores de la respuesta inmune y los efectos de diferentes rutas de inmunización en el desarrollo de inmunidad protectora. De la misma forma se deberá considerar la efectividad de antígenos heterólogos como inmunógenos para poder reemplazar a aquellos antígenos homólogos inefectivos o difíciles de obtener.
Como se ha demostrado en esta revisión hay grandes avances en el estudio de diferentes candidatos vacunales, por lo que el control de la fasciolosis mediante la vacunación es una meta alcanzable. Nuevos ensayos interrelacionando diferentes inmunógenos (ya utilizados o no) y diferentes adyuvantes seguramente llevarán a la obtención de una respuesta inmune protectora que permita el desarrollo de una vacuna eficaz.

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